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99
Capítulo 4
Resumen.
4.1 Introducción.
σ
P= (4.1)
ωε
c
v= (4.2)
εrµr
( ) + 1
1
1 + P
2 2
2
Por otro lado, para materiales que presentan lo que se denomina pequeñas
pérdidas, es decir, para aquellos medios en los cuales el factor de pérdidas es
próximo a cero porque se cumple la condición:
σ << ωε (4.3)
Radar de subsuelo. Evaluación para aplicaciones en arqueología y en patrimonio histórico-artístico. 103
c
v= (4.4)
εr
Las dos causas más importantes son la expansión geométrica del frente de ondas y
los fenómenos de absorción (más importantes para conductividades mayores y
estrechamente relacionados con el porcentaje de agua contenido en el medio).
que la antena radia la mayor parte de la energía en un haz cónico cuyo ángulo
mayor (en la dirección de desplazamiento de la antena) es de unos 90º. En este
caso o en el caso de poder considerar el dipolo emisor como puntual, si se
considera además que el medio por el que se propaga la energía es homogéneo y
no absorbente, la reducción de energía es inversamente proporcional al cuadrado
de la distancia recorrida. Para un medio en el que la permitividad dieléctrica varía
espacialmente, la velocidad también irá variando y, por lo tanto, la atenuación
geométrica deberá calcularse a partir de integrar la atenuación en cada punto para
toda la trayectoria de la onda. Estas propiedades están desarrolladas en trabajos de
simulación de propagación de ondas de radar, como los de Cai y McMechan
(1995), en los que se define la atenuación geométrica a partir estudios anteriores
aplicados a sismología.
4.2.2. Absorción.
εs − ε∞
ε' = ε ∞ + (4.5)
1 + ω2 τ 2
(ε s − ε ∞ )ωτ
ε' ' = (4.6)
1 + ω2 τ 2
∂v f
vg = vf − λ (4.7)
∂λ
En los tres casos, cuando la frecuencia tiende a valores muy elevados, la velocidad
tiende al valor que se calcula a partir de la ecuación 4.4. La tendencia hacia este
valor es más rápida cuanto más baja es la conductividad del medio.
a.
9
Conductividad
8
Conductividad = 10 S/m
7 Conductividad = 1 S/m
Conductividad = 0.8 S/m
6
Velocidad (cm/ns)
0
1E+6 1E+7 1E+8 1E+9 1E+10
Frecuencia (Hz)
110 Capítulo 4. Características de la propagación de las ondas de radar en medios materiales.
10 b.
9
7
Velocidad (cm/ns)
4
Conductividad
3
Conductividad = 0.8 S/m
Conductividad = 0.5 S/m
2
Conductividad = 0.2 S/m
1 Conductividad = 0.1 S/m
0
1E+6 1E+7 1E+8 1E+9 1E+10
Frecuencia (Hz)
9.5 c.
9.0
8.5
Velocidad (cm/ns)
8.0
7.5
Conductividad
7.0
Conductividad = 0.002 S/m
Conductividad = 0.001 S/m
6.5
Conductividad = 0.0008 S/m
6.0
1E+6 1E+7 1E+8 1E+9 1E+10
Frecuencia (Hz)
Ex
= e − αx (4.8)
E0
1
1
2
µε σ2
− 1
2
α = ω 1 + 2 2 (4.9)
2 ω ε
σ
P= = tg D (4.10)
ωε
{( }
1
ω µ ε
) 1 2
α = r r 1 + P 2 2
−1 (4.11)
c 2
1
d= (4.12)
α
Los materiales en los que el factor de pérdidas es mucho menor que 1, es decir,
aquellos que cumplen σ<<εω y que, por lo tanto tgD=P<<1, son los denominados
materiales dieléctricos o casi dieléctricos. Para medios formados por este tipo de
materiales (que también reciben el nombre de materiales de pequeñas pérdidas) el
Radar de subsuelo. Evaluación para aplicaciones en arqueología y en patrimonio histórico-artístico. 113
1
1 2 ε 2
d = ≈ (4.13)
α σµ
εr
d = 5.31 ⋅ 10 −3 (4.14)
σ
Como segundo ejemplo se considera un terreno arcilloso. Para las arcillas secas
pueden considerarse los siguientes valores de los parámetros electromagnéticos:
σ≈0.01S/m, εr≈3 y µr≈1 (Reynolds, 1997; Sutinen, 1992; Carmichael, 1990). En
este caso el factor de pérdidas P es de 0.6 cuando la frecuencia es de 100 MHz y
