Está en la página 1de 21

SUMARIO

Medicina General

REVISIÓN

R etinopatía hipertensiva
A. TRISÁN ANORO*, H. MENÉNDEZ MONTES*, A. TRISÁN ALONSO**, D. SOTO MESA**, H. SUÁREZ CASADO**

*Médico del Centro de Salud de Cangas del Narcea (Asturias). **Estudiante de Medicina.

■ INTRODUCCIÓN den de distinta forma a las elevaciones de la tensión


arterial.
La retina es el único lugar del organismo donde Hay varios aspectos condicionantes en la retino-
podemos observar directamente los vasos sanguíneos patía hipertensiva:
mediante una técnica sencilla no invasiva como la of- 1. La gravedad de la hipertensión, que se refleja
talmoscopia. Su observación repetida en el tiempo en el grado de retinopatía y en los cambios vascula-
nos dará una información valiosa sobre las alteracio- res que origina.
nes producidas en los mismos. 2. La duración, que también se refleja en el gra-
En la hipertensión arterial, tanto esencial (1-3) do de retinopatía y en los cambios vasculares escle-
como secundaria (4-10), se afecta precozmente la re- róticos, aunque no parece influir en la prevalencia de
tina (11) y se observaron alteraciones en el fondo de los mismos (1,15).
ojo denominadas clásicamente retinopatía hipertensi- 3. La rapidez de la instauración de la hiperten-
va. Aunque parece haber una asociación clara entre sión.
las alteraciones retinianas y el aumento de las cifras 4. El estado previo del árbol vascular retiniano.
tensionales medias (12-14), parece que existen otros
factores asociados a la retinopatía como arteriosclero-
sis, edad avanzada, enfermedades de la arteria caróti- ■ FISIOPATOLOGÍA
da, etc. (15). La prevalencia de retinopatía en pacien-
tes hipertensos, una vez excluidas otras causas como Retinopatía hipertensiva
diabetes, oscila entre el 7,8 y 11% según autores (16- Cuando la arteria central de la retina pasa a tra-
18). vés de la lámina cribosa, el grosor de la pared dismi-
Aunque al conjunto de cambios en el fondo de nuye, se pierde la lámina elástica interna y la capa
ojo se le ha venido denominando retinopatía hiper- muscular media se hace incompleta. Las ramas de la
tensiva, se ha demostrado que estos cambios se de- arteria retiniana en el ojo son, por tanto, grandes ar-
ben a tres tipos de manifestaciones independientes teriolas (16).
(19): Hay que tener en cuenta las propiedades espe-
1) Retinopatía hipertensiva. ciales de las arteriolas retinianas:
2) Coroidopatía hipertensiva. 1. Ausencia de fibras del sistema nervioso autó-
3) Neuropatía óptica hipertensiva. nomo.
Estos tres cuadros se deben a que los vasos reti- 2. Presencia de un sistema de autorregulación
nianos, coroideos y de la cabeza del nervio óptico, (20).
por sus diferencias anatómicas y fisiológicas, respon- 3. Existencia de una barrera hematorretiniana.
554
MEDICINA GENERAL 2000; 25: 554-564
REVISIÓN
RETINOPATÍA HIPERTENSIVA

Fig. 1.

Fig. 2.

Los cambios que se producen son los siguientes:


En la hipertensión hay una pérdida de la auto-
rregulación, con dilatación de las arteriolas precapi- El daño endotelial conduce a la salida y depósi-
lares. Se produce la separación de las uniones de las to de proteínas plasmáticas en la retina profunda que
células endoteliales y por tanto una disrupción focal se observan como exudados duros o depósitos lipídi-
de la barrera hematorretiniana, lo que genera un in- cos (21,23,25).
cremento de la permeabilidad a las macromoléculas Los exudados blandos están formados por infar-
plasmáticas y trasudados periarteriolares focales, que to isquémico de las fibras nerviosas, generalmente
es la lesión más precoz. Antiguamente se pensaba cerca de la cabeza del nervio óptico (16,23), con bo-
que estos trasudados eran igual que las manchas al- rrado de la fóvea. Se piensa que están causados por
godonosas o sus precursores (19,21). bloqueo del transporte axoplásmico (16).
Los infiltrados algodonosos, o mejor llamadas El edema retiniano y macular pueden ser una
manchas isquémicas retinianas profundas, se deben a manifestación de la coroidopatía hipertensiva por ro-
isquemia focal aguda de la retina profunda por oclu- tura de la barrera hematorretiniana a nivel del epite-
sión de las arteriolas terminales (21-23). Parece que a lio pigmentario y difusión del líquido subretiniano a
este nivel pueden actuar también las sustancias vaso- la retina (19,26).
presoras aumentadas en la hipertensión y presentes
en la retina por la disfunción de la barrera hematorre- Coroidopatía hipertensiva
tiniana (24). Se produce en hipertensión grave. Los cambios
Las hemorragias retinianas se producen por dis- coroideos son consecuencia de la ruptura de la barrera
tintos mecanismos (21,23): hemorretiniana a nivel del epitelio pigmentario, a dife-
1) Por necrosis de las paredes de arteriolas pre- rencia de los retinianos que son a nivel de la arteriola
capilares y capilares. (16). En la hipertensión maligna, agentes vasoconstricto-
2) El edema del disco óptico y el edema retinia- res endógenos difunden de los capilares coroideos al lí-
no en la distribución de los capilares radiales peripa- quido intersticial coroidal y actúan en las paredes de
pilares puede interferir con el retorno venoso y pro- los vasos coroidales produciendo vasoconstricción e is-
ducir hemorragias. quemia (19). Hay una necrosis fibrinoide de las arterias
3) También pueden producirse por el aumento y arteriolas coroidales, que conduce a oclusión e infar-
de la presión capilar. to de los capilares coroideos. El epitelio pigmentario se
555
MEDICINA GENERAL 2000; 25: 554-564
Medicina General

daña y pasa líquido al espacio suretiniano, lo que cau-


sa desprendimiento de retina (16).
La afectación coroidea predomina sobre la reti-
niana en la hipertensión aguda y en la crónica son
más manifiestas las lesiones retinianas (27).

Neuropatía hipertensiva
El mecanismo no está claro. Parece que es una
edematización secundaria a isquemia, seguida de
pérdida de axones y gliosis. La isquemia puede tener
dos orígenes:
1) Afectación de los vasos coroideos, ya que
constituyen el principal aporte sanguíneo de la cabe-
za del nervio óptico.
2) Difusión de sustancias vasoconstrictoras a la
cabeza del nervio óptico a partir de la coroides peri-
papilar, lo que produce vasoconstricción de los vasos
dentro de la cabeza del nervio óptico (19).
Fig. 4.

■ MANIFESTACIONES
OFTALMOSCÓPICAS DE LA
RETINOPATÍA HIPERTENSIVA
Se ha descrito como arterias en hilo de cobre por
Alteraciones vasculares aumento del reflejo oftalmoscópico de la pared de
las arteriolas retinianas esclerosadas (19). Las arte-
Alteraciones arteriolares riolas muy esclerosadas se ven blancas, arterias en
En la hipertensión crónica se produce esclero- hilo de plata (19).
sis arteriolar por el efecto mantenido de la presión Se observa aumento de la tortuosidad de las ar-
sanguínea aumentada sobre las paredes vasculares teriolas esclerosadas (19).
(16). La esclerosis arteriolar no sólo se debe a la hi- Se produce oclusión de arteriolas finas y gene-
pertensión, también puede deberse a la edad. Se ge- ración de manchas isquémicas retinianas profundas
nera un estrechamiento generalizado o localizado. denominadas, infiltrados algodonosos (19).
En la hipertensión aguda puede verse una ima-
gen denominada erróneamente espasmo arteriolar,

Fig. 3. Fig. 5.

