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La pandemia agravó todas las emergencias sociales que el pueblo argentino y chaqueño venía
padeciendo. El Gran Resistencia, es el segundo conglomerado urbano con más personas pobres del
país según los datos del primer semestre de 2020 difundidos el 30 de Septiembre por el INDEC,
registrando 201.487 personas en la pobreza (48,7%) y 75.465 en la indigencia (18,2%), sólo superada
por la ciudad entrerriana de Concordia, que registró 52,2 de personas bajo la línea de pobreza. Se
observa el fuerte impacto de la pandemia de coronavirus. Estas condiciones son aún más graves en
comunidades indígenas y población con precariedad habitacional y laboral.
EL DÉFICIT HABITACIONAL
En ese marco, empujados por esta situación, expulsados del campo donde avanza la soja, los
desmontes y la contaminación, hacinadas 2 o 3 familias en una casa de hasta 20 personas, desalojados
de la piecita por no poder pagar, se producen estas situaciones de ocupaciones en aumento.
Es verdad que especuladores se montan sobre esta necesidad de miles y tratan de usarla, pero no es lo
que predomina y no se debe desviar la atención, de lo que es un fenómeno social de amplias masas y
en crecimiento, porque las condiciones sociales, de trabajo, de producción, de salud, se han agravado,
con el crecimiento de la desocupación y el hambre, en los últimos años donde no se construyó una sola
vivienda y ahora agravado por la pandemia.
El presidente del Instituto Provincial de Desarrollo Urbano y Vivienda del Chaco, Diego Arévalo, afirmó
en Mayo del 2020, en Radio Nacional Resistencia, que en la actualidad hay un listado de 90 mil
personas que están a la espera de sus viviendas: “están inscriptas desde hace muchos años y desde el
2018, se agregaron cerca de 26 mil, que indica claramente la necesidad de tener una política activa
para poder satisfacer a todos, un objetivo que seguramente en los 4 años de nuestra gestión, no vamos
a poder cumplir”, acotó.
Asimismo, el Poder Legislativo del Chaco, aprobó hace un mes por unanimidad, la Ley 3201K de
Emergencia Habitacional y Laboral, que reconoce esta gravísima situación social , donde sólo en el
Gran Resistencia, existen más de 380 asentamientos, donde viven casi el 50% de la población del
mismo.
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En lo que respecta a los grupos en especial situación de vulnerabilidad, en el artículo 35 de la
Constitución de la Provincia del Chaco, a partir de su reforma, establece una especial ponderación de
grupos históricamente vulnerados mujeres, niños, niñas y adolescentes, adultos mayores y personas
con discapacidad. Hay que tener en cuenta la doble vulnerabilidad en los casos de grupos de riesgo,
(mayores de 60 años, personas con patologías, mujeres embarazadas, etc.).
Además de los derechos de los niños, niñas y adolescentes ratificados por Ley 26.061, también debe
considerarse en especial situación de vulnerabilidad a mujeres, disidencias, personas con
discapacidad, adultos mayores y pueblos indígenas.
En lo que respecta a las Naciones y Pueblos Indígenas, el Convenio de la OIT 169, el artículo 14 reza:
“1. Deberá reconocerse a los pueblos interesados, el derecho de propiedad y de posesión sobre las
tierras que tradicionalmente ocupan. Además en los casos apropiados deberán tomarse medidas para
salvaguardar el derecho de los pueblos interesados a utilizar tierras que no estén exclusivamente
ocupadas por ellos, pero a las que hayan tenido tradicionalmente acceso para sus actividades
tradicionales y de subsistencia.”
En este sentido, también el Artículo 75, Inciso 17 de la Carta Magna, reconoce la preexistencia del suelo
indígena comunitario. En igual sentido el Artículo 37 de la Constitución de la Provincia del Chaco,
reconoce la existencia de los pueblos indígenas, su identidad étnica y cultural comprometiendo al
Estado a asegurarles tanto la participación en la protección, preservación, y recuperación de los
recursos naturales y demás intereses que les afecten. Como así también su elevación socioeconómica
con planes adecuados.
En este marco fue sancionada la Ley 23.302, adherida por la Provincia del Chaco por Ley 675-W, dónde
es reafirmado el derecho de las Naciones Indígenas a viviendas dignas, estableciéndose la necesidad
de promover la creación de programas a tales fines, en tanto que por Ley 26.160 (adherida por el Chaco
por Ley número 1812-W), se prevé la emergencia en materia de Posesión y Propiedad de las tierras que
tradicionalmente ocupan las comunidades indígenas originarias del país, así en su primer artículo se
declara la misma, prorrogándose hasta el 23 de noviembre de 2.021 por ley 27.400.
Se puede observar a las claras que existen Decretos y Leyes, que demuestran preocupación por los
pobladores, tanto urbanos como rurales, algunos imposibilitados de pagar un alquiler, otros, antes
dueños de las tierras y ahora confinados en condiciones precarias y de extrema pobreza, tanto que la
medida cautelar de la Corte Suprema de Justicia de la Nación habló de “genocidio silencioso” en el
Chaco, empujados al éxodo a partir de esas condiciones, no sean desalojados.
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La mayoría de las ocupaciones, no cumple estos requisitos, no se puede imputar usurpación y por lo
tanto delito. Está claramente expresado en el Código Penal, como está claramente expresado en la
Constitución Nacional y Provincial, el derecho a la vivienda y la obligación del Estado a resolverlo. El
mismo Estado reconoce estas condiciones sociales de vida y hábitat, con lo cual se puede decir, que lo
que hay luego de tanta legislación provincial, nacional e internacional, es incumplimiento de deberes
de funcionario público.