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Apolinarismo

Su Vida Y Obras
Teoría cristológica según la cual Cristo tenía un cuerpo humano y un alma sensitiva
humana, pero no una mente racional humana, ya que el Logos Divino había tomado el
lugar de ésta.

El autor de esta teoría, Apolinar (Apolinarios) el Joven, obispo de Laodicea floreció en la


segunda mitad del siglo IV y fue muy estimado al principio por hombres como San
Atanasio, San Basilio y San Jerónimo por su cultura clásica, su conocimiento bíblico su
defensa del cristianismo y su lealtad a la fe de Nicea. Asistió a su padre, Apolinario (el
Mayor) en la reconstrucción de las Escrituras sobre modelos clásicos para compensar a los
cristianos por la pérdida de la literatura griega de la que les había privado el edicto de
Juliano. San Jerónimo le atribuye muchos volúmenes sobre las Escrituras, dos apologías
del cristianismo, una contra Porfirio y otra contra Juliano; una refutación de Eunomio, un
arriano radical etc., pero todas ellas se han perdido. Hemos tenido más suerte respecto a
los escritos de Apolinar que versan sobre la presente teoría. Un libro anónimo
contemporáneo: Adversus fraudes Apollinaristarum, nos informa que, para dar crédito a
su error, los apolinaristas circularon una serie folletos bajo nombres como los de San
Gregorio Taumaturgo (He kata meros pistis, Exposición de Fe), San Atanasio (Peri
sarkoseos, Sobre la Encarnación), el Papa Julio (Peri tes en Christo enotetos, Sobre la
unidad en Cristo), etc. Siguiendo esa pista, Lequien (1740), Caspari (1879) y Dräseke
(1892), han mostrado que con toda probabilidad son escritos de Apolinar. Más aún, Los
Padres de la Iglesia que escribieron en defensa de la ortodoxia, como por ejemplo
Atanasio, en dos libros contra Apolinar; San Gregorio Nacianceno en varias cartas; San
Gregorio de Nisa en su Antirretikos; Teodoreto en su Haereticae Fabulae y Dialogues, etc.,
nos dan incidentalmente amplia información del sistema real del Laodicea.

No se sabe el momento exacto en el que Apolinar presentó su herejía. Hay claramente dos
períodos en la controversia apolinarista. Hasta 376, ya por su actitud oculta o por el
respeto que se le tenía, el nombre de Apolinar nunca fue mencionado por sus oponentes,
es decir, por individuos como Atanasio, el Papa Dámaso o por concilios como el de
Alejandría (362) y el de Roma (376). En ésta última fecha comenzó la guerra abierta. Otros
dos concilios romanos, de 377 y 381, y algunos Padres, denunciaron abiertamente y
condenaron como heréticas las doctrinas de Apolinar. No se quiso someter ni a la más
solemne condena del Primer Concilio Ecuménico de Constantinopla de 381, cuyo primer
canon incluyó el apolinarismo en la lista de herejías, y murió en su error, alrededor del
392. Sus seguidores, que una vez fueron numerosos en Constantinopla, Siria y Fenicia,
apenas le sobrevivieron. Unos pocos discípulos como Vitalis, Valentino, Filemón y Timoteo
trataron de perpetuar el error del maestro y posiblemente son los responsables de las
falsificaciones antes mencionadas. La secta se extinguió inmediatamente. Hacia 416
muchos volvieron a la Madre Iglesia mientras que el resto se desvió hacia el monofisismo.
Teoría
Apolinar basó su teoría en dos principios o suposiciones, uno ontológico u objetivo y uno
psicológico o subjetivo. Ontológicamente le parecía que la unión de Dios completo con el
hombre completo no podía ser otra cosa que una yuxtaposición o colocación. Dos seres
perfectos con todos sus atributos, argüía, no pueden ser uno. A lo más son un compuesto
incongruente, parecido a los monstruos de la mitología. Puesto que la fe de Nicea le
prohibía decrecer al Logos, como había hecho Arrio, inmediatamente procedió a mutilar la
humanidad de Cristo y a despojarla de de su más noble atributo, y esto, reclamaba, por
amor a la verdadera unidad y verdadera Encarnación.