556
MEDICINA GENERAL 2000; 25: 554-564
REVISIÓN
RETINOPATÍA HIPERTENSIVA

Fig. 6. Fig. 7.

aunque realmente no existe estrechamiento de la luz, oclusión de la vena central de la retina y varias enfer-
sino que se trata de un artefacto oftalmoscópico pro- medades de la retina, probablemente secundarias a
ducido por el ocultamiento parcial de la pared de la un mecanismo veno-oclusivo (28).
arteriola por el edema retiniano (22).
Trasudados periarteriolares focales intrarretinianos Cambios capilares retinianos
Son muy precoces y específicos de la hiperten- Se encuentran en las mismas localizaciones que las
sión maligna. Tienen forma redondeada u oval y el ta- manchas isquémicas. Se producen anormalidades microvas-
maño es variable: desde puntiformes hasta la mitad del culares como microaneurismas y shunts arteriovenosos. Se
tamaño del disco óptico. A veces pueden fusionarse. observan como vasos retorcidos y colaterales venosos (19).
Son de color blanco mate cuando son recientes y luego
palidecen hasta resolverse. Se localizan típicamente al Cambios retinianos venosos
lado de las arteriolas retinianas mayores y sus ramas En la fase aguda de la hipertensión maligna son
principales y en las zonas profundas de la retina. Las un hallazgo raro. En la hipertensión crónica son fre-
lesiones se desarrollan totalmente en 2-3 semanas y tras cuentes e incluyen:
su resolución no quedan secuelas oftalmoscópicas (19). – Signos de cruce arteriovenoso. Estrechamiento
venoso en los cruces arteriovenosos de los vasos reti-
Manchas isquémicas retinianas profundas (infiltrados nianos principales. La arteria a su paso por encima
algodonosos o exudados blandos) de la vena causa indentación en la misma. Son signo
Son áreas focales, blancas, esponjosas, opacas. de arteriosclerosis, con o sin hipertensión (16).
Tienen formas muy irregulares. Están principalmente Clásicamente se han descrito varios signos:
en la capa nerviosa de la retina, generalmente en el Signo de Gunn. La vena tiene dos zonas páli-
polo posterior, básicamente en la distribución de los das, iguales a ambos lados del cruce, con pérdida del
capilares retinales radiales peripapilares. Comienzan reflejo y adelgazamiento de los dos extremos. La ve-
como una película grisácea que se vuelve como una na se ve como partida.
nube blanca y se resuelve fragmentándose en man- Signo de Salus. El curso venoso sufre un cambio
chas menores, antes de desaparecer (19). Pueden ver- de trayecto. Aspecto de U si el cruce es perpendicu-
se en otras patologías como SIDA, diabetes mellitus, lar y de S, si es oblicuo.
557
MEDICINA GENERAL 2000; 25: 554-564
Medicina General

Signo de Bonnet. Junto al cruce se observa una


hemorragia o un exudado duro.
En los cruces un 70 por ciento de las veces la
arteria va por encima de la vena y causa estos cua-
dros. En los casos en los que la vena va por encima
de la arteria no se observa estrechamiento venoso
(29). Los signos de cruce están relacionados con la
gravedad de la hipertensión (15).
– Dilatación y tortuosidad próximas a los cruces arte-
riovenosos. La dilatación es más frecuente que en las arterias.
En los niños puede ser normal una tortuosidad moderada.
– Oclusión de la vena central de la retina o de
sus ramas (19).

Lesiones extravasculares
– Hemorragias retinianas. Es una alteración tardía y
poco frecuente. Generalmente se sitúan en la capa de las
fibras nerviosas y en la distribución de los capilares radia-
les peripapilares y adoptan forma de llama. (16,19).
Fig. 9.
– Edema retinal y macular. Se debe a la hiperten-
sión maligna. Puede ser generalizado o localizado y ha-
bitualmente afecta a la región macular (19). Los signos
precoces de papiledema son rebosamiento de las venas, ■ MANIFESTACIONES
pérdida de la pulsación venosa, hiperemia de la cabeza OFTALMOSCÓPICAS DE LA
del nervio y borrado de los márgenes del disco (23,30). COROIDOPATÍA HIPERTENSIVA
– Depósitos lipídicos retinianos (exudados duros).
Son amarillos, redondeados generalmente y de bordes Lesiones del epitelio pigmentario conocidas co-
bien delimitados. Cuando se encuentran en la zona de la mo manchas de Elschnig (26,31,32).
mácula adoptan forma de estrella (estrella macular), aun- Clínicamente las lesiones consisten en:
que pueden adquirir múltiples formas y localizarse en 1) Anormalidades del lecho vascular coroidal.
otras zonas de la retina. Estos depósitos se desarrollan Esclerosis vascular.
continuamente y tardan varios años en resolverse (19). 2) Lesiones del epitelio pigmentario.
– Pérdida de fibras nerviosas retinianas (19). 3) Desprendimiento de retina seroso (19,33).

■ MANIFESTACIONES
OFTALMOSCÓPICAS DE LA
NEUROPATÍA HIPERTENSIVA

Signos precoces de papiledema son: sobrellena-


do de las venas, pérdida de la pulsación venosa, hi-
peremia del disco óptico y borrado de los márgenes
del disco y de la fóvea.
Signos tardíos son: elevación de la cabeza del
nervio óptico y diseminación del edema a la retina
circundante, asociado a infiltrados algodonosos y he-
morragias (16).
Con tratamiento adecuado de la hipertensión
generalmente el edema se resuelve y queda un disco
Fig. 8. pálido por pérdida de axones (19).
558
MEDICINA GENERAL 2000; 25: 554-564
REVISIÓN
RETINOPATÍA HIPERTENSIVA

■ CLASIFICACIÓN La separación entre los distintos grados es arbi-


traria.
Han sido muchas las propuestas de clasificación Algunos pacientes presentan alteraciones no clasifica-
de la retinopatía hipertensiva desde que en 1939 bles en ninguno de los grupos y, por otro lado, otros pue-
Keith, Warner y Baker establecieron un primer intento den clasificarse simultáneamente en más de una categoría.
de graduación de las lesiones del fondo de ojo (34). La clasificación está enfocada al pronóstico de
A nuestro modo de ver, la gran mayoría de estas cla- la enfermedad. Actualmente no existen diferencias en
sificaciones es poco útil, debido fundamentalmente a el pronóstico de los pacientes con grado III y IV que
los avances en el conocimiento de la fisiopatología y siguen un tratamiento eficaz (35).
la disponibilidad de nuevos tratamientos que modifi-
can la supervivencia de los pacientes. Clasificación de la Sociedad Americana de Oftalmo-
Revisaremos aquí los problemas que presentan logía (1947) (36).
los intentos de clasificación previos, desde un punto Clasifica la retinopatía según los tipos de hiper-
de vista basado sobre todo en la práctica diaria del tensión:
médico general, proponiendo finalmente una clasifi- – Retinopatía de la hipertensión aguda o retino-
cación que, desde nuestro punto de vista, puede re- patía angioplástica.
sultar de utilidad. – Retinopatía de la hipertensión crónica.
– Hipertensión terminal maligna.
Clasificación de Keith, Wagener y Barker (34) – Hipertensión aguda en glomerulonefritis.
Establece 4 grupos de retinopatía basándose en – Hipertensión progresiva crónica en glomerulo-
la correlación entre los hallazgos clínicos y la super- nefritis.
vivencia (Tabla I). Las limitaciones de esta clasifica- – Hipertensión maligna terminal en glomerulonefritis.
ción analizadas por Hayreh (21) son las siguientes:
Los grados III y IV no son estadios progresivos Esta clasificación tiene la desventaja de ser de
de los grados I y II. Esta clasificación no distingue uso clínico muy limitado, utiliza una graduación del
adecuadamente el componente hipertensivo y arterio- estrechamiento arteriolar poco práctico y depende
esclerótico de los cambios vasculares (21) y pueden del denominado espasmo arteriolar para su gradua-
incluirse dentro de estos grados cambios debidos a la ción, que carece de base científica y, por otro lado,
arteriosclerosis arteriolar por la edad (26). resulta de manejo complicado (21).

