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ACCIÓN REIVINDICATORIA–De quien adquiere parte del dominio del predio

por adjudicación en sucesión y el restante por remate en proceso divisorio.


Reiteración de las sentencias de 27 de agosto de 2015, 25 de mayo de 1990 y 23 de
octubre de 1992. (SC8702-2017; 20/06/2017)

Fuente Formal:
Artículos 762 inciso 2º y 950 del Código Civil.
Artículo 58 Constitución Política de Colombia.

Fuente Jurisprudencial:
Sentencia SC 11334 de 27 de agosto de 2015, exp. 2007-00588-01.
Sentencia de 25 de mayo de 1990.
Sentencia de 23 de octubre de 1992, exp. 3504.

POSESIÓN–De quien transmuta su calidad de tenedor como “celador o


cuidandero” a poseedor con ocasión del fallecimiento de uno de los copropietarios.
Ausencia de demostración del tiempo suficiente para prescribir. (SC8702-2017;
20/06/2017)

TÍTULO DE PROPIEDAD–Posterior a la época de inicio de la posesión.


Traspaso de la condición de copropietario a propietario exclusivo del reclamante
en acción reivindicatoria. (SC8702-2017; 20/06/2017)

APRECIACIÓN PROBATORIA–Por cercenamiento de prueba documental


consistente en certificado de tradición y libertad para acreditar la época a partir de
la cual el demandante en acción reivindicatoria ejerce el dominio de la totalidad del
bien. Reiteración de la sentencia de 27 de agosto de 2015. (SC8702-2017;
20/06/2017)

Fuente formal:
Artículo 374 del Código de Procedimiento Civil.

Fuente jurisprudencial:
Sentencia SC 11334 de 27 de agosto de 2015, exp. 2007-00588-01.

APRECIACIÓN PROBATORIA–Valoración del certificado de tradición y


libertad de bien inmueble objeto de acción reivindicatoria para determinar la
adquisición del dominio anterior al inicio de la posesión de quien pretende la
usucapión. (SC8702-2017; 20/06/2017)

TÉCNICA DE CASACIÓN–Deber de orientar el ataque por violación directa de


la norma sustancial indicando los cánones desatendidos en la definición de la
acción reivindicatoria en la que el título de adquisición de la propiedad exclusiva de
quien antes detentó la condición de comunero es posterior al inicio de la posesión.
(SC8702-2017; 20/06/2017)
Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

TRÁNSITO DE LA LEY-Aplicación del Código de Procedimiento Civil, en


virtud del artículo 624 y 625 del Código General del Proceso, al ser el estatuto
procesal vigente al momento de la formulación del recurso. (SC8702-2017;
20/06/2017)

Fuente formal:
Artículos 624 y 625 del Código General del Proceso.
Artículo 40 de la ley 153 de 1887.

Asunto:
Solicitó el demandante declarar que le pertenece el derecho de dominio de un
inmueble y como consecuencia que se le restituya junto con los frutos civiles.
Expuso que adquirió la tercera parte del bien en adjudicación en proceso de
sucesión y posteriormente las otras dos terceras partes por remate realizado
en proceso divisorio. En reconvención solicitó el demandado declarar a su
favor la usucapión. Primera y segunda instancia accedieron a la demanda
principal y desestimaron la reconvención. Se propuso un cargo en casación
fundamentado en la causal primera por violar en forma indirecta la ley
sustancial como consecuencia de errores de hecho. La Corte NO CASÓ la
sentencia al considerar que el demandado no acreditó el requisito de tiempo
necesario para la prescripción, pese a haber iniciado su posesión con
anterioridad al título que concedió la propiedad exclusiva del inmueble al
demandante.

LUIS ALONSO RICO PUERTA


Magistrado ponente

SC8702-2017
Radicación n° 11001-3103-030-2003-00831-02
(Aprobado en sesión de 26 de abril de dos mil diecisiete)

Bogotá, D.C., veinte (20) de junio de dos mil diecisiete


(2017).-

Decide la Corte el recurso de casación formulado por el


demandado frente a la sentencia de 22 de julio de 2011,
proferida por la Sala Civil del Tribunal Superior del Distrito
Judicial de Bogotá, dentro del proceso ordinario

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Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

reivindicatorio promovido por Ricardo Humberto Villalobos


Bustamante contra Jaime Conde, quien mediante
reconvención planteó declaración de pertenencia por
prescripción extraordinaria.

