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Sistematización - Geopolítica – América Latina - Contexto Regional:

Este Tema Estratégico ha aparecido fundamentalmente en la segunda clase del SCP


(1/2/19). La misma fue llevada adelante por el educador popular Julio Gambina. El
hilo conductor de la clase giro en torno a una pregunta-disparador inicial, a saber:
¿Qué es el contexto?
A lo que se respondió , el contexto es la coyuntura. Es decir, la combinació n de
factores y circunstancias que caracterizan una situació n en un momento determinado.
Lo que nos llevo a reflexionar que al hablar de coyuntura, estamos hablando de límites
temporales, o en otras palabras, de la historia. Un pasado, un presente, en tanto fluir,
y la proyecció n de un futuro en base a tendencias que pueden reconstruirse por medio
del aná lisis minucioso del pasado. Por lo tanto, al discutir el contexto o coyuntural
actual siempre partimos de un recorte analítico-temporal; acordamos un minimo de
unos 20 añ os hacia atrá s. No obstante, ese recorte analítico-temporal siempre es
relativo a la pregunta a la que intentemos dar respuesta. De modo que puede variar su
límite hacia el pasado, de 20 a 30, 40, o 100, 200, o hasta 500 añ os, etc. Lo importante
aquí es el problema que quiero analizar, eso determinara el recorte a realizar. Vale la
pena abrir un paréntesis, lo siguiente no emergió en la clase pero es preciso aclararlo.
El contexto está conformado por una temporalidad (la historia) y por una
territorialidad. Siguiendo la argumentació n presentada con respecto a los limites
temporaleas podemos, y debemos, hacer lo mismo para la cuestió n territorial. Si
analizamos una coyuntura política lo hacemos en relació n al un recorte territorial (la
geopolítica).
Por otro lado, ese contexto siempre es colectivo. Está constituido por una infinidad
de prácticas sociales contemporá neas entrelazadas: por agentes, grupos y colectivos
sociales en constante interacció n. Al conjunto total de prá cticas entrelazadas no
debemos concebirlas como conformando un estado armó nico y está tico. Al contrario
deben ser vistas como prá cticas contradictorias en contradicció n con otras prá cticas
contradictorias. En fin, el aná lisis de coyunturas debe hacerse a través del lente que
permite captar contradicciones. Categoría central que no debe esencializarse o
sustancializarse; es decir, reducir a un par de características permanentes e
invariables que determinan el ser de esas prá cticas sociales hasta la eternidad. Lo
clave aquí es ver las contradicciones como relaciones sociales históricamente
determinadas. Apelando a una categoría central dentro del marxismo no es
disparatado o apresurado decir que la coyuntura expresa la lucha de clases. Lo que
significa intereses, motivaciones, opiniones, representaciones e imaginaros que se
encuentran en tensió n constante y que derivan en iniciativas para la acció n colectiva
concretas, que se encuentran confrontadas y son antagó nicas. Por ejemplo:
construcció n de poder popular versus reproducció n del poder estatal. Lo que no hay
que perder de vista es que siempre hay una “iniciativa” que es “predominante”: en
otras palabras, es dominante y hegemó nica en un contexto dado. Por ú ltimo, esas
iniciativas pueden ser entendidas como proyectos culturales civilizatorios, o en otras
palabras, como horizontes (tal y como lo definimos desde Seminario de Cultura
Popular). En este texto hablaremos de dos grandes iniciativas-horizontes-culturales.
Muy esquemá ticamente, diremos que existen, por un lado, la iniciativa predomínate
del poder hegemónico capitalista; por otro lado, ejerciendo resistencia a la primera
encontramos la iniciativa de poder popular alternativo.
Poniendo en relació n todo lo antes dicho queda claro que para analizar un contexto
hay que definir una temporalidad, una territorialidad y un conjunto de prá cticas
contradictorias que expresan iniciativas políticas antagó nicas. Por ejemplo, mirar el
contexto regional de Latinoamérica en términos temporales amplios –los ú ltimos 500
añ os– desde la implementació n del capitalismo como modo de producció n, en tanto,
forma de organizació n de la vida cotidiana que implica dos “iniciativas” antagó nicas.