■ TABLA I

Clasificación de Keith, Wagener y Barker (34)


Grado I Hipertensión benigna. Estenosis o esclerosis moderada de las arteriolas retinianas. No síntomas. Buen estado de
salud.
Grado II Retinopatía hipertensiva más marcada. Esclerosis moderada o marcada de las arteriolas retinianas. Reflejo
luminoso arterial exagerado. Compresión venosa en los cruces arteriovenosos. Tensión arterial mayor y más
mantenida que en el grupo I. Asintomáticos. Buen estado de salud.
Grado III Retinopatía angiospástica moderada. Edema retiniano. Manchas algodonosas y hemorragias. Esclerosis y lesiones
espásticas de las arteriolas retinales. Tensión arterial generalmente alta y mantenida (sintomática).
Grado IV Hipertensión maligna. Todo lo anterior y edema del disco óptico. Las funciones renal y cardiaca pueden estar
afectadas. Supervivencia reducida.

Años de seguimiento Supervivencia de los pacientes (%)


Grado I Grado II Grado III Grado IV
1 90 88 65 21
3 70 62 22 6
5 70 54 20 1

559
MEDICINA GENERAL 2000; 25: 554-564
Medicina General

■ TABLA II

Clasificación de Scheie (1953)


Grado I Aumento de reflejo luminoso arteriolar con compresión arteriovenosa mínima.
Grado II Aumento de los signos y desvío de las venas en los cruces arteriovenosos.
Grado III Arteriolas en hilo de cobre y marcada compresión arteriovenosa.
Grado IV Arteriolas en hilo de plata y cambios importantes en los cruces arteriovenosos

Clasificación de Scheie (1953) – Complicaciones de la fase esclerótica (macroa-


Clasifica las manifestaciones clínicas de la hi- neurismas, microaneurismas, oclusión de la arteria o de la
pertensión en cuatro grados (Tabla II). vena central de la retina y membrana epirretiniana (21).
Esta clasificación tiene el inconveniente de asu- Al igual que otras clasificaciones se fundamenta
mir que la esclerosis se debe exclusivamente a la hi- en la vasoconstricción arteriolar. Por otro lado, pue-
pertensión e ignora el proceso de envejecimiento den combinarse varias fases en un mismo individuo y
(16,21). Por otro lado, está basada en criterios subje- no definirse como entidades diferentes.
tivos y carece de datos pronósticos; es de escasa utili-
dad clínica (21). Propuesta descriptiva (no-clasificatoria) de Hayre
(1989)
Clasificación de Leishman (1957) Se opone a cualquier intento clasificatorio y
Establece 7 subgrupos de cambios hipertensivos. propone que se haga en cada caso una descripción
Es complicada y confusa (16,21). detallada de las lesiones de cada paciente, debido a
que la hipertensión maligna aparece de novo en una
Clasificación de Cogan minoría de casos y generalmente está precedida de
Establece 4 grados (grado I a IV) basados exclu- hipertensión benigna.
sivamente en el estrechamiento arteriolar, que como Por tanto, la retinopatía puede representar una mez-
se discutió previamente es un artefacto carente de ba- cla de hallazgos de los dos tipos de retinopatía (19,21).
se científica (21).

Clasificación de Tso y Jampol


Divide la retinopatía hipertensiva en distintas fases.
– Fase vasoconstrictiva
– Fase exudativa
– Fase esclerótica

Fig. 10. Fig. 11.

560
MEDICINA GENERAL 2000; 25: 554-564
REVISIÓN
RETINOPATÍA HIPERTENSIVA

■ TABLA III

Clasificación de Dodson y cols. (1996) (16)


Grado Cambios retinianos Categoría hipertensiva Pronóstico
A Estrechamiento arteriolar generalizado Hipertensión establecida Pueden depender de la
“no maligna” Constricción focal magnitud de la hipertensión,
No signos de cruce pero la edad y otros factores
de riesgo cardiovascular son
igualmente importantes.
B Hemorragias, exudados duros, manchas Hipertensión maligna o La mayoría de los casos sin
“maligna” algodonosas ± edemas del disco óptico. acelerada con daño tratamiento muere en 2 años.
retinovascular En pacientes tratados la
supervivencia media es de
12 años.

El inconveniente que tiene esta opción es que Clasificación de Dodson y cols. (1996) (16)
dada la evolución continua de estas lesiones la des- Establece dos grandes grupos o categorías que
cripción exhaustiva de las mismas es excesivamente incluyen factores pronósticos (Tabla III).
laboriosa para el seguimiento de estos pacientes y no Esta clasificación adolece de ser demasiado
aporta una escala de graduación para poder estable- simple y no separa entre la afectación hipertensiva y
cer criterios de cambio o mejoría. la debida a otros factores. La primera categoría es

■ TABLA IV

Clasificación de Sánchez Salorio (37)


Cambios Seniles. Esclerosis Involutiva
Síndrome vascular esclero- Paciente senil. Elevación Rectificación del trayecto de las arteriolas. Ligera
involutivo de la tensión sistólica estrechez, ramificaciones en ángulo recto. Pérdida
por arteriosclerosis de brillo de la estría sanguínea luminosa.
Retinopatía hipertensiva
Síndrome vascular esclero- Edad adulta-senil + Arterias en hilo de cobre y plata. Signos de cruce.
hipertensivo hipertensión arterial benigna Parénquima retiniano normal
Retinopatía esclero-hipertensiva Hipertensión mantenida Hemorragias, exudados duros.
Papiledema: Retinopatía esclero-hipertensiva
malignizada.
Síndrome vascular hipertono- Jóvenes. Elevación intensa y Aparente estenosis arteriolar. Dilatación y
hipertensivo rápida de la presión diastólica tortuosidad venenosa.
con un aumento concordante Signo de Guist. Las arterias parecen no alcanzar la
de la sistólica mácula mientras que se observan muy próximas a
ella las venas, que están dilatadas y tortuosas.
Parénquima indemne.
Retinopatía hipertono-hipertensiva Elevación de la tensión arterial Hemorragias dispersas y edema difuso.
diastólica muy intensa o brusca Exudados duros. Estrella macular. Exudados
algodonosos. Signos de cruce.
Papiledema: Retinopatía hipertono-hipertensiva
malignizada.