I. ANTECEDENTES

1. Pretensiones.

Solicitó el actor declarar que le pertenece el derecho de


dominio del inmueble ubicado en la calle 25 n° 25-95 de
esta ciudad, el cual es identificado por sus linderos y
medidas. En consecuencia, ordenar al convocado al litigio la
restitución del citado bien raíz y condenarlo a pagar los
respectivos frutos civiles.

2. Hechos.

El demandante adquirió la tercera parte del inmueble


objeto de acción reivindicatoria, por adjudicación en el
proceso de sucesión de Bárbara Bustamante Ruiz y las
otras dos terceras partes por remate realizado en el proceso
divisorio adelantado contra los comuneros José Vicente
Duarte y herederos de José Miguel Bustamante Ruiz, ante
el Juzgado 21 Civil del Circuito de Bogotá.

El accionado es el poseedor del señalado predio,


habiéndose negado a restituírselo a su dueño y no cumple
las condiciones para adquirir su dominio por prescripción.

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Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

3. Actuación procesal.

3.1. El Juzgado 30 Civil del Circuito de Bogotá,


mediante auto del 30 de enero de 2004, admitió el trámite
del asunto, ordenó encauzarlo por el procedimiento previsto
para el ordinario de mayor cuantía, correr traslado al
accionado y una vez se constituyó la caución fijada, se
decretó la medida cautelar de inscripción de la demanda.

3.2. El 20 de enero de 2006 se notificó dicha


providencia al apoderado del demandado, quien contestó en
tiempo, aceptó ser el poseedor del predio objeto del proceso,
alegó tener aptitud jurídica para adquirir el dominio por
usucapión, planteó como excepciones de mérito las que
denominó «prescripción – falta de fundamentos y
presupuestos legales» y solicitó el reconocimiento del
derecho de retención.

3.3. En escrito separado formuló demanda de mutua


petición y solicitó declarar que adquirió por prescripción
extraordinaria el derecho de propiedad del referido
inmueble.

En los hechos identificó el citado bien raíz por su


ubicación, medidas y linderos, reseñando que aparecía
como último propietario inscrito Ricardo Humberto
Villalobos Bustamante y afirmó haber ejercido posesión
material de forma quieta, pacífica e ininterrumpida por más
de diez años, ejecutando actos de dueño, tales como habitar
en la vivienda, junto con su esposa e hijos, pagar los

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Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

impuestos predial y de valorización, efectuar reparaciones,


mantenimiento, mejoras, sufragar los costos de instalación
y consumo de servicios públicos.

La reconvención fue admitida en providencia del 1º de


marzo de 2006, ordenándose enterar y dar traslado al
accionado, el emplazamiento a quienes pudieran tener
derecho sobre el inmueble y la inscripción de la demanda.

3.4. Oportunamente contestó el accionado


reconvenido, aceptó que el actor es el poseedor, aunque no
reconoció que tuviere el tiempo requerido para la
prescripción adquisitiva invocada, por lo que se opuso a las
pretensiones y propuso las excepciones de mérito tituladas
«falta de causa para demandar declaración de pertenencia – falta de
los requisitos exigidos por la ley para solicitar la declaración de

pertenencia».

Efectuado el emplazamiento, no compareció ningún


interesado y designado un curador ad litem para
representar a las personas que pudieran tener derechos
sobre el predio, allegó contestación sin oponerse, solicitó la
práctica de las pruebas y se adoptara en derecho la
respectiva decisión.

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Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

3.5. El fallo de primer grado lo profirió el 28 de enero


de 2011 el Juzgado Octavo Civil del Circuito de
Descongestión de Bogotá1, habiéndose dispuesto desestimar
la excepción de prescripción, declaró que el actor en su
condición de propietario del inmueble objeto del litigio tenía
derecho a la reivindicación y le ordenó al demandado
proceder a la restitución dentro de los diez días siguientes a
la ejecutoria, condenándolo a pagar por concepto de frutos
civiles la suma de $29’025.920, con la respectiva
actualización basada en el índice de precios al consumidor
(IPC), a partir del 6 de febrero de 2006, hasta la satisfacción
de la obligación, además de las costas procesales y decretó
la cancelación de la medida cautelar.

