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Oiga Nirenberg

Josette Brawerman
Violeta Ruiz
PROGRAMACiÓN Y EVALUACiÓN
DE PROYECTOS SOCIALES
,
TRAMAS SOCIALES
Directora de colección: I PROGRAMAqlON
y EVALUACION DE
J

Lie. frene Gojman

24. H. Lejarraga (comp.)


PROYECTOS SOCIALES
Desarrollo del niño en contexto
25. G. Kessler
Aportes para la racionalidad
Delito, exclusión y juventud y la transparencia
26. v: Ruiz
Las organizaciones comunitarias y gestión asociada
27. M. Mucci
Psicoprofilaxis quirÚrgica
OLGA NIRENBERG
28. T Puig JOSmE BRAWERMAN
Se acabó la diversión
VIOLETA RUIZ
29. F. Elías
La adopción de niños como cuestión social
30. A. MeJillo; E. Suárez Ojeda y D. Rodríguez
Resiliencia y subjetividad
31. E. Pantelides
Várones latinoamericanos
32. S. De Piero
Organizaciones de la sociedad civil
33. L. Schvarstein y L. Leopold (comps.)
Trabajo y subjetividad

%II~
PAIDÓS
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Cubierta de Gustavo Macri ÍNDICE

361.25 Nirenberg, Oiga


NIR Programación y evaluación de proyectos sociales :
aportes para la racionalidad y la transparencia / Oiga
Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz.- l' ed.
1· reimp.- Buenos Aires : Paidós, 2005.
224 p. ; 21x13 cm.- (Tramas sociales)

ISBN 950-12-4519-5
1. Brawerman, Josette 11. Ruiz, Violeta 111. Título -
1. Política Social

1" edición, 2003


la reimpresión, 2005
Las autoras 9
PrÓlogo, por Dora Odansky 11
Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorb:ación escrita de los titulares del copyright, IntroducciÓn 15
bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por
cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la
distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamo públicos. 1. La programaciÓn social 23

2. La lÓgica de la programación en la formulación


© 2003 de todas las ediciones en castellano de proyectos 49
Editorial Paidós SAICF
Defensa 599, Buenos Aires
e-mail: literaria@editorialpaidos.com.ar
3. El diagnóstico: algo más que una herramienta
www.paidosargentina.com.ar para la programación y la evaluación 83

4. La evaluaciÓn con foco en la formulaciÓn 103


Queda hecho el depósito que previene la Ley 11.723
Impreso en la Argentina - Printed in Argentina
5. La evaluaciÓn durante la ejecución: el foco
en los procesos 131

Impreso en Primera Clase, 6. La sistematizaciÓn de experiencias 147


California 1231, Ciudad de Buenos Aires, en marzo de 2005
Ejemplo: Guía de sistematización
Tirada: 1000 ejemplares
de experiencias de proyectos de ose 160

ISBN 950-12-4519-5

7
Oiga Nirenberg, Josette Brawernzan y Violeta Ruiz

7. La evaluación con foco en los resultados 173 LAS AUTORAS

Reflexiones finales 199


Bibliografía 207

",

OIga Nirenberg
Es socióloga (Universidad de Buenos Aires -UBA-),
con posgrados en Planificación Social y en Salud Pública.
Es directora ejecutiva del Centro de Apoyo al Desarrollo
Local (CEADEL), evaluadora del Programa Regional de
Salud Integral del Adolescente de la Organización Pana-
mericana de la Salud -OPS-, Washington DC, y consulto-
ra del área de Salud y Desarrollo del Adolescente de la
OrganizaciÓn Mundial de la Salud -OMS-, Ginebra.
También fue consultora en otros ámbitos internacionales,
como el Programa UN! de la FundaciÓn W K. Kellogg, y
nacionales, como el Programa de AtenciÓn a Niños y Ado-
lescentes en Riesgo (PROAME, Ministerio de Desarrollo
Social/BID), el Programa Materno-infantil y de NutriciÓn
(PROMIN, del Ministerio de Salud/BIRF), el de Salud de
la Adolescencia del Ministerio de Salud de la NaciÓn, el de
Fortalecimiento de la Sociedad Civil, del Ministerio de
Desarrollo Social, entre otros. Desarrolla actividades do-
centes en maestrías y posgrados de universidades naciona-
les (de Buenos Aires, Tucumán, La Plata, Mar del Plata y
Entre Ríos).

9
8
Oiga Nirenberg, Josette Brawe17lZany Violeta Ruiz

Josette Brawennan PRÓLOGO


Es socióloga (UBA) , con estudios de posgrado en Pla-
nificación Social. Ha sido consultora del Centro Interame-
ricano de Desarrollo Social de la OEA y de UNICEF
Argentina. Ha coordinado y colaborado en evaluaciones
de programas tales como el de Promoción Social Nutricio-
nal (CIDES/OPS), el de Atención a Niños y Adolescentes
en Riesgo (PROAME), el de Fortalecimiento de la Socie-
dad Civil, ambos del Ministerio de Desarrollo Social, y el
Materno-infantil y Nutrición (PROMIN) del Ministerio
de Salud entre otros. En la actualidad es miembro del
equipo técnico de CEADEL y coordinadora del área de
monitoreo y evaluación de la Dirección Nacional de Salud
Materno-infantil del Ministerio de Salud de la Nación.
Nunca como en la actual situación de crisis y emergen-
Violeta Ruiz cia que atraviesa la Argentina en el año 2002, los progra-
Es socióloga (UBA). Máster en Sociología de la Facul- mas sociales -un tema siempre candente- han generado
tad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). tantas demandas, expectativas y consensos.
Recibió el premio Adeba, 1997, por el trabajo presentado Precisamente, en Programación y evaluación de proyectos
sobre la evaluación del Programa lYlaterno-infantil nacio- sociales. Aportes para la racionalidad y la transparencia, el nue-
nal. Es consultora del Programa de Apoyo a las Iniciativas vo libro de Oiga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta
UNI en Salud PÚblica de la Fundación W. K. Kellogg en Ruiz, las autoras continÚan en la línea de su obra anterior,
América latina. Trabajó como evaluadora de ese programa Evaluar para la t1"ansformación. Innovaciones en la evaluación
en varios países de la región. En el ámbito nacional fue de programas y proyectos sociales, volcando, una vez más, ex-
coordinadora de Evaluación y Monitoreo del Programa de haustivamente, el saber y la experiencia de su intensa y
Atención a Niil0S y Adolescentes en Riesgo (PROAME, valiosa práctica profesional. No puede menos que agrade-
Ministerio de Desarrollo Social/BID) y de la evaluación de cérseles la actitud generosa de transmitir y facilitar un cÚ-
los programas alimentarios nacionales para la DirecciÓn mulo de conocimientos a quienes se encuentran en la etapa
Nacional de Gasto Social del Ministerio de Economía. Se de formación o especialización, y también a colegas que
desempefló como consultora en programas sociales depen- buscan una visión sistemática sobre cómo se desarrolla un
dientes de distintas clreas de gobierno nacional y organiza- proyecto social en nuestro contexto.
ciones de la sociedad civil. Ha coordinado y colaborado en A través de la obra, las autoras nos conducen por las dis-
evaluaciones de programas para CEADEL y UNICEF Ar- tintas actividades que se despliegan en un programa social;
gentina. Es docente en maestrías y posgrados de la Univer- señalan pasos a seguir, identifican dimensiones y proble-
sidad de Buenos Aires, el Comahue y FLACSO. mas, ilustran con ejemplos y diagraman secuencias. La po-
lítica social es un ámbito donde confluyen la "buena

10 11
Dora Orlansky Prólogo

práctica" (good governance) y la investigación científica, que Cada vez más, un programa social es concebido como
es en sí misma -parafraseando a Rorty muy certeramente- un modelo de gobernancia interactiva -en el sentido de
un instrumento dirigido al bienestar social más que al pro- una complejidad de actores que forman parte del juego de-
pósito platónico de la búsqueda de la verdad. cisorio- en una "arena discursiva", donde los "técnicos"
Una diversidad de filosofías, aproximaciones teóricas, contribuyen con sus argumentos y también tienen un im-
técnicas y sectores involucrados juegan en el intrincado portante rol en el proceso de elaborar un balance inteligi-
proceso de formulación, implementación y evaluación ble de las experiencias. ¿Son roles contradictorios? No
de un proyecto social. Como obJ'eto de estudio , además , necesariamente, si se plantea un profundo cambio de cul-
su análisis conduce a las eternas y renovadas discusiones tura en las organizaciones encargadas de políticas sociales.
epistemológicas. Si bien las orientaciones recientes en la Consiste en promover una mayor apertura al amplio es-
administración -o dicho más en general, la "gestión" o pectro de los actores involucrados y una actitud institucio-
"gerenciamiento", según el matiz ideológico o expresión nal de aprendizaje a partir de los programas. Es en esta
en boga- tienden a acentuar los criterios basados en ]a direcciÓn que e] libro contribuye con su aporte.
evidencia, las preguntas que se plantean legítimamente
Dora Orlansky
ap~n~an a 9ué clase ,d~ evidencia y desde qué ángulo
defInIda. ¿Son cuantlflcab]es los cambios? ¿Son cuali- 12 de noviembre de 2002
tativos?
, Sin entrar en esta falaz antinomia, no cabe duda de que
CIertas evaluaciones requieren un diseño de investigación
basado en modelos estadísticos que permiten replicar y
comparar los resultados. Otros métodos y técnicas de in-
vestigación consisten, en cambio, en ricas descripciones de
corte etnográfico que no se proponen comparar o genera-
lizar experiencias.
En particular, las aproximaciones pospositivistas o
constructivistas critican la sobresimplificación de aplicar
un "método experimental" a la intervención en la realidad
social (Campbell); la cuestión de una evidencia basada en
una ley inmutable causa-efecto entra en crisis frente a la
complejidad social y proponen que no hay otro conoci-
miento que e] que emerge de los propios actores sociales.
Más aún, no sólo se formula la necesidad de elaborar estra-
tegias participativas, creación de redes, de interacciones y
compromisos inclusivos en todas las instancias posibles, si-
no que se pone en tela de juicio el carácter "objetivo" de la
evaluación y la neutralidad técnica.

13
12
I
I

INTRODUCCIÓN

Han pasado cerca de tres años desde la publicación de


nuestro libro anterior, Evaluar pm'a la trrmsf017llación, y du-
rante ese período tuvimos la oportunidad de experimentar,
profundizar o especificar algunos de los pasos del proceso
evaluativo en los que no habíarnos hecho bastante hincapié
y que exponemos más detenidamente en este segundo vo-
lumen.
Seg'linlos entendiendo la evaluación de proyectos socia-
les como un proceso continuo y prop;rrmuldo de reflexión, basado
en procedimientos sistemtiticos de ,-ecolección, muílisis e intC1p,-eta-
ción de i71formació71,para formularjuicios valorativos fundamen-
tados y c01mmicables que permitan reorientar la acción para
producir los umzbios deseados. En ese proceso atribuíamos alto
protagonismo a aquellos que, de un modo u otro, se involu-
craron en la intervención. Distinguíamos la evaluación de la
investigación por sus propósitos: la primera se dirige a trans-
formar la acción orientada a solucionar o mejorar las situa-
ciones críticas o de desventaja de grupos humanos y no pone
e] acento, como la investigación social, en incrementar el
cuerpo del conocimiento, aunque también contribuya a eso;
por lo demás, investigación y evaluación comparten méto-
dos. Como uno de los modos de procurar el rigor en la eva-

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Oiga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz t
l
Introducción

luación, en especial para superar la subjetividad individual, cución. De tal manera, las dimensiones, variables e indicado-
incluíamos espacios de intersubjetividad, tomando en cuen- res que lo integran serían los mismos, independientemente
ta las perspectivas diversas sobre los problemas, los aconte- de los cortes evaluativos, variando sí los énfasis, grados de de-
cimientos ocurridos y sus consecuencias. talle o focos considerados en cada oportunidad, pero sin per-
La evaluación, como la historia, mira hacia el pasado, der de vista la totalidad del modelo diseñado, que brinda el
utiliza constantemente los relatos y termina siempre en marco conceptual y metodológico común para las distintas
ellos, sean orales o escritos, con datos cuantitativos o cua- tareas evaluativas y para todos los que intervienen en ellas.
litativos. Es a través de la interacción del evaluador con los Profundizamos ahora en los diferentes momentos de la eva-
otros (ya sea cara a cara o mediante documentos) que esos luaciÓn,en función de sus focos.
relatos se retroalimentan, se corrigen y se enriquecen, Tal como antes, los principales destinatarios de este nue-
acercándose cada vez más al conocimiento y comprensión de lo vo libro son quienes desarrollan programas o proyectos ya
que sucedió, es decir, a la interpretación de qué y cÓmo fue sea en organizaciones de la sociedad civil como en los dife-
que ocurriÓ. Ese proceso de acercamiento a lo acontecido rentes niveles gubernamentales. Estos temas podrán ser tam-
a través de los relatos no tiene fin, siempre es perfectible y bién de utilidad para los funcionarios de gobierno y de las
profundizable. La evaluaciÓn permite de ese modo cons- agencias de cooperaciÓn o filantrÓpicas que apoyan esos pro-
truir un nuevo relato, una explicación posible o interpreta- yectos y programas, política, financiera y/o técnicamente.
ciÓn sobre lo ocurrido, para así recomendar y acordar El hilo conductor de este volumen lo constituye el pro-
nuevos senderos para la acciÓn futura. ceso de gestiÓn de los proyectos, desde la apariciÓn de la
Como entonces, partimos de entender que la evaluaciÓn idea que surge para solucionar o aliviar un problema social,
se realiza en situaciones de aprendizaje compartido entre los pasando por la realización del diagnÓstico, la programa-
que evalúan y los que son responsables y protagonistas de la ción y formulación, la evaluación para decidir su aproba-
acción; que ambos comparten los objetivos de mejorar la ción y ]a que se realiza durante la ejecuciÓn, hasta la
gestiÓn para obtener los resultados deseados y poder trans- sistematización de experiencias y la evaluación final, cuyo
formar así las situaciones de los grupos desfavorecidos. En foco son los resultados.
esa visiÓn, la evaluaciÓn se aleja de las tradicionales modali- De modo que esta vez, a diferencia de la anterior, hemos
dades que significaban control y sanciÓn y adquiere utilidad considerado algunas cuestiones no tan propias de la evalua-
como funciÓn de la gerencia socia], brindando mejores fun- ción, como la planificación/programación social, recono-
damentos para la toma de decisiones. ciendo sus múltiples intersecciones con el proceso de la
Sugeríamos, antes como ahora, que el proceso de eva- evaluación; a esto dedicamos los dos capítulos iniciales.
luaciÓn debe ser continuo y paralelo a la gestiÓn de los En el primero exponemos las diferentes formas que fue
programas y proyectos, y lamentábamos la aún no del to- adquiriendo ]a planificación/programación en el marco de los
do superada tradiciÓn de convocar a los evaluadores recién cambiantes paradigmas acerca de las políticas sociales y en
al final del ciclo de los proyectos o después de terminados. función de los distintos roles asumidos por el Estado y la
Por eso, proponíamos que el dise110 del modelo evaluativo se sociedad civil. Destacamos los importantes cambios ocurri-
realice en forma comprehensiva y simultánea a la formula- dos en los últimos veinticinco o treinta a110Sen los enfoques
ción de los proyectos, o bien en los inicios de la etapa de eje- tradicionales de planificación, a saber: el reconocimiento de

