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Diplomacia de Cumbres
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Roberto Yepe 2
1 Resumen de la ponencia presentada por el autor en el Seminario Internacional sobre “Diplomacia de Cumbres”,
La Habana, Cuba, 30 de marzo, 2011.
2 Profesor en el Instituto Superior de Relaciones Internacionales “Raúl Roa García” en La Habana, Cuba.
para el surgimiento de un nuevo conjunto de como los intentos secesionistas en Bolivia en
instituciones propiamente latinoamericanas el 2009, el acuerdo entre Estados Unidos y
y caribeñas de gran dinamismo, que le han Colombia sobre bases militares firmado ese
dado un nuevo impulso a la diplomacia de mismo año –aunque obviamente es un asun-
cumbres. to en el que no se podía alcanzar consenso-, y
el intento golpista en Ecuador en el 2010.
En este sentido, la Alianza Bolivariana para
los Pueblos de Nuestra América (Alba), sur- La importancia de la flamante Comunidad de
gida en diciembre de 2004, muestra ya im- Estados Latinoamericanos y caribeños (CE-
presionantes realizaciones en los campos LAC), es difícil de exagerar3. Su solo nacimien-
económico y social, reflejadas en los diversos to constituye una contribución fundamental
proyectos grannacionales que resuelven pro- al desarrollo de un sentido de identidad la-
blemas concretos de la población y en los so- tinoamericana y caribeña, de una verdadera
lidarios programas de cooperación que han comunidad de naciones. Como había apun-
permitido formar decenas de miles de médi- tado el profesor José Bell Lara hace algunos
cos, así como que millones de personas acce- años:
dan a servicios gratuitos de salud y sean alfa-
América Latina ha tenido una carac-
betizados. Puede afirmarse que en la larga y
terística: en su conciencia colectiva se
mayormente fallida historia de la integración
alberga la idea-fuerza de la unidad lati-
latinoamericana y caribeña, el Alba es el pro-
noamericana, pero eso no ha conducido
ceso unitario que más resultados concretos
a la constitución de un organismo que
ha logrado en menos tiempo. Igualmente, el
agrupe a todos los Estados de la región. 4
apoyo del gobierno venezolano ha proveído,
con Petrocaribe, una tabla de salvación a va- La CELAC responde así a una importante deu-
rias economías vulnerables de Centroaméri- da histórica. Antes de la Celac, el único foro
ca y el Caribe, severamente impactadas en las en el que participaban plenamente todos
condiciones de crisis económica global y de los mandatarios de América Latina y el Ca-
altos precios de los hidrocarburos prevale- ribe era la Cumbre ALC-UE, pero se trata de
cientes durante los últimos años. un mecanismo para interactuar con un actor
extrarregional. En la Cumbre Iberoamerica-
La Unión Sudamericana de Naciones (UNA-
na, por su parte, no participan los países de
SUR), constituida como tal en el 2008 a partir
la Comunidad del Caribe, en tanto que en la
de un proceso iniciado con la Primera Cum-
Cumbres de las Américas Cuba sigue estando
bre de Presidentes de América del Sur en el
injustificadamente excluida.
2000, es otra organización de gran importan-
cia geoestratégica que debe propiciar signifi- Con el ALBA, UNASUR y la CELAC, puede
cativos avances en materia de integración de hablarse del surgimiento y desarrollo de un
la infraestructura física regional sudamerica- nuevo multilateralismo en América Latina y
na, sin que ello le impida apropiarse de temas el Caribe, sobre todo a partir de tres rasgos
de tanta relevancia como el de la seguridad, de gran trascendencia que tienen en común
tradicionalmente monopolizado por las ins- estos procesos:
en América Latina y el Caribe
4 Bell Lara, José. (2008) La integración latinoamericana, un camino inconcluso. Ediciones Ántropos, Bogotá.
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poner una supuesta comunidad de valo- su política exterior hacia el unilateralismo y
res compartidos en el hemisferio, cuyo el irrespeto del Derecho Internacional. Pero
real significado era el pensamiento único con los trascendentales cambios ocurridos
y la aplicación a ultranza del neoliberalis- durante los últimos años, expresados parti-
mo económico. Con todas las complejida- cularmente en el significativo incremento de
des políticas que ello implique, el respeto la concertación política y la mayor autonomía
de este principio es una condición indis- de la proyección externa de nuestra región,
pensable para el ulterior desarrollo de las estas instituciones hemisféricas no deberían
instituciones multilaterales en la región, mantener la misma esencia y modo de fun-
si pretendemos verdaderamente alcanzar cionamiento del actual sistema interameri-
la unión latinoamericana y caribeña. La cano, y probablemente tampoco convendría
manera en que se proyectaron los manda- que mantuvieran su sede en Washington. El
tarios en la cumbre constitutiva de Celac sistema interamericano, tal cual se concibe
de Caracas, demuestra que esto es muy y funciona en la actualidad, es incompatible
deseable y posible. con el proceso unitario latinoamericano y ca-
ribeño.
