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gestión institucional
La primer actividad será leer atentamente los objetivos y contenidos para tener una
idea anticipatorio del camino que recorreremos.
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Bienvenidos
Módulo 1
Unidad 1
La gestión institucional
Objetivos:
Reflexionar sobre los diferentes modelos de gestión escolar.
Establecer diferencias entre gestión y administración.
Desarrollar estrategias de gestión
Comprender la necesidad de un trabajo por proyectos para una gestión
estratégica en la institución educativa.
Contenidos
* Apoyo para desarrollar una cultura de la calidad en todos los proyectos a realizar,
creando conciencia de mejoramiento, trabajo en equipo y participación.
* Fomentar el uso de instrumentos y herramientas en la toma de decisiones,
organización y seguimiento de los procesos que se implementan en la institución.
* Apoyo en la articulación de proyectos, con el propósito de dar un sentido a las
actividades a la luz de los propósitos establecidos en la institución educativa.
Implementación de Indicadores de gestión, con el propósito de visualizar el estado de
desarrollo de los procesos.
* Sistematización y documentación de todos los procesos, con el propósito de lograr
aprendizajes organizacionales de los desaciertos y consolidar sostenibilidad.
Gestión educativa y gestión escolar
Dimensión pedagógico-didáctica
Dimensión comunitaria.
Dimensión administrativa.
Analiza las acciones de gobierno que incluyen estrategias de manejo de recursos
humanos, financieros y tiempos requeridos, así como el manejo de la información
significativa que, tanto desde el plano retrospectivo como desde el prospectivo,
contribuya con la toma de decisiones.
Esta dimensión se refiere a todos los procesos técnicos que apoyarán la elaboración
y puesta en marcha del proyecto educativo, así como la rendición de cuentas ante la
entidad propietaria en caso de escuelas privadas, o las cooperadoras en caso de
instituciones públicas.
La dimensión administrativa se vincula con las tareas que se requieren realizar para
suministrar, con oportunidad, los recursos humanos, materiales y financieros
disponibles para alcanzar los objetivos de una institución, así como con las múltiples
demandas cotidianas, los conflictos y la negociación, con el objeto de conciliar los
intereses individuales con los institucionales
En este sentido, administrar implica tomar decisiones y ejecutarlas para concretar
acciones y con ello alcanzar los objetivos. Sin embargo, cuando estas tareas se
desvirtúan en prácticas rituales y mecánicas conforme a normas, sólo para responder
a controles y formalidades, como se entiende actualmente a la burocracia, entonces,
promueve efectos perniciosos que se alejan de sus principios originales de atención,
cuidado, suministro y provisión de recursos para el adecuado funcionamiento de la
organización. En este contexto, la dimensión administrativa, es una herramienta para
planear estrategias considerando el adecuado uso de los recursos y tiempo
disponibles.
Desde que la educación básica existe, es la primera vez que escuelas públicas
reciben y recibirán apoyo económico de los gobiernos estatales y del gobierno
federal para operar recursos financieros, por ello se hace necesario que el directivo
de este nivel educativo se le debe apoyar en la operación y distribución de dichos
recursos.
Es importante señalar que estas dimensiones no se presentan desarticuladas en la
práctica cotidiana, por lo que las acciones o decisiones que se llevan a efecto en
alguna de ellas tienen su impacto específico en las otras; la desagregación que aquí
se hace es por razones didácticas y de sistematización.
Dimensión organizacional.
Los profesores y directivos, así como los estudiantes y la familia, desarrollan su
actividad educativa en el marco de una organización, juntos con otros compañeros,
bajo ciertas normas y exigencias institucionales, y no en la falacia de una campana
de cristal como podría ser el salón de clases. Esta dimensión ofrece un marco para la
sistematización y análisis de las acciones referidas a aquellos aspectos de estructura
que en cada centro educativo dan cuenta de un estilo de funcionamiento.
Entre estos aspectos se consideran tanto los que pertenecen a la estructura formal
(los organigramas, la distribución de tareas y la división del trabajo, el uso del tiempo
y de los espacios) como los que conforman la estructura informal (vínculos y estilos
en que los actores de la institución dan cuerpo y sentido a la estructura formal, a
través de los roles que asumen sus integrantes).
En ésta dimensión es pertinente valorar el desarrollo de capacidades individuales y
colectivas y la facilitación de las condiciones estructurales y organizativas para que la
escuela pueda decidir, de manera autónoma y competente y sin perder de vista sus
finalidades educativas, las transformaciones que requiere la evolución del contexto
escolar.
Este proceso implica una experiencia de aprendizaje y experimentación para quienes
participan en él.
Provocando la modificación consciente y autónomamente decidida, tanto de las
prácticas y de las estructuras organizativas de la escuela como de las percepciones
de los directivos, docentes y alumnos sobre sus roles, compromisos y
responsabilidades en la compleja tarea de educar a las nuevas generaciones.
