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Derechos de la personalidad.

Son los derechos innatos del hombre cuya privación


importaría el aniquilamiento de su personalidad.

Naturaleza jurídica. Existe una controversia entre los que opinan que no
constituyen derechos subjetivos, sino que importan presupuestos jurídicos de la
personalidad y los que opinan que se trata de derechos subjetivos de contenido
peculiar. Entre los primeros (no subjetivos) se encuentra Orgaz, quien dice que los
derechos de la personalidad no son derechos subjetivos porque falta en ellos un
“deber jurídico” en correspondencia a la prerrogativa del titular, así como también
un objeto sobre el que pueda recaer la prerrogativa del sujeto, que en ésta
situación no podría distinguirse del mismo sujeto. Además, tales pretendidos
derechos de la personalidad no son susceptibles de adquisición, modificación,
transferencia o extinción, lo cual sería demostrativo de que no constituyen
verdaderos derechos subjetivos, sino bienes personales tutelados por el derecho
objetivo. Asimismo, la opinión mayoritaria considera que éstos derechos son
efectivos derechos subjetivos. Borda, establece que poseen un deber jurídico que
pesa sobre todos los integrantes de la sociedad. En cuanto a la falta de objeto,
observa que si bien idealmente el honor, la libertad, la integridad física, deben
integrar la personalidad humana, pueden darse casos de que una persona se vea
privada de ellos, son por consiguientes separables del sujeto y en cuanto
elementos separados pueden constituir el objeto de una derecho.

Enunciación, clasificación y estudio de los mismos.

 Derecho a la vida: este está protegido por disposiciones diversas que ofrecen
integrar una tutela de carácter público, independiente de la voluntad de los
individuos. Art. 21

Principales disposiciones.
- Las que castigan el aborto y lo incriminan penalmente (art. 85 C.P.)
- Las que sancionan el homicidio aun cuando fuere con el consentimiento de la
víctima o por motivo de una piedad mal entendida (eutanasia, art. 79 y
subsiguientes de C.P.)
- Las que acuerdan prestaciones alimentarias a favor de parientes y aún de las
personas por nacer (art. 367 y subsiguientes C.C).
- Las referentes al trabajo de las mujeres embarazadas o con criaturas de pecho
(art. 13, 14 y 15 de la ley 11357).
Los tribunales han admitido que la vida humana tiene por sí un valor económico
indemnizable con arreglo a las circunstancias relacionadas con la víctima y sus
parientes, para cuya aplicación tiene el arbitrio judicial un amplio margen.

 Derecho a la integridad corporal: esta comprendido en el anterior y contempla


los atentados varias maneras. Así como se sanciona el delito de lesiones en el
cuerpo o en la salud de otro (art. 84 parciales a la vida de las personas. La
protección de la integridad física de las personas se realiza de y subsiguientes
C.P.) o se contempla el resarcimiento de los daños y perjuicios que las lesiones
han provocado (art. 1086 y 1109 C.C). Los tribunales han considerado que la salud
e integridad física de la víctima de una accidente tiene un valor estimable en
dinero, aunque no ejercite ninguna actividad lucrativa. Con respecto al derecho a la
integridad corporal se requiere la conformidad del paciente para someterlo a una
operación quirúrgica o a sus representantes o parientes más cercanos cuando no
estuviera en condiciones de ser consultado. Igualmente tal conformidad se precisa
para la realización de exámenes médicos o actos de intervención en el cuerpo,
tales como inyecciones, vacunaciones, extracción de sangre, etc.

El cuerpo humano como objeto de actos jurídicos. Orgaz advierte que el cuerpo de
una persona es una cosa viva, no una cosa susceptible de apreciación económica.
Por esto, son nulos los actos jurídicos que tengan por objeto el cuerpo humano o
partes de no separadas del mismo, aunque se trate de partes susceptibles de
renovación, como es el caso de la sangre, leche materna, cabellos, etc. Estas
últimas partes pueden ser objetos de una acto jurídico con el consentimiento de la
persona.
El cadáver: este no puede ser tratado como una “cosa” , ni ser objeto de actos
jurídicos. Su destino debe ser el que halla señalado la persona antes de morir,
siempre que no contradiga las buenas costumbres. El cadáver no integra herencia,
pero los parientes pueden disponer del mismo (en carácter de parientes, no de
herederos) siempre que se respeten las convicciones religiosas del difunto.