Psicológicamente, Apolinar, al considerar el alma racional o espíritu como esencialmente


predispuesta al pecado y capaz, en su mejor momento, apenas de esfuerzos precarios, no
vio forma de salvar la impecabilidad de Cristo y el infinito valor de la redención, a no ser
eliminando el espíritu humano de la humanidad de Cristo sustituyéndolo por el Logos
divino. Para la parte constructiva de su teoría Apolinar recurrió a la bien conocida división
platónica de la naturaleza humana: cuerpo (sarx, soma), alma (psyche halogos), espíritu
(nous, pneuma, psyche logike). Cristo, decía, asumió el cuerpo humano y el alma humana
o principio de vida animal, pero no el espíritu humano. El Logos mismo es o se pone en
lugar del espíritu humano, convirtiéndose así en el centro racional y espiritual, el asiento
de laauto-conciencia y auto-determinación. Por este simple mecanismo el Laodicea pensó
que Cristo estaba seguro, Su unidad sustancial asegurada, su inmutabilidad moral
garantizada y el valor infinito de la Redención evidentemente manifestado. Para
confirmarlo todo, citaba a San Juan 1,14 "y el Verbo se hizo carne”; a San Pablo, Flp. 2,7,
“…haciéndose semejante a los hombres y apareciendo en su porte como hombre”; y en 1
Cor. 15,47 “El primer hombre, salido de la tierra, es terreno; el segundo, celestial, viene
del cielo”.
Doctrina de la Iglesia
Se encuentra en el séptimo anatema del Papa Dámaso en el concilio de Roma de 381:
“Pronunciamos anatema contra los que dicen que el Verbo de Dios está en la carne
humana en lugar del alma humana racional e intelectiva. Porque la Palabra de Dios es el
Hijo mismo. Ni vino a la carne para remplazar sino más bien para asumir y preservar del
pecado y salvar al alma racional e intelectiva del hombre. En contestación a los principios
básicos de Apolinar, los Padres simplemente negaron el segundo como maniqueo.
Respecto al primero hay que recordar que los concilios de Éfeso y de Calcedonia aún no
habían formulado la doctrina de la Unión Hipostática. Por ello se entenderá que los Padres
simplemente se conformaran con ofrecer argumentos en refutación, como, por ejemplo:

La Escritura afirma que el Logos asumió todo lo que es humano---por consiguiente, el


Pneuma también---con la excepción del pecado; que Cristo experimentaba alegría y
tristeza y ambas son propiedades del alma racional.
Cristo no es hombre si no tiene un alma racional; el compuesto incongruo imaginado por
Apolinar no puede ser llamado Dios-hombre ni es el modelo para la vida cristiana.
Lo que Cristo no ha asumido, no lo ha curado. Así la parte más noble del hombre está
excluida de la Redención.
También señalaron el significado correcto de los pasajes de la Escritura aducidos por
Apolinar, haciendo notar que la palabra sarx, en San Juan, como en otras partes de las
Sagradas Escrituras, fue utilizada como sinécdoque para toda la naturaleza humana; y que
el verdadero significado de San Pablo (Filipenses y 1 Corintios) estaba determinado por la
clara enseñanza de las epístolas pastorales. Sin embargo, algunos de ellos insistieron
incautamente sobre las limitaciones del conocimiento de Jesucristo como prueba positiva
de que su mente era verdaderamente humana. Pero cuando el heresiarca les llevó más
adentro en el misterio de la unidad de Cristo, tuvieron miedo de no reconocer su
ignorancia y se rieron amablemente del espíritu matemático de Apolinar y la implícita
dependencia de una mera especulación y razonar humano. La controversia apolinarista,
que hoy parece cosa infantil, tuvo su importancia en la historia del dogma cristiano:
transfirió la discusión sobre la Santísima Trinidad al campo de la cristología; es más, abrió
la larga línea de debates cristológicos que dieron como resultado el símbolo de
Calcedonia.

