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2
Volumen 72
Año 2007
UROLOGIA
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Vocales Suplentes:
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Órgano de Fiscalización:
Dr. Miguel Angel Costa; Dr. Alberto José Muzio; Dr. Miguel Luis Podestá
II
Indice
ARTÍCULOS 62 Tumores de riñón en pacientes a partir de los 70 años: análisis de sus características y
ORIGINALES comparación con la población general
Dres. Ameri Carlos; González Primomo Nilda S., Rainone Miguel; Ríos Pita Hernando;
Richards Nicolás; Podestá Miguel
DIAGNÓSTICO EN 81 Pequeñas masas renales sólidas: Criterios actuales para su evaluación con imágenes
UROLOGÍA Dres. Ocantos Jorge A.; Gabriela Picco; David Polillo
FE DE ERRATAS XII
VI
Index
ORIGINAL ARTICLES 62 Renal tumors in the seventh decade: analysis of demographics and tumor characteristic
Drs. Ameri Carlos; González Primomo Nilda S., Rainone Miguel; Ríos Pita Hernando;
Richards Nicolás; Podestá Miguel
76 Hernia and prostate: are there any relation between both pathologies?
Drs. Romano Salomón V.; Marino Ruiz Julio; Solari Juan José
UROLOGY DIAGNOSIS 81 Small renal masses: Current criteria for images evaluation
Drs. Ocantos Jorge A.; Gabriela Picco; David Polillo
IMAGES IN 92 Magnetic resonance imaging for the study of distal spermatic conduit obstruction
UROLOGY Drs. Rey Valzacchi Gastón; Layas Omar; Ocantos Jorge
X
EDITORIAL
EDITORIAL
56
B L A N C O S M O L E C U L A R E S PA R A es crítico para estimulación de crecimiento autócrino y
E L T R ATA M I E N T O D E L C R puede estimular la vía del receptor de factor de creci-
miento epidérmico (EGFR), el cual está sobreexpresa-
La vía de von Hippel-Lindau (VHL) desempeña un rol
do en un 50-90% de los CRs. La activación de EGFR
crítico en el CR. El gen VHL codifica una proteína
y del receptor VEGF (VEGFR) inicia una cascada
citoplasmática que actúa como sensor de oxígeno. En
de señales que involucran la vía Raf/MEK/ERK. Raf
condiciones normales de oxigenación y función normal
quinasa, un componente molecular clave de esta vía de
del VHL, éste forma un complejo multiproteico que se
señales, ha demostrado mediar en la sobrevida tumoral
une a la transcripción del factor inducido por hipoxia,
y prevenir la apoptosis y es además un importante blan-
(HIF)1-α marcándolo para degradación9. Bajo condicio-
co terapéutico en el CR.
nes de hipoxia la proteína VHL es quebrada y HIF1-α
Componentes de otras cascadas de señales han
es protegido de su degradación. Su consecuente acumu- emergido como blancos promisorios en CR. Uno de
lación resulta en la sobreexpresión de genes que codifican éstos es el blanco mammalian de rapamicina (mTOR),
factor de crecimiento vascular endotelial (VEGF), factor una serina treonina quinasa relacionada con la familia
de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF) y factor de las proteinquinasas. Las evidencias sugieren que
de crecimiento transformante α (TGF-α)10 eventos mTOR desempeña una función importante en la re-
principales para la iniciación de la angiogénesis. gulación del crecimiento celular y su proliferación. La
La enfermedad de VHL es un síndrome autosómi- activación de mTOR muestra también un incremento
co dominante causada por mutación del gen de VHL. de la expresión del gen HIF1-α y consecuentemente la
Mientras que este síndrome hereditario es raro, se angiogénesis. Por lo tanto, sobre las bases de todas estas
descubrió que la completa inactivación del gen VHL, observaciones, suena racional una inhibición de estos
debido a mutación o metilación, ocurre en más del 76% blancos moleculares en el tratamiento del CR12.
de casos de CR de células claras11. La inactivación del
gen VHL causa acumulación de HIF-α en condiciones
de normoxia, lo cual lleva a una inapropiada sobreex- A G E N T E S E N D E S A R R O L L O PA R A
presión de factores proangiogénicos, y la promoción de E L T R ATA M I E N T O D E L C Á N C E R
proliferación de células tumorales y angiogénesis. RENAL
Está establecido que VEGF está teniendo un rol Recientemente, varios agentes con blanco en compo-
central en la angiogénesis, el PDGF desempeña un rol nentes de la vía de VHL han mostrado actividad en el
en la estabilización endotelial y se piensa que el TGF-α CR metastático.
Bevacizumab Temsirolimus
Erlotinib
Raf Sunitinib Raf
Sorafenib
Sorafenib Sorafenib
58
cuales desempeñan un rol importante en la angiogénesis, (11 meses) que en el grupo de interferón alfa (5 meses).
así como el receptor oncogénico tirosinquinasa c-KIT y Sunitinib fue también asociado con una tasa de res-
RET. Sunitinib fue investigado en dos estudios de Fase puesta objetiva más alta que la del grupo de interferón.
2 multicéntrico en pacientes que fracasaron la terapia La proporción de pacientes con fatiga relacionada con
inicial con citoquinas (estudio 01420 y estudio100621). En el tratamiento de grados 3-4 fue mayor en el grupo de
estos estudios, sunitinib fue administrado en 6 semanas interferón, mientras que la diarrea fue más frecuente en
(50 mg oral diario) cuatro semanas de tratamiento y 2 se- el grupo sunitinib. Los pacientes en el grupo sunitinib
manas sin tratamiento. El punto final primario de ambos reportaron una mejor calidad de vida.
estudios fue la RR total; la duración de la respuesta fue Pazopanib es un inhibidor oral de tirosinquinasa
valorado como un punto final secundario. con blancos en VEGFR-1, VEGFR-2 y VEGFR-3 que
De 63 pacientes evaluables en el Estudio 014, 25 inhibe la angiogénesis tumoral. El único dato clínico dis-
(40%) tuvieron una PR, sin respuestas completas. ponible viene de un estudio abierto en Fase 1 de escalada
Diecisiete pacientes (27%) demostraron enfermedad de dosis24 de 43 pacientes con tumores sólidos recaídos/
estable (SD) > a 3 meses. La TTP media fue de 8,7 refractarios. En este estudio pazopanib mostró beneficio
meses. Los eventos adversos (AEs ) más comunes rela- clínico (reducción tumoral o SD) en los cinco pacientes
cionados con el tratamiento fueron neutropenia (13%), con CR avanzado con dosis igual o mayor de 300 mg
fatiga (11%), diarrea (3%), náuseas (3%), y estomatitis dos veces al día. Los efectos adversos más comúnmente
(2%). En el segundo estudio (1006), los investigadores reportados fueron hipertensión y fatiga.
valoraron a 105 pacientes, 1 paciente (1%) con respues- Un estudio en Fase 2, multicéntrico25 con pazopa-
ta completa y 45 pacientes (43%) tuvieron PR, dando nib fue iniciado en pacientes con CR de células claras
una RR de 44%. Sin embargo, investigadores indepen- con recurrencia local o metastásico. Sus resultados son
dientes valoraron una RR más baja del 34%. En este esperados a mediados de 2007. Otro estudio de pazo-
estudio, 23 pacientes (22%) mostraron SD > o = a 3 panib 800 mg/día vs placebo en Fase 326 con pacientes
meses. La toxicidad relacionada con el tratamiento in- con CR avanzado o metastásico se encuentra en etapa
cluyó neutropenia (16%), fatiga (11%), dérmicas (7%), de reclutamiento de pacientes.
hipertensión (6%), estomatitis (5%), diarrea (3%) y una
disminución no reversible de la fracción de eyección del Blanco en proliferación y angiogénesis
ventrículo izquierdo de un 20% (5%).
Un estudio en Fase 322 comparó sunitinib con Inhibidores de mTOR
IFN-α como primera linea de tratamiento en 750 pa- Tensirolimus, un inhibidor de mTOR, ha sido evalua-
cientes con CR avanzado. Sunitinib mejoró en forma do en un estudio en Fase 327 comparando tensirolimus
significativa la sobrevida libre de progresión (PFS) (25 mg i.v. semanal), IFN-α (hasta 18 millones de
comparado con IFN-α (47,3 vs. 24,9 semanas; HR = unidades [MU] subcutáneo tres veces por semana) y
0,394; p<0,000001). La OR fue de 35,7% en el grupo tensirolimus (15 mg i.v. semanal) más IFN-α (6 MU
de sunitinib y de 8,8% en el grupo IFN (p<0,000001). tres veces por semana) como primera línea de terapia
valoraciones independientes revelaron una PR en 103 en pacientes con mal pronóstico con CR avanzado. Este
pacientes (31%) que recibían sunitinib comparado con estudio incluye 626 pacientes con mal pronóstico con
20 pacientes (6%) que recibían IFN-α. SD fue obser- CR avanzado. Un análisis efectuado en marzo de 2006
vada en 160 pacientes (48%) que recibían sunitinib luego de 442 muertes mostró que tensirolimus sólo me-
y en 160 (49%) tratados con INF-α. En total, 8% de joró la OS media por un 49% versus IFN solo ( 10,9 vs
pacientes en el grupo sunitinib y 13% de los pacientes 7,3 meses, p= 0,0069). La combinación de tensirolimus
en el grupo IFN fueron retirados del estudio por los más IFN-α no mejora la OS comparado con IFN-α
efectos adversos. solo. Tensirolimus fue también mejor tolerado que IFN
El mismo autor publica en enero de 2007 los resulta- solo, con una reducción de 16% en la proporción de pa-
dos de un estudio multicéntrico, randomizado, en Fase cientes con efectos adversos. Los más comunes fueron
3, una comparación entre interferón y sunitinib.23 astenia, anemia y disnea.
Setecientos cincuenta pacientes con cáncer renal Un estudio en Fase 228 recientemente reportado con
metastásico no tratado recibieron sunitinib 50 mg una everolimus, un inhibidor oral de mTOR. Everolimus
vez por día en forma oral por cuatro semanas seguidos fue bien tolerado a dosis de hasta 10 mg / día y demos-
por 2 semanas sin tratamiento o interferón alfa 9 MU tró una promisoria actividad antitumoral, con un total
subcutáneo tres veces por semana. La sobrevida libre de de 33% de pacientes que lograron una PR y una TTP
progresión media fue más larga en el grupo de sunitinib media de > de tres meses en 86% de pacientes.
60
demostrado. La eficacia de estos agentes en diferentes 17. Wang Y y col.: “Biological activity of bevacizumab, a
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Dres. Ameri Carlos; Objetivos: Analizar las características de los tumores renales en pacientes a partir de los 70 años
y compararlos con la población general que padece esta entidad.
González Primomo Nilda S.,
Pacientes y Métodos: De los 198 pacientes con diagnóstico de masas ocupantes renales sólidas
Rainone Miguel; tratados en el Servicio de Urología del Hospital Alemán de Buenos Aires entre marzo de 1986 y
marzo de 2006, se seleccionaron para el presente trabajo sólo aquellos que tuvieran 70 años o más.
Ríos Pita Hernando;
Fueron 45 pacientes con 47 unidades renales afectadas (2 casos bilaterales sincrónicos).
Richards Nicolás; Se analizó la edad promedio; el sexo; la forma de presentación; los antecedentes personales; el
Podestá Miguel. tratamiento instituido; las complicaciones postquirúrgicas inmediatas; la histopatología; la estadi-
ficación siguiendo la clasificación TNM 2002 de la UICC; el grado de malignidad según la gradación
de Fuhrman y la evolución y supervivencia con la tabla actuarial de vida con IC +/- 95%.
Resultados: La edad promedio fue de 76,34 años y en la distribución por sexos hubo 25 hombres
(55,55%) y 20 mujeres (44,45%). El 88,88% de los pacientes tenían otras enfermedades conco-
mitantes.
