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¿Quién sana el saneamiento?

Jesús Castillo More

• A diferencia del servicio de los semáforos, donde ningún empresario privado los
ofrece porque no tiene como cobrar; y los usuarios no están dispuestos a pagar,
debido a que esperan que sean los otros beneficiaros los que paguen, y el
mercado fracasa por falta de oferta y de demanda, convirtiendo a los semáforos
en un servicio público que tiene que ser ofrecido por el estado; en el caso del
servicio de agua y alcantarillado, si se puede cobrar porque es posible excluir a
quien se le da el servicio, garantizando una oferta de agua y los usuarios están
dispuestos a pagar porque saben que si no pagan no tendrán el servicio,
garantizando una demanda, es decir generando un mercado con un precio y
cantidad de equilibrio.
• Queda claro entonces que el servicio de agua y alcantarillado es un servicio
estrictamente privado, que sin embargo se considera preferente o meritorio
porque la sociedad considera bueno que todos lo tengamos: la demanda social es
mayor que la demanda privada sustentada en la capacidad de pago y se justifica
un subsidio que aumente la oferta y baje el precio en las zonas de menor poder
adquisitivo.
• La administración de un servicio privado por parte del estado, llámese municipio
o gobierno regional, es ineficiente, porque la eficiencia se basa en premios y
castigos, ganancias y pérdidas, palos y zanahorias que inducen a un manejo
eficiente, y muchas veces la administración estatal descuida este aspecto,
convirtiendo a la empresa pública en fuente de empleo para sus allegados, donde
los empleos y sueldos quedan fijos independientemente de los resultados, sin
incentivos ni sanciones para buscar mejoras. Esta es la razón por la que hace
tiempo, un distinguido economista llegó a decir que hacer eficiente una empresa
estatal es como pretender hacer ladrar a un gato.
• En el caso del servicio de agua y alcantarillado, este es un monopolio natural,
donde basta una sola empresa para ofrecer el servicio a toda la ciudad, tiene
costos medios decrecientes por debajo del costo adicional del servicio y
necesariamente debe ser regulado y vigilado por la autoridad, bajo la supervisión
y asesoría de Sunass, para que ofrezca un buen servicio a la comunidad.
• Es de esta forma, como varias ciudades han resuelto el problema, concediendo el
servicio a una empresa que previa licitación internacional, demuestre que está en
condiciones de realizar las inversiones necesarias y demostrar eficiencia en la
provisión de un servicio satisfactorio, sin aprovechar de su poder monopólico.
Esta es la tarea del municipio o del gobierno regional: Convocar a una licitación
internacional, fijar las reglas del juego y permanecer vigilante para que la ciudad
tenga un servicio que beneficie a todos, con tarifas reguladas, inversión para
ofrecer servicio a toda la comunidad con el apoyo de las autoridades distritales y
regionales, sin desperdicio de agua y sin desabastecimiento.

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