3.6. El convocado al litigio interpuso «recurso de


apelación» y adelantado el trámite legalmente establecido, el

Tribunal confirmó la decisión en la sentencia de 22 de julio


de 20112, frente al cual la parte vencida formuló «recurso de
casación».

El juzgador colegiado inicialmente denegó la concesión


de dicha impugnación extraordinaria y esta Corporación al
estudiar el «recurso de queja», advirtió inconsistencias en la
determinación de la cuantía del interés para recurrir, las
que corregidas condujeron a que por auto de 23 de abril de
2014, se otorgara el «recurso de casación», el cual se admitió
mediante providencia de 23 de mayo de 2014 y sustentado
oportunamente, se admitió la demanda de casación por

1
Cuaderno n° 1 folios 235-251.
2
Cuaderno n° 5 folios 9-20.

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Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

auto del 31 de julio de 2014, la cual replicó en tiempo la


parte contraria.

II. FUNDAMENTOS DEL FALLO IMPUGNADO

1. Luego de informar de manera resumida sobre los


antecedentes del juicio y verificar la concurrencia de los
presupuestos procesales, el Tribunal estimó procedente
resolver sobre el fondo del litigio.

Expuso la teoría acerca del entendimiento jurídico de


la acción reivindicatoria, con apoyo en la jurisprudencia de
la Corte Suprema e indicó que para su prosperidad se
requería la demostración de los siguientes requisitos: «a)
derecho de dominio en cabeza del actor; b) posesión del bien materia
de la reivindicación por parte del demandado; c) identidad del bien
poseído con aquel cuya reparación se pretende; y d) que se trate de

una cosa singular o de cuota proindiviso de cosa singular» .

2. Afirmó que las pruebas incorporadas acreditaban


los aludidos presupuestos o condiciones sustanciales,
hallando probado el dominio del inmueble en cabeza del
accionante con el certificado de tradición y libertad; en
cuanto a la posesión la dedujo de lo declarado por los
testigos y de lo manifestado en la contestación de la
demanda, indicando que el convocado al litigio la tenía no
antes del 26 de mayo de 1991; así mismo, señaló que
existía plena identidad entre el bien cuya restitución se
pretendía, con el poseído por el demandado, según el
escrito introductorio del juicio y la prueba pericial.

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Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

3. Sostuvo que el accionado no probó los requisitos


para ganar el derecho de dominio por prescripción
adquisitiva extraordinaria, pues en la réplica refirió que
poseía el predio desde la citada fecha cuando falleció José
Vicente Duarte, quien era uno de los anteriores
copropietarios y le reconoció el carácter de confesión a tal
manifestación, deduciendo que no había transcurrido el
término legal para la consolidación del derecho a adquirir la
propiedad por usucapión; además porque los testigos no
informaron de manera concreta, que la posesión hubiera
comenzado con antelación a la época en mención.

Con base en las probanzas aportadas concluyó, que «el


demandado no ejerció actos de verdadero poseedor antes del 26 de
mayo de 1991, sino que habitaba en el inmueble como celador o
cuidandero, al menos hasta cuando murió el señor José Vicente Duarte,

tal como se afirmó en la contestación de la demanda» y dado que la

prosperidad de las excepciones y de la demanda de


reconvención dependía de la demostración de «un mejor título
en cabeza del demandado, ya por ser más eficaz que el que aduce el

actor o bien por ser anterior al de aquél» , sin que hubiera

cumplido con esa carga, «[p]or manera que no existe ningún


elemento de juicio que permita concluir que el dominio del bien

pertenece al demandado reconveniente», ante lo cual se dispuso

ratificar el fallo de primera instancia.