Hubo 22 casos que se presentaron como tumores incidentales, mientras que los 23 restantes,
tuvieron al momento del diagnóstico, distintas manifestaciones clínicas.
El tratamiento fue quirúrgico en 41 (91,11%) pacientes, 42 unidades operadas (1 caso bilateral
sincrónico) y dentro de las complicaciones postquirúrgicas hubo 3 (7,14%) óbitos en el post ope-
ratorio inmediato. En los 6 (15,38%) casos que presentaron complicaciones de las restantes 39
unidades operadas, 5 fueron resueltas con tratamiento médico y 1 se resolvió con drenaje quirúr-
gico a los 30 días de la cirugía.
La histopatología hallada fue en 38 (86,36%) casos, carcinomas a células claras; 1 (2,28%) car-
cinoma tubulopapilar; 3 (6,81%) oncocitomas y 2 (4,55%) angiomiolipomas.
Siguiendo la gradación de Fuhrman para determinar el grado de malignidad de las 39 unidades
renales malignas operadas, 14 fueron Fuhrman 1; 16 Fuhrman 2; 7 Fuhrman 3 y 2 Fuhrman 4.
El tamaño tumoral medio, medido en su eje máximo fue de 6,07 cm (2-15 cm).
Se analizó la supervivencia de los 38 pacientes operados por cáncer, 3 fallecieron en el postopera-
torio inmediato, de los 35 restantes, en 3 se perdió el seguimiento antes de los 2 meses, restando
por lo tanto 32 pacientes con una media de seguimiento de 43,43 meses (3-240), siendo la super-
vivencia global a 5 y 10 años del 45% y 39% respectivamente.
Conclusiones: Si bien los tumores sólidos de riñón son más frecuentes en pacientes menores de 70
años, los que se presentan por encima de esta edad representan un porcentaje significativo; suelen
ser oligosintomáticos y con una clara predominancia de carcinomas de células claras.
Servicio de Urología del Hospital Otra de las características distintivas observadas, además de que la relación hombre/mujer tiende
Alemán, Buenos Aires, Argentina. a igualarse, es el alto número de patologías asociadas que ambos grupos presentan, razón por la
62
cual es necesario evaluar el pronóstico de las mismas para determinar el beneficio de un trata-
miento quirúrgico, pues éstas suelen tener peor pronóstico que el tumor en sí.
Ante estas características, en los tumores incidentales con estadio clínico T1, podría considerarse
la posibilidad de una conducta expectante.
Objectives: To analyze the characteristics of renal tumors in patients starting from the 70 years and
to compare them with the general population that suffer this entity.
Patients and methods: Of the 198 patients with diagnostic of occupant solid renal masses treated
in the Service of Urology of the German Hospital of Buenos Aires between March of 1986 and March
of 2006, were selected for the present work only those that were 70 years old or more. They were 45
patients with 47 affected renal units (2 synchronous bilateral cases). We analyzed the age average;
the sex; the presentation form; the personal record; the instituted treatment; the inmediate post
surgical complications; the histopathology; the staging following the TNM 2002 UICC classification;
the malignancy degree according to the gradation of Fuhrman and the evolution and survival with
the actuarial chart of life with IC +/- 95%.
Results: The age average was of 76,34 years and in the distribution by sexs had 25 men (55,55%)
and 20 women (44,45%); 88,88% of the patients had other concomitant illnesses. There were 22
cases that were presented as incidental tumors, while the 23 remaining, presented to the moment
of the diagnosis, different clinical manifestations. The treatment was surgical in 41 (91,11%) pa-
tients, 42 operated units (1 synchronous bilateral case) and inside the post surgical complications
had 3 (7,14%) deaths in the one post operative inmediate. In the 6 (15,38%) cases that presented
complications of the remaining 39 operated units, 5 were resolved with medical treatment and 1
were solved with surgical drainage to the 30 days of the surgery. The found histopathology was in
38 (86,36%) cases, carcinomas to clear cells; 1 (2,28%) carcinoma tubulopapillar; 3 (6,81%) on-
cocytomas and 2 (4,55%) angiomyolipomas. Following the gradation of Fuhrman to determine the
grade of malignancy of the 39 operated malignant renal units, 14 were Fuhrman 1; 16 Fuhrman 2; 7
Fuhrman 3 and 2 Fuhrman 4. The size half tumoral measured in its maximum axis was of 6,07 cm.
(2-15 cm.). The survival of the 38 patients operated by cancer was analized, 3 died in the inmedi-
ate post surgery, of the 35 remaining, in 3 we lost the follow-up before the 2 months, remaining 32
patients with a mean of 43.43 months (3-240), being the global survival to 5 and 10 years of the
45% and 39% respectively.
Conclusions: Although the solid kidney tumors are most frequent in patients younger than 70 years,
those that are presented above this age represent a significant percentage; they are usually oligos-
ymptomatics and with a clear predominance of carcinomas of clear cells. Another of the observed dis-
tinctive characteristics, furthermore that the relation man/woman extends to be equaled, is the high
number of associated pathologies that both groups present, reason for which is necessary to evaluate
the forecast of the same ones to determine the benefit of a surgical treatment, therefore these used to
have worse forecast that the tumor in it. Considering these characteristics, in the incidental tumors
with clinical stage T1, it could be considered the possibility of an expectant behavior.
64
En 4 (8,88%) pacientes no se realizó tratamiento tra que si bien el porcentaje es significativo a partir de
quirúrgico, 1 de ellos por presentar un tumor disemi- los 70 años el pico de frecuencia está por debajo de esa
nado y sin demanda clínica como para una cirugía pa- edad6.
liativa de necesidad; 2 presentaban tumores incidentales Con respecto a la distribución por sexos, a esta edad
con patología concomitante que hacía riesgosa la cirugía la relación hombre/mujer tiende a igualarse, ésta es una
renal y otra paciente tenía tumores bilaterales que fue- diferencia con la población general donde dicha relación
ron biopsiados y resultaron ser sendos oncocitomas. es de 2-3/1 hombre/mujer7.
La histopatología hallada fue en 38 (86,36%) casos, La forma de presentación hallada fue de 48,88% de
carcinomas a células claras, 1 caso con diferenciación tumores incidentales y 42,22% de tumores con manifes-
sarcomatoide y 1 con variable quística; 1 (2,28%) tación clínica. El porcentaje de tumores incidentales es
carcinoma tubulopapilar; 3 (6,81%) oncocitomas (la similar al encontrado en la población general, donde hay
paciente con la biopsia bilateral y el restante operado), una clara evidencia de estos tumores debido a la accesibi-
2 (4,55%) angiomiolipomas, de los cuales uno de ellos lidad y a la buena definición de los estudios por imágenes.
fue una variable quística, caso poco frecuente en la Gillet y col.7 presentaron una serie con 28,4% de tumores
bibliografía. incidentales en menores de 40 años y 31% en mayores de
Siguiendo la gradación de Fuhrman para determinar 60 años; Palazzo y col.8 sobre 338 pacientes hallaron por-
el grado de malignidad de las 39 unidades renales ma- centajes similares a nuestra casuística: 52,6% de tumores
lignas operadas, 14 fueron Fuhrman 1; 16 Fuhrman 2; 7 incidentales y 47,4% de sintomáticos y Ficarra y col.9 sobre
Fuhrman 3 y 2 Fuhrman 4. 1446 pacientes hallaron un 43,68% de incidentales y
La media del tamaño tumoral medido en su eje 56,32% de sintomáticos. Los porcentajes representados
máximo fue de 6,07 cm (2-15 cm). determinan que la edad no influye sobre el número de
Se analizó la supervivencia de los 38 pacientes tumores de hallazgo incidental.
operados por cáncer, 3 fallecieron en el postoperatorio Con relación a los tumores sintomáticos, llama la
inmediato, de los 35 restantes, en 3 se perdió el segui- atención que todos fueron oligosintomáticos, es decir
miento antes de los 2 meses, restando por lo tanto 32 que se presentaron con una sola manifestación clínica,
pacientes con una media de seguimiento de 43 meses excepto los dos angiomiolipomas que lo hicieron con
(3-240). De ellos 17 pacientes (53,12%) fallecieron, 9 hemorragia retroperitoneal, lo que provocó hipoten-
por progresión de la enfermedad maligna y 8 por otra sión, distensión abdominal y dolor. Hubo un 8,9% de
causa; de los que progresaron la media fue de 23,83 tumores que se diagnosticaron a través de sus metás-
meses mientras que el tiempo medio de los que falle- tasis, porcentaje menor a los publicados por Hermanek
cieron por otra causa fue de 72 meses; 13 pacientes (12,7%)4 y Luciani (15,4%)10 en la población general de
(40,62%) están libres de enfermedad con una media de pacientes. Por síndrome paraneoplásico se diagnostica-
60,60 meses (6-120); 2 pacientes están vivos pero con ron 4 casos (8,8%), porcentaje también menor al encon-
evidencia de enfermedad, una de ellas con metástasis en trado en la población general, donde los mismos oscilan
cadera, a los 85 meses de ser operada y el restante con entre un 10 y un 40%4,6,8,9,10,11,12.
una recidiva local en su riñón postnefrectomía parcial De los 45 pacientes, 41 de ellos (91,11%) recibieron
de necesidad que no aceptó la reintervención y con su tratamiento quirúrgico, mientras que los 4 (8,88%)
tumor estable lleva un seguimiento de 72 meses. La su- restantes no fueron sometidos a cirugía. Este porcentaje
pervivencia global de los 32 casos fue a 5 y 10 años del de pacientes operados es significativamente mayor a
45% y 39% respectivamente. los hallados en las distintas series, Damhius5 trató con
De los pacientes no operados 1 que estaba con enfer- cirugía al 63% de los pacientes mayores de 70 años y
medad diseminada falleció a los 3 meses y los otros dos Samet13 al 66%, mientras que esta cifra descendió al 50%
están con la enfermedad estable a los 18 y 36 meses. cuando se trató de pacientes mayores de 85 años. Re-
trospectivamente nuestro porcentaje podría reducirse
si se hubiese contemplado una conducta expectante en
DISCUSIÓN
tumores incidentales con estadios iniciales T1a, entre
Los pacientes a partir de los 70 años de edad con tu- los que hubo un 10%, como así también si se hubiese
mores renales, representaron en nuestra experiencia considerado el riesgo quirúrgico (ASA) por encima del
el 22,72%. Este porcentaje es similar al hallado por pronóstico del tumor para la selección de los pacientes
Hermanek y Schrott4 quienes encontraron sobre 892 pa- pasibles de cirugía, pues la conducta expectante está
cientes mayores de 71 años un 16,50%. Para Damhuis y contemplada como alternativa, tal como lo demuestran
Blom5 ese porcentaje fue mayor, 37,55%, lo que demues- las experiencias de Rendon y Bosniak5,14,15.