Nestorianismo
El nestorianismo o difisismo (del griego δύς, dys, 'dos', y φύσις, physis, 'naturaleza') es una
doctrina religiosa dentro del cristianismo que considera a Cristo radicalmente separado en
dos naturalezas, una humana y una divina, completas ambas de modo tal que conforman
dos entes independientes, dos personas unidas en Cristo, que es Dios y hombre al mismo
tiempo, pero formado de dos personas (prosopōn) distintas.
Enmarcado dentro de las disputas cristológicas que sacudieron al cristianismo en los siglos
III, IV y V, el monje Nestorio, oriundo de Alejandría, una vez nombrado obispo de
Constantinopla, comenzó a proclamar su doctrina, por lo que se enfrentó con Cirilo de
Alejandría, obispo de dicha ciudad, que defendía la tesis de la unicidad entre la persona
humana y la divina de Cristo. Principalmente Nestorio sostenía que Cristo era un hombre
en el que había ido a habitar Dios, escindiendo la persona divina de la persona humana.
El Concilio De Éfeso
Tanto los nestorianos como los partidarios de Cirilo fueron llamados al concilio de Éfeso
en el año 431, convocados por Teodosio II. La disputa se centró fundamentalmente en
torno al título con el cual debía tratarse a María, si sólo Christotokos (madre de Cristo, es
decir, de Jesús humano y mortal) como defendían los nestorianos, o además el de
Theotokos (madre de Dios, o sea, también del Logos divino), como defendían los
partidarios de Cirilo. Finalmente se adoptó como verdad de doctrina la propuesta por
Cirilo, y se le concedió a María el título de Madre de Dios, y los nestorianos o difisitas,
fueron condenados como herejes.

Cabe destacar que esta discusión en cuanto al término Christotokos o Theotokos no tenía
a María como centro de atención, sino que se enfocaba en la Cristología que suponía, es
decir, si Cristo es un ser de dos naturalezas (divina por una parte y humana por otra parte)
en una persona (doxa difisita o nestoriana) o, por lo contrario, la monofisita: doxa que
proclama a Cristo un ser de naturaleza única: Dios encarnado con aspecto humano. El
nestorianismo refutaba el concepto de encarnación, que estaba en juego al discutir los
términos griegos anteriores y abrazaba el concepto de cohabitación o yuxtaposición.

La doctrina nestoriana, que sigue las enseñanzas del exégeta Teodoro de Mopsuestia,
insiste en el carácter distintivo de la divinidad y humanidad de Jesús, lo que movió a los
críticos de esta confesión a acusar a los nestorianos de creer que Cristo era dos personas
distintas: el Hijo de Dios y el hijo de María. Concretamente, Nestorio se oponía a que
María fuera llamada Theotokos (Madre de Dios) porque le resultaba una incongruencia
lógica y una blasfemia.

Nestorianismo Post-Efesio
El nestorianismo fue desterrado del Imperio romano, y la diáspora nestoriana encontró
refugio en el Imperio sasánida. Gran parte de los habitantes del imperio persa (en especial
en Irak) y los Lajmidas abrazaron esta denominación cristiana conocida en el Imperio
romano con el adjetivo de «nestorianismo».

Sedes episcopales cristianas difisitas o "nestorianas" en la Edad Media. Para ampliar la


imagen y observar en detalle clicar sobre la imagen.
Provincias episcopales de la Iglesia Oriental difisita en la Edad Media (al no llegar a estar
del todo organizada no aparece la de "Sinistán"). Para ampliar la imagen clicar sobre la
imagen.
La distribución de la lengua siriaca
En magenta, en la actualidad, en Iraq, el asirio neoarameo es hablado principalmente en
las llanuras de Nínive y en las poblaciones cercanas a Mosul, Duhok, Irbil y Kurkuk, en
verde pueblos tunguses como los Kitáns y mongoles como los naimanos, keraitas entre
otros que adoptaron el cristianismo difisita en la Edad Media, y en ocre los cristianos de
Santo Tomás.
En Edesa fue Ibas quien en su cargo de director de la escuela de la ciudad hizo suyas y
propagó las ideas de Nestorio. Sin embargo, allí los obispos antioquenos, en especial,
Rábula se le enfrentaron. Así, el rey persa mandó expulsar a Ibas quien se refugió en
Armenia y desde allí continuó extendiendo el nestorianismo.