Lo fundamental recae en facilitar la consecución de los propósitos educativos a
través del esfuerzo sistemático y sostenido dirigido a modificar las condiciones en el
aprendizaje y otras condiciones internas, organizativas y de clima social. Por lo que
es necesario hablar de perfeccionamiento, innovación, y mejora de los procesos
educativos en las instituciones escolares, tomando como referencia el grado de
consecución y práctica de los valores que consideramos educativos desde nuestra
dimensión ética y profesional.
En este sentido la reflexión sobre la organización, sobre su flexibilidad, sobre la
dinámica del cambio organizativo debe estar situada en primer plano y no relegada a
un segundo.
Anteriormente este puesto era asumido por una persona que se encargaba de
organizar tanto programas, plantillas docentes, normas escolares, atención a los
alumnos hasta cuestiones de índole administrativo; hoy en día la participación es un
concepto que permea a la mayoría de las instituciones y partiendo de tal entendido
se ha constituido a la dirección escolar en dependencias que permiten agilizar las
labores y es de esta forma como se concibe una organización participativa que se
designa con el nombre de dirección escolar, formado por pequeños equipos de
apoyo.
CONTROL.
El control es una etapa primordial en la administración, pues, aunque una institución
cuente con magníficos planes, una estructura organizacional adecuada y una
dirección eficiente, el ejecutivo no podrá verificar cuál es la situación real de la
organización y no existe un mecanismo que se cerciore e informe si los hechos van
de acuerdo con los objetivos.
PLANIFICACIÓN.
La planificación es un proceso gradual, por el que se establece el esfuerzo necesario
para cumplir con los objetivos de un proyecto en un tiempo u horario que se debe
cumplir para que la planificación sea exitosa. En este proceso permite además,
refinar los objetivos que dieron origen al proyecto.
ORGANIZACIÓN.
Las organizaciones son sistemas sociales diseñados para lograr metas y objetivos
por medio de los recursos humanos o de la gestión del talento humano y de otro tipo.
También se definen como un convenio sistemático entre personas para lograr algún
propósito específico. Las Organizaciones son el objeto de estudio de la Ciencia de la
Administración, y a su vez de algunas áreas de estudio de otras disciplinas como la
Sociología, la Economía y la Psicología.
LA TOMA DE DECISIONES.
Una visión lineal de las relaciones causales entre sucesos, procesos y resultados.
Consecuencias:
Estos pilares se han tambaleado en los últimos años de forma que las aportaciones más
recientes van en la línea de dar por superados los modelos situados dentro de este
paradigma. Hay un fuerte cuestionamiento de la concepción de los sujetos dentro de la
organización como parte de una maquinaria racional perfectamente diseñada y planificada
para el cumplimiento de objetivos prefijados que deriva en una sobrevaloración de
elementos formales y estáticos (metas, estructuras, tareas y resultados) y una
infravaloración de elementos informales y dinámicos (condiciones sociales de la actividad,
cultura, conflictos, necesidades de los sujetos, etc.).
Greenfield (1986), ha sido uno de los autores norteamericanos más preocupado por
presentar las debilidades e incongruencias de la corriente técnico-racional en el campo de
las organizaciones educativas. Frente a la visión característica de esta corriente de la
organizaciones como realidades objetivas y tangibles, para él, las organizaciones son
artefactos culturales, es decir, su configuración se debe a las acciones, las intenciones y
los deseos humanos. Esto significa que las organizaciones se construyen subjetivamente,
que sólo existen en el pensamiento de sus miembros y de sus usuarios, pero este
pensamiento es necesariamente variado y asociado íntimamente a los marcos de
referencia o universos de significado de los sujetos y los grupos sociales a los que
pertenecen.
Por lo tanto, desde concepciones racionalistas resulta imposible explicar los fenómenos
organizativos, puesto que el acercamiento y estudio de las organizaciones han puesto de
manifiesto la necesidad de contemplar los mismos considerando algunas variables no
contempladas o recogidas desde los presupuestos burocráticos o racionalistas como son
el componente cultural y subjetivo de la organizaciones.
PERSPECTIVA DE LAS RELACIONES HUMANAS
Esta perspectiva aparece como una reflexión crítica al modelo racional, cuya misión
esencial se centra en la necesidad de explicar, entender y comprender mejor la escuela
por dentro, de la mano de Greenfield en 1974. Esta perspectiva hace hincapié en el
componente cultural de las organizaciones, en su artificialidad -en el sentido que no están
sujetas a ningún orden natural, objetivo o lógica- y en el carácter simbólico que impregna
y filtra los procesos desarrollados en su seno. Su característica más distintiva acaso sea
su ruptura con los cánones tradicionales de pensamiento racional y su énfasis en el
mundo de símbolos y significados.
La premisa básica sobre la que se asienta esta perspectiva la expresa González (1990:
31) en los siguientes términos:
"...el significado de las cosas no es algo que venga dado a priori, sino que se deriva de la
interpretación y procesos interpretativos desarrollados in situ por las personas que
constituyen la organización"
El significado de un acontecimiento está determinado no sólo por lo que ocurre, sino por
las interpretaciones que las personas hacen de lo que ocurre.
