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El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.

1. CONTEXTO HISTÓRICO, POLÍTICO, SOCIAL Y


ARTÍSTICO DE LA ÉPOCA EN LA QUE ESCRIBIÓ EL
AUTOR.

Durante el siglo XX, en el mundo occidental se produjeron una serie de


acontecimientos que marcaron su historia. Fueron las dos guerras mundiales,
la Revolución Rusa y la guerra fría.

Podemos establecer los siguientes períodos históricos, en torno a estos


acontecimientos.

• De principios de siglo hasta la Primera Guerra Mundial (1900-


1914). Período de expansión económica y esplendor artístico (es la
belle époque). Se desarrolan los movimientos obreros, y los
intelectuales viven la crisis de la conciencia burguesa.
• La Primera Guerra Mundial (1914-1918), provocada por rivalidades
coloniales, finaliza con la Conferencia de París (1920); con ella, la
hegemonía mundial pasa de Europa a Estados Unidos. Mientras, en la
Rusia de 1917 se había producido la revolución comunista.
• El período de entreguerras (1920-1939). Se inicia con la euforia
económica de los felices años veinte. La industrialización vertiginosa crea
tensiones sociales que estalla tras la gran crisis de 1929. En la década
de 1930 nacen los totalitarismos y, al mismo tiempo, pierden apoyo
popular las democracias liberales.
• La segunda Guerra Mundial (1939-1945). La invasión alemana de
Polonia provoca la generalización del conflicto. La intervención de
Estados Unidos pone fin a la guerra con las bombas atómicas sobre
Hiroshima y Nagasaki, y se inicia la era nuclear.
• La posguerra. Los acuerdos internacionales tras la guerra dividen el
mundo occidental en dos bloques antagónicos: el comunista y el
capitalista, que compiten en la carrera armamentística y espacial. Es la
llamada guerra fría.
• El fin de los dos bloques. El panorama político se transforma tras la
desaparición del muro de Berlín (1989) y la unificación alemana (1990).
El final del siglo XX queda marcado por las abismales desigualdades
entre el mundo industrializado y el Tercer Mundo, por los avances de las
tecnologías de la información y por la globalización de la economía y los
conflictos.
El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.

2. BIOGRAFÍA DEL AUTOR.

Antonio Machado nació en Sevilla el 26 de julio de 1875. En 1883, su


abuelo fue nombrado profesor de la Universidad Central de Madrid y toda la
familia se traslada con él a dicha ciudad. Antonio Machado completa entonces
su formación en la célebre Institución Libre de Enseñanza.
En 1889 empieza sus estudios de bachillerato, primero en el instituto San
Isidro y después en Cardenal Cisneros. Es en esa época cuando se aficiona al
teatro junto a su hermano, y comienza a asistir a tertulias. Machado
interrumpe varias veces sus estudios, afectado por los problemas económicos
de su familia tras la muerte de su padre por tuberculosis en 1893 y su abuelo, tres
años más tarde. El influjo familiar y su centro de estudios marcaron su camino
intelectual. Por aquella época, conoce a Valle-Inclán en una tertulia. Trabaja en la
parte de los verbos, en el Diccionario de ideas afines.
En 1899, Antonio Machado viaja a París, donde vive su hermano el poeta
Manuel, con quien en lo sucesivo emprenderá una carrera conjunta de autores
dramáticos, y trabaja de traductor para la Editorial Garnier. Allí entrará en
contacto con, por ejemplo, Oscar Wilde y Pío Baroja y asiste a las clases del
filósofo Henri Bergson, que le impresionan profundamente. Vuelve a España y
trabaja de actor mientras alcanza el título de bachiller.
En 1902 vuelve a París y conoce a Rubén Darío. De vuelta a Madrid entabla
amistad con Juan Ramón Jiménez y publica Soledades (1903).

En 1907 publica Soledades, Galerías y Otros poemas, una versión


ampliada de Soledades, y gana las oposiciones al puesto de catedrático de
francés. Elige la vacante del instituto de Soria, donde entabla amistad con
Vicente García de Diego que era catedrático de latín y griego del mismo
instituto. Conoce a Leonor Izquierdo, que trabajaba en casa de Vicente García
de Diego, con la que se casará dos años después; teniendo ella 15 y él 34
años.

