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Para entender el papel que juega el medio ambiente como un activo

económico, primero se debe conocer el concepto de cada uno de ellos.


Por consiguiente, se entiende por medio ambiente, a todo el entorno
natural que abarca todos los seres vivos y no vivos que interaccionan
naturalmente, lo que significa que en este caso no es artificial. El término
se aplica con mayor frecuencia a la Tierra o algunas partes de la Tierra.
Por su parte un activo económico es un recurso con valor que alguien
posee con la intención de que genere un beneficio futuro. En contabilidad,
representa todos los bienes y derechos de una empresa, adquiridos en el
pasado y con los que esperan obtener beneficios futuros.
Considerando lo anteriormente dicho, se puede establecer que el
medioambiente como activo económico no representa más que una serie
de recursos naturales que pueden traer algún tipo de beneficio monetario.
Sim embargo, de la teoría de este término a la práctica y pasando por su
estudio existen una serie de discordancias en cuanto a cuál es el
verdadero papel que juega el ambiente como activo.
A nivel global existen 3 corrientes de pensamientos diferentes acerca
de este tema. En primera instancia tenemos la corriente antropocéntrica,
la cual hace referencia a que el ser humano es el centro de todas las
actividades que ocurren dentro de nuestro planeta y que los recursos
naturales disponibles en el medio ambiente solo tienen un valor en
función al uso que las personas le pueden dar a los mismos. Este
pensamiento solo es factible si se considera al ambiente como un objeto y
no como un ser vivo.
En segunda instancia se encuentra el biocentrismo, el cual establece
al medio ambiente como el centro de los sistemas de valores, donde se
destaca un aclara diferencia entre dos puntos contrapuestos, el valor
intrínseco y el valor utilitario. En el primer caso, se considera que los
recursos naturales poseen un valor propio independientemente del papel
que juegue en función de un beneficio económico, este se antepone
directamente al antropocentrismo, ya que, establece que todos los
elementos que conforman al medio ambiente tiene derecho a existir sin
importar si son benéficos o no para la economía. En el segundo caso se
establece un valor para el medio ambiente dependiendo de los recursos
que puedan ser útiles para las actividades del hombre.
Finalmente se tiene el desarrollo sostenible o sustentable,
básicamente en este punto se establece que el medio ambiente puede
tener un valor tanto utilitario como intrínseco, y se añade un tercer factor
el cuál es la sustentabilidad de los recursos. Para recurso pueda
considerarse como sostenible o sustentable este debe ser utilizado de tal
manera, que a su vez, se pueda preservar en el tiempo.
Tomando en cuenta lo anteriormente planteado, se puede resaltar que
el medio ambiente representa una gran fuente de recursos disponibles
para el hombre, sin embargo, estos no solo deben considerarse como un
objeto, si no como seres vivos que interactúan de manera directa con el
hombre, los cuales a su vez se pueden aprovechar, siempre y cuando, su
utilización sea racional.
En Venezuela, para entender mejor el valor que tiene el medio
ambiente como recurso económico es necesario, en primera instancia,
recurrir a la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela,
Publicada en Gaceta Oficial del jueves 30 de diciembre de 1999, N°
36.860, en su artículo 127 establece que “Es un derecho y un deber de
cada generación proteger y mantener el ambiente en beneficio de sí
misma y del mundo futuro”.
A primera vista podemos notar que el enfoque propuesto por las leyes
venezolanas se basa en una correlación entre las actividades económicas
y el medio ambiente, dándole un valor a los recursos basados no solo en
su utilidad, si no también, en su función dentro del mismo medio. De igual
modo, se destaca la Ley Orgánica del Ambiente, publicada el 22 de
diciembre de 2006, No. 5.833 Extraordinario. En esta ley se considera
como principal factor la planificación ambiental, definida en el artículo 3
como “Proceso dinámico que tiene por finalidad conciliar los
requerimientos del desarrollo socio económico del país, con la
conservación de los ecosistemas, los recursos naturales y un ambiente
sano, seguro y ecológicamente equilibrado”.
Igualmente, en el artículo 22 es establece “La planificación del
ambiente constituye un proceso que tiene por finalidad conciliar el
desarrollo económico y social con la gestión del ambiente, en el marco del
desarrollo sustentable”, igualmente en el artículo 23 se especifica que “La
planificación del ambiente constituye un proceso que tiene por finalidad
conciliar el desarrollo económico y social con la gestión del ambiente, en
el marco del desarrollo sustentable” y finalmente en el artículo 48 se
destaca “Las especies raras o poblaciones de singular valor ecológico,
científico, estratégico o económico, de utilidad actual o potencia”.
Analizando en líneas generales lo anteriormente planteado, no queda
duda del enfoque al cual va dirigido el valor que posee el ambiente como
activo económico a nivel nacional, este más allá de ser una serie de
recursos disponibles y aprovechables se considera como un bien preciado
que debe ser protegido, para que perdure a través del tiempo, lográndose
esto mediante de una relación cordial con el mismo, en miras de lograr la
sustentabilidad, propulsando al mismo tiempo el desarrollo económico.
A nivel estadal, en Anzoátegui, este concepto se rige por los mismos
lineamientos establecidos en la constitución y las leyes correspondientes,
en tal sentido no hay mucha discrepancia entre el valor que posee el
ambiente a nivel nacional como local.
Un punto clave en el cual hay que hacer énfasis es la disponibilidad y
utilidad de los recursos como principio de desarrollo económico en esta
zona, al ser Anzoátegui un estado petrolero, la generación de ingresos se
deriva de esta misma actividad, aunado a ello, los recursos disponibles no
solo son un bien económico sino también utilitario, ya que, de la
explotación de los mismos, se logra medianamente cubrir las necesidades
de los pobladores.
A grandes rasgos, se pueden diferenciar 2 puntos de vistas
contrapuestos acerca del valor que posee el ambiente, ya sea económico
o intrínseco como un recurso. El medio ambiente representa una fuente
económica o de generación de ingresos altamente aprovechable, sin
embargo, para que esta pueda ser utilizada de manera práctica y que al
mismo tiempo no conlleve un daño permanente al planeta, debe ser
tratada con respeto, considerando como punto principal la sustentabilidad
de la misma.

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