de 0.06 cuando la frecuencia es de 1000 MHz. En el primer caso no puede saberse
a priori si es posible efectuar la aproximación de pequeñas pérdidas. En el
segundo caso podemos considerar que nos encontramos con este tipo de medios
ya que P<<1. Lo que quiere decir que, en este segundo caso podremos calcular d a
partir de la ecuación simplificada 4.14, obteniendo para la profundidad pelicular
de penetración un valor 0.92 m. Si el cálculo se realiza obteniendo el coeficiente
de atenuación a partir de la ecuación 4.11 (que resulta de α=1.087 m-1), aplicando
la expresión 4.12 se llega a d=0.91107 m, es decir, que se ha obtenido de nuevo
una profundidad pelicular de penetración de aproximadamente 0.9 m, muy
parecida a la calculada utilizando las ecuaciones simplificadas. Sin embargo, si el
terreno arcilloso considerado presenta un grado importante de humedad, los
parámetros del medio varían sustancialmente, aumentando la permitividad
dieléctrica relativa y la conductividad. Unos valores característicos para este caso
pueden ser: σ≈1S/m, εr≈15 y µr≈1 (García, 1997; Carmichael, 1990; Orellana,
1972). En este caso, para una frecuencia de 1000 MHz el valor del factor de
pérdidas es P=tgD=0.4796. Si este medio puede considerarse de pequeñas
pérdidas y, por lo tanto, son aplicables las ecuaciones 4.13 y 4.14 se obtiene un
Radar de subsuelo. Evaluación para aplicaciones en arqueología y en patrimonio histórico-artístico. 115
En general se puede decir que para rocas secas el valor de d aumenta ya que la
conductividad efectiva del medio disminuye sustancialmente cuando los poros del
material están llenos de aire en lugar de agua disminuyendo también el factor de
atenuación. Esto quiere decir que al realizar una prospección en un medio seco se
espera una mayor penetración que si se realiza en el mismo medio húmedo.
10
profundidad pelicular de penetración, d (m)
9
ε = 81
8
1 ε =1
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Conductividad (mS/m)
En las dos figuras se puede observar que para conductividad alta la penetración es
pequeña, aumentando para un mismo valor de σ si las permitividades dieléctricas
relativas presentan valores más elevados.
Radar de subsuelo. Evaluación para aplicaciones en arqueología y en patrimonio histórico-artístico. 117
3 ε =30
ε =25
ε =15
2
ε =12
ε =10
ε =8
1
ε =5
ε =1
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100
Conductividad (mS/m)
La gráfica de la figura 4.4 se puede utilizar para aquellas frecuencias por encima
de la que permite efectuar la aproximación de pequeñas pérdidas. Si se da este
caso, por ejemplo, para obtener la profundidad pelicular de penetración en un
terreno formado por arenas húmedas y por lo tanto caracterizado por los
118 Capítulo 4. Características de la propagación de las ondas de radar en medios materiales.
siguientes parámetros: σ≈40 mS/m, εr≈25 y µr≈1 (García, 1997; Hänninen, 1992;
Carmichael, 1989), se obtiene sobre la gráfica la intersección de la curva de εr=25
con la conductividad σ=40 mS/m. El valor de la profundidad que nos proporciona
la gráfica, en este caso, es de d=7.7 cm. En el caso de las arcillas secas de unos de
los ejemplos anteriores (σ≈0.01 mS/m, εr≈3 y µr≈1) se observa que la profundidad
que proporciona la gráfica es ligeramente superior a los 0.9 m.
Las curvas patrón pueden obtenerse para dos casos diferentes: para medios de
pequeñas pérdidas y para medios de grandes pérdidas dieléctricas. En el segundo
caso las relaciones dependen de la frecuencia y son las curvas más generales
posibles. En los medios de pequeñas pérdidas la dependencia con la frecuencia
puede despreciarse.
a.