III. DEMANDA DE CASACIÓN

CARGO ÚNICO

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Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

1. Se apoya en la causal primera de casación


consagrada en el artículo 368 del Código de Procedimiento
Civil y se acusa el fallo recurrido de violar de manera
indirecta la ley sustancial, por la aplicación indebida de los
artículos 26.1, 27.1, 669, 762, 946 a 950, 959, 963, 964,
966, 970 y 1973 del Código Civil; artículos 174 a 177, 187,
194, 195 y 197 del Código de Procedimiento Civil; 228 y
230 de la Constitución; derivando tal irregularidad del «error
de hecho» cometido en la apreciación de las pruebas.

2. Sostiene el recurrente, que con base en el folio de


matrícula inmobiliaria se dio por acreditada la adquisición
por el actor del derecho de dominio con antelación a la
posesión del demandado, lo cual se debió a un error en la
estimación de tal probanza, «en la que se consigna que si bien el
dominio se consolidó en cabeza del demandante, el 31 de agosto de
1995, ya que para el 4 de agosto de 1989, según sentencia de tal
fecha, proferida por el Juzgado 17 Civil del Circuito de Bogotá, [solo]

habría adquirido una ‘tercera parte’ del inmueble» .

Afirma que de no haberse alterado el sentido de lo


expresado en el citado medio de convicción, el Tribunal
habría podido concluir «que el dominio del demandante sería
posterior a la posesión del demandado» , pues la documentación

evidencia que la propiedad del actor sobre la totalidad del


inmueble «tan solo se consolida y parte desde el 31 de agosto de
1995, en tanto que la posesión del demandado, sería anterior, y
concretamente desde mayo 26 de 1991, o fecha anterior, como se tiene

por probado y no se discute».

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Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

Insiste en la señalada argumentación, para enfatizar


que con la sentencia de agosto de 1989, «el demandante solo
habría adquirido simples cuotas o porcentaje de derechos de dominio

en común y proindiviso, no el dominio sobre cosa singular» .

3. En cuanto a la incidencia en la decisión del yerro


denunciado, sostiene que de no haberse presentado, se
habrían denegado las pretensiones de la acción
reivindicatoria, conforme al criterio jurisprudencial de esta
Corporación, según el cual:

«[…] en el juicio en que se controvierta el dominio, el poseedor no


necesita demostrarlo sino que le basta el hecho de su posesión
como primera defensa que puede llegar a ser genuinamente
eficaz en la decisión del litigio si su posesión comenzó antes que
la titularidad dominial del reivindicante y este no aduce en el
desarrollo del proceso un título anterior al inicio de esa posesión,
que lo coloque en mejor situación jurídica respecto al derecho o la
cosa contestada. […] Quien pretende, pues, modificar ese estado
es el reivindicante y a su cargo está, por consiguiente justificar
un mejor derecho con mérito probatorio bastante para destruir la
presunción de la ley y desposeer al demandado’ (casación de 18
de noviembre de 1949, G.J. tomo XLIV, páginas 799 a 802)».

4. Culmina la censura solicitando casar el fallo del


juzgador colegiado, como también disponer en la sentencia
de remplazo, revocar la decisión de primera instancia, para
en su lugar acoger la excepción de «falta de fundamentos y
presupuestos legales» y en consecuencia, denegar las
pretensiones de la demanda.

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IV. CONSIDERACIONES

1. En razón de haberse formulado y tramitado el


presente recurso de casación en vigencia del anterior
ordenamiento procesal, de acuerdo con el artículo 624 del
Código General del Proceso, que modificó el artículo 40 de
la Ley 153 de 1887, para resolverlo se aplicarán en lo
pertinente las disposiciones del Código de Procedimiento
Civil.

2. Acerca del «error de hecho», que constituye el


fundamento de la acusación, de acuerdo con el inciso final
del artículo 374 del Código de Procedimiento Civil, se
presenta en la apreciación del contenido material de las
pruebas, dependiendo su prosperidad de que sea manifiesto
u ostensible, como también de su demostración y
trascendencia o incidencia en la decisión adoptada, de tal
manera que de no haberse cometido, el sentido del fallo no
hubiera sido adverso a los intereses del impugnante
extraordinario.

