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Manuel José Arce y Fagoaga:

Vino al mundo en la ciudad de San Salvador, el primer día de 1787, en el


hogar de la distinguida familia de Antonia Fagoaga de Aguilar y de
Bernardo José de Arce, primo hermano del presbítero y doctor José Matías
Delgado.
Enviado en 1801 para que se educara con esmero en la capital de la
antigua Capitanía General de Guatemala, se bachilleró en Filosofía del
Colegio de San Francisco Borja. Inició estudios de medicina en la Real y
Pontificia Universidad de San Carlos de Borromeo, los que interrumpió
hacia 1807, debido a que la salud de su padre le demandó hacerse cargo
de la administración de las haciendas familiares “San Diego” y “San Lucas”,
en las cercanías de Suchitoto.

En diciembre de 1808 y en la urbe sansalvadoreña, contrajo matrimonio con su prima Felipa


Aranzamendi y Aguiar, con quien procreó a José Bernardo (nacido en San Salvador, en septiembre
de 1812), Salvador (fallecido en México, hacia 1830), Jacinta, Juana, Isabel, Clara (fallecida en
Guatemala, el 15 de agosto de 1826), José María (casado con Ana Roca, procreó a su vez a Manuel
José y Juan José), Bernardo (muerto en el hospital santaneco, hacia 1932), Teresa, Delfina y Ana.

Formó parte de los organizadores de las conspiraciones libertarias del 5 de noviembre de 1811 y el
22 de enero de 1814. Debido a esas acciones, se le abrió proceso judicial el 5 de mayo de 1815, por
el cual fue capturado y condenado a cinco años de prisión, los que lo afectaron en su salud e
intereses económicos, pero no en su ánimo por la libertad centroamericana.

Libre a partir de 1818, luego de la independencia, formó parte de los opositores a la anexión al
imperio mexicano (1822-1823), al grado tal que no solo cumplió con su papel militar en la defensa de
San Salvador frente a las tropas del brigadier Vicente Filísola, sino que formó parte de la delegación
diplomática salvadoreña que marchó al puerto de Boston y a Washington D. C. para solicitar la unión
de El Salvador a los Estados Unidos de América.

El 18 de octubre de 1823 salió de Nueva York rumbo al puerto mexicano de Tampico, donde se
entregó con furor a organizar una expedición militar para lograr la independencia de Cuba, la cual
finalmente se vio frustrada por falta de personal adecuado y recursos financieros.

El 4 de octubre de 1823, fue electo en ausencia como miembro del triunvirato ejecutivo
centroamericano, reunido en la ciudad de Guatemala. Vuelto de Estados Unidos, asumió dicho cargo
en marzo de 1824 y en uso del mismo se dirigió a realizar la pacificación de Nicaragua, efectuada
sin disparar un solo fusil en enero de 1825.

Militante del partido liberal, el 26 de abril de 1825 fue electo como primer presidente de las
Provincias Unidas del Centro de América, cargo en el que permaneció del 9 de mayo de ese año
hasta el 14 de febrero de 1828, cuando al desatarse la guerra civil entre los estados componentes
de la Federación Centroamericana fue despojado de sus bienes en la ciudad de Santa Ana, obligado
a marchar a la ciudad de Guatemala, donde fue encarcelado y exiliado hacia Nueva Orleáns, a
bordo de la goleta “Albany Packet”, en septiembre de 1829.

Residente en México, dio a prensas las 203 páginas de su propia “Memoria” autobiográfica y
analítica, la cual fue publicada en 1830 por la imprenta de Galván a cargo de Mariano Arévalo, con
fondos provistos por el intelectual salvadoreño Enrique Hoyos (1810-1859).
JOSE MATIAS DELGADO:

Fue el que dio el primer grito de independencia el 5 de noviembre de


1811 en San Salvador, en 1823 fue electo presidente de la Asamblea
Constituyente. Se le considera como uno de los más altos próceres de la
independencia centroamericana. Nació en San Salvador en 1767 y
falleció en la misma capital en 1832.

El sacerdote salvadoreno Jose Matias Delgado, Benemerito Padre de la


Patria Centroamericana, nacio en la ciudad de San Salvador el 24 de
Febrero de 1767.Se ordeno de Sacerdote en Guatemala, donde a la vez
hizo sus estudios previos al doctorado en Teologia, Derecho Civil y
Canonigo.Al regresar a esta capital y en union del Procer Manuel Jose Arce, dirigio el movimiento
insurrecional del 5 de Noviembre de 1811, en cucha gloriosa fecha el Padre Delgado lanzo el primer
grito de libertad tocando a rebato las campanas de La Merced.

En la noche del 14 de Septiembre,nadie durmio en Guatemala.Asi llego la manana.El General


Gainza,rodeado de todas las autoridades del Rey Fernando,manda que sean los documentos de
Ciudad Real y pone a discucion el asunto de si debian declararse independiente estas provincias de
la metropoli espanola o no.

"El Auditor de Guerra, Dr. Jose Cecilio del Valle fue el primero que tomo la palabra, manifestando su
opinion a favor de la independencia.

El Padre de la Patria Salvadorena,Dr. Jose Matias Delgado, quien elocuentemente, manifesto que
no habia dilacion posible y que su opinion era a favor en ese mismo instante.El pueblo que habia
invadido la sala,vivo a nuestro egregio compatriota, enmedio de los gritos de !Viva la
Independencia!.