En 1911 viajará a París al conseguir una beca para ampliar sus estudios.

En 1912 publica Campos de Castilla, obra en la que el autor se separa de


El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.

los rasgos modernistas que presentaba su obra Soledades y del intimismo


hacia el que había evolucionado en Soledades, galerías y otros poemas,
acercándose a las inquietudes patrióticas de los autores de la Generación del
98; en efecto, ha mantenido una amplia correspondencia epistolar con Miguel
de Unamuno y algunas de sus ideas se reflejan en este libro. En Baeza, en
1917, conoce a Federico García Lorca, con el que entabló gran amistad.

En 1919 se traslada a Segovia, donde encontrará un ambiente cultural


más acorde con sus gustos y comenzará a participar en las actividades de la
reciente Universidad Popular, que tiene como objetivo la extensión de la cultura
a los sectores sociales tradicionalmente más apartados de ella. Así, fue
profesor de francés en el Instituto de Segovia,[1] donde conoció a Mariano
Quintanilla. Continuará hasta 1932.
El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.

3. LA DESCRIPCIÓN DEL PAISAJE FÍSICO Y MENTAL EN


LOS POEMAS DE LAS OBRAS SUGERIDAS.

Introducción
Su obra poética se inicia con Soledades (1903), que fue escrita entre
1899 y 1902. En el breve volumen notamos ya muchos rasgos personales que
caracterizarán su lírica posterior.
En Soledades, Galerías y otros poemas (octubre de 1907) la voz del
poeta se alza con personalidad propia. En este mismo año, se instala en la
ciudad de Soria para enseñar francés. En esta ciudad conocerá a la que será su
esposa Leonor. Quizá lo más típico de esa personalidad sea el «tono»
nostálgico, suavemente melancólico, aun cuando hable de cosas muy reales o
de temas muy de la época: jardines abandonados, parques viejos, fuentes,
etc. Espacios a los cuales va aproximándose a través del recuerdo, del sueño o
de las ensoñaciones.

En lo fundamental este intimismo nunca desaparece, aunque en la


entrega siguiente, Campos de Castilla (1912), Antonio Machado explore
nuevos caminos (no en vano, es su libro noventayochista). En la colección de
1912 el poeta mira, sobre todo, al espacio geográfico que le rodea —las tierras
castellanas— y a los hombres que lo habitan. A la sección Campos de Castilla
que figura en la edición de Poesías completas (1917) se añadirán nuevos
textos que no figuran en la de 1912.
La poesía de Machado se aleja de la concepción modernista de que ésta
es meramente forma y la suma de las artes. No importa tanto la forma, la
musicalidad, la buena rima, si no se cuenta nada íntimo y personal. El verbo es
lo más importante, porque expresa el tiempo, la temporalidad que él considera
esencial. "El adjetivo y el nombre / remansos del agua limpia / son accidentes
del verbo / en la gramática lírica / del hoy que será mañana / del ayer que es
todavía". Pero no desdeña algunos de los ropajes modernistas, aunque sin
abusar de los mismos, usa una compleja red de símbolos personales (el
El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.

viajero, el camino, la fuente, la luz, la tarde, las abejas, las moscas, las
galerías, el agua que fluye, la noria...) y aporta una nueva estrofa, la silva
arromanzada, compuesta por versos imparisílabos de arte mayor y menor,
incluidos alejandrinos de 7 + 7, con rima asonante en los pares.

La poesía, "una honda palpitación del espíritu", es la expresión íntima del


sentimiento personal del poeta, pero, aunque íntima, pretende ser universal:
es "el diálogo del hombre, de un hombre, con su tiempo". La poesía es un
diálogo de un hombre con el tiempo de cada uno. El poeta pretende eternizar
ese tiempo objetivo para que permanezca vivo el tiempo psíquico del poeta,
para que sea universal.