561
MEDICINA GENERAL 2000; 25: 554-564
Medicina General

■ TABLA V ■ TABLA VI

Clasificación de la HTA según la OMS de 1999 (42) Clasificación de la tensión arterial en mayores de 18
años (JNC-VI) 1997 (43)
TAS TAD
(mm Hg) (mm Hg) TAS TAD
(mm Hg) (mm Hg)
Óptima <120 <80
Normal <130 <85 Óptima Menos de 120 Menos de 80
Normal-Alta 130-139 85-89 Normal Menos de 130 Menos de 85
Grado 1 Normal-Alta 130-139 85-89
Hipertensión leve 140-159 90-99 Estadio 1 140-159 90-99
Subgrupo limítrofe 140-149 90-94 Estadio 2 160-179 100-109
Grado 2 Estadio 3 ≥180 ≥110
Hipertensión moderada 160-179 100-109
Grado 3
Hipertensión grave ≥180 ≥110
siopatología de la retinopatía como en el tratamiento
HTA sistólica aislada ≥140 <90
y control de los pacientes, pueden dar lugar a la pro-
Subgrupo limítrofe 140-149 <90
puesta de nuevas clasificaciones acordes a las necesi-
dades del momento.
Aquí presentamos cuatro clasificaciones que ac-
tualmente usamos en Atención Primaria; en la prime-
un grupo enorme tanto de manifestaciones como de ra (42) la OMS junto con la Sociedad Internacional
causas que categoriza poco cada situación indivi- de Hipertensión hacen recomendaciones basadas en
dual. los datos de varios estudios epimediológicos y de en-
sayos clínicos, por los que relacionan las cifras de hi-
Clasificación de Sánchez Salorio (37) pertensión arterial con los riesgos de enfermedad car-
Esta clasificación (Tabla IV) tiene la ventaja de diovascular.
identificar tanto el efecto de la arteroesclerosis secun- En la Tabla VI (43) vemos los criterios del VI in-
daria al proceso de envejecimiento como los cambios forme para la clasificación de la tensión arterial en
secundarios a la hipertensión, así como el efecto de mayores de 18 años.
la hipertensión aguda y crónica sobre un árbol vascu- En la tercera clasificación (44) la OMS relaciona
lar más o menos protegido por cambios escleróticos esta enfermedad con las lesiones de los órganos diana.
previos; por esto nos parece recomendable para el En la última clasificación (43) la JNC VI rela-
control evolutivo de los pacientes. No obstante, los ciona la hipertensión arterial con la lesión de los ór-
continuos avances tanto en el conocimiento de la fi- ganos diana y otros factores de riesgo cardiovascular.

■ TABLA VII

Estratificación del riesgo y tratamiento antihipertensivo (JNC-VI, 1997) (43)


Fases de TA Grupo A Grupo B Grupo C
No FR, no LOD, no ECC Al menos 1 FR no DM LOD, ECC y/o diabetes
No LOD, no ECC con/sin FR
Normal-Alta Modificación de estilos Modificación de estilos Fármacos
130-139/85-89 de vida de vida
Estadio 1 Modificación del estilo Modificación del estilo Fármacos
140-150/90-99 de vida (hasta 1 año) de vida (hasta 6 meses)
Estadios 2 y 3 Fármacos Fármacos Fármacos
≥150/≥100

562
MEDICINA GENERAL 2000; 25: 554-564
REVISIÓN
RETINOPATÍA HIPERTENSIVA

Clasificación de la HTA según la OMS de 1999 (42) ■ EVOLUCIÓN


(Tabla V)
Con tratamiento las lesiones retinianas son re-
Clasificación de la tensión arterial en mayores de 18 versibles y con frecuencia la visión vuelve a la nor-
años (JNC-VI) 1997 (43) malidad (23).
Clasificación según la afectación orgánica (OMS La hipertensión maligna no tratada tiene muy
1996) (44) mal pronóstico. La supervivencia al año con retino-
FASE I: Sin signos de lesión orgánica. patía grado III es del 65% y con grado IV del 21%
FASE II: Al menos uno de los siguientes signos: (23). Hoy en día, con los nuevos tratamientos an-
1. Hipertrofia del ventrículo izquierdo, detecta- tihipertensivos disponibles y la diálisis, el pronósti-
do por radiología, ECG o ecocardiograma. co ha mejorado y no existen diferencias entre los
2. Estrechamiento focal o generalizado de las grados III y IV (16,23,35). Algunos autores encuen-
arterias retinianas. tran una supervivencia a los 5 años del 74% (38) y
3. Microalbuminuria, proteinuria y/o aumento una supervivencia media de 12 años (16). La super-
ligero de la concentración de creatinina plasmática vivencia en general es mayor en los pacientes que
(mayor de 1,2 a 2 mg/dl). logran el control con tratamiento de su tensión ar-
4. Placas de ateroma demostradas por radiolo- terial y que no tienen signos de afectación de otros
gía u otras técnicas. órganos como proteinuria (15,23,39).
FASE III:
1. Corazón: insuficiencia ventricular izquierda,
cardiopatía isquémica. ■ TRATAMIENTO
2. Encéfalo: encefalopatía hipertensiva, ACV, de-
mencia vascular. No existe un tratamiento oftalmológico específi-
3. Fondo de ojo: hemorragias y exudados reti- co para la retinopatía, aunque se está investigando la
nianos con/sin edema de papila. posible eficacia de compuestos como el factor de
4. Riñón: insuficiencia renal con creatinina ma- crecimiento nervioso (40).
yor de 2 mg/dl. El tratamiento es un buen control de la tensión
5. Vasos: aneurisma de aorta, enfermedad obs- arterial, con el que se puede obtener la reversibilidad
tructiva vascular periférica. de las lesiones (41).

■ BIBLIOGRAFÍA

1. Tseng YZ, Tseng CD, Lo HM, Chiang 5. Akpunonu BE, Mulrow PJ, Hoffman 9. Cochat P, Delmas MC, de Parscau L,
FT, Hsu KL. Characteristic abnormal fin- EA. Secondary hypertension: evaluation Floret D, Parchoux B, Guibaud P, David
dings of ambulatory blood pressure indica- and treatment [published erratum appears L, Larbre F. Neurologic manifestations of
tive of hypertensive target organ complica- in Dis Mon 1997; 43 (1): 62] Dis Mon arterial hypertension in children. Pedia-
tions. Eur Heart J 1994; 15 (8): 1037-43. 1996; 42: 10,609-722. trie 1988; 43 (6): 551-6.
2. Saitoh M, Matsuo K, Momoto S, Kon- 6. Dróbecka-Brydak E, Switua M, Bry- 10. De Rosa LU. Hypertensive retino-
doh T, Yanagawa T, Katoh Y, Hasegawa K. dak-Godowska J, Posepna A, Rancewicz pathy caused by a rare ovarian tumor:
Relationship between left ventricular hy- Z, Nowacka-Cieciura E. Late ophthalmos- case reprot and photo essay. J Am Optom
pertrophy) and renal and retinal damage in copic changes in patients after malignant Assoc 1991; 62 (2): 132-6.
untreated patients with essential hyperten- hypertension Klin Oczna 1998; 100 (1):
11. Pose Reino A, González Juanatey JR,
sion Intern Med 1998; 37 (7): 576-80. 31-3.
Castroviejo M, Valdés L, Estévez JC,
3. Daniels SR, Lipman MJ, Burke MJ, 7. Vicente Vera T, Gual Juliá JM, Castañón Méndez I, Cabezas Cerrato J. Relación
Loggie JM. Determinants of retinal vascu- Romo MC, Pérez de Juan Romero MA, Sa- entre hipertrofia ventricular izquierda y
lar abnormalities in children and adoles- lazar E. Retinopatía hipertensiva en pa- cambios vasculares retinales en hiperten-
cents with essential hypertension. J Hum cientes con coartación de aorta. Arch Inst sión moderada. Med Clin (Barc) 1997;
Hypertens 1993; 7 (3): 223-8. Cardiol Mex 1988; 58 (6): 563-8. 108: 8281-5.
4. Daniele S, Schepens CL, Daniele C, 8. Leavitt JA, Pruthi S, Morgenstern BZ. 12. Cugini P, Petrangeli CM, Capodaglio
Angeletti G. Fundus abnormalities in Hypertensive retinopathy mimicking neu- PF, Chiera A, Cruciani F, Turri M, Ghe-
Cushing's disease: a preliminary report. roretinitis in a twelve-year-old girl. Surv rardi F, Santiago G. Minimal lesion hy-
Ophthalmologica 1995; 209 (2): 88-91. Ophthalmol 1997; 41 (6): 477-80. pertensive retinopathy and arterial pre-