Entre las siete y las ocho de la mañana del 21 de Septiembre ingreso a San Salvador el correo que
venia de Guatemala, entrando por la calle de Mejicanos y anunciando a los habitantes la buena
nueva.El regocijo fue indescriptible.El ayuntamiento dispuso magnificos festejos y todo el pueblo
celebro con gran alborozo la noticia.

José Matías Delgado y de León:

Nació en la ciudad de San Salvador, el 24 de febrero de 1767, en el seno


matrimonial del caballero panameño Pedro Delgado y la dama guatemalteca
María Ana de León, hogar en el que también vinieron a la vida los
independentistas Juan y Miguel.

Obtuvo las borlas doctorales en Cánones, Sacra Teología y Jurisprudencia en


la Real y Pontificia Universidad de San Carlos Borromeo, en la hoy ciudad de
Antigua Guatemala, en cuyo Seminario Tridentino, Seminario o de la
Ascensión de Nuestra Señora cursó la carrera sacerdotal y dio curso a los
trámites para convertirse en abogado de la Real Audiencia.

Al regresar a San Salvador, a partir del 12 de agosto de 1797 inició sus funciones como cura rector,
vicario provincial, juez eclesiástico y último comisario local del Tribunal del Santo Oficio. Desarrolló
una intensa labor pastoral y en 1808 inició los trabajos de reconstrucción de la antigua Iglesia
Parroquial de San Salvador (hoy Iglesia del Rosario), los cuales fueron concluidos una década más
tarde.

Dirigió junto con Manuel José Arce y otros patriotas criollos el movimiento insurreccional del 5 de
noviembre de 1811, fecha en que la leyenda ha perpetuado que fue él el que tocó, a rebato, las
campanas de la Iglesia de La Merced.

En 1813, fue electo diputado provincial con sede en la ciudad de Nueva Guatemala, donde se
desempeñaba como rector del Colegio Seminario o Tridentino y se encontraba retenido por orden
arzobispal, por lo que no tuvo participación en el intento emancipador de enero de 1814.

Electo de nuevo como diputado provincial en 1820, el 15 de septiembre de 1821 fue uno de los
firmantes del Acta de Independencia.

JOSE CECILIO DEL VALLE:

Nació en la ciudad de Choluteca, Honduras, ciudad del Pacífico, el 22 de


noviembre de 1780. Su padre fue don José Antonio del Valle y doña
Gertrudis Díaz. Sus primeros estudios los hizo en la Escuela Belén, en la
ciudad de Guatemala, e hizo estudios de Filosofía, Derecho Civil y Canónico
en la Universidad de San Carlos de Guatemala. Posteriormente, el 1 de
septiembre de 1803, hizo el juramento acostumbrado para recibir el título de
abogado. Por su dedicación al estudio se le conocía como "EL SABIO
VALLE"

En 1812 contrajo matrimonio con la señorita Josefa Valero. Entre algunos de


los cargos que se le atribuyen estan los de Diputado Interino de la Comisión
Gubernativa de Consolidación en 1805; defensor de Obras Pías y censor de
la Gaceta de la ciudad de Guatemala; Asesor del Consulado de Guatemala en febrero de 1806;
Fiscal del Juzgado de los Reales Cuerpos de Artillería e Ingeniería del Reino; en 1809 toma
posesión del cargo de diputado de la Junta Central de Provincia.

El 15 de Septiembre de 1821 redactó el Acta de Independencia, no dejando claras las ideas de una
independencia definitiva y absoluta, sino simplemente una separación de la Corona Española.

Fué quien redactó el Decreto del 4 de Julio de 1829, impidiendo la pena de muerte a las personas
que habían desempeñado altos cargos en el gobierno anterior.

Murió en el camino que conduce de la finca "La Concepción" a la capital donde lo llevaban para su
curación, porque iba muy enfermo, pero cerca de la finca "El Corral de Piedra" expiró el 2 de marzo
de 1834 a los a los 58 años de edad . El gobierno, al igual que en el Salvador, dispuso que todos los
empleados vistieran de luto durante tres días; la Asamblea decretó que durante tres días doblaran
las campanas.

José Simeón Cañas y Villacorta:


Nació en el barrio Santa Lucía de la ciudad de Zacatecoluca, el 18 de
febrero de 1767, como tercer vástago del acaudalado hogar de Pablo de
Cañas y Lucía de Villacorta y Barahona, quienes también procrearon a
otros hijos e hijas, como Pablo, Rafael (4 de agosto de 1762), Francisco
Ignacio (1 de abril de 1764), María Ignacia (¿mayo de 1765?), Mariana
Marcelina (25 de abril de 1768), María Lucía (17 de septiembre de 1773), María incolaza (23 de
mayo de 1778) y Manuel María (2 de marzo de 1780).

