Está en la página 1de 2

Problemas de crecimiento en los niños deportistas

Existen lesiones propias de la infancia y de la adolescencia, en este artículo


nos vamos a centrar en las epifisiolisis de crecimiento que pueden afectar a los
pequeños deportistas. Aprende cómo identificarlas y tratarlas.
Fuente: Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Aragón. Autor: Javier
Betoré Muro. Nº Colegiado 467.

En el mundo actual se tiende a pensar que cuanto más joven se es, más difícil
es padecer una lesión deportiva. Es cierto que los músculos son más elásticos,
los ligamentos y el hueso absorben mejor los impactos y la resistencia a la
fatiga y la recuperación nocturna tras el esfuerzo es mayor por los niveles
hormonales. Sin embargo existen lesiones propias de la infancia y de la
adolescencia, en este artículo nos vamos a centrar en las epifisiolisis
de crecimiento.

Se trata de lesiones óseas producidas en las zonas de crecimiento del hueso


llamados cartílagos de crecimiento, generalmente debidas a una disminución
de la llegada de sangre arterial al hueso afectado que desencadena una
descalcificación y el posterior arrancamiento de la parte distal afectada.

En el mundo del deporte la realización de trabajos muy repetitivos como es la


carrera a pie, los sprints, saltos, golpeos, pivotajes, etc., muy característicos de
los deportes de contacto, provocan que la musculatura aumente de volumen y
de fuerza, mientras que el hueso pierde densidad y fuerza, estos traumatismos
repetidos conllevan al arrancamiento del hueso.

Los trastornos más frecuentes en la infancia y adolescencia son los siguientes:

ENFERMEDAD DE HAGLUND‐SEVER (EPIFISITIS DEL


CALCÁNEO)
Es el trastorno en la osificación de la apófisis posterior del calcáneo, como
causa posible de la enfermedad, se habla entre otras causas de una alteración
en el riego arterial a la zona de crecimiento de dicha zona (calcáneo) en
determinados momentos del desarrollo, al traccionar el tendón de Aquiles en
la carrera y el golpeo es muy fácil que pueda desprenderse con más facilidad.
Aparece entre los 8 a 13 años de edad y con una mayor incidencia en los
chicos.

ENFERMEDAD DE OSGOOD SCHLATTER


Es la osteocondrosis del tubérculo tibial (donde se inserta el tendón rotuliano
el cual permite la flexo‐extensión de la rodilla). El microtraumatismo
producido en esa zona y debido a las flexo‐extensiones repetidas del
cuádriceps contra la rodilla, hace que la porción cartilaginosa de la tibia o
tubérculo tibial se resienta.
Existe predisposición en niños en el periodo de crecimiento rápido de la
pubertad y sobre todo con la práctica deportiva. Esta afectación en muchas
ocasiones es bilateral. Es normal encontrar adultos jóvenes con prominencias
óseas en esa zona debido a sucesivos arrancamientos de la tuberosidad tibial.

No es grave, fácil de tratar y no limita la actividad física una vez se soluciona,


el paso de los años hace que el riesgo disminuya y el fin de la adolescencia
hace que sólo sean un mal recuerdo.

El mejor tratamiento en estos casos es el reposo deportivo durante un tiempo


relativamente corto, entre 2 y 4 semanas según el dolor que presente el
deportista. El vendaje neuromuscular es una correcta herramienta para
prevenir nuevas lesiones ya que evita una contracción exacerbada de la
musculatura del tren inferior y realiza una cierta sujeción de zona afectada.

Baños de contraste, andar descalzo y realizar ejercicios en descarga en piscina


y bicicleta suave también ayudan en fase aguda para no perder tono muscular
y no forzar la zona dañada, siempre que no haya dolor y otras patologías
asociadas.

Estamos hablando de trastornos de crecimiento, que también afectan a niños


que no practican deporte pero que tienen un desarrollo acelerado, hay que
estar atentos ante cualquier signo de alarma ya que en los niños que practican
deporte con asiduidad es muy probable que en un momento u otro de su niñez
y adolescencia aparezca uno de estos problemas.

También podría gustarte