66
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C O M E N TA R I O E D I T O R I A L
Es un hecho que las patologías en personas de más poblaciones más jovenes. Se observa en el estudio que la
de 70 años demandan una mayor atención acerca de relación hombre/mujer en la presentación de los tumo-
las conductas médicas a ejecutar, las cuales no sólo se res renales tiende a emparejarse, evento que también se
basan en los esquemas y algoritmos de diagnóstico y reproduce en otros estudios.1 La presencia de histologia
tratamiento establecidos, sino que en elllas intervienen, tubulopapilar referida (2,59%, 1 de 39 p.), menor que
el sentido común, los principios y los valores personales, en pacientes más jóvenes (15% a 18%)2 en los cuales la
en suma: el componente subjetivo. El conocimiento y variante papilar y cromófoba es más frecuente3, consti-
el análisis de las características de los tumores renales tuye seguramente uno de los factores responsables de
en pacientes de setenta años o más, incide directamen- la menor tasa de sobrevida por cáncer renal y el mayor
te en la obtención de mayor objetividad en la toma índice de recurrencia en este grupo de pacientes.1
de decisiones. Es en este escenario donde los autores Acuerdo con los autores en la conducta a seguir en
desarrollan su estudio. En el mismo, reportan que un pacientes con una importante comorbilidad, sobre todo
22,72% de los tumores renales se presentan en mayores aquellos que presentan un estadio clínico T1a, T1b. En
de setenta años, una cifra que, si bien es superior a la estos casos no sólo cabe considerar el control expectan-
observada en la literatura, demuestra una importante te, sino también terapéuticas en creciente desarrolllo
penetración de los tumores renales en este grupo. Este con baja invasión, como la crioterapia y la radiofrecuen-
hecho se genera, no sólo por el aumento de la expectati- cia. Teniendo en cuenta que las complicaciones globales
va de vida y por el constante avance de las técnicas por quirúrgicas están relacionadas estadísticamente con el
imágenes, sino también, por una creciente realización ASA y no con la edad4, un aspecto práctico en estos
de estudios complementarios debido a chequeos o pa- pacientes es la definición de la vía de abordaje. Tal vez
tologías extraurológicas, sensiblemente mayor que en ante la presencia de tumores menores de diez cm con
68
ARTÍCULO ORIGINAL
ORIGINAL ARTICLE
Dres. Piana Martín; Introducción: La mayoría de los cálculos de uréter superior y medio son tratados con litotricia
extracorpórea por ondas de choque y litotricia ureteral endoscópica. En casos seleccionados
Pijoan Molinas Malen;
de cálculos grandes, duros y crónicamente impactados, o ante la falla de la primera línea de
Llan de Rosos Matías; tratamiento la ureterolitotomía laparoscópica puede estar indicada. Nosotros revisamos nuestra
experiencia en ureterolitotomía laparoscópica.
Veccio Mario;
Material y Métodos: De enero de 2006 a marzo de 2007 se realizaron 43 ureterolitotomías lapa-
Zeno Lelio. roscópicas. Fueron cálculos de uréter superior y medio refractario a la litotricia extracorpórea, y/o
endourología, o litiasis voluminosas (mayores de 1 cm) e impactado. El espacio retroperitoneal fue
creado con un balón disector con 800 – 1000 ml de solución fisiológica. Se utilizaron 3 trocares.
La presión del dióxido de carbono fue de 12 mmHg. El cálculo fue extraído con el uso de un bisturí
laparoscópico.
Resultados: El tiempo operatorio promedio fue de 53 minutos (r: 25 – 130). Quince pacientes pre-
sentaron litos grandes e impactados en uréter medio y superior y 28 tenían litos no fragmentados
con litotricia extracorpórea y/o cirugía endoscópica. El tiempo promedio de internación fue de 36
horas (r: 18-48), con mínimo requerimiento analgésico. Un caso fue convertido por falla en la iden-
tificación del uréter. En 3 (7%) casos se presentaron complicaciones poco serias del tipo fístula
urinaria que cedió espontáneamente con manejo conservador.
Conclusión: La ureterolitotomía laparoscópica es una buena y eficaz alternativa de tratamiento
cuando falla la primera línea de tratamiento o cuando ésta, probablemente no sea efectiva.
Introduction: Most upper or middle ureteral stones are treated with shock wave lithotripsy or en-
doscopic techniques. In rare cases of large, hard and chronically impacted stones, or after failure
of first-line treatments, surgical ureterolithotomy is still indicated. Laparoscopy allows performing
this procedure in a minimally invasive manner. To review our experience with laparoscopic urete-
rolithotomy.
Patients and Methods: Between january 2006 and march 2007, 43 patients underwent retroperito-
neoscopic ureterolithotomy. The stones in upper and middle ureter were large (> 1 cm) and impac-
ted or not fragmented after shock wave lithotripsy and endoscopic techniques. A balloon dissector
was placed and infiltrated with 800 - 1000 ml. physiological solution in the retroperitoneal space.
Three trocars were used. The pressure was kept at 12 mm Hg by carbon dioxide insufflation. The
stones were extracted from the ureter using a laparoscopic stylet.
Results: The stones in 43 patients were successfully removed in a median operating time of 53
Sector de Cirugía laparoscópica y
(min-max 25-130) min. The stones were large and impacted (15 patients) or not fragmented
renal percutánea.
Servicio de Urología. Sanatorio after SWEL and endoscopic techniques (28 patients). The median hospital stay was 36 (min-max
Parque, Rosario, Argentina. 18-48) hours with minimal analgesic requirement. The reason of open conversion was failure of
INTRODUCCIÓN M AT E R I A L Y M É T O D O S
El tratamiento quirúrgico clásico de la patología litiásica Desde enero del 2006 hasta marzo del 2007 inclusive,
del uréter, se ha visto reemplazado de manera progresi- fueron operados por el mismo cirujano (MP) en el Sa-
va en los últimos veinte años por procedimientos menos natorio Parque de Rosario, y otros centros de nuestro
invasivos, como la litotricia extracorpórea por ondas de país, 72 pacientes por litiasis ureteral sintomática por
choque -LEOC-, y la endourología (litotricia ureteral vía laparoscópica retroperitoneal. De éstos, 43 fueron
endoscópica –LUE–, y renal percutánea).1 consideradas como litiasis ureterales complejas, y son
Los avances en el diseño de litotritores y ureteros- motivo de análisis en este trabajo.
copios, incluyendo la visualización con fibra óptica, el Los pacientes fueron evaluados mediante interroga-
desarrollo de instrumentos de menor calibre y flexi- torio y examen físico completo. Se realizaron estudios
bles, y el constante perfeccionamiento en las técnicas, de laboratorio generales y específicos de función renal.
han permitido mayor eficacia y menor morbilidad. A En todos los casos se utilizó como método de diagnósti-
pesar de esto, el resultado del tratamiento en cálculos co ecografía de vías excretoras renales, radiografía direc-
de uréter superior y medio, sigue dependiendo de sus ta renovesical, y/o urograma excretor; en los pacientes
características (tamaño, constitución, grado y tiempo alérgicos o con función renal alterada se completó con
de impactación), del grado de afectación de la unidad tomografía axial computada o resonancia nuclear mag-
renal, así como de la disponibilidad de instrumental y nética de abdomen y pelvis sin contraste.
de la experiencia del equipo quirúrgico.2 Para la revisión de la casuística se utilizó un modelo
Existen situaciones críticas, que requieren múltiples prospectivo y descriptivo. Los datos fueron tabulados y
sesiones de LEOC, que incrementan el riesgo de fraca- ordenados en tablas de Excel para la realización de esta
so de la litotricia ureteral endoscópica y/o la utilización presentación.
de procedimientos auxiliares para resolver el problema, Para el análisis valoramos los siguientes parámetros:
que han hecho mirar a la ureterolitotomía laparoscópica edad, sexo, tiempo quirúrgico y de internación, caracte-
(UL) como una excelente alternativa terapéutica en la rísticas y localización ureteral del lito, tiempo de impac-
litiasis de uréter alto, especialmente en instituciones tación, tratamientos previos, tipo y dosis de analgésico
en las que no se cuenta con material flexible y energía utilizado, presencia de complicaciones inmediatas y
láser.3 reinicio de la actividad laboral.
La vía retroperitoneal ofrece ventajas sobre la ciru- Los cálculos se clasificaron de acuerdo con el seg-
gía transperitoneal en cuanto a evitar complicaciones mento ureteral en que se encontraban en el momento
viscerales, íleo postoperatorio e irritación peritoneal. de la decisión terapéutica: de uréter superior (lumbar),
Tiene la desventaja de tener menos espacio de trabajo y y/o medio (ilíaco).
es más difícil la orientación para el cirujano, requiriendo Definimos genéricamente cálculos complejos de
mayor destreza.4 uréter, a aquellos difíciles de tratar con métodos ex-
El objetivo de este trabajo es mostrar nuestra ex- tracorpóreos, percutáneos o endoscópicos (LUE con
periencia en el tratamiento quirúrgico de los cálculos material semirigido y energía neumática), o las compli-
complejos de uréter por cirugía retroperitoneal lapa- caciones que de éstos se pudiesen derivar.
roscópica con sutura intracorpórea, como alternativa Elegimos a la laparoscopia como indicación terapéutica
mínimamente invasiva, evaluando las indicaciones, re- de “salvataje” en litiasis de uréter superior y medio refrac-
sultados y complicaciones quirúrgicas inmediatas. tarias a la litotricia extracorpórea, y/o endourología,
70
y como tratamiento primario en las litiasis voluminosas de Vicryl 4-0 con aguja SH, con nudos intracorpóreos.
(mayores de 1 cm.) e impactadas por más de 1 mes (a En el mismo acto quirúrgico, cuando se considere, se
partir del primer episodio de cólico renal y con segui- coloca un catéter doble J de 6.0 Fr. por vía percutánea
miento imagenológico) (Foto 1). Se excluyeron todos intraquirúrgica. Se constata la hemostasia, y se coloca
aquellos casos en los que la indicación quirúrgica fue la un drenaje de tipo K-9, que ingresa por el orificio de uno
ausencia de litotricia extracorpórea y/o endourología en de los trocares de 5 Mm. Extracción de los trocares bajo
el centro de referencia (Cuadro 1). visión endoscópica, y se evacua el CO2. Cierre de piel
Para valorar la eficacia del método terapéutico se con puntos de Nylon 4.0.
definió tratamiento completo, a la extracción total de
la litiasis durante el acto quirúrgico. El seguimiento de R E S U LTA D O S
estos pacientes fue a los 7, 15 y 30 días de la cirugía.
Fueron operados 43 pacientes, 28 (65 %) varones y 15
(35 %) mujeres. La edad promedio de los pacientes fue
DESCRIPCIÓN DE LA TÉCNICA
34 años (r: 22-61). La distribución de los pacientes
QUIRÚRGICA
según la localización de la litiasis fue, 32 (74 %) en
Posición del paciente en decúbito lateral contralateral al uréter superior, y 11 (26 %) uréter medio. 30 (70 %)
uréter a operar, con mesa flexionada. Se utiliza técnica derechos y 13 (30 %) izquierdos. Las indicaciones qui-
de retroneumoperitoneo con dióxido de carbono (CO2) rúrgicas se resumen en el Cuadro 1.
en forma abierta, realizando una pequeña incisión en Los resultados de los parámetros operatorios valo-
piel de 10 Mm. en el triángulo lumbar inferior, con di- rados se muestran en el Cuadro 2.
vulsión muscular a tijera hasta llegar al espacio retrope- En todos los casos el drenaje lumbar permaneció
ritoneal. Disección, de dicho espacio de forma hidráulica por el lapso promedio de 30 horas (r: 14-48).
con 600 a 1000 cc. de solución fisiológica. Se lo retira y No hubo correlación directa entre los tiempos ope-
recambia por un trocar de 11 Mm., insuflando con CO2 ratorios y el tamaño del cálculo (Gráfico 1).
a una presión de 12 Mm. de Hg. Se explora el espacio
con óptica de 0º. Se colocan 2 trocares complementarios
de 5 y 10 Mm por debajo de la duodécima costilla, y N
en la línea axilar media paraumbilical, respectivamente. Tratamiento Primario: 15 (35%)
Dependiendo de la dificultad de la sutura se adiciona un Cálculo impactado (> 30 días)
cuarto trocar en flanco ipsilateral para desplazar la grasa Cálculo > 1 cm
perirrenal. Se inicia la disección con endotijera y energía
mono/bipolar, con apertura de la fascia de Zuckerkanld. Alternativa en fracaso de otros
Se identifica el uréter, y la zona del cálculo en forma procedimientos (“Salvatage”): 28 (65%)
visual. Se realiza ureterotomía fría longitudinal con bis- Fracaso de la LUE
turí laparoscópico. El cálculo se extrae con pinza de tipo – Dificultades en el acceso al uréter
Maryland o similar. La ureterorrafia se realiza con surget Imposibilidad del paso de guía 4
Hipertrofia prostática 4
Estenosis de uretra 2
A B Fracaso de la LEOC.