Por el bien y educación de sus descendientes varones, la familia Cañas y Villacorta se trasladó a
vivir a la hoy ciudad de Antigua Guatemala, donde el joven José Simeón se interesó por las
humanidades y el sacerdocio. Ingresó a la Real y Pontificia Universidad de San Carlos Borromeo, de
la que se bachilleró en Filosofía (2 de abril de 1787) y Teología (25 de febrero de 1791) y obtuvo su
licenciatura (16 de junio de 1795) y los símbolos correspondientes al doctorado en Sacra Teología
(17 de octubre de 1795). Tras someterse a los exámenes de rigor y al proceso de graduación, el 5
de julio de 1796 presentó su tesis doctoral.

En su vertiginosa carrera por el camino sacerdotal, desarrollada en el Colegio Seminario, Tridentino


o de la Ascensión de Nuestra Señora, entre el 3 y el 24 de octubre de 1790 fue ordenado como
subdiácono, diácono y presbítero.

Del 18 de agosto de 1791 al 6 de junio de 1792 se desempeñó como catedrático de Artes en su


Alma Mater, donde también ganó por oposición el puesto como profesor titular de Prima Filosofía, en
el que fungió desde junio de 1792 hasta el 12 de julio de 1800.

En la parte administrativa, fue electo vicerrector del Colegio Seminario o Tridentino (17 de agosto de
1793 al 17 de enero de 1794). Además, los votos de sus colegas le otorgaron los sucesivos cargos
de primer consiliario o vicerrector (6 de noviembre de 1800 al 10 de noviembre de 1802) y rector de
la Universidad de San Carlos (noviembre de 1802 a noviembre de 1803 y los mismos meses de
1811 a 1812).

Domingo Antonio de Lara y Aguilar:


Fue don Domingo Antonio de Lara y Aguilar uno de los patriotas que juntamente con Arce,
Rodriguez y Castillo, se enfrento con valor a la guardia espanola. En 1811 se caso con dona
Manuela Antonia de Arce, hermana del ilustre Manuel Jose Arce. Para el movimiento de 1811, fue
puesto en prision, juntamente con otros patriotas, continuando al salir de la carcel la propagacion de
las ideas de la libertad. Asi fue como en 1814 en el nuevo intento de la emancipacion, cayo herido
en una carga de los realistas espanoles. Fue puesto preso mientras se curaba de sus heridas, en su
hacienda, habiendo durado cinco años en la carcel, pero al salir de ella, nuevamente emprendio los
trabajos revolucionarios, encontrandose entre los que, el 15 de Septiembre de 1821, trabajaron por
la Independencia.

Nació en San Salvador, el 30 de agosto de 1783, en el hogar formado por el exalcalde Domingo
Antonio de Lara Mongrovejo y Ladrón de Guevara (1740-enero.1797), Ana Petrona Aguilar
(noviembre.1784), hermana de los sacerdotes Nicolás, Manuel y Vicente Aguilar.

Fueron sus hermanos el sacerdote Mariano Antonio y Antonia Inés, quien en 1800 contrajo
matrimonio con el coronel, alférez real, corregidor y alcalde vicentino Rafael de Molina y Cañas.
Huérfanos de madre a cortas edades, fueron criados por su abuela materna, Isabel de Nava de
Aguilar, y por su tío Nicolás Aguilar.

Desde 1795, el joven Domingo Antonio fue estudiante de Filosofía en la Real y Pontificia Universidad
de San Carlos, en la ciudad de Guatemala, donde destacó en el aprendizaje de ciencias naturales y
humanidades. Por ello, no resulta extraño que, a inicios del siglo XIX y a bordo de un primitivo
planeador de su invención, haya intentado los primeros vuelos salvadoreños desde el cerro e iglesia
de San Jacinto.

Abandonados los estudios a causa de requerirse su presencia en la capital de la Intendencia de San


Salvador, cambió sus apuntes universitarios por una vida de campo, dedicada casi por completo a la
administración de los obrajes de añil de su familia.

El 4 de mayo de 1811 se casó con Manuela Antonia de Arce, hermana de Manuel José Arce. A
causa de su involucramiento directo en la jornada libertaria del 5 de noviembre de 1811, sufrió
prisión durante varios meses. Una vez libre, tomó parte activa en la revuelta independentista del 24
de enero de 1814 y escapó, herido de bala, de la persecución de las autoridades españolas, para
entregarse a ellas en mayo de ese mismo año.

Nicolás Aguilar y Bustamante:

Nació en el cantón La Fuente, jurisdicción de


Tonacatepeque, el 16 de diciembre de 1742,
como primogénito del enlace matrimonial de
Isabel de Bustamante y Nava (1716-
7.febrero.1800) y del capitán Manuel Aguilar y
de León (1710-1772), primo hermano del
presbítero y doctor José Matías Delgado.

Además de los otros dos futuros sacerdotes y próceres


independentistas, Vicente y Manuel, este matrimonio también fue el
origen de Ana Petrona y Mónica, quienes años más tarde contrajeron respectivas nupcias con
Domingo Antonio de Lara y Mongrovejo y Francisco Durán. Ana Petrona falleció en noviembre de
1784 y su esposo la siguió a la eternidad en enero de 1797. Su gesta libertadora fue continuada
entonces por sus hijos Mariano Antonio (¿Cuscatancingo?, febrero de 1774-¿Olocuilta?,
13.agosto.1843), Antonia Inés (¿?-marzo.1844. En 1800 contrajo matrimonio con el coronel, alférez
real, corregidor y alcalde vicentino Rafael de Molina y Cañas) y Domingo Antonio.