Medios que presentan conductividad alta.
Aproximación para medios de pequeñas pérdidas.
0.10
σ = 4 S/m
Profundidad pelicular de penetración, d (m)
0.09
σ = 2 S/m
σ = 1 S/m
0.08 σ = 0.5 S/m σ = 0.5 S/m
0.07
0.06
0.05 σ = 1 S/m
0.04
0.03
σ = 2 S/m
0.02
σ = 4 S/m
0.01
0.00
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85
b.
Caso de materiales con conductividad media.
Aproximación para P<<1.
0.9
σ = 0.05 S/m
0.8
0.7
0.6
0.3
σ = 0.2 S/m
0.2
σ = 0.4 S/m
0.1
0.0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85
50 c.
Medios de baja conductividad.
P<<1
σ = 0.001
Profundidad pelicular de penetración, d (m) 45
σ = 0.01 S/m
40 σ = 0.005 S/m
σ = 0.002 S/m
35 σ = 0.001 S/m
30
25 σ = 0.002
20
15
10 σ = 0.005
5 σ = 0.01
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85
500
σ = 0.0001 S/m
400
300
200
100
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60
En estas gráficas se puede ver que los materiales más conductores tienen una
penetración menor que los materiales más resistivos.
En las curvas del primer grupo (materiales de conductividad elevada, figura 4.5.a)
el valor de 4 S/m es característico del agua de mar. Los otros tres valores pueden
presentarse en suelos en los que existe intrusión marina, contaminación o
abundante presencia de materiales metálicos (la conductividad del cobre, por
ejemplo, es de orden de 108 mS/m). También son valores que se pueden obtener
en terrenos arcillosos o en areniscas saturadas, cuya conductividad puede estar
próxima a 1 S/m.
En las curvas del segundo grupo (medios de conductividad media, figura 4.5.b) las
curvas están calculadas para valores de σ de 0.4 S/m, 0.2 S/m, 0.1 S/m y 0.05
S/m. Materiales que pueden presentar estos valores son algunos suelos arcillosos
con un alto grado de humedad cuya conductividad altamente variable en función
de la composición y del grado de humedad, principalmente, puede presentar
valores alrededor de los 100 mS/m y los 200 mS/m (Ulriksen, 1992). También
pueden darse en arcillas saturadas cuya conductividad está comprendida entre 1
S/m y 0.1 S/m (Reynolds, 1997). En suelos contaminados por aguas ácidas
procedentes de vertidos mineros se han obtenido valores alrededor de los 50
mS/m (Reynolds, 1997). Dentro de este grupo también pueden incluirse los
cementos, dependiendo de su composición y de su humedad.
(García, 1997; Hänninen, 1992), el permafrost, que puede oscilar entre 1 mS/m y
0.01 mS/m (García, 1997; Ulriksen, 1992), el hielo polar, con valores entre los
0.02 mS/m y 0.003 mS/m (Reynolds, 1997), las rocas calizas secas y las areniscas
secas (García, 1997). Dentro de este último grupo la profundidad de penetración
es elevada y se suele hablar de materiales muy transparentes, sobre todo en los
casos de menor conductividad y mayor permitividad dieléctrica relativa. En los
estudios efectuados en hielos antárticos y en glaciares se han alcanzado
profundidades de penetración de unos 300 m y 400 m (García, 1997) con antenas
que trabajan a 700 MHz. Otro ejemplo de gran penetración son algunos de los
estudios efectuados en medios salinos, en los que se ha llegado hasta los 100 m de
profundidad (Halleux et al., 1992).
En el mismo anexo 5 se incluyen también las curvas patrón que permiten calcular
el coeficiente de atenuación α en función de εr para diferentes conductividades y
para cuatro de las frecuencias más habituales en los estudios con radar de
subsuelo. Estas curvas se han representado a partir de la ecuación 4.11,
considerando medios no magnéticos. Son válidas para todo tipo de medios
siempre que se cumpla que µr≈1.
Radar de subsuelo. Evaluación para aplicaciones en arqueología y en patrimonio histórico-artístico. 123
0.22
0.21
0.20
0.19
0.18 Frecuencia: 10 MHz.
0.16 σ = 4 S/m
0.15 σ = 2 S/m
0.14
σ = 1 S/m
σ = 0.5 S/m
0.13
0.12 σ = 2 S/m
0.11
0.10
0.09
0.08
σ = 4 S/m
0.07
a.
