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¿Qué es?
Esta inteligencia es la capacidad de unir los movimientos del cuerpo a los impulsos
mentales para lograr el perfeccionamiento del desarrollo físico, este procedimiento está
denominado como “inteligencia kinestésica”. Las habilidades de esta inteligencia
comienzan con dominar los movimientos automáticos y voluntarios, hasta lograr un
desempeño ágil, armónico y competente.
Todos estos objetivos en relación con uno mismo tendrán un objetivo final:
llegar a conocer nuestro cuerpo.
Gruesa:
A diferencia de la psicomotricidad fina que trabaja movimientos y actividades de precisión y
coordinación, la psicomotricidad gruesa se encarga de trabajar todas las partes del cuerpo,
por medio de movimientos más bruscos como es caminar, correr, saltar y demás
actividades que requieren esfuerzo y fortalece cada parte del cuerpo.
Es importante trabajar la motricidad gruesa desde temprana edad para que los niños
fortalezcan sus músculos y adquieran agilidad. Con el paso del tiempo y por medio de
diferentes ejercicios los niños pueden mezclar el movimiento de su cuerpo con las
emociones, pensamientos y sentimientos, esto les permitirá expresarse por medio de cada
parte de su cuerpo y que conozcan lo que pueden hacer al tener control del mismo, tanto en
la parte física como emocional.
Además de trabajar los movimientos del cuerpo, por medio de ejercicios de psicomotricidad
gruesa, también se ayuda a que los niños puedan expresarse de forma apropiada a partir
de gestos, después de los 6 meses los bebés empiezan a realizar movimientos más fuertes,
los cuales pueden ser guiados para que los músculos se fortalezcan y con el paso del
tiempo se pueda caminar y correr con mayor facilidad.
Un punto muy importante de aclarar es que para el futuro desarrollo de la motricidad fina, es
necesario que previamente se desarrolle la motricidad gruesa. Cuando un niño ha
desarrollado y coordinado sus movimientos gruesos, está listo para comenzar el desarrollo
de la motricidad fina y la posterior grafomotricidad.
Las actividades para desarrollar la motricidad gruesa son especialmente importantes porque
ayudan a perfeccionar y a coordinar las que el niño ha estado desarrollando desde que
inició la marcha o comenzó a caminar.
Un niño que ha desarrollado bien su motricidad gruesa tendrá menos problemas para
aprender a escribir, para practicar deportes y tendrá más estabilidad y equilibrio, algo
fundamental para mantener movimientos coordinados. Será un niño seguro de sí mismo,
más competitivo físicamente y reaccionará de manera más rápida que otros, por lo que
ejercitarla desde el primer ciclo de infancia es fundamental para perfeccionarla.
CARACTERÍSTICAS:
● Suelen explorar el entorno y el medio a través del sentido del tacto y los
movimientos.
● Tendencia a hacer uso del cuerpo para la expresión de emociones y sentimientos.
Control del lenguaje no corporal.
● Aprendizaje fácil y rápido de nuevas destrezas de tipo físico.
● Sentido del ritmo y de la coordinación. Sobre todo para la coordinación
mano-ojo.
● Destreza en la motricidad tanto fina como gruesa.
● Aprenden más fácilmente mediante la participación, la interacción y la experiencia
directa. Así como prefieren las experiencias concretas de aprendizaje a las
abstractas.
● Tienen sensibilidad hacia los espacios físicos y el medio.
● Interés por probar nuevas actividades de tipo físico que no ha realizado
anteriormente. Personas inquietas físicamente.
● Atracción por el deporte, la danza y actividades manuales como pintura, costura,
etc.
● Hacen uso del movimiento para la obtención de información acerca de ellas mismas
y su entorno.
● Elevada conciencia corporal a nivel interno y cuidado del cuerpo mediante hábitos
saludables.
● Capacidad para el manejo y manipulación de diversos instrumentos y objetos.
● Seguridad, precisión y agilidad en sus movimientos.