La residencia de la familia Aguilar y de Bustamante se localizaba en la esquina sureste de la Plaza


de Armas de San Salvador (hoy Parque Libertad), donde después fueron construidos, en forma
sucesiva, el Palacio del Ejecutivo (llamado Casa Blanca, 1866) y los cines Popular y Libertad.

El 11 de febrero de 1755, Nicolás ingresó como estudiante en el afamado colegio de San Francisco
de Borja (Antigua Guatemala). Recibidas las órdenes respectivas como capellán (15 de marzo de
1767) y presbítero (4 de abril de 1767), fue nombrado cura de Olocuilta (16 de abril de 1767) y luego
de San Salvador (Iglesia Parroquial o del Sagrario), puesto logrado tras intenso concurso con otros
presbíteros.

Aunque de avanzada edad, tomó parte activa en la gesta libertaria del 5 de noviembre de 1811.
Fracasado el movimiento emancipador, Nicolás fue sometido a riguroso y humillante espionaje por
parte de las autoridades españolas.
Luego del segundo intento insurreccional de enero de 1814, se le redobló la vigilancia. A él y a su
hermano Vicente, que ya para esos momentos se encontraba ciego, se les confinó en su hacienda
familiar “Toma de agua” (Quezaltepeque), a partir del 2 de abril de 1814.

Manuel Aguilar y Bustamante:


Nació en la ciudad de San Salvador, el 26 de junio de 1750, como uno de los
hijos menores de Isabel de Bustamante y Nava (1716-7.febrero.1800) y del
capitán Manuel Aguilar y de León (1710-1772), primo hermano del presbítero
y doctor José Matías Delgado.

Además de los otros dos futuros sacerdotes y próceres independentistas,


Nicolás y Vicente, este matrimonio también fue el origen de Ana Petrona y
Mónica, quienes años más tarde contrajeron respectivas nupcias con
Domingo Antonio de Lara y Mongrovejo y Francisco Durán. Su hermana Ana
Petrona falleció en noviembre de 1784 y su esposo la siguió a la eternidad en
enero de 1797. Su gesta libertadora fue continuada entonces por sus hijos
Mariano Antonio (¿Cuscatancingo?, febrero de 1774-¿Olocuilta?, 13.agosto.1843), Antonia Inés (¿?-
marzo.1844. En 1800 contrajo matrimonio con el coronel, alférez real, corregidor y alcalde vicentino
Rafael de Molina y Cañas) y Domingo Antonio.

La residencia de la familia Aguilar y de Bustamante se localizaba en la esquina sureste de la Plaza


de Armas de San Salvador (hoy Parque Libertad). Tras la muerte de Manuel y en cumplimiento de
su testamento, la casa fue traspasada a su primo, el presbítero Juan José de Arce. Después, pasó a
manos fiscales y estatales, por lo que en su predio fueron construidos, en forma sucesiva, el Palacio
del Ejecutivo (llamado Casa Blanca, 1866) y los cines Popular y Libertad.

En 1761, ingresó como estudiante en el afamado colegio de San Francisco de Borja (Antigua
Guatemala).en 1761 y se bachilleró en Filosofía el 17 de febrero de 1772. Recibió su tonsura y las
órdenes menores del Colegio Tridentino en la iglesia del convento de Capuchinas. El 13 de marzo
de 1776 recibió los grados de exorcitado y acolitado, para después obtener el subdiaconado (20 de
septiembre de 1776), diaconado (sábado 4 de abril de 1778, en la iglesia del convento de la
Concepción) y presbiteriado (13 de junio de 1778, con ceremonia en la iglesia del convento de Santa
Catalina). Después fungiría como encargado del curato de Zacatecoluca.

Se desempeñó durante años como catedrático de Filosofía y Cánones en el Seminario Tridentino de


Antigua Guatemala. Aquejado por grave enfermedad en septiembre de 1788, al mes siguiente
retornó a San Salvador y acompañó a su sobrino Mariano Antonio de Lara en la rectoría de la
Parroquia de Santa Lucía Zacatecoluca (1790-1801). Después, ejerció el curato en esta población
desde junio de 1803 hasta mediados de 1808, cuando fue nombrado rector de su antiguo colegio
guatemalteco. En 1809, fue designado capellán del convento de las Carmelitas.

Vicente Aguilar y Bustamante:

Nació en la ciudad de San Salvador, el 5 de abril de 1746, como fruto


matrimonial de Isabel de Bustamante y Nava (1716-7.febrero.1800) y del
capitán Manuel Aguilar y de León (1710-1772), primo hermano del
presbítero y doctor José Matías Delgado.
Además de los otros dos futuros sacerdotes y próceres independentistas, Nicolás y Manuel, este
matrimonio también fue el origen de Ana Petrona y Mónica, quienes años más tarde contrajeron
respectivas nupcias con Domingo Antonio de Lara y Mongrovejo y Francisco Durán. Ana Petrona
falleció en noviembre de 1784 y su esposo la siguió a la eternidad en enero de 1797. Su gesta
libertadora fue continuada entonces por sus hijos Mariano Antonio (¿Cuscatancingo?, febrero de
1774-¿Olocuilta?, 13.agosto.1843), Antonia Inés (¿?-marzo.1844. En 1800 contrajo matrimonio con
el coronel, alférez real, corregidor y alcalde vicentino Rafael de Molina y Cañas) y Domingo Antonio.