1 sesión 3
Más de 1 sesión 5
Foto 1. Litiasis ureteral compleja de uréter superior izquierdo.
A- Radiografía simple. B- Urograma excretor. Cuadro 1. Indicación y casuística de UL de uréter superior y medio.
72
de cirugía laparoscópica, casos seleccionados, “comple- retroperitoneal en cuanto a complicaciones inmediatas
jos”, difíciles para métodos extracorpóreos, percutáneos de esta cirugía.11-12-13-14
o endoscópicos, o las complicaciones que de éstos se
pudiesen derivar.5
Por su naturaleza no invasiva, inicialmente se ha Estudio
considerado a la LEOC como la primera línea de
tratamiento para la litiasis ureteral proximal y media. [11] [12] [13] [Presente]
Los mejores resultados se han obtenido con cálculos
de moderado tamaño (< 1 cm.) no complicados y sin Número de casos 21 14 101 43
procesos obstructivos. Así, Park y cols. reportan que
la eficacia de la LEOC en uréter superior reduce de Acceso
84% a 42% en litiasis de más de 1 cm. La evidencia de
Transperitoneal 21 14 1 0
la necesidad de que muchos de estos tipos de cálculos
requieren múltiples sesiones de LEOC, o la utilización Retroperitoneal 0 0 100 43
de procedimientos auxiliares para resolver el proble-
Lito promedio (cm) 1,3 2,7 1,6 1,3
ma, además de los altos costos, tanto primarios como
acumulativos, han hecho mirar hacia otras alternativas Complicaciones 18% 21% 7% 7%
terapéuticas.6-7
Los primeros artículos descriptos sobre el uso de la Eficacia (%) 90 100 92 98%
litotricia ureteral endoscópica para cálculos en uréter
proximal con instrumental semirrígido mostraron unos Cuadro 3. Comparación de resultados de la ureterolitotomía lap-
resultados poco alentadores, con una efectividad entre aroscópica en estudios previos.
el 50 y 80 %; se observó un alto porcentaje de migración
de cálculos al riñón y la necesidad de procedimientos
auxiliares. Hacia nuestros días, con el avance tecnoló-
gico y la aparición de los ureteroscopios flexibles se ob- No existen reportes que sugieran cuándo colocar
servó un porcentaje de respuesta de hasta de un 90%.8-9 catéter doble j para el drenaje adecuado de la orina;
A pesar de todo lo expresado, existen pocos estudios nosotros lo colocamos en gran parte de los pacientes en
que comparen estas modalidades de tratamiento en cál- nuestra serie inicial independientemente del estado del
culos ureterales complejos, existiendo controversia para uréter, hasta lograr la experiencia suficiente en sutura
definir cuál es el tratamiento de elección en la litiasis intracorpórea; actualmente, al observar una satisfactoria
de estas características. La ureterolitotomía laparoscó- evolución postoperatoria en el grupo de pacientes en los
pica es una nueva opción de tratamiento, indicada en que no lo colocamos, no consideramos su introducción
especial en los cálculos ureterales grandes o impactados en los casos con litos únicos, sin importante componen-
durante largo tiempo, en los que han fracasado las tes inflamatorio ureteral y en los que se logra realizar
técnicas menos invasivas o cuando se estime que una una sutura estanca.
sola intervención es preferible a varios procedimientos
endourológicos consecutivos.10
CONCLUSIÓN
En un intento de poder buscar una vía de acceso
que asemeje aún más a la cirugía urológica clásica, uti- La ureterolitotomía retroperitoneal laparoscópica debe
lizamos el acceso por retroperitoneoscopia con sutura ser considerada como un tratamiento alternativo válido,
intracorpórea y colocación percutánea de catéter doble frente a cálculos ureterales complejos. Es un procedi-
J en los casos que se consideró su presencia. La ventaja miento factible, y de una dificultad intermedia.
de este acceso, en primer lugar es que se asemeja más Toda unidad de litiasis debería disponer de todas las
a la cirugía clásica, por otro lado se evita la entrada técnicas para que la elección no estuviera condicionada,
a la cavidad peritoneal y el riesgo de lesión visceral y porque el objetivo terapéutico es liberar al paciente de
dolor postoperatorio secundario a irritación peritoneal. su situación litiásica de una manera eficaz, rápida y con
Debido a que el retroperitoneo es un espacio de menor el menor grado de invasividad.
tamaño se requiere de mayor habilidad quirúrgica y es Debemos reconocer que a pesar de los buenos
más difícil la orientación para los cirujanos. Como se resultados obtenidos necesitamos un mayor tiempo
demuestra en el Cuadro 3 al comparar los resultados de seguimiento para evaluar la eficacia de este procedi-
de la literatura mundial, hay diferencia a favor de la vía miento a largo plazo.
C O M E N TA R I O E D I T O R I A L
Quiero agradecer a la Sociedad Argentina de Urología en México DF, en los días del 27 al 30 de septiembre
encomendarme el comentario de un trabajo sobre Lapa- de 2006. Encomendándoseme los capítulos de técnica e
roscopia Urológica. La importancia del mismo reside en indicaciones del acceso Lumboscópico urológico, más el
su técnica para acceder al retroperitoneo por vía Lum- tratamiento Lumboscópico de la litiasis urinaria.
bar, técnica además por la cual brego desde el año 1996, Como refieren los autores el tratamiento de la li-
en mi acercamiento a la Laparoscopia urológica, a través tiasis urinaria en su carrera miniinvasiva, cuenta con
de un fascículo de editorial Panamericana sobre cirugía un arsenal de procedimientos, desde Litotricia extra-
Laparoscópica del Retroperitoneo, donde desarrollo la corpórea, Renal percutánea, Endoscópica con litotritor
técnica Lumboscópica que me es propia de la técnica neumático, holmiun, etc, sin dejar en la actualidad en
propuesta por los doctores Peadle, M.S.; Nakada, S.Y. casos muy seleccionados de utilizarse la cirugía abierta
La topografía de colocación de los trocares, la crea- convencional.
ción de la cámara de trabajo, la disección del espacio y Con el advenimiento de la Laparoscopia, en una
además en mis inicios correspondientes a patología li- primera medida, ante la falla de los anteriores procedi-
tiásica con abordaje Lumboscópico, la creación de un mientos miniinvasivos, los laparoscopistas encontramos
Bisturí Laparoscópico para la apertura del uréter y pel- una forma de solucionar esta patología sin recurrir a la
vis renal. cirugía convencional.
El acceso Lumboscópico lo desarrollo en un trabajo Los autores tienen como objetivo mostrar su expe-
publicado de los Archivos españoles de Urología: “Lum- riencia de Ureterolitotomía Lumboscópica en 43 casos
boscopia: experiencia con la técnica en Berazategui, de uréter superior y medio, siendo 15 casos de acceso
primeros 600 casos”, Tomo 60, Número 03, de abril de primario y 28 de salvataje por falla de otros procedi-
2007. mientos.
Así como también en el libro: Trucos y Secretos de En 34 pacientes colocaron catéter doble jota por vía
Cirugía Laparoscópica en Urología, compartiendo la percutánea intraquirúrgica, no explicando en el trabajo
autoría con los Dres. Rene Sotelo, Octavio Castillo, y Mi- cómo, ya que mi experiencia de más de 200 Ureterolito-
randolino Mariano, impreso el 21 de septiembre de 2006 tomías Lumboscópicas hace que sea fácil la colocación
por imprenta la Galaxia de Venezuela, y presentado de un doble jota en aquellas aperturas de uréter cerca-
en Sociedad durante el 3* Congreso de La Sociedad nas o menores de 2 cm de la pelvis renal, pero casi impo-
Latinoamericana de Cirugía Laparoscopia Urológica sible remontar el jota dirigiéndolo con guía de alambre
74
a cefálico y caudal, o lo peor sin guía con elongación dero necesario formar grupos de trabajo donde ante un
del rulo del doble jota. En aquellos casos que nos era lito ureteral impactado, decidir los mismos miembros
necesario colocarlo, una forma de ello era anterógrada del equipo el ofrecerle al paciente el método menos
con disección de la pelvis renal, pequeña apertura y cruento, y altamente efectivo para el caso que presenta.
descender desde allí el catéter, monitorizando que no se Quiero felicitar a los autores por dicho trabajo, sin
exteriorice por la ureterotomía. Otra forma mas difícil poder llenarme de orgullo, y manifestando lo importan-
es por vía retrógrada endoscópica con el paciente en te de discutir aquí esta noche una vía retroperitoneal
decúbito lateral. que le es tan afín al urólogo, y que casi no es utilizada
Otro punto importante de discusión es la permanen- en Latinoamérica, tomando en nuestro país cada día
cia del drenaje y de la sonda vesical, donde ellos retiran el más adeptos.
drenaje en un rango de 14 a 48 horas, y la sonda vesical de No debemos de olvidar nuestro pasado y los tra-
8 a 24 horas. Es importante recalcar que si bien se puede bajos presentados en el inicio de la laparoscopia en
realizar una sutura hermética en surget del uréter, princi- nuestro país, desde el año 1997 con abordaje en forma
palmente en los casos en que se les coloca doble jota pue- Lumboscópica:
den aparecer fugas que generen urinomas y no derivarse • Villaronga, A.R.; Cabrejas, R.; Koren, C.A.; Longo,
la orina hacia los orificios de los trocares, recanalizando E.M.; Signori, H.A.: Laparoscopía en Urología.
el trayecto como les ha sucedido. En mi casuística he Revista Argentina de Urología. Vol. 62, Nº 1, Págs.:
tenido que drenar en forma miniinvasiva dos urinomas. 34-46, 1997.
Uno de ellos, por retirar en 24 horas el drenaje durante • Santinelli, F.; Soriano, F.; Aguirre, M.; Lautersztein,
mi primera serie; en otro caso durante una mostración G.; Garaycoechea, M.: Nefrectomía Laparoscópica
en el extranjero que por acortar el trayecto del drenaje se Retroperitoneal, Revista Argentina de Urología: Volu-
salió espontáneamente a las 32 horas. men 63, Nº 3, Pág. 86-89, (1998).
Mi forma de proceder a discutir, es dejar 24 horas • El Video “Ureterolitotomía Laparoscópica Retro-
la sonda vesical, y extraer entre el cuarto y quinto día peritoneal”, presentado en el “Congreso Argentino
el drenaje si es que agotó el débito, caso de aumentar de Urología 1998”, de la Sociedad Argentina de
recoloco la sonda vesical. Urología, SAU.
Otra gran ventaja de la vía Lumboscópica es que no • Retroperitoneoscopía: reporte inicial de los prime-
irrita el peritoneo, por lo que no presenta íleo postopera- ros 50 casos”, Trabajo presentado en el Congreso
torio, hay una rápida ingesta y deambulación temprana, Argentino de Urología, realizado en Mendoza, del
y puede ser dado de alta el paciente en forma más precoz 23 al 26 de Septiembre de 1999
a la vía transperitoneal, aunque tuviera débito importante • Santinelli, F.; Carracedo, M.; Zárate, G.; Persani,
por el drenaje, manejándolo en forma ambulatorio. En mi B.; Garaycoechea, M.: Pielolitotomía Laparoscópica
casuística, salvo muy raras ocasiones, los pacientes eran Retroperitoneal, Revista de la Sociedad Argentina de
externados a las 24 horas del procedimiento. Cirugía Laparoscópica: Volumen 6 - Nº 2, Págs. 78-81,
Hoy discutimos la indicación precisa del procedi- (1999).
miento, en cálculos de uréter superior, poniéndonos de
acuerdo en que aquellos que se encuentran impactados, Así como tantos otros posteriores a estas fechas.
mayores de 1 cm e infectados son de fácil acceso lapa- Muchas Gracias
roscópico.