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OIga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz Introducción

su esencia política, de la incertidumbre y turbulencia de los lar intervención social. Analizamos ese momento en el ca-
escenarios en que se desarrolla y de la necesidad de conside- pítulo 3, y si bien lo insertamos en el comienzo del proce-
rar a los "otros" en los enfoques de la planificación estra- so de planificación/programación, reconocemos que por
tégica y/o participativa. Volvemos a referimos a los su índole puede ser considerado a la vez una actividad eva-
atributos deseables para la gestión social que deben con- luativa. Resa]tamos las múltiples implicancias y razones
siderarse desde la propia formulación: la integralidad, la para realizar el diagnóstico con modalidades interdiscipli-
participación de los actores y la gestión asociativa inclu- narias, intersectoriales y participativas.
siva del trabajo en red. Tratamos además un tema crucial, En el capítulo 4 abordamos el proceso evaluativo propia-
escasamente considerado en ]a práctica, que es la cons- mente dicho, analizando su primer momento, que es la eva-
trucción de la viahilidad para la implementación de las luación con foco en la formulación. En verdad, ese momento
intervenciones sociales. Ésta adquiere diferentes conteni- constituye la contracara de lo planteado en el capítulo 2. Se
dos y modalidades segÚn los distintos momentos del ciclo presentan los criterios para la aprobación de propuestas, re-
de la gestión. Se hace una mención especial a la necesi- marcando que más allá de la innegable sanción que impli-
dad de considerar en la prograrnación aspectos vincu]a- cará el rechazo o postergación de algunas de ellas, este
dos con la sustentabilidad e institucionalización de los momento brinda importantes herramientas para orientar la
procesos generados una vcz que finalizan los períodos etapa de ]a ejecución y para el aprendizaje institucional de
subsidiados de las intervenciones. los que formulan proyectos. Nuevamente, importa la trans-
En el segundo capítulo abordamos ]a fm71zulación de pro- parencia de los procesos de selección/aprobación, lo cual se
yectos según la lógica de la programación social. Marcamos asegura anticipando y comunicando cuáles serán los crite-
allí la importancia de plasmar el proceso de programación rios a aplicar y dando luego informes escritos y devolucio-
en documentos escritos que servirán a mÚltiples fines: pa- nes adecuadas a los proponentes.
ra la bÚsqueda de apoyos -políticos, técnicos y financie- La inclusión del capítulo 5 fue decidida cuando ya esta-
ros-, para compartir y nivelar las informaciones y ba bastante avanzada la escritura. Cuando planeamos la es-
expectativas entre los miembros de ]os equipos, que son los tructura que tendría este libro, creímos que no sería
protagonistas de la acción, y para otorgar mayor previsihi- necesario ahordar cuestiones relativas a la evaluación con fo-
lidad, racionalidad y transparencia a ]a gestión. Hacemos co en la ejecución, porque ya habían sido tratadas en el libro
notar el carácter dinámico y continuo de la programación, anterior. Pero mientras la redacción iba tomando forma,
diferenciando la formulación inicial de las reformulaciones nos pareció que obviar esta etapa sería una falta/ en primer
y especificacioncs posteriores o "programaciones opera ti- lugar porque descuhrimos que teníamos más cosas que de-
vas", retroalimcntadas por los resultados y recomendacio- cir, y, en segundo lugar, porque dentro de nuestra concep-
nes emergentes del proccso evaluativo. ción de evaluación continua su ausencia iba a ser muy
Una primcra intersección entre programación y evalua- evidente y llamativa. En este capítulo es donde se pone de
ción es el diagnóstico, mediante el cual se caracteriza ]a si- manifiesto la estrecha articulación conceptual y metodoló-
tuación inicia] de ]a que parten los proycctos, poniendo de gica entre el primer volumen y éste.
manificsto los factores relacionados y la magnitud y re]e-
vancia de] prohlema que se afrontará mediante la particu- 1. En su doble acepción de carencia y de error.

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Oiga Nirenberg, Josette B¡rawerman y Violeta Ruiz Introducción

En el capítulo 6 abordamos la cuestión de la .ristematiza- extranjeros, han denominado "terminal", pero que paradó-
ción de experiencias, tema que se ha constituido en los últimos jicamente nunca parece terminar, y ni siquiera sabemos có-
años en un importante campo de reflexión y debate entre los mo seguirá al salir de imprenta este libro. Muchas veces,
profesionales de las ciencias sociales. Discrepamos allí con mientras escribíamos y discutíamos los temas incluidos en
algunos autores que ]a caracterizan como una actividad eva- este volumen, y a la vez leíamos o escuchábamos las noticias
luativa, precisando que si bien la sistematización es una her- y los comentarios mediáticos sobre la situación, nos parecía
ramienta relevante y puede ser considerada como una etapa, más que nunca estar remando contra la corriente, como vi-
se distingue de ]a evaluación tanto por el método como por viendo fuera de ]a propia cultura, desconociendo o ignoran-
sus propósitos medulares. También discutimos acerca de do la profundidad de la anomia, el individualismo, la
qué es ]0 que se sistematiza, y cuestionamos que sÓlo lo sean desesperanza y el cruel escepticismo circundante e invasivo.
las denominadas "mejores prácticas" o "buenas prácticas", ¿Qué sentido tenía escribir sobre la racionalidad de las in-
argumentando que asimismo son sistematizables los fracasos tervenciones sociales que se realizan para mejorar la situa-
o infortunios, ya que de ellos también se aprende, por lo que ciÓn de los grupos más afectados, en medio de un contexto
es importante su :málisis y difusión. donde las reglas mínimas de comportamiento político, eco-
El capítulo 7 se refiere a la evaluación con jcJC() en los resul- nómico y social que caracterizan a una naciÓn estaban -es-
tados, ya sea como culminación de una evaluaciÓn continua tán- de tal modo resquebrajadas? Por esas razones y
(como debería ser) o bien como actividad única luego de fi- sentimientos, en más de una oportunidad cruzó por nuestras
nalizada la gestiÓn. Incluimos la importante cuestiÓn de mentes la posibilidad de abandonar la tarea o postergada sin
construir una línea de ha.re, útil también como parámetro horizonte cierto, por no encontrar sencilla respuesta a esa
comparativo de las evaluaciones que se realizan durante la terrible pregunta que refiere a la responsabilidad humana y
ejecución, y no tan sÓlo para la evaluaciÓn ex post. a la culpa: ¿qué estamos haciendo en este contexto?
Concluimos con a]!:,''tlllasreflexiones sobre los avances y Sin embargo, ahora podemos decido, la escritura no só-
los desafíos pendientes para la introducciÓn efectiva de la lo nos ayudÓ a sobrellevar las difíciles situaciones persona-
programación y la evaluación como prácticas de la gestiÓn les provocadas por la crisis, sino que en medio de tanto
sociaL Resaltamos que para que se conviertan en verdaderos "sin sentido" e inequidad encontramos mayor fundamento
mecanismos de transparencia, aprendizaje y cambio en un aún a la búsqueda de racionalidad en ]a gestión social, me-
contexto marcado por la deslegitimaciÓn del rol del Estado, diante la construcciÓn de culturas organizacionales basadas
el clientelismo y ]a fragmentaciÓn de los sujetos y las prácti- en la lÓgica de la planificación y la evaluación con atribu-
cas sociales, se requieren nuevas formas de articulaciÓn en- tos democráticos y de transparencia. Nos convencimos
tTe el Estado y la sociedad civil. aún más de que las prácticas instrumentales, lejos de ser
Para facilitar ]a lectura, hemos incluido esquemas que neutras, están cargadas de ideología y utopía y que en ese
sintetizan las principales ideas desarrolladas al fina] de cada sentido abren caminos posibles para la transformación, en
capítulo. los múltiples significados que le dábamos en el libro ante-
La escritura de este volumen tuvo lugar entre marzo y rior: cambios en las concepciones de las personas, en los
octubre de 2002, período que marcó una de las crisis más modos de actuar, en los desempeños de las organizaciones
graves de la Argentina, que muchos analistas, nacionales o y en las situaciones de los grupos en desventaja.

20 21
"!:I
I
Oiga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz
1

Nuestro agradecimiento a Néstor Perrone, Jutta Schutz CAPÍTULO 1


y Pablo Vinocur por la inteligente lectura que hicieron de
La programación social 1

nuestro trabajo y sus pertinentes comentarios.


Es nuestro principal deseo que lo que acá volcamos, pro- 1

ducto de nuestra experiencia y reflexión, pueda servir a aque-


llos que, en medio de las situaciones cada vez más acuciantes
I
de la pobreza en que se encuentra gran parte de la población
de la Argentina y de los países hermanos -cada vez más her-
manos- de América latina, sit-,'1lentambién remando contra I

la corriente, procurando transformar esas situaciones adver-


sas en escenarios de potencialidades y desarrollo humano. I

y seguimos insistiendo: mientras no cambien las men-


tes y los corazones de los individuos, no habrá cambios en
las formas en que éstos se vinculan entre sí y con el am-
biente, y será difícil que disminuyan ]a agresión, la compe- En este primer capítulo abordamos la cuestlon de la
titividad y la destrucción para dar lugar a la compasión, la programación socia], las características de] proceso y los
solidaridad y el cuidado del medio. cambios ocurridos en sus modalidades, en e] marco de las
Si esas transformaciones no ocurren en una masa críti- diferentes concepciones acerca de las políticas sociales que
ca de personas, poca esperanza habrá en la Argentina, co- han prevalecido a lo largo de los últimos treinta al1os.
mo en varios otros países de América latina, de reconstituir Los que trabajelmos en el campo de las políticas sociales
Est~dos que en lugar de ser cooptados y corrompidos por solemos hablar indistintamente de planes, programas y
los mtereses de grupos particulares trabajen en función del proyectos, aunque, por un lado, no siempre queremos de-
bien, c~mún, en pro de la equidad y el desarrollo de las po- signar las mismas cosas y, por otro, esos conceptos han ido
t~nCIabd~des humanas, en suma, que se orienten por polí- adopt;mclo diversas significaciones a ]0 largo de] tiempo,
tlcas sOCIales democráticas e integrales. Dichas políticas bajo diferentes paradigmas o modelos de política soáal y
permitirían ir más allá del intento infructuoso del Estado distintas concepciones de ]os estilo,\' de planifiCtláón en gene-
de compensar los daños provocados por e] funcionamien- ral. La importancia de estas cuestiones justifica que nos
to de los "factores económicos". detengamos brevemente en ellas antes de referirnos a la
En términos más amplios, diremos que si esos cambios programación propiamente dicha.
no suceden, difícilmente se produzcan transformaciones
positivas en e] mundo.
De modo que seguimos hablando, ahora como antes, de Los cambios en las políticas sociales
acciones y pensamientos transformadores.
Las j!olítiCtls pÚbliCtls se constituyen como e] conjunto de
Las autoras objetivos, decisiones y acciones que lleva a cabo un gobier-
Buenos Aires, octubre de 2002 no para s01ucionar los prob]ernas que en un momento da-

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Oiga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz La programación social

do los ciudadanos y el propio gobierno consideran priori- dad del financiamiento constituyen aspectos centrales de la
tarios (Tamayo Sáez, 1997). forma de concebida (Bus te lo e Isuani, 1990). Es posible
El proceso por el cual algunos problemas son verdade- sostener que las políticas públicas así planteadas tienen
ramente politizados, socialmente problematizados o, como siempre, en mayor o menor medida, contenidos sociales.
suele decirse, colocados en la agenda pÚblica, refleja los valores Sin pretender profundizar en la definición del ámbito
que una sociedad prioriza, da cuenta de su historia socio- de lo social y de las políticas sociales, diremos que éstas va-
política y depende fundamentalmente del funcionamiento rían según cuáles sean las concepciones que se tengan so-
de un complejo campo de fuerzas donde los grupos, movi- bre los principales valores que deben orientadas, la forma
mientos, partidos, organizaciones e individuos, sef,TÚnsus en que se han de satisfacer las necesidades humanas, el rol
posicionamientos en la sociedad y sus diferentes cuotas de que le cabe al Estado en la consecución del bienestar co-
poder,1 priorizan o seleccionan ciertas cuestiones (issues), y lectivo y el papel de los principales actores -públicos y pri-
también los modos de resolverlas. Pueden verse así las po- vados- en su constnlcción.
líticas públicas como un conjunto de acciones y omisiones En el marco del Estado de Bienestar que prevaleció
que ponen de manifiesto una determinada modalidad de hasta la década de 1980, el Estado era el principal actor
intervención del Estado en relación con una cuestión que tanto en la formulación como en la ejecución de las políti-
es de interés de diversos actores de la sociedad civil. Des- cas sociales. Más allá de las múltiples tipologías existentes,2
de esa perspectiva, el Estado es un actor más que inter- hay coincidencias en que el Estado de Bienestar se carac-
viene, en una posición sin duda privilegiada, dentro del teriza porque el aparato estatal asume la obligación explí-
campo de fuerzas donde se dirimen cuáles son los temas y cita de proporcionar protección a los ciudadanos que
los modos para su resolución, es decir, cuáles son las polí- sufren necesidades y riesgos específicos debido a los meca-
ticas públicas en un determinado momento (Oszlak y nismos de mercado de la sociedad capitalista, que les impiden
O'Donnell, 1984). De ese modo, el proceso de formula- mantenerse adecuadamente por sí mismos (Esping-Ander-
ción de políticas es considerado una construcción social sen, 1990). Su rol es el de equilibrar la asimétrica relación
donde intervienen diversos actores, que serán diferentes entre capital y trabajo, acotar y atemperar el conflicto en-
según el ámbito o sector de que se trate. tre las clases y mediar en las luchas y pugnas de intereses
En cuanto a la política social, en su aspecto más gene- que son características del capitalismo en su acepción libe-
ral puede ser pensada como un conjunto de acciones públi- ral (Offe, 1990).'
cas y/o privadas relacionadas con la distribución de El concepto está íntimamente ligado al mayor énfasis y
recursos de todo tipo en una sociedad particular, cuya fina- a la ampliación de los derechos sociales en el marco de lo
lidad es la provisión de bienestar individual y colectivo. La
determinación de los beneficiarios principales y la modali-
2. Se han desarrollado diversas tipologías del Estado de Bienestar.
Para mayor información, véase Esping-Andersen (1990) entre otros.
1. Para abundar en las cuestiones relativas al poder, no exclusiva- 3. Me;ece aclararse que difícilmente pueda encontrarse esa caracteri-
mente el que se origina en el marco de las instituciones del Estado sino zación del Estado de Bienestar concretada en estado puro, aunque adopta
dentro del propio funcionamiento normativo de la sociedad, véase F ou- máximas expresiones en a]gtmos de los países europeos y en los Estados
cault (1975). Unidos, mientras que en América latina ha adoptado formas imperfectas.

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Oiga Nirenberg, Josette Brmvemzan y Violeta Ruiz La programación social

que se podría denominar el "capitalismo integrador" (Isua- organizaciones de la sociedad civil (OSC). Si bien las mis-
ni y Tenti, 1989). mas colaboraron en el desarrollo de estrategias innovado-
El rol central del Estado en la política social se expresó ras de abordaje a la problemática de los grupos sociales
a través de po~íticas sectoriales universalistas, complemen- desfavorecidos,4 no están en condiciones de garantizar el
tadas por aCCIOnes específicas y de índole multisectorial ejercicio pleno de los derechos sociales, papel que le co-
orientadas a grupos vulnerables de población como los ni~ rresponde cumplir al Estado, a través de políticas redistri-
ños, las mujeres, los ancianos y los aborígenes, entre otros. butivas y mediante la formulación y el control del
La "crisis del Estado de Bienestar" que comienza en la cl11nplimiento de normas. Ya sea como consecuencia de la
d~cada de 1980 y se acentúa en la de 1990, implicó la pér- mencionada limitación de sus funciones sociales, o por ini-
dida de roles y recursos por parte del Estado en el marco ciativas de las OSC, o bien por las políticas promovidas
de l~s políticas neo liberales, los ajustes presupuestarios por los organismos y agencias internacionales de financia-
~ontmuos en función de los crecientes déficit fiscales, las miento, comienza a prevalecer una lógica de implementa-
mcrementales deudas externas y las eufemísticas reformas ción de políticas sociales acotadas y segmentadas que
d~l ~stado ..La redefinición de las misiones del Estado sig- apuntan más a paliar alg"unas de las consecuencias de la de-
J11~CO el re tU"? de su intervención en el campo económico, privación material, cultural y simbólica de los grupos vul-
deJando funcIOnar libremente al mercado y reduciendo si- nerables que a encarar los factores causales de la pobreza,
I~ultáne~ment~ su papel redistributivo o ref,'ulador de las particularmente los económicos. En ese marco toma auge
dIferenCIas sOCIales. Se deslegitimó su papel como provee- la gestión de programas y proyectos como forma de en-
dor de protección social y principal protagonista de las po_ frentar los problemas de esos grupos poblacionales.

