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Ciencias Sociales y Humanidades

Vol. 4 Núm. 1 2017


ISSN: 2409-3475
Artículos / Articles

La feminización de las migraciones guatemaltecas en un


contexto globalizado: explorando nuevas rutas1.
The feminization of Guatemalan migrations in a globalized context:
Exploring new routes

Ana Lucía Hernández Cordero*


Facultad de Ciencias Sociales y Trabajo, Universidad de Zaragoza

*Autora a la que se dirige la correspondencia: acordero@unizar.es

Recibido: 11 de mayo 2017 / Aceptado 31 de julio de 2017

Resumen

L a migración guatemalteca que se dirige hacia España se ha caracterizado por ser relativamente reciente y
mayoritariamente femenina. El poco tiempo que tienen estos nuevos flujos se explica por el aumento de
violencia que implica el trayecto hacia Estados Unidos, donde tradicionalmente se han dirigido las migraciones
centroamericanas. Pero además, la elección de Europa como nuevo destino migratorio y el aumento de las mu-
jeres como protagonistas de estos flujos se relacionan directamente con la necesidad, en los países de destino,
de personal dispuesto a cubrir puestos de trabajo dentro del mercado de los cuidados. En este texto me interesa
presentar una reflexión sobre la trayectoria de los estudios migratorios desde la perspectiva de género, haciendo
hincapié en las migraciones guatemaltecas, históricamente dirigidas hacia Estados Unidos y México, así como
hacer visible esas nuevas pautas migratorias dirigidas hacia Europa, todo ello en el marco de las llamadas cadenas
globales de cuidado. Para ello me valgo de las informaciones recopiladas durante mi trabajo doctoral realizado
en Madrid entre los años 2009 y 2013.

Palabras clave: Trabajadoras migrantes, desempleo de las mujeres, trabajo doméstico, salario mínimo, trabajo clandestino, migración laboral

Abstract

G uatemalan migration to Spain is characterized by being relatively recent, and secondly for being predomi-
nantly female. These new flows is mainly explained by the increase of violence involving the way to the
United States where traditionally leveled Central American migration. In addition, the choice of Europe as new
migration destination and the increase of women as protagonists of these flows are directly related to the need in
the countries of destination, to fill jobs in the care market. In this article I want to present a reflection on the his-
tory of migration studies from a gender perspective , emphasizing the Guatemalan migration, historically directed
towards the United States and Mexico, as well as make visible their new migratory patterns directed towards
Europe, all in the context of global care chains. I use the information obtained my PhD thesis done in Madrid
between 2009 and 2013.

Keywords: Migrant workers, women's unemployment, domestic work, minimum wage, clandestine work, labor migration

1 Este artículo se basa en los datos recopilados durante mi tesis doctoral realizada con mujeres guatemaltecas que viven y trabajan en la
ciudad de Madrid. Trabajo realizado durante los años 2009-2013 y que se titula Ausencias presentes. Inmigrantes guatemaltecas en Madrid
y sus experiencias de maternidad en la distancia, presentado en el 2013 en el Departamento de Antropología de la Universidad Autónoma de
Madrid.

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La feminización de las migraciones guatemaltecas

Las migraciones de la globalización deben las mujeres protagonistas de sus proyectos migrato-
afrontar una paradoja: rios denominado como feminización de la migración;
mientras que el capital financiero no encuentra y (5) los procesos de politización, marcados por el
obstáculos, ni tecnológicos ni legales, para su surgimiento de políticas migratorias que pretenden
expansión, las legislaciones de los países desarrollados
controlar y regular los flujos de personas en términos
intentan controlar los desplazamientos de las personas.
Esta realidad condiciona la circulación de las mujeres económicos, de seguridad y de protección internacio-
migrantes, quienes ven cómo sus intentos nal. Estos fenómenos dan lugar a la llamada “era de
son presentados desde una perspectiva que niega la las migraciones” debido a que se trata de pautas de
capacidad de agencia social a sus estrategias migratorias. movilidad internacional nunca antes vistas, que en los
Emma Martín (2008, p.1) últimos veinticinco años se han globalizado. Además,
el aumento de las migraciones marca una tendencia
Introducción de flujos que provienen del sur que se dirigen al norte
dentro de un marco del capitalismo global, cuyos efec-
Los flujos migratorios (de norte a sur y de sur a tos son de tipo económico, político, cultural y social
norte) son parte fundamental de la historia de la huma- (Castles & Miller, 2004).
nidad. En la actualidad, esta movilidad es una realidad Sin embargo, esta globalización es parcial, mien-
palpable y en constante crecimiento de hecho, en las tras que por una parte se acepta y se promueve la cir-
últimas décadas el número total de inmigrantes se ha culación del capital y las mercancías sin poner casi
incrementado significativamente en las últimas déca- restricciones, por la otra, se percibe que las migracio-
das. En 1990 se registraba un total de 152.4 millones nes, y la diferencia cultural que éstas implican, son
de migrantes en el mundo, en el año 2000 eran 174.5 potenciales amenazas a las soberanías nacionales, con
millones; en el 2010 fueron 220.7 millones de perso- lo cual se condiciona y se limita la libertad de tránsito
nas quienes salieron de sus lugares de origen, mien- (Martin, 2008). A pesar de esta tendencia, las migra-
tras que en el 2013 este número era de 231.5 millones ciones continúan, aumentan y se diversifican en cuan-
(Organización de Cooperación y Desarrollo Económi- to al tipo, al lugar de origen y destino y a las formas de
cos [OCDE], 2013). Este aumento cuantitativo de los llevarlas a cabo (Sassen, 2003).
flujos migratorios viene acompañado de la diversidad Ante este panorama, tanto los gobiernos de los
en su composición, sobresaliendo su feminización, de países de destino, y cada vez más los de tránsito y
hecho en 2013 el porcentaje de mujeres migrantes os- origen, como los organismos internacionales se pro-
ciló entre un 52% en el norte global y un 43% en el sur ponen conocer, controlar y gestionar estos flujos, por
global (OCDE, 2013). medio de distintos mecanismos: políticas de exterior,
Las razones para migrar pueden ser plurales, in- de interior, investigación socio-demográfica y media-
dividuales y colectivas, personales y familiares. Las ción cultural (López, 2005). Temas como las remesas,
circunstancias pueden ser económicas, políticas, cul- el co-desarrollo, el mercado de trabajo, la ciudadanía,
turales, sociales, religiosas o climáticas, y a su vez los derechos humanos y las relaciones familiares de la
impactan en el tipo de movilidad que se lleva a cabo población migrante empiezan a cobrar importancia en
(Giménez, 2003). En los últimos años existe una aten- los debates nacionales e internacionales. Los posicio-
ción creciente sobre este fenómeno en todos los ni- namientos de los países, en lo que se refiere a la crea-
veles, mostrando la diversidad que supone en su in- ción de leyes, políticas y programas que controlen y
terior. De hecho desde principios del siglo XXI las frenen los flujos migratorios, se convierten en materia
migraciones internacionales se han caracterizado por de discusión en las que cuestiones como los derechos
cinco aspectos cruciales que Castles y Miller (2004) humanos, las normativas internacionales, el narcotrá-
señalan como: (1) la globalización de los flujos con fico, la trata de personas y el terrorismo, adquieren
un gran número de países involucrados en estas di- proporciones cada vez más significativas (Mummert,
námicas (países de origen, de destino y de tránsito); 1999).
(2) el incremento cuantitativo de las personas que mi- El aumento significativo de mujeres en los flujos
gran, así como un crecimiento constante y sostenido migratorios es una realidad constatada (Castles & Mi-
de movimientos entre fronteras; (3) la multiplicidad ller, 2004). Según datos de la Organización Interna-
de razones para migrar más allá de los motivos eco- cional para las Migraciones (OIM) (2013), las mujeres
nómicos y laborales; (4) un aumento considerable de suman un 49.6% del total en el mundo. La Tabla 1