Las personas crean símbolos que dotan de significado a sus acciones y que les permiten
enfrentarse a los procesos de incertidumbre y ambigüedad.
En realidad se trata de una crítica más amplia aún hacia la denominada racionalidad
occidental o racionalidad positivista. Los aspectos básicos que son sometidos a crítica
son:
La positivización de los saberes. Los conocimientos sólo son científicos cuando están
basados en datos constatables y verificables, esto es, en hechos. La realidad que no se
traduce en hechos observables no puede ser objeto del conocimiento científico.
La visión de la complejidad implica percibir al mismo tiempo todo el sistema, así como lo
singular, lo temporal y lo local de este.
Propende por la reconstrucción y la centralidad del sujeto (desde luego ya no del sujeto
cartesiano, es decir, del cógito).
La teoría de la información
La cibernética
La teoría de los sistemas
Sobre ellas se fundamentarían las teorías sobre autoorganización de Von Neumann, Von
Foerster, Atlan y Prigogine.
o El principio dialógico
o El principio de recursión
o El principio hologramático
ACTIVIDAD
Supuestos Los
básicos sistemas
complejos
se
autorregula
n mediante
mecanismo
s de
realimenta
ción.
Finalidad de Conseguir
las con eficacia
organizaciones sus fines.
Foco de Interpretaciones y
atención significados de los
miembros, no
establecidos a
priori.
Puntos fuertes
y débiles
Hablar del MGEE supone un saber complejo y en evolución permanente, que se integra
por aspectos representativos y relevantes del quehacer de un grupo de actores
educativos, en un espacio y momento determinados.
Este modelo se define como el conjunto de representaciones valiosas que clarifican los
factores y procesos de transformación de la gestión en sus distintos niveles de
concreción.
La gestión educativa se establece como una política desde el sistema para el sistema;
marca las relaciones, articulaciones e intercambios entre currículos, programas de apoyo
y propuestas que aterrizan en la escuela. Contiene, por lo tanto, a las tres categorías de
gestión señaladas, ya que en conjunto forman parte del sistema educativo. Para que una
gestión educativa sea estratégica, ha de concretarse a partir de ciclos de mejoramiento
constante de procesos y resultados, que se desarrollan con la implementación de
ejercicios de planeación y evaluación.
La gestión educativa estratégica es, entonces, una nueva forma de comprender, organizar
y conducir, tanto al sistema educativo como a la organización escolar; pero esto sólo es
así cuando el cálculo estratégico situacional y transformacional se reconoce como uno de
sus fundamentos y sólo en la medida en que éste precede, preside y acompaña a la
acción educativa de modo tal que, en la labor cotidiana de la enseñanza, llega a ser un
proceso práctico generador de decisiones y comunicaciones específicas.
a. Centralidad en lo pedagógico. Parte de la idea de que las escuelas son la unidad clave
de organización de los sistemas educativos y que el trabajo medular, de las escuelas y del
sistema mismo, consiste en la generación de aprendizajes para todos los alumnos.
Gestión institucional
Dicha acción educativa se vincula con las formas de gobierno y dirección, con el
resguardo y puesta en práctica de mecanismos para lograr los objetivos planteados en el
sector educativo hacia la calidad; en este marco, el hacer se relaciona con evaluar al
sistema, sus políticas, su organización y rumbo, para rediseñarlo y reorientarlo al
cumplimiento cabal de su misión institucional. Asimismo, este tipo de gestión no sólo tiene
que ser eficaz, sino adecuada a contextos y realidades nacionales, debido a que debe
movilizar a todos los elementos de la estructura educativa; por lo que es necesario
coordinar esfuerzos y convertir decisiones en acciones cooperativas que permitan el logro
de objetivos compartidos, los cuales han de ser previamente concertados en un esquema
de colaboración y alianzas intra e interinstitucionales efectivas.
De acuerdo con Cassasus (2005) lograr una gestión institucional educativa eficaz, es
uno de los grandes desafíos que deben enfrentar las estructuras administrativas federales
y estatales para abrir caminos y facilitar vías de desarrollo a un verdadero cambio
educativo, desde y para las escuelas. Sobre todo, si se entiende a la gestión como una
herramienta para crecer en eficiencia, eficacia, pertinencia y relevancia, con la flexibilidad,
madurez y apertura suficientes ante las nuevas formas de hacer que se están detonando
en los microsistemas escolares, que, en poco tiempo, repercutirán en el macrosistema.
Muchas de las acciones sistemáticas que emergen en los centros y que están
dirigidas al logro de objetivos, están avanzando con precisión y constancia hacia los fines
educativos, que no pueden hoy darse por alcanzados. Efectivamente, estos fines han de
estar presentes invariablemente en cada decisión institucional que se tome, en cada
priorización y en cada procedimiento que se implemente a favor de una educación básica
de calidad.