Nos llevará un poco de tiempo sentarnos en la mesa Dr. Flavio Santinelli
los laparoscopistas y endourologistas, para definir qué Especialista en Urología,
método emplear en cada caso especifico, pero si consi- Hospital Evita Pueblo de Berazategui
M AT E R I A L Y M É T O D O
Se incluyeron en el estudio a 116 pacientes de sexo masculino mayores de 15 años de
edad con una media de 60,7 años (R 16-86) que fueron evaluados urodinámicamente;
de los cuales, 62 presentaron hernia (H) (uni o bilateral, operada o no, recidiva o no)
Servicio de Urología, Hospital con un promedio de edad de 66,17 (R 28-86) y 54, no herniados (NH) que presen-
Español, Bs. As., Argentina.
taron trastornos urinarios diversos y que se tomaron como grupo control, cuya edad
Nota de los autores: promedio fue de 54,4 (R 16-79) y que por lo demás, presentó características similares
Se reproduce (con autorización) al de H.
este trabajo publicado en la revista Fueron excluidos los pacientes con enfermedades neurológicas mayores y los menores
Urod A (Urodinámica Aplicada-
Valencia - España) N° 2: 38-42, de 15 años.
Marzo 1990, por considerar el tema Todos los pacientes fueron examinados urológicamente y además se les practicó un
interesante, en discusión aún en estudio urodinámico (E. U.) que consistió en Q. libre, seguido del registro simultáneo
la actualidad y por estar publicado
en una revista no indexada en las
de P. Ves., P. Abd., P. Det. y Q. con catéter 5 FR transuretral en la micción, llenado con
bibliotecas médicas (Internet) y por solución fisiológica a velocidad media; posición de pie o sentado.
lo tanto no accesibles a los lectores Se utilizó el cálculo de resistencia uretral (IRU) = > 0,5 para considerar a los
interesados en el tema. obstruidos.3
Correspondencia: Se consideró como Uso de Prensa en la micción (UP) a todo incremento de la P.
sromano1@arnet.com.ar Abd superior a 15 cm de agua5; a diferencia de lo propuesto por Jensen, se incluyó sólo
76
a los incrementos producidos en la P. Abd durante la Mx) y la presión Abd. Al Q Mx (PQMx) (Figura 1 y
micción y no en el llenado, ya que en esta fase, las va- Cuadro 1).
riaciones de la P. Abd serían producto de «artefactos» Se registró el aumento de la P. Abd producido por
ajenos a la micción propiamente dicha. la Tos y por la Orden de Prensa (OP) (Valsalva) que se
Se consignó el valor absoluto o total de la P. Abd solicitó al paciente fuera realizada con máximo esfuerzo
en el momento de usar la Prensa; es decir, si la P. Abd. y al final de la micción. A estos valores se los comparó
pre-miccional fue de 30 cm de agua y el incremento de con la PQMx y la PMx.
18 el valor anotado es de 48. Se interrogó a los pacientes respecto de la conciencia
Por el momento de la micción en que se produce el del uso de Prensa en la micción para valorar la confiabi-
UP se la designó: Inicial1, Media2, Terminal3 y Total4. lidad del interrogatorio sobre este aspecto.
Se consideró el punto máximo P. Abd en la micción (P.
R E S U LTA D O S
Del total de los pacientes estudiados (116) sólo uso
prensa el 21,5%.
Se comparó a los pacientes en los distintos subgru-
pos de interés: Herniados vs. No herniados, Obstruidos
vs. No Obstruidos y entre los herniados a los recidiva-
dos vs. los operados o No (Figuras 3, 4 , 5, 6, 7, 8, 9 y
los Cuadros 2 y 3); tanto en lo que hace a la frecuen-
cia (o porcentaje) de paciente que UP en uno y otro
grupo, como el valor absoluto del UP en los distintos
subgrupos. Las diferencias encontradas fueron analiza-
das estadísticamente (CHI2 con corrección de Yates y
Student para valores de P < 0,05) resultando los grupos
Figura 1. Uso de prensa en la micción. comparados sin diferencias significativas.
La P. Det de los que no Usan Prensa en la micción
es mayor que la de los que la usan, sean estos obstruidos
o no, pero la diferencia es estadísticamente no significa-
tiva (Cuadro 4).
Grupo N UP % Estad.
Por lo que el uso de prensa seria un hábito. Esto apoya
la observación de Jensen, sobre la persistencia del Uso de
Total 116 25 21,5 Chi2
Prensa en la micción al año de la desobstrucción.
Obstruidos 79 20 25 N.S. La edad no influyó en la frecuencia de UP (contraria-
mente a lo sostenido por muchos: a > EDAD> UP).
No obstruidos 37 5 13,5
Herniados 62 11 18 N.S.
No herniados 54 14 26
78
Figura 7. Uso de prensa en la micción. Figura 8. Uso de prensa en la micción.
N25 5 1 6 13
% 20 4 24 52
30% 70%
Grupo N P.Q.Mx. P.Mx. O.P. TOS T test
Cuadro 3. Uso de prensa en la micción. Presión. Figura 9. Uso de prensa en la micción. Interrogatorio vs. Urodinamia
No hubo diferencias significativas entre los grupos comparados. La Tos De los pacientes que dijeron orinar con Prensa, sólo el 42% lo hizo,
produce un incremento mucho mayor que la Pr. en la micción en todos mientras el 85% acertó en la apreciación de no utilizarla.
los grupos. (8)
DISCUSION
Hernia y Próstata plantean tres problemas diferentes
a saber:
1) ¿La obstrucción prostática es un factor condicio-
nante de la aparición de una hernia o de su recidiva
postoperatoria? Por lo demostrado en este trabajo, la
respuesta categóricamente es NO. Figura 10. Uso de prensa en la micción. Distribución por décadas.
2) ¿Debe considerarse la posibilidad de una retención
aguda de orina (RAO.) en el postoperatorio de
la hernia, en un paciente prostático? Si, igual que en BIBLIOGRAFÍA
el postoperatorio de cualquier otra patología (vesí-
cula, apéndice, cardiovasculares, cataratas, etc.), por 1. Abarbanel, J. y Kimche, D.: “Combined Retropubic Pros-
tatectomy and Preperitoneal Inguinal Herniorrhaphy”. J.
lo que no merece especial atención. Urol, 140:1442-4, 1988.
3) ¿Es posible de resolver al paciente ambas patologías 2. Abramson, J.H.; Cofin, J.; Hopp, C.; Makler. A.; Epstein,
(Hernia+Adenoma Prostático) en un mismo Acto L. M.: “The Epidemiology of Inguinal Hernia”. A Survey
quirúrgico y con ello ahorrarle dos operaciones, dos In western Jerusalem J. Epidemiol Comunity Health
anestesias, dos ingresos, etc.? Sí, y está demostrado que 1978 mar. 32 (1): P. 59.
la resolución de ambos problemas no implica riesgo 3. Bates, P.; Glen, E.; Griffiths, D.; Melchor H.; Rowan, D.;
Sterling, A.; Zinner, N. and Hald, T.: “Second report on
adicional1,6,7,9 por lo que podrían resolverse en forma the standardization of terminology of lower urinary tract
concomitante si están de acuerdo cirujano y paciente. function”. Brit. J. Urol., 49-207, 1977.
4. Davis, W. C. y Jackson, F. C.: “Inguinal hernia and colon
carcinoma”. Cancer 18: 143, 1968.
CONCLUSIÓN
5. Jensen, K.M.E.; Bruskewitz, R. C.; Iversen, P. y Madsen,
• La participación de la Prensa Abdominal durante P. O.: “Abdominal straining in bening prostatic hyperpla-
la micción es igual (e infrecuente) en los pacientes sia”. J. Urol 129: 44, 1983.
6. Mc Donald, D. F. y Huggings, C.: “Simultaneous pros-
obstruidos y no obstruidos, siendo esta aseveración
tatectomy and inguinal herniorraphy”. Surg. Gynec. Obstet
válida también para los pacientes Herniados y No 89: 621, 1949.
Herniados. Por lo tanto, no existe relación “causal» 7. Morote Robles, J.: “Descompensación vesical en la her-
entre Hernia y Próstata, ni riesgo adicional de reci- niografía inguinocrural”. Arch. Esp. Urol. 37’5 (387-392),
diva al operar a un paciente de la Hernia cuando es 1984.
portador de un Adenoma obstructivo de Próstata. 8. Ris, H. B.; Aebersold, P.; Kupfer, k.; Stucki, U.; Stirne-
mann, H; Doran, J.: “10 years experience using a modified
• Queda fuera de consideración el beneficio de resol-
shouldice surgical technic for inguinal hernia in adults. II
ver ambas patologías en forma concomitante, en el wich factors modify the recurrence of inguinal hernia?”
mismo acto quirúrgico, ya que como sabemos esto Chirurg 1987 Feb. 58 (2): P. 100-105.
es posible, seguro, y evitaría la complicación de una 9. Thompson, I. M.; Wesen, C. A.: “Prostatism and inguinal
RAO de causa obstructiva en el postoperatorio. Hernia”. South Med. J. 1982, Nov. 75 (11:P.1342).
80
DIAGNÓSTICO EN UROLOGÍA
UROLOGY DIAGNOSIS
G E N E R A L I DA D E S
Los tumores malignos del riñón y de la pelvis renal representan un 2,6 % de la
incidencia de neoplasias y un 2,2% de la mortalidad por cáncer5,6. La creciente uti-
lización de los métodos por imágenes como la Ultrasonografía (US), Tomografía
computada (TC) y Resonancia Magnética (RM), para el estudio de enfermedades
1
Médico adscripto Servicio de abdominales de diferentes orígenes y el aumento en la sensibilidad de estos méto-
Diagnóstico por imágenes dos, han determinado un aumento notable en el descubrimiento incidental de masas
del Hospital Italiano de Bs. renales.
As. Docente adscripto de la
Facultad de Medicina de la En la década de los ‘80 sólo el 10% de los CCR se detectaban incidentalmente, ac-
Universidad de Bs.As. Miembro tualmente entre el 25 y 40% de los CCR son diagnosticados luego de la detección inci-
titular Sociedad Argentina de dental de una masa renal, la mayoría se encuentra en estadio T1 o T27,8. La precocidad
Radiología (SAR). Miembro
asociado Sociedad Argentina
de este hallazgo (particularmente en pacientes asintomáticos), ha mejorado en forma
de Urología (SAU). Profesor significativa la sobrevida. Como es conocido cuanto menor el tamaño y tiempo de evo-
del Colegio Interamericano de lución, mejor es el pronóstico9.
Radiología (CIR) La caracterización de una masa renal depende de múltiples factores, incluyendo la
2
Médica residente (3er. Año)
Servicio de Diagnóstico por
historia clínica, exclusión de condiciones que puedan simular neoplasias (pseudoma-
imágenes del Hospital Italiano de sas) y la naturaleza de los hallazgos en las imágenes. En términos generales, la estrategia
Bs. As. para la caracterización por imágenes incluye los siguientes pasos:
3
Médico residente (2do Año)
1. Diferenciar pseudomasa de verdaderas masas
Servicio de Diagnóstico por
imágenes del Hospital Italiano de 2. Discriminar entre masas quísticas y sólidas
Bs. As., Argentina. 3. En las quísticas determinar si son simples o complejas
82
Figura 2. Pseudomasas: Arriba: Pseudomasa dis-
mórfica (entre flechas): a) US que muestra imagen
isoecogénica limitada por bandas ecogénicas, b) TC
fase nefrográfica: La pseudomasa capta el contraste
de manera similar al resto del parénquima renal y
coincide con deformación de cálices vecinos evi-
dentes en c) fase de excreción. Abajo: Pseudomasa
infecciosa-inflamatoria: d) US donde se evidencia
masa sólida hipoecogénica (flecha), con patrón 0 al
emplear técnica Doppler, la TC de la misma lesión
en e) y f) donde se aprecia zona de menor perfusión
con captación del contraste diferente a los vasos
y al parénquima, las alteraciones en el flujo son
debidas a edema intersticial de una pielonefritis
focal. Obsérvese área de licuefacción y perinefritis
asociada en f).
