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DOCENTE: Mg.

Wendy Sheila Ortiz


Roalcaba
ESTUDIANTE: Roxana Isabel Chuquino
Dominguez
CÓDIGO: K03528G
CICLO: VI

AÑO: 2020
TAREA Nº 01
1. Investigue y profundice uno de los modelos psicológicos
revisados en clase, con los que usted se sienta más identificado.

El Psicoanálisis y las nuevas formulaciones psicoanalíticas: la búsqueda de la causa


inconsciente de la conducta.
El psicoanálisis es una teoría desde la que se consideró que la historia del individuo,
sobre todo los primeros años, es esencial para comprender el funcionamiento adulto. Para
Freud, padre del psicoanálisis, los primeros conflictos determinan en parte el
funcionamiento adulto. El psicoanálisis supuso una ruptura con la línea dominante, al
considerar que para interpretar nuestros actos hay que considerar un conjunto de
mecanismos inconscientes.
Para Freud el psicoanálisis no constituye una búsqueda científica
imparcial, sino que es un acto terapéutico cuyo objetivo es modificar
el comportamiento. Posteriormente añadió que la elaboración y
extensión de la teoría hace que el psicoanálisis sea, además de una
técnica terapéutica y de una teoría auxiliar de la patología, una teoría
del psiquismo humano.

El carácter general de la teoría lo reafirmó cuando insistió en la


identidad de los contenidos psíquicos de los individuos neuróticos y sanos: los primeros
fracasan donde los segundos consiguen resolver los conflictos.

Por otro lado, con respecto al desarrollo sexual, Freud propuso que cualquier individuo
atraviesa una serie de fases en su desarrollo sexual, cada fase se caracteriza por una
zona erógena, zona del cuerpo que produce la satisfacción de la libido) y el
desplazamiento de estas zonas dominantes conlleva la sucesión de una fase a otra. Cada
fase se caracteriza por un tipo de relaciones objetales y de mecanismos psíquicos que
nos indican la evolución de la personalidad del individuo y de su socialización progresiva.
Estas fases reciben el nombre de oral, anal, fálica, de latencia y genital.

Para entender el concepto de sexualidad de Freud hay que entender que él la consideró
en un sentido amplio, de manera que, como indicó en su libro Tres ensayos sobre la
teoría de la sexualidad, la sexualidad es una función corporal que persigue la obtención
de placer y que no se halla reducida a los órganos genitales, por esto consideró que los
bebés nacen con necesidades sexuales. Esta idea de considerar la infancia como la sede
de complejas pulsiones sexuales chocó con la imagen de la imagen de la infancia
considerada como un periodo de inocencia y armonía (Martí, 1991) .

Ello, yo y superyó
Ello, yo y superyó son instancias que forman la psique
humana, de acuerdo con la teoría de la personalidad,
desarrollada por Sigmund Freud en sus estudios sobre el
psicoanálisis.

El ello es el componente innato de los individuos, las


personas nacen con él. Consiste en los deseos,
voluntades e instintos principalmente originados por el
placer. A partir del ello se desarrollan las otras partes
que componen la personalidad humana: yo y superyó.
El yo surge a partir de la interacción del ser humano con su realidad, adecuando sus
instintos primitivos (el ello) con el ambiente en que vive. El yo es el mecanismo
responsable por el equilibrio de la psique, buscando regular los impulsos del ello, al
mismo tiempo que intenta satisfacerlos de modo menos inmediato y más realista. Gracias
al yo la persona logra mantener la cordura de su personalidad. El yo comienza a
desarrollarse ya en los primeros años de vida del individuo.

El superyó se desarrolla a partir del yo y consiste en la representación de los


ideales y valores morales y culturales del individuo. El superyó actúa como un
"consejero" para el yo, alertándolo sobre lo que es o no moralmente aceptado, de acuerdo
con los principios que fueron absorbidos por la persona a lo largo de su vida.

De acuerdo con Freud, el superyó comienza a desarrollarse a partir del quinto año de
vida. Es aquí cuando el contacto con la sociedad comienza a intensificarse, a través de la
escuela, por ejemplo. En este momento las relaciones sociales pasan a ser mejor
interpretadas por la persona.

En suma, estos tres componentes de la formación de la personalidad —ello, yo y


superyó— son las representaciones de la impulsividad, de la racionalidad y de la
moralidad, respectivamente.
Me siento identificada con el Psicoanálisis, el detalle con el que podemos analizar y
trabajar desde lo más profundo de las personas sacando a relucir circunstancias no
identificadas en otros modelos puesto que el subconsciente nos lleva a un mundo de
experiencias por analizar las cuales, se deducen desde la niñez y son proyectadas en la
vida adulta. Etapas como el estado neurótico, complejos Edipo, Electra, fobias, catarsis, la
líbido el fetichismo entre otros.

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