I líticas sociales.
Al mismo t~mpo, durante los noventa, se produjo una
fuerte aceleraclOn de la concentración de la riqueza en la
~aYo.r!a de los países capitalistas, con una marcada profun-
d.IzacIon de las brechas existentes entre los segmentos más
Por otra parte, conviene aclarar que las políticas socia-
les no siempre son explícitas y pueden estar más manifies-
tas en algunos sectores que en otros. Eso no implica que
no existan, sino que se expresan a través de los programas
o proyectos vigentes y pueden interpretarse a partir de los
rICOSde la población y ]os más pobres. En América latina discursos y las acciones de los actores significativos. Suele
esa tendencia fue acompañada, además, por una significati~ decirse que no tener política es en sí una política, al dejar
va reducción y pauperización de las capas medias. Cjue las cosas continúen como esdn, o que las definiciones
En ese escenario, las políticas sociales se orientaron ca- sean según las situaciones concretas y las fuerzas predomi-
da vez más a "compensar" la situación de los grupos afec- nantes, o bien por las espontáneas y event-uales articulacio-
tados por ~l. aum.ento de la pobreza y de la desocupación y nes -muy poco frecuentes- entre programas o proyectos
por el debIlItamiento de los servicios sociales universales, destinados a fines parecidos y mismas poblaciones.
emergentes de la reestructuración económica, la reversión
en las políticas distributivas y la mayor desigualdad social.
A medida que el Estado redefinía su papel, abandonan- 4. En general estas organizaciones no procuran coberturas amplias
do r?les y responsabilidades, otros actores cobraron prota- o "universales" con sus proyectos, sino quc favorecen a grupos específi-
cos, buscando efectos dcmostrativos acerca de llletodologías de trabajo.
gomsmo en el campo de la política social, en especial las

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Oiga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz La programación social

Los cambios en los estilos de planificación marcada en el paradigma del Estado de Bienestar al que hi-
cimos referencia.
Si las políticas se refieren a los lineamientos generales Esto suponía la concepción del planificador (individuo o
que orientan las acciones marcando la direccionalidad de- equipo) como alguien externo, que por sí solo podía identifi-
seada e indicando los cursos de acción elegidos y a ser eje- car y definir la situación, las necesidades y las soluciones, ba-
cutados por un gobierno,5 la planificación puede ser jo el supuesto de que el Estado disponía de los recursos
concebida como una de las principales herramientas para adecuados y suficientes para implementar las propuestas.
introducir racionalidad y previsión en la formulación y Se trataba de una concepción tecnoC'rática(los técnicos son
gestión de las políticas. Más allá de sus mÚltiples acepcio- los que saben definir las necesidades de la población, identi-
nes, es un proceso que se refiere a decisiones relativas al ficar sus prioridades y plantear las soluciones), autoritaria (se
futuro. Pueden hacerse distinciones también segÚn el ho- basa en la autoridad y el poder coercitivo del Estado), centra-
rizonte temporal (largo, mediano y corto plazo) y los nive- lista (el Estado como actor central o Único, sin considerar
les organizacionales en los que se planifica. otros actores locales), e.ftática (supone que los escenarios son
La idea de planificar desde el Estado reconoce antece- estables) (Robirosa et al., 1990) y normativa (supone relacio-
dentes aÚn en el siglo XIX. Sin embargo, a los efectos que nes sociales mecánicas, previsibilidad de los comportamien-
nos interesan aquí, es a partir de la crisis del 30 Ypor la in- tos de los actores y agentes, excluyendo la incertidumbre).
t1uencia que entonces tuvo la teoría keynesiana que se con- En la década de 1970 ya surgieron críticas a esa concep-
sideró importante la intervención activa del Estado como ción. Carlos Matus (1972) desarrolla los fundamentos de
protagonista ineludible para corregir desvíos en el funcio- estas críticas refiriéndose a los condicionamientos, esen-
namiento del mercado y para reasignar recursos. cialmente t1uctuantes o coyunturales, que el contexto im-
La planificación se desarrolla luego de la Segunda Gue- pone a la práctica de la planificación, y a la necesidad de
rra Mundial, y predomina desde mediados de los sesenta combinar la lógica técnica con la lógica política. Incorpo-
hasta comienzos de los ochenta. Era realizada casi exclusiva- ra la noción de estrategia para identificar posibles escena-
mente desde áreas del Estado (en sus distintos niveles), con rios alternativos que aseguren la viabilidad política de
sus propios recursos (humanos, materiales y financieros), propuestas técnicas basadas en supuestos estáticos, dando
con la autoridad y los instrumentos de los que disponía pa- lugar a los primeros desarrollos conceptuales relati,;,os a la
ra inducir, controlar y/o restringir la conducta de los actores plrmificacián e.ftratégica en el ámbito gubernamental. Esta re-
privados en pos de objetivos y metas de bien comÚn, de me- conoce la complejidad de los sistemas sociales, incorpora el
joramiento de las condiciones de vida de toda la sociedad o análisis del contexto y valoriza el análisis situacional en fun-
de sectores de ésta. Esa forma de planificación estaba en- ción de las diversas racionalidades e intereses de los actores
en juego. Propone el desarrollo de una visión compartida
5. Estamos haciendo referencia a las políticas pÚblicas, pero con po- entre los sujetos que participan en la formulación y ejecu-
co esfuerzo el lector puede traducir estas aseveraciones a] campo de las
ción de planes y programas, que permita fundamentar las
organizaciones, pÚblicas o privadas; también en ellas existe un nive1
donde se defiuen Jas políticas organizacionales; hay variables específicas acciones previendo oposiciones e incertidumbres que segu-
qne se deben tomar en cuenta en su análisis, aunque con bastantes simi- ramente surgirán. Considera también la necesidad de inver-
litudes con las que se plantean para Jas políticas pÚblicas. tir recursos de todo tipo para construir la viabilidad del plan

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OIga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz La programación social

o programa, aún antes de su efectiva formulación final y du- pectiva de la planificación participativa, que concibe al otro
rante todo el ciclo de la gestión. Sef,TÚnesta concepción, el como un semejante, un ciudadano, cuyo saber es comple-
planeamiento y la programación nunca son realmente defi- mentario, con derechos y responsabilidades para intervenir
nitivos, dado que durante el proceso de implementación se en la gestión, desde la identificación de los problemas, la de-
incluyen reformulaciones periódicas orientadas a superar las terminación de prioridades, la intervención en las activida-
restricciones externas que suelen presentarse en los distintos des y la evaluación.
escenarios de la acción concreta. Las dos perspectivas se han combinado, construyéndo-
Nadie discute ya que los escenarios sociales, lejos de ser se así modelos e instrumentos de planificación estratégica
estáticos, son turbulentos, conflictivos y a veces rápida- y participativa, ya que en el fondo no hay contradicciones
mente cambiantes, y que existe una variedad de actores so- entre ambas, sino que cada una puso el acento en diferen-
ciales con intereses y concepciones diferentes, a veces tes aspectos de la consideración de los otros: la primera, en
opuestos y con grados de poder distintos, lo cual influirá los intereses de los actores políticos e institucionales del
en el curso que tomen las acciones. contexto donde se desarrolla la acción social, y la segunda,
De tal modo fue cobrando relevancia la consideración en los sujetos valorizados como ciudadanos.
de los otros en las prácticas de la planificación, producién- También contribuyeron a estos enfoques los recientes
dose un descorrimiento del velo que los hacía opacos, pa- paradigmas epistemológicos que reconocen cada vez más
ra volverlos transparentes y protagónicos. la validez o legitimidad de diferentes fuentes y formas de
La alteridadó se concibe al menos de dos maneras. Una, saber: provenientes de la tradición (saber popular), de la
es la perspectiva de la ya mencionada planificaÚán estratégi- experiencia, de la intuición, y no sólo de la prueba y la
ca,7 que caracteriza a los otros como diferentes (y en algu- "evidencia científica", entendida bajo los cánones del em-
nos casos como opositores) que ejercen distintas cuotas de plnsmo.
poder en los escenarios específicos. A ellos se los debe to-
mar en cuenta como obstaculizadores o favorecedores pa-
ra encauzar la acción en la direccionalidad deseable, Distinciones entre algunos conceptos usuales
estableciendo negociaciones y alianzas. La otra es la pers-
A la luz de las consideraciones anteriores, podemos re-
tomar aquí algunas de las connotaciones de los términos
6. El concepto de alteridad proviene de las vertientes filos611cas feno-
señalados al inicio de este capítulo.
menolÓgicas y existenciales (Husserl, Buber, Saro'e, l-Iabennas, entre
otros), que privilegian la funciÓn del otro en la construcciÓn de la propia
Por plan se entiende un documento, generalmente pro-
identidad del sujeto, otorgando relevancia a la funciÓn del lenguaje en la ducido por los nivdes centrales (por ejemplo, gobiernos
formaciÓn del individuo como persona integrante de una sociedad,
7. l~unbién desde la perspectiva administrarivista se habla de la pla-
nitlcaciÓn o programación estratégica, haciendo alusiÓn al nivel donde se nificaciÓn tradicional, al distinguir niveles distintos, como si la programa-
toman las decisiones políticas; de la programación técnica, con referencia ciÓn técnica fuera netamente diferenciable de la política y ambas de la que
al nivel donde se toman las decisiones gerenciales, y de la programación se realiza en la acciÓn u operaciÓn misma; en la realidad, esos niveles res-
operativa, referida al nivel donde se desarrolla la acciÓn concreta. Pode- ponden más a separaciones conceptuales que fácticas, aunque pueden ser
mos argumentar que ese punto de vista tiene también ribetes de la pla- de utilidad en las organizaciones de cierto grado de complejidad.

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Oiga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz La programación social

nacionales o provinciales), que plantea objetivos priorita- por el Estado como único o principal actor. Más aún, en
rios y explicita un conjunto de directivas generales (políti- el Estado remanente neoliberal, particularmente en
cas) en torno a los mismos, las alternativas para alcanzarlos América latina, se sostiene que el mercado es el mejor
(estrategias) y los medios para obtenerlos (esquema gene- asignador de recursos y que, por lo tanto, pierde sentido
ral de asignación de recursos). que el Estado programe para asignar mejor. La herra-
El programa hace referencia a un conjunto coordina- mienta de planificación que sigue vigente es el presu-
do y ordenado de propuestas que persiguen los mismos puesto, formulado desde las áreas económicas de los
objetivos y tienden a la atención de problemas específj- gobiernos. Consecuentemente, también perdió impor-
cos relacionados con algunos de los aspectos sei1alados tancia la práctica de expresar el desarrollo previsto de las
en el plan. Los programas no necesariamente tendrán políticas en un "plan documento". Si la programación
temporalidad acotada, y aunque se los implemente para aludía antes al nivel más operativo y a plazos más reduci-
períodos determinados se les suele adjudicar continuidad dos, en la actualidad, en el campo social, planificación y
a lo largo del tiempo (por ejemplo: programa materno- programación son términos que tienden a usarse indistin-
infantil, programa de comedores escolares, etcétera). tamente.~
En la práctica de la planificación tradicional normati- Por otra parte, con el auge producido en la década de
va, la administración nacional formulaba los planes de 1990 de proyectos a cargo de OSC,Q los términos "proyec-
desarrollo económico y social con distintas aperhlras, ge- to" y "programa" también comenzaron a usarse indistinta-
neralmente denominadas programas y proyectos. En esa mente. Cuando se los distint,'Lle, las diferencias aluden a
concepción, esas aperturas se realizaban según sectores niveles de complejidad y de gestión, donde la palabra "pro-
y/o temas específicos, por ejemplo: dentro del plan de sa- grama" se utiliza para los niveles centrales (nacional o pro-
lud, los programas materno-infantil, de salud mental, de vincial), y el término "proyecto" para las aperhlras del
recursos humanos, de infraestructura, de regulación y programa en los territorios de aplicación, a cargo de orga-
control, etc. Se aludía así a la apertura progl-a77Uitica del nizaciones locales públicas y/o no gubernamentales.
plan. Algunas estructuras ministeriales conservan aún esa
nomenclatura en sus organigramas. Esa planifjcación cen-
8. Sin embargo, esto es diferente en el eampo administrativo orga-
tral "bajaba" verticalmente a los otros niveles (provincias, nizacional, donde algunos autores siguen diferenciándolas. Por ejem-
municipios, establecimientos) donde se llevaban a cabo las pIo,.J. lTintze (1999) diferencia entre la planificaciÓn, que establecería
acciones. Los proyectos se referían a niveles de interven- los recursos necesarios para la producciÓn de determinados resultados, y
ción más acotados -temporal o geográfjcamente-, vincula- la programaciÓn, que se ocuparía de la previsiÓn del uso de Ios recursos
di'j!01Úble.1. La planiticacic)n se orientaría así hacia el deber ser (normati-
dos a los objetivos más específjcos de los programas.
va), mientras que la programaciÓn tomaría en cuenta lo efectivamente
Con los cambios comentados en los paradigmas de las posible en cada situaciÓn (pragmática).
políticas sociales y del rol del Estado, fue desapareciendo 9. Ya sea con fondos provenientes de las áreas del Estado nacional
paulatinamente la planificación como proceso destinado a y/o provincial, de programas bilaterales (con fondos de préstamos o do-
orientar los recursos globales de una sociedad en función naciones del Banco Mundial [13M]y del Banco Internacional de Desa-
noJlo [BIRF y BID]), o de agencias nacionales o internacionales de
de prioridades políticas, pues éstas ya no son defjnidas
cooperaciÓn para el desanoJlo.

32 33
OIga Nirenberg, Josette Bra11Jermany Violeta Ruiz La programación social

De acuerdo con lo anteriormente expuesto, podemos ra sea el problema que se trate de abordar, las relaciones
considerar que un proyecto es un conjunto interrelacionado causales son mÚltiples y se requerirán varios abordajes pa-
de actividades para resolver un problema!O determinado en ra su solución; quienes los formulen sostendrán modelos
un espacio territorial y/o poblacional definido o, en otros de intervención cuyas hipótesis centrales privilegiarán
términos, una intervención planificada con tiempo y re- ciertas relaciones en función de sus propios marcos teóri-
cursos acotados. Desde una perspectiva amplia, un proyec- cos y va]orativos.
to puede entenderse, además, como un instrumento de En resumen: un proyecto es parte de un universo ma-
cambio que se inserta en procesos preexistentes y en con- yor, y si bien ha de contribuir a la ?bten:=ión de cambi~s e~
textos más amplios; que constituye un escenario de inte- la situación-problema de sus destmatanos, debe conStituIr
racción de diferentes actores sociales con intereses y a su vez un medio para el logro de objetivos de alcance más
perspectivas también distintas; que es un espacio de inter- general.
cambio de información y articulación entre grupos e insti-
tuciones donde tienen lugar alianzas y negociaciones así
como resistencias y conflictos frente los cambios que pro- Atributos estratégicos de la intervención social
mueve; que debería ser un ámbito para el aprendizaje so-
cial de todos los actores; que implica un proceso de Existen ciertos atributos que son deseables en todo tipo
elaboración de diagnósticos y estrategias de acción y de de programa o proyecto. Ellos son: la integralidad del enfo-
aplicación, monitoreo y ajuste de dichas estrategias (Robi- que adoptado, el carácter participativo y as.o.ciativo.qu.e
rosa et al., 1990). propone para ]a gestión, así como la sustentabIhdad o mstI-
Teniendo en cuenta esas connotaciones, podemos afir- tucionalización de las acciones que prevé.!! A continuación
mar que los proyectos no debieran concebirse como inter- nos referiremos al significado de estos atI"ibutos, que debe-
venciones aisladas, aÚn cuando en muchas oportunidades rían considerarse en toda formulación programática.
sean utilizados como estrategia para "solucionar" o enfren- Por cctrlÍcter integral se entiende la inclusión de enfoques
tar problemas puntuales que afectan a un tipo de población amplios de ]a problemática social, lejos de los abordaje~ e~-
específica. pecíficos que consideran los problemas en forma parClah-
Sea como componentes de un programa más complejo, zada o fragmentada.
como expresión de una política institucional o pÚblica o Para adoptar ese carácter, los programas o proyectos
como iniciativas de organizaciones de la sociedad civil o de deben prever acciones orientadas a los diferentes factores
los propios afectados, los proyectos sociales se insertan en vinculados con los problemas identificados. Por ejemplo,
realidades complejas y mu]tidimensiona]es que implican un proyecto en el campo educativo orientado a mejorar el
aspectos económicos, políticos e institucionales. Cualquie- rendimiento, evitar la repitencia y asegurar la retención de
los chicos en ]a escuela primaria, será más integral si inclu-
ye actividades de apoyo escolar para los propios chicos, de
10. Un problema es social cuando afecta a un número importantc de
personas y para su superación no bastan los esfuerzos individuales, sino
que se requieren acciones por parte de los organismos gubernaInentales 11. Cabe recordar que desde el punto de vista de la evaluación con-
y/o de los grupos y organizaciones de la sociedad civil. sideramos estas cuestiones como dimensiones estratégicas.

