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ENSAYO SOBRE EL SURGIMIENTO Y LA CONSOLIDACIÓN DEL CAPITALISMO

MODERNO (1945-1986)

PRESENTADO POR:
ANGIE ALEJANDRA AVILEZ VERA ID: 710539

PRESENTADO A:
DIEGO FERNANDO ECHEVERRY

DESARROLLO EMPRESARIAL COLOMBIANO


NRC 20060

UNIVERSIDAD MINUTO DE DIOS


IBAGUE-TOLIMA
2020
INTRODUCCION

En el presente trabajo se hablara sobre el capitalismo moderno que es un sistema económico y


social basado en que los medios de producción deben ser de propiedad privada, el mercado sirve
como mecanismo para asignar los recursos escasos de manera eficiente y el capital sirve como
fuente para generar riqueza. A efectos conceptuales, es la posición económico-social contraria
al socialismo.

Un sistema capitalista se basa principalmente en que la titularidad de los recursos productivos es de


carácter privado. Es decir, deben pertenecer a las personas y no una organización como el Estado.
Dado que el objetivo de la economía es estudiar la mejor forma de satisfacer las necesidades
humanas con los recursos limitados que disponemos, el capitalismo considera que el mercado es el
mejor mecanismo para llevarlo a cabo. Por ello, cree necesario promover la propiedad privada y la
competencia.

El capitalismo es un sistema económico y social basado en que los medios de producción deben ser
de propiedad privada, el mercado sirve como mecanismo para asignar los recursos escasos de
manera eficiente y el capital sirve como fuente para generar riqueza. A efectos conceptuales, es la
posición económico-social contraria al socialismo.

Un sistema capitalista se basa principalmente en que la titularidad de los recursos productivos es de


carácter privado. Es decir, deben pertenecer a las personas y no una organización como el Estado.
Dado que el objetivo de la economía es estudiar la mejor forma de satisfacer las necesidades
humanas con los recursos limitados que disponemos, el capitalismo considera que el mercado es el
mejor mecanismo para llevarlo a cabo. Por ello, cree necesario promover la propiedad privada y la
competencia.

Este trabajo se hace con el fin de dar a conocer y profundizar más a fondo sobre el capitalismo
modernos en los años 1945 a 1986, de cómo fueron surgiendo los cambios al pasar los años y como
se fue creciendo día a día hasta llegar a un cambio trascendental
EL SURGIMIENTO Y LA CONSOLIDACIÓN DEL CAPITALISMO MODERNO (1945-
1986)

Del Surgimiento y la Consolidación del Capitalismo moderno entre (1945-1986) podemos decir
que el desarrollo capitalista, que venía acelerándose en Colombia desde las primeras décadas del
siglo XX, se consolidó definitivamente en los años que sucedieron a la segunda guerra mundial.
En las cuatro décadas transcurridas desde entonces, la economía colombiana pasó de ser rural a
urbana y semi industrial. Podemos analizar el conjunto de transformaciones que ha
experimentado la economía durante estos años. La primera parte presenta un panorama general
del crecimiento económico, los cambios estructurales y la distribución regional de la actividad
económica. La siguiente reseña la evolución del comercio exterior y los vaivenes del proceso de
industrialización. Posteriormente se analiza la transformación del agro y los cambios en las
políticas agropecuarias. La cuarta adelanta un estudio del crecimiento y transformación del
Estado. Y por último se concluye con una breve historia de las organizaciones gremiales, del
sindicalismo y de la distribución del ingreso desde 1945.

CRECIMIENTO Y CAMBIO ESTRUCTURAL

1. Las grandes tendencias del desarrollo colombiano en la posguerra

Entre 1945 y 1986 el Producto Interno Bruto de Colombia se multiplicó por siete. La tasa de
crecimiento correspondiente (4.8% anual) dista de ser espectacular, según veremos más adelante,
pero es sin duda la más alta que haya registrado la economía colombiana en su historia. La
población experimentó un crecimiento también rápido, del 2.5% anual, que le permitió
multiplicarse por 2.8 durante esos años. El ritmo de crecimiento demográfico fue particularmente
acelerado en los años cincuenta y sesenta. En ese lapso, el descenso de la mortalidad, generado
por la aplicación de la medicina moderna y el mejoramiento en el nivel de vida de la población,
no coincidió con una disminución paralela de la fecundidad, y el crecimiento de la población
alcanzó así ritmos superiores al 3% anual (véase el cuadro 7. 1 ). Durante los años setenta el
descenso de la fecundidad y, en mucho menor escala, la emigración de la fuerza de trabajo hacia
el exterior, permitieron una disminución rápida del ritmo de crecimiento de la población, que se
redujo a sólo un 1.6% anual en el período inter censal 1973-1985. El resultado neto del
crecimiento económico y demográfico fue un aumento en la producción por habitante del 2.2%
anual, es decir, un 150% en estas cuatro décadas.