Sin embargo, en 435, tras la muerte de Rábula, Ibas se presentó otra vez en Edesa (hoy
Urfa) y fue elegido obispo. Solo hasta 448 tuvo que afrontar juicios de parte de sus
compañeros en el episcopado por propagar el nestorianismo. Sin embargo, en 449 salió
absuelto y unos meses después fue depuesto durante el Latrocinio de Éfeso. El Concilio de
Calcedonia lo repuso en su diócesis en 451. Murió en 457.

En 424, la Iglesia persa difisita se declaró independiente de la ortodoxia católica bizantina


y todas las otras iglesias, con el fin de evitar acusaciones de lealtad a autoridades
extranjeras, o sea, los emperadores persas sasánidas. Así fue que tras el cisma nestoriano,
la Iglesia persa cada vez se alineó más con los nestorianos, en gran medida alentada por la
clase dominante zoroastriana. En consecuencia, la Iglesia cristiana en el imperio persa se
convirtió cada vez más a la doctrina nestoriana en las siguientes décadas, fomentando la
división entre cristianismo calcedónico y el de los cristianos nestorianos. En 486 el
Metropolitano de Nísibis, Barsaûma, aceptó públicamente como mentor a Nestorio y a
Teodoro de Mopsuestia como su autoridad espiritual. En 489, cuando la Escuela de Edesa
en Mesopotamia fue clausurada por el emperador bizantino Zenón por sus enseñanzas
nestorianas, la escuela se trasladó desde su sede original a la ciudad de Nisibis, llegando a
ser una nueva escuela cristiana difisita denominada Escuela de Nísibis, dando lugar a otra
oleada de inmigración nestoriana hacia Persia. El patriarca persa Mar Babai I (497-502)
logró reforzar la estima del cristianismo difisita por parte de los obispos en el imperio
persa y sus zonas de influencia (por ejemplo entre los árabes Lajmidas) y con esto a las
opiniones de Theodoro de Mopsuestia, consolidando con ello la adopción por la iglesia
oriental no ortodoxa y no monofisita del nestorianismo.2
Serán sus discípulos los que propaguen ulteriormente el nestorianismo. Narsai funda en
Nísibe una escuela como la de Edesa. Desde este centro, que llegó a ser el más afamado
de la Iglesia persa, el nestorianismo se extendió por todo el imperio persa. En Bet Lapat se
celebró un sínodo en el año 484, reunión donde se depuso al catholicós Babowai y se
nombraba a Barsaumas (también transcripto como Barçauma, Barzauma o Barzaumas),
discípulo también de Ibas. Éste con el apoyo del rey Peroz I mandó encarcelar a Babowai
quien fue luego ejecutado; luego de esto se eligió un nuevo katholikós: Acacio, antiguo
compañero de Barsaumas.

Dado que el nestorianismo estaba prohibido en el Imperio Bizantino, y dada la antigua