Por lo tanto, estaríamos pensando el orden social en el que vivimos hace unos 500
añ os. Un orden social formado por relaciones sociales monetario-mercantiles que
divide una formació n social en dos grandes grupos, los dueñ os de los medios de
producció n y los que venden su fuerza de trabajo para subsistir. En síntesis, cuando
hablamos de contexto regional estamos hablando del orden capitalista en el que
vivimos y tenemos naturalizado.
Luego podemos dividir en diferentes “fases”, “etapas”, “periodos” o “ciclos” esos 500
añ os buscando dar cuenta de la diná mica de dicho orden social. Antes de ello, lo que
salta a la vista es que se trata de un proceso y no de una constante o algo está tico, no
cambiante. Ese proceso, ya lo dijimos, está estructurado bajo mú ltiples
contradicciones. Por ende, lo que observaremos en la distintas “fases” es la correlación
de fuerzas existentes entre los dos grupos en lucha. Lucha que es econó mica, política e
ideoló gica al mismo tiempo. A su vez, no tenemos que dejarnos llevar por el deseo de
ver cambios donde no existen. La tendencia de todo orden social es a su reproducción.
A la reproducció n de una lógica. Julio Gambina nos invita a hacernos una pregunta
permanente cuando queremos analizar un contexto o coyuntura, a saber: “¿Cuál es la
lógica de lo que ocurre?” Por ejemplo, en la actualidad cuando nos preguntamos ¿Por
qué ganan los Bolsonaros, los Trumps? Estamos indagando por la ló gica que subyace a
un proceso histó rico que involucra prá cticas sociales contradictorias.
Para responder a esas preguntas hay que poner en relació n dos de los conceptos
que ya explicamos: lógica e historia. Por medio de un ejercicio abstracción podemos
construir el siguiente objeto de indagació n: la lógica del capitalismo actual
(recordemos, la historia) en Latinoamérica y el Caribe. En trazo grueso, podemos
afirmar que sus características predominantes y tendenciales son:
1. Existencia de un mercado de capitales de nivel mundial que se estructura según
una lógica de Libre Cambio /Comercio / Competencia. Lo que involucra los procesos
de producció n de mercancías, la circulació n de estas, ademá s, de la exacerbació n de
los procesos de financieros (de cará cter especulativo). Todo esto con el fin ú ltimo y
primero de la obtenció n de ganancias por medio de la implementació n de la libertad
de movilidad de capitales a nivel planetario. Obsérvese, que no es una libertad para
resolver necedades básicas de la població n, siempre tener presente las
contradicciones.
2. Aumento de la Flexibilización de la relación Capital-Trabajo. Lo que implica la
flexibilizació n del salario, la flexibilizació n de las condiciones de trabajo, la
flexibilizació n de las condiciones de Salud, la flexibilizació n condiciones de
medioambiente, etc. En síntesis, lo que denominamos flexibilización laboral. Nó tese
la contradicció n en este punto, si ahora se vuelve flexibles es porque antes eran
“rígidas”, esto ú ltimo se traduce en derechos de los trabajadores, que son conquistados
históricas. Es decir, en la pérdida de derechos adquiridos, consagrados e
institucionalizados.
3. Proceso de militarización de la sociedad mundial. Encabezado por las potencias
militares en diferentes regiones del mundo, por fuera de sus fronteras nacionales (por
ejemplo, las bases militares de EEUU en América Latina). Es evidente que esto va en
contramano a las soberanías y autonomías nacionales.
4. Tendencia al desarrollo de un capitalismo criminal. Envuelve la trata de
personas, la venta de drogas, la venta de armas, en síntesis, una economía del delito
que engloba también a la propia especulació n financiera, los paraísos fiscales, las
cuentas off-shore, etc.
