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La prótesis de cadera es uno de los mayores adelantos de la cirugía ortopédica de este siglo.
Esta técnica supone la sustitución de una parte o de la totalidad de una articulación lesionada
por una articulación artificial denominada prótesis.
La razón más frecuente para colocar una prótesis total de cadera es la de eliminar el dolor y la
incapacidad que causa una destrucción severa de la articulación. Las superficies de la
articulación pueden estar dañadas por la artrosis, proceso en el que se produce el desgaste del
cartílago articular La articulación también puede resultar dañada por la artritis reumatoide. En
esta enfermedad, la membrana sinovial produce unas sustancias químicas que atacan la
superficie articular y destruyen el cartílago articular. En estos casos, el dolor y la rigidez son los
principales síntomas y el paciente evita la utilización de la articulación. Cuando la destrucción
articular es importante, una prótesis total de cadera puede permitir al paciente volver a
desempeñar sus actividades diarias.
El diagnóstico de la artrosis o de la artritis rematoide incluye anotar los síntomas del paciente,
realizar una exploración física, pruebas de laboratorio y radiografías que muestran la extensión
de la destrucción articular.
Una vez hecho el diagnóstico (artrosis, artritis reumatoide u otros) puede considerarse la
posibilidad de colocar una prótesis siempre después de que el tratamiento no quirúrgico u
otras alternativas quirúrgicas hayan fallado.
Figura 1: Destrucción de la articulación de la cadera en la artrosis avanzada
Los materiales utilizados en las prótesis totales, así como los diferentes modelos que se
fabrican, están diseñados para permitir una movilidad similar a la de la articulación normal y
que sean tolerados lo mejor posible. Se utilizan diversos materiales tales como metales (acero
inoxidable, aleaciones de cobalto, cromo y molibdeno y titanio. Las cerámicas entran en la
composición de algunos modelos. El plástico es de polietileno.
El roce entre estos materiales puede producir desgaste de la prótesis, pero la calidad actual de
todos ellos permite que este desgaste sea mínimo y que las prótesis sean toleradas cada vez
por más largo tiempo. Se puede utilizar cemento para fijar los elementos de la prótesis al
hueso, pero también existen prótesis no cementadas que se encajan en el hueso adhiriéndose
directamente al mismo. En ocasiones se puede cementar una de las piezas (el vastago) y dejar
sin cementar la otra (el cotilo), en cuyo caso se habla de prótesis híbrida.
Figura 2: Prótesis total de cadera una vez colocada para sustituir la articulación
También puede producirse una infección por diseminación de una infección que existe en otro
lugar del cuerpo. Para prevenir este tipo de infecciones, las personas portadoras de prótesis
total deben tomar antibióticos antes de ser sometidos a una limpieza dental así como otros
tipos de cirugía. Si se produce una infección debe ser tratada con antibióticos. También hay
que prestar atención a la posibilidad de que aparezca una trombosis en las venas del miembro
inferior y para tratar de evitarlo se realizará una prevención con el uso de anticoagulantes
según decida el equipo médico correspondiente.
Hay otras complicaciones que están directamente relacionadas con la implantación de una
prótesis:
Aflojamiento
Es el problema mecánico más frecuente tras la implantación de una prótesis. Produce dolor y,
si el aflojamiento es importante, puede ser necesario sustituir la prótesis por otra. Nuevos
métodos para fijar la prótesis al hueso pueden reducir o eliminar este problema en un futuro.
Luxación
Desgaste
Suele producirse lentamente. Contribuye al aflojamiento pero raramente es necesario
intervenir a causa del desgaste por sí solo. Los nuevos modelos han reducido esta
complicación.
Rotura
La rotura del implante es muy rara. Si ocurre es necesaria una segunda intervención.
Lesión nerviosa
Raramente se lesionan los nervios próximos a la articulación intervenida. Esto ocurre en los
casos en los que el cirujano debe corregir una articulación muy deformada para colocar la
prótesis. Con el tiempo se suele recuperar la función nerviosa.
Lesión vascular
La serie de monografías "Manual para el Paciente" ha sido preparada por miembros de la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica
y Traumatología (SECOT) e intenta contener información actual. Sin embargo, no representa una política oficial de la Sociedad y su
texto no significa la exclusión de otros puntos de vista aceptables. Para preguntas relativas a estos temas, debe de consultar a su
Traumatólogo y Cirujano Ortopédico, que le informara sobre las condiciones y los distintos tipos de tratamiento realizables para
cada caso concreto.
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