84
Realce en Tomografía Computada sensibilidad del 100% y una especificidad del 94%.26,35
Deben compararse la densidad de la lesión entre la (Figura. 6).
serie sin contraste y la fase nefrográfica, si el incre- Tanto en TC como en RM el realce con contraste
mento de la densidad en UH es igual o mayor de 15 constituye el principal parámetro para diferenciar entre
UH se considera que el realce es positivo y constituye masas quirúrgicas y no quirúrgicas, debiendo ser valo-
el principal criterio quirúrgico (Figura 5), si sólo au- rado en relación con los demás hallazgos radiológicos y
menta entre 10-15 UH es difícil determinar si el realce cuadro clínico.
es verdadero (neoplasia) o falso (quiste con pseudo-
realce) y está indicada otra modalidad de imágenes Falso realce “pseudo-realce”
(ECO o RM). Es importante para quien lee las imágenes tener pre-
sente la posibilidad de errores o dificultades. En TC el
Realce en Resonancia Magnética más frecuente de ellos es el llamado “pseudo-realce” que
Aplicando un criterio similar al del realce en TC, con ocurre principalmente en lesiones quísticas pequeñas
evaluación dinámica luego de la administración de ga- (menor de 2 cm), totalmente rodeadas de parénquima
dolinio endovenoso (obteniendo secuencias seriadas sano y durante la fase de mayor tinción debido al pro-
luego de administrado el contraste). Un incremento del medio de la densidad de los tejidos vecinos al quiste.
15% en la intensidad de señal (la lesión se torna más Dicho realce falso puede sospecharse cuando la lesión
blanca) entre las imágenes pre-contraste y las obtenidas presenta aspecto de quiste simple, pero su densidad es
entre los 2 y 4 minutos post-contraste, permitiría dife- igual o ligeramente menor de 10 UH en los cortes pre-
renciar lesiones no quirúrgicas, de neoplásicas con una contraste25.
86
recursos suelen discriminarse la mayoría de estas lesio- En estos casos la RM es más segura que la TC, ya
nes mediante TC. que permite caracterizar quistes hemorrágicos (donde
Cuando la TC no resulta concluyente la RM está la sangre presenta un comportamiento particular sin
indicada, utilizando secuencias de caracterización tisular que pueda evidenciarse captación de contraste ni signos
como Supresión grasa o Corrida química, y realce con de perinefritis) y diferenciarlos de los infectados (donde
contraste, si dos métodos confirman la presencia de grasa si suele existir captación de gadolinio con signos de
en una lesión que no modificó su tamaño en 6 meses perinefritis), confirmando si se trata o no de quistes
puede considerarse la lesión como angiomiolipoma. simples cuando otros métodos son dudosos (Figura 7).
El grupo de masas con densidad pre-contraste al- Además permite determinar con mayor seguridad
rededor de +10 obliga a establecer la diferencia entre que la TC la arquitectura interna del quiste y captación
quiste de alta densidad (alto contenido proteico, detri- de contraste en septos o nódulos murales. Estas ventajas
tus, etc.) y masa sólida quirúrgica; la ecografía combi- de la RM resultan útiles en pacientes con poliquistosis,
nando B+D ha mostrado excelentes resultados, con una ya que la densidad de los quistes en TC puede ser muy
variable y administrar contraste iodado representa un
certeza cercana al 80%. Si no se desea tomar el riesgo del
riesgo para la función renal.
20% restante, la elección de TC o RM con contraste y
evaluación de realce, constituyen opciones igualmente
seguras, que además resolverán en un solo paso la es- OT R A S C A R AC T E R Í S T IC A S
tadificación, si dicha lesión presenta realce compatible O R I E N TA D O R A S
con masa quirúrgica. A pesar de que algunas características imagenológicas
En el otro extremo del espectro las masas con den- sugieren la benignidad de una masa renal, como la
sidad pre-contraste mayor a + 20 UH, constituyen un presencia de una cicatriz estrellada central que puede
grupo heterogéneo que incluyen a los quistes hiperdensos observarse en los oncocitomas, debe tenerse en cuenta
(hemorragia, infección, diálisis, etc.), oncocitoma, el 5% de que éstas resultan raramente evidentes en una lesión pe-
los angiomiolipomas sin componente adiposo detectable, queña32. Característicamente los oncocitomas presen-
CCR, carcinoma de células transicionales, etc. La TC o tan captación intensa y homogénea del contraste en fase
RM con contraste y evaluación del realce son alternativas arterial, con un lavado rápido y también homogéneo en
igualmente válidas, si la presunción es de lesión quística la fase de excreción en TC ( “Gris claro sobre fondo mo-
compleja (quiste complicado o tumor quístico). teado - Gris oscuro en fondo gris claro”) (Figura 8).
HU
-20 -10 +10 +20
Cuadro 2. Caracterización de las masas sólidas según su densidad pre-contraste en UH (Unidades Hounsfield). Principales indicadores de masa quirúr-
gica: Realce con contraste endovenoso > de 15 UH en Tomografía Computada y mayor de 15% en la Intensidad de señal (IS) en Resonancia Magnética.
(2) Dos herramientas.
Alrededor de un 10% de oncocitomas presentan mediante las imágenes31. Es útil recordar que cuando
algún grado de atipía o pueden estar asociados con una masa sólida con tejido adiposo, además presenta
carcinoma cromófobo y su diferenciación por biopsia calcificaciones o áreas con realce en TC o RM el diag-
puede ser difícil (razones por las cuales deben consi- nóstico de angiomiolipoma debe ser excluido, ya que
derarse lesiones quirúrgicas). Publicaciones recientes los angiomiolipomas raramente calcifican y otras neo-
señalan que hasta el 40% de las masas sólidas renales plasias (que realzan) pueden englobar angiomiolipomas
menores de 4 cm biopsiadas resultan ser benignas y pre-existentes.
hasta el 60% resultan oncocitomas35. En este contexto Algunas características de estas masas pueden
puede ser útil recordar la particular, aunque para nada orientar el diagnóstico diferencial entre carcinomas. El
específica captación de contraste del oncocitoma, ya en CCR se origina en la corteza renal y por lo tanto gene-
pacientes con múltiples comorbilidades o riesgo qui- ralmente se observa en la periferia o cerca de la unión
rúrgico alto, puede ayudar en la decisión de conducta corticomedular. Este es una característica que se pierde
expectante y controles periódicos. en tumores de mayor tamaño (Figura 8).
Debe tenerse en cuenta que en un 5% de los an- El carcinoma de células transicionales se desarrolla a
giomiolipomas no puede demostrarse grasa por TC ni partir del urotelio sistema pielocalicial, se localiza en la
RM, resultando indistinguibles de un carcinoma renal región central del riñón y usualmente desplaza la grasa
88
circundante33,34. Resulta útil la realización de urotomo- Por último, si bien las calcificaciones son infrecuentes
grafía y urorresonancia para la visualización del sistema en las pequeñas masas y su presencia resulta inespecífica,
excretor. puede resultar útil recordar los datos de masas > 3 cm que
Algunos CCR quísticos, o poco vascularizados (va- se detallan en Cuadro 3.
riedad papilar), realzan entre 10-15 UH. A pesar de que
este rango de realce puede ser observado en una masa M A S A S I N D E T E R M I NA DA S
benigna como un quiste complicado, algunos autores lo
consideran suficiente para plantear el diagnóstico pre- Como consecuencia del desarrollo de los métodos por
suntivo de CCR, particularmente en pacientes con ries- imágenes y en particular de la Tomografía computada
go elevado (Enfermedad de von Hippel-Lindau, etc), estas de múltiples detectores (TCMD), se ha producido un
masas plantean la necesidad de un seguimiento activo. importante aumento en la detección de masas menores
Generalmente son masas sólidas, pero muchas aparecen de 1 cm.
como quistes simples con metaplasia en la pared, que re- Algunos autores señalan que en pacientes asinto-
alza con contraste en TC o RM (Figura 9). máticos, de bajo riesgo, lesiones ≤ de 10 mm debieran
El carcinoma de los Túbulos Colectores y carcino- asumirse como quistes simples, a menos que sean clara-
ma medular crecen de los conductos de Bellini o de los mente sólidas, que realcen fuertemente con contraste o
conductos colectores distales, por lo tanto la localiza- que contengan grasa o calcificaciones groseras2,4,10, 36.
ción de estos tipos de tumores es más central que la del El manejo de estas pequeñas masas aún no esta acla-
CCR y crecen con un patrón más infiltrante34. Debido a rado, y algunos plantean el seguimiento imagenológico
su naturaleza agresiva, estas masas suelen ser de mayor por TC cada 3 a 6 meses durante al menos un año. Si
tamaño en el momento del diagnóstico. la lesión se mantiene estable, se puede continuar con
controles anuales37,38. La evidencia de crecimiento o el
desarrollo de características de agresividad como irre-
gularidad de sus márgenes, aumenta la probabilidad de
Carcinoma de Células Renales > 31 % poseen calcio
que dicha masa se trate de un pequeño CCR.38
Quistes 1%-2% contienen calcio La mayoría de estos autores coinciden que en pacien-
tes con riesgo aumentado para desarrollo de neoplasias
Calcificación periférica en anillo 80% corresponde a quistes renales (Enf. Von Hippel-Lindau, Esclerosis tuberosa, Enf.
quística por diálisis, etc.), tales lesiones deben considerar-
Calcificación central e irregular 87% corresponde a CCR se neoplasias, abriendo las puertas a tratamientos conser-
Calcificaciones centrales y 50% CCR
vadores (nefrectomía parcial) o mínimamente invasivos
periféricas asociadas (ablación con crioterapia, radiofrecuencia, etc.)39,40 .
Con pocas excepciones (neoplasia extrarrenal co-
Cuadro 3.
nocida, sospecha de infección, etc.), las imágenes han
mostrado ser más seguras que la biopsia41-44, para carac-
90
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1992;33:293–310 molecular analysis”. J Urol 2006; 176:1957-1962.
Dres. Rey Valzacchi Gastón*; Paciente del sexo masculino de 43 años de edad que consulta por infertilidad. Presenta
un espermograma con un volumen de 0.6 cc azoospermia y fructosa baja. Al examen
Layas Omar*;
físico se observan testículos de 20 ml de consistencia normal con niveles hormonales
Ocantos Jorge**. en rangos normales.
Ante la sospecha de patología obstructiva de la vía espermática en su porción distal
se solicita resonancia nuclear magnética.
La primera imagen muestra en un corte sagital un quiste de la línea media a nivel
prostático. En la segunda imagen en un corte coronal se observa el quiste de la línea
media y a los lados la dilatación de las vesículas seminales.
La ventaja de la RNM comparativamente con la ecografía transrectal es que no
requiere instrumentación endorrectal. Además, permite una mejor imagen anatómica
del quiste para evaluar la distancia a la uretra y planificar su posterior resolución qui-
rúrgica por vía endoscópica. Asimismo, la RNM no requiere la utilización de contraste
endovenoso.
92
IMÁGENES EN UROLOGÍA
IMAGES IN UROLOGY
Dres. López Fontana, G.; Varón de 55 años de edad tabaquista que consulta por hematuria macroscópica.
Tomografía computada (TC) Figuras 1-2-3-4: en la cual se observa gran divertícu-
Richards, Nicolás;
lo vesical en pared lateral derecha de la vejiga con una lesión exofítica en su interior que
Contreras, Pablo Nicolás. realza con contraste endovenoso (EV) y comprime recto. Figura 5 y 6: Hidronefrosis
derecha e imágenes nodulillares en parénquima pulmonar que realzan con contraste
EV compatible con secundarismo.