Rechaza el Creacionismo porque cultiva la imagen como algo en sí


mismo. También le da mucha importancia al sentimiento que ha de impregnar
la imagen. Las imágenes que no parten del sentimiento, sino sólo del intelecto,
no valen nada. También rechaza la poesía surrealista, porque no tiene
estructura lógica. Para él esto es una deshumanización, que no comparte. La
poesía debe hablar con el corazón.

Empleó con mucha frecuencia la rima asonante, las formas de la lírica


popular - romances, coplas y cantares - y de la culta, el soneto, la silva,...

Su poesía es el resultado de la conjunción de una extremada sobriedad y


sencillez formal con la emoción sincera y humana. No es compañero de la
retórica excesiva, metáforas brillantes, vocabulario rebuscado, elementos
decorativos y virtuosismos técnicos, quedando reducido al más puro y
auténtico lirismo.

El mundo poético de Machado fue siempre coherente y unitario, pero se


puede observar una evolución que comienza con una poesía modernista,
dentro de un tono intimista muy sobrio y personal, para abrirse después a las
preocupaciones propias del 98: España, los demás, el nuevo sentimiento ante
el paisaje,... Su trayectoria termina en una poesía de contenido ideológico -
filosófico, de carácter sentencioso y epigramático (composiciones breves,
concisas y agudas, que expresan un pensamiento festivo, irónico o satírico).
El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.

Soledades
El libro Soledades aparece en pleno apogeo del movimiento modernista,
lo que es bien visible en la mayoría de los cuarenta y dos poemas que lo
componen. Predomina en ellos el tono melancólico y doliente, la anécdota
argumental es prácticamente inexistente y los temas son los característicos del
intimismo posromántico: el amor, el paso del tiempo, la soledad, la infancia
perdida, los sueños, ... Pretende Machado captar en sus versos lo que él
denomina universales del sentimiento:

“Pensaba yo que el elemento poético no era la palabra por su valor


fónico, ni el color, ni la línea, ni un complejo de sensaciones, sino una honda
palpitación del espíritu: lo que pone el alma, si es que algo pone, o lo que dice,
si es que algo dice, con voz propia, en respuesta animada al contacto del
mundo. Y aun pensaba que el hombre puede sorprender algunas palabras de
un íntimo monólogo, distinguiendo la voz viva de los ecos inertes; que puede
también, mirando hacia dentro, vislumbrar las ideas cordiales, los universales
del sentimiento...”

Es ya muy característico el empleo de símbolos, con los que el poeta


desea escudriñar el misterio de lo escondido: el camino, el espejo, el cristal, el
laberinto, la fuente, el río, el mar, el jardín, el crepúsculo, la tarde, el otoño ...
Sus significados son muy diversos y a veces cambiantes según los textos.

En la segunda edición de 1907 se acentúa la línea intimista. El recuerdo,


la memoria, el sueño, evocan constantemente un pasado perdido. Se
incorporan nuevos símbolos como el de las galerías del alma con el que
Machado pretende dar cuenta del interior de la conciencia. Es notable una
sensación general de angustia tanto por el fluir incontenible del tiempo como
por la premonición de la muerte. Dios aparece también en algunos poemas
entrevisto en un sentido muy unamuniano: racionalmente inexistente pero
vitalmente deseable.
El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.

El sentimiento del paisaje es muy acusado y característico: la realidad


exterior queda impregnada del estado emocional del poeta, de modo que la
fusión en la poesía de Machado de paisaje y alma hace en ella bueno el famoso
principio simbolista de que "el paisaje es un estado de ánimo".

En Soledades, bajo la diversidad de motivos e imágenes, puede


advertirse una obsesión permanente: la búsqueda del yo, el desazonado
interrogatorio sobre la propia identidad. Tema muy romántico, pero que
Machado formula más desde la sensibilidad contenida de un Bécquer, que
desde la actitud declamatoria del Romanticismo sonoro.

En realidad, diversas tradiciones poéticas confluyen en Machado


(Realismo, Romanticismo, poesía popular, simbolismo, decadentismo).

