Está en la página 1de 1

LA EDUCACIÓN ES UN VIAJE EN TREN

La educación es como un viaje en tren ya que pagamos un pasaje, que la


mayoría, mal que bien, hemos tenido que comprar; nos introducimos en un vagón
y empezamos un recorrido en el que conocemos, lugares, personas, experiencias,
anécdotas, dramas humanos e infinidad de realidades humanas.

El recorrido puede tornarse ameno, provechoso o también incómodo e indeseable,


todo depende de las condiciones del tren, de su comodidad, de mi actitud, de mi
nivel de participación, del tipo de personas que me acompañan, del destino al que
me dirijo, de mis expectativas frente al mismo y del conductor.

En tal recorrido podemos encontrar diferentes tipos de personas: el alegre,


humorístico, el hablador, el silencioso, el aburrido, el dormilón, entre otros y
también distintos tipos de conductor: el cuidadoso, amable, solidario o el
imprudente y mal educado.

Cada quien tiene una experiencia distinta de su viaje en el tren de la educación,


pero ahora es labor nuestra conducirlo con bastantes personas en su interior que
necesitan y esperan respuestas, motivaciones, herramientas, posibilidades para
lograr lo que sueñan o aún más para construir sueños porque aún nadie les ha
invitado a soñar.

Ojalá en nuestro tren nunca falte el amor, la alegría, la paz, los sueños, la
creatividad, el juego, la broma, las sonrisas, la ternura, la escucha, el diálogo y la
comprensión, así como muchos otros elementos que se hacen presentes y
caracterizan a cada integrante del vagón. A medida que se avanza en el camino
ingresan personas nuevas o se reinventan con la experiencia y es por tal razón
que lo importante no son los elementos que llevemos en el bolsillo, sino la riqueza
de cada mundo y del soñar con mundos posibles.

También podría gustarte