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Oiga Nirenberg, Josette Bmwerman y Violeta Ruiz La programación social

fortalecimiento de los docentes y los familiares para el tra- o bien detectar a las madres de niños que requieren aten-
bajo con esos chicos, y si además toma en cuenta otros fac- ción médica, cuando ellas los traen a las actividades del
tores psicológicos y sociales del niño y de su grupo familiar proyecto.
que tienen que ver, directa o indirectamente, con el propó- Por carácter participativo entendemos las formas y meto-
sito planteado. dologías de gestión que procuran incluir protagónicamente
Otra forma de entender la integralidad de los proyectos a los diversos actores, especialmente a los beneficiarios, en
sociales es la inclusión de acciones de promoción, preven- las diferentes etapas: desde la identificación de la problemá-
ción y asistencia, aunque sean diferentes los énfasis. Por tica, la priorización de actividades, las decisiones relativas al
ejemplo: un proyecto que brinda exclusivamente comple- destino de los recursos (en particular sobre adquisiciones y
mentación alimentaria es de perfil asistencial, mientras que contrataciones), la realización de las acciones, la sistematiza-
si incorpora actividades de capacitación de las madres para ción de la experiencia y la evaluación. Es decir que el signi-
el mejoramiento de la dieta y la preparación de alimentos ficado que aquí se le da al concepto de participación es más
a bajo costo, así como sobre modos de advertir signos de amplio que el que usualmente se refiere a la inclusión de los
perturbaciones en el crecimiento y desarrollo infantil, ad- actores comunitarios en la realización de actividades -gene-
quiere perfil preventivo, y si incluyera e] diseño y distribu- ralmente como voluntarios-, para abarcar además su
ción de folletería o mensajes radiales acerca de temas de intervención en la toma de decisiones en los diferentes mo-
nutrición, sería además promocional. mentos de la gestión de los proyectos.
Otro aspecto vinculado a la integralidad de los proyec- Los proyectos que se formulan previendo esa participa-
tos es la articulación de los diferentes componentes o acti- ción activa se constituyen en instrumentos para la cons-
vidades entre sí. Es frecuente que aunque un proyecto trucción de ciudadanía, que luego, dependiendo de las
incluya una diversidad de actividades (por ejemplo: apoyo características con textuales, podrán reflejarse en interac-
escolar, complementación alimentaria, actividades recrea- ciones y modos de relación igualitarios en otros espacios
tivas y deportivas, etcétera), cada una se desarrolle sin ampliados de la vida pública, promoviendo de tal manera
demasiada vinculación con el resto, como si fueran subpro- la democratización.
yectos independientes, lo cual genera fioagmentaciones y Por carricter asociativo hacemos referencia a la articulación
oportunidades perdida.\". 12 Ejemplos positivos de articula- -informal o formal- para el logro de fines comunes, entre
ción de actividades son, entre otros, realizar controles de áreas de los gobiernos locales, instituciones sectoriales (esta-
salud mientras los niños asisten al comedor infantil o blecimientos de salud o educativos, comisarías, juzgados, et-
acuden a las actividades deportivas; recibir indicaciones del cétera), organizaciones de la sociedad civil y/o asociaciones
centro de salud de los nii10s en riesgo nutricional para comunitarias de base y religiosas, que se localicen en el te-
priorizarlos o brindarles atención especial en el comedor, rritorio de actuación de cada proyecto. La gestión asociada
favorece el desarrollo de capital social, IJ implica la confor-
12. El término se utiliza en la jerga de la salud pública y hace refe-
rencia al aprovechamiento, durante contactos con la población, de oca- 13. En el sentido que P. Bourdieu (1980) atribuye a este concepto
siones para atender otras cuestiones no demandadas y brindar mensajes corno beneficios que reciben los individuos en virtud de su participación
preventivos y prol1locionales. en grupos que incluyen actores sociales diversos.

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Oiga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz La prof{ramación social

mación de escenarios de planificación y gestión mixtos, in- modos de trabajo intersectoriales, multiactorales, articula-
tersectoriales, interdisciplinarios y pluripartidarios donde se dos, basados en discusiones, acuerdos y alianzas. Ambos se
trata de construir una cultura de lo público, lo político y lo orientan tanto a la mayor racionalidad en el uso de los re-
social más democrática y tnnsparente (Poggiese, 2000). In- cursos como a la democratización de los vínculos y las or-
corporada como práctica dentro de las instituciones yorga- ganizaciones. De esta manera, son de suma importancia
nizaciones, colabora en el fortalecimiento de cada una y en para la construcción de la sustentabilidad social.
la democratización de los procesos decisorios. La sustentabilidad se refiere a la posibilidad de arraigo y
Muy vinculado al concepto de asociatividad, el trabajo en continuidad que tienen los proyectos, más allá del período de
red constituye una estrategia de articulación e intercambio apoyo subsidiado. Se trata de un concepto multidimensional,
entre organizaciones, programas, proyectos y/o personas que con un significado socio-comunitario, un significado político
deciden asociar sus esfuerzos, experiencias y conocimientos y un significado económico. Las estrategias para la sustenta-
para el logro de fines comunes. La red es el resultado de esa bilidad son, por ende, complejas y constituyen una consD•.lC-
estrategia y constituye una modalidad organizativa y de ges- ciÓn intencional desde la propia formulación y desde los
tión que adoptan los miembros que deciden esa vinculaciÓn, inicios de la ejecución de un proyecto; es un resultado a al-
cuyas características más frecuentes e importantes son: la vo- canzar como producto de la eficacia de las líneas de acción
luntariedad, la adaptabilidad, la flexibilidad, la apertura, la desplegadas: las articulaciones institucionales, la consolida-
horizontalidad, la fluidez y la espontaneidad de las relaciones ción de formas organizativas, el impacto de la capacitación y
(Perrone y Nirenberg, 1997). Por sus características, las re- la comunicación social en las creencias, concepciones y prác-
des se diferencian de las formas organizativas tradicionales, ticas de los recursos humanos y de la población beneficiaria,
piramidales y jerárquicas, conformándose como e.\tructllras de las adhesiones logradas, de la incorporaciÓn de modalida-
heterárqlliCfl.\"donde existen varios centros de poder (nodos) y des integrales de acción, de la instalación de la temática en la
no uno sólo (Dabas y Perrone, 1999). Sus miembros, interac- agenda política o pública en el espacio local, de la eficacia de
túan o intercambian sobre la base de similitudes, diferencias las actividades de gestiÓn de recursos y la diversificación de
y/o complementariedades en pro de sus propÓsitos comunes, fuentes de Ftnanciamiento, entre las más importantes.
sin dejar por eso de lado sus fines propios ni sus identidades l()do proyecto debe plantear estrategias eficaces para
personales, grupales o institucionales. La vasta diversidad de procurar grados aceptables de legitimidad y adhesiones;
las redes hace muy difícil la formulación de una taxonomía desde el punto de vista técnico, debe incluir capacitaciones
que sea útil o basada en criterios únicos. Existen redes per- y apoyos que se orienten a dejar capacidades instaladas en
sonales, profesionales, de servicios, de establecimientos o los escenarios locales donde actúa, de modo de permitir
prestadores, electrÓnicas o virtuales; abordan diferentes futuras gestiones autÓnomas. En el sentido económico, de-
tem:1ticas, como la defensa de derechos, la violencia, proble- be procurar la diversificación de fuentes financieras. Se ha
mas de salud/bienestar, cuestiones educativas, de informa- desarrollado una disciplina específica que hoy día se ocupa
ción sobre determinados campos del saber, de producción, de los temas de gestión de recursos (jimd raising).
de intercambio de bienes, entre múltiples otras. Influir en la orientación de las políticas en el particular
Como dijimos, el concepto de "redes" es muy próximo campo que abordan es un logro difícil pero el más busca-
al de "gestión asociada", pues ambos hacen referencia a do por la mayoría de los proyectos sociales. En ese caso, la

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Oiga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz La programación sodal

sustentabilidad se considera como el proceso de institucio- cados y es útil, para allanar ese tránsito, conocer las herra-
nalizadón de un proyecto, o sea, cuando los cambios o in- mientas existentes.
novaciones incorporadas por ese proceso pasan a ser Una se vincula al punto de partida de todo programa: el
prácticas o modos regulares de actuación de los actores y diagncistico de la situación inicial. (Dada su importancia, le
organizaciones involucrados, y cuando sus costos se inclu- hemos dedicado todo el capítulo 3.) Por un lado, permite
yen en las correspondientes previsiones presupuestarias. caracterizar y brindar la magnitud y relevancia del proble-
En los proyectos ejecutados por organismos públicos, la ma que se procura resolver en la localización a la cual se
sustentabilidad tiene una clara connotación política en tér- hace referencia (en qué consiste, cuáles son los factores
minos del grado de adhesión e involucramiento de las au- que intervienen en su determinación, a cuántas personas
toridades gubernamentales con el proyecto. afecta, qué pasaría si no se lo afronta). También permite
conocer las respuestas institucionales o programáticas exis-
tentes (o no) y los recursos disponibles (que se usan o po-
La programación como proceso drían usarse) para afrontar el problema en ese territorio.
No siempre se cuenta con un diagnóstico que brinde tales
En términos generales, la programación es un proceso precisiones con un grado de con fiabilidad aceptable; ello se
por el cual se prevén y determinan los pasos necesarios, las accio- traduce frecuentemente en la formulación de propuestas
nes a desplegar y los diversos recursos requeridos para mod{ficar inadecuadas y/o posibles dificultades ulteriores para pro-
una situación actual que se presenta como problemática o provo- ducir los cambios deseados.
ca disconfornÚdades, de ntodo de poder alTibar a una situación Por otra parte, imaginar el futuro deseado y reconocer la
deseable en el futuro .. brecha existente entre la situación actual y la deseable impli-
La secuencia lógica de ese proceso, más compleja de lo ca poner en claro los propósitos y o~jetivos de nuestra acción.
que esta sencilla formulación aparenta, comienza por la Es a partir de allí que podrán detallarse las actividades con-
identificación de los problemas en la situación inicial y por cretas que tenderán a su cumplimiento y los recursos de todo
imaginar cómo debería plantearse una situación mejor en tipo que se requerirán para llevadas adelante: estructuras fí-
el futuro, mediante el alivio o la superación de los proble- sicas, equipos, planteles de recursos humanos, insumos y
mas identificados. Es evidente la necesidad de que quienes materiales, dinero y tiempo.
programen posean un cabal conocimiento de los factores Es ilusorio pensar que la programación se realiza en
incluidos en la cadena causal o que inciden en ]a particular forma definitiva y sólo antes de comenzar la ejecución de
situación problemática, y que estén al día con el avance del actividades, para no volver a revisada luego, durante la ac-
conocimiento en las disciplinas relacionadas con la temáti- ción misma. Por el contrario, reiteramos la importancia
ca. Ello equivale a decir que deben tener una teoría acerca crucial de la evaluación para la toma de decisiones y para
del cambio en ese particular campo social para poder ima- la reprogramación durante la gestión, de modo de preser-
ginar el modo en que podrá llegarse desde la situación ac- var la direccionalidad de las acciones hacia el mejor cum-
tual a la situación futura deseable. plimiento de los objetivos planteados. Por un lado, es
Con ese objeto se formulan los programas y proyectos posible que se hayan omitido o equivocado algunos plan-
sociales. Pero los senderos de la programación son intrin- teos de la formulación (del diagnóstico, de la índole y se-

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OIga Nirenberg, Josette BrawenlZan y Violeta Ruiz La progranzación social

cuencia de las actividades, de los requerimientos o la dis- pueden obviarse alg"unos; por ejemplo, seguramente no se-
ponibilidad de recursos, etcétera), que luego, ya inmersos rá necesario replantear la fundamentación ni las estrategias
en los escenarios de la acciÓn, tenemos la posibilidad de globales de la acción o la descripción de la población obje-
advertir y conocer mejor. Por otro lado, la di mímica social tivo, etcétera, aunque sí deberán señalarse y fundamentarse
imposibilita la planificaciÓn o programaciÓn estática o rí- los cambios introducidos, puesto que entre el momento de la
gida, aun por períodos relativamente cortos. formulación inicial y aquel en que se lleva a cabo la progra-
Aunque suele presentarse la lÓgica de la progTamaciÓn mación operativa puede transcurrir un período de tiempo
con una secuencia lineal (nosotras también lo haremos considerable (un semestre, un año, más de un año). Durante
así), en realidad se trata de un proceso más complejo, con ese lapso pudieron haberse producido muchas modificacio-
marchas y contramarchas y retroa]imentaciones frecuen- nes en el contexto, en las organizaciones y los actores invo-
tes, donde ]a reflexiÓn, la sistematizaciÓn y ]a evaluaciÓn lucrados, en la situación de la población objetivo, y en todas
brindan aportes para ]a reprogramaciÓn en los distintos aquellas circunstancias que tendrán influencia en la gestiÓn
momentos (del diagnÓstico de poblaciÓn y recursos, del del proyecto y de las cuales habá que tomar debida cuenta.
planteamiento de objetivos, de la formulaciÓn de activi- En muchos casos, por más que el programa o proyecto
dades, etcétera). De modo que estamos en condiciones de ya cuente con apoyo político y financia miento, las progra-
adjetivar la definiciÓn inicial que planteamos en este ítell1, maciones operativas requieren la aprobaciÓn de otra ins-
agregando que la programaciÓn es un proce.m continuo, des- tancia para obtener los fondos requeridos para el período
de la formulaciÓn de ]a idea que precede a la acciÓn v a ]0 y para su puesta en marcha.
largo de la gestiÓn misrna, en momentos de corte, a¡;ua]es Es muy frecuente que los procesos iniciales de la pro-
o aún más frecuentemente. gramación se realicen con el propósito de presentar
La programaciÓn que se especifica para esos períodos proyectos a organizaciones que eventualmente pueden
más breves y acotados, durante la etapa de ejecuciÓn, sue- apoyados, ya sea política y/o financiera mente, para su con-
le llamarse programación operativa,14 aludiendo a su mayor crcción. En el capítulo siguiente se detallarán los pasos de
grado de detalle en ]a formulaciÓn de las <lCtividades y los la formulación de proyectos, que siguen la lógica tan sin-
recursos y a] hecho de que así se facilita la acciÓn. Sus prin- téticamente planteada de la programación social. Pero no
cipales insumos son ]a formulaciÓn inicial, los registros, los podemos concluir este capítulo sin algunas reflexiones so-
informes de avance y las evaluaciones de] período previo bre la construcciÓn de viabilidad de programas y proyec-
(en caso de que hayan sido realizadas), nuevas infÓrmacio- tos, aspecto al que han hecho aportes significativos los
nes contextua]es y otras provenientes de] campo del saber nuevos paradigmas de la planificación.
al que hace referencia el proyecto. En las programaciones
operativas no se vuelven a repetir exactamente todos los
pasos que se cumplieron en la formulaciÓn inicial, sino que La construcción de la viabilidad

Es poco frecuente que los equipos técnicos que formu-


] 4. Se haee notar la superposición de términos, pues tam bién se lisa
lan, ejecutan o evalúan programas y proyectos hagan sufi-
progTfl7I1/lárin opemtiv/l para la que se rea]iza en el nivd local () nivel ope-
rativo, COlllO ya fue mencionado en este capítulo. ciente hincapié en la construcción de la viabilidad. Sin