La residencia de la familia Aguilar y de Bustamante se localizaba en la esquina sureste de la Plaza


de Armas de San Salvador (hoy Parque Libertad), donde décadas más tarde fueron construidos, en
forma sucesiva, el Palacio del Ejecutivo (llamado Casa Blanca, 1866) y los cines Popular y Libertad.

Vicente siguió los pasos educativos de su hermano Nicolás e ingresó como estudiante en el
afamado colegio de San Francisco de Borja (Antigua Guatemala), donde fue ordenado diácono (1 de
junio de 1776) y presbítero (21 de diciembre de 1776). Durante 22 años tuvo a su cargo los curatos
de Suchitoto, Tonacatepeque, Cojutepeque, Zacatecoluca, San Pedro Perulapán (1798), San Martín,
Tenancingo y otros, además de que fue coadjutor de las parroquias del Sagrario en las ciudades de
Guatemala y San Salvador.

Aunque de avanzadas edades, junto con sus hermanos tomaron parte activa en la gesta libertaria
del 5 de noviembre de 1811. Fracasado este primer movimiento emancipador, Vicente fue despojado
de la vicaría. Luego del segundo intento insurreccional de enero de 1814, a su hermano Nicolás y a
él, que ya para esos momentos se encontraba ciego, se les confinó en su hacienda familiar "Toma
de agua" (Quezaltepeque), a partir del 2 de abril de 1814.

Falleció en ese lugar de reclusión, el 17 de enero de 1818. Trasladado a San Salvador para el
reconocimiento legal, fue sepultado en la Iglesia Parroquial (hoy Iglesia del Rosario).

Como homenaje para él y sus hermanos próceres, un errado decreto legislativo del 23 de junio de
1932 ordenó que los cantones La Toma, Las Tunas, Santa Lucía, Pishishapa, Piñalitos, Los Mangos,
La Florida y El Llano fueran segregados del pueblo de El Paisnal, al norte del departamento de San
Salvador, y que con ellos fuera fundado el pueblo de Aguilares, que después llegó a ser villa (30 de
septiembre de 1946) y ciudad (25 de diciembre de 1971).

Miguel José de Castro y Lara:

Nació en San Salvador, el 8 de mayo de 1775, en el hogar de José María Castro y Elena de Lara y
Mongrovejo, quien estaba emparentada con la noble casa paterna del independentista Domingo
Antonio de Lara y Aguilar.

Realizó sus estudios sacerdotales en la ciudad de Guatemala. Tomó parte en los movimientos
independentistas de noviembre de 1811 y enero de 1814, mientras fungía como cura de la zona de
los Texacuangos, cargo del cual fue separado el 2 de agosto de 1814. La orden emitida por el
arzobispo guatemalteco Casaus y Torres también estipulaba su marcha hacia la capital de la
Capitanía General, donde fue encarcelado por rebeldía contra la corona y procesado durante varios
años.

Indultado y puesto en libertad, regresó a El Salvador y ocupó la Parroquia de Santa Lucía


Zacatecoluca, donde, a fines de septiembre de 1821, recibió una correspondencia secreta que le dio
la pauta para proclamar la Independencia junto con las autoridades civiles y militares del lugar.
El 28 de noviembre de 1821 fue nombrado por el presbítero José Matías Delgado como miembro de
la Junta Constitutiva de Gobierno de la provincia de San Salvador, puesto en el que fue ratificado el
11 de enero siguiente, pero que le fue imposible ejercer, debido a los momentos críticos que generó
la anexión forzosa al Imperio Mexicano y la posterior invasión militar del brigadier Vicente Filísola.

Electo diputado constituyente por Zacatecoluca, ocupó dicho cargo del 5 de marzo al 23 de
noviembre de 1824, período en el cual participó en la discusión, redacción y promulgación de la
primera Constitución Política de El Salvador.

En junio de 1824, una imprenta de mano, comprada en Guatemala mediante colecta popular hecha
entre la población sansalvadoreña, fue instalada en la casa de Manuel Herrera -predio que
corresponde a la 2ª. avenida sur y 8ª calle oriente, frente al otrora teatro y cine Apolo, donde hasta
hace unas décadas funcionó la Confederación de Obreros de El Salvador-. Los primeros impresores
y tipógrafos fueron el metapaneco Manuel Inocente Pérez y el capitalino Samuel Aguilar, quienes
aprendieron el oficio de Gutenberg en el taller guatemalteco de Manuel José Arévalo.

El 31 de julio de 1824, de esa primera Imprenta del Gobierno surgieron las páginas del primer
periódico salvadoreño, Semanario político-mercantil de San Salvador, cuya dirección editorial le fue
confiada al presbítero Miguel José de Castro y Lara. Esta publicación sabatina contenía entre cuatro
y ocho páginas, impresas a dos columnas de 7.5 por 25 cms cada una, aunque las medidas
generales del periódico eran de 21 por 30 cms, con numeración correlativa de tomo, número de
ejemplar y folios.

José Mariano Calderón y San Martín:


Nació en una hacienda cercana a la ciudad de San Vicente, en una fecha
indeterminada entre 1778 y 1783, en el hogar de Mariano Antonio
Calderón de la Barca y Teodora de San Martín.