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refleja el crecimiento de la participación femenina en 49,6% en el 2010 (OIM, 2013), continuando con ese
los flujos internacionales, entre 1960 y 2000. Además proceso de feminización de los actuales movimientos
se registra que tanto en Europa como en Norteamérica humanos.
estas superan la mitad de la población migrante. Por Esta feminización de los flujos internacionales ha
su parte, en el Figura 1 se observa que el porcenta- supuesto un replanteamiento en el estudio de los mis-
je de mujeres se incrementó del 48,8% en el 2000 al mos. Principalmente se introduce la categoría de gé-

Tabla 1
Porcentaje de mujeres migrantes en el total de migrantes internacionales, por regiones del mundo, años, Europa y
Norteamérica.

Regiones 1960 1970 1980 1990 2000


Todo el mundo 46.6 47.2 47.7 47.9 48.8
Regiones más desarrolladas 47.9 48.2 49.4 50.8 50.9
Regiones menos desarrolladas 45.7 46.3 45.5 44.7 45.7
Europa 48.5 48 48.5 51.7 52.4
Norteamérica 49.8 51.1 52.6 51 5
Nota: Tomado de OIM (2011).

Figura 1. Porcentaje de hombres y mujeres migrantes en el mundo, por años.


Nota: Tomado de OIM (2011)

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La feminización de las migraciones guatemaltecas

nero (Morokvasic, 1984), y se propone la vinculación Por último, cabe desacatar una síntesis ofreci-
de perspectivas analíticas que permitan visiones más da por G. Herrera (2011) quien identifica también
integrales de esta realidad, abordando las migracio- tres grandes periodos: (1) En el intervalo entre 1980
nes como fenómenos multidimensionales (Gregorio, y 1990 las mujeres cobran relevancia a través de las
1997). Este giro se expresa en dos sentidos, porque experiencias diferenciadas respecto a los hombres en
pone en evidencia que existen diferencias en los com- el proceso migratorio; (2) El planteamiento de géne-
portamientos socialmente construidos de los hombres ro como dimensión estratificadora de la migraciones,
y las mujeres que migran (Rosas, 2008); y porque se alude a tomar en cuenta la organización social de las
propone que a partir de las propias experiencias se po- relaciones de género y las relaciones de poder, plas-
drían cuestionar y reorientar los roles de género, ya madas en representaciones y prácticas que moldean
que éstas alteran ciertos ordenes sociales y familiares las instituciones: el Estado (con políticas laborales y
(Sørensen, 2007). Por lo que analizar los flujos migra- de reclutamiento), el mercado (con la segmentación
torios desde la óptica del género significaría ver más laboral) y la familia (como unidad homogénea); y (3)
allá de categorías analíticas dadas, recuperando la vi- La migración como instancia estratégica para exami-
sión de la realidad como un universo de significacio- nar las desigualdades del género en el contexto de la
nes en el que: globalización.
La situación de cambio y continuidad que se vive Estas periodizaciones coinciden en señalar que
con la migración abre un campo de conflicto que pone la incorporación del género como categoría analítica
en tensión las normas, creencias, lealtades y represen- es central para reflexionar sobre la participación de
taciones de lo que cada grupo o colectividad conside- las mujeres en los flujos migratorios. No es suficiente
ra como el comportamiento adecuado para cada uno contabilizar su presencia en relación a los hombres,
de sus miembros de acuerdo con su sexo y su edad sino que se hace inexcusable responder a cuestiona-
(Barrera & Oehmichen, 2000, p. 18). mientos claves como por qué migran, cuáles son las
causas y cómo se relaciona este flujo poblacional con
Las mujeres como nuevas protagonistas de los flu- las condiciones de género en las que está inserto cada
jos migratorios internacionales. individuo. Así, se empieza a debatir los modos de in-
serción, la estructura y la dinámica familiar y concre-
tamente cómo las experiencias migratorias afectan a
El auge que están tomando las mujeres dentro de
los hombres y a las mujeres de manera específica y
los flujos internacionales hace cambiar las premisas
diferenciada (Asakura, 2006).
con que se abordan las migraciones femeninas, ya no
Recuperar la dimensión socio-simbólica de la
se les ve como acompañantes, reunificadas o madres y
migración como vivencia individual, implica tres pre-
esposas, si no que se pone énfasis a la migración labo-
misas fundamentales: (1) la migración, desde el pris-
ral que están experimentando estas mujeres de manera
ma de la historia personal, representa un cambio en
autónoma (Ariza, 2002).
la experiencia de vida. (2) Por su potencialidad para
Dentro del ámbito académico, el paso del concep-
modificar los itinerarios sociales, la migración es con-
to de las mujeres en la migración al planteamiento de
siderada como una transición o punto de inflexión en
considerarlas protagonistas de estos movimientos y
el curso de vida. (3) Es precisamente por el imperativo
en muchas ocasiones las pioneras, ha sido un proceso
del ajuste social por lo que la migración figura entre
en el que se identifican diferentes momentos. La an-
los eventos que abren o cierran oportunidades de cam-
tropóloga mexicana Ariza (2000) establece tres etapas
bio en la vida de las personas.
claves que corresponden a las décadas de los setenta,
Además en su calidad de actores sociales, las
ochenta y noventa del siglo XX: las transformaciones
personas migrantes atribuyen significado a sus ex-
macroeconómicas, la unidad doméstica y los actores.
periencias desde una determinada matriz cultural,
Hondagneu-Sotelo (2000) propone tres momentos
teniendo como trasfondo la valoración de la propia
de los estudios de género y migración que concuerdan
vida (Asakura, 2011). Como representación social, el
cronológicamente con la formulada por Ariza (2000):
género es una de las configuraciones que estructuran
en 1970, las mujeres que migran; 1980, las mujeres
de manera central la percepción del mundo, por ello
que migran para emanciparse; y 1990, el género como
se entiende como un eje de atribución esencial en la
categoría transversal en el análisis de prácticas, identi-
elaboración de sentido desarrollado por cada migrante
dades e instituciones implicadas en la migración.
(Gregorio, 1997).