Transversalmente a todas estas tendencias se evidencia un denominador comú n
que oscurece el contexto contemporá neo. Nos referimos a procesos de violencia
ascendente, que abarcan y tiñ en mú ltiples espacios y aspectos de nuestra vida
cotidiana. Esto no es para nada extrañ o, ya en 1867 Karl Marx nos decía en el capitulo
XXIV del Capital:
“En la historia real el gran papel lo desempeñan, como es sabido, la conquista, el
sojuzgamiento, el homicidio motivado por robo: en una palabra, la violencia.”; “La
violencia es la partera de toda sociedad vieja preñada de una nueva”; “Si el dinero, […],
viene al mundo con manchas de sangre en una mejilla, el capital lo hace chorreando
sangre y lodo, por todos los poros, desde la cabeza a los pies”
No obstante, la etapa o fase actual del capitalismo ha exacerbado esa violencia
originaria llevá ndola hacia umbrales nunca vistos. Esto puede corroborarse de
manera muy simple si uno reflexiona sobre los orígenes de esta fase actual, es decir,
del Neoliberalismo (NL) a nivel mundial. En un momento de la clase Julio Gambina
nos pregunto sobre la implementació n democrá tica de las políticas neoliberales en el
mundo. Sin embargo, se trata de una pregunta tramposa, ya que la instauració n del NL
no tuvo nada de democrá tico. La violencia, nuevamente, fue la partera del NL. En
términos históricos podemos decir que el “ensayo general” del NL fue puesto en
prá ctica por medio de las dictaduras militares de América Latina. Pensemos en la
dictadura de Pinochet del 1973 en Chile y la dictadura de la junta militar de Videla-
Massera-Agosti del 1976 en Argentina. Denominador comú n el Terrorismo de Estado
como estrategia del poder hegemó nico capitalista para instalar las políticas NL.
Como dijimos antes, por medio de la abstracció n podemos analizar esos procesos
histó ricos buscados su lógica subyacente que nos ayude a comprender y explicar los
mismos. El periodo inmediatamente anterior a las dictaduras se caracteriza por ser el
má ximo acumulado histó rico de la iniciativa de poder popular alternativo. Piense en el
gobierno de la Unidad Popular de Salvador Allende en Chile, o en el acumulado
histó rico de poder popular que se expreso en la Argentina en el Cordobazo, Rozariazo,
Viborazo, en fin, en las casi 20 puebladas populares que atravesaron el país entre el
1969 y 1972. A nivel internacional se puede ilustrar este proceso por medio del
triunfo militar de Vietnam sobre EEUU en los añ os 1973-1974. Otro modo de expresar
ese acumulado histó rico es a través de la serie de derechos que los trabajadores y el
pueblo fueron conquistando entre mediados de los añ os cuarenta y mediados de los
añ os setenta (conocidos como los “30 añ os gloriosos del capitalismo”). Es decir,
derechos adquiridos, consagrados e institucionalizados que se lograron como fruto de
la lucha de sujetos consientes, colectivos, populares y organizados políticamente.
Estos ú ltimos son la materializació n de iniciativa-horizonte-cultural del poder popular
alternativo.
Observamos, entonces, que para implementar el NL hubo que modificar la lógica de
acumulació n de poder popular – entendida como prá ctica social alternativa– que se
condenso alrededor de 1973-1974. Por consiguiente, la lógica actual (el NL) es
resultado, y se constituye, como una contradicció n con la ló gica previa, a través de un
proceso histó rico de des-acumulació n del poder popular (por medio del desarme de
los derechos adquiridos por medio de la violencia), al mismo tiempo que un proceso
re-acumulació n de poder por parte de la otra iniciativa-horizonte-cultural, a saber,
poder hegemó nico capitalista.
Con la ayuda que nos brindan los datos histó ricos (la investigació n histó rica
descriptiva) y el proceso de abstracció n que permite hacer visible la ló gica (la teoría
social proveniente de la economía política y la sociología política) podemos
comprender el proceso de luchas histó ricas que viene desarrollando las iniciativas
contrapuestas que definimos má s arriba.
Otra cuestió n que deja entrever este aná lisis del contexto contemporá neo es el rol
que cumplen las crisis. Mejor dicho, los procesos de crisis, ya que no se trata de un
acontecimiento puntual sino de una serie de procesos inter e intra relacionados. Lo
sustantivo de observar las crisis es que es un método y lente eficaz para analizar
cuá ndo, dó nde y por qué el capitalismo se transforma. Antes decíamos que el modo de
producció n capitalista en sus 500 añ os transito diferentes “fases”, “etapas”, “periodos”
o “ciclos”. El pasaje entre uno y otro se realiza mediante un proceso de crisis. La
historia de los ú ltimos 200 añ os nos marca tres grande perdidos de crisis. La primera
gran crisis del capitalismo se da entre 1874-1890 (conocida como “Pá nico de 1873”).