563
MEDICINA GENERAL 2000; 25: 554-564
SUMARIO

Medicina General

hypertension: evidence of arterial pressu- 24. Pontremoli R, Sofia A, Tirotta A, Ra- tension: their course and prognosis. Am J
re monitoring in presumed normotensive vera M, Nicolella C, Viazzi F, Bezante Med Sci.1939;191:332.
subjects at zero risk. Recenti Prog Med GP, Borgia L, Bobola N, Ravazzolo R,
35. Braz Nogueira J, Freitas A, Moreira
1997; 88: 1,11-6. Sacchi G, Deferrari G. The deletion
C, Saldanha C, Martins e Silva J, Souza
polymorphism of the angiotensin I-con-
13. Klein R, Klein BE, Moss SE, Wang Q. Ramalho, Nogueira da Costa J. Hiperten-
verting enzyme gene is associated with
Hypertension and retinopathy, arteriolar sao em fase acelerada. Estudo cardiológi-
target organ damage in essential hyper-
narrowing, and arteriovenous nicking in co, oftalmologico e hemorreológico. Rev
tension. J Am Soc Nephrol 1996; (12):
a population. Arch Ophthalmol 1994; Port Cardiol 1988 ; 7(3):305-18.
2550-8.
112 (1): 92-8.
36 Wagener HP, Clay GE, Gipner GF.
25. Hayreh SS, Servais GE, Virdi PS. Reti-
14. da Costa JN. Organ and system in- Classification oof retinal lesions in the
nal lipid deposits in malignant arterial
volvement in arterial hypertension and its presence of vascular hypertension. Trans
hypertension. Ophthalmologica 1989;
classification. Rev Port Cardiol 1989; 8 Am Ophthalmol Soc. 1947; 45: 57-73.
198 (4): 216-29.
(10): 671-4.
37. Alfonso Sánchez J, Fernández-Vega
26. Binaghi M. Rétinopathie hipertensive.
15. Yu T, Mitchell P, Berry G, Li W, Wang Sanz L. Retinopatía hipertensiva. "En"
Diagnostic, évolution, pronostic. Rev Prat
JJ. Retinopathy in older persons without FOCO. Pharma Consult, S.A.; 1989-
1992; 42 (6): 777-9.
diabetes and its relationship to hyperten- 1990,19-26.
sion. Arch Ophthalmol 1998; 116: 83-89. 27. Schmidt D, Löffer KU. Elschnig's
39. Biesenbach G, Zazgornik J. High pre-
16. Dodson PM, Lip GYH, Eames SM, spots as a sign of severe hypertension.
valence of hypertensive retinopathy and
Gibson JM and Beevers DG. Hypertensi- Ophthalmologica 1993; 206 (1): 24-8.
coronary heart disease in hypertensive pa-
ve retinopathy: a review of existing clas- 28. Mansour AM, Jampol LM, Logani S, tients with persistent microalbuminuria un-
sification systems and a suggestion for a Read J, Henderly D. Cotton-wool spots der short intensive antihypertensive the-
simplified grading system. Journal of Hu- in acquired immunodeficiency syndrome rapy. Clin Nephrol 1994; 41 (4): 211-8.
man Hypertension 1996; 10: 93-98. compared with diabetes mellitus, syste- 40. Lambiase A, Centofanti M, Micera A,
17. Klein R, Klein BE, Moss SE, Wang Q. mic hypertension, and central retinal vein Manni GL, Mettei E, de Gregorio A, de
Blood pressure, hypertension and retino- occlusion. Arch Ohpthalmol 1988; 106 Feo G, Bucci MG, Aloe L. Nerve growth
pathy in a population. Trans Am Opht- (8): 1074-7. factor (NGF) reduces and NGF antobody
halmol Soc 1993; (91): 207-22. 29. Akman A, Kadayifçilar S, Aydin P. Ef- exacerbates retinal damage induced in
fects of hypertension on the retinal vein rabbit by experimental ocular hyperten-
18. Klein R, Klein BE, Moss SE. The rela-
width at the retinal arterio-venous cros- sion. Graefes Arch Clin Exp Ophthalmol
tion of sysemic hypertension to changes
sings. Eur J Ophthalmol 1998; 8 (2): 71- 1997; 235 (12): 780-5.
in the retinal vasculature: the Beaver
Dam Eye Study. Trans Am Ophthalmol 5. 41. Cakmakçi S, Kadayifçilar S, Aydin P,
Soc, 1997,95:,329-48;discussion 348-50. 30. Wall M. Optic disk edema with cot- Bilgin N. Dramatic regression of hyper-
ton-wool spots. Surv Ophthalmol 1995; tensive retinopathy following renal trans-
19. Hayreh SS. Duke-elder lecture. Syste-
39(6):502-8. plantation: a case report. Transplant Proc
mic arterial blood pressure and the eye.
1998; 30 (3): 788-9.
Eye 1996; 10 ( Pt 1)():5-28. 31. Lafaut BA, De Vriese AS, Stulting
AA. Fundus fluorescein angiography of 42. 1999 World Health Organization. In-
20. Brown SM, Jampol LM. New con-
patients with severe hypertensive nephro- ternational Society of Hypertension. Gui-
cepts of regulation of retinal vessel tone.
pathy. Graefes Arch Clin Exp Ophthalmol delines forthe management of Hyperten-
Arch Ophthalmol 1996; 114: 2,199-204.
1997; 235: 12,749-54. sion. Guidelines. Subcommitee. J.
21. Hayreh SS. Classification of hyperten- Hypertension 1999; 17, 151-183.
sive fundus changes and their order of 32. Pohl ML. Siegrist's streaks in hyper-
tensive choroidopathy. J Am Optom As- 43. Joint National Commitee on Detec-
appearance. Ophthalmologica 1989; 198
soc 1988; 59 (5): 372-6. tion, Evaluation, and Treatment of High
(4): 247-60.
Blood Presure. The sith report of the Joint
22. Hayreh SS, Servais GE, Virdi PS. Reti- 33. Ross RD, Gitter KA, Cohen G, Scho- National Committee on Prevention, De-
nal arteriolar changes in malignant arte- maker KS. Idiopathic polypoidal choroi- tection, and Treatment of High Blood
rial hypertension. Ophthalmologica dal vasculopathy associated with retinal Presure (JNC-VI). Arch Intern Med 1997;
1989; 198 (4): 178-96. arterial macroaneurysm and hypertensi- 157: 2413-2446.
ve retinopahty. Retina, 1996; 16-:2,105-
23. Kitiyakara C, Guzman NJ. Malignant 44. World Health Organization Hyper-
11.
hypertension and hypertensive emergen- tension Control. Report of a WHO expert
cies. J Am Soc Nephrol 1998; 9: 1,133- 34. Keith NM, Wagener HP, Barker NW. committee. Ginebra. World Health Orga-
42. Some differente types of essential hyper- nization, 1996.