enemistad entre ambos imperios, a Barsaumas no le costó nada hacer que el nuevo rey
Balash apoyara su causa, considerada como una causa nacional. Balash ordenó incluso la
expulsión de todos los cristianos que no fueran nestorianos.
En 497 se nombra a Babai como nuevo catholicós. Tras él la iglesia se dividió pues una
parte del clero no estuvo de acuerdo con el nombramiento de Eliseo y nombró a Narsés
como catholicós de Seleucia. No se logró la unidad hasta que Aba fue elegido catholicós o
patriarca o (en siríaco) mar. La nueva guerra que se produjo con el imperio bizantino fue
aprovechada por los grupos paganos para desatar una persecución contra los cristianos:
pese a estar entonces firmemente establecido en el imperio de la Persia sasánida, el
cristianismo difisita con centros en Nisibis, Ctesifonte, y Gundeshapur, y con varias sedes
metropolitanas; la Iglesia nestoriana persa comenzó a extenderse más allá del Imperio
Persa Sasánida. Sin embargo, durante el siglo VI esta iglesia fue acosada con frecuencia
con las luchas internas y la persecución efectuada por los seguidores de Zoroastro. Tal
lucha que llegó a ser interna llevó a un cisma, que duró desde el año 521 hasta alrededor
del 539, cuando se resolvieron los problemas. Sin embargo inmediatamente después la
guerra romano-persa llevó a una nueva persecución de la iglesia por el rey sasánida
Cosroes I; esta persecución terminó en el año 545. La iglesia cristiana difisita sobrevivió
bajo la dirección del patriarca Mar Abba I, quien siendo de origen zoroastriano se había
convertido al cristianismo.2 Con la paz las cosas volvieron a la normalidad pero el rey de
Persia intentó intervenir en los asuntos eclesiásticos reclamando para sí el nombramiento
del catholicós. Llegó incluso a nombrar uno, José, que tuvo que deponer años después por
presiones del clero. Otra guerra contra Constantinopla llevó nuevamente a dificultades a
la Iglesia persa. Sin embargo, con la derrota total del imperio persa por parte de Heraclio
(628) la iglesia alcanzó su independencia: el nuevo rey por temor a los bizantinos concedió
la libertad a los cristianos y dejó que nombraran a su propio catholicós (cargo que estaba
vacante desde 608).
La paz e independencia no duraron mucho ya que en 633 comenzaron las invasiones
musulmanas que aniquilaron el imperio persa. Tras la total conquista del imperio persa
por parte de los musulmanes en el año 644 la comunidad cristiana (obviamente
incluyendo a la numerosa nestoriana) fue subordinada al rango de dhimmi. En
Mesopotamia los cristianos fueron bien tratados por los musulmanes quienes los tomaron
como educadores (fueron en gran medida los transmisores de la filosofía griega a los
árabes islámicos) y especialmente como médicos y les dejaron libertad. Cuando la
administración árabe se trasladó de Damasco a Bagdad, el catholicós también trasladó su
sede, lo que le permitió ocupar cargos administrativos con los nuevos ocupantes. Fue la
situación creada y la facilidad para optar a cargos administrativos lo que fue mermando a
la iglesia nestoriana de Persia que para mediados del siglo VII había casi desaparecido de
la costa del Golfo Pérsico aunque merced a misiones como la de Alopen se había
difundido en Asia Central (Samarcanda etc) hasta llegar a China, Mongolia y la zona de
Minusinsk.

Los patriarcas o católicos comenzaron entonces misiones para evitar que los cristianos se
pasaran al islam (no se podía pensar, dadas las circunstancias, en convertir a los
musulmanes). Impulsores de estas misiones fueron el katholikos o patriarcas o mar
Ishoyabb y Jorge I (658-680).

De esta iglesia nestoriana procederán las primeras misiones a China (siglo VII), Asia central
(Tibet, India, Mongolia, Samarcanda, Manchuria).

La Iglesia Siria Oriental (monofisita) y la Iglesia Católica Apostólica Asiria del Oriente
(difisita, es decir nestoriana) prosperaron acatando ciertas reglamentaciones de los
«shahs» persas, entre otras aquella según la cual sus sacerdotes debían estar casados. En
ese período prospera la escuela teológica de Edessa (hoy Urfa) y se destaca la figura del
patriarca Bar Saumas quien tenía su sede en «Babilonia» (en realidad Ctesifonte y Nísibis).
Aún en los primeros siglos de la conquista árabe del Cercano y Medio Oriente la iglesia
que mantenía la doxología (conjunto de opinión) difisita o «nestoriana» mantuvo un
fuerte impulso misional logrando un importante éxito en Asia central (por ejemplo en la
ciudad de Samarcanda).
Los cristianos «nestorianos» fueron una genuina correa de transmisión del conocimiento
científico y filosófico grecorromano (particularmente del aristotelismo) a la entonces
incipiente cultura islámica (luego desde el islam este acervo de conocimiento volvió a
Europa), así fue en la célebre Academia de Gundishapur constituida por sabios
nestorianos y dedicada principalmente a la medicina; por tal motivo en el periodo inicial
de los grandes califas omeyas destacaban familias de médicos (seguidores de las doctrinas
científicas de Galeno) cristianos «nestorianos» curando a los califas y magnates, así
todavía en los siglos IX y X se destacaron familias de médicos cristianos nestorianos como
la de Yuhanna ibn Masawaih, cuyo nombre occidental es el de Ioannis Mesuae quien era
integrante de una muy culta familia de Gundishapur, y luego la de su discípulo Hunayn ibn
Ishaq cuyo nombre ha sido latinizado como Iohannitius. Hunayn ibn Ishaq se puso al
frente de los traductores de las obras en siríaco, griego y sánscrito al árabe cuando el
califa al-Mamun promovió la fundación de la Bayt al-Hikma (Casa de la sabiduría) en la
capital califal que era Bagdad en el s. IX; también entre los siglos VIII a X se distinguió la
familia de médicos cristianos nestorianos de los Bukhtishu o Bakhtishu o Bajtishu.
Las escuelas cristianas «nestorianas» prosperaron en centros como el de Gundishapur
(Persia) y Muharraq (en el actual Bahréin).
Mientras que las misiones cristianas nestorianas se difundieron entre los turcos orientales
(como los uighures) y algunas tribus de mongoles pre-gengiskánidas como los khitan o
kitans, al parecer es en esa época cuando surge en Europa la leyenda parcialmente cierta
de El Preste Juan, siendo «Juan» una alteración de la palabra khan.
De este modo la cristiandad (de cuño nestoriano) llegó por primera vez a China hacia el
año 635 cuando el misionero llamado en chino Alopen o Al Oben estableció una iglesia en
la capital occidental durante el reinado de Taizong de la dinastía Tang, es decir, en la
ciudad de Chang'an (actual Xi'an), de esa época data la célebre Estela de Siganfú. Sin
embargo posteriormente el emperador Wuzong (840 a 846) prohibió las "religiones
foráneas" como el budismo y el cristianismo.