La segunda, y má s famosa, signada por el “Jueves Negro” que paso a la posteridad
como el “Crack del 29”. Que si la pensamos como un proceso de crisis abarca casi tres
décadas desde el inicio de la “Gran Guerra” en 1914, hasta finalizar la Segunda Guerra
Mundial en 1945; donde el Jueves Negro fue solo un acontecimiento dentro de un
proceso amplio de crisis econó mica, social y política dentro del periodo de
entreguerras (la “Gran Depresió n”). La tercera gran crisis del capitalismo se va en
torno a los añ os 1973-1975 y posteriores cuyo disparador inicial se conoce como la
“Crisis del Petró leo”. Por ú ltimo, la cuarta crisis es la que estalla entre 2006-2007-
2008. Comienza con el colapso de una burbuja inmobiliaria en 2006, pá nico y crisis
bursá til en 2007 (caída del Banco Lehman Brothers) y provoca alteraciones
gravísimas en la economía mundial a partir del 2008 (conocido como la “Gran
Recesió n”). A todo este racconto de fechas y procesos de crisis es necesario relacionar
con lo dicho má s arriba de las lógicas contradictorias. En cada uno de los pasajes de
fase, mediante una crisis, encontramos mutaciones en el orden capitalista: “venia de
una manera y salió de otra manera” nos decía Gambina.
De la primera crisis el capitalismo sale fortalecido ya que se generaliza y afianza la
Segunda Revolució n Industrial lo que significo el triunfo del maquinismo y de la gran
industria sobre la mediana y pequeñ a, el aumento de la producció n y la expansió n del
mercado mundial de mercancías. En fin, el periodo que se abre luego de las crisis es
conocido como “La Belle É poque”. La contracara de ese proceso es la derrota del
movimiento obrero, pensemos por ejemplo en la caída de la Comuna de Paris en 1971
o la disolució n de la Primera Internacional de los Trabajadores 1876.
La segunda crisis tendrá una salida diferente a la primera. Pensemos que en 1917
estalla y triunfa la Revolució n Rusa materializando la iniciativa que denominamos
aquí de poder popular alternativo. Ademá s, con el fin de la segunda guerra mundial se
empiezan a aplicar políticas keynesianas en varios países del mundo, así como
proliferan los Estados de Bienestar. Este perdido estará signado por la Bipolaridad y
la cristalizació n de muchos derechos que son reclamos histó ricos del momento
obrero. Recordemos que es el periodo donde se dan la Revolució n China, la
Revolució n Cubana, la emergencia de varios Movimientos de Liberació n Nacional. Por
otro lado, ya lo dijimos, se conoce a esta fase del capitalismo como “30 añ os gloriosos
del capitalismo”, a grandes rasgos, estará marcado por un crecimiento econó mico
significativo donde la relació n capital-trabajo se mantendrá “equilibrada”
relativamente.
La tercera crisis estará marcada por la reacció n del capital frente al avance del
trabajo en el periodo anterior. Ya dijimos lo esencial de esta crisis má s arriba. En
síntesis, es el pasaje del los Estados de Bienestar a lo que David Harvey denomina
Estados neoliberales; es decir, un Estado que encarna los intereses de la propiedad
privada, las empresas, las compañ ías multinacionales y el capital financiero
internacional. El mismo autor en Breve historia del Neoliberalismo describe y explica
de manera magistral los “orígenes” del NL. Desde la implementació n en la dictadura
chilena (“primer experimento neoliberal en el mundo”), que señ alamos má s arriba,
hasta las embrionarias formulaciones (ideoló gicas) de la primera reunió n de
intelectuales reaccionarios y de derecha que se congrego en Mont Pelerin, Suiza en
1948. Pasando por los desarrollos formales y teó ricos de la Escuela de Chicago (con
Milton Friedman a la cabeza y a quien agradecerá n con el Nobel de Economía de
1976); que será n aplicados por los “Chicago Boys” (becados por la CIA) de la Pontifica
Universidad Cató lica de Chile que colmaran las carteras econó micas de la dictadura de
Pinochet. Lo relevante aquí es no perder de vista la siguiente tendencia, cuando se
produce un proceso de acumulació n de poder de una de las iniciativas culturales; al
mismo tiempo, se inicia embrionariamente la reacció n a esa acumulació n de poder
por parte de la otra iniciativa cultural. Ilustrando esto tenemos la reunió n en Mont
Pelerin en cuando estaban empezando a dar sus primeros frutos las políticas
keynesianas en la Europa de posguerra.