564
MEDICINA GENERAL 2000; 25: 554-564
Manifestaciones oftalmológicas de la hipertensión arterial
Ophthalmological manifestations of arterial hypertension

N. A. Rodríguez, A. Zurutuza

RESUMEN ABSTRACT
La hipertensión arterial sistémica (HTA) es una de Systemic Arterial hypertension (AHT) is one of the
las enfermedades más frecuentes en los países indus- most frequent diseases in the industrialised countries,
trializados, llegando su incidencia hasta un 30%, cifra with an incidence reaching 30%, a figure that is rising
que va en aumento por la mayor esperanza de vida de due to the greater life expectancy of the population.
la población. Esta elevación de la presión arterial oca- This rise in arterial tension causes, or accelerates,
siona o acelera los cambios en la pared vascular de los changes in the vascular wall of the target organs such
órganos diana como el riñón, cerebro, corazón y ojo. as the kidney, brain, heart and eye.
A nivel ocular, la HTA produce lesiones en la reti- At the ocular level, AHT produces lesions in the
na, la coroides y cabeza del nervio óptico, pudiendo retina, the choroids and optic nerve head; this can
abarcar un amplio rango de lesiones, desde un estre- include a wide range of lesions, from slight vascular
chamiento vascular leve hasta una pérdida visual seve- narrowing to severe visual loss due to ischaemic
ra por neuropatía óptica isquémica. optical neuropathy.
La respuesta primaria de las arterias retinianas a The primary response of the retinal arteries to
la hipertensión arterial sistémica es un estrechamiento systemic arterial hypertension is vascular narrowing
vascular y los signos que aparecen en el fondo de ojo and the manifestations that appear at the back of the
en la retinopatía hipertensiva son la vasoconstricción eye in hypertensive retinopathy are diffuse or focal
difusa o focal, la extravasación por permeabilidad vas- vasoconstriction, extravasation due to increased
cular aumentada y la arteriolosclerosis con engrosa- vascular permeability and arteriosclerosis with
miento de la pared de los vasos. Estas tres entidades swelling of the wall of the vessels. These three entities
son las responsables de la aparición de diferentes are responsible for the appearance of different lesions
lesiones que van a caracterizar los estadíos de la enfer- that characterise the stages of the retinal disease,
medad retiniana como son: los cruces arteriovenosos, which are: arteriovenous crossings, hard and cotton-
exudados duros y algodonosos, trombosis, embolias, like exudates, thrombosis, embolisms, haemorrhages
hemorragias en el parénquima retiniano, desprendi- in the retinal parenchyma, vitreous detachment from
miento seroso de retina, edema de papila y neuropatía the retina, papilla edema and ischaemic optical
óptica isquémica en los casos más severos como el neuropathy in the more severe cases, such as in case
caso de la hipertensión arterial maligna. malign arterial hypertension.
Palabras clave. Hipertensión arterial. Retinopatía Key words. Arterial hypertension. Hypertensive
hipertensiva. Exudados retinianos. Cruces arterioveno- retinopathy. Retinal exudates. Arteriovenous
sos. crossings.

An. Sist. Sanit. Navar. 2008; 31 (Supl. 3): 13-22.

Servicio de Oftalmología. Hospital de Nava- Correspondencia:


rra. Pamplona. Nelson Arturo Rodríguez Marco
Servicio de Oftalmología
Hospital de Navarra
Tfno. 848422194
Irunlarrea, 3
31008 Pamplona

An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3 13


N. A. Rodríguez y A. Zurutuza

INTRODUCCIÓN la arteria se vuelve rígida dejando de ser


contráctil2 (Tabla 1).
La hipertensión arterial (HTA) es una
de las enfermedades más frecuentes en la
población de los países industrializados, SIGNOS OFTALMOLÓGICOS DEL
siendo su incidencia en los países desarro- SÍNDROME VASCULAR
llados de hasta un 30%. La importancia de HIPERTENSIVO
esta enfermedad radica en los cambios
producidos en la pared de arterias y venas, Cruce arteriovenoso
que son factores de riesgo que conducen a Son consecuencia de la esclerosis arte-
daños a nivel del riñón, corazón, cerebro y riolar secundaria a la HTA crónica (escle-
retina. En lo que se refiere a las lesiones a rosis reactiva) o a la edad avanzada (escle-
nivel ocular la HTA produce cambios en el rosis involutiva). La HTA mantenida en el
parénquima retiniano, coroides y cabeza tiempo produce un adelgazamiento de la
del nervio óptico. Las alteraciones que la capa media de la arteriola y proliferación
HTA origina en los vasos y en la retina se del tejido perivascular que da lugar a un
producen a través de dos mecanismos: aumento de grosor y endurecimiento de la
1. Aumento del tono de las arteriolas que adventicia común entre arteria y vena, que
conduce a la vasoconstricción e hiper- producirá una constricción simultánea de
plasia de la capa muscular de las arte- la arteriola y la vénula con la consiguiente
riolas. deformidad de la pared venosa ya que ésta
tiene menos consistencia. Los signos clási-
2. Esclerosis reactiva por una acumula-
cos de cruce arteriovenoso (AV) son3,4
ción de material hialino que hace a la
(Figs. 1, 2 y 3):
arteriola más rígida y menos sensible a
estímulos vasopresores. – Signo de Gunn: valora el calibre de la
vénula y mide la deformidad de ésta a
La transparencia de los medios ocula- nivel del cruce AV que conlleva un ésta-
res permite un examen detallado de las sis vascular venoso distalmente al
alteraciones vasculares que nos informará mismo. Hay cuatro grados:
de la repercusión sistémica de la enferme-
dad hipertensiva y arteriosclerosis, así – Grado I: ocultamiento de la vena
como el seguimiento y pronóstico de la por la arteria.
enfermedad1. El tratamiento de la retinopa-
tía hipertensiva consiste en el control efi-
caz y mantenimiento de la presión arterial.

FISIOPATOLOGÍA
Las alteraciones de la HTA a nivel de
los vasos retinianos se producen a través
de dos vías:
1. Vía de la hipertonía
Da lugar a vasoconstricción, hiperpla-
sia muscular y necrosis fibrinoide como
respuesta automática y generalizada ante
la HTA.
2. Vía de la esclerosis
Por acumulación de material hialino en Figura 1. Imagen que muestra exudados algo-
donosos en arcada temporal supe-
la íntima y en la elástica interna que se rior, exudados duros peripapilares,
extiende hacia la túnica media asociándo- hemorragias puntiformes en el reco-
se a atrofia de la capa muscular que es sus- rrido de las arcadas y cruces arterio-
tituida por material hialino en un proceso venosos en arcadas vasculares supe-
denominado arterioesclerosis con lo que rior e inferior grado II y III.

14 An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3


MANIFESTACIONES OFTALMOLÓGICAS DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

Figuras 2 y 3. Vasos retinianos tortuosos en forma de tirabuzón. Signo de Guist por tortuosidad de las
vénulas perimaculares, dilatación venosa y cruces arteriovenosos grado III-IV en las
arcadas temporales superiores.