Servicio de Urología, Hospital Figura 7: Radiografía directa post TC en la cual se observa lateralización hacia
Alemán. Buenos Aires, Argentina. contralateral de uréter derecho por divertículo vesical
Figuras 1-2-3-4: Gran divertículo vesical en pared lateral derecha Figura 7: Rx post- TAC se obser-
con lesión exofítica en su interior que realza con contraste EV y va lateralización hacia contrala-
comprime recto. teral de uréter derecho por diver-
tículo vesical (imagen tomada
desde su cara posterior).
CASO CLÍNICO
Varón de 52 años que consultó a nuestro Servicio por presentar episodio aislado de
hematuria total sin coágulos; refería, además, dolor lumbar bilateral de varios meses de
evolución. Presentaba como únicos antecedentes el ser tabaquista y el tener un hermano
fallecido por cáncer de riñón dos años antes. Se le realizó ecografía abdominal donde
se visualizó, sobre valva anterior del riñón derecho, una imagen heterogénea de 59 x 26
mm de bordes irregulares y, en riñón izquierdo, otra imagen hiperecogénica de 34 mm,
de bordes mal definidos. En la tomografía computada (TC) abdómino-pelviana, se
observaron ambos riñones deformados y aumentados de tamaño, de contornos polilo-
* Médico de la Sección Oncología bulados por formaciones hipodensas, con calcificaciones excéntricas (Figuras 1 y 2). La
** Jefe de Residentes de Urología
*** Residentes de Urología resonancia magnética (RNM) de abdomen y pelvis demostró la presencia de múltiples
lesiones de configuración redondeada, con señal heterogénea a nivel de ambos riñones,
División Urología del Hospital de sin adenomegalias retroperitoneales (Figuras 3 y 4). Se completó estadificación con TC
Clínicas “José de San Martín”-
U.B.A., Buenos Aires, Argentina.
de tórax y centellograma óseo corporal total, sin evidencia de secundarismo.
Jefe de División: Prof. Dr. Osvaldo Se realizó exploración quirúrgica a través de una incisión mediana supra e in-
Mazza. fraumbilical, con posterior decolamiento de ambos parietocólicos para tener acceso
División Urología al retroperitoneo. Se hallaron múltiples formaciones renales bilaterales no pasibles de
Córdoba 2251, 4° piso
Tel: 5950-8791/93 cirugía conservadora, por lo cual se realizó nefrectomía radical bilateral (Figuras 5, 6 y
fgabrielmendez@yahoo.com.ar 7). En el postoperatorio evolucionó favorablemente de su cirugía pero presentó, como
94
Figuras 1 y 2. TAC con múltiples formaciones heterogéneas en ambos riñones.
No se detectó tumor renal en familiares directos con y c-MET actúa como un oncogen clásico y no se acom-
métodos por imágenes. Se deriva al paciente para con- paña de manifestaciones extrarrenales. El diagnóstico
sejo genético. Se consiguió informe histopatológico de de CRPH se confirma mediante el análisis mutacional
nefrectomía realizada al hermano fallecido del paciente de la línea germinal efectuado en pacientes de familias
que confirmó la presencia de un Adenocarcinoma de con CRPH o en pacientes que presentan CRPH múl-
tipo papilar. tiple o bilateral heredado de forma AD. Una vez que se
confirma el diagnóstico, se recomienda la TC abdomi-
DISCUSIÓN nal anual. La TC con contraste es mejor que la ecografía
debido a que estas lesiones son hipovasculares y difíciles
Delahunt y Eble2 proponen dividir al CCR papilar en dos
de diferenciar del parénquima renal dada su ecogenici-
tipos morfológicos. El tipo 1 caracterizado por peque-
dad similar.3
ñas células cuboides basófilas con núcleo uniforme y
El CCR papilar se caracteriza por su aparición en
nucléolo pequeño, y el tipo 2 con papilas cubiertas por
edades tardías, suele cursar en forma asintomática y
largas y eosinófilas células con pleomorfismo nuclear,
se detecta a menudo en forma incidental en pacientes
nucléolo prominente y pseudoestratificación nuclear.
En un estudio de 66 casos, el tipo 2 fue asociado con en quienes se indican estudios por síntomas renales o
mayor grado de Fuhrman y peor pronóstico. extrarrenales, o por pruebas de detección en pacientes
El CCR papilar se origina del túbulo contorneado de riesgo. La multifocalidad es una característica de
distal; está caracterizado por trisomía de cromosomas CCR papilar con reportes de 20 a 39%, mientras que el
7, 16 y 17 y pérdida del cromosoma Y. La variante resto de los CCR presentan tasa de multifocalidad de
histológica del tipo I es más infrecuente, se asocia con 6,5 a 20%. Usualmente se observa un tumor principal,
mutaciones del c-MET y se observa en el síndrome de de aproximadamente tres centímetros, y otros tumores
carcinoma renal papilar hereditario (CRPH) y también múltiples que suelen ser pequeños adenomas (< 5 mm
de manera esporádica u ocasional. El tipo 2 de CCR del consenso de Heidelberg) o CCR papilar de bajo
papilar no presenta mutaciones del c-MET y es el que grado, lo que explica el índice de detección por TC de
se observa con mayor frecuencia en forma esporádica.2 15 a 44%.4
El síndrome de CPRH fue descripto en familias en Por ecografía presentan rasgos variables y no poseen
la que la predisposición al desarrollo de tumores renales criterios ecográficos que permitan diferenciarlos del
papilares bilaterales múltiples se transmitía de manera resto de los tumores renales. Existe tendencia a conside-
autosómica dominante (AD). A diferencia de la enfer- rarlos hipoecogénicos; esto puede estar relacionado con
medad de VHL, la penetrancia del CRPH es menor, la hipovascularidad y la presencia de necrosis y áreas de
de manera que el 50% de los portadores de la mutación hemorragias del tumor.5
presenta la enfermedad a los 55 años de edad, las muta- En la TC los tumores de células papilares son ma-
ciones c-MET asociadas con el CRPH son activadoras yormente homogéneos con bajo valor de atenuación. La
96
presencia de calcificación central y el bajo estadio tumo- para las variantes cromófobo y papilar con respecto
ral son hallazgos que sugieren el diagnóstico. El grado al CCR células claras con índices de sobrevida cáncer
de realce tras la administración de contraste endovenoso específico a cinco años de 100%, 86% y 76% respecti-
en la TC multislice parece ser el parámetro de mayor vamente.
valor para diferenciar los distintos subtipos de cáncer
renal. Mientras que el CCR de células claras muestra CONCLUSIÓN
realce similar al de la corteza renal, el CCR papilar pre-
senta nulo o pobre realce tras la administración de con- La variante papilar es el segundo tipo histológico en
traste endovenoso.6 frecuencia dentro de los carcinomas de células renales.
En RNM el 90% de los tumores papilares se presen- Se debe considerar su diagnóstico en presencia de tu-
tan con patrón hipointenso homogéneo en secuencia mores renales bilaterales con bajo valor de atenuación
T2, a diferencia del patrón hiperintenso heterogéneo en TC. Con sospecha de patrón hereditario, se aconseja
observado habitualmente en el CCR de células claras. el estudio genético.
Así mismo, el refuerzo observado posterior a la admi-
nistración de contraste endovenoso es bajo y tardío en BIBLIOGRAFÍA
el CCR tipo papilar en comparación con el cáncer renal 1. Reuter V., Presti J.:”Contemporary approach to the classi-
de células claras.7 fications of renal epithelial tumours”. Semin Oncol 27:124,
En CRPH el manejo actual recomienda inter- 2000.
vención quirúrgica en tumores mayores de 3 cm. El 2. Delahunt B., Eble J.N., McCredie M.R. y cols. :”Morpho-
objetivo del tratamiento quirúrgico consiste en remover logic typing of papillary renal cell carcinoma: comparison
el tumor antes de que de metastatice, conservando el of growth kinetics and patient survival in 66 cases”. Hum
Pathol 32: 590, 2001.
riñón nativo del paciente el mayor tiempo posible.8 3. Pavlovich C., Schmidt L., Phillips J. : “The genetic basis
El pronóstico asociado con el CCR papilar es con- ok of cancer of the kidney”. Urol Clin North Am 3: 423-
trovertido. En la actualidad muchos autores piensan que 440, 2003.
para un mismo grado o estadio sería difícil demostrar 4. Méjean A., Horpitean V., Bazin J. y cols.: “Prognostic
una diferencia significativa del pronóstico entre el CCR factors for the survival of patients with papillary renal cell
papilar y el CCR células claras. Según Beck 9, para CCR carcinoma: meaning of histological typing and mulyifoca-
lity”. J Urol 170: 764, 2003.
de mismo tamaño y estadio solamente el CCR cromófo- 5. Gossiosss K., Argyropoulou M., Vazakas P. y cols.: “Bi-
bo es mejor predictor de sobrevida libre de enfermedad lateral papillary renal cell carcinoma”. E Radiol 11: 242,
comparado con el CCR convencional y el papilar. Papi- 2001.
lar y CCR células claras tienen el mismo pronóstico. 6. Sheir K., El-Azab M., Mosbah A. y cols.: “Diferentiation
Onishi y col.10, en un seguimiento sobre 42 pacientes of renal cell carcinoma subtypes by multislice computori-
tampoco encuentran diferencias significativas de pro- zed tomography”. J Urol 174: 455, 2005.
7. Roy C., Benoit S., Didier J.: “MR imaging of papillary
nóstico entre el CCR células claras y papilar. Aunque
renal neoplasms”. Eur Radiol 17:193, 2007.
determinan que la presencia de pseudocápsula, la in- 8. Herring J., Enquist E., Chernoff A. y cols.: “Parenchimal
filtración por macrófagos espumosos, el tipo de células sparing surgery in patients with hereditary renal cell car-
basófilas (tipo 1) y la variante no sólida, presentan cinoma: 10-years experience”. J Urol 161: 777, 2001.
mejor pronóstico dentro de los CCR papilar. 9. Beck S., Patel M., Russo P. y cols.: “Effect of papillary
Cheville11, en un estudio retrospectivo sobre 2385 and cromophobe Cell type on disease free survival after
nephrectomy for renal cell carcinoma”. Annals of Surg On-
pacientes, encuentra que el índice de sobrevida específico
cology 11 (1):71, 2004.
por cáncer a cinco años para CCR células claras, papilar 10. Onishi T., Ohishi H., Goto M.: “Papillary renal cell
y cromófobo fue de 68,9%, 87,4% y 86,7% respectiva- carcinoma:clinicopathological characteristics and evalua-
mente. Los pacientes con cáncer renal de células claras tion of prognosis in 42 patients”. BJU Int 83:937, 1999.
presentan peor pronóstico comparado con la variante 11. Cheville J., Lohse C., Blute M. y cols.: “Comparison or
papilar y cromófobo cuando son estratificados por esta- outcome and prognostic features among histologic subty-
dio tumoral y grado nuclear. La necrosis histológica del pes of renal cell carcinoma”. Am J Surg Pathol 27 (5): 212,
2003.
tumor (necrosis coagulativa microscópica) tiene asocia- 12. Amin M.B., Amin M.B., Tamboli P. y cols.: “Prognostic
ción significativa para mortalidad para el CCR células impact of histologic subtyping of adult renal epithelial
claras y cromófobo, pero no para el subtipo papilar. neoplasms: an experience of 405 cases”. Am J Surg Pathol
En concordancia, Amin12 observa mejor pronóstico 26:281–91, 2002.
