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Comentario crítico 3

Alumno: José Ramón Rojas

Instrucciones para el Comentario Crítico sobre el texto de Bentham

Identifica y explica dos ideas originales centrales que plantea Bentham en la selección
asignada para lectura, y compáralas con las posturas de las dos escuelas éticas
estudiadas anteriormente durante el curso (la Ética de las Virtudes, de Aristóteles &
Tomás de Aquino, y la Dianoética, de Kant). Analiza las consecuencias prácticas de
cada una de estas ideas, sus fortalezas y debilidades, y fundamenta cuál postura, a tu
juicio, te parece más sólida para orientar el comportamiento ético.
Una de las ideas centrales que plantea Bentham es la del principio de
utilidad. En el marco de este principio, cabe señalar que, se define en la P. 12
como: << Es aquel principio que aprueba o desaprueba cualquier acción de que se
trate, según la tendencia que parece tender a aumentar o disminuir la felicidad de
la parte cuyo interés está en juego; o, en otras palabras, promover u oponerse a
ella.>> Cabe señalar que el autor plantea que las acciones no solo son ejecutadas
por el individuo sino que también pueden ser parte de un colectivo como por
ejemplo un institución o estado de un gobierno. De esta manera, la suma de
acciones puede llegar a ser positivas, aun cuando afecten al individuo. Por esta
razón, se puede descartar al utilitarismo como una ética que promueve el
hedonismo siendo bastante factible bajo mi punto de vista.

Esta idea, en comparación con la ética de las virtudes tiene un grado de similitud
en cuanto a la búsqueda de la felicidad o ausencia del dolor. Ya que, el principio
de utilidad busca el beneficio personal (o grupal), que es muy similar a la
búsqueda de la felicidad. Sin embargo, dentro de esta búsqueda el mecanismo que
utiliza el principio de utilidad no tiene ningún marco regulatorio o forma de
hacerse, más allá de ponderar subjetivamente que es lo que nos produce mayor
beneficio. Mientras que, para la ética de la virtud, existe una forma de encontrar
esta felicidad; por medio de las virtudes (prudencia, fortaleza, templanza). Lo cual
de cierta manera implica un desarrollo o aprendizaje personal. Por otro lado, en
comparación con la Dianoética de Kant, difiere casi en su totalidad. Ya que para
Kant lo esencial está en el actuar por deber, en función de una máxima que pueda
ser una ley universal. Esta máxima no es independiente del medio, es decir, el
carácter moral se establece desde la idea de la acción. Por tanto, aun cuando un
acto pueda ser éticamente correcto bajo el principio de utilidad, bajo el principio
del imperativo categórico este mismo acto puede no tener valor o incluso ser
contrario a la moralidad si el medio por el cual se realiza no es por deber.

En la práctica esta idea o principio tiene como consecuencia que las personas para
tener una conciencia moral tranquila deben hacer las cosas en función de una suma
de consecuencias positivas para si mismo o el sistema; o bien, para alejarse del
dolor, es una idea que finalmente tiene su kernel en el resultado de las acciones.
Dentro de las fortalezas que tiene este modelo, esta la facilidad en el actuar y la
tendencia intrínseca del ser humano a buscar la felicidad. Porque, por un lado, el
cómo valoramos las cosas que nos producen satisfacción por lo general son fáciles
de identificar. Por otro lado, como seres humanos racionales siempre vamos a
preferir estar en un estado ausente de dolor o incluso inclinados al placer. Como
debilidad se tiene que pudiese mal interpretarse la búsqueda de la mayor felicidad
como una búsqueda personal que tiende al hedonismo. Por lo tanto, podría ser es
necesario entender la verdadera finalidad del principio de felicidad o bien que se
plantee un mecanismo regulatorio externo, frente a inclinaciones que pudiesen
satisfacer nuestra tendencia a la felicidad pero que realmente son impropias en una
sociedad, como la mera satisfacción de nuestros placeres personales. (es más libre
que la ética de la virtud porque se podría llegar de “cualquier manera”)

La segunda idea original de Bentham sería la cuantificación de la cantidad


de placer o dolor. Esta idea nace a partir de lo mencionado anteriormente, es decir
de la búsqueda de una felicidad que sea una ponderación positiva de la suma de
placeres y dolores. Esta cuantificación permitiría verificar el valor moral de las
acciones de las personas, reconociendo así lo referente al bien y el m al.

Para esta cuantificación el autor plantea en su texto P.35 lo siguiente: <<A una
persona, considerada por sí misma, el valor de un placer o dolor considerados por
sí mismo, serán mayores o menores de acuerdo con las cuatro circunstancias
siguientes: 1. Su intensidad 2. Su duración. 3. Su certeza o incerteza. 4. Su
proximidad o distancia.>>. Junto con las cuatro consideraciones señaladas
anteriormente, el autor plantea tres más las cuales son: 5. La fecundidad, 6. Su
pureza y 7. Su alcance.

Comparando esta idea con la ética de las virtudes tienen en común que existe una
forma de medir o de tener un punto de referencia hacia el bien obrar. Porque para
la ética de las virtudes, se establece el criterio del punto medio. Por otro lado,
difiere en la medida que no se cumple el hecho de la necesidad de actuar de
manera virtuosa.

Por otro lado, para la ética kantiana también existe un mecanismo para encontrar el
fin último; el imperativo categórico. Sin embargo, este método difiere en el fondo
con el planteado por Bentham. Debido a que es esencialmente un método que guía
a una inclinación que no tiene carácter moral y por otro lado es un método
subjetivo el cual dependerá de cómo lo realiza y las consideraciones de cada
persona. Es decir, no existe una universalidad en su método.

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