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85
Permitividad efectiva relativa, ε
1.1
σ = 0.05 S/m
Profundidad pelicular de penetración, d (m)
1.0
0.9
0.8
Frecuencia: 10 MHz
Conductividad media.
0.7
σ = 0.4 S/m
σ = 0.1 S/m σ = 0.2 S/m
0.6
σ = 0.1 S/m
0.5 σ = 0.05 S/m
0.4
σ = 0.2 S/m
50
Frecuencia: 10 MHz
σ = 0.001 S/m
Conductividad baja.
Profundidad pelicular de penetración, d (m)
45
σ = 0.01 S/m
40 σ = 0.005 S/m
σ = 0.002 S/m
35 σ = 0.001 S/m
30
25 σ = 0.02 S/m
20
15
10
σ = 0.005 S/m
5
σ = 0.01 S/m
0 c.
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85
Permitividad efectiva relativa, ε
900
σ = 0.0001 S/m
Frecuencia: 10 MHz.
Profundidad pelicular de penetración, d (m)
500
400
σ = 0.0001 S/m
300
200
100
0 d.
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85
Permitividad efectiva relativa, ε
Figura 4.6. Curvas patrón que permiten obtener d (en m) en función de
εr efectiva, para el caso general (incluyendo aquellos medios en los
que no se cumple la relación σ<<ωε. Frecuencia de 10 MHz. a) Medios
de conductividad alta. b) Medios con conductividad media. c) Medios
de conductividad baja. d) Medios muy resistivos (casi transparentes).
Radar de subsuelo. Evaluación para aplicaciones en arqueología y en patrimonio histórico-artístico. 125
0.09
Frecuencia: 1000 MHz
Medios de conductividad alta.
σ = 0.5 S/m
Profundidad pelicular de penetración, d (m)
0.08
σ = 4 S/m
0.07 σ = 2 S/m
σ = 1 S/m
0.06 σ = 0.5 S/m
0.05
σ = 1 S/m
0.04
0.03
σ = 2 S/m
0.02
σ = 4 S/m
0.01
a.
0.00
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60
Permitividad efectiva relativa, ε
0.9
Frecuencia: 1000 MHz
Conductividad media. σ = 0.05 S/m
Profundidad pelicular de penetración. d (m)
0.8
σ = 0.4 S/m
0.7 σ = 0.2 S/m
σ = 0.1 S/m
0.6 σ = 0.05 S/m
0.5
0.4
σ = 0.1 S/m
0.3
σ = 0.2 S/m
0.2
0.1
σ = 0.4 S/m
0.0 b.
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60
Permitividad efectiva relativa, ε
126 Capítulo 4. Características de la propagación de las ondas de radar en medios materiales.
45
Frecuencia: 1000 MHz.
Profundidad pelicular de penetración, d (m)
40
Conductividad baja.
σ = 0.001 S/m
σ = 0.01 S/m
35 σ = 0.005 S/m
σ = 0.002 S/m
30
σ = 0.001 S/m
25
σ = 0.002 S/m
20
15
10 σ = 0.005 S/m
5 σ = 0.01 S/m
0 c.
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60
Permitividad efectiva relativa, ε
600
Frecuencia: 1000 MHz.
Profundidad pelicular de penetración, d (m)
500
σ = 0.0001 S/m σ = 0.00005 S/m
σ = 0.00005 S/m
400
σ = 0.0001 S/m
300
200
100
0
0 5 10 15 20 25 d.
Permitividad efectiva relativa, ε
Figura 4.7. Curvas patrón que permiten obtener d (m) en función de εr
efectiva, para el caso general (incluyendo aquellos medios en los que
no se cumple la relación σ<<ωε. Frecuencia de 1 GHz. a) Medios de
conductividad alta. b) Medios con conductividad media. c) Medios de
conductividad baja. d) Medios muy resistivos (casi transparentes).
