Las divertidas anécdotas de mis familiares

Yo no sabía las cosas graciosas que le habían ocurrido a mis familiares,

cuando realicé las entrevistas sobre las anécdotas me enteré de ellas y me
reí mucho. Estas fueron las tres más divertidas:

Con un pie en el charco

Cuando mi tío Wilber estaba en el colegio habían acordado ir de paseo con
sus compañeros a la piscina de Uyurmiri. Para eso debían salir muy
temprano de sus casas, no había carros así que tenían que ir caminando.
Entonces, como habían salido muy de madrugada y aún estaba un poco
oscuro, no notaban por dónde iban caminando. Andaban casi como ciegos.
De pronto escucharon un gritó: ¡Auxiliooo! Uno de sus amigos había
pisado un charco y todo su zapato se había hundido en él. Todos sus
compañeros se reían de él porque su zapato se había quedado en el barro.