Estilo y Simbolismo

Estos presupuestos: claridad, pero no sencillez, poesía en un tiempo


irreversible, pobreza retórica, sí, y, añadimos, intimismo más allá de las
anécdotas, es lo que Antonio Machado nos entrega en su primer libro, lo que
seguía vivo cuando se desdobla en otros poetas y en sofistas retóricos. Es el
nacimiento de su poesía de siempre con unción becqueriana, en el espíritu y en
la forma. La palabra sobre la que gira el mundo lírico del primer Machado es
tarde [...]. De los 96 poemas de que consta el libro, 36 de ellos hacen
referencia a tarde y a sus sinónimos -totales o parciales - ocaso, sol que
muere, crepúsculo, muere el día [...].

Simbología de Machado

EL AGUA: inexorable fluir del tiempo (agua es la fuente - ilusión y


también monotonía del vivir -; el río - fluir de la vida -; el mar o el agua
quieta- la muerte, donde desemboca "el río" símbolo de raíz manriqueña
("Nuestras vidas son los ríos que van a dar en la mar")

• LA FUENTE el agua que brota, símbolo de anhelos, de ilusiones


• EL CAMINO: la vida en su devenir (transcurso), como peregrinaje y
búsqueda
El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.

• EL AIRE: libertad del hombre


• EL FUEGO: la poesía amorosa
• LA TIERRA: la realidad solitaria
• LA TARDE: momento propicio para la meditación; decaimiento,
apagamiento, melancolía, nostalgia, expresión de la lucha entre la luz y
las sombras; premonición de muerte
• LA CRIPTA, EL LABERINTO O LAS GALERÍAS: la búsqueda del mundo
interno, del alma
• EL ESPEJO: el lugar donde se proyectan los recuerdos y los sueños
• LA COLMENA: la creación poética
• EL JARDÍN: la intimidad

Todos estos signos simbólicos se relacionan directa o tangencialmente


con el elemento fundamental que golpea con insistencia en los versos de
Machado: el tiempo. La poesía, dice, es "palabra esencial en el tiempo"; es,
añade, el diálogo de un hombre con su tiempo, con el tiempo de su existencia.

Temática:

La temática de Soledades gira en torno a unas hondas cuestiones: el


tiempo y el fluir de la vida humana, la muerte y el problema de qué hay más
allá, el problema de Dios... En suma, las cuestiones centrales de la condición
humana, vista como una existencia doliente y azarosa. Con estos temas
centrales se engarzan otros: la infancia perdida, los sueños, los paisajes, que
enmarcan sus meditaciones y el amor. El tema del amor da a su poesía
momentos muy intensos, si no muy abundantes. Y parece más bien un amor
soñado y no realizado [...], o un amor perdido, mustio, muerto (con
inequívocas notas becquerianas).

Los sentimientos ("universales del sentimiento") que dominan en el libro,


serán, ante todo, ese sentimiento de soledad que le da título, y la melancolía,
la tristeza, el hastío ante la monotonía o el vacío de vivir, la angustia vital...
Temas y sentimientos, pues, compartidos con otros, con una tradición.
El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.

Campos de Castilla
Publicado inicialmente en 1912, con las posteriores adiciones, Campos de
Castilla consta finalmente de cincuenta y seis poemas. En ellos se advierten
cambios fundamentales con respecto a Soledades: se atenúan
considerablemente el subjetivismo y la introspección y, por el contrario, pasa a
primer plano la realidad exterior.

Si en Soledades el paisaje, lindante con el sueño, tiene un carácter


simbólico en el que se proyecta el yo íntimo, en Campos de Castilla aunque
conserva cierto simbolismo, es ya de inspiración más objetiva y, más que
recrear una atmósfera sentimental propicia a la meditación, se describen
paisajes reales, que, muchas veces, se pueblan de presencias humanas o
aluden a circunstancias históricas.