Este crecimiento hizo parte de la bonanza más espectacular que haya experimentado la economía
mundial en su historia. Sin embargo, el crecimiento del producto por habitante en Colombia fue
apenas similar al del conjunto de América Latina y de los países en vías de desarrollo e inferior
al que experimentaron las economías más avanzadas. De esta manera, la distancia que separaba a
Colombia y a los países en desarrollo de las economías industrializadas, lejos de estrecharse
durante estos cuarenta años, tendió más bien a ampliarse.

El crecimiento económico se vio acompañado de un cambio estructural de grandes proporciones


(véase el cuadro 7.2). En términos de la composición de la actividad económica, el aspecto más
notorio fue la fuerte reducción de la participación del sector agropecuario en la economía.
Todavía en 1945-1949 dicho sector representaba más del 40% de la actividad económica del
país; a comienzos de los años ochenta, su participación se había reducido a menos del 23%. La
disminución en el tamaño relativo del sector agropecuario dio paso al surgimiento y
consolidación de nuevas actividades económicas, en especial la industria manufacturera, pero
también los sectores de transporte, financiero, comunicaciones y servicios públicos modernos
(electricidad, gas y agua). En conjunto, éstos pasaron de representar el 23% de la actividad
económica en la segunda mitad de los años cuarenta, a cerca del 40% a comienzos de la década
del ochenta.
La consolidación de estos sectores tan dinámicos no se dio, sin embargo, en forma simultánea. El
avance relativo del sector manufacturero fue particularmente rápido en las décadas del cuarenta y
cincuenta, continuando el impulso que se había iniciado en los treinta. Su avance fue menos
notorio en los años sesenta y setenta y presentó un importante retroceso durante la crisis
económica de comienzos del ochenta. Por el contrario, el fortalecimiento de los otros sectores
dinámicos mencionados en el párrafo anterior fue más continuo, lo que les permitió acrecentar su
participación en el Producto Interno Bruto del país de poco más del 8% en 1945-1949 a más del
18% en 1980-1984.

Tal proceso de desarrollo permitió la acumulación de capital privado y social más importante de
la historia del país. En el frente privado, los aspectos más notorios fueron la construcción de
grandes fábricas modernas y empresas agroindustriales, de un cuantioso parque automotor y de
un enorme acervo de edificaciones de vivienda y oficinas en las ciudades. No menos importante
fue el aumento en los niveles de educación y las capacidades técnicas de la fuerza de trabajo, que
algunas escuelas económicas identifican como un “capital humano”1. En el frente colectivo, lo
más notable fue la consolidación de una infraestructura de transportes y servicios públicos
modernos que, en el primer caso, reforzó la integración del mercado interno y de éste con el resto
del mundo.
La recomposición de la actividad económica y la acumulación de capital provocaron una
movilización de la población, cuya magnitud no tenía tampoco antecedente en la historia anterior
del país. En especial, la de la población rural hacia las fronteras agropecuarias fue sustituida,
como principal forma de migración interna, por la concentración de la población en los núcleos
urbanos. En efecto, la proporción de la población que habita en las cabeceras municipales pasó
de un 31% en 1938 a 39% en 1951, 52% en 1964, 59% en 1973 y 67% en 1985. Las cuatro
principales ciudades del país dominaron el proceso, pasando de concentrar el 8% de la población
en 1938 al 27% en 1985.

Los cambios en la composición de la actividad económica se reflejaron así mismo en la


estructura del empleo (véase el cuadro 7.3). Paralelamente al descenso en la importancia relativa
del sector agropecuario, la proporción de la población empleada en actividades primarias (que
incluyen al sector minero, relativamente pequeño en Colombia) disminuyó del 62% en 1938 al
34% en 1984. Más aún, en este período el sector primario sólo generó una quinta parte de los
nuevos puestos de trabajo en el país. El sector secundario (industria y construcción) elevó su
participación del 17 al 21%, creando una cuarta parte de las nuevas ocupaciones. El grueso de
los nuevos puestos fue generado por el sector servicios, que acrecentó su participación en la
generación de ocupaciones del 21% en 1938 al 45% en 1984.