– Grado II: compresión de la vena en centro del mismo y tiene su origen en la


el parénquima retiniano, con falta reflexión de la luz entre la interfase de la
de la columna sanguínea antes y pared vascular y la sangre que contiene.
después del cruce. Dicho reflejo es aproximadamente 1/3 del
– Grado III: compresión de la vena calibre de la arteriola. Las modificaciones
con dilatación del extremo distal en esta característica que origina la HTA
venoso. crónica son3:
– Grado IV: exudados y hemorragias a – Arteriola en hilo de cobre: aparece en
nivel del cruce. las fases iniciales de la enfermedad.
Hay un engrosamiento de la pared vas-
– Signo de Salus: valora la variación del cular por fibrosis, hialinización y a la
trayecto venoso a nivel del cruce que vez estrechamiento de la luz vascular
va cambiando de un ángulo agudo nor- con lo que el reflejo vascular es más
mal para hacerse más perpendicular e ancho y de aspecto metálico-cobrizo.
incluso invertir la dirección de cruce.
– Arteriola en hilo de plata: aparece en
Hay tres grados:
HTA de larga evolución en la que la
– Grado I: ligera desviación del seg- fibrosis, la hialinización y la arterioes-
mento venoso haciéndose algo mas clerosis impiden la visualización de la
perpendicular. columna sanguínea por lo que la pared
– Grado II: el segmento venoso se del vaso refleja la mayor parte de la luz
hace perpendicular adoptando una dando un reflejo amplio, brillante y
forma en bayoneta. blanquecino.
– Grado III: hay una inversión de la
dirección venosa adoptando una Reducción del calibre de las
forma en z. arteriolas
Generalizado
Alteraciones del reflejo vascular La disminución del calibre arteriolar es
El reflejo normal de los vasos retinia- consecuencia de una vasoconstricción
nos muestra una estría luminosa en el difusa. La relación normal entre arteriola y

An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3 15


N. A. Rodríguez y A. Zurutuza

Tabla 1. Signos oftalmológicos de la retinopatía por HTA.


I. Síndrome vascular esclero-hipertensivo
1. Signos de cruce arteriovenoso
2. Disminución del calibre arteriolar
3. Alteraciones del reflejo vascular
4. Irregularidades del trayecto vascular
5. Aneurismas retinianos
II. Síndrome vascular hipertono-hipertensivo
1. Arterias y arteriolas estrechadas y rectas
2. Venulas tortuosas (signo de Guist)
3. Parénquima retiniano normal
III. Retinopatía esclero-hipertensiva
1. Trombosis venosa
2. Obstrucción arterial por fibrosis
3. Hemorragias aisladas e infartos
4. Atrofia retiniana y movilización de pigmento
5. Macroaneurismas
IV. Retinopatía hipertono–hipertesiva. Retinopatía de la hipertensión maligna
1. Vasoconstricción generalizada y envainamiento vascular
2. Edema retiniano difuso y estrella macular
3. Microaneurismas
4. Hemorragias retinianas superficiales y profundas
5. Exudados algodonosos y lipoideos
6. Desprendimientos serosos de retina por coroidopatia hipertensiva
7. Edema de papila óptica

vénula es de 3/4 a 2/3. Estos cambios son adoptando una configuración más rectilí-
reversibles en las fases iniciales de la HTA nea y alargada. Así los principales signos a
al aplicar tratamiento médico antihiper- tener en cuenta son3 (Figs. 2 y 3):
tensivo y no así en la HTA de larga evolu- – Signo de Bonnet: bifurcaciones arteria-
ción o HTA maligna. Los grados de este les en forma de letra Omega o ángulo
estrechamiento son3: recto.
– Grado I- Ligero: 2/3-1/2 – Signo de Guist: tortuosidad de las vénu-
– Grado II- Moderado: 1/2-1/3 las perimaculares (Fig. 2).
– Grado III- Intenso: < 1/3
– Grado IV- Muy grave: arterias filiformes Aneurismas retinianos
Dentro de estas formaciones aparecen
Focal los microaneurismas y los macroaneuris-
mas. Los microaneurismas se encuentran
Esta es debida a un vasoespasmo de la diseminados por toda la retina, pero más
porción de la arteriola que todavía no ha frecuentemente en las bifurcaciones arte-
sufrido esclerosis y en la que la capa mus- riolares donde aparecen como una dilata-
cular permanece indemne pudiendo adap- ción sacular generalmente trombosada.
tarse todavía a la HTA sistémica. Para detectarse con claridad es necesaria
la realización de una angiografía fluores-
Alteraciones del trayecto vascular ceínica.
Los vasos retinianos se pueden modifi- Los macroaneurismas aparecen en las
car por la HTA aumentando su tortuosi- arteriolas en los tres primeros órdenes del
dad, adoptando forma de tirabuzón, o bien árbol arterial. Suelen ser unilaterales en un

16 An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3


MANIFESTACIONES OFTALMOLÓGICAS DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

90% de los casos, aparecen en pacientes Hemorragias coroideas


de edad avanzada (más de 65 años), sobre Son profundas y de color rojo oscuro.
todo mujeres con hipertensión de larga En algunos casos son difíciles de observar
evolución. Generalmente son asintomáti- al quedar ocultas por las alteraciones del
cos aunque en algunos casos pueden san- epitelio pigmentario de retina o el edema
grar, producir exudación con edema reti- retiniano difuso. Es importante señalar
niano o exudados duros. Algunos de ellos que cuando existen lesiones a nivel coroi-
se trombosan espontáneamente por lo que deo (coroidopatía hipertensiva) estamos
se resuelven solos y en los casos que pro- ante un caso avanzado o maligno de la HTA
ducen edema retiniano con afectación que suele asociar insuficiencia renal5-7.
macular es necesaria la fotocoagulación
con láser Argón3,4.
Hemorragias prerretinianas o
retrohialoideas
SIGNOS DE LA RETINOPATÍA Son densas, obscuras y se localizan por
HIPERTENSIVA debajo de la membrana limitante interna o
el espacio retrohialoideo adoptando forma
Hemorragias curva inferior y rectilínea superior en
forma de barca o medialuna.
Las hemorragias a nivel retiniano se
producen como consecuencia de las lesio- Hemorragia vítrea
nes de las paredes vasculares y el aumen-
to de la presión intravascular e hidrostáti- Ésta es una hemorragia retiniana o
ca. En la HTA de larga evolución se produ- retrohialoidea que atraviesa la hialodes
cen lesiones en el endotelio vascular, posterior e invade el vítreo pudiendo
depósitos de material fibroso y alteración adoptar diferentes formas, bien un coágu-
de la estructura de la pared. Esto conlleva lo localizado o un hemovítreo difuso para
una pérdida de la capacidad de autorregu- finalmente organizarse formando un
lación, con dilatación de las arteriolas y magma fibroso blanco amarillento que se
pérdida de las uniones entre las células dispone en la porción inferior del ojo.
endoteliales y pericitos, con disrupción de
la barrera hemato-retiniana, aumentando Exudados blandos o algodonosos
la permeabilidad de los vasos y extravasa- Son manchas blanquecinas, difusas, de
ción de elementos formes sanguíneos a bordes mal definidas y de un diámetro
nivel intra-retiniano y superficial. En otros similar a la papila a nivel de la capa de
casos cuando la instauración de la HTA es fibras nerviosas secundarias a infartos de
de forma brusca no se producen fenóme- esta capa por vasoconstricción arteriolar
nos de adaptación por lo que se produce con el resultado de isquemia aguda y seve-
una rotura de todo el espesor de la pared ra. Se localizan cerca de los capilares peri-
del vaso dando lugar a hemorragias intra- papilares, se asocian a microaneurismas y
retinianas profundas5,6. Las hemorragias se son un signo de entrada en la fase acelera-
clasifican en: da de la hipertensión o malignización de la
misma. Su aparición también ha de alertar
Hemorragias retinianas por el alto riesgo de fallo multiorgánico
como renal y/o cardiaco7 (Fig.1).
– Hemorragias en astilla: se producen a
nivel de la capa de fibras nerviosas de
Henle adoptando una disposición lineal. Exudados duros
Son depósitos intrarretinianos de lípi-
– Hemorragias puntiformes: se producen
dos y proteínas blanquecinos, brillantes y
a nivel profundo en las capas nucleares
bordes bien definidos. Aparecen como
interna y externa y capa plexiforme.
consecuencia de un aumento de permeabi-
– Hemorragias en mancha: en la misma lidad vascular por isquemia prolongada o
localización que las anteriores pero de bien tras reabsorción de edemas o hemo-
mayor tamaño. rragias retinianas como en el caso de las