43
42
Oiga Nirenberg, Josette Brawer7Jzan y Violeta Ruiz La programación social

embargo, éste es un aspecto crucial de la programación pa- bres y expectativas de los grupos de población que de un
ra que las propuestas no resulten una mera expresión de de- modo u otro intervendrán en el desarrollo de los respecti-
seos irrealizables. vos proyectos. Ello se logra básicamente promoviendo su
En este sentido, hay que tener en cuenta que los diversos participación (sea bajo forma de consulta o de involucra-
actores involucrados (financiadores, decisores políticos, téc- miento directo) en todas las etapas posibles.
nicos, población beneficiaria) representan distintos intereses A la vez, habrá que tomar recaudos para no prometer a
y tienen diferentes racionalidades; todos ellos serán afecta- los actores locales certezas acerca de la concreción final del
dos de una u otra forma por las acciones del proyecto que se proyecto o programa propuesto, pues eso no dependerá
pretende ejecutar. Es por ello que la construcciÓn de viabi- exclusivamente de la voluntad de los técnicos. En los apo-
lidad tiene varias aristas. yos de las instancias decisorias y las agencias por lo gene-
En primera instancia habrá que construir la viabilidad ral inciden, además, factores endÓgenos a sus estructuras y
política, en términos de la constelación de fuerzas que apo- no sÓlo la excelencia o coherencia de la propuesta o las ad-
yen la propuesta. Desde nuestro punto de vista, más allá de hesiones locales que conciten. Por ende, será conveniente
su pertinencia o racionalidad técnica, la propuesta verá contar con señales provenientes de interlocutores en las
muy dificultada su concreciÓn si no se realizan esfuerzos instancias decisorias v/o financiadoras que permitan tener
por construir una red de alianzas y apoyos con los actores esperanzas en la apn;baciÓn, para recién entonces, con al-
significativos. Si las autoridades locales, los profesionales y gún grado de probabilidad, consultar y procurar com-
técnicos del lugar, y los propios actores comunitarios a promisos de los actores locales. Esto es particularmente
quienes se dirigirán las acciones están convencidos, adhie- importante respecto de los pobladores y organizaciones de
ren a ellas y las reclaman, la viabilidad política de la pro- base de la comunidad, que son los más urgidos para contar
puesta será alta. con soluciones a los problemas que padecen. Si no se pone
Un corolario de lo dicho es que las propuestas no pue- cuidado en esos aspectos, la viabilidad posterior de implan-
den surgir meramente de una tarea de escritorio, exclusi- taciÓn del programa o proyecto en el escenario local será
vamente de la idea de un profesional o de un grupo de complicada.
ellos. Por el contrario, deben ser sometidas a discusiÓn y En cuanto a la viabilidad técniCfl, estará basada, por un
búsqueda de acuerdos con los actores involucrados en la lado, en la pertinencia y coherencia de la propuesta, es decir,
problemática que se intenta solucionar, así como con las en la correcta identificaciÓn y explicaciÓn del problema y
autoridades'5 y otros actores locales. Por lo tanto, todo la asunciÓn de líneas de acciÓn acordes con dicha explica-
programa deberá incluir una estrategia que procure su ciÓn, y por otro, en la idoneidad de los profesionales y téc-
propia viabilidad política inicial. nicos responsables de llevar adelante las actividades, así
También debe tener viabilidad .mcial, en términos de no como la de las organizaciones intervinientes (reflejada en
encontrar resistencia en las creencias, actitudes, costum- los antecedentes personales e institucionales). Será tam-
bién de importancia crucialla disponibilidad, oportuna in-
15. En el caso de programas complejos habrá quc buscar el acuerdo
clusiÓn y adecuaciÓn de aquellos recursos críticos
de las autoridades nacionales o provinciales y en algunos casos habrá requeridos para llevar adelante las acciones (infraestructu-
que construir esta viabilidad con los organismos financiadores. ra física, equipos, materiales, insumos, etcétera).

44 45
1.1
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11

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1,1 ,
1

Oiga Nirenbe1g, Josette Brawerman y Violeta Ruiz La prograllzación social 1

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11
1 1',

Vinculadas a la viabilidad técnica, deben tomarse en 1


1 111'1

cuenta ciertas características del contexto social, económi- "¡::


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co y político local donde se implantará el proyecto. Se pue- '""" 111


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den mencionar como ejemplos la legislación vigente acerca ""-< 11


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de la temática, el grado de desarrollo de la sociedad civil y 1

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11
sus vínculos con el gobierno, la historia en la temática, la '" 1 ,1'

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estructura administrativa del sector pÚblico (provincial y 111

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1
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municipal), la presencia de masa crítica de recursos hu- ' 11


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manos debidamente formados, los niveles de descentra- "o:
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lización alcanzados y los fondos asignados, entre otras 'u


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o:
cuestiones.
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r:>:: 111
111 '1

Por Último, las estrategias de sustentabilidad o institu-


cionalización previstas para cuando finalice el período de
apoyo financiero pueden considerarse como el meollo de
la construcción de la viabilidad de j!nalizacÚ5n de] proyecto
y serán un indicador importante del éxito o fracaso de la
1
'"1:;
gestión. En esto tiene mucho que ver la previsión que se 8
u

haga para ir delegando la mayor parte de los procesos en "


...s'"
manos de actores ]ocales en los Últimos tramos de ]a ges-
tión. Son importantes las actitudes de los directivos o
••• • ""o:
'o
'u
miembros de los equipos de conducción para transferir ""-<
mayores responsabilidades en la toma de decisiones a los :~
técnicos locales, dando un paso al costado y cambiando sus "
¡:y

roles de conducción por los de acompañamiento. Es fun- 11'1,

1
damentalmente de esa manera como se concreta la repeti-
da aseveración: dejar capacidadejOinstaladas. La participación
y la delegación como características de ]a gestión durante
el período de ejecución, sumadas a las capacitaciones y 0",

/
2
asistencias técnicas específicas, facili tarán ese proceso. ~o
...s'"
"
"o:
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o
U

46 47
CAPÍTULO 2
La lógica de la programación
en la formulación de proyectos

Queda claro, a partir de lo expuesto en el capítulo an-


terior, que para emprender una intervención social de
cualquier índole o magnitud, de modo de producir cam-
bios positivos en situaciones problemáticas, es necesario
transitar un proceso de programación que debe, además,
quedar plasmado en un documento escrito. En este capítu-
lo nos detendremos en el arduo trabajo de formulación de
proyectos. El proceso para arribar a un documento escri-
to, como instrumento comunicativo, tiene 4ue ver con di-
versos fines:

• Brindar un marco compartido para la acción, que unifi-


que lo más posible los criterios y visiones de los diferen-
tes miembros del equipo que llevará a cabo las
actividades previstas, de modo de no dejar librada la ac-
ción a la intención, interpretación o criterio de cada
uno.
• Contribuir a la transparencia suministrando informa-
ción, más allá del propio equipo técnico, a los destina-
tarios y a todos aquellos que puedan interesarse por las
acciones y los resultados del proyecto.
• Facilitar la gestión ante las instancias políticas y/o fi-

49
Oiga Ninnbel'g, Josette BraWe17llan y Violeta Ruiz La lógica de la programación en la jórmulación de proyectos

nancieras cuyos apoyos condicionarán la concreción del ción nacional o internacional. La adecuación, pertinencia,
proyecto, ya que es muy raro que no se requiera de la solidez y claridad de la formulación influirán en el apoyo
aprobación de una instancia política superior o de la que se obtenga. En este capítulo se brindan algunas orien-
atribución de fondos específicos. taciones para cumplir con tales atributos.
Antes de presentar una propuesta a una instancia deci-
Hemos visto en ocasiones que algunos funcionarios re- soria (política, financiera o técnica), es aconsejable conocer
chazan la idea de programar o, en especial, de presupuestar las líneas que apoya. No es suficiente saber que se preocu-
sus acciones, aduciendo que pertenecen a organizaciones o pa por el tipo de problemas que serán el núcleo de la pre-
áreas dependientes de organismos públicos que cuentan sentación, sino también si las estrategias que promueve
con actividades y presupuestos reg'ulares (que suelen repe- como válidas para enfrentar el problema en cuestión son
tirse afio a aí'ío, actualizando valores monetarios), como los afines a la modalidad de intervención que se propondrá. Es
establecimientos de salud o las escuelas. Nuestra convic- conveniente tomar en cuenta si esas líneas políticas, desde
ción es que aún en esos casos deben formularse los pn)/:,'Tamas la óptica de quien presenta, son coherentes con la índole
operativos o los proyectos correspondientes, adecuando del problema y los aspectos éticos y/o ideológicos vincula-
sus contenidos a las cambiantes demandas, necesidades y dos con su resolución.
situaciones concretas. Esto adquiere aún más sentido en el A título de ejemplo podemos citar los temas de salud re-
marco de las políticas de ajuste y de las reformas del Es- productiva, que suelen suscitar tantas discusiones vincula-
tado. das con diferentes concepciones religiosas, éticas y/o
políticas. En muchos casos, mencionar cuestiones tales co-
mo el aborto y su influencia en las muertes maternas, o bien
En busca de apoyos políticos y/o financieros la inclusión de actividades de información acerca de proce-
dimientos anticonceptivos o entrega de condones en pro-
Para formular un proyecto (si por ello entendemos un gramas de adolescencia o de prevención del sida, provoca el
conjunto de acciones organizadas para la obtención de de- rechazo inmediato de las propuestas pro gramáticas por
terminados resultados en un lugar y tiempo determinados), parte de algunos funcionarios gubernamentales o de agen-
hay que recorrer entonces los pasos de la programación: cias de cooperación ligadas a sectores muy tradicionales de
prever adónde se quiere llegar, de qué manera, a qué actores la Iglesia. Aunque éste es un ejemplo muy extremo (no por
se involucra, de qué recursos se dispone y cuáles se requie- eso poco frecuente), sirve para mostrar que siempre es
re. La programación constituye una herramienta importan- aconsejable conocer las líneas temáticas y estrategias de re-
te para introducir mayor racionalidad a 13 gestión social por solución que apoyan nuestros potenciales interlocutores.
cuanto implica fundamentar, orientar y ordenar nuestro Será importante aclarar no sólo la relevancia local del
propio accion:ir. Pero además, COl110 dijimos, los proyectos problema sino también la que tendrá para la instancia de-
casi siempre requieren, para su implementación, del respal- cisoria y cómo los modos de resolución que se proponen
do y de decisiones acerca de la asignación de recursos por responden a las orientaciones políticas que ésta promueve.
parte de otros niveles de la propia organización y de otras Si fuera el caso, es recomendable explicitar que el modelo
áreas, o bien del apoyo financiero de agencias de coopera- de actuación resulta innovador y con posibilidades de re-

so 51
OIga Nirenberg, Josette Brawe17lzan y Violeta Ruiz La lógica de la prog1'anzación en la ftrmulación de proyectos

plicarse en otros contextos, con los ajustes necesarios, de los problemas que se abordarán, y brindar la fundamenta-
modo de poder transferir los conocimientos que se obten- ción ojustificación de las acciones que se propondrán.
gan de la experiencia. Los problemas sociales se plantean en forma de daños,
Sugerimos también indagar sobre los montos habitua- carencias o insuficiencias absolutas o relativas, ya sea por
les que se otorgan para el tipo de proyectos propuesto, pa- comparaciÓn con otros segmentos sociales o con paráme-
ra tener una aproximaciÓn al techo financiero que incidirá tros deseables. La índole y magnitud de los problemas de-
en los recortes respecto del problema a solucionar. Asimis- penden del contexto (local y global) donde se producen.
mo, hay agencias que estipulan sÓlo ciertos períodos anua- Por lo tanto, hay que situar el problema en un espacio geo-
les para la recepciÓn de propuestas; conocerlos permitirá gráfico poblacionallocal y en un contexto global, así como
acotar el lapso disponible para el proceso de formulaciÓn. en un período de tiempo determinado.
Antes de la presentaciÓn de un proyecto completamen- No basta con presentar el problema en términos de sus
te formulado es aconsejable comenzar por el envío de una síntomas visibles o consecuencias Últimas; hay que expli-
carta de intencÚ;n o propuesta preliminar, que servirá a la cado en funciÓn de los factores causales y asociados más
vez para averit,Tuaralgunas de las cuestiones precedentes e in- importantes, ya que una acciÓn que combata esos factores
dagar acerca del interés por la temática y la viabilidad para será más efectiva que otra que actúe sólo sobre las conse-
continuar con el proceso de formulaciÓn. Nos referiremos a cuencias manifiestas. Un enfoque de ese tipo tendrá un ca-
esas presentaciones preliminares al final de este capítulo. rácter anticipatorio y preventivo. Además, la explicación
Es probable que se disponga de un formato preestable- en funciÓn de los factores causal es y asociados pone de ma-
cido para la presentaciÓn de proyectos; en caso contrario, nifiesto la teoría o concepción del cambio que hay por de-
existe una apreciable cantidad de t,'llías que pueden resul- trás o, en otros términos, el marco teórico que se tiene en
tar de utilidad. Tbdas llevan implícita la lÓgica de la pro- relaciÓn con los fenÓmenos de la realidad en que se procu-
gramaciÓn social, explicada en el capítulo previo. rará intervenir. Por lo tanto, a fin de que las explicaciones
En los puntos que siguen se detaJlan los contenidos que y variables a considerar resulten lo más actualizadas yade-
deberían incluirse y que de una forma u otra suelen estar cuadas que sea posible, es necesario conocer el estado del
presentes en cualquiera de estas guías.' conocimiento en el particular campo disciplinario relativo
al problema que se analiza.
Por ejemplo, el problema alta tasa de mortalidad injim-
Fundamentación o justificación de la propuesta, til2 en un área geográfica y poblacional determinada puede
caracterización y dimensionamiento del problema acotarse diciendo: altas tasas específicas de morbimortali-
dad infantil por diarrea (bajo el supuesto de que las estadís-
Como se anticipÓ en el capítulo anterior, todo proyec- ticas indican que ésa es la primera causa de muerte infantil
to tiende a resolver alt,'lÍn problema socialmente significa- en el área). Para visualizar la tendencia es conveniente pre-
tivo. Por lo tanto, un primer paso consiste en definir el o
2. La tasa de mortalidad infantil es la cantidad anual de muertes de
1. El lector encontrará al final del capítulo un esquema que le per- niños/as menores de un año en relación con el total de nacidos vivos du-
mitirá seguir los distintos puntos que se desarrollan aquí. rante el año considerado.

