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El error

de Descartes
Manuel Desviat

Pep Carrió, Los días al revés,


La Fábrica, 2012

Por ello supe que yo era una sustancia cuya esencia o naturaleza
es el pensar, y que para su existencia no hay necesidad de ningún lugar, ni
depende de ninguna cosa material; de manera que este “yo”, es decir, el
alma por la que soy, es completamente distinta del cuerpo,
e incluso es más fácil de conocer que éste; e incluso si no existiera
el cuerpo, el alma no cesaría de ser lo que es.
(Descartes, El discurso del método.)

E l 22 de mayo está anunciada la


aparición del DSM V como si de
una nueva versión de iPhone se trata-
hacer fármacos para gente sana. El
desarrollo de la neurociencia, que de-
bería significar un avance en el cono-
rá. Su contenido, ya conocido por mu- cimiento del ser humano está sirvien-
chas filtraciones y hasta publicaciones do sin embargo para erigir en verdad
en estos últimos años, consagra una absoluta conocimientos parciales de
visión reduccionista del enfermar y la la realidad. Convertida, por la psiquia-
tendencia a psiquiatrizar el malestar tría que se hace llamar biológica, en
o la simple búsqueda del bienestar. tecnociencia, reduce la complejidad
Con él se hace realidad una vieja as- del mundo, prescinde de los valores
piración de la empresa farmacéutica: restringidos a hechos, y establece un

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fermedades del cuerpo y, a su vez, la ig-
norancia de la patología orgánica que
pueden ocasionar los conflictos psíqui-
cos. Reducción presente en la psiquia-
tría, pero también, paradójicamente,
en la psicología cognitiva que predica
el estudio de la mente como un soft-
ware, que puede ser estudiado sin el
hardware, sin el soporte maquínico que
es el cuerpo. Por no hablar de los ex-
tropianos que investigan la posibilidad
de descarga de las redes neuronales
idiosincrásicas de nuestras mentes a la
memoria de un ordenador y el soporte
cuerpo como algo superfluo.

Mas ya en tiempos de Descartes, sur- Damasio A. El error de


ge la antítesis relativamente oculta Descartes.Critica, 2001
por la beligerancia y el poder de la
iglesia, en la obra de Baruch Spino-
za, que se adelanta a su tiempo en el
estudio de la dinámica del comporta-
miento humano, planteando la rela-
ción emoción (cuerpo) y sentimiento
(mente) como dos caras de la misma
lenguaje pretendidamente universal, moneda. Mientras las sensaciones
en beneficio de sus patrocinadores; son visuales, acústicas, táctiles..., los
en beneficio de la globalización far- sentimientos, el miedo, la alegría, el
macéutica. odio, el deseo, son una elaboración
de la conciencia que repercute a su
La separación cuerpo mente no es una vez en el cuerpo. Sentir es un proceso
tendencia nueva en medicina ni en la fi- que tiene dos partes: la experiencia
losofía, recordemos las ideas de Platón cognitivo emocional que provoca el
en el Fedón, pero se hace dominante objeto y los efectos que dicha expe-
en la medicina occidental a partir de riencia desencadena.
lo que Damasio denomina “el error de
Descartes”.La idea cartesiana de una Algo que parece obvio, sobre todo en
mente separada del cuerpo va a influir una época que pudiera parecer en la
hasta nuestros días en la manera en que ciencia ajena a los oscurantismos de
la medicina enfoca el conocimiento, la las religiones y sin embargo la escisión
investigación y la práctica médica; cau- cartesiana sigue presente en buena
sando la incomprensión, tan habitual parte de nuestros científicos y pensa-
en la sanidad actual, de las repercusio- dores. Como pretende ser única en
nes psicológicas que ocasionan las en- psiquiatría la verdad, una verdad basa-

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da en pruebas, en la evidencia, cuando estudio y de los programas de investi-
si buscáramos qué es evidencia en la gación que no se atengan a sus fines. Y
filosofía de la ciencia, encontraríamos la gravedad del problema está en que
que nunca hay una evidencia que cer- esta psiquiatría monocolor está impo-
tifique que una teoría sea verdadera; la niendo formas de organización de la
observación es siempre “teoría carga- asistencia a la salud mental, a instancias
da”, es decir contaminada por presu- de las políticas privatizadoras neolibera-
posiciones teóricas previas; contami- les. Unas políticas que eluden la obliga-
nadas por los propios científicos que ción del Estado en la atención a salud,
las estudian (Kant, Kuhn…); o, según individualizando la responsabilidad en
los relativistas de hoy, por factores el enfermar y en la discapacidad, y por
que van mucho más allá de los confi- tanto en su pago. Unas políticas que en
nes del laboratorio, sociales, políticos nombre de la ciencia, están convirtien-
y culturales. do en mercancía tanto el conocimiento
como los aseguramientos sociales, sa-
Una psiquiatría ancla- Átopos viene desde su número 0 de- nitarios, educativos, científicos.
da en un eje biológico,
fendiendo una psiquiatría y una psi-
pero también psicoló-
gico, social, político cología plurales, que abarquen las Seguramente, el pensamiento único y
distintas áreas del conocimiento, las la psiquiatría del cerebro y la farmacia
distintas aproximaciones al ser huma- no serán el fin de la psiquiatría, conver-
no en su contexto social y antropoló- tida en neuropsiquiatría, pero sí pueden
gico. Una psicopatología anclada en suponer su estancamiento en un perio-
un eje biológico, pero también psico- do histórico que alcance a varias gene-
lógico, social, político. Un conocimien- raciones. La venta de los hospitales y la
to siempre inconcluso, ajeno a toda privatización de los empleos tal como
verdad canónica. Nos importa el cuer- se está ensayando en la sanidad madri-
po, las emociones, los sentimientos, leña, de seguir triunfando, hipotecan la
el deseo; toda la urdimbre que une la sanidad y el modelo de la salud mental
necesidad con la subjetividad; nos im- actual por varias décadas, e hipotecan
portan los condicionamientos genéti- la ciencia desde la mediocridad y la ig-
cos, culturales, pero siempre desde la norancia de los líderes a sueldo que si-
inexcusable libertad que nos confiere túan los poderes financieros y políticos
como humanos. para regir las instituciones académicas
y asistenciales.
El problema, la gravedad del problema,
está en que no se trata de un debate Con todo quedan opciones. La sanidad
académico sobre la verdad psicopato- pública no se vende, se defiende. El
lógica, sobre la cientificidad de la natu- mundo siempre ha tenido amos, pero
raleza o el espíritu; la cuestión es, y aquí también siempre ha habido personas
está la amenaza para el saber y el hacer y colectivos que desobedecían a los
en salud mental, que la psiquiatría bio- amos.
lógica aupada en el poder económico y
político, está provocando un retroceso, Lo que está en juego es un modelo de
cuando no la simple desaparición, del sociedad.

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