An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3 17


N. A. Rodríguez y A. Zurutuza

trombosis. Si estos depósitos se disponen en estos casos como una neuritis ópti-
en la región macular o perimacular en ca isquémica anterior (NOIA).
forma radial dan lugar a una estrella macu- Atendiendo a esta tipo de lesiones la
lar, signo de lesión avanzada con disminu- clasificación de Keith-Wagener-Barker
ción de agudeza visual7 (Fig.4). (Tabla 2) tiene importancia pronóstica:
– Grado I y II: pronóstico vital normal. No
Edema de papila indica lesiones renales ni cardiovascu-
Esta alteración representa un signo de lares.
mal pronóstico en los pacientes que no se – Grado III: esperanza de vida algo más
logra controlar rápidamente la elevación de dos años. Indica daño a nivel de
tensional. Se observa una papila sobreele- riñón, sistema nervioso central y cora-
vada con bordes poco definidos y sin exca- zón.
vación fisiológica, con congestión venosa
y en algunos casos hemorragias en astilla. – Grado IV: muy mal pronóstico vital con
Este edema puede ser el resultado de dos esperanza de vida inferior a un año.
procesos fisiopatológicos7,8 (Fig. 4):
– Hipertensión endocraneal: por encefa-
COMPLICACIONES
lopatía hipertensiva y efecto mecánico. OFTALMOLÓGICAS DE LA
HIPERTENSION ARTERIAL
– Isquemia de la papila: secundaria a la
oclusión de las arteriolas a dicho nivel
que producen hiperhidratación de las Atrofia de retina
fibras del nervio óptico e interrupción Se manifiesta como una reducción en el
del flujo axoplásmico que explicaría los espesor retiniano por modificación de las
exudados algodonosos y el consiguien- células retinianas debido a anomalías en
te edema de papila. Debe considerarse su funcionamiento, que conducen a un

Tabla 2. Clasificación de Keith-Wagener-Bar-


ker.
Grado I
- Esclerosis arteriolar
- Arteriola en hilo de cobre o plata
- Constricció focal
- Poca o nula alteración de organos sistémicos
Grado II
- Constricción focal o difusa
- Cruces arteriovenoso
- Exudados duros
- Hemorragias puntiformes
- Trombosis venosas
- TA alta permanentemente sin daño sistémico
Grado III
- Edema retiniano y estrella macular
- Hemorragias retinianas
- Exudados algodonosos
- Cambios arteroscleróticos severos
- TA alta permanentemente con daño de órga-
nos sistémicos
Figura 4. Edema de papila secundario a HTA Grado IV
maligna junto a exudados duros tor- - Lesiones anteriores más edema de papila
tuosidad vascular, neovasos peripapi- - Alteración grave en el SNC, riñón y otros
lares y signos de cruce grado IV. órganos

18 An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3


MANIFESTACIONES OFTALMOLÓGICAS DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

menor tamaño y número de las mismas


secundaria a una esclerosis vascular inten-
sa. Esto se manifiesta a nivel de fondo de
ojo por áreas despigmentadas junto a
otras de acúmulo de pigmento por la
degradación del EPR9-11.

Atrofia óptica
Se produce por una degeneración
isquémica de las fibras del nervio óptico
secundario al edema de papila. Se caracte-
riza por una palidez del disco óptico y
defectos irreversibles de la visión. Es de
señalar que no existe una correlación exac- Figura 5. Embolia de arteria central de retina
ta entre el grado de palidez y la agudeza en la que se aprecia edema retiniano
visual. Atendiendo al aspecto del fondo de difuso, mancha rojo cereza, persisten-
ojo hay tres tipos de atrofia óptica12,13: cia de la circulación cilioretiniana y
– Primaria: es la forma más frecuente y segmentación de la columna sanguí-
nea en la arteria temporal superior.
en ella la papila conserva unos límites
netos y el disco está pálido.
– Secundaria: además de la palidez existe
borrosidad de los márgenes papilares.
– Cavernosa: es similar a la atrofia glau- isquémica y no isquémica o afectar a una
comatosa, con palidez, excavación cen- rama venosa (ORV)9,10 (Figs. 6 y 7).
tral y desplazamiento nasal de los
vasos. Oclusión de vena central de retina
– OVCR isquémica: supone un tercio de
Embolia arterial los casos y cursa con una disminución
En los pacientes con HTA maligna severa de la agudeza visual (menor o
puede manifestarse como una embolia de igual a 1/10). En el fondo de ojo se apre-
arteria central de retina (OACR) o de algu- cian abundantes hemorragias retinia-
na de las ramas arteriales, aunque es nas sobre todo en polo posterior, exu-
menos frecuente que la afectación venosa. dados algodonosos, dilatación y tor-
Cursa con una pérdida indolora, irreversi- tuosidad venosa con hiperemia y
ble y profunda de la agudeza visual que edema de papila. Como consecuencia
puede ser completa si afecta a la arteria de la isquemia tiene alto riesgo de com-
central o sólo un sector del campo visual plicaciones por neovascularización
si afecta a una rama arterial. En la OACR se retiniana y de segmento anterior por lo
ve la clásica imagen de mancha rojo cereza que estos pacientes precisarán revi-
en el fondo de ojo y en caso de ser una sión mensual los primeros seis meses
embolia de rama se aprecia edema locali- realizando fotocoagulación láser en
zado en la zona de la rama afecta. Otro caso de apreciarse neovasos retinianos
signo que podemos ver en aproximada- o a nivel del iris.
mente el 15-20% de los casos es el émbolo – OVCR no isquémica: supone dos ter-
causante de la obstrucción y la segmenta- cios de los casos y la disminución de
ción de la columna sanguínea9,10 (Fig. 5). visión es más leve (de 1/10 a 5/10). En
el fondo de ojo se aprecian hemorra-
Trombosis venosa gias dispersas en la periferia pero en
Esta complicación es bastante frecuen- menor cuantía que en la forma isqué-
te en hipertensos de larga evolución y mal mica y menos edema de papila. Al ser
controlados pudiendo afectar a la vena menos grave la evolución es más favo-
central de retina (OVCR) y ser ésta a su vez rable con desaparición de los signos

An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3 19


N. A. Rodríguez y A. Zurutuza

Figuras 6 y 7. Trombosis de la vena central retiniana bilateral no isquémica secundaria a hiperten-


sión arterial crónica mal controlada. Abundante hemorragias en llama en el trayecto de
las arcadas vasculares, exudados algodonosos y edema de papila bilateral con bordes
poco nítidos y elevados.

agudos en 6-12 meses, aunque en un 10- Neovascularización


15% de los casos puede evolucionar a
la forma isquémica. Se origina secundaria a la isquemia reti-
niana y liberación de factores quimiotácti-
cos y angiogénicos que favorecen la proli-
Oclusión de rama venosa de retina feración vascular anómala por lo que son
un indicativo de isquemia retiniana de
La oclusión de rama venosa se suele larga evolución. Estos neovasos son ser-
originar a nivel de los cruces arterioveno- penteantes, tortuosos, pierden su arqui-
sos por la compresión que sufre la vena en tectura normal y presentan una permeabi-
ese punto por la adventicia común engro- lidad aumentada por lo que se acompañan
sada