Radar de subsuelo. Evaluación para aplicaciones en arqueología y en patrimonio histórico-artístico. 127
Para obtener las curvas patrón de la figura 4.5 se ha realizado una aproximación al
considerar el factor de pérdidas, P, pequeño. En estos casos la ecuación 4.11 que
permite calcular α se simplifica y deja de depender de la frecuencia. Queda en
función de los parámetros electromagnéticos del medio (ecuación 4.13). Esta
aproximación es válida en muchos casos y, cuando puede realizarse, simplifica los
cálculos. Pero no siempre tendremos una combinación de parámetros que permita
que, para una frecuencia dada, el medio pueda considerarse de pequeñas pérdidas.
En este apartado se analiza el rango de validez de la aproximación, tanto en
algunos casos particulares como en el caso más general. El resultado final se
muestra en unas gráficas que permiten, conocidos los valores de la permitividad
dieléctrica relativa y de la conductividad del medio (se consideran medios no
magnéticos), determinar si es posible la utilización de las curvas patrón de la
figura 4.5 y de las ecuaciones 4.13 y 4.14 o, si por el contrario, hay que utilizar las
ecuaciones 4.11 y 4.12 así como las curvas de las figuras 4.6, 4.7 y del anexo 5,
que ya son específicas para cada frecuencia.
Pare ello ser representa una gráfica que muestra la conductividad en función de la
permitividad dieléctrica relativa para diferentes frecuencias en el caso particular
de que el factor de pérdidas sea la unidad. Según recoge Reynolds (1997) la
aproximación P<<1 es correcta si la conductividad del medio estudiado es 0.05
veces la conductividad que se obtiene partiendo de la constante εr en el caso de
P=1.
σ = ωε (4.15)
Las gráficas de la figura 4.8 se han calculado para las frecuencias más bajas: 1
MHz, 5 MHz y 10 MHz. Las de la figura 4.9 están dibujadas considerando las
frecuencias más habituales en este tipo de prospección, que van desde los 100
MHz hasta los 1000 MHz.
128 Capítulo 4. Características de la propagación de las ondas de radar en medios materiales.
30
f = 10 MHz
20
15 f = 5 MHz
10
5
f = 1 MHz
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Permitividad dieléctrica relativa
2600
f=900 MHz
2400
2200
2000
1800
1600
1400 f=500 MHz
1200
f=400 MHz
1000
800 f=300 MHz
600 f=200 MHz
400
f=100 MHz
200
0
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50
Permitividad dieléctrica relativa
Como primer caso se considera un terreno arcilloso con los siguientes parámetros
electromagnéticos: εr≈8, σ≈0.23 S/m y µr≈1 (ver la tabla 6.2). Se utiliza una
antena de 500 MHz. En primer lugar hay que calcular el factor de pérdidas
(ecuación 4.10). Se obtiene P=1.034. Este valor, ligeramente por encima de la
unidad indica que no es posible aproximar por pequeñas pérdidas. La profundidad
pelicular ha de calcularse sin realizar aproximaciones. Calculando el factor de
atenuación en el caso general (ecuación 4.11) se tiene que α=13.875 m-1. Con este
valor de α se calcula la profundidad pelicular de penetración (ecuación 4.12),
resultando d=7.21 cm. Veamos el error que se comete en el caso de haber
efectuado esta aproximación sin haber tenido en cuenta el valor de P. Si esta
misma profundidad se calcula utilizando la ecuación 4.14 el resultado es d=6.53
cm, es decir, un valor de 0.68 cm menos que en el caso general. El uso incorrecto
de la aproximación P<<1 introduce en este ejemplo un error del 9.4% del
resultado.
conductividad está próxima a los 0.001 S/m y de nuevo se supone que µr ≈1. El
factor de pérdidas es P=0.03597. Utilizando el criterio de validez para la
aproximación considerada (figura 4.9) se obtiene que la conductividad para un
P=1 es de 0.0278 S/m. Esto quiere decir que todos los valores de la conductividad
iguales o inferiores a 0.05 veces esta conductividad permiten, dados los valores de
ω y εr, considerar que P<<1. Este valor máximo que puede tener la conductividad
es de σmáx=0.00139 S/m. Como en el caso particular considerado se tiene que
σ < σmáx podremos aplicar el criterio de pequeñas pérdidas. Calculando la
profundidad partiendo de esta aproximación se llega a d=11.874 m. Calculando de
forma general el factor de atenuación se tiene que α = 0.0842 m-1, lo que implica
una profundidad pelicular de penetración de d=11.87 m. El error cometido en este
caso es del 0.0337%, es decir, inferior al 1%, siendo totalmente despreciable.
