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La física como ciencia

El modelo universal de ciencia está representado por la física, considerada por muchos
como la ciencia madre, en el sentido de que todas las demás ciencias se han originado o
tienen su fundamento en ella. Quizá tengan razón. En sus orígenes remotos, la física era
una actividad a la que se dedicaban los filósofos o los hombres sabios, esto es, los llamados
magos. Aristóteles y Arquímedes son de uno y otros tipos de científicos ancestrales. Hasta
el siglo XIX, la física llevó el nombre de filosofía natural, por lo que, estrictamente, todos los
científicos hasta entonces fueron más bien filósofos. El término física, acuñado e introducido
a principios del siglo XX, significa relativo a la naturaleza, por lo que entendemos a la física
como el estudio de la naturaleza, la cual, por ser la ciencia, posee los atributos ya
mencionados. Porque el conocimiento científico es verificable, tenemos que restringir el
campo de acción de la física, asegurando que dicha ciencia estudia todos los aspectos
mensurables de la naturaleza; esto es, todo lo que es factible de medirse es su objeto de
estudio. Lo anterior significa que hay física en la fisiología, porque ¿cómo explicar el
funcionamiento del corazón y la transmisión del impulso nervioso, por ejemplo, si no
conocemos al menos temas básicos de electricidad? Sin ello, no se hubieran logrado
desarrollar las tecnologías que llevaron al desarrollo del marcapasos, de la
electrocardiografía y de la encefalografía. Pero también hay física en la paleontología,
porque ¿cómo fechar fósiles sin el debido conocimiento de materiales radiactivos y sus
aplicaciones? ¿Cómo armar un esqueleto sin entender conceptos como palancas y centro
de masa? Sería posible que nos pasáramos enumerando aplicaciones en campos del
conocimiento tradicionalmente fuera de las llamadas “ciencias exactas”. En tal sentido, hay
que destacar la importancia de la física en la vida cotidiana, por ello, mencionaremos cuatro
ejemplos que representan los hechos que han convertido a nuestra sociedad en lo que es.
El primero es el efecto fotoeléctrico, que fue descubierto accidentalmente a finales del siglo
XIX y por cuya explicación teórica Albert Einstein recibió el Premio Nobel de Física. El efecto
es la base de toda la tecnología solar. El segundo es la invención del transistor, el cual
originó la electrónica moderna y cuyas consecuencias observamos por todas partes:
teléfonos celulares, computadoras, satélites artificiales, etcétera. Dicho invento fue
desarrollado por un equipo de tres físicos liderado por John Bardeen. El tercero es el
proyecto Apolo, cuyas últimas misiones tripuladas fueron a la Luna y fue dirigido al principio
por el físico de origen alemán Werner von Braun. El cuarto, en el que sería ocioso abundar,
es la invención del láser por el físico Maiman. Los anteriores son sólo algunos ejemplos de
cómo la física ha contribuido a transformar nuestro mundo de medieval en moderno y de
cómo, en los últimos 50 años, este cambio ha sido vertiginoso. De todo esto concluimos
que en realidad la física es la ciencia y que la encontramos en todo nuestro entorno.

El campo de estudio de la física


Falta destacar los aspectos de la segunda parte de la definición, aquella que se refiere a
los aspectos mensurables de la naturaleza. Al hablar de aspectos mensurables, tenemos
necesariamente que referirnos a los conceptos de cantidad mensurable y de medición. Una
cantidad mensurable es aquella a la que se le puede asociar un número que nos habla de
su magnitud o su tamaño y una unidad de medida, la cual expresa en forma comparativa la
magnitud y, en otros casos, nos habla del concepto físico relacionado con tal cantidad. Por
ejemplo, una cantidad mensurable es la longitud y su unidad de medida es el metro, lo que
da lugar a una comparación con un estándar de medición concebido por un comité que, por
acuerdo internacional, dicta las normas de medidas y cuya sede está en París. En cambio,
tenemos que en la aceleración sus unidades expresan en cuántos metros por segundo
cambia la rapidez de un móvil cada segundo. Claro que por cuestiones de manipulación
algebraica se escriben como metro sobre segundo cuadrado (m/s2). Más adelante, cuando
se trate el tema del sistema internacional de unidades, veremos un poco más de esto.
Llegamos al punto álgido de nuestra discusión. Si la física sólo se ocupa de los aspectos
mensurables de la naturaleza, entonces, en esencia, es una ciencia experimental, es decir,
no se basa, en modo alguno, en la simple observación y en la experiencia ordinaria, como
si sus conocimientos se obtuviesen y justificasen razonando a partir de observaciones
pacientemente recogidas y acumuladas. Por el contrario, la física busca conocimientos que
se relacionan con el dominio controlado de los fenómenos, por lo que recurre a la
experimentación. La naturaleza manifiesta a la experiencia ordinaria algunos fenómenos
superficiales que pueden ser observados en forma directa. Si se desea conocer más a
fondo, hay que interrogarla; para ello hay que utilizar un lenguaje común. El lenguaje de la
naturaleza son los hechos. Cuando Galileo decía que ese lenguaje eran las matemáticas y
comparaba a la naturaleza con un libro abierto escrito en caracteres matemáticos,
expresaba, de modo metafórico, la importancia de las matemáticas para estudiar los
aspectos cuantitativos de la realidad, pero se trata de una metáfora que no debe tomarse
al pie de la letra. La naturaleza sólo responde con hechos; por lo tanto, hay que interrogarla
con hechos, pues interviene en el desarrollo de los acontecimientos naturales.
Es importante considerar que la física, como ciencia experimental, nada puede decir a favor
o en contra de que haya realidades fuera de su control, ya que en principio, sólo le competen
realidades que sean controlables de manera experimental. Por consiguiente, si se pretende
apoyar sobre bases científicas la negación o afirmación de realidades de tipo espiritual, se
realiza una extrapolación injustificada que va en contra del verdadero carácter científico. La
ciencia tiene limitaciones. Una de ellas es que, en particular la física, es meramente
descriptiva. Esto es, la física sólo describe fenómenos, pero no explica las causas últimas
del porqué suceden. El por qué que contesta la ciencia sólo es descriptivo; por ejemplo,
¿por qué es azul el cielo? Por la dispersión de la luz. En este caso, lo que hacemos, al
explicar la dispersión de la luz, es una bella descripción del fenómeno; entonces la siguiente
pregunta sería: ¿por qué ocurre la dispersión? Para contestar, describimos las
interacciones electrodinámicas cuánticas. En cambio, para saber por qué se dan ese tipo
de interacciones con nombre tan rimbombante, ya no hay respuesta física. La razón: la
causa última no es objeto de estudio de la ciencia.
Tomado de Física I Un enfoque constructivista

Reflexiona y contesta:
1. En el colegio te enseñaron física…menciona dos conceptos FÍSICOS que hayas
estudiado en el colegio y que puedas explicarle a un compañero de curso

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2. ¿La física es importante en tu formación profesional? Justifica tu respuesta

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