En cuanto a la configuración del citado yerro fáctico,


ha dicho de manera reiterada la jurisprudencia de esta
Corporación, que surge cuando el juzgador ha fundado la
decisión impugnada, en inferencias producto de una
interpretación arbitraria, que contradicen de manera
evidente el sentido lógico del medio de prueba, la demanda
o su contestación, o cuando ha fijado el entendimiento de
alguno de tales elementos de juicio alterando su contenido
material, ya sea por pretermisión o adición de palabras o

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Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

frases, o en el caso de apoyarse en una prueba inexistente


en el plenario, o por omitirla a pesar de su incorporación
legal y oportuna.

Entre muchas otras, sobre el dislate en cuestión, la


Corte Suprema en sentencia CSJ SC11334-2015, 27 ago.,
rad. n° 2007-00588-01, en lo pertinente sostuvo:

«[…] Cuando se denuncia una sentencia por incurrir en error de


hecho en la apreciación de las pruebas, el recurrente tiene la
carga no sólo de individualizar los medios de convicción sobre los
cuales afirma que recae el equívoco, sino que, además, debe
demostrar de qué manera se generó la supuesta preterición o
cercenamiento, de tal suerte que la valoración realizada por el
sentenciador se muestre ostensiblemente manifiesta,
contraevidente, absurda, alejada de la realidad del proceso o sin
ninguna justificación fáctica.

[…] la prueba de demostrar el error de hecho imputable al


juzgador, corresponde exclusivamente al impugnante por
mandato del artículo 374 del C. de P. C., pero esa labor no puede
reducirse a una simple exposición de puntos de vista
antagónicos, fruto de razonamientos o lucubraciones meticulosas
y detalladas, porque en tal evento el error dejaría de ser evidente
o manifiesto conforme lo exige la ley, caso en el cual la Corte no
podría tomar partido distinto al consignado en la sentencia
combatida […]»

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3. En este asunto, el juzgador de segunda instancia


con base en las pruebas incorporadas, estimó acreditados
los requisitos para la prosperidad de la pretensión
reivindicatoria, los cuales dijo consistían en: «a) derecho de
dominio en cabeza del actor; b) posesión del bien materia de la
reivindicación por parte del demandado; c) identidad del bien poseído
con aquel cuya recuperación se pretende; y d) que se trate de una cosa

singular o de cuota proindiviso de cosa singular» .

Así mismo indicó, que «el demandado no ejerció actos de


verdadero poseedor antes del 26 de mayo de 1991» y que «ninguna de
las pruebas aportadas tuvo la virtualidad de demostrar que el
demandante carece de todo derecho sobre el bien cuya reivindicación

se pretende»; adicionalmente comentó, que no fue


satisfactoria la comprobación de «un mejor título en cabeza del
demandado, ya por ser más eficaz que el que aduce el actor o bien por

ser anterior al de aquél».

Por su lado el recurrente manifiesta, que el Tribunal


cometió «error de hecho», porque a pesar de reconocer que su
posesión comenzó no antes del «26 de mayo de 1991», cercenó
el contenido del certificado de tradición y libertad del
inmueble, en donde aparece que la propiedad del
reivindicante sobre la totalidad del inmueble solo la
consolidó a partir del 31 de agosto de 1995, ya que con «la
sentencia de 4 de agosto de 1989, proferida por el Juzgado 17 Civil del
Circuito de Bogotá, el demandante tan solo habría adquirido simples
cuotas o porcentaje de derechos de dominio en común y proindiviso, no

el dominio sobre cosa singular».

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4. Cotejando lo expresado por el juzgador de


segundo grado, con lo señalado por el impugnante, se
deduce, que el Tribunal no cercenó el contenido material del
certificado de tradición y libertad del predio objeto del litigio
y que como consecuencia de ello desconoció
contraevidentemente la época a partir de la cual el
demandante consolidó la propiedad respecto de la totalidad
del inmueble, como lo asevera el recurrente.

Lo que realmente aconteció fue que, con base en los


elementos probatorios allegados al plenario, estimó
satisfechos los requisitos para la prosperidad de la
pretensión reivindicatoria, e igualmente advirtió la ausencia
de probanzas que desvirtuaran el derecho del actor, pues el
convocado no aportó un «mejor título» o uno anterior al de
aquel.