De forma general puede decirse que las pérdidas que presenta una radiación
electromagnética durante su propagación, a una distancia dada del emisor, son:
En la figura 4.7 se presenta un esquema realizado por Davis y Annan (1989) que
muestra el proceso de pérdidas de energía desde el emisor hasta el receptor. Todos
los aspectos esquematizados en la figura 4.7 se representan en la ecuación del
radar, de la que se habla con mayor extensión en el capítulo 5. Esta ecuación es un
balance energético entre la potencia generada y la recibida por la antena. De
forma general se expresa como:
E E G G v 2 (RF)e −4αz
Q = 10log TX RX TX 3RX2 4 (4.16)
64π f z
v2
A= (4.17)
4πf 2
P
Q = 10log min (4.18)
Pg
Radar de subsuelo. Evaluación para aplicaciones en arqueología y en patrimonio histórico-artístico. 133
Potencia generada Pg
e −2 α z
Potencia que alcanza al reflector P3 = P2
4πz 2
e −2 α z
Potencia que alcanza al receptor P6 = P5
4πz 2
R = 10D 2 (4.19)
Siendo D2 un parámetro que depende del tipo de reflector que se tenga, de las
antenas emisora y receptora y de la frecuencia, definido mediante la expresión:
E E G G
( )
− Q + 10log TX RX 3TX RX + 10log v 2 + 10[B1 + (B 3 − 2) log(f )]
64π
D2 = (4.20)
40 − 10B 2
D2
R= (4.21)
D1
siendo:
2A
D1 = (4.22)
40 − 10B 2
Para el caso de un reflector plano, la señal que se registra tras una reflexión es una
imagen de la fuente aunque reducida en intensidad según el coeficiente de
reflexión R, radiando en dirección ascensional (hacia la superficie) desde una
distancia dos veces mayor que la distancia entre el contacto y el emisor.
Tipo de RF B1 B2 B3
reflector
Plano y liso πz 2 R log(πR ) 2 0
v 2 2 vz πvR
π f + f R log
Plano y rugoso 16 2 2 1 -1
64π 5 a 6 f 4 64π 5 a 6 f 4
R log
Finito (puntual) v4 v4 0 4
Para definir las zonas de Fresnel se supone una onda esférica producida por una
fuente puntual que se propaga libremente, según el esquema de la figura 4.8. En
ésta se muestra el foco, el frente de ondas Σ y dos puntos H y P. El punto H
situado está situado a una distancia z1 del foco y le llega un frente de ondas, Σ, de
densidad de energía EH(z1). El punto P situado a una distancia z2 del foco. El
frente de ondas que alcanza el punto P tiene una densidad de energía EP(z2). La
energía generada en el foco es E0 (Casas, 1985).
EH(z1) EP(Z 2 )
Foco H P
E0
Σ Σ
z1
z2
Figura 4.11. Esquema de la propagación de un frente de ondas
esférico.
Estas esferas definen las que se denominan zonas de Fresnel. En la figura 4.9 se
pueden observar los radios d1, d2, d3, ... que definen a cada una de las zonas de
Fresnel. El radio de la primera zona de Fresnel tiene la siguiente expresión:
1
λ2
2
d1 = + r0 λ (4.24)
4
Radar de subsuelo. Evaluación para aplicaciones en arqueología y en patrimonio histórico-artístico. 137
Estas zonas se llaman también semiperiódicas ya que las vibraciones emitidas por
los puntos de las circunferencias que rodean al punto P (ver el esquema de la
figura 4.9) llegan a P con una diferencia de λ/2, es decir, con una diferencia de
fase de π radianes.
1
∆t = (4.25)
∆f
De esta forma, para una antena con frecuencia central de 500 MHz, la duración
del pulso es de 2 ns. Si la antena es de 900 MHz la duración del pulso es de 1.1
ns; si es de 100 MHz su duración del pulso es de 10 ns; para una frecuencia
central de 200 MHz la duración del pulso resultante es de 5 ns; para una
frecuencia de 1 GHz esta duración es de 1 ns y para una frecuencia de 10 MHz se
obtiene un valor de 100 ns.