Entonces, la gestión institucional educativa como medio y como fin, que responde a
propósitos asumidos como fundamentales, que se convierte en una acción estratégica,
que tiene como objeto promover el desarrollo de la educación, que se compromete con el
logro de resultados de calidad y que incluye una cultura evaluativa como instrumento
clave para el desarrollo institucional, vale potencialmente, en su contenido y en su
máxima expresión, tanto para la escuela como para el sistema educativo nacional. Al
momento, hay mucho por recorrer en el ámbito de la gestión institucional; es preciso
señalar que quienes intervienen y lideran en espacios de decisión, han de convertirse en
gestores de la calidad, por lo que es primordial orientar la toma de decisiones, la
formulación de políticas y el planteamiento de estrategias inteligentes para contribuir
totalmente en el mejoramiento del logro educativo, independientemente de la jerarquía
que se tenga dentro del sistema.
Gestión escolar
Respecto de la gestión escolar, es urgente avanzar hacia una concepción más amplia y
profunda, es decir, hacia una gestión con la suficiencia teórico y metodológica para
convertir a la escuela, como señala Tapia (2003), en una organización centrada en lo
pedagógico, abierta al aprendizaje y a la innovación; que abandone certidumbres y
propicie acciones para atender lo complejo, lo específico y lo diverso; que sustituya las
prácticas que no le permiten crecer, que busque el asesoramiento y la orientación
profesionalizantes, que dedique esfuerzos colectivos en actividades enriquecedoras, que
concentre la energía de toda comunidad educativa en un plan integral hacia su
transformación sistémica, con una visión integral y factible.
Se entiende por gestión escolar, el conjunto de labores realizadas por los actores de la
comunidad educativa (director, maestros, personal de apoyo, padres de familia y
alumnos), vinculadas con la tarea fundamental que le ha sido asignada a la escuela:
generar las condiciones, ambientes y procesos necesarios para que los estudiantes
aprendan conforme a los fines, objetivos y propósitos de la educación básica.
En este proceso, la base fundamental se centra en las estrategias y las actitudes, más
que en la estructura, los organigramas y los sistemas. La gestión adquiere sentido como
gestión escolar estratégica cuando entran en juego las experiencias, capacidades y
habilidades de los actores, sus aptitudes, las estrategias que utilizan para desempeñar
sus funciones, la actitud que se asume frente a los procesos y las competencias que ha
desarrollado la escuela para resolverlos.
Gestión pedagógica
Por lo tanto, la gestión pedagógica busca aplicar los principios generales de la misión
educativa en un campo específico, como es el aula y otros espacios de la educación
formal debidamente intencionada. Está determinada por el desarrollo de teorías de la
educación y de la gestión; no se trata sólo de una disciplina teórica, su contenido está
influido además por la cotidianeidad de su práctica. De este modo, es una disciplina
aplicada en un campo de acción en la cual interactúan los planos de la teoría, los de la
política y los de la praxis educativa.
En tanto los maestros empeñan sus esfuerzos, corresponde a los actores educativos
que desempeñan funciones directivas, de asesoría, de acompañamiento, de supervisión y
de coordinación de servicios, apoyar y favorecer, desde su ubicación en el sistema
educativo, que la gestión pedagógica adopte un enfoque estratégico y se oriente a la
búsqueda permanente por mejorar la calidad de la enseñanza, pues no deja de ser un
propósito fundamental de la gestión escolar y la gestión institucional.
Luego entonces, la misma dinámica de trabajo implica una preocupación de éstos por
hacer mejor las cosas, pero no de manera aislada, sino en conjunto con los demás
actores.
Este enfoque supone al mismo tiempo, la construcción de una cultura de colaboración
entre los actores, quienes basados en el convencimiento colectivo de su capacidad para
gestionar el cambio hacia la calidad educativa, según Hopkins & Reynols (2006),
empeñan sus esfuerzos por hacer sostenible ese cambio al actuar de manera deliberada
por la transformación de sus propias prácticas como condición para mejorar los
aprendizajes de los alumnos; de acuerdo con Bolívar (2002), es preciso formar
comunidades que se preocupen por aprender a hacer mejor las cosas. Finalmente, como
lo señala Hopkins, hacer una buena escuela depende de cada escuela.
LA GESTIÓN ADMINISTRATIVA:
Secretaría de la Institución
Atención e Relaciones y
información al comunicaciones
público institucionales
Registro y archivo
de documentos
La secretaría tiene como una de sus funciones básicas registrar, ordenar, clasificar,
archivar y tener a disposición de las personas y organismos toda la documentación
administrativa académica que le pueda ser requerida.
Todas las escuelas deben prestar el servicio público de atención e información sobre sus
actividades. Los alumnos, profesores o las instituciones pueden dirigirse en todo momento
a recabar información de su interés a la secretaria sobre temas tales como: características
de la escuela, procesos de matriculación, expedición de títulos, certificaciones, etc.
La secretaría debe prestar ayuda a alguna de las tareas de los docentes mediante los
recursos humanos y la infraestructura de que disponga en asuntos tales como confección
de material para el uso de los alumnos, preparación de materiales para la capacitación,
información de modificación de lineamientos provinciales, nuevos lineamientos directivos,
etc.
Gestión académico-administrativo
Las personas se incorporan a las instituciones con sus metas psicológicas y económicas
que al expresarse de modo individual o colectivo contribuyen a configurar un determinado
sistema social.