La última de las estimaciones fue la determinante en


la orientación del fallo del ad quem, en tanto que a partir de
la circunstancia según la cual «la parte demandada no logró
demostrar por ningún medio el cumplimiento de los requisitos para

ganar el bien por prescripción adquisitiva», derivó el fracaso de la

excepción de mérito y la pretensión que con similar


fundamento planteara por vía de reconvención, pues en
dicha línea se infirió que el poseedor no logró adquirir el
título que le permitiera enfrentarse al derecho de domino
inscrito del convocante, razón por la cual se prescindió de
cualquier comparación entre la temporalidad de las
situaciones jurídicas de los contendientes.

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Incluso, el anterior particular fue ampliado en el


proveído mediante el cual se desestimó la solicitud de
complementación de la sentencia, oportunidad en la cual la
misma Sala de Decisión sostuvo que «No es, por tanto, el simple
hecho de que la posesión sea anterior al título del propietario lo que
puede quebrantar la acción reivindicatoria, (…), sino que, tal como se
señaló en la sentencia, para lograr eser (sic) resultado se requiere que
el demandado detente un mejor título que el que tiene el dueño del bien

que se disputa».

Como puede advertirse, el criterio del Tribunal que


condujo a estimar la pretensión principal no derivó de una
apreciación del certificado de tradición y libertad del
inmueble objeto del litigio en los términos sostenidos en la
censura; ello porque a pesar de aducirse ese documento
para dar por acreditado el requisito del «derecho de dominio en
cabeza del actor», tal elemento no se invocó como soporte de

una mayor antigüedad respecto de alguna de las


prerrogativas sustanciales detentadas por los sujetos
involucrados, pues la constatación entre los títulos no se
llevó a cabo por lo previamente precisado.

Así las cosas, ha de entenderse que el Tribunal


simplemente acogió de forma plena el contenido de la
certificación para el propósito de acreditar la propiedad del
reivindicante y no para una finalidad como la expuesta en
el cargo que hoy se atiende, ya que no fue plasmada
ninguna manifestación en sentido aclaratorio,
complementario o distinto al texto del mismo, por lo que no
resulta admisible la crítica del impugnante atinente a que

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«lo [apreció] en forma cercenada» .

5. Ahora, a pesar de que el juzgador no analizó de


manera concreta la situación relacionada con la
circunstancia de que la «posesión» del convocado al litigio
hubiere iniciado con antelación a la fecha en la que el
accionante adquirió la propiedad de la totalidad del
inmueble cuya restitución solicitó, y tampoco estudió
específicamente el efecto o incidencia de la figuración del
demandante como titular de una cuota de dominio
proindivisa en el citado predio con anterioridad a la época
en que comenzó la «posesión» del accionado, ello obedece al
criterio de derecho al que previamente se aludió y no
comporta error por inadecuada apreciación de las pruebas y
menos en los términos de la acusación edificada, ya que la
valoración fáctica insistentemente refutada ni siquiera se
llevó a cabo dado el desarrollo argumentativo de la
resolución judicial.

Nótese que la inteligencia del fallo no parte de la


convicción según la cual las pruebas demostraban que el
reclamante detentó siempre y de forma previa a la posesión
confrontada, la calidad de exclusivo titular del derecho de
domino, sino, que sin reparar en la apenas parcial
propiedad inicial, entendió satisfecho el presupuesto de
existencia de título con entidad de superponerse a la
prerrogativa material de Jaime Conde, ante la no
demostración de la posesión suficiente para prescribir,
siendo este un raciocinio susceptible de cuestionamiento en
el plano jurídico y no en el fáctico.

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Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

Ante dicho panorama, en principio cabría señalar, que


la acusación correspondía plantearla por vía distinta a la
del «error de hecho», esto es, en el ámbito del «error jurídico» o
violación directa de la norma sustancial, sobre la base de
que el juzgador tuvo presente, conforme al certificado de
tradición y libertad, que sólo a partir del registro del remate
de las cuotas partes de dominio de los otros comuneros,
efectuado el 26 de octubre de 1995, el actor consolidó la
propiedad respecto de la totalidad del inmueble y de otra
parte, como lo indicó de manera expresa con apoyo en otras
probanzas, que la «posesión» del demandado inició no antes
del 26 de mayo de 1991.