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En efecto, la oposición entre lo masculino y lo fe- tiempo reproduce el sistema de género imperante
menino constituye un tipo de jerarquización sexual de en nuestras sociedades (Sassen, 2003). Dentro de lo
la realidad social (Ariza, 2002). De este modo, cuan- que Sassen denominó ciudades globales, existía una
do procuramos reconstruir los significados sociales conformación de núcleos de prestación de servicios
que hombres y mujeres atribuyen a la migración, la especializados, financiación y administración de los
distinción genérica estructura dicha interpretación en procesos económicos globales desde los cuales surge
dos sentidos: (1) porque la realidad se lee sexualmen- una demanda de mano de obra cualificada que a su
te diferenciada y (2) porque la pertenencia a uno de vez necesita mano de obra no cualificada para hacerse
los géneros, imprime aspectos distintivos al modo de cargo de tareas en el ámbito doméstico (históricam-
mirar esta realidad y, en consecuencia, de definir e in- ente a cargo de las mujeres). A nivel global estamos
terpretar la experiencia de migrar. Cuando hablamos hablando de mujeres de países empobrecidos que se
de género, la familia se reconoce como una de las ins- ocupan de atender los hogares en los países con ma-
tancias primarias en la provisión de las significaciones yores recursos.
sociales alrededor de la sexualidad. Es en su seno en el El incremento de mujeres migrantes que viajan
que se asientan con más firmeza las definiciones socio- desde países de Latinoamérica, Europa del Este o
culturales acerca de la feminidad y de la masculinidad, África hacia Estados Unidos y Europa occidental para
como vectores esenciales de la construcción de género trabajar como cuidadoras y empleadas del hogar, es
en el proceso de socialización (Ariza, 2004). parte de lo que se considera la feminización de los flu-
La incorporación de la perspectiva de género en el jos internacionales (Pedone, 2008; Salazar, 2003). Los
estudio de las migraciones implica entonces conside- países de destino se caracterizan por una “crisis de los
rar que se trata de procesos protagonizados por hom- cuidados” ocasionada por la acentuación de las des-
bres y mujeres, con repercusiones en las personas del igualdades sociales y el aumento de los hogares donde
entorno social que quedan y se mueven, y en las comu- los miembros adultos trabajan para el sostenimiento
nidades de origen, de destino y de tránsito (Mummert, de la familia dual-earner families (Bettio & Mazzotta,
1999). Esta perspectiva señala que migrar no significa 2011). Esta crisis está provocando una reorganización
únicamente la expresión de estrategias familiares ante de los cuidados tanto en los países de origen como en
las presiones macroestructurales económicas, sino los de destino (Hochschild, 2001).
también es fruto del ejercicio de múltiples intereses y Desde la perspectiva de género, el trabajo de
jerarquías de poder que coexisten en los hogares. Uno Hochschild (2001) sobre las cadenas globales de afec-
de sus aportes principales se enmarca en el reconoci- to y asistencia, entendidas como el traspaso de cuida-
miento de que se trata de un proceso atravesado por dos, atenciones y afectos entre mujeres y familias de
relaciones de género, con causas y consecuencias di- diferentes lugares del mundo, posiciona los debates en
ferenciadas para cada sexo (Szasz, 2000). torno a la crisis de los cuidados en el llamado primer
mundo y la emergencia de atenderlos por parte de mu-
Las cadenas globales de cuidado como marco de las jeres del tercer mundo. Se habla de la nueva división
migraciones femeninas sexual del trabajo como parte del proceso de femini-
zación de las migraciones, en el contexto de globali-
zación y la transformación de los estados del bienestar
La especificidad de género en el proceso migrato-
europeo y estadounidense (Pérez, 2009).
rio considera de manera combinada tanto la estructura
Los cuidados hacen referencia a la gestión y al
de los mercados de trabajo como las oportunidades
mantenimiento cotidiano de la vida y de la salud así
desiguales de inserción laboral, la división sexual del
como a la provisión diaria de bienestar físico y emo-
trabajo y la decisión de migrar evaluada culturalmen-
cional. En ese sentido, los cuidados son la base del
te (Ariza, 2002). De aquí que el proceso migratorio
sistema social y económico, que hasta entonces han
debe ser entendido como un producto social y como el
estado invisibles y que en la actualidad forman parte
resultado de la interacción entre decisiones individua-
de llamada cadena global de cuidados. En su figura
les y factores políticos y económicos (Rosas, 2008).
clásica y simplificada, la cadena de cuidados consis-
Tomando en cuenta a las migraciones como un pro-
te en que las mujeres incorporadas al mercado laboral
ceso social, es preciso identificar las redes sociales
retribuido pagan a mujeres, por lo general inmigran-
que posibilitan la movilización. La economía global
tes, para cuidar a las personas dependientes de sus fa-
demanda una mano de obra femenina que al mismo