52 53

I
OIga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz La lógica de la progt-a7llación en la fOrmulación de proyectos

sentar una serie de datos que muestren la evolución del población y básicamente demostrativos de modos inno~a-
problema; en el ejemplo, las tasas de mortalidad infantil y dores de enfrentar problemas, para facilitar transferencIas
las específicas por diarrea durante un período de tiempo y rep]icaciones de esa modalidad, con los ajustes necesa-
definido (5 ó 10 años). rios, en otros contextos. Es importante resaltar que esas
Se puede especificar aún más el problema a través de sus transferencias suelen ser el interés mayor de las agencias
factores causal es y asociados diciendo que, en el área, el 80% de cooperación o financiamiento. Los programas guberna-
de las viviendas carece de agua potable de red, que el 30% mentales buscan coberturas más amplias o totales de las
de las madres es analfabeta, que los centros de salud del pri- poblaciones que padecen determinados daños o están .en
mer nivel de atención carecen de recursos humanos capaci- condiciones de riesgo (por ejemplo, los programas nacIO-
tados y de equipos o insumos para una atención eficaz y nales o provinciales de comp]ementación alimentaria, de
oportuna y que, según las estimaciones, sólo un 30% de los salud materno-infantil, etcétera), aunque también en los
niños menores de un af10 está bajo control. Si bien en esta diferentes niveles de] Estado existen programas considera-
especificación pueden haberse dejado de lado otros factores dos de carácter experimental o demostrativo.
que tienen que ver con la mortalidad infantil, se está consi- El diagnóstico\ proveerá los elementos esenciales para
derando la causa más importante de dichas muertes en esa una correcta caracterización y dimensionamiento del
localización: la diarrea. También pueden haberse dejado de problema y ]0 enmarcará en el contexto donde se local~-
lado otros factores relacionados con la diarrea infantil, pero zad el proyecto, incorporando aspectos como los SI-
se consideraron aquellos que, si son adecuadamente resuel- guientes:
tos, se sabe que pueden producir una disminución impor-
tante y rápida de la incidencia de esa patología (la provisión • La delimitación terri tori,l 1, ambiental y productiva
de agua potable de red, la educaÓón de las madres, la cali- del área.
dad de los servicios de salud y ]a cobertura con controles • La población seg'ún edades, sexo, situación de em-
adecuados de los ni1'}os menores de un año). A partir del pleo, nivel educativo o socioeconómico y algunas
ejemplo, vemos que ]a explicación de] problema mediante otras variables que resulten importantes para e] pro-
los factores causales y asociados contribuye a poner en claro yecto.
cuáles son las líneas de acárfn principales y pertinentes para su • Las organizaciones y los recursos sociales existentes
resolución. Por otra parte, éstas serán las dimensiones sus- en el área, en especial aquellos vinculados con el
tantivas a evaluar. Para mostrar mejor la gravedad del pro- problema.
blema, o el grado de prioridad que tiene su resolución, es • El contexto político, lega] y de la estructura guber-
recomendable comparar la situación del ,1rea con la de] con- namenta] (en lo relacionado con ]a problemática en
texto mayor (municipal, provincia], regional o nacional). cuestión).
Casi nunca un proyecto es capaz de resolver por sí mis-
mo todo un problema, sobre todo los formulados por or- Para no abundar en un cúmulo de información, es
ganizaciones de la sociedad civil; pero debe quedar clara su aconsejable realizar una síntesis del diagnóstico en el do-
contribución a esa resolución. Este tipo de proyectos ge-
neralmente procura tener efectos en grupos acotados de 3. Véasc el capítulo 3.

54 55

J
OIga Nirenberg, Josette Bra7vel~man y Violeta Ruiz La lógica de la programación en la fornlUlacíón de proyectos

cumento de la propuesta propiamente dicha y anexar la in- Pueden haber existido intentos previos de abordar el
formación restante considerada relevante. problema, que no lo resolvieron o sólo lo resolvieron
Para determinar la magnitud del problema en el área parcialmente, puesto que subsiste. La explicación de es-
geográfica de actuación se debe identificar y cuantificar la tos antecedentes contribuirá también a fundamentar la
población objetivo, o sea, todos los que padecen o están en propuesta. Se aclarará cómo será tomada en cuenta esa
riesgo de padecer el problema en el área geográfica consi- historia, ya sea para incorporar nuevos métodos o bien pa-
derada. En caso de usar estimaciones, se explicitarán las ra diferenciarse de los fracasos.
fuentes o los criterios a partir de los cuales se efectuaron. Es frecuente que existan problemas similares y expe-
Nuevamente, el diagnóstico es la herramienta que pro- riencias de superación exitosas en otras localizaciones que
veerá la información relacionada con la población objetivo. pueden ser trasladables, con las correspondientes adecua-
En este ítem se aclarará qué recorte geográfico y/o po- ciones. Estos antecedentes también se explicitarán, seí'ia-
blacional abarcará la propuesta. No necesariamente todos lando su utilidad para la acción que se propone y aclarando
l~s ~ue constituyen la población objetivo serán los benefi- además qué adecuaciones deberán introducirse en función
4
ezarlOs de un proyecto, sino que pueden ser menos, de del contexto local.
acuerdo con las posibilidades opera tivas y los recursos con En la propuesta propiamente dicha se realizará una sín-
que se espera contar. La caracterización de los beneficia- tesis de todos esos antecedentes, anexando información
rios y los criterios de inclusión se detallarán más adelante. adicional si fuera necesario.

Antecedentes Propósito, objetivos y algo sobre las metas

En materia de programación, existen diversidades ter-


. Ningún proyecto parte de cero; siempre existe histo-
minológicas para denominar las mismas cosas; así, por
na ~ respecto, al menos en la percepción y en la preocu- i .["
.
eJcmp ' .
1o, 1os term1110S ".'."
proposlto, "f·111, l·ICac
""fi 111a , "0)-
1
paClOn de los actores locales acerca del problema. En
jctivo general" hacen referencia a aquella "situación futura
pal~te ya no: r~ferimos a ~sto ~uando sugerimos presentar deseable" o "imagen objetivo" o "imagen horizonte" a la
senes estadlstlcas que eVIdenCIen la evolución del proble-
que aludíamos en el capítulo anterior.
ma expresado cuantitativamente. Exponer la historia re- Más allá de las diferentes denominaciones, tanto el pro-
fleja t~mbién e! hecho de que el problema constituye una p()sito como los objetivos deben ser formulados con precisión
necesIdad sentIda o bien una demanda expresada por ac- para que resulte comprensible la parte del problema plan-
t~res locales. Un problema se constituye en problema so- teado que se procura resolver. La mayor precisión en su
CIal cuando así es percibido por un conjunto significativo definición facilitará el proceso de evaluación del proyecto.
de actores sociales. El propósito de un proyecto hace referencia a la solu-
ción del problema central planteado; en nuestro ejemplo,
4. Aunque hay muchas discusiones acerca del término "beneficia- reducir la mortalidad infantil mediante la prevención y
rios" para nombrar a los destinatarioslinvolucrados de las acciones de atención adecuada de la diarrea en un área geográfica de-
un programa o proyecto, no abundaremos en ellas. terminada.

56 57

J
Oiga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz La lógica de la progrmnación en la formulación de proyectos

Por su parte, los objetivos se vinculan en forma direc- Los objetivos deberían implicar resultados observables
ta con la explicación presentada en la caracterización del y posibles de evaluar (apreciables o medibles). Por ej~m-
problema. Siguiendo con el ejemplo, deberán plantearse plo, viviendas con agua potable de red, madres alfabetIza-
en relación con los factores causales y asociados que se das y/o capacitadas, centros de salud remodelados y
enfatizaron en su explicación y se expresarán como si- equipados, recursos humanos capaci~ad~s, nillos men/o~es
gue: de un allo bajo control, etcétera. AsImIsmo, el prop~sIt.O
más general implica resultadosó tambié~ evaluable.s: dIsmI-
• Brindar agua potable por red a las viviendas del clrea. nución de la tasa de mortalidad infantIl y en particular de
• AJfabetizar y capacitar a las madres de nillos meno- la morbimortalidad infantil por diarrea.
res de un allo. Muchas guías de formulación solicitan cuantificar los
• Adecuar la infraestructura edilicia y dotar de equipos objetivos en funciÓn de los tiempos de ejecución, lo que
e insumos apropiados a los centros de salud. define sus 'metas.? Siguiendo con el ejemplo, habrá que es-
• Realizar los controles de salud y brindar atención timar cuántas viviendas serán provistas con ag'ua potable
adecuada a los niños menores de un allo de hogares de red, cuántas madres se alfabetizarán y se capacitarán,
con necesidades básicas insatisfechas o por debajo de cuántos centros de salud se remodelarán, se equiparán y se
la línea de pobreza. dotarán con insumos, cuántos recursos humanos se capaci-
e Capacitar los recursos humanos de los centros de sa- tarán, cuántos nillos menores de un año lograrán cubrirse
lud del primer nivel de atención. con controles de salud, en cada período de tiempo y en el
• SensibiJizar a la poblaciÓn, a los recursos humanos
sectoriales y a otros actores significativos acerca de
la temática. tos, tal como el Marco Lógico. Véase "Curso sobre Marco Lógico",
BID, www.iadb.org, 2002. "
Conviene explicitar, aunque surge claramente de esos 6. Los resultados relacionados con los propósitos u objetIvos gene-
rales, suelen denominarse impactos; véase el capítulo 7.
objetivos, que el proyecto se orienta a la prevención, ac-
7" Nos resulta curioso que el IJ1odelo de programación del Marco
tuando sobre los riesgos (factores causales, asociados o Lógico, con el que frecuentemente contrastamos nuestras ideas, plantea
condicionantes), aunque también a la atención de los da- las metas como indicad01"es; a nuestro entender esa forma de denoIJ11l1ar-
ños (adecuando la oferta de servicios y realizando contro- las introduce una confusión metodológica entre la lógica de la progra-
les y atención de niños y nifías). Muchas guías llaman a esa maciÓn y la de la evaluaciÓn, que si bien están tan imbricadas en la
práctica, conviene separar desde el punto de vIsta conceptual. Hemos
explicitaciÓn de la forma de actuación la e.ftrategÚt del pro-
definido los indicadores (Nirenberg, Brawerman y RUlz, 2000) como
yecto o el tipo de abordaje.
variables, y como tales "vacíos", no cuantificados o cualificados como
Nosotras recomendamos que los objetivos comiencen metas, sino medibles o apreciables, mediante sus corresponcheIltes cate-
con un verbo, para denotar así el conjunto de acciones que <Toríasnuméricas o cualitativas, cada vez que se evalúan las sltuaclOnes
deberán llevarse a cabo.5 ~oncretas de los proyectos, para así comparados con las metas pro~mes-
tas para los diversos momentos y poder concluir acerca ~e las dIferen-
cias o coincidencias encontradas entre las valoraCIOnes de los
5" Sin embargo, debcmos advertir que algunas guías dc progra- indicadores y las metas previstas. Recordemos que también podemos
mación expresan los objetivos en términos de resultados, o produc- comparados con la situación inicial.

58 59
OIga Nirenberg, Josette Brawemlan y Violeta Ruiz La lógica de la progmmación en la ftmllllación de proyectos

período total de ]a ejecución del proyecto. Volveremos a las • C0711Zmicaciónsocial para sensibilización de los dife-
metas, sobre todo a las de los beneficiarios, después de refe- rentes actores.
rimos a las actividades, pues deben precisarse en función de
éstas, para poder calcular coberturas y costos por actividad. En general, los componentes se determinan y diferen-
cian en función de los objetivos, de las acciones que inclu-
yen y de los requerimientos de capacidades o insumos que
Componentes implican, de los universos a los que se orientan, o de los
ámbitos decisiona]es a los que responden. Por ejemplo, re-
Una vez que se tienen claros los objetivos, las metas y la sultará poco operativo colocar en un mismo componente
cobertur: esperada, pueden detallarse las actividades que las construcciones de locales y la capacitación; aunque és-
se llevaran a cabo para alcanzar esos logros. ta requiera contar con espacios apropiados para su conCI'e-
En proyectos complejos, que requieren de diversos ti- ción, ambos tipos de acciones necesitan personal con
pos de acciones simultáneas, pueden diferenciarse C01l1pO- capacidades diferentes y se realizan en tiempos diversos y
nentes o grandes líneas de acción; en e] ejemplo de ]a con recursos distintos.
morta]idad infantil por diarrea, pueden distinguirse al me- Cada componente puede verse como un paquete de ac-
nos los siguientes componentes: tividades o subproyecto en sí mismo, pero debe quedar cla-
ra la intervinculaciÓn o sinergia existente entre ellos, pues
• Infraestructura, construcciones y equipa'mientos. s se orientan en fOrIna mediata y articulada a un mismo pro-
• Aljt¡betización y capacitación de las tluulres de niÚos me- pósito.
nores de un aÚo y que viven en hogares con necesi- En proyectos de cierta complejidad, la determinación
dades básicas insatisfechas (o por debajo de ]a línea de los componentes condicionará la divisiÓn del trabajo y
de pobreza). la modalidad organiza tiva que se adopte para la implemen-
• Control del crecintiento y des¡;l1Tolloy f¡tencirín de -falud de taciÓn.
los nÍ7~os nlenore.\' de lln fl110 que viven en hogares con
necesIdades básicas insatisfechas (o por debajo de ]a
línea de pobreza). Las actividades
• Capacitación de los recursos humanos de los centros
de salud, de agentes comunitarios y promotores, de Una vez planteados los componentes habrá que detallar
los mienlbros del propio equipo del proyecto. Y
las actividades correspondientes a cada uno. Utilizando el
mismo ejemplo, para e] objetivo/componente alfabetizar y
8. Est: componente incluye la instalación de la red de agua potable capacitar a las madres, las actividades pueden ser: detectar y
para las Vlvlendas y las construcciones y el equipamiento de los centros
de salud. Podrían existir algunas dudas sobre si este componente debie-
ra desdoblarse en dos, ya que la red domiciliaria de agua y las obras en
los centros responden a diferentes esferas de decisión <Tubernamental. dió en dos debido a que para alfabetizar y capacitar madres se requieren
9. :Ellubién existirían dudas acerca de considerar l~ capacitación (de diferentes perfiles de capacitadores y materiales didácticos que para ca-
todo tipo de actores) corno un sólo componente; en el texto se la divi- pacitar recursos humanos del sistema de salud.

60 61

J
OIga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz La lógica de la progranzación en la formulación de proyectos

convocar a las madres analfabetas en el área, establecer que duran más de dos años se deja para las programaciones
acuerdos con .el centro. de alfabetización municipal para operativas posteriores la especificación más precisa de las
que las alfabetlce y realIzar cursos de capacitación en pre- tareas a realizar.
vención, control y atención de la diarrea infantil para todas Las propuestas que se presentan a las instancias deciso-
las madres de niños menores de un año de hogares pobres. rias tienen justamente la finalidad de interesar y lograr su
Desagregar las actividades para cada uno de los compo- apoyo político o financiero, de modo que para una mejor
nentes planteados es un proceso de mucha meticulosidad. comprensión debe procurarse claridad pero no total exhaus-
Pero en la medida en que se detallen adecuadamente será tividad.
más sencillo identificar los recursos e insumos nece;arios
para llevarlas a cabo.
Un objetivo suele requerir una batería de actividades y Algo más sobre las metas, los beneficiarios
es frec.uente .ql~e una actividad sirva para el cumplimiento y las coberturas
de .va~"IOSobJetl~os. Al explicitar para cada actividad a qué
O.bJ~tl~O/S se Ol~lenta constataremos que algunas son más Es recomendable aclarar para cada actividad la propor-
smergrcas que otras. ción de individuos o unidades que se incluirán respecto del
Como los objetivos, las actividades se pueden formular universo, por qué se los incorpora y por qué se dejan otros
con un verbo inicial, denotando acción; en realidad tam- afuera.
bién son objetivos, pero de menor nivel de abstracción o Ello permitirá establecer las metas de cobertura propues-
generalidad. tas para e! proyecto en relación con las diferentes unidades
¿Has~a dónde se deben detaIJar o desagregar las activi- sobre las que actuará, es decir, el cociente entre las unida-
dades? Esa es una pre?:m~a .complicada de responder y des consideradas para las actividades del proyecto y los uni-
puede ser una tarea caSJ mfJOlta si se pretende exhaustivi- versos correspondientes. En el ejemplo de la mortalidad
dad. Hay que recurrir aquí a la experiencia y al sentido co- infantil: los niños menores de un año que serán controlados
~ún: su d~sagregación debe ser suficiente para entender sobre el total de niños menores de un afío de hogares con
como se pIens~ desarrollar la acción en pro de los objeti- necesidades básicas insatisfechas o por debajo de la línea de
vos. En tal sentIdo, es conveniente precisar los "contenidos pobreza en el área; las madres a alfabetizar y capacitar so-
mínimos" de las actividades. En algunos casos pueden es- bre el total de madres con niños menores de un año de esos
tar normatizados, corno en el sector salud, los controles del hogares; los centros que serán re modelados y equipados so-
niño sano? de l~ eml:arazada. Además, la desagregación bre el total de centros de! área; los recursos humanos a ca-
debe permltJr la IdentIfIcación y cuantificación de los re- pacitar sobre e! total de los planteles, etcétera.
c.m."sosnecesarios para la adjudicación de los costos por ac- Cabe sefíalar que e! proceso de cuantificación es más
tIvIdad. Nunca debe ser una lista tan extensa que dificulte exhaustivo de lo que hasta aquí planteamos, ya que para
la lectura y la comprensión del lector. calcular los costos y para el seguimiento posterior de la
Las incertidumbres, turbulencias y variabilidad de los ejecución no sólo hay que precisar las metas de cobertura,
contextos hacen desaconsejable una programación suma- sino que también deben cuantificarse los productos inter-
mente detallada desde la formulación inicial. En proyectos medios que se esperan obtener para las diferentes activida-