Con estudios primarios y secundarios realizados en territorios


salvadoreño y guatemalteco, ingresó al Seminario Tridentino y a la Real y
Pontificia Universidad de San Carlos Borromeo, en la ciudad de
Guatemala. El 9 de octubre de 1803 fue ordenado como presbítero por el
Arzobispo Monseñor Luis Peñalver y Cárdenas y poco después se
doctoró en Derecho Civil y Canónico.

Reconocido por sus altas capacidades intelectuales, religiosas, legales y humanas, rechazó un alto
puesto que le fue ofrecido en el Obispado guatemalteco, así como la Mitra que le ofreció la Corte
madrileña, en agradecimiento por su defensa local del imperio español durante la invasión de las
tropas napoleónicas.

Coadjutor del párroco de Metapán durante algún tiempo, en junio de 1810 pasó a Zacatecoluca
como cura beneficiado, cargo que obtuvo por oposición frente a otros candidatos, que buscaban
sustituir al también presbítero y prócer independentista Mariano Antonio de Lara y Aguilar.
Estimulado por los sucesos emancipadores de noviembre de 1811, se adhirió al ritmo de los tiempos
y predicó entre sus feligreses a favor de la libertad, a lo que le dio continuidad en los años venideros.

Devoto de la Virgen de Dolores y de San Bernardo, el 13 de julio de 1820 fue nombrado cura colado
de la zona de los Texacuangos, plaza religiosa en la que laboró, con algunas interrupciones, desde
septiembre de ese año hasta el día de su muerte.

Al año siguiente fue electo, por el partido electoral de Chiquimula, como integrante de la Diputación
Provincial del Reino de Guatemala, en cuyo carácter fue la suya la tercera firma que se estampó en
el Acta de Independencia del 15 de septiembre de ese año. Después, se convirtió en integrante del
primer gobierno de la Centro América independiente, presidido por Gabino Gaínza.

Tras suscribir el acta de anexión de las provincias ístmicas al Imperio Mexicano del Septentrión (5 de
enero de 1822), retornó a las labores sacerdotales en su parroquia, aunque investido ya con el
nombramiento pontificio de Protonotario Apostólico.

Durante la invasión mexicana a San Salvador, abrió las puertas de su parroquia a los refugiados y
perseguidos por las fuerzas del brigadier Vicente Filísola, a los que suministró techo y asistencia
completa de alimentos y medicinas.

Tras la caída del sueño imperial del brigadier mexicano Agustín de Iturbide, en 1823 llegó de nuevo
a ciudad de Guatemala, en su carácter de representante electo por Chalatenango para el primer
Congreso Nacional de las antiguas provincias españolas, entidad política que declaró la
independencia absoluta de las Provincias Unidas del Centro de América de España, México o
cualquier otra potencia del mundo.

Juan Manuel Rodríguez:


Nació en San Salvador, el 31 de diciembre de 1771, como
descendiente de la unión ilegítima de la salvadoreña Josefa Rodríguez
y el panameño Pedro Delgado. Luchador por la libertad patria en el
movimiento del 5 de noviembre de 1811, al lado de Arce y los
sacerdotes Delgado y Aguilar, el fracaso de esta intentona no lo
desmotivó en sus empeños libertarios. Electo alcalde primero de San
Salvador, jefatura que detentó en compañía de Pedro Pablo Castillo,
ambos dieron notable impulso a un nuevo intento insurreccional el 24
de enero de 1814. Controlado el movimiento por las autoridades
españolas, sus cabecillas tuvieron que fugarse -como fue el caso de
Castillo- o ser reducidos a prisión tras los juicios respectivos.

Seis años permaneció Rodríguez en la cárcel, pero su salida casi coincidió con la firma del Acta de
Independencia en Guatemala, por lo que su nombre figuró como vocal de la Diputación Provincial
que se instaló en San Salvador, a partir de noviembre de 1821. Sin embargo, la anexión de Centro
América al imperio mexicano del brigadier Agustín de Iturbide impidió el funcionamiento pleno de esa
asamblea regional.

Ante la anexión forzosa, Rodríguez, Arce, Rafael Castillo, Cayetano


Bedoya y otros marcharon hacia Filadelfia y Washington D. C., a fin de
solicitar la inclusión de la antigua intendencia de San Salvador en los
Estados Unidos de América, gestión diplomática que no progresó más
debido a la caída de Iturbide y su Imperio del Septentrión (1823).

En abril de 1824, Rodríguez fue electo como jefe político de El Salvador,


desde cuyo cargo dispuso la aplicación del decreto de abolición de los
esclavos, promulgado en el último día de 1823, la instalación del Tribunal Supremo de Justicia y la
redacción y promulgación de la primera Constitución salvadoreña, elaborada en el antiguo convento
de San Francisco (ahora Mercado ExCuartel).

Además, promovió el ingreso de la primera imprenta de mano con que contó el país (junio de 1824)
y en la que se editó el primer periódico nacional, Semanario político mercantil de San Salvador,
aparecido el 31 de julio de 1824 y dirigido por el presbítero y diputado Miguel José de Castro y Lara
(1775-1829).