La comunidad experimentaría un importante resurgimiento durante la dinastía Yuan.


Marco Polo, durante el siglo XIII, y otros importantes escritores medievales (como el
sacerdote católico italiano Pian del Carpine) señalaron la existencia de algunas
comunidades cristianas nestorianas en el Medio Oriente, en la costa sudoeste de la India
(el Malabar), en el Asia Central, en China y Mongolia. Rabban Bar Sauma, un viajero
nestoriano originario de Shang-du (el Xanadu de los poemas de Coleridge, actualmente en
Mongolia), llevó a un diplomático mongol del Khanato de Persia hasta las cortes de
Constantinopla y Roma para discutir una posible alianza Franco-Mongola frente al avance
musulmán de aquel entonces. Nuevamente debieron de soportar tiempos difíciles con la
caída del poder mongol y finalmente desaparecerían de China en los tiempos de la
dinastía Ming. Actualmente, el legado de los misioneros puede apreciarse en la
arquitectura de antiguas iglesias levantadas en territorio de los actuales Irak, Irán e India.
En 1260 un ejército cristiano (cuando aún gran parte de los turcos y mongoles se adherían
al cristianismo "nestoriano") túrquico-mongol liderado por el líder cristiano nestoriano
Kitbuqa o Quitbuka trató de recuperar la "Tierra Santa" para la cristiandad pero Kitbuqa
fue derrotado por los musulmanes en la Batalla de Ain Yalut y luego de ser apresado fue
ejecutado (según varias fuentes fue trucidado), es decir, puesto su cuerpo entre dos
planchas de madera y luego aserrado por los musulmanes.