62 63
OIga Nirenberg, ]o!¡ette Brawe17lzan y Violeta Ruiz La lógica de la programación en la ftr71tulación de proyectos

des: por ejemplo, en la capacitación, cuántos cursos o talle- niños en riesgo de padecer diarrea y/o de las madres alfa-
res (de cuantas horas de duración) se realizarán, cuántos betizadas, así como los demás usuarios de los centros de sa-
materiales didácticos se diseñarán y editarán, etcétera. lud (los mayores de un año), ya que como resultado del
Nos detendremos especialmente en las metas de benefi- proyecto se prevé que contarán con sus plantas físicas y sus
ciario.f, cuestión que a simple vista parece sencilla, pero que equipamientos mejorados, y dispondrán de personal más
a medida que procuramos mayores precisiones se vuelve capacitado. Es conveniente presentar cuantificaciones o esti-
más compleja. Recordemos que son escasos los proyectos maciones lo más ajustadas posible en el caso de los bene-
que pueden alcanzar con sus acciones a toda la población ficiarios directos, y tal vez menos exigentes en el de los
objetivo, por lo que deben realizarse recortes en función beneficiarios indirectos.l2
de los recursos disponibles y establecer prioridades con ha- Como se aclaró antes, el cociente entre los beneficiarios
se en criterios de daños, riesgos o grados de vulnerabilidad directos y la población objetivo arroja las metas de cobertu-
de la población escogida (el grupo donde la prevalencia del ra jJoblacional que se propone alcanzar el proyecto con sus
problema es mayor).!O aCCIOnes.
La determinación de metas de beneficiarios se ve difi- Por otra parte, hay actividades con destinatarios inter-
cultada muchas veces por ]a poca claridad de las pautas es- medios o instrumenta]es (por ejemplo, en proyectos
tablecidas en este punto por la mayoría de las f,',Iíaspara la destinados a ni¡}os y adolescentes suele incluirse la sensi-
presentación de proyectos. bilización y capacitación de miembros de las familias y de
Algunas hacen escasas distinciones mientras que otras otros adultos pertenecientes a organizaciones sectoriales
distinguen a los beneficiarios directos de los indirectos. o de ]a comunidad), otras actividades tienen destinatarios
Los primeros son aquellos hacia los cuales se dirigirán las difusos o no del todo individualizables (en particular las
acciones programadas, y los indirectos son los que, si bien de índole comunicaciona]) y también pueden existir su-
no reciben ninf,'lÍn tipo de prestación!! por parte de] pro- perposiciones parciales o totales de los beneficiarios en
yecto, no obstante se beneficiarán porque repercutid en diversas actividades dentro de un mismo proyecto, por ]0
ellos la mejoría de los beneficiarios directos; por ejemplo, cual deberán efectuarse depuraciones de las eventuales
el resto de los integrantes de los grupos familiares de los superposiciones entre las diferentes actividades para
arribar a ]a cantidad neta de beneficiarios cubiertos por
e] proyecto como un todo. También es necesario prever
10. La idea de establecer prioridades según riesgos se relaciona con e1
concepto de focalización de ]os proyectos o programas sociales que actua]- la cantidad de beneficiarios que se espera cubrir con ca-
mente está siendo muy cuestionado, por ]0 que ahora se habla de Jclectivi- da una de las acciones, para dimensionar los distintos re-
dad pO.l-itiva, término vinculado a los previos de vulne711bilidad o rieJgo .rocial. cursos sobre bases más ciertas y para el cálculo de sus
] 1. El término prCJtaciol7C.,· se usa hoy día en ]os proyectos sociales,
costos.
pero proviene de1 campo sanitario, donde los establecimientos brindan
prestaciones de salud como unidades registrab]es y medibles, que per-
miten cálculos de productividad (consu]tas, tratamientos, etcétera); en 12. La cuantificación y caracterización de los beneficiarios indirec-
el campo socia] en genera] se denominan prestaciones los bienes o ser- tos permite agregar precisiones a] dimensionamiento de ]os efectos que
vicios que se brindan a ]a población como productos de las actividades producirá el proyecto. Siempre deben explicitarse los criterios que se
de los proyectos (también JIamadas meta.,)J.ricflJ). utiJizan para ese cálculo.

,1

64 65 1,1

1,:

I,
0Ze;a Nirenberg, Josette Brawernu:m y Violeta Ruiz La lógica de la prograrnación en la for71zulación de proyectos

Luego de las expJicaciones detalladas, es aconsejable básicas insatisfechas, por debajo de la línea de pobreza o en
incluir un cuadro resumen de los beneficiarios directos situación de indigencia) dentro del área geográfica prede-
que se espera cubrir y de los indirectos por cada activi- terminada que hayan quedado fuera del sistema educativo
dad o componente, agregando en lo posible una colum- durante el último año, 14 para procurar su reinserción. Tam-
na con las metas de cobertura. Se deberá estimar además, bién se incluirán aquellos con rendimiento escolar bajo (se-
en forma depurada, los totales (beneficiarios directos, gún sus calificaciones y/o la opinión de sus docentes) y que
indirectos y cobertura) para el proyecto considerado glo- por lo tanto se encuentran en riesgo de repitencia y/o deser-
balmen te. u
ción, para procurar su retención en el sistema educativo.l)
Por las mismas razones, es necesario en muchos casos
realizar acciones de sensibilización y captación de los be-
Criterios para la selección de beneficiarios neficiarios.
y previsiones para su captación
Hicimos referencia antes a la inc1usión de estimaciones
de la cantidad de beneficiarios por cada actividad; resul-
En las f,'l.líasde formulaciÓn suele solicitarse la explici- tará esclarecedor prever también actividades específicas
taciÓn de Jos criterio., pam la seleccÚin de lo., benejiÚa1"io." que para su convocatoria o para asegurar su accesibilidad. En
se vincula con la cuestiÓn de la accesibilidad, en particular los proyectos que se orientan a adolescentes son impres-
la de aquellos que más necesidad tienen de los bienes o ser- cindibles, puesto que el acceso raramente se produce en
vicios qUé el proyecto ofrece.
forma espontánea sino que por lo general es inducido.
La fijaciÓn de criterios de selecciÓn se fundamenta en el Otro ejemplo de que las poblaciones destinatarias no
hecho de que la oferta de cada proyecto no es infinita ni siempre son fáciles de captar para las actividades o pres-
elástica sino, por el contrario, limitada. Si el acceso se de- taciones programadas (sobre todo cuando éstas se defi-
jara librado a la deJllfl7ula e"pon tlÍn ea, posiblemente se esta- nen en forma teórica, desde una lÓgica técnica, y no son
rían profundizando inequidades, pues es frecuente que los contrastadas con las necesidades sentidas o expresadas
más necesitados cuenten con menos recursos de informa- por la poblaciÓn) es la oferta de servicios de cuidado in-
ciÓn y escasas posibilidades de movilizaciÓn autÓnoma pa- fantiL Pese a los diagnÓsticos, elaborados por los técni-
ra acceder a ciertos bienes y servicios. En tal sentido, es cos, que pueden implicar la existencia de demanda
conveniente poner en claro el pelfil de lo" ben4iÚarios espe- potencial insatisfecha, con frecuencia no se logra luego la
rados, construido sobre la base de los criterios de selec- concurrencia esperada. Ello se explicaría por la diferente
ciÓn. Para tomar un ejemplo distinto del de la mortalidad percepción de las necesidades desde la perspectiva de los
por diarrea, si se trata de un componente de compJemen-
taciÓn escolar, se poddn definir como beneficiarios a los
niiios en edad escolar de hogares pobres (con necesidades 14. Se acota a un aiio, dcbido a quc numerosas cxperiencias mues-
tran que la reinserción al sistema educativo se dificulta cuando el tiem-
po de permanencia fuera de la escuela supera ese lapso.
13. Vale reiterar que en ese cuadro los totales de beneficiarios direc- 1). Aun así, la demanda puede superar a la oferta del proyecto, por
tos e indirectos del proyecto global no serán sumas algebraicas de los de lo cual hemos visto que además de aplicar criterios de selección se ela-
las actividades, pues debieron hacerse depuraciones.
boran lista.\' de e.\jJem, al estilo de las que existen en los servicios de salud.

66 67
Oiga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz La lógica de la programación en la for'mulación de proyectos

técnicos y la de la población: mientras los técnicos prio- que un mismo recurso sirve a varias actividades y que algu-
rizan el adecuado desarrollo infantil como principal fun- nas requieren una batería de recursos.
ción de los centros de cuidado, las familias de sectores Se propondrá la combinatoria de recursos más apropia-
populares, en particular las mamás, enfatizan el hecho de da para la realización de las actividades según criterios de
poder dejar a sus hijos pequeños al cuidado de personal calidad aceptados, dado el grado de conocimiento alcanza-
capacitado y confiab]e cuando deben salir a trabajar; pe- do en la materia. De esas defIniciones dependerá fuerte-
ro según diversas experiencias en las que hemos partici- mente la eficiencia que se logre.
pado, son pocas las que perciben esa necesidad en Los recursos se valorizarán según sus costos, en mone-
función de criterios relacionados con un mejor desarrollo da local o de ]a forma en que lo solicite la agencia financia-
infantil; por lo tanto, si no tienen trabajo, difícilmente dora, si fuera externa. Si es el caso, se deberá aclarar la tasa
lleven a sus hijos a esos centros. Por ende, en casos como de cambio bajo la cual se presupuestó.
esos habrá que aclarar qué actividades de sensibilización Es conveniente agrupar los recursos por tipo; cada cate-
se realizarán para promover un uso más extendido de ]a goría constituirá un rubro, partida o subpartida presupues-
oferta de servicios propuesta en el proyecto. taria. Para ello, las agencias tienen sus propias clasifIcaciones
Un mecanismo muy importante para facilitar la accesi- y frecuentemente las incluyen en ]a guía de formulación; en
caso contrario, habrá que pedirlas.
bilidad es ]a consideración de los bomrios en que se desarro-
E] cuadro presupuestario puede brindar el flujo fInan-
llarán las actividades, y es aconsejable fIjarlos en [unción de
ciero anual, lo cual facilita la comprensión de los desem-
las posibilidades reales de ]a población. Otras cuestiones a
bolsos requeridos, ya que en general éstos se realizan
tener en cuenta son e] costo de pasajes y las boms de tmbajo
anualmente; también pueden ser semestrales o trimestra-
O salarios caídos, es decir, lo que pierden quienes tienen tra-
les, en cuyo caso se deberá hacer el cuadro presupuestario
bajo remunerado por asistir a las actividades previstas. Ir.
por semestres o trimestres, con subtota]es anuales.
Hay casos en que es conveniente explicitar cómo se afron- Para dotar de transparencia a la formulación deben
tarán, para asegurar que aquellos que se espera cubrir sean consignarse las brues de [[¡!culode los totales y subtotales co-
los que realmente accedan a la oferta del proyecto. rrespondientes a cada rubro presupuestario. Dicha base
consiste en una serie de notas aclaratorias que indiquen,
para cada rubro, qué unidades se consideraron, su costo
Recursos, insumos, costos. Presupuesto. unitario (o mensual), la cantidad requerida (o el total de
meses) y así llegar al correspondiente monto total. Es
Una vez defInida la lista de actividades a desarrollar, co- aconsejable colocar esas notas al pie del cuadro presupues-
rresponde hacer ]a lista de recursos humanos y materiales tario para no perturbar ]a sencillez que debe tener. Pueden
necesarios para concretadas. Al confeccionarla, se notará existir formatos especiales para tales cuestiones.
No sólo se deben prever los fondos a solicitar a la instan-
cia fInanciadora, sino también otros de distintas fuentes, en
16. Hemos visto en algunos proyectos que estas pérdidas se cubren
especial ]os denominados aportes locales o de contmparte. Estos
con fondos para bCWJ para que los beneficiarios puedan acudir a ]as ac-
tividades previstas; si bien es loable la intención, ése nos parece un eu-
pueden ser en efectivo o bien en especies, y deberán valori-
femismo que desvirtúa el sentido de ]as becas. zarse según criterios explícitos.

68 69
Oiga Nirenberg, Josette Brawerman y Violeta Ruiz La l(ze;ica de la progra7lUlción en la fiJ771tZllación de proyectos

valoriz3r los aportes loc3les tanto en la formulación como


Ejemplos de aportes locales no monetarios en las ulteriores rendiciones presupuestarias. La razón
aducida es que ese requerimiento sería una imposición o
• Recursos humanos que aportan trabajo voluntario, profesio-
nal o no. forma inadecuada de intromisión de las agencias financia-
• InsuIllos (libros, semillas, medicamentos, ladrillos, ctcétera) doras en cuestiones propias de las organizaciones. Por el
aportados por los gobiernos locales o por donaciones de em- contrario, consideramos que detallados contribuye a la
presas o de particulares. transparencia y favorece la autoestima organizacional, ya
Prestación de servicios de otras instituciones locales (por que permite mostrar a los financiadores, a los destinatarios
eJemp]o, los controles LI otras acciones de salud brindadas a
benefIciarios del proyecto por los cstab]ecimientos sanita-
y al resto de la sociedad la importancia de los esfuerzos lo-
rios provinciales o municipales). cales en rehlción con las donaciones o subsidios, que pier-
• Uso de cquipamientos ya existentes o que se esperan como den así su car<1cter exclusivo. Otra razón import3nte que
donaclOnes dcJ gobierno local, de instituciones, de empresas justifica el detalle de esos otros fondos, en efectivo y valo-
o de partIculares.
rizados, es que permiten calcular con más exactitud los
• Uso de espacios y locales propios, a]quilados o cedidos en
cO!1lodato o préstamo para utilizar en actividades del pro-
costos reales de las actividades.
yecto. Previendo la cuestión de la sustentabilidad, sobre todo
en su sentido económico, es dese3ble que e] presupuesto
muestrc una curva dccrecicnte de los aportes solicitados a
Los c.riterios par3 las valorizaciones de los aportes no la instancia financiadora y crecicnte de los otros aportes a
monetanos .pue.de~l ser, por ejemplo, el valor del alquiler lo largo del pcríodo completo de ejecución. Hay guías de
de un espacIo sImIlar en la zona según inmobiliarias loca- fonnulación que así lo estipulan; por ejemplo, para un pro-
les, .el salario por hora de una ocupación similar a la que yecto previsto por un período de tres años, en el primero
rea]¡z311los recursos humanos voluntarios, el valor de mer- los aportes de la don3ción (o préstml1o) pueden ser del
cado de los medicamentos donados, etcétera; esos criterios 90'X, y 10% los de contraparte local; en el sef, 1mdo, 70% y
J

se explicitarán en la mencionada {m.re de cti/mlo. En cuanto 30%, Y en el último año, 50% y 50%.
a los otros aportes ]ocales monetarios, a veces denomina- Una vez aprobado e] proyecto, para la ejecución presu-
dos 1'eCU1'SOS genuinos, pueden provenir de cuotas de asocia- puestaria h3brá que guiarse por el programa operativo de
dos,. donacÚ~nes de dinero por parte de empresas o cada período y el consecuente cronograma de ejecución
partICulares, lI1gresos por vent3 de bienes o servicios aran- detallada, de modo de calcu]ar el flujo financiero en forma
celados por el propio proyecto, por ferias o festiv3les, et- mensual y poder contar con disponibilidad de dinero que
cétera. permita ir 3frontando los gastos en forma oportuna, evi-
. Cuando .l(~s proyectos son financiados por varias agen- tando riesgos de obstaculizar ]a ejecución por demoras ad-
CIaSquc So]¡clt3n reportcs financieros por sep3rado, el pre- ministrativ3s o financier3s.
supuesto y los ulteriores informes de su ejecución deben
pennitir diferenciar esas distintas fuentes.
Hemos encontrado resistencias, sobre todo por parte
de algunas organizaciones de ]a sociedad civil, a detallar y

70 71
OIga Nirenbe7'g, Josette Brawe77Jzany Violeta Ruiz La lógica de la programación en la formulación de proyectos
Cronograma de ejecución
ciones en la temática a abordar servirá para poner de ma-
nifiesto su grado de idoneidad.
Se deberá establecer la duración de cada actividad; el Se anexarán carpetas o folletos institucionales y los an-
conjunto de esas estimaciones temporales puede mostrar- tecedentes resumidos de las personas más significativas.
se gráficamente, por mes y por año, para brindar claridad Un aspecto muy importante de la modalidad de gestión
acerca de los momentos de inicio y terminación de cada es la participación que tendrán los diferentes actores, en
actividad, así como para entender su encadenamiento (se- especial la población destinataria (o sus familiares, en el ca-
cuencias y simultaneidades). Vedo así graficado muchas so de población infantil) y la comunidad respectiva, en las
veces permite corregir su duración y agregar actividades distintas actividades y momentos del proceso. Tales preci-
que no habían sido previstas.
siones permitirán aclarar el carácter participativo del proyec-
El cronograma que se presentará en el documento de ]a to. También se señalarán los otros actores -organizaciones,
propuesta constituye un esquema de ejecución idea], que instituciones sectoriales, grupos, otros programas o pro-
deberá ir ajustándose en las sucesivas programaciones ope- yectos- con los que se llevarán a cabo coordinaciones o ar-
rativas; aún con tal flexibilidad, sirve de inestimable guía ticulaciones. Ello permitirá visualizar el carácter asociativo
para la acción. Por otra parte, para elaborar e] flujo finan- de la propuesta y la disposición para desarrollar un trabajo
ciero es necesario tener cierta claridad acerca del crono- en red.
g-rama.