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La feminización de las migraciones guatemaltecas

milias. Al mismo tiempo, estas mujeres dejan en sus Cuando las madres migrantes son el primer esla-
países de origen a otras mujeres —normalmente de su bón de la cadena migratoria, se desempeña una adap-
familia— para que cuiden a sus seres queridos (Pérez, tación compleja en torno al rol que ejercían dentro del
2009). Se trata entonces de un sistema internacional de grupo familiar de procedencia (Pedone, 2006). Por un
atención de las personas, estratificado en función de la lado, se reorganizan las tareas de reproducción social
clase social y, a menudo, del grupo étnico. ya sea repartiéndolas entre las mujeres de la familia
En la actualidad esta división sexual del trabajo extensa que quedan en el país de origen (abuelas, tías,
ha empezado a alcanzar dimensiones globales, promo- hermanas) o bien en la contratación de otra mujer. Por
viendo de manera urgente una reorganización social otra parte, desde los lugares de destino, estas mujeres
de los cuidados. En ese sentido, es primordial analizar ponen en marcha una serie de estrategias que les per-
la relación entre las formas diversas de organizar los miten permanecer afectivamente a lado de sus hijos
cuidados —que involucran de manera distinta a fa- (Hernández, 2015). De ahí, ellas explicitan negocia-
miliares, voluntariado, mercado y sector público— y ciones y mediaciones continuas con las personas que
los procesos que producen, reproducen o transforman han quedado a cargo de la crianza de los hijos, hasta
desigualdades en los ejes de género, clase y etnia. desarrollar un replanteamiento personal del propio rol
y de sus prerrogativas como madres (Wagner, 2008).
La familia en la dinámica migratoria De esta cuenta, surgen espacios personales y so-
ciales de corte transnacional, que impulsan el mante-
Los movimientos de mujeres a nivel internacio- nimiento y la creación de nuevas estructuras familia-
nal, han dado lugar a fijar la mirada en los hogares o res, que cruzan las fronteras físicas y simbólicas de la
grupos domésticos que son atravesados por el fenóme- migración internacional. La vida de la familia trans-
no migratorio, cuestionando categorías sociales como nacional en general, y la maternidad transnacional en
la familia. Rivas y Gonzálvez (2009) definen esta particular, deben verse pues, como algo fuertemente
institución como “un grupo integrado por parientes influenciado por procesos económicos, políticos y so-
afines y/o consanguíneos que pueden o no estar com- ciales complejos e interconectados (Pedone, 2006).
partiendo la misma residencia” (p. 29). De esta cuenta,
se amplía la mirada más allá de un espacio geográfico Breve perspectiva de las migraciones femeninas
único y definitivo para entender los diversos puntos guatemaltecas
que conectan redes, relaciones y vínculos en el espa-
cio social transnacional (Faist, 2000), creando unas En Guatemala la migración femenina, si bien
topografías transnacionales en las que tienen lugar re- menos visibilizada que la de los hombres, ha existido
laciones familiares y sociales que superan las fronteras históricamente. Desde la época colonial hasta nuestros
del Estado-nación (Besserer, 2004). En el caso guate- días, las mujeres se han movido hacia las regiones
malteco la familia transnacional se articula en función donde se demanda su mano de obra, principalmente
de las migraciones y los campos familiares que se es- para cubrir el sector de los servicios, de manera que el
tablecen y mantienen. flujo de niñas y de jóvenes del área rural, sobre todo
En ese sentido, la transferencia transnacional del indígenas, ha sido sostenido pero generalmente igno-
trabajo reproductivo, expresado en los servicios de rado (Monzón, 2010).
proximidad, están forjando nuevos desafíos y signifi- La historia social, económica, política y cultu-
cados de la maternidad —y la paternidad— (Gregorio, ral de Guatemala ha estado marcada por múltiples
1998), constituyendo así nuevas formas de crianza, corrientes migratorias. Dentro del territorio guate-
construcciones que implican variaciones en el signi- malteco los flujos se dan de dos tipos: rural-rural y
ficado, prioridad y formas de organización, que a su rural-urbana. En el primer caso, la mayoría de las
vez dan lugar a nuevas negociaciones en las formas migraciones son temporales, y se trata de patrones cí-
de cuidados en el lugar de origen, a la redefinición de clicos de movilización interna desde las zonas rurales
roles de género dentro de la unidad doméstica (tan- (con una producción agrícola de subsistencia) hacia
to en el lugar de origen como en el de destino), a la tierras más fértiles, ocupadas con el cultivo de café,
construcción de relaciones afectivas en la distancia y a algodón y caña de azúcar (González, 2002). Aunque
procesos de autonomía personal para las mujeres que siempre ha habido una presencia importante de mu-
migran (Hernández, 2015). jeres, niños y niñas, este tipo de movilidad se ha con-