CASO CLÍNICO
Paciente de sexo masculino, de 57 años de edad, con antecedentes de hipertención
arterial (HTA), gastritis, fumador de 20 cigarrillos/día, sin otro antecedente personal
patológico (APP), que consulta por Guardia por dolor lumbar derecho de 6 horas
de evolución, tipo cólico, 8/10 de intensidad, irradiado a flanco derecho, que cede
parcialmente con analgésicos comunes. Se acompaña de tres episodios de hematuria
macroscópica, total con coágulos pequeños. En Guardia se interpreta el cuadro como
cólico renal, se lo trata como tal cediendo por completo el dolor y es derivado al
Servicio de Urología previa realización de ecografía abdominopélvica (Figura 1). La
ecografía informa imagen nodular en polo superior de riñón derecho (RD) de aspecto
sólido, heterogénea, con áreas hipoecogénicas, que deforma el contorno renal, mide 67
x 52 mm aproximadamente y podría corresponder a proceso neoproliferativo. Riñón
izquierdo (RI), quiste cortical simple de 11 mm. Por consultorio se solicita Tomografía
Axial Computada (TAC) abdominopélvica con contraste (Figura 2) que confirma la
presencia de lesión expansiva con densidad de partes blandas, heterogénea, en el polo
superior de RD, que refuerza luego de la administración de contraste. Mide 68 mm
en diámetro mayor. RI de forma, tamaño y posición normal. No adenopatías retrope-
ritoneales.
Se decide realizar nefrectomía derecha por vía lumbar. Buena evolución postqui-
rúrgica, se otorga alta hospitalaria a las 48 horas de la intervención.
A las 72 horas del alta, el paciente acude a control refiriendo síntomas de dispepsia,
náuseas y distensión abdominal. Disminución de la eliminación de gases y catarsis
negativa. Al examen, normotenso, afebril. Abdomen muy distendido, globuloso, poco
depresible a la palpación, doloroso en zona de herida quirúrgica, sin signos de perito-
nismo. Timpanismo a la percusión. Ruidos hidroaéreos (RHA) disminuidos. Herida
Servicio de Urología. quirúrgica de bordes afrontados sin flogosis ni secreción. Se deriva a Guardia central
Hospital Italiano de Córdoba,
Argentina.
para valoración por Servicio de Cirugía Gral. Se realizan exámenes de laboratorio: Hb
98
Figura 1. Figura 2.
9,2; Hto 28; GB 13860; Plaq 465000; Gluc 108; Urea mienza a perder su poder contráctil al tratar de vencer
92; Creat 1,93; Na 129; K 3,9; APP 96%; KPTT 38”; la inactividad del colon izquierdo, lo que termina en su
y Rx de abdomen de pie y en decúbito que informan dilatación.4,5
dilatación de marco colónico a predominio derecho Para que se desarrolle este síndrome se requiere
(Figuras 3 y 4). Se solicita también ecografía que resulta la asociación de una distensión abdominal debida a
de difícil valoración cuyo informe es sugestivo de hema- un íleo colónico (sin ninguna causa orgánica que lo
toma retroperitoneal, por lo que se decide realizar TAC motive) y, además, la coexistencia siempre de una con-
abdominopélvica de urgencia (Figura 5), la cual informa dición patológica asociada.2 (Tabla 1) Es una entidad
gran neumoperitoneo sin presencia de hematoma re- extremadamente rara, se han reportado sólo 521 casos
troperitoneal. Se realiza laparotomía exploradora de ur- en la literatura internacional hasta 2003.3 Distensión
gencia y se observa abundante líquido serohemático en abdominal de comienzo súbito, de curso progresivo que
cavidad, semiología de estómago e intestino delgado en termina siendo masiva. El abdomen permanece gene-
toda su extensión sin evidencia de lesión, se identifica a ralmente blando, sin reacción peritoneal y el paciente es
nivel de ciego pequeña perforación puntiforme de 3 mm capaz de alimentarse por varios días desde el comienzo
de diámetro con pequeña pérdida de su contenido. No de los síntomas. RHA normales o aumentados en el
se observa patología tumoral ni diverticular ni bridas. 40%, mientras que pueden estar disminuidos, metálicos
Se procede a hemicolectomía derecha y anastomosis o ausentes en el 60% de los casos.
término-terminal de íleon con colon transverso. Buena Puede existir: dolor abdominal (80%); náuseas y
evolución postquirúrgica, alta hospitalaria a los cinco vómitos (80%); fiebre (37%); constipación (40%). Es
días. un síndrome que presenta importantes dificultades
diagnósticas. Es clínicamente imposible diferenciarlo
DISCUSIÓN de un íleo mecánico. La exclusión de una oclusión or-
gánica no siempre es fácil y en ocasiones se precisa una
El Síndrome de Ogilvie o pseudoobstrucción aguda del laparotomía exploradora. El diagnóstico se establece
colon es una afección caracterizada por los signos, sínto- por la historia clínica, el examen físico y los hallazgos
mas y patrón radiológico de una dilatación anormal del radiológicos en la radiografía simple de abdomen, que
intestino grueso sin una causa orgánica detectable. Según es el examen de elección. Se observa dilatación del intes-
algunos estudios predomina en el sexo masculino.1 tino grueso a predominio derecho, generalmente hasta
La fisiopatogenia se basa en una alteración de la el ángulo esplénico. El diámetro del ciego se encuentra
inervación parasimpática sacra, que causaría predomi- generalmente entre 9 y 12 cm, si supera este último la
nio de la actividad simpática del colon izquierdo, con posibilidad de perforación aumenta de manera pro-
reducción de la peristalsis y atonía del órgano. El colon porcional.6 La perforación se debe a isquemia causada
derecho, cuya inutilidad es normal, eventualmente co- por la disminución de la perfusión que genera la dis-
Trauma 11,3
Gineco-obstétricas 9,8
Cirugía urológica 6
Neurocirugía 2
Total 49,2
Figura 3.
Condiciones no quirúrgicas %
Infección 10
Cardíaca 10
Neurológica 9,3
Cáncer 6
Pulmonar 5,8
Metabólica 5,3
Renal 5
Otras 10
Total 61,4
Figura 4.
Tabla 1. Situaciones descriptas como causas del Síndrome de Ogilvie.
100
neostigmina, se estimularía el Sistema Nervioso Autó- 2. Leborgne J, Pannier M, Le Neel JC.: Cecum per-
nomo (SNA) parasimpático y, por lo tanto, se restau- foration, complication of an acute idiopathic dila-
raría el peristaltismo de estos pacientes. Se administra tation of the colon in Ogilvie ‘s syndrome. Practical
una infusión intravenosa de neostigmina (2-2,5 mg), interest of various pathogenic data. A propos of
en un único bolo, lo que permite una descompresión one case. Sem Hop 1978; 54: 665-668.
rápida en un porcentaje significativo de pacientes.7,8 3. Fraisse y col.: Ogilvie syndrome in elderly: a review
• Tratamiento endoscópico: Fibrocolonoscopia descom- of the literature. Presse Med 32;1500-1504, 2003
presiva: evita la perforación y permite descartar 4. Ponzano C, Nardi S, Carrieri P, Basili G: Diag-
patología orgánica. nostic problems, pathogenetic hypothesis and
• La cirugía es necesaria en el 18% de los casos, cuan- therapeutic proposals in Ogilvie’s syndrome. Re-
do falla el tratamiento médico o endoscópico, cuan- view of 470 observations from the literature and
do existe riesgo de perforación inminente (ciego de presentation of 5 new cases. Minerva Chir 1997;
más de 12 cm o isquemia intestinal) o cuando ésta 52: 1311-1320.
ya se ha producido (10-40% de los casos). 5. Trevisani GT, Hyman NH, Church JM.: Neostigmi-
ne: safe an effective treatment of acute colonic pseu-
Como conclusión podemos decir que el Síndrome do-obstruction. Dis Colon Rectum 2000; 43: 1454.
de Ogilvie: 6. Quintero Samudio I, Cachafeiro Vilar M, Valdovi-
• Es una entidad poco frecuente. nos Díaz MA.: Ogilvie’s syndrome or acute colonic
• Se presenta con patología médica grave o en el pesudo-obstruction. Current concepts in diagnosis
postoperatorio de cirugía importante. and treatment. Rev Gastroenterol Mex 1997; 62: 19-27
• Debe sospecharse cuando existe marcada dilatación 7. De Giorgio R, Barabar G, Stanghellini V, Tonini
del colon en ausencia de obstrucción mecánica. M, Vasina V, Ciola J, y col.: Review article: the
• El tratamiento inicial es conservador, dejando la pharmacological treatment of acute colon pseu-
cirugía en casos de fracaso a la terapia médica y para do-obstruction. Aliment Pharmacol Ther 2001; 15:
la isquemia y perforación del colon. 1717-1727.
8. Turegano Fuente F, Muñoz Jiménez F, Del Valle
Hernández E, Pérez Díaz D, Calvo Serrano M,
BIBLIOGRAFÍA
De Tomás J, De Fuentemayor ML, Quintans
1. Rondeau M, Weber JC, Nodot I, Storck D.: Acute Rodríguez A.: Early resolution of Ogilvie’s syn-
colonic pseudo-obstruction in internal medicine: drome with intravenous neostigmine: a simple,
etiology and prognosis, report of a retrospective effective treatment. Dis Colon Rectum 1997; 40:
study. Rev Med Interne 2001;22:536-541. 1353-1357.
C O M E N TA R I O
Los autores realizaron una búsqueda de resultados del tratamiento primario con supre-
sión androgénica en pacientes con adenocarcinoma prostático clínicamente localizado,
informando la sobrevida a 5 años. Destacan que frente a las tres alternativas tradicio-
nalmente aceptadas para ese estadio -prostatectomía radical, radioterapia o conducta
expectante (“watchful waiting”)- es cada vez mayor en Estados Unidos (un tercio de
pacientes en principio destinados a expectancia) la tendencia a esta cuarta alternativa,
102
la supresión androgénica, en particular en mayores de 80 años. Informan no conocer
publicaciones que evalúen tratamientos controlados y randomizados comparando la
terapia hormonal con otras terapias en este estadio. Hallaron la edad (mayores de 75
años) comouna variable muy significativa en la sobrevida global a 5 años, pero no en
relación con la mortalidad específica por cáncer, y previsiblemente también, una mayor
mortalidad global y relacionada” con el cáncer según Gleason (mayor de 7) y al antíge-
no prostático inicial (mayor a 20ng/ml). No se evaluó la calidad de vida, pese a que en
su discusión recuerdan las múltiples publicaciones que demuestran el incremento de la
morbilidad en pacientes tratados con terapia de supresión hormonal.
La sobrevida específica por cáncer a 5 años (91%) resulta inferior a la informada en
otros estudios realizados con pacientes en expectancia. Esta menor sobrevida no está
relacionada con la mayor morbilidad que la supresión hormonal puede producir, pues-
to que en todo caso esa morbilidad puede incrementar la mortalidad global, pero no es
esperable que incremente la mortalidad específica por cáncer. A mi criterio, la respues-
ta a este interrogante puede ser el alto porcentaje de pacientes (40,5%) con Gleason
mayor de 7 así como un porcentaje de antígeno prostático mayor de 20 (39,8%) que
también sugiere una mayor agresividad de la neoplasia.
En mi opinión, la evaluación de la sobrevida específica por cáncer en pacientes
diagnosticados con adenocarcinoma prostático clínicamente localizado debe realizarse
luego de los 10 años (y preferentemente luego de 15 años), en tanto sí puede estudiarse
la morbilidad provocada por la supresión hormonal para comparar su utilidad frente a
la expectancia” (en pacientes ancianos) o frente a otros tratamientos más agresivos (en
pacientes menores de 75 años), pero en este trabajo no se ha evaluado calidad de vida.
En el artículo “Imágenes de masas suprarrenales. Puesta al día”, los cargos del Dr. Ocan-
tos fueron asignados al Dr. Polillo y la Dra. Picco no tiene cargos en la publicación; los
correctos son los que figuran a continuación:
La Tabla 3 del mismo artículo tiene algunos errores subsanados en la tabla siguiente:
TC D > 40 UH
No Si
TC C/L 10’
L < 50%
NO
PET-TC
ADENOMA
Adenoma
XII
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• Los casos clínicos deben presentarse en forma concisa, tendrán un máximo de 2 ó 3 ilustra-
ciones y no se acompañan de un abstract inicial, guardando la siguiente estructura: Introduc-
ción, Casos Clínicos, Discusión. Enviar original y copia de texto y figuras.
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XIV
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