Las transformaciones de la economía condujeron también a la consolidación de las formas de


trabajo asalariado típicas del capitalismo moderno (véase el cuadro 7.3). El proceso avanzó en
forma mucho más firme en las zonas urbanas. En efecto, en las actividades no agropecuarias, el
peso de los trabajadores asalariados (peones, obreros y empleados) aumentó del 58% en 1938 al
71% en 1964. Aunque a partir de entonces dicha proporción ha bajado levemente, debido al
incremento de las actividades por “cuenta propia”, el porcentaje de asalariados en las zonas
urbanas ha continuado siendo mucho más alto que en el sector rural. En este último, la
importancia relativa de la producción campesina y, en menor medida, de los pequeños
arrendatarios rurales, se ha mantenido hasta nuestros días, con lo cual la proporción de los
trabajadores asalariados en el campo ha fluctuado desde 1938 entre un 42 y un 46% de la fuerza
de trabajo rural, sin mostrar ninguna tendencia clara. Para la economía vista como un todo, la
proporción de trabajadores asalariados se ha elevado continuamente, desde un 51% en 1938
acerca del 62% en 1985.

El proceso de movilización de la población hacia las ciudades fue traumático. La violencia de las
zonas rurales ha sido, hasta nuestros días, pero especialmente en las dos décadas posteriores a la
segunda guerra mundial, una de las grandes fuentes de expulsión de la población rural. Las
ciudades, a su vez, carecieron en todos los momentos de las facilidades necesarias para albergar
a los nuevos habitantes. De esta manera se desarrollaron los grandes cinturones de miseria que
todavía dominan el panorama urbano del país. A su vez, la insuficiencia de puestos de trabajo
centró por primera vez la atención del país, en la década del sesenta, en el problema del
desempleo abierto, prácticamente desconocido en las zonas rurales. Igual o más alarmante fue la
proliferación en las ciudades de ocupaciones marginales y relativamente improductivas, que de
acuerdo con la moda internacional de una u otra época recibieron diferentes denominaciones.
Inicialmente, el fenómeno se conoció como “subempleo” y “desempleo disfrazado”. Además,
como la mayor parte de las ocupaciones de este tipo se concentraron en el comercio y en algunos
servicios, se habló también de la “hipertrofia del sector terciario”. Más tarde se acuñó el término
“sector informal” para referirse al mismo fenómeno. La medición más completa, realizada en
junio de 1984 por el DANE, clasificó al 55.5% de los trabajadores en diez ciudades del país
como pertenecientes a dicho sector. La proporción tendía a ser más baja en las ciudades grandes
(en Bogotá era de un 51%), pero llegaba a dos terceras partes de la fuerza de trabajo en algunas
ciudades intermedias.
CONCLUSION

El capitalismo atraviesa en la actualidad una fase de mutación. Se estaría así preparando en este

siglo una nueva forma de organización social a nivel planetario, como respuesta a la crisis

civilizatoria en ciernes. En esta línea, quienes detentan el poder ya están realizando notables

transformaciones que plantean irlas impulsando en las próximas décadas para enfrentar tanto el

colapso ecológico como, sobre todo, las perspectivas de un crecimiento económico muy débil.

Lo que se pretende es ampliar las posibilidades de reproducción capitalista, en un momento

crítico de significativas amenazas.

El capitalismo del siglo XXI conforma un nuevo proyecto que desmantela los mínimos

democráticos en el marco del gobierno de hecho de las empresas transnacionales, bajo un patrón

de apropiación militar y corporativa del territorio. Un proyecto que ensaya una muy cuestionable

onda expansiva de crecimiento económico, sin garantía alguna de alcanzar la productividad

esperada, pero que en todo caso nos aboca a una constante de incertidumbre y especulación. Y

que ahonda además en el abismo social y el colapso ecológico; frente a agendas inclusivas y

pacíficas, nos ofrece fascismo social, miedo y guerra. Con la nueva oleada de tratados de
comercio e inversión como uno de los hitos principales de su agenda, mediante la que se trata de

derribar toda frontera sectorial, geográfica, política y cultural a los negocios, los mercados y el

poder corporativo.

Una apuesta económica que se sustenta en su conjunto sobre las finanzas, lo que eleva

exponencialmente su inestabilidad, abunda en una nueva e hipotética crisis y hace imposible la

respuesta ante las necesidades sociales bajo el yugo de la deuda. Un modelo económico al que se

le suma una arquitectura político-cultural lastrada por la corrupción, el clientelismo, la

incapacidad para buscar salidas democráticas para el legítimo reclamo del derecho a decidir, con

unas crecientes muestras de fascismo social y violencia. Un panorama que, al fin y al cabo,

demanda un cambio de rumbo desde rupturas democráticas diversas y a partir de una

redefinición económica radical.


BIBLIOGRAFIA

 https://economipedia.com/definiciones/capitalismo.html#:~:text=Los%20principios

%20b%C3%A1sicos%20del%20capitalismo,proyectos%20empresariales%20o

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 https://www.alainet.org/es/articulo/189473

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CAwQAw&biw=1366&bih=657#imgrc=NpiwsrQBEMgj4M

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