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siderado predominantemente masculina. Este patrón marco de la globalización y la creciente demanda de


migratorio se registra desde la segunda mitad del siglo mano de obra barata en los países de destino (Castillo,
XIX y aunque en las últimas dos décadas del siglo XX 2000). En el caso de las mujeres, la demanda laboral
ha sufrido transformaciones derivadas de las crisis de en los países de destino se concentra en los servicios
los cultivos tradicionales de exportación y de la intro- de cuidados, entre otras razones, porque no existen su-
ducción de prácticas agrícolas más tecnificadas, con- ficientes servicios públicos destinados al cuidado de
tinúa con algunos matices y variantes (Gellert, 1999). personas dependientes (niños/as, ancianos/as y enfer-
El segundo tipo de migración interna ocurre del mos/as) (Ariza, 2002). Esta es la situación de España
campo a los centros urbanos. Es permanente y mayo- que en los últimos 20 años se ha consolidado como
ritariamente femenina (Szasz, 2000), concentrándose país receptor.
en el ámbito del trabajo doméstico, en la industria de A pesar de que Guatemala es un país con un ele-
la maquila y en el comercio informal (Renzi & Fauné, vado número de personas emigrantes, el tratamiento
2004). Ya desde la colonia, siglos XVII y XVIII, se de este fenómeno dentro del ámbito universitario des-
demandaba la presencia de mujeres trabajadoras en las de la perspectiva de género no es muy profundo aún
casas patronales de haciendas y fincas o los centros (Monzón, 2006). En este último apartado, me interesa
urbanos, en fábricas o el mercado informal (Herrera, sellara las líneas de estudio que se han trazado en tor-
2004). no a la temática de las mujeres guatemaltecas dentro
Además de los factores económicos mencionados, de los flujos migratorios nacionales e internacionales.
en los años setenta y ochenta el conflicto armado in-
terno que se vivió en el país (1960-1994) contribuyó a (a) Las mujeres migrantes en los flujos migra-
que aumentará la población guatemalteca desplazada, torios: estado de la cuestión.
refugiada y migrante. Al respecto, las políticas contra-
-insurgentes impulsadas por el gobierno provocaron la Los trabajos sobre migración guatemalteca inter-
movilización de grupos de desplazados internos y de nacional y los impactos en las vidas de estas muje-
refugiados que se dirigieron hacia la frontera sur de res son escasos. Estas investigaciones se han referido
México (Comisión para el Esclarecimiento Histórico fundamentalmente a la migración dirigida a México y
[CEH], 1999). Estados Unidos. No obstante, existe una bibliografía
En la actualidad, los bajos salarios, la escasez importante que está aportando datos significativos en
de empleos en el campo y la falta de acceso a tierra torno a los perfiles de las mujeres que se quedan y las
cultivable, hace que la migración interna femenina que se van, con especial hincapié en las condiciones
se mantenga, dirigida principalmente hacia las fincas en las que se están moviendo, las ciudades a donde
con cultivos de agroexportación y hacia los centros llegan y las circunstancias de su inserción laboral.
urbanos. Sin embargo, para muchas de ellas, esta es Asimismo, en las investigaciones realizadas se han
solamente la antesala de un proyecto migratorio más privilegiado a ciertos grupos étnicos (q’anjob’ales,
amplio, que le lleva hasta los Estados Unidos de Amé- jacaltecas, awacatecas y k’iches’) que pertenecen a
rica (Monzón, 2006). A lo anterior se suman otros la región occidental del país. No existe, sin embargo,
factores como la violencia intrafamiliar, el femicidio, ningún estudio que analice lo que está pasando con la
entre otros, entendidos como causas de la migración reciente migración guatemalteca hacia Europa; como
femenina. tampoco se han estudiado otras regiones con igual o
La participación de las mujeres en los flujos mi- mayor proporción de población migrante.
gratorios se viene produciendo en sus diversas mo- Durante las décadas de los ochenta y noventa
dalidades: transfronterizos, transmigrantes e interna- se registró una movilidad importante hacia las zonas
cionales. Estas últimas comprenden principalmente a marginales de la capital. Estos desplazamientos sur-
quienes cruzan la frontera sur de México ya sea para gieron como una de las consecuencias de la guerra en
quedarse de manera permanente, temporal, o como los primeros años, y posteriormente como estrategia
tránsito hacia Estados Unidos (Monzón, 2010) y en de supervivencia. Surge, a este respecto, una línea de
los últimos años con dirección a España (Hernández, estudio en la que se ha trabajado sobre todo con las ex-
2016). periencias migratorias de mujeres indígenas (Camus,
La migración internacional se relaciona con dos 2002; Herrera, 2004). Otra línea de análisis ha sido
lógicas: el aumento del desempleo ocasionado por las la de S. Herrera (2011) sobre la migración laboral en
transformaciones de los modelos económicos en el