Evaluación
Modalidad organizativa y de gestión del proyecto
Se expondrá sintéticamente la forma en que se espera
Se explicará el modo previsto de gerencia miento y se evaluar el proyecto, tanto a ]0 largo de la gestión como una
presentará un esquema de las responsabilidades, roles y vez finalizado. Se presentarán las dimensiones a conside-
funciones de las personas incluidas en el equipo técnico de rar, las variables e indicadores, las metodologías y técnicas
conducción y administración. La estructura de gestión del a utilizar, los momentos de aplicación y los responsables de
proyecto debería ser coherente con sus componentes y ac- llevada a cabo. Se aclarará si se opta por autoevaluación,
tividades.
evaluación interna o externa o una combinatoria de esas
Se caracterizará brevemente ]a institución responsable modalidades.
y se sintetizarán las profesiones y experiencias de ]os prin- Tbdas las agencias de cooperación o Einanciamiento so-
cipales integrantes del equipo técnico. Si se prevé que la licitan incluir formas de evaluar las gestiones y los resultados
instihlción a cargo de la gestión financiera será diferente de los proyectos que apoyan. Por otra parte, reiteramos
de la que va a asumir los aspectos técnicos, se mencionarán que la evaluación permite la reflexión sobre la propia prác-
todas las organizaciones involucradas, aclarando sus res- tica y, por ende, hace posible corregir la dirección de la ac-
pectivos roles.
ción en forma oportuna.
La inclusión de los antecedentes y la experiencia de la La evaluación debería programarse como una actividad
institución y de las personas que llevarán adelante las ac- continua del proyecto, de modo de poder atribuide los

72 73
Oiga NiTC71belg,Josette Brrnve771zany Violeta Ruiz La lógiCilde la programación en la formulación de pl'oyectos

tiempos y los recursos (humanos, materiales y financieros) Es importante identificar los riesgos posibles y la mane-
requeridos para llevada a cabo. Insistimos en esta cuestiÓn ra en que se espera sortearlos. Los riesgos son aquellas
pues es muy común que los proyectos sociales no prevean cuestiones que pueden influir en los procesos del proyecto
Ja evaluaciÓn como actividad en la formulaciÓn y luego se y obstaculizar el logro de sus fines, pero cuyo control está
encuentran sin los recursos necesarios para realizada. por fuera del dominio de sus ejecutores. Aun así es posible
plantear algunas estrategias que, aunque no permitan evi-
tados del todo, procuren morigerarlos. Para citar un ejemplo,
Diseminación y difusión es frecuente que las autoridades políticas que respaldan o
adhieren a una propuesta finalicen su gestiÓn durante el
Las agencias gubernamentales y Jas de cooperaciÓn sue- período previsto para la ejecuciÓn; en esos casos se debe
len estar interesadas tanto en eJ éxito loca] de los proyectos expJicitar la manera en que se procurará la sensibilización,
como en la transferencia y repliclciÓn de las experiencias en la adhesión y el compromiso de las autoridades que even-
otros contextos. Por lo tanto, la propuesta debed explicitar tualmente sucedan a las iniciales/7 de modo que no se per-
las acciones de conceptualizaciÓn y sistematizaciÓn, así co- judique Ja continuidad de las acciones del proyecto. En
mo las de difusiÓn y diseminación que se llevan'ín a cabo algunas localizaciones donde el problema de la violencia o
acerca de la experiencia desarrollada. la delincuencia es grave, es conveniente aclarar los meca-
_ Por otra parte, las actividades comunicacionales y de di- nismos por los que se intentarán proteger los bienes o
fusiÓn se vinculan con !;J transparencia de las gestiones y equipos a incorporar, probablemente mediante acuerdos
con ]a posibilidad de concitar adhesiones por parte de los establecidos con las fuerzas de seguridad locales.
diferentes actores, es decir, con la cuestión más genera] de Algunas agencias de cooperaciÓn solicitan adjuntar ava-
la construcción de viabilidad. Por elJo es aconsejable acla- les o cartas de adhesiÓn a las propuestas por parte de actores
rar cómo la comunicaciÓn y la difusiÓn contrilmidn a la significativos y autoridades gubernamentales o institucio-
sustentabilidad de los procesos incorporados por el pro- nales locales, para corroborar así su viabilidad política.
yecto cuando eJ período subsidiado finalice. Se explicitará, además, la estrategia general o los meca-
nismos para asegurar la sustentabilidad o institucionaliza-
ción de las acciones una vez que finalice el período de
Viabilidad y riesgos del proyecto vigencia del subsidio o donación.

En el capítulo éJnterior se dieron precisiones acerca del


concepto de viabilidad en sus aristas políticas, sociales y
técniccJs, así como de los diferentes momentos de la ges-
tiÓn de un proyecto en que debe ser considerada. Se cxpli-
17. Por ejempJo, cn el caso de proyectos locales, cn el marco dc mu-
carán las estrategias previstas para dotar de viabilidad nicipios o provincias (cstados) pueden Jlevarse a cabo rcunioncs con los
inicia] a la propuesta, para su implantación, para su consc- candidatos dc los principales partidos políticos para su información y
cuciÓn de acuerdo con lo programado y para su finaliza- scnsibilización acerca de las características del proyecto, en procura de
ci(¡n en términos sustentables. sus adhesiones.

74 75
Oiga Nirenberg, Josette Brawe177zany Violeta Ruiz La lr5gicade la programación en la ft177zulación de pt"oyectos

La propuesta preliminar o carta de intención ción y compromisos de otros actores sin la correspondien-
te documentación o evidencia que los respalde.
Como hemos podido constatar a lo largo de este capí- Por lo tanto, el contenido y la secuencia lógica de una
tulo, la formulación de una propuesta implica un esfuerzo presentación preliminar es prácticamente la misma que la de
considerable y una importante movilización de actores. una formulación definitiva del proyecto, pero es notable-
Por ello, antes de afrontar ese proceso, es recomendable mente menor el grado de detalle en cada uno de los puntos.
preparar un anteproyecto o carta de intención que permi- Una presentación de esa índole no debería superar las
ta sondear la posibilidad de conseguir apoyos para el pro- cinco o seis ¡xíginas; por ello, deberá equilibrarse bien la ex-
yecto deseado. tensión que se dará a cada uno de los ítems sugeridos. El for-
En esta etapa preliminar las presentaciones suelen estar mato será el de una carta, en estilo coloquial, dirigida a quien
escasamente pautadas,IH si bien incluyen requerimientos re- tenga el poder de decisión para determinar la posibilidad de
lativos a la idm principal (la esencia del proyecto y sus funda- una propuesta ulterior más detallada. Se deberá anexar la do-
mentos), cumentación institucional y curricular pertinente .
. . algunas precisiones acerca de la IOCfllizaÚón,
eSbmaClOnes acerca de ]a magnitud y las características ge-
nerales de ]a P?blaÚrln de.\"tinatm·ia, los problemas que se pre-
tenden resolver, ima descripción sintética y genera] de la Algo más sobre la formulación del proyecto
estrategia o modalidades de intervencÚln que se adoptarán, la en un documento
conformación general del equipo técnico que llevaría adelante
la ejecución, la duración total de] proyecto, una estimación A lo largo de este capítulo se hicieron muchas referen-
de los fondos totales requeridos para su concreción, las adhesio- cias a ]a necesidad de plasmar el proyecto deseado en un
nes o respaldos con que cuentan y los antecedente.\" que avalan documento escrito, según pautas establecidas, sobre todo
a la institución y las personas que presentan la propuesta. para ser presentado ante instancias decisorias, que even-
Estas presentaciones preliminares no serán muy deta- tualmente podrán brindar apoyos -políticos, técnicos y/o
lladas; por ejemplo, se incluye la duración total requerida financieros- para su realización, pues ésta es la situación
(a lo sumo por etapas o fases) y no el cronograma; se pre- más frecuente. Pero aun en el hipotético caso de que no se
senta el monto total solicitado y no el presupuesto abierto requiera buscar apoyos, recordemos que el documento es-
por rubros; se brinda una caracterización y estimación glo- crito tiene múltiples utilidades. Entre ellas sobresalen la de
bal de los beneficiarios sin mayores precisiones sobre la objetivar la racionalidad de la propuesta, otorgar previsión
cantidad por tipos o actividades; se mencionan ]a participa- a la acción, nivelar su significado para sus protagonistas,
conservar la memoria de lo propuesto y brindar transpa-
rencia a la gestión.
18. Sin embargo, dcbemos mcncionar que esta ctapa dc fÓrmulación La formulación escrita de un proyecto no significa que
preliminar es~á siendo últimamente adoptada, con carácter formal, por 11'
permanezca inmutable a la largo del proceso de ejecución; 1,

vanas Il1stanclas gubernamcntales o agencias de cooperación, a modo de


"filtro" para la selección de propucstas. Por ende, ya existen algunos
por el contrario, el documento será flexible y modificable
ejemplos de guías para presentaciones preliminares. En el capítulo 4 ha- en sucesivas versiones acumulables, para que la memoria
cemos algunas referencias a esta etapa. no sólo pueda conservarse sino realimentarse.

76 77
Josette Brawerlllan, Oiga Nirenberg y Violeta Ruiz
La lógica de la programación en la formulación de proyectos

1. ¿POR QUÉ PLANIFICAR/PROGRAMAR?


III. LOS COl\.'TEl\.'IDOS DE LA FORMULACIÓN DE UN PROYECTO

Problema/s que procura resolver - para qué se reaji


zará el proyecto.
SITUACIÓN INICIAL QUE RESULTA
Identificación de factores relacionados con el pro-
blema ~ explicación.
INSATISFACTORIA
Magnitud y relevancia del problema: quiénes y

!
cu,intos sc ven afectados, directa e indirectamente, por
F undamcntación,
ese problema ~ destinatarios potenciales (o pobla-
justificación,
ción objetivo). Cuál es la evolución (series) y ~lué pa-
diagnóstico
saria si no se actúa sobre el problem'J (proyeccIOnes).

Localización ~ dónde se llevará a cabo ¡contexto (po-


lítico, institucional, ecouÚmico, demogr.itlco,. social y
srrUACfóN DESEABLE/FUTURA
cultural).
IMAGEN OBJETIVO - ADÓNDE SE DESEA ARRIBAR
Mapeo de actores (que pueden contribuir u oponerse)
y recursos disponibles.

VinculaciÚn del problema y clmodo propuesto para su


resoluciÚn, con bs líneas poJítieas de la instancia a la
n. ¿QUÉ ES PLANIFICAR/PROGRAMAR?
Pertinencia que se solicita apoyo.
y anteccdentes
Pensar en un futuro deseable, en una situación que se aspira alcanzar Historia dcl problema en cl proplO contexto o en
otros. FonDas previas de abordado.
Prever una serie de acciones y organiz'Jr los pasos para alcanzar un tln

Identitlcar los recursos necesarios para realizar las acciones


Objetivos Qué se propone cumplir en términos cualitativos y
Prever cómo evaluar procesos y resultados y tllctas cuantitativos y en funciÚn de los tiempos prevlsros.

Cantidad y perfIl ~ a cu,intos y a quiénes incluye, sobre


Bendiciarios
ES UN PROCESO CONTINUO QUE SE REALIZA ANTES la base dc qué criterios.
Y DURANTE LA EJECUCIÓN DE ACTIVIDADES

Componentes ~ líneas de aeeiÚn.


Modalidad
de intervención Atributos de ]a gcstiÚn: integrali(lad, participación,
gestiÚn asoeiativa, trabajo en red.

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Josette Brawerman, OIga Nirenberg y Violeta Ruiz La lógica de la programación en la ftrmulación de proyectos

Descripción de actividades Iv. SUGERENCIA DE RUBROS PRESUPUESTARIOS

Plan de trabajo
Detalle de recursos para cada actividad: humanos,
materiales, de equipamiento y construcciones. • Personal: salarios del personal del equipo para la conducción y admi-
nistración del proyecto y del personal fijo durante el período (capaci-
tadores, supervisores, etcétera).
CronogTama Tiempos estimados según actividades (gráfico).
• Consultores: honorarios por asesorías o consultorias temporales.

Presupuesto Costos estimados agrupados según rubros (cuadro). • Actividades educaeionalcs: gastos por realización de talleres, semi-
Bases de cíleulo. narios, cursos de duración acotada en el marco temporal del proyecto
(puede incluir honorarios docentes, vi<iticos, pasajes, alquiler de equi-
pos y locales, etcétera).
Flujo financiero
Oportunidad del gasto ~ plan de desembolsos.
Materiales educacionales: gastos por ela boración y cdición de carti-
llas, videos u otros materiales educativos.
Perfiles y términos dc referencia para los miembros
del equipo técnico ~ organigrama, misiones y til11cio- Materiales para la difusión: gastos por la elaboración de videos, fo-
Modalidad
nes. lletos, documentación, intercambios en red, etcétera.
organizativa
y actores
responsables Característieas de la/s institllción/e.\" /'f.'jJo11.raúlesy de las Otros insumos: gastos en alimentos, vacunas, medicamentos, semi-
penYl1lllS relevantes ~ idoneidad de organizaciones y per- IIas, etcétera.
sonas que llevarán adelante la propuesta.
Construcciones: g'lstos por construcciones nuevas, refacciones, re-
modclaciones o ampliaciones.
Propuesta de modelo evaluativo, modalidades y cro-
Sistematización nograma para la evaluación. Sistema de registros. Téc- Equipamiento: gastos por equipos de computación, de video, nme-
y evaluación nicas e instrulnentos. bles, aparatos, etcétera.

Formas de sistematización, diseminación y difusión. I I • Pasajes, transporte y viáticos: gastos por pasajes aéreos, por tierra o
'lgu,¡, por combustible o uso de vehículo, para traslado hasta la sede del
proyecto o por actividades, y gastos por estadías y comidas.
Estrategias panl la sustentabilidad social y económica.
Sustentabilidad
Gestión de recursos (llmd mi.ring) . • Administración y uso de oficina: gastos de teléfono, luz, gas, segu-
e
institucionali- ros, fax, papelería, materiales de librería, programas de computación,
Estrategias p'Jra la sustentabilidad política ~ influencia
zaciÚn
etc., requeridos para la sede y la administración del proyecto.
en las agendas públicas y en las estructuras y dinámi-
cas de las organizaciones.
Evaluación: gastos por evaluación externa, por producción de mate-
riales evaluativos (cuestionarios, cartillas, etcétera).
Viabilidad Estratcgias y actividadcs para la construcción de la via-
y riesgos bilidad social, técnica y política, y para la superación
de los riesgos previsiblcs.

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