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9 Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre.
10 Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra.
11 El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy.
12 Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores.
13 Y no nos metas en tentación, más líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la
gloria, por todos los siglos. Amen.
INTRODUCIÓN.
El padre nuestro es una oración modelo que nos enseñó nuestro señor Jesucristo, nos da
seguridad en nuestras propias necesidades. Debemos pedir el alimento diario, el perdón, y la
protección.
“Líbranos del mal,” es la última de las peticiones, y toca un asunto que a todos
Nos interesa.
Muchos males amenazan continuamente nuestra vida y salud física, desde el nacimiento
hasta la tumba. Nadie es bastante prudente para prevenirlos todos. Enfermedades,
pérdidas, decepciones, fracasos, inquietudes, etc.
Vivimos en un siglo malo y en un mundo malo. Su ejemplo y su influencia son malos:
continuamente sujetos a ellos. Causa de muchas caídas, deserciones, escándalos. Se
resfría el amor y se apaga la fe.
El Malo nos acecha constantemente. Tuvo empeño en hacer caer a Job, y a Pedro; y lo
tiene para hacer que tú caigas.
Estoy seguro que en estos días al ver las noticias en casa, debido a la cuarentena que
decreto el Presidente del Perú, te atemorizas, y es fácil atemorizarse por la magnitud de
contagio del virus, que ya afecto a muchos países y están muriendo muchas personas.
Pero recuerda que el que está a favor tuyo es Dios el que tiene el control de todo, recuerda
que tú eres su hijo(a) el prometió estar con Tigo todos los días de tu vida.
CONCLUCIÓN
Existe el diablo que es real y que quiere impedir que usted permanezca en oración. Él le dice a
sus demonios: Eviten que tal persona ore. Podemos vencerlo siempre. Pero si ora, ¡siempre nos
vencerá!.
Se ha dicho que el diablo tiembla cuando ve de rodillas al santo más débil. Así que, hermano(a)
mío(a), necesitamos, pedir al señor que nos libre de todo mal que nos asecha.
¿Dios nos tienta? Santiago 1:13 dice que Dios no tienta a nadie. En 2 Pedro 2:9 también dice
que: "entonces el Señor sabe rescatar de la prueba a los piadosos...". Así que este pasaje de la
oración del Señor puede traducirse, "guíanos a fin de que no caigamos en ningún mal, que pueda
perjudicar nuestra relación con tu santo ser, con nuestro prójimo y también con nosotros
mismos". Debemos orar a diario.