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La feminización de las migraciones guatemaltecas

la frontera Guatemala-México, en concreto se trata de des de procedencia y los nuevos asentamientos que se
investigaciones sobre mujeres, hombres, niñas y niños han establecido (Monzón, 2006).
que viven de la migración estacional en las fincas de Desde estos estudios se empieza a vislumbrar la
Chiapas. complejidad de las vivencias migratorias de las muje-
Desde los años noventa empezaron a desarrollarse res, tanto para las que se quedan o para las que se van.
estudios sobre la migración internacional hacia Esta- En algunos casos se considera positiva la experiencia
dos Unidos. Dentro de éstos, los temas tratados son los personal y familiar debido a la libertad y autonomía
siguientes: (a) los impactos de la migración en las rela- que se supone obtienen a través de la migración (Ro-
ciones de género y en la condición de las mujeres que bert, 2008). En otros, se resalta la poca repartición de
se quedan (Rincón, Jonas, & Rodriguez, 1999), (b) la las tareas domésticas y de cuidado infantil que, junto a
reconfiguración de las identidades étnicas y de género condiciones laborales precarias, se traducen en largas
(Camus, 2007), (c) los procesos inmersos en lógicas jornadas de trabajo, sumándose, en algunas ocasiones,
transnacionales que están trastocando las relaciones e las tensiones entre las parejas ocasionadas por el poder
identidades étnicas, de género, políticas, culturales y económico que las mujeres empiezan a tener. De ahí se
económicas (Palma, 2004; Morán-Taylor, 2005). Asi- conecta con un tema fundamental en el estudio de la
mismo se ha investigado el tema de las familias trans- migración femenina, la violencia contra las mujeres en
nacionales y la recomposición familiar y comunitaria el ámbito de la pareja (Menjívar & Salcido, 2002), así
considerando las experiencias de las mujeres que se como los procesos de retorno desde una perspectiva
van y las que se quedan (Oliva, 2001; Sabbagh, 2007). transnacional, en la que las conexiones entre el lugar
Los trabajos de Kohpahl (1998) y Hamilton y de origen y el de destino cobran especial relevancia
Stoltz (2001), son pioneros en cuanto al registro de a la hora de determinar la decisión de regreso y las
las guatemaltecas en Estados Unidos. En ellos se iden- maneras en que éste se realiza (Morán-Taylor, 2008;
tifica el inicio de los flujos migratorios a partir de los Morán-Taylor & Menjívar, 2005).
años noventa, destacando la existencia de dos grupos Otro ámbito de estudio es el que se refiere al tema
diferenciados en cuanto a las causas de su migración. de los cuidados y el servicio doméstico. Una contribu-
El primero por razones económicas, conformado en la ción significativa es la de Hondagneu-Sotelo (2011)
mayoría de casos por mujeres no indígenas, urbanas y que analiza las condiciones laborales de mexicanas,
con unos niveles de escolarización avanzados, que mi- guatemaltecas y salvadoreñas en Los Ángeles, evi-
graban en busca de una oportunidad laboral, y apoya- denciando que este tipo de trabajo es la primera op-
das económicamente por sus familias de origen. En el ción de las recién llegadas. Con lo cual, las mismas
segundo grupo las razones para migrar eran más bien migrantes, en el futuro, necesitarán contratar a otras
políticas: la represión del Estado que se vivió durante recién llegadas, conformando cadenas a niveles ma-
el conflicto armado en los años ochenta y noventa, fue crosociales de un nuevo orden doméstico mundial que
la causa principal para que estas mujeres, mayoritaria- hace que unas mujeres sustituyan a otras en el trabajo
mente indígenas y de origen rural, se movieran hacia doméstico. Asimismo, se observan las relaciones en-
la ciudad de Los Ángeles, entre otros otros destinos tre las trabajadoras y las empleadoras permeadas por
abiertos por pioneros/as guatemaltecos/as. asimetrías económicas, culturales y sociales, aunque
Como apuntaron estudios posteriores, con la lle- recupera unos matices que surgen en estas relaciones
gada y la permanencia en el territorio estadounidense e identifica a las empleadoras que reproducen dichas
se crearon redes de solidaridad que, a través de orga- asimetrías y las que se interesan por la situación legal
nizaciones no gubernamentales, se preocuparon por la de sus empleadas.
comunidad centroamericana migrante que empezaba a Un tema que está cobrando relevancia en los úl-
llegar, apoyándoles en temas legales y de salud (Hill, timos años y que afectan a las migrantes guatemalte-
2004). Estas organizaciones se han diferenciado en cas en Estados Unidos es el referido a la deportación
función de intereses políticos, como las que se dieron de madres y la consecuente separación de sus hijos
en los años de la represión política en Guatemala, que y ciudadanos legítimos del país, por haber nacido en
coincide con la primera fase de la migración. Mientras territorio estadounidense (Somers, A., Herrera, P., &
que las que se han conformado posteriormente, privi- Rodríguez, L., 2010). Según Freed (2011) se estimaba
legian el origen común, es decir, que se interesan en el que 5.100 niños vivían en hogares sustitutos y muchos
fortalecimiento de las conexiones entre las comunida- en espera de ser adoptados, porque sus padres estaban
detenidos o habían sido deportados.