El yo del poeta pasa a un segundo plano y se abre a los otros. Es como si


Machado pretendiera superar el característico intimismo de Soledades y
buscara ahora en los demás las claves de una realidad que no había hallado
respuesta satisfactoria en el buceo introspectivo de las galerías de su alma. De
hecho, en 1922 y, pese a sus discrepancias con las nuevas orientaciones
estéticas de las vanguardias, aplaudirá que la poesía escape "de la mazmorra
simbolista", pues "estaba enferma de subjetividad".

En buena medida, Campos de Castilla supone la vuelta hacia cierta


poesía realista como vía de salida del Modernismo simbolista.

En Campos de Castilla conviven poemas muy diversos. Así, de acuerdo


con el título del libro, abundan los que describen los paisajes y las gentes de
Castilla. Se da cuenta del pasado glorioso de estas tierras y su andrajoso
presente. Al lado de textos puramente descriptivos, hay otros que pintan una
visión negra de lo español.

Cuando, después de la muerte de Leonor, Machado recuerda las tierras


castellanas desde Baeza, su visión de ellas es más lírica y emotiva y el paisaje
aparece otra vez teñido de subjetividad.
El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.

También del período de Baeza son los poemas con cuadros de paisaje y
tipos andaluces, en los que Machado - tras haber observado el mundo de
latifundios, señoritos y miseria - presenta una dura visión de la España
tradicional religiosa y conservadora, desde una ideología abiertamente
progresista.

Un nuevo tipo de poesía hace también su aparición en Campos de


Castilla: la poesía sentenciosa de tipo filosófico y moral que integra la serie
Proverbios y cantares. En estos poemillas Machado aúna sus preocupaciones
filosóficas y existenciales, cada vez más presentes en su vida y en su obre, con
las formas estróficas populares, todo ello envuelto frecuentemente en una sutil
ironía.
El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.

4. CONCLUSIONES

En Soledades, el autor nos muestra una búsqueda del propio yo, que a
su vez le sirve para encontrar también el significado de otros interrogantes
profundos de la vida (el amor, el paso del tiempo, la soledad, la muerte...) Los
versos de este promer libro de Machado nos evocan a un romanticismo
contenido, sin demasiadas florituras, más bien sobrio.
En Campos de Castilla, en cambio, podemos apreciar un cambio de estilo
e incluso de interés. Machado parece decirnos que su búsqueda interior ya le
ha dado suficientes frutos, o quizás le ha producido cierto hastío que le
impulsa hacia un nuevo camino de búsqueda espititual. Esta nueva vía es la
observación de la realidad externa: el paisaje.
De todas formas, en los dos libros se puede observar la gran
espiritualidad y humanidad de Machado. Sus palabras sencillas, sinceras y sin
malabarismos retóricos nos transportan mágicamente a una niñez común,
como si sus palabras viniesen inspiradas por un sentido universal, presente en
el subconsciente colectivo. Sus versos son intemporales; tanto nos evocan el
pasado de España como pudieran ser totalmente contemporáneos.
En su camino espiritual, Machado ha elegido sobre todo, la observación.
La contemplación de su propio interior, de sus sentimientos y sus
pensamientos se produce en Soledades de un modo muy intenso, pero siempre
con una sujeción a la realidad, sin divagar demasiado en fantasías. Este
anclaje no lo muestra su constante devenir acerca de los paisajes, tanto
“interiores” como “exteriores”. En Campos de Castilla esta sujeción parece
invertirse. Es decir, se focaliza más la atención hacia la realidad exterior, pero
siempre bajo un humanismo, un puntal filosófico que permite observar la
realidad en su totalidad. Como en un influjo zen, Machado nos enseña a amar
lo sencillo de la vida, la realidad misma, sin tapujos, sin mentiras. Uno puede
aprender que lo bonito no es lo bello, sino lo real.
El paisaje físico y mental de Antonio Machado en Campos de Castilla Y Soledades.

5. BIBLIOGRAFIA:

- http://masmachado.wordpress.com/contexto-historico/
– http://www.rinconcastellano.com/sigloxx/intr_sigloxx.html
– http://www.rinconcastellano.com/sigloxx/amachado.html
– http://jaserrano.nom.es/Machado/Soledades.htm

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