Pedro Pablo Castillo:


El barrio de Candelaria, al sur de la ciudad de San Salvador, fue el escenario en el que, el 29 de julio
de 1780, vino al mundo el más humilde los próceres centroamericanos: Pedro Pablo Castillo.
Cohetero de oficio, en 1805 contrajo nupcias con Francisca Alegría Aquino, con quien procreó cuatro
hijos. Residieron por algún tiempo en Cojutepeque y en el barrio capitalino de La Merced, donde el
fogoso artesano se involucró de lleno en el movimiento popular del 5 de noviembre de 1811. El
fracaso político de esa intentona no disminuyó en él su espíritu independentista.
Electo alcalde segundo de San Salvador, junto con el alcalde primero Juan Manuel Rodríguez
potenciaron un nuevo intento insurreccional el 24 de enero de 1814, en el que Castillo fue señalado
por las autoridades españolas como "el principal autor de la infame insurrección".
Castillo, al frente de unos 150 patriotas, ocupó la Parroquia de San Francisco (hoy Mercado
ExCuartel) y desde allí opuso resistencia militar a las tropas españolas que intentaban sofocar la
revuelta. Batido en duelo con el jefe militar español Zaldaña, logró superar la lucha desigual y lo
mató. Por esta razón, las autoridades le pusieron precio a su cabeza, una vez que el nuevo intento
independentista fue sofocado y sus promotores fueron reducidos a prisión.
Refugiado en la Iglesia Parroquial de San Salvador (ahora Iglesia del Rosario), fue protegido allí por
uno de los presbíteros Aguilar, quien lo ayudó a ponerse una de sus sotanas y a montar en su propio
caballo.
En la tarde del día 25, la orden de arresto en su contra fue publicada por bando militar en las cuatro
esquinas de la Plaza Mayor de San Salvador (ahora Plaza Libertad) y fue despachada por cordillera
hacia San Vicente, San Miguel, Suchitoto, Chalatenango, Zacatecoluca, Usulután y Santa Ana.
Enterado de que las autoridades habían establecido una recompensa de 500 pesos por su captura,
se trasladó por pocos días a una propiedad que poseía en la jurisdicción de Huizúcar. Mientras
tanto, su casa, muebles y demás bienes fueron destruidos o incautados por furiosas turbas
proespañolas, las que también lanzaron a la calle a su esposa y vástagos. Poco menos de un año
más tarde, Francisca de Castillo murió de fiebre puerperal, tras dar a luz a su quinto descendiente.
La tradición cuenta que el prócer se marchó hasta Omoa, en la costa caribeña de Honduras, se
trasladó luego a Belice y después viajó a la isla de Jamaica, en donde adoptó el pseudónimo de
Juan Sánchez y murió el 14 de agosto de 1817. Sobre estos últimos
hechos biográficos no se cuenta con documentación histórica verificable,
pese a las gestiones realizadas en los últimos cincuenta años por el
Ateneo de El Salvador y la Academia Salvadoreña de la Historia.
Pedro Pablo Castillo fue padre de León Castillo, quien heredó de él la
entrega por las causas populares, por lo que desempeñó importantes
trabajos gubernamentales y militares al lado del general Francisco
Morazán. Ya de edad avanzada, el hijo del prócer ingresó a la Orden de
los Carmelitas y fue gracias a sus esfuerzos que se construyó en la
ciudad de Santa Tecla la primera Iglesia de Belén, dedicada
originalmente a la Señora del Carmen, construida a partir de 1857 y
estrenada el 1 de abril de 1862. En la actualidad, solo existe parte de la
puerta principal de dicho templo católico, encerrada al norte del gimnasio del colegio femenino
Belén.

José Trinidad Cabañas


Nació en Tegucigalpa el 9 de Junio de 1805. Sus padres son José María Cabañas y doña Juana
María Fiallos de Cabañas. Estudió en el Colegio Tridentino de Comayagua. En época en que el
Coronel Justo Milla sitiaba la ciudad de Comayagua, el Sr. José María Cabaña, acompañado de sus
tres hijos: Trinidad, Urbano y Gregorio, se presentó ante Dionisio de Herrera y le manifestó:

"Señor, el peso de mis años no me permite acompañaros al campo de batalla pero aquí tenéis a mis
tres hijos que pueden lo que yo debiera hacer, dispuestos a derramar su sangre al pie de la bandera
que defendéis"

De esta manera, Cabañas inició la carrera militar en la que por su caballerosidad, arrojo y valentía
llegó a alcanzar el grado de General. Desde el sitio de Comayagua en adelante acompañó al
General Morazán en todas sus campañas.

La Asamblea General del Estado de Honduras instalada en Comayagua, eligió al General Cabañas
presidente del Estado en enero de 1852. Su administración sólo duró tres años y medio, durante los
cuales se dedicó hacer reformas materiales modificó la tarifa de aforos,
protegió y fomentó la instrucción pública y sostuvo la paz interior del estado.