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Ana Lucía Hernández Cordero

Otra tendencia importante lo constituye la migra- quieren hacer carrera profesional y alcanzar puestos
ción de mujeres hacia Europa. En este ámbito se ha de alta responsabilidad, sin embargo necesitan asegu-
escrito muy poco; sobresalen los trabajos de Anleu rar primero que las dinámicas familiares se resuelvan
sobre matrimonios mixtos (2011), y Hernández sobre de manera satisfactoria (Tobío, 2005).
maternidad migrante (2014, 2015, 2016, 2017; Her- Esta respuesta familiar y privada permite la incor-
nández & Gentile, 2014), que están contribuyendo a la poración de la mujer española al mercado de trabajo,
ampliación de los estudios migratorios en Guatemala. sin que se lleve a cabo un reparto equitativo del trabajo
doméstico entre géneros, sin que se exija una cobertu-
España: un nuevo destino para migrantes guate- ra estatal de estos servicios y sin que se promueva un
maltecas. equilibrio entre el trabajo exterior y el de dentro de la
casa. Tal como está organizado el empleo en nuestra
sociedad (horario, dedicación que se exige, sistema
En los últimos 10 años se ha registrado un aumen-
de permisos, ubicación de los centros de trabajo con
to significativo de migrantes centroamericanas cuyo
respecto a las viviendas) y cómo están organizados los
destino es España y quienes se insertan mayoritaria-
servicios (escolares, médicos) se hace imprescindible
mente como trabajadoras domésticas en las familias
la presencia de una figura cuya tarea sea la atención de
españolas (Hernández, 2015, 2016). El aumento del
los otros miembros del grupo familiar.
empleo doméstico da cuenta de una organización so-
El empleo doméstico entonces se ha convertido
cial de los cuidados que se centra en las mujeres como
en una ocupación significativa dentro del mercado la-
dispensadoras básicas de asistencia, mantenimiento y
boral español, no solo por el volumen de trabajadores
seguridad, quienes encuentran como principal opción
que aglutina sino por su relevancia social en la orga-
para conciliar vida familiar y laboral el recurso del ser-
nización de los cuidados. Es una labor intensamente
vicio doméstico remunerado.
feminizada y que emplea a un gran número de mujeres
La denominada crisis de cuidados (Pérez, 2009)
migrantes (Parella, 2003).
hace referencia al desajuste que existe entre las necesi-
El hecho de que sean las mujeres inmigrantes
dades de cuidados y las posibilidades de proporcionar-
las que ocupan el empleo de hogar y de los cuidados
los. Esta situación se debe a distintas razones entre las
se debe entre otras cosas a que el mercado de traba-
cuales destacan tres: (1) las mujeres españolas se han
jo español se encuentra segmentado según género.
ido incorporando progresivamente al mercado laboral
Además, la preferencia de mujeres latinoamericanas
remunerado, lo que ha hecho que dejen de realizar
está relacionada con los estereotipos que la población
las tareas de hogar y de cuidados que antes hacían de
autóctona tiene respecto a este colectivo: se piensa que
forma gratuita. (2) A pesar de la incorporación de las
son mujeres más tradicionales, cariñosas, amables,
mujeres autóctonas al mercado remunerado la contri-
pacientes. Asimismo, la mayoría de las empleadoras,
bución de los hombres en las tareas reproductivas no
prefieren a estas mujeres porque resulta más econó-
ha aumentado de forma significativa. (3) El Estado no
mico contratarlas en comparación con las autóctonas.
ha sabido dar respuesta a las nuevas demandas surgi-
Esto se debe en parte, a que muchas de ellas son con-
das es decir, apenas existen recursos públicos para el
tratadas en situación irregular.
cuidado de niños y de personas mayores.
Según los datos recopilados en mi trabajo de in-
La falta de implicación del Estado y de los hom-
vestigación (Hernández, 2017) a partir de 2005 apro-
bres, ha generado la externalización y/o mercantiliza-
ximadamente, las guatemaltecas han considerado a
ción de gran parte del trabajo que antes desempeñaban
España como la mejor opción para emigrar, en con-
gratuitamente las mujeres. Esto ha supuesto la crea-
creto, Barcelona y Madrid son los principales desti-
ción de un nuevo nicho laboral ocupado principalmen-
nos, donde depositan las esperanzas de conseguir una
te por mujeres inmigrantes.
buena vida. Aún no podemos hablar, en términos nu-
En España, el trabajo de cuidar se ha resuelto
méricos, de una gran presencia de guatemaltecas en
de manera privada, dentro del ámbito doméstico y a
España, pero si es factible hacer evidente que se trata
cargo de las mujeres, es decir, un trabajo invisible y
de un colectivo que empieza a crecer paulatinamente
gratuito, o con escasa remuneración. En los últimos
(Hernández, 2013). La principal razón que ha empuja-
años, el recurso de contratar a otra persona ha facili-
do a estas mujeres a viajar a España es la búsqueda de
tado la incorporación laboral de las mujeres al trabajo
un trabajo que les permita satisfacer sus necesidades
remunerado, son muchas las mujeres españolas que

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La feminización de las migraciones guatemaltecas

Figura 2. Guatemalteca, empleada de hogar y cuidadora, haciendo la compra de supermercado (Fotografía: A. E. Becerra).

económicas, es decir, que se trata de una migración Todas ejercen la jefatura familiar, en solitario o
que responde a la demanda de mano de obra en el mer- compartida, la mayoría son solteras, divorciadas o
cado de los cuidados (Gregorio, 1998; Parella, 2003). viudas, tienen una media de tres hijos y viajan solas
pero dentro de un proyecto familiar. Por esto mismo,
La información obtenida en la investigación en la dejan a sus hijos bajo la responsabilidad de su fami-
que se basa este artículo (Hernández, 2017), permi- lia extensa (abuelas, tías, hermanas mayores) con la
te definir un perfil de la población guatemalteca que idea de reunirse con ellos ya sea en Guatemala o en
está llegando a España. Se trata de mujeres entre 25 y España. El origen geográfico de las entrevistadas es
60 años, que trabajan en el sector servicios de proxi- rural y urbano y se concentra en mujeres provenientes
midad dentro de los hogares españoles. La migración de diferentes municipios de los departamentos de San
hacia Estados Unidos, México o España es parte de Marcos, Santa Rosa, Alta Verapaz y Ciudad de Guate-
sus historias personales y familiares. Más allá de un mala. En muchas ocasiones, hubo ya una primera mi-
nivel escolar único o la pertenencia a un estrato so- gración rural-urbana, y de los departamentos hacia la
cioeconómico común, la característica que les une a capital. Por último, y como fenómeno a profundizar, la
todas las mujeres participantes del estudio es la ex- autoidentificación étnica de todas ellas es la de mesti-
periencia de una crisis económica personal y familiar zas. De hecho, más que considerarse guatemaltecas, la
que deben superar. De esta cuenta, se trata de mujeres identidad que prevalece en el contexto español es el de
con diferente escolaridad, desde las analfabetas hasta centroamericanas o latinoamericanas.
la educación superior, quienes han encontrado en la Estas mujeres trabajan como empleadas de hogar
migración hacia España la respuesta a esa situación y cuidadoras de personas dependientes (niños, enfer-
crítica que atravesaban. mos y ancianos) desde que llegan a España indepen-

