HUMEDAD CAPILAR, ¿COMO PREVENIRLA Y CONTROLARLA?

ANGELA MARÍA VILLAMIL CHAPARRO

11 octubre 2020

Universidad Santo Tomas Educación Abierta y A Distancia

Facultad de Ciencias y Tecnologías
Especialización en Patología de la Construcción
Humedades y fisuras
Bogotá D.C
 HUMEDAD CAPILAR, ¿COMO PREVENIRLA Y CONTROLARLA?

Se define como el tipo de humedad ocasionada por ascenso de las aguas del subsuelo por
capilaridad, el vapor de agua que contiene diferentes minerales se cristalizan ocasionando
manchas que se forman con la porosidad de los materiales facilita su avance, está presente
principalmente en estructuras enterradas, primeros pisos y levantamiento de pisos.
Aunque es bien sabido que la existencia de humedad es inevitable, se debe buscar su control
dada la incidencia negativa en el aspecto de la construcción y el detrimento de las propiedades
intrínsecas de los materiales; la humedad de este tipo favorece, la aparición de enfermedades
respiratorias, la degradación de la mampostería, el pañete contribuyendo a la formación de
mohos y fisuras.
Para diagnosticar la humedad capilar se debe realizar una inspección visual detallada y en lo
posible una termografía, recordando que si evidencia agua es humedad por filtración, se busca
desprendimiento de pintura, manchas oscuras, mohos y cambios de color ascendente desde el
nivel del suelo, si se hacen reparaciones sin controlar el origen de la humedad, se pueden
evidenciar humedades que aparecen en un nivel superior de las soluciones iniciales, como por
ejemplo las manchas por encima del nivel de un mortero impermeabilizado.

Por lo que se recomienda el uso de impermeabilizantes, filtros, evitar empozamientos, uso de

medias cañas, reducir la relación a/c a un máximo de 0.45 a fin de reducir el desplazamiento
del agua en el concreto, vigilar en especial el curado del concreto para que se garantice el
terminado libre de poros superficiales dado que la humedad capilar es el medio para los
ataques de sulfatos, carbonatación y cloruros.
Dentro de las soluciones posibles a la capilaridad; siendo lo ideal la intervención de las 2 caras
del elemento afectado se tienen: impregnaciones hidrófobas, (rellenan los poros, son
soluciones de silicio, repelen el agua que se fija en los poros del concreto, no son funcionales
a sobre presión, se hacen perforaciones en los muros y se inyectan), impregnaciones selladoras
(reducen la porosidad superficial y refuerzan la superficie, son polímeros y epoxis, el tamaño
de las partículas debe ser menor que el diámetro de los capilares de concreto, reducen
significativamente la carbonatación, la lixiviación, requieren una superficie uniforme y
homogénea), revestimientos (se evita el contacto, tiene espesores de 0.5mm a 5mm, debe
quedar perfectamente adherido al concreto, protege contra la carbonatación, se recomiendan
espesores superiores a 0.33 mm, con resistencia a las acciones mecánicas y a la difusión del
vapor del agua), en edificios nuevos se pueden usar barreras físicas y /o filtro que contribuyan
a conducir el agua, en edificios ya construidos se pueden usar técnicas como la electro osmosis;
invirtiendo la polaridad, haciendo que el agua descienda, que puede combinarse también con
higroconvectores que con un flujo de aire permiten eliminar las humedades.
Se debe optar por la alternativa que mejor se adapte al tipo de material, necesidades
económicas, estéticas y técnicas, dado que por ejemplo en los muros en concreto reforzado no
es posible la inyección.