 Derecho a la libertad: la libertad de las personas es protegida y asegurada por


normas del derecho público y del privado.

-Derecho publico:
1) La Constitución Nacional ampara ampliamente la libertad personal (art. 14, 15,
17 a 19. 2).
2) El C.P. considera delito la reducción de una persona a servidumbre o a otra
condición análoga, así como la privación de la libertad personal y la violación de
domicilio (art. 140 y subs. Art. 150 y subs).
- Derecho privado:
1) Los art. 910 y 911 C.C. prohiben la restricción ilegítima de la libertad ajena.
2) El art. 953 C.C. declara sin valor los actos jurídicos que tengan por objeto
hechos que se opongan a la libertad de las acciones o de la conciencia.
3) El art. 531 C.C. prohibe y por consiguiente anula los pactos si están
condicionados (no son de expresa voluntad de las partes) los pactos a que refiere
son: a) habitar siempre un lugar determinado o permitir la elección de domicilio a
un tercero; b) mudar o no de religión; c) casarse con determinada persona o no
casarse; d) vivir célibe perpetua o temporariamente o no casarse con determinada
persona o divorciarse.
4) El art. 1087 C.C. prevée el delito contra la libertad individual y establece como
se medirá la indemnización correspondiente.
Finalmente se ha resuelto que en los delitos contra la libertad individual, es
también indemnizable el daño moral.

 Derecho al honor y la integridad moral: protegido por normas de carácter penal


que resguardan al honor y el buen nombre de las personas incriminando las
calumnias, las injurias y las acciones contra la honestidad y el pudor (art. 109, 110,
118 y subs del C.P.) y también por normas del derecho civil que obligan al
resarcimiento de los daños y perjuicios que se causen con tales hechos (art. 1077
a 1079, 1088 a 1090 1109 C.C y art. 109 ley 2393 derogada, aplicable art. 225
C.C.).
 Derecho de privacidad: la ley 21173 dispuso la intercalación en el C.C. del art.
1071 bis que trata sobre la violación de la privacidad en todos sus aspectos
obligando al causante a cesar tales actos, indemnizar al perjudicado e incluso éste
puede pedir la publicación de la sentencia en un diario o periódico del lugar si esto
contribuyera para una adecuada reparación.

Requisitos del acto lesivo de la intimidad.

1) Que halla entrometimiento en la vida ajena. Según la ley el entrometimiento es


acción y efecto de entrometerse es la acción de quien interfiere en el ámbito
privado de otro. El entrometimiento puede efectuarse por un hecho propio o por un
hecho de otro a quien se debe responder.
2) Arbitrariedad del entrometimiento. Una de las características del acto lesivo de
la intimidad es que sea arbitraria, es decir, contraria ala justicia, a la razón o a las
leyes.
3) Perturbación de la intimidad. El resultado de la interferencia es la perturbación
de la intimidad. La ley prohibe cualquier acto que perturbe de cualquier modo la
intimidad del sujeto, por ej: publicación de retratos (sólo permitida con fines
didácticos, científicos o culturales); difusión de correspondencia (ésta es
confidencial y su difusión puede implicar la divulgación de un secreto),
mortificación con respecto a costumbres o sentimientos (prohibido por el art.
1071bis C.C.)
4) Ausencia del delito penal. Si el acto lesivo de la intimidad fuese un delito penal,
entrarían a funcionar los principios ordinarios de la responsabilidad civil, lo que
agrava la situación del causante.

Caracteres de los derechos de la personalidad.

1- son innatos: corresponden al titular desde el origen de éste.


2- son vitalicios: acompañan al sujeto durante toda su vida.
3- son inalienables: están fuera del comercio.
4- son imprescriptibles: el efecto del tiempo no influye en su pérdida, no obstante el
abandona o dejadez del titular, así siempre podrá accionar en defensa de su honor
la persona aun cuando por largo tiempo hubiese consentido los actos lesivos del
mismo.
5- son extrapatrimoniales: aun cuando la lesión de éstos derechos pueda hacer
nacer derechos patrimoniales.
6- son absolutos: no se tienen contra alguien en particular, sino contra quienquiera
los vulnere.

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