REFERENTES TEÓRICOS
El desarrollo del individuo está absolutamente ligado al medio. Las capacidades de las
personas evolucionan y maduran en relación con la realidad, en juego dialéctico con el
medio.
Algunos autores como Piaget, señalan que el desarrollo está en función de dos tipos de
factores: el biológico de herencia y adaptación, y el de transmisión o de intercambio social
que interviene en la constitución de la conducta y de la vida social. De esta manera
podemos decir que la sociedad debe aportar a cada persona los medios necesarios para
formar sus capacidades y el conocimiento y la adaptación a la vida social, como un todo
indispensable para el desarrollo integral. Para conseguirlo es preciso que tanto la
educación intelectual como la moral no se basen en la transmisión academicista y pasiva
de contenidos sino que es necesario que el individuo entre en contacto con la realidad y
con su medio, y a partir de la experiencia llegue a desarrollar sus capacidades
construyendo, a su vez, el conocimiento
- Sobre la institución
El análisis de Dewey sobre el papel de la educación sistemática y la función de la escuela
a partir de la significación de la comunicación y la relación espontánea del individuo con el
ambiente suministra nuevos puntos de vista.
Precisamente para evitar que la institución actúe según los cánones escolásticos y
formales de la educación debemos analizar el papel de la institución en la educación. La
existencia de la sociedad está tan vinculada a la comunicación que se puede decir que
existe en ella. El intercambio sobre creencias, como opiniones, objetivos, aspiraciones,
etc., provocan que se lleguen a establecer vínculos entre los individuos y que se llegue a
hablar de comunidad.
La reflexión sobre este punto gira entorno a conseguir que la actuación de la escuela no
se desligue de la educación obtenida por la experiencia
Una figura relevante en el uso de los recursos fue Comenio (1592-1670). Este pedagogo
utiliza ilustraciones con un sentido didáctico en su obra Orbis Sensualium Pictus -primer
libro escolar ilustrado- y propugna la unión de la enseñanza de las palabras con la
enseñanza de las cosas en su libro Opera Didáctica Omnia, plantea que no hay que
describir los objetos, sino mostrarlos. Es preciso presentar todas las cosas, en la medida
que sea factible, a los sentidos correspondientes: que el alumno aprenda a conocer las
cosas visibles por la vista, los sonidos por el oído, los olores por el olfato .
Otro pedagogo relevante en el campo de los recursos fue Pestalozzi (1746-1827) que,
influido por los ideales de la Revolución Francesa, se dedica a la educación de los niños
más necesitados. Enseña y defiende la enseñanza con materiales reales. Su método de
educación intelectual se basa en el principios de intuición y en la experiencia directa que
el niño puede tener de los objetos. Es un claro antecedente de la Escuela Nueva.
Otro factor decisivo fue la necesidad de enseñar de manera rápida y en tiempo muy
limitado a los soldados norteamericanos durante la II Guerra Mundial. En este período
bélico se desarrollan y experimentan aparatos y modernas técnicas de la comunicación,
como el retroproyector y el cine.
Los medios que han ido apareciendo en la escuela se han ido incorporando con
diverso grado de aceptación: libros de texto, diapositivas, transparencias, cine, radio,
enseñanza programada, televisión, video, paquetes multimedia, computadoras, etc. Cada
vez que ha nacido un nuevo recurso, alguien ha creído ver en él la panacea para
solucionar los problemas de aprendizaje de los alumnos. Ocurrió con el cine, con la radio,
con la televisión y ocurre actualmente con el último hallazgo de la Informática: el
Multimedia. Sin embargo, no existe el medio eficaz perfecto, ni los medios que por si
mismo resuelven todo. Cada medio puede ser óptimo para una determinada situación y
su función dependerá de la que, en la práctica, le sea asignada por el maestro o el
profesor que los utilice.
• Ser soporte material del aprendizaje de los alumnos. Los alumnos estudian en un
libro de texto, consultan un diccionario, consultan y toman notas sobre un concepto de
distintas fuentes de documentación, examinan y desmontan un mecanismo, completan un
esquema o un gráfico, narran una historia visionada en diapositivas o en video, observan
una imagen impresa en papel o proyectada en una pantalla, etc.
Por otra parte si hablamos de la finalidad del uso de los medios encontraremos las
siguientes funciones:
Según dominen unas u otras funciones, podemos identificar tres tipos de práctica
docente:
Una gestión eficiente de los recursos didácticos en una institución escolar requiere
identificar los diversos niveles de gestión y los diferentes aspectos susceptibles de ser
gestionados en cada uno de esos niveles. Los posibles niveles de organización y gestión
son: aula, equipos docentes e institución. Los aspectos susceptibles de ser gestionados
son: la detección de las necesidades, la adquisición de los materiales, el uso rentable de
los recursos y la evaluación de los recursos y de los resultados escolares.
La gestión de los recursos en el aula
• La experiencia que haya tenido el docente en otros años anteriores: los materiales
que le sirvieron, los que necesitó y no pudo usar porque no era posible su adquisición en
ese momento, etc.