• Han permitido desarrollar un sentido de
la solidaridad regional no visto desde las Por otro lado, estos nuevos mecanismos ge-
luchas por la independencia, como se evi- nuinamente regionales surgidos en el pre-
denció en los eventos en Bolivia y Ecua- sente siglo y de gran dinamismo funcional,
dor, anteriormente mencionados, el apo- coexisten con un conjunto de foros y organis-
yo a Argentina en el tema de las Malvinas mos creados en décadas anteriores del pasa-
frente al colonialismo británico, en la mo- do siglo y que, en general, están inmersos en
vilización solidaria multilateral con Haití, una situación de letargo y anquilosamiento
y en la solidaridad con Cuba en contra del que motiva serios cuestionamientos sobre
bloqueo y de su exclusión de la Cumbre la viabilidad futura de los mismos. Induda-
de las Américas. blemente, si bien es muy difícil crear un foro
internacional, posiblemente más difícil es lo-
• Quiérase o no, han puesto en primer pla-
grar su extinción cuando ha perdido su razón
no la vigencia de la contradicción entre
de ser, debido a los intereses creados. Sin em-
el “bolivarianismo” y el “panamericanis-
bargo, parece inevitable y necesario que en
mo”, que representa el principal factor de
determinado momento la región se aboque a
complejidad en el actual entramado ins-
un proceso de restructuración y racionaliza-
titucional multilateral de la región. Todos
ción de aquellos mecanismos multilaterales
los países latinoamericanos y caribeños,
que han perdido relevancia.
excepto Cuba, actúan en ambas dimensio-
nes, aunque incluso Cuba recientemente En este sentido, debe tenerse en cuenta que
manifestó su disposición a participar en muchos de los gobiernos latinoamericanos
las cumbres hemisféricas, de ser invitada y caribeños enfrentan serias limitaciones
en igualdad de condiciones y con plenos e en cuando a su capacidad institucional para
iguales derechos atender adecuadamente a los múltiples foros
en América Latina y el Caribe
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El valor de la Diplomacia de Cumbres para hacer avanzar acuerdos y proyectos que
a, a niveles inferiores de la burocracia gu-
La diplomacia de cumbres ha recibido crí-
bernamental, difícilmente podrían despegar.
ticas a partir del argumento de que suelen
Igualmente, por ejemplo, son oportunidades
ser eventos costosos y con pocos resultados
ideales para tratar asuntos bilaterales de alta
prácticos para la vida de los pueblos. Si bien
sensibilidad, evitándose así visitas y reunio-
en ocasiones a este cuestionamiento no le
nes bilaterales específicas que pudieran ser
falta razón, no debe generalizarse a todos los
más delicadas políticamente de cara a la opi-
foros y, dentro de ellos, a todos sus eventos.
nión pública nacional de los países involucra-
La utilidad de la diplomacia de cumbres no se dos.
deriva únicamente de los resultados prácticos
De manera general, la diplomacia de cumbres
o concretos de los organismos o foros en los
es un espacio privilegiado que permite tratar
cuales se desarrolla. Constituye una modali-
asuntos bilaterales con muchos países y de
dad cuyos valores agregados, en su conjun-
manera muy eficiente. De esta forma, el bila-
to, en ocasiones llegan a ser más relevantes
teralismo y el multilateralismo se encuentran
que los propios temas y objetivos contenidos
en un círculo virtuoso, aunque no exento de
en la agenda formal de los respectivos even-
encontronazos anecdóticos entre los man-
tos cumbres. A menudo, diálogos políticos y
datarios, que forman parte de la diplomacia
acuerdos de gran relevancia no trascienden
desde su propio surgimiento histórico.
públicamente.
En suma, en un mundo tan complejo y de rit-
Su principal aporte es la manera en que con-
mo vertiginoso como en el que vivimos, si la
tribuye a desarrollar e intensificar la comuni-
diplomacia de cumbres no existiera, habría
cación política y la confianza al más alto nivel.
que inventarla.
También suele propiciar el impulso decisivo
en América Latina y el Caribe
La Diplomacia de Cumbres