Por consiguiente, la crítica debió orientarse a explicar


a la luz de las normas de derecho sustancial aplicables, las
premisas desatendidas en la solución que merecía la
controversia; ello, desde la perspectiva del énfasis que debía
conferirse a la condición de comunero y no propietario
exclusivo, que el demandante exhibía con anterioridad a la
posesión de su contraparte, muy a pesar de que este último
no hubiera logrado demostrar la consolidación de la
prescripción adquisitiva, dado que ciertamente esta es la
problemática jurídica sensible y relevante en el caso desde
la perspectiva del recurrente extraordinario.

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6. Al margen de la deficiencia formal reseñada,


resulta pertinente exponer, que en todo caso, de haberse
estructurado el error denunciado, la acusación resultaría
intrascendente frente a la decisión del Tribunal, porque la
Corte de llegar a casar la decisión, también acogería la
pretensión del accionante.

6.1. Al respecto cabe acotar, que en el marco de la


acción reivindicatoria, a pesar de que por regla general,
cuando la adquisición del «derecho de propiedad» de la cosa por
el demandante sea posterior a la época de inicio de la
posesión del accionado se trunca la pretensión; ello no es
absoluto, porque de acuerdo con la jurisprudencia,
tratándose de bienes raíces es factible apoyarse en la
cadena ininterrumpida de títulos registrados soporte del
«derecho de dominio» del actor, a fin de destruir la presunción

que de similar prerrogativa obra en favor del poseedor al


tenor del inciso 2º artículo 762 del Código Civil.

Acerca de dicha temática, esta Corporación en


sentencia CSJ SC11334-2015, 27 ago., rad. n° 2007-
000588-01, en lo pertinente memoró:

«[…] Por el sendero del ejemplo, lo explicó esta misma Corte en


jurisprudencia añeja al señalar: ‘En la acción consagrada por el
art. 950 del C.C. pueden contemplarse varios casos: llámase
Pedro el demandante y Juan el demandado. 1) Pedro, con títulos
registrados en 1910, demanda a Juan, cuya posesión principió
en 1911. Debe triunfar Pedro. 2) Pedro, con un título registrado
en 1910, demanda a Juan, cuya posesión principió en 1909.
Debe triunfar Juan. 3) Pedro, con un título registrado en 1910

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Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

demanda a Juan, cuya posesión comenzó en 1909 y presenta


además otro título registrado con el cual comprueba que su autor
fue causahabiente de Diego desde 1908. Debe triunfar Pedro, no
por mérito del título, sino por mérito del título del autor 3. En estos
tres casos, referentes a una propiedad privada, se ha partido de
la base de que Juan es poseedor sin título. Cuando lo tiene se
ofrecen otros casos harto complejos […]».

Así mismo, en la sentencia sustitutiva CSJ SC, 25


may. 1990, reiterada en fallo CSJ SC, 23 oct. 1992, rad.
3504, GJ tomo CCXIX, 2° sem. 1992, n°3458, págs. 583-
585, se precisó:

«La anterioridad del título del reivindicante apunta no solo a que la


adquisición de su derecho sea anterior a la posesión del
demandado, sino al hecho de que ese derecho esté a su turno
respaldado por la cadena ininterrumpida de los títulos de sus
antecesores, que si datan de una época anterior a la del inicio de
la posesión del demandado, permiten el triunfo del reivindicante.
Entonces, no sólo cuando el título de adquisición del dominio del
reivindicante es anterior al inicio de la posesión del demandado,
sino inclusive cuando es posterior, aquél puede sacar avante su
pretensión si demuestra que el derecho que adquirió lo obtuvo su
tradente a través de un título registrado, y que éste a su turno lo
hubo de un causante que adquirió en idénticas condiciones;
derecho que así concedido es anterior al inicio de la posesión del
demandado, quien no ha adquirido la facultad legal de usucapir» 4.
6.2. Para el caso, en el documento que el recurrente
afirma fue erradamente apreciado, esto es, el certificado de
tradición y libertad del inmueble objeto del proceso, se
verifica la siguiente información:

3
Se subrayó
4
Ídem

19
Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

En la «anotación n°9» de 19/05/1989, aparece el


registro de la sentencia de 04/04/1989 proferida por el
Juzgado 17 Civil del Circuito de Bogotá, en el juicio
sucesorio de Bárbara Bustamante Ruiz, aprobatoria de la
adjudicación de una cuota parte del derecho de dominio del
referido predio a favor del aquí demandante Ricardo
Humberto Villalobos Bustamante y en la «anotación n°15» de
26/10/1995, figura inscrito el remate, que según los
documentos protocolizados mediante escritura pública n°
1705 de 9 de abril de 1996 de la Notaría 19 de Bogotá e
incorporados al plenario5, se efectuó el 25 de octubre de
1994 dentro del proceso divisorio por él promovido contra
los demás comuneros, habiéndosele adjudicado las cuotas
partes del derecho de dominio, consolidando en cabeza
suya la propiedad total del inmueble.

Igualmente se observa, que los comuneros a quienes


se les remataron sus cuotas partes de dominio, esto es,
José Vicente Duarte y José Miguel Bustamante Ruiz,
habían obtenido su derecho, el primero según la «anotación
n° 2», por adjudicación en la sucesión de Carmen Ruiz de
Bustamante, como cesionario de Jorge Enrique Bustamante
Ruiz, aprobada mediante fallo de 26/11/1981 del Juzgado
4º Civil del Circuito de Bogotá, registrado el 22/01/1982 y
el segundo nombrado, de acuerdo con la «anotación n°5», en
virtud de lo dispuesto en la sentencia de 22 de agosto de
1983 emitida por el Juzgado 24 Civil del Circuito de Bogotá,
en proceso de «petición de herencia», registrada el 22/11/1983.

5
Ídem, folios 2 a 5.

20
Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

6.3. La reseñada información, no discutida por el


demandado, evidencia que el accionante adquirió la
propiedad del inmueble objeto de la «pretensión reivindicatoria»,
conforme a las prescripciones legales, derivando su derecho
de quienes lo detentaban válidamente con antelación a la
fecha de posesión acreditada por el demandado y de otra
parte, al haber determinado el Tribunal, (aspecto este no
contendido en casación), que «la parte demandada no logró
demostrar por ningún medio el cumplimiento de los requisitos para

ganar el bien por prescripción adquisitiva» ; surge un mejor derecho

para el accionante.

Lo anterior implica, que debe prevalecer la garantía de


protección de la propiedad privada consagrada en el
artículo 58 de la Constitución, con sujeción a las reglas de
la «acción reivindicatoria» promovida, respecto del derecho de
dominio del accionante sobre el predio objeto del litigio,
dado que es evidente que lo adquirió «con arreglo a las leyes
civiles», supuesto este no cuestionado ni discutido por las

partes.

7. Las razones expuestas conducen a desestimar la


acusación estudiada, y por ende la impugnación
extraordinaria propuesta.

En consecuencia, con fundamento en el inciso final


artículo 375 del Código de Procedimiento Civil, se
condenará en costas al recurrente, debiéndose tomar en
cuenta para la fijación de agencias en derecho, el hecho de
que el actor replicó oportunamente la demanda de casación.

21
Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

V. DECISIÓN

En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Civil de


la Corte Suprema de Justicia, administrando justicia en
nombre de la República y por autoridad de la ley,

RESUELVE

PRIMERO. NO CASAR la sentencia de 22 de julio


de 2011, proferida por la Sala Civil del Tribunal Superior
del Distrito Judicial de Bogotá, dentro del proceso ordinario
reivindicatorio propuesto por Ricardo Humberto Villalobos
Bustamante contra Jaime Conde.

SEGUNDO. CONDENAR al impugnante


extraordinario al pago de las costas procesales. En la
liquidación respetiva, inclúyase por concepto de agencias en
derecho, la suma de seis millones de pesos ($6’000.000).

TERCERO. DEVOLVER, en su oportunidad, el


expediente a la Corporación de origen.

Cópiese y notifíquese,

22
Radicación n° 11001-31-03-030-2003-00831-02

LUIS ALONSO RICO PUERTA


Presidente de Sala

MARGARITA CABELLO BLANCO

ÁLVARO FERNANDO GARCÍA RESTREPO

AROLDO WILSON QUIROZ MONSALVO

LUIS ARMANDO TOLOSA VILLABONA

23

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