JOSE LORENZO DE ROMAÑA

Firmó el Acta de Independencia como secretario de gobierno. Fue


nombrado por don Gabino Gaínza como jefe del Regimiento del Fijo. Se le
encargó recibir el juramento de los individuos de la Secretaría de Gobierno y
Capitanía General, el 22 de septiembre de 1821.
MARIANO DE BELTRANENA Y LLANO

Su firma aparece en el Acta de Independencia. Fue miembro de la diputación


provincial y de la Junta Provisional Consultiva. Morazán lo desterró, y a raíz
de esto estuvo radicado varios años en Cuba. Falleció en 1866

Hombre humilde, representante del pueblo en la mañana del 15 de


septiembre de 1821; cansado de oír las largas discusiones que se
desarrollaban en el salón de sesiones del palacio de gobierno, salió a ayudar
a la plaza de la Constitución a doña Dolores Bedoya de Molina a quemar
cohetes y bombas, y a gritar ! Viva la Patria Libre ! ! Viva la Independencia !.
Se destacó por su carrera política al lado del Dr. Pedro Molina y Dolores
Bedoya.

JOSE FRANCISCO BARRUNDIA

Durante su vida siempre mantuvo un afán independentista, por lo que fue continuamente
perseguido. Participó en la Conjura de Belén en diciembre de 1813, por lo
que fue condenado a muerte "con garrote", sin embargo la sentencia fue
interrumpida ante gestiones del Ayuntamiento de Guatemala.

Nació en la ciudad de Guatemala en 1787. Hijo de de don Martín Barrundia


y doña Teresa Cepeda. Estudió en el Colegio Tridentino, donde obtuvo el
título de Bachiller en Filosofía el 19 de marzo de 1803. En su época se le
consideró como una destacada figura intelectual y distinguida por su
dedicación a la lectura y por que dominaba varios idiomas. Fue quien tradujo
al castellano el Código Penal de Livingston hecho para Louisiana, para
adaptarlo al país. Fungió como representante del pueblo en el Congreso
Centroamericano, colaboró con el Ministerio de Instrucción Pública en el
primer período del doctor Mariano Galvez y también fue Ministro
Plenipotenciario (hoy embajador) de Guatemala en New York, U.S.A.

Luchó por la Independencia de Centroamérica y estuvo presente en el Palacio de los Capitanes


Generales cuando se firmó el Acta de Independencia; se opuso radicalmente a la anexión a México
logrando con esto el repudio y calificativo de terrorista por Vicente Filísola cuando éste era
gobernante; formó parte del grupo que aprobó la Constitución de 1824; atacó a Rafael Carrera en
1850 por su sanguinario proceder e ignorancia en el poder; iluminó con sus ideas al pueblo en lucha
por los derechos humanos y la dignidad del hombre. Luchaba por la verdad desafiando a la Iglesia.

La historia considera a Barrundia como un hombre generoso, ya que siendo pobre regaló al Tesoro
Nacional todos sus sueldos devengados en los puestos públicos al darse cuenta de la crisis que
afrontaba la Hacienda Pública.

Como actos erróneos en su gestión se dice que hizo la propuesta a la Asamblea para que declarara
a Guatemala como un estado libre, soberano e independiente cuando ésta era un estado de la
Federación Centroamericana; contribuyó al derrocamiento del doctor Mariano Gálvez y propició la
entrada al poder de Rafael Carrera por falta de tacto político.

Siendo Embajador (Ministro Plenipotenciario) en New York muere el 4 de septiembre de 1854, y por
disposición del presidente Manuel Estrada Cabrera fueron repatriados sus restos en el año de 1913.
TOMAS RUIZ :

El Dr. Tomas Ruiz, sacerdote indio, prócer de la independencia de


Centroamérica ha sido casi olvidado, y la historia no le ha hecho
justicia.

Nació el padre Ruiz en Chinandega, el 10 de Enero de 1777 e inicio


sus estudios en el Colegio Tridentino de San Ramón en la ciudad de
León, culminando estos con honores en la Universidad de San Carlos
de Guatemala fue el primer indio puro centroamericano en graduarse
con titulo universitario.

Igual que don Miguel Larreynaga, el padre Ruiz fijo su residencia en


Guatemala, distinguiéndose por su talento que puso al servicio de la
causa de la independencia.

El padre Ruiz encarnó a los curas liberales de la época que recibieron con entusiasmo los
movimientos independistas de México encabezados por don Miguel Hidalgo y Costilla y José María
Morelos y Pavón.

La participación de Ruiz en el proceso de independencia de Centroamérica se inicio en Diciembre de


1813, en el Convento de Belén, ciudad Antigua, Guatemala, dirigiendo la famosa conspiración
conocida como la “Conjura de Belén”. Como consecuencia del involucramiento del padre Ruiz en la
conjura, fue capturado la noche del 1° de Diciembre, exactamente un día antes de que se llevara a
cabo el plan revolucionario que fracaso por la traición de Pudenciano de la llana.

El padre Ruiz y otros conjurados fueron condenados, unos a la horca y otros a prisión, pero por
gestiones de personas influyentes, estas penas no se aplicaron. El padre Ruiz permaneció 5 años en
prisión, sufriendo largos períodos de incomunicación, privaciones y desprecios.

Ya libre en 1819 solicitó permiso para trasladarse a la cuidad real de Chiapas en México donde
falleció como consecuencia de los vejámenes y torturas recibidas en la cárcel. Tenia entonces 47
años.

Se desconoce donde fue enterrado, pero todos los nicaragüenses estamos en deuda con él y
debemos rendirle homenaje como prócer de la independencia.

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