• Las necesidades de los alumnos concretos que tiene en el año que se inicia: la
diversidad exige una mayor variedad de materiales.
La escuela debe informar a los alumnos y sus familias sobre los materiales que deben
adquirir, siempre teniendo en cuenta las posibilidades reales de la comunidad con que se
trabaja. También es útil buscar alternativas para conseguir diferentes tipos de donaciones
para adquirir materiales cuando la escuela o el Estado no pueden hacerse cargo de la
compra de ellos.
• Fechas en que se realiza (por ejemplo, durante el primer mes del año escolar)
• Tiempo y plazos para cada uno de los niveles por los que debe pasar el análisis de
las necesidades. Por ejemplo, una semana para el nivel de aula, una semana para el
análisis y detección de prioridades del ciclo/departamento, una semana para el estudio de
las necesidades y prioridades por una Comisión (en la que podrá intervenir la
Cooperadora) o por el Equipo Directivo y una semana para la decisión final y e
información a los docentes..
Los criterios para establecer las prioridades deben recoger la experiencia vivida a lo largo
de los años como, por ejemplo, atender cada año de manera más completa las
necesidades de un ciclo/departamento, atender los proyectos innovadores, atender las
necesidades de los grupos nuevos, etc.
Aprobadas las necesidades y ordenadas por prioridades, hay que decidir qué
materiales se van a adquirir.
No todos los materiales necesarios se podrán comprar, por lo que hay que analizar
si alguno de ellos puede ser solicitado a la Administración, o si puede ser elaborado por la
misma escuela. Después, hay que decidir qué materiales se compran y a quién se
compra. Se pedirán los presupuestos a los suministradores a fin de determinar la mejor
relación calidad-precio.
El primer indicador de una eficaz gestión de los recursos didácticos viene dada por
el uso que de ellos hacen los alumnos y los maestros/profesores. Por ello, la gestión debe
contemplar las siguientes actividades:
1.1 Coherencia de las decisiones sobre materiales con la metodología expresada, con
los objetivos/contenidos que se persiguen y con los criterios de evaluación.
1.2 Cumplimiento de las decisiones expresadas sobre los materiales.
1.2 Comparación de los datos de alumnos calificados positivamente con los datos de:
a) Profesores que han usado recursos (distinguiendo entre los que han realizado, de
manera habitual, la ficha de evaluación inmediata).
b) Profesores que han elaborado recursos propios
d) Alumnos que han utilizado diferentes recursos ara exponer y presentar sus
trabajos.
GESTIÓN DE LA DIRECCIÓN.
A menudo se identifica a los directivos con los líderes del grupo que dinamizan la vida
institucional, resulta ser el punto de referencia para las personas de la organización.
Diferentes estudios se han centrado en esta dirección analizando la naturaleza del
liderazgo, su tipología, la influencia de los enfoques de contingencias u otros aspectos,
pero son prácticamente nulos los estudios que se preocupan por conocer los
sentimientos, actitudes y problemáticas personales del directivo.
La capacidad de los directivos para organizar a los demás está en relación con la
capacidad de organizarse a sí mismo.
Diversos estudios señalan como las actitudes directivas influyen en la conducta y moral
de los profesores en el clima organizacional y en la satisfacción del trabajo.
Este breve análisis surge la necesidad de trabajar con modelos integradores, donde se
relacionan las diferentes dimensiones de toda organización, el contexto socio-cultural, el
contexto interno tanto desde la fisiológica como humana, las conductas individuales y los
resultados obtenido
La complejidad del trabajo de los directivos suscita multitud de errores que deben
desempeñar. Se mencionan los de cabeza visible, líder de grupo, representantes formal
de la institución, negociadores y gestores de la demanda, de la información de los
recursos y de los imprevistos, la acción directiva especialistas en proceso organizativos y
promotor de cambio. Pocas veces se menciona el tiempo que dedica organizarse así
mismo y a estudiar nuevos procedimientos de autoorganización.
Del análisis del rol podemos señalar seis grandes grupos de tareas propias del
desempeño de la acción directiva. Cada una de ellas sugiere ámbitos de análisis
relacionados con la naturaleza y desempeño de la dirección, a la vez que insinúa
contenidos de aprendizaje aprovechables para procesos de transformación. Estos seis
grupos son:
El autoconocimiento
Puede suceder que los múltiples requerimientos del cargo, la naturaleza de los asuntos
que trata y el poco tiempo disponible generen a los directivos situaciones de tensión con
las que tiene que aprender a convivir. En caso contrario, se producen situaciones que
pueden desbordar la propia capacidad de control y tener consecuencias en el equilibrio
personal y en la función profesional que desarrollan.
A menudo describen los directores una serie de tareas que no son propias de su función y
que, sin embargo, realizan. Así, mencionan la atención telefónica, el abrir y cerrar puertas,
ayudar al personal a su cargo a pasar una crisis personal, atender a los alumnos en
cualquier momento, etc. De hecho, demuestran que en muchos de estos casos no tener
una idea clara de cuál es su trabajo y de cuáles son los límites entre los que se deben
mover.