La longitud equivalente del pulso que se propaga (en metros) es el producto entre
la duración del pulso y la velocidad de la onda electromagnética en el medio por
el que se está propagando. Esta longitud equivalente determina la resolución
vertical que podremos esperar. A mayor longitud del pulso, menor resolución
vertical.
La separación entre los dos eventos de la figura 4.10 que permiten distinguir la
capa intermedia es completa si cuando la señal incide en la superficie que separa
al medio 2 del medio 3 la señal que ha incidido en la superficie superior que
separa el medio 1 del medio 2 se ha reflejado en su totalidad. Con esto se asegura
que no se produce solapamiento entre las dos señales reflejadas, que quedan
registradas en el radargrama como eventos totalmente separados. Con esta
consideración se define la resolución vertical, Rv a partir de la siguiente expresión
(Lorenzo, 1994):
v v∆t
Rv = = (4.26)
∆f 2
Si la distancia vertical (temporal) entre dos eventos es igual o mayor que el valor
obtenido para Rv se pueden detectar como reflectores separados (ver la figura
4.10), ya que no se produce solape entre la energía procedente de las dos
reflexiones.
Radar de subsuelo. Evaluación para aplicaciones en arqueología y en patrimonio histórico-artístico. 141
Por ejemplo, utilizando una antena de 100 MHz y considerando un suelo húmedo
que presenta para esta frecuencia una velocidad de propagación de v = 0.06 m/ns,
la duración del pulso es de ∆t = 10 ns y la longitud de onda calculada como el
producto del pulso por la velocidad es λ = 60 cm. Esto da, para este caso, una
resolución vertical de Rv = 15 cm.
banda). Sin embargo, la resolución vertical que se tiene finalmente es peor que
este valor teórico, a causa, principalmente, de la forma del pulso y de la respuesta
del suelo.
1E+4
Espesor mínimo detectable, Rv (cm)
1E+3
1E+2
Velocidades
1 a.
0 5 10 15 20 25 30 35 40 45 50 55 60 65 70 75 80 85 90 95 100
1E+5 Duración del pulso, ∆t (ns)
1E+4 Velocidades
Espesor mínimo detectable, Rv (cm)
1E+2
1E+1
1
0 100 200 300 400 500 600 700 800 900 1000
b.
Ancho de la banda de frecuencias (MHz)
La velocidad de la antena y el número de trazas por segundo son dos factores que
se pueden controlar. No ocurre lo mismo con la geometría del haz emitido, que
depende de las características de la antena y de las del medio. Este haz se puede
considerar aproximadamente como cono de energía que intersecta con la
superficie del reflector, iluminando un área que se denomina huella de la antena.
La primera zona de Fresnel describe el área mínima detectable. Los rasgos del
medio con dimensiones menores no se detectan. Por ejemplo, en un suelo húmedo
en el que se propaga la onda con una velocidad de 0.06 m/ns, el radio de la
primera zona de Fresnel es de 43 cm (ecuación 4.24) si se utiliza una antena de
500 MHz y la superficie reflectora está a 1.5 m de la antena. Esto indica que se
pueden detectar elementos de diámetro medio mayores que 90 cm.
Radar de subsuelo. Evaluación para aplicaciones en arqueología y en patrimonio histórico-artístico. 145
El tamaño finito de esta superficie de incidencia del cono de energía afecta tanto a
la resolución vertical como a la horizontal. Para la resolución horizontal, cuanto
mayor sea la primera zona de Fresnel, peor será el coeficiente de resolución
horizontal. Un cono estrecho mejora considerablemente la resolución. La anchura
del cono de emisión afecta la resolución vertical cuando las superficies reflectoras
están fuertemente inclinadas o cuando las irregularidades de la superficie son
grandes comparadas con la longitud de onda de la energía incidente.
Son varios los criterios que se pueden considerar para determinar la resolución
horizontal.
λ h
ra = + (4.27)
4 εr + 1
2h
nt = ( tr / s) (4.28)
va