Estimado Rector:

Con fecha 15 de Enero de 2010, asistí a la 29 feria del libro de Viña del mar a
presentar un libro como parte regular de mis actividades académicas. Grande
fue mi sorpresa al encontrar un afiche que promocionaba un evento
pseudocientífico del señor Juan Andrés Salfate a realizarse los días 4 y 5 de
febrero en el cine arte de Viña, pero mi sorpresa se acrecentó al percatarme
que la Universidad del Mar figura en el afiche como ente auspiciante de tal
evento.

Estos espectáculos tienen como objeto difundir y promover las divagaciones y

especulaciones del señor Juan Andrés Salfate, que “inflado” por la televisión y
otros medios de comunicación, se dedica a promover ideas sobre la existencia
de los Ovnis, duendes, fantasmas y conspiraciones internacionales
que manipulan a la población. Esta situación no representan bajo ningún punto
de vista, alguna actividad educativa que debe respaldar alguna Universidad
seria.

Las universidades deben su prestigio a su desarrollo académico, el que se

caracteriza por la rigurosidad y honestidad de sus estudios y el efectivo
funcionamiento de su ciencia. Por ello, el público general bien puede confiar en
el refinamiento, calidad y veracidad de lasideas que se expresen en instancias
donde el nombre de una universidad se vea involucrado. Si bien toda idea tiene
derecho a ser expresada, no toda idea califica con igual calidad argumental
como para ser expuesta indiscriminadamente con un aval académico.
Justamente sobre la calidad de ese filtro es que se construye el prestigio de
una institución académica y la confianza que la sociedad pueda depositar en
ella.

No es nuestra intención instruir a la comunidad académica de la

Universidad, respecto de a qué ideas deben dar tribuna, sino que nos
remitimos a realizar un llamado de atención con respecto a las políticas con
que las auspician, de cara al público asistente.

Aparte del básico filtro que puedan realizar ante exposiciones de este tipo,
cabe requerir almenos una mención explícita referente al respaldo u omisión
del mismo que la Universidad entregue a los expositores, haciéndose así
cargo del prestigio o desprestigio consecuente.

La realización y promoción de un evento de estas características sólo obedece

a un fin comercial y económico, y bajo ningún punto de vista podría
considerarse como una actividad cultural que eduque o estimule la inteligencia
de los asistentes. Muy Por el contrario, sólo se fomenta la irracionalidad del
pensamiento mágico y las supersticiones sin sentido con un claro desmedro de
los valores y principios racionales de una sociedad civilizada que todas las
universidades deben defender.

Esperando alguna respuesta de su parte me despido indicando que esta

misiva como su respuesta y subsecuentes comunicados, o bien sea la
ausencia de estos, serán publicados íntegramente en nuestro sitio
web www.aech.cl

Saludos Cordiales.

Ps. Crystian Sánchez, Presidente de la AECH.

Asociación Escéptica de Chile