Nos queda analizar la ú ltima –por el momento– crisis del capitalismo mundial y las
mutaciones producidas en el mismo. La crisis del 2007-2009 sigue en pie hoy en día –
2019 y contando– y no es posible saber a ciencia cierta que nos depara el futuro. Con
suerte, con un detallado aná lisis de contexto –lo que estamos tratando de explicar
aquí– podremos identificar algunas tendencias generales. De modo que
indefectiblemente llegamos a una pregunta clave en este contexto actual: ¿Cómo será
el mundo que viene?
La respuesta la construiremos por medio de un aná lisis del contexto que investigue
en el pasado, es decir en perspectiva desde un presente coyuntural –con sus
preguntas urgentes– como será n las tendencia a futuro del orden capitalista
contemporá neo. Esas repuestas, nacerá n desde, y se encauzaran sobre iniciativas
políticas que intente direccionar la “solució n/salida de la crisis” hacia una de los
extremos de las relaciones –dicotó micas-antagó nicas– capitalistas (Capital-Trabajo).
Por lo tanto, para responder a la pregunta previa hay que tener en mente otra: ¿Cual
es nuestro horizonte?
Las prá cticas concretas a desarrollar hoy para construir el futuro deseado deben
basarse en certezas que construiremos a través de un ejercicio de abstracció n
mirando al pasado, es decir prá cticas previas. Parafraseando a un viejo aforismo
podemos afirmar: "Los pensamientos sin prácticas son vacíos; las intuiciones prácticas
sin conceptos son ciegas". Por lo tanto, debemos mirar el contexto completo de los
ú ltimos 30 o 40 añ os para comprender las posibles salidas a la ú ltima crisis del
capitalismo en Nuestra América.
→ toman carta de ciudadanía en los ú ltimos dos países dominantes, es decir, las
potencias hegemó nicas e imperialistas a nivel global en los ú ltimos 200 añ os (1979-
Thatcher / 1980-Reagan) ↔ Procesos difusió n planetario: La coyuntura actual (2019)
se viene construyendo hace 45 añ os, desarmando y desmontando las conquistas social
previas (derechos) → Marca el rumbo de la coyuntura (iniciativa dominante), nuevo
rumbo cultural hegemó nica contemporá nea, predominio del libre C/C/C; sucede tanto
en el Norte-global como en el Sur-Global (y al interior de todos estos países)→ La
cristalizació n de los mayores logros del NL se da en el añ o 1989-Terminar con la
bipolaridad: Caída del Muro de Berlín

→ Se empiezan objetar seriamente las políticas NL en América Latina → Latinoamérica


es el territorio para el ensayo de las políticas críticas al NL (2007-2010 aprox.), como
“laboratorio de creatividad política” donde se inventan formas institucionales, donde
se inventan horizontes civilizatorios. No es menor la noció n de invención. → 1989-El
Caracazo (Gran movilizació n popular de rechazo a las implementació n de políticas
NL) / 2001-Crisis Argentina (“Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”) / () =
Rechazo, Resistencia, Critica, en síntesis, “de no” , esta palabra constituye la rebelió n
popular, no perderla de vista, ejemplos: “No al ALCA”, “No al endeudamiento externo”,
“No a la militarizació n”, el “Ni una menos”, etc. Momento de toma de conciencia que
“no quiero” má s el presente, es decir, esta realidad, este orden de cosas, es decir
primer momento dialectico. Notar que esto “no” no significa la construcció n del “si”,
segundo momento dialecto. Esos “si” se dará n en torno al 2007-2010
aproximadamente, ellos son por ejemplo, la integración regional en América Latina de
nuevo tipo (en contraste con la “integració n” subordinada que venía como una
estrategia desde el poder hegemó nico, es decir, el ALCA-Área de Libre Comercio de las
Américas) al estilo el ALBA-TCP (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América (2004) - Tratado de Comercio de los Pueblos (2006)). Una estrategia
alternativa intentada desde Nuestra América contra la estrategia del poder
hegemó nico que encabeza EEUU en la regió n.

Discutir la democracia → Contexto actual Latinoamericano → ¿como simple


acumulación de votos en un momento electoral? → Concepto: Democracia participativa
(¿?-Constitució n de Venezuela) / Cultura originaria-ancestral Boliviana del “Vivir Bien”
→ 2009-Constitucion de Bolivia (Concepto: Democracia comunitaria)

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