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Ana Lucía Hernández Cordero

dientemente de su situación migratoria, es decir, con tienen su primer contrato de trabajo, se mantienen en
permiso o sin permiso de trabajo. Esto ocurre en la el ámbito del empleo de hogar (Hernández, 2016).
mayoría de los casos, gracias a sus redes informales, Muchas de ellas expresan el deseo de permane-
mujeres que van conectando a las familias empleado- cer en España mientras tengan un trabajo, esto supone
ras con las migrantes recién llegadas. Quienes no cuen- mantener relaciones transnacionales con su familia
tan con la residencia legal, están obligadas a trabajar (hijos, padres, hermanos, esposos), Esta decisión está
en modalidad de interna, sin contrato de trabajo, con íntimamente relacionada con las condiciones laborales
jornadas laborales de más de ocho horas y poca cla- que tienen, aunque han obtenido el permiso de trabajo,
ridad de las tareas que deben desempeñar. Todo ello, la crisis económica que azota a España desde 2008, ha
condiciona que permanezcan solas, sin reagrupar a sus hecho que el empleo de los cuidados se concentre en
familias y sin poder viajar con regularidad a su país de la modalidad de interna, con lo cual la posibilidad de
origen. Aunque esta situación mejora cuando obtienen vivir en familia se desvanece por completo (Hernán-
su primera tarjeta de residencia legal, por ejemplo ob- dez, 2016).

Figura 3. Guatemalteca, empleada de hogar y cuidadora. Haciendo los deberes escolares con los niños que cuida (Fotografía: A. E. Becerra).

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La feminización de las migraciones guatemaltecas

Reflexiones finales Agradecimientos

A lo largo de este texto, he querido reflexionar A la Agencia Española de Cooperación Internacio-


en torno a los aportes que la perspectiva de género ha
nal al Desarrollo (AECID) por el apoyo con una beca
dado a los estudios migratorios, y de manera más con-
creta dentro de lo que se denomina como la feminiza- pre-doctoral en la Universidad Autónoma de Madrid
ción de las migraciones. Al respecto, el estudio de los durante los años 2008-2012.
flujos internacionales protagonizados por guatemalte-
cas a lo largo de las últimas décadas, han ido mostran-
Referencias
do los diversos factores sociales que afectan a estas
mujeres en trayectorias migratorias que hoy en día se
insertan en un marco de desigualdad global (Herrera, Anleu, C. M. (2011). Parejas mixtas o binacionales:
G., 2011). Un estudio multisituado de guatemaltecos con ex-
En el ámbito académico, el breve recorrido que tranjero. Arxiu d´Etnografia de Catalunya, 11, pp.
presento destaca el rumbo que están tomado los tra- 157-178.
bajos sobre migración guatemalteca internacional, al Ariza, M. E. (2000). Género y migración femenina:
mismo tiempo que constata su focalización sobre de- Dimensiones analíticas y desafíos metodológicos.
terminadas áreas geográficas: Estados Unidos y Mé- En D. Barrera & C. Oehmichen (Eds.), Migra-
xico, con una ausencia importante de investigaciones ción y relaciones de género en México (pp. 33-
que analicen los nuevos destinos de la migración, fun- 62). México, D. F.: Grupo Interdisciplinario sobre
damentalmente hacia Europa. Mujer, Trabajo y Pobreza, Instituto de Investiga-
No obstante, queda mucho trabajo por realizar. En ciones Antropológicas de la Universidad Nacio-
concreto, y como ya se ha señalado en incipiente el nal Autónoma de México.
perfil de las migrantes guatemaltecas en España, uno
Ariza, M. E. (2002). Migración, familia y transnacio-
de los temas que constituyen un reto es el estudio de las
nalidad en el contexto de la globalización: Algu-
identidades étnicas, y las dinámicas de modificación o
nos puntos de reflexión. Revista Mexicana de So-
reafirmación que puedan tener lugar en un contexto
ciología, 64(4), pp. 53-84.
migratorio. En una sociedad profundamente estrati-
ficada como la guatemalteca, las categorías de etnia Ariza, M. E. (2004). Miradas masculinas y femeninas
y de género se encuentran estrechamente vinculadas, de la migración en ciudad Juárez. En M. Ariza &
por lo que examinar esta relación respecto a la migra- O. de Oliveira (Coords.), Imágenes de la familia
ción internacional resulta interesante y significativo. en el cambio de siglo (pp. 387-428). México: Uni-
La categoría analítica de “mujeres indígenas” debe ser versidad Nacional Autónoma de México.
estudiada en su diversidad y heterogeneidad, descubrir Asakura, H. (2006). Efectos de la migración hacia es-
cómo las mujeres están constituyendo sus identidades, tados unidos en la sexualidad de las mujeres: El
sus formas de ver y estar en el mundo, también a partir caso de un pueblo mixteco en el estado de Oa-
de la experiencia de migrar. Las relaciones interétni- xaca. Anales de Estudios Latinoamericanos, 26,
cas se dan dentro de una realidad compleja a la hora pp. 15-47.
de valorar y respetar las construcciones identitarias de
cada persona. En esa medida, estudiar las identidades Asakura, H. (2011). Reorganización y reacomodos
étnicas guatemaltecas en los temas relativos a las mi- afectivos de familias transnacionales: Estudio de
graciones en un contexto social como el español y/o caso de migrantes de Santa Cecilia (Oaxaca) en
europeo abre paso a nuevas preguntas de investigación Seattle (Washington). Espacialidades, 1(1), pp.
en relación a cómo se elaboran esas identificaciones y 46-71.
cómo se expresan sus pautas de inserción y de integra- Barrera, D., & Oehmichen, C. (Eds.). (2000). Migra-
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