La falta de una formación adecuada y de una definición clara del puesto de trabajo son
factores que generan inseguridad. La asunción del cargo en estas condiciones sugiere
conocer y admitir la naturaleza y funciones distintiva entre dirección y docencia, la
superación de contradicciones personales respecto al cargo que se asume y la
representatividad interna y externa otorgadas por la función.
Los aspectos aquí analizados nos demuestran la necesidad de incorporar una nueva
práctica para la dirección y gestión de las instituciones que denominaremos proyecto de
dirección y desarrollaremos en el último módulo.
ACTIVIDADES
2.- Elabore 5 criterios a considerar para una gestión eficaz del personal.
4.- Elabore una planificación para gestionar los recursos didácticos en su institución.
5.- Complete el siguiente cuadro indicando factores que favorecen u obstaculizan la
gestión de la dirección.
FAVORECEN OBSTACULIZAN
UNIDAD 2
Objetivos
Contenidos
Introducción
Las características que definen las instituciones actuales presentan una gran complejidad
y por las diferentes situaciones de los contextos actuales se ven obligadas a dar
respuestas a múltiples situaciones que muchas veces parecen exceder la función para las
que fueron creadas. Por otra parte, existen nuevas estructuras organizativas y modelos de
gestión que requieren de una conducción especializada.
Dirigir
Puede definirse como la acción que realiza un sujeto para influir en las conductas de
otras personas con el fin de conseguir metas determinadas que se consideran adecuadas,
asumiendo la responsabilidad por los resultados de estas actuaciones.
Otro aspecto importante del rol de los directivos en los contextos actuales tiene que ver
con la promoción de la enseñanza en la institución con miras al mejoramiento de la
calidad educativa que el servicio escolar brinda.
Las metas que persiguen, las estructuras organizativas que establecen y las relaciones
personales que generan, demandan un tipo determinado de directivo.
Los modelos de dirección a considerar pueden ser variados; sin embargo, su generosidad
no está tanto en su naturaleza como en la vinculación y coherencia que guardan con las
exigencias del Sistema Educativo y con los modelos organizativos y educativos que se
promueven. En el siguiente gráfico se representan esas relaciones:
MODELO
EDUCATIVO
MODELO DE
DIRECCIÓN
MODELO MODELO DE
ORGANIZATIVO ORDENACIÓN
DEL SISTEMA
EDUCATIVO
Instrumento: para el
desarrollo personal .
Preocupación: Por el
conflicto, los proceso de
negociación y el cambio real.
Cada nivel de análisis (en realidad los modelos organizativos suponen una
conceptualización sobre la dirección y sobre la forma en que ha de actuar), si bien es
propio de los planteamientos técnicos la exigencia de directivos con alta preparación
tecnológica, las perspectivas simbólicos y socio-críticas enfatizan en el papel del
animador socio-cultural, impulsan la participación y generador de consenso que ha de
ejercer la dirección.
La imagen cultural, por último se concibe las escuelas y el sistema escolar como
grupos con culturas separadas y diferentes que interaccionan sus valores entre sí. La
tarea del directivo es la de potenciar la asunción de valores corporativos, el sentimiento de
pertenencia entre los miembros a la organización y el dar valor a las costumbres, ritos y
ceremonias propias del grupo.
Otro de los condicionantes del modelo de dirección está dado por la forma como se
organiza el sistema educativo.
Por el contrario, una institución escolar autónoma que se le permite un margen importante
de decisión, define las metas que quiere conseguir de acuerdo a su realidad. Aparecen
así planteamientos institucionales propios que se opercionalizan en el proyecto educativo
institucional, las estructuras se democratizan y se precisan de nuevos profesionales que
de manera colaborativa sepan estructuran y diseñar el curriculum.
En el siguiente cuadro podemos observar las distintas variables de la dirección y el nivel
de autonomía:
Entre los principales presupuestos que deben regir la intervención del director podemos
nombrar:
- Coherencia, con el marco de actuación existente y con los objetivos que persigue
la intervención
- Holística, en la medida que considera los diferentes elementos que configuran las
organizaciones (objetivos, estructura y sistema relacional) y las relaciones que entre ellos
se establecen
- Contextualizada no sólo con las exigencias del entorno general sino también con
las propias del entorno inmediato. Al respecto habría que considerar la coherencia que los
proceso de intervención deben tener con el nivel educativo considerado, y el modelo
organizativo existente.
- Democrática, no sólo por permitir la participación sino por aventar a partir de ellas
procesos de colaboración
La dirección orientada bajo estos presupuestos debe ir dirigida a potenciar loa calidad de
la educación. A facilitar un contexto que también eduque y a favorecer el crecimiento de la
organización. Actitudes positivas respecto a la participación y al trabajo en equipo así
como actitudes abiertas a la reflexión, al análisis de la realidad y a la investigación son
especificaciones de una actitud permanente de cambio que debe acompañar al conjunto
de personas que conviven en una misma realidad y, especialmente, a los directivos que
quedan implicados en ellas.