A finales del siglo XIV los ya previamente muy acosados cristianos de la Iglesia del Este
("nestoriana") fueron casi totalmente aniquilados por Tamerlán, quedando algunos
bolsones de resistencia cristiana en lugares aislados y remotos como Qodshanes.
Hay que destacar que la rebelión de los Taiping, durante el siglo XIX, habría tenido líderes
que practicaban una forma singular de cristianismo aunque en los Taiping no queda en
claro si existió una antigua tradición cristiana nestoriana o si el influjo cristiano se debió a
las misiones jesuíticas —católicas— o reformistas «protestantes» directamente
procedentes de la Europa contemporánea.
Nestorianismo En El Siglo XX y en la Actualidad
A fines del siglo XIX e inicios del siglo XX las comunidades cristianas difisitas o
"nestorianas" que mantenían más fuerte su doxología eran las ubicadas en el norte de Irak
(principalmente en torno a Mosul) y el Kurdistán (los montes Hakkâri, Yulamerk o
"Çölemerik") y principalmente el valle del Gran Zab (zonas kurdas actualmente dentro del
control turco), en el valle del Gran Zab se ubicaba el núcleo religioso de los asirios actuales
(Suryoyo): la ciudad monástica de Kodshanes o Qodshanes al pie sudoriental de los
montes Hakkâri3 casi totalmente destruida por los turcos durante la Primera guerra
mundial; también otro núcleo de "asirios" (Suryoyo) cristiano-nestorianos se ubicaba en
Urmiah (Azerbaiyán Persa). Durante la Primera Guerra Mundial y en tiempos de la
Revolución rusa las fuerzas turcas llevaron a cabo una política de exterminio y "limpieza
étnica" (la cual sufrieron asimismo los cristianos armenios y griegos) que padecieron los
"nestorianos", el patriarca o Shimun debió refugiarse en Francia y luego Estados Unidos
mientras gran parte de la población cristiana "nestoriana" era exterminada. Los asirios
actuales que hablan el neorameo asirio turyoyo y tienen por propio gentilicio el de
suryoyo o suryoye habitan principalmente en la zona de Tur Abdin, sin embargo en esa
pequeña zona se mezclan los seguidores de la Iglesia ortodoxa siria monofisita con los,
también cristianos asirios, seguidores del difisismo o nestorianos; ambas denominaciones
de la cristiandad han sufrido y sufren persecuciones y genocidios, por parte de los turcos
notoriamente a inicios del s. XX y luego a inicios del presente siglo XXI por los extremistas
islámicos.
Cabe hacer notar que en 1994 Mar Dinkha o (como se pronuncia en español: Mar Dinja)
firmó con el papa católico Juan Pablo II una «Declaración cristológica común»:
Por eso, la Iglesia Asiria de Oriente ora la Virgen María como "Madre de Cristo nuestro
Dios y Salvador." A la luz de esta misma fe la tradición católica la cual se dirige a la Virgen
María como "Madre de Dios" y también como "la Madre de Cristo." Entre sí y que
reconocen la legitimidad y la rectitud de estas expresiones de la misma fe y que respetan
la preferencia de cada Iglesia en su vida litúrgica y la piedad. "
poniendo final las dos iglesias con la discusión bizantina entre las dos iglesias cristianas
que se basaba en la doxa controversial originada a partir de Nestorio.5 Se supone que tal
entendimiento ecuménico proseguirá con Gewargis III y sus sucesores.

Todavía en algunas apartadas regiones del Próximo Oriente es posible encontrar


nestorianos.a Por su parte, los nestorianos se propagaron por Asia Central, llegaron hasta
China, y durante un tiempo influyeron en los mongoles, aunque finalmente éstos se
decantaron por el lamaísmo y abandonaron el nestorianismo, lo que llevó a su extinción
final en dichas regiones. Actualmente subsisten las iglesias nestorianas en la India, en
Irak,6 Irán, China y en Estados Unidos y otros lugares donde a lo largo del siglo XX han
migrado comunidades de los países citados.

En la actualidad hay dos patriarcas (desde 1976), uno de la Iglesia asiria del Oriente reside
en Morton Grove, Illinois, en Estados Unidos; y el otro de la Antigua Iglesia del Oriente,
reside en Bagdad, Irak. Hay otras iglesias que tiene las mismas tradiciones, pero no están
en comunión, como la Iglesia Católica-Apostólica del Oriente en Brasil.

La mayoría de los nestorianos o difisitas, cuyo número asciende a más de medio millón de
personas a inicios del año 2016, vive en una zona hace un par de siglos repartida entre
Irak, Siria e Irán, donde se les conoce por regla general como asirios, soliendo
autodenominarse nasranim (nazarenos), este nombre es mantenido también en la India
por la Iglesia Siria Malabar Nasrani. En el siglo XIX y el XX parte de los difisitas del Irak
(especialmente los que habitaban en las proximidades de Mosul) se unieron a la Iglesia
católica tomando el nombre de cristianos caldeos o kaldani los cuales han sufrido fuertes
persecuciones en el año 2015.

Tal cual ya se ha señalado, la Iglesia nestoriana tuvo un papel fundamental en la


conservación de antiguos textos griegos que fueron traducidos al siríaco (una rama del
arameo). Más tarde serían traducidos al árabe y (ya desde el siglo XIII) al latín.

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