Según algunos, fue el barón Pierre de Coubertin, historiador, pedagogo francés y
el responsable de volver a implantar las Olimpiadas de la era moderna, quien la
diseñó en 1913 con la idea de representar en ella la unión entre los cinco continentes a través del deporte y la sana competición.
Le dio a cada color un significado:
o El azul representa a Oceanía por el color de sus mares y
o el verde Europa por sus grandes extensiones de naturaleza; o el negro y el amarillo representan a África y Asia respectivamente por el color de la piel de sus habitantes y o el rojo evoca a América por los “piel roja”; y por último, con el blanco quiso simbolizar la paz en el mundo.