La competitividad es uno de los grandes retos y es la única
manera de crecer a estas tasas de manera sostenible. Cualquier
otra forma de crecer más alto, si no está basada en la competitividad, va a ser de corta vida tal como nos ha pasado durante la década pasada” La competitividad refleja cuán diversificados son los motores de desarrollo de un país y qué tan especializada y compleja es su matriz productiva.
La economía nacional ha demostrado fortaleza frente a los vaivenes
de la economía internacional, fundamentada principalmente en la prudente y sólida política monetaria y fiscal que ha mantenido en estos años, así como el crecimiento de sus exportaciones de la mano de su política de integración comercial a diversos mercados globales , distinguiéndose como uno de los países de mayor dinamismo en América Latina , en los últimos diez años (2010-2019) la economía creció a una tasa interanual de 4,5% y en los últimos cinco años (2015-2019) se expandió a un promedio anual de 3,2%. En la última década el PBI del país mostró un comportamiento variable, en parte por la volatilidad de los precios de los metales como el cobre, entre otros factores externos e internos, pero siempre en terreno positivo. Así, la variación del crecimiento económico del país fue la siguiente: 2010 (8.45%), 2011 (6.45%), 2012 (5.95%), 2013 (5.83%), 2014 (2.39%), 2015 (3.27%), 2016 (4.04%), 2017 (2.47%) , 2018 (4.0%) y 2019 (2.15%) ; siendo el año 2019 con la tasa de crecimiento más baja de los últimos 10 años esto debido a la caída en la producción de tres sectores claves para la economía: pesca, manufactura y minería e hidrocarburos. En el 2020, la crisis del COVID-19 tendrá un impacto importante, aunque se espera que la economía vuelva a estabilizarse a tasas cercanas a las que se observaron en el período previo a la crisis. El reto para la economía peruana es imprimir mayor velocidad a la evolución del producto y promover con ello la prosperidad compartida. Para lograrlo, será necesario promover la mejora de la infraestructura conectiva, de la provisión de servicios públicos y del capital humano, así como reducir la rigidez en los mercados de productos y factores. El país puede lograr mayores tasas de expansión en los siguientes años, pero depende del esfuerzo del sector público y privado, así como de un entorno adecuado para la inversión privada de todos los tamaños, el principal motor del crecimiento económico y generador de puestos de trabajo en el país y así revertir el aumento de pobreza y mejorar la recaudación fiscal.