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En 1911 viajará a París al conseguir una beca para ampliar sus estudios.
Introducción
Su obra poética se inicia con Soledades (1903), que fue escrita entre
1899 y 1902. En el breve volumen notamos ya muchos rasgos personales que
caracterizarán su lírica posterior.
En Soledades, Galerías y otros poemas (octubre de 1907) la voz del
poeta se alza con personalidad propia. En este mismo año, se instala en la
ciudad de Soria para enseñar francés. En esta ciudad conocerá a la que será su
esposa Leonor. Quizá lo más típico de esa personalidad sea el «tono»
nostálgico, suavemente melancólico, aun cuando hable de cosas muy reales o
de temas muy de la época: jardines abandonados, parques viejos, fuentes,
etc. Espacios a los cuales va aproximándose a través del recuerdo, del sueño o
de las ensoñaciones.
viajero, el camino, la fuente, la luz, la tarde, las abejas, las moscas, las
galerías, el agua que fluye, la noria...) y aporta una nueva estrofa, la silva
arromanzada, compuesta por versos imparisílabos de arte mayor y menor,
incluidos alejandrinos de 7 + 7, con rima asonante en los pares.
Soledades
El libro Soledades aparece en pleno apogeo del movimiento modernista,
lo que es bien visible en la mayoría de los cuarenta y dos poemas que lo
componen. Predomina en ellos el tono melancólico y doliente, la anécdota
argumental es prácticamente inexistente y los temas son los característicos del
intimismo posromántico: el amor, el paso del tiempo, la soledad, la infancia
perdida, los sueños, ... Pretende Machado captar en sus versos lo que él
denomina universales del sentimiento:
Estilo y Simbolismo
Simbología de Machado
Temática:
Campos de Castilla
Publicado inicialmente en 1912, con las posteriores adiciones, Campos de
Castilla consta finalmente de cincuenta y seis poemas. En ellos se advierten
cambios fundamentales con respecto a Soledades: se atenúan
considerablemente el subjetivismo y la introspección y, por el contrario, pasa a
primer plano la realidad exterior.
También del período de Baeza son los poemas con cuadros de paisaje y
tipos andaluces, en los que Machado - tras haber observado el mundo de
latifundios, señoritos y miseria - presenta una dura visión de la España
tradicional religiosa y conservadora, desde una ideología abiertamente
progresista.
4. CONCLUSIONES
En Soledades, el autor nos muestra una búsqueda del propio yo, que a
su vez le sirve para encontrar también el significado de otros interrogantes
profundos de la vida (el amor, el paso del tiempo, la soledad, la muerte...) Los
versos de este promer libro de Machado nos evocan a un romanticismo
contenido, sin demasiadas florituras, más bien sobrio.
En Campos de Castilla, en cambio, podemos apreciar un cambio de estilo
e incluso de interés. Machado parece decirnos que su búsqueda interior ya le
ha dado suficientes frutos, o quizás le ha producido cierto hastío que le
impulsa hacia un nuevo camino de búsqueda espititual. Esta nueva vía es la
observación de la realidad externa: el paisaje.
De todas formas, en los dos libros se puede observar la gran
espiritualidad y humanidad de Machado. Sus palabras sencillas, sinceras y sin
malabarismos retóricos nos transportan mágicamente a una niñez común,
como si sus palabras viniesen inspiradas por un sentido universal, presente en
el subconsciente colectivo. Sus versos son intemporales; tanto nos evocan el
pasado de España como pudieran ser totalmente contemporáneos.
En su camino espiritual, Machado ha elegido sobre todo, la observación.
La contemplación de su propio interior, de sus sentimientos y sus
pensamientos se produce en Soledades de un modo muy intenso, pero siempre
con una sujeción a la realidad, sin divagar demasiado en fantasías. Este
anclaje no lo muestra su constante devenir acerca de los paisajes, tanto
“interiores” como “exteriores”. En Campos de Castilla esta sujeción parece
invertirse. Es decir, se focaliza más la atención hacia la realidad exterior, pero
siempre bajo un humanismo, un puntal filosófico que permite observar la
realidad en su totalidad. Como en un influjo zen, Machado nos enseña a amar
lo sencillo de la vida, la realidad misma, sin tapujos, sin mentiras. Uno puede
aprender que lo bonito no es lo bello, sino lo real.
El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.
5. BIBLIOGRAFIA:
- http://masmachado.wordpress.com/contexto-historico/
– http://www.rinconcastellano.com/sigloxx/intr_sigloxx.html
– http://www.rinconcastellano.com/sigloxx/amachado.html
– http://jaserrano.nom.es/Machado/Soledades.htm