El director y la autoridad
El poder y la escuela
Las formas en que funciona una escuela –su cultura organizativa- se encuentra
estrechamente ligada a la concentración del poder dentro de ella.
- “Las circulares que llegan a la escuela las adaptamos a nuestra realidad” (por
parte de los docentes)
De hecho existe una manifestación formal del poder, la que se muestra en los
organigramas.
Uno de los niños participantes explica las diferencias entre las pronunciaciones de “pollo”
y “poyo” de la siguiente manera: “pollo es el animal vivo, poyo es el muerto” y otro, “cayes
son las de tierra, y calles las del a(s)falto”.
En este sentido, la Historia, desde la antigüedad clásica hasta nuestros días, es clara e
inequívoca; lo que ha sido identificado como lengua en términos nacionales, es
regularmente el modo de habla de la clase dominante del centro político del país
(generalmente la capital). Así fue como el habla de Atenas pasó a definir el griego, la de la
región de París se convirtió en el francés, la de Castilla se convirtió en el español, aunque
en España se habla catalán, el vasco. Los locutores de Radio Nacional hablan como los
porteños.
- Sus relaciones son intencionales. No hay poder que se ejerza sin objetivos.
- No existe ámbito de actuación humana que permanezca al margen del ejercicio del
poder.
• Poder analizar lo que sucede en los orígenes y las causas de lo que nos pasa.
• Recuperar la reflexión.
Poder y saber
La escuela como institución no se sitúa más allá del bien y del mal. La escuela es una
institución como cualquier otra, inserta en una sociedad concreta en donde se entrecruzan
distintas dimensiones, entre ellas las relaciones de poder.
La modelo burocrático crea una cultura que se caracteriza por actuar bajoestrictas
normas y con todo bajo documentación escrita. Las resoluciones, disposiciones y
notificaciones de diferente estilo fueron la base de sistema.
La dirección de la escuela se convierten en un ámbito sagrado donde los papeles son la
espina dorsal de la vida institucional, papeles que, por otra parte, son de difícil
comunicación. Lo importante es que los papeles estén, no su circulación.
Los sistemas educativos desde principios del siglo XX se han desarrollado cada vez más
masivamente, esto implicó la necesidad de crear un importante mecanismo de
comunicación que permitiera transmitir resoluciones, circulares, decisiones, etc.,
Todos estos tipos de comunicaciones formuladas desde las autoridades hasta las
aulas se caracterizan por rasgos comunes, entre los que se pueden señalar:
• Las comunicaciones emitidas desde la superioridad dan por entendido que son
claras y pueden cumplirse sin dificultad.
Esta situación llevó a crear nuevos problemas, ante la insatisfacción por la falta de
comunicación que producía esta forma de actuar, se desarrolla una forma paralela,
aparece el rumor.
Desde el punto de vista de la escuela, estas cuestiones que se han señalado para
el sistema se reproducen de igual manera. Los libros de comunicaciones, con gran
cantidad de información que nadie lee, se transforma en un elemento molesto, inservible y
su lugar lo ocupa el rumor.
Este planteo considera que las comunicaciones diseñan una organización, son las que
permiten alternativas de enseñar y aprender, activar compromisos y construir una visión
participativa de futuro que sea comunicable a todos y permita, desde la gestión, la
gobernabilidad. La comunicación debe ser extendida, interactiva y abierta, de modo que
permita promover el compromiso de todos los actores..
Dirección y liderazgo
El liderazgo puede conceptualizarse como el conjunto de procesos que orientan a
las personas y a los equipos en una determinada dirección hacia el logro de la excelencia
y el aprendizaje organizacional, primordialmente por medios no coercitivos.
El director, como líder desde una visión estratégica, comunica la visión de futuro
compartido de lo que se intenta lograr, articulando una búsqueda conjunta de los
integrantes de la organización que no necesariamente comparten el mismo espacio y
tiempo institucional, aunque sí los mismos desafíos.
El director y la delegación
Tradicionalmente, se entendió “delegación” como la transferencia de gran parte de
la labor de un administrador a otras personas de menor nivel jerárquico para su
cumplimiento; esa fue una práctica que generalmente recuperaba sólo la perspectiva de
quien realiza la delegación con el propósito de aligerarse de tareas rutinarias.
La delegación es una práctica que significa dar, transferir u otorgar poder, implica
negociar la asunción y la responsabilidad de una misión.
,La participación suele ser reconocida desde diferentes ámbitos, incluso desde el
mismo sistema educativo, como el único camino legítimo para la introducción de cambios
en los sistemas educativos, entendiendo además por participación no sólo la consulta sino
la capacidad de decisión sobre las políticas.
• Actitudes, la solidaridad.
ACTIVIDADES
1. Elabore diez supuestos que debe cumplir un director para desempeñarse eficazmente
en los actuales contextos sociales y educativos.
4. Proporcione ejemplos concretos de cada uno de los presupuestos que deben regir
la intervención del director, que se presentan en el módulo:
5. Elabore un mapa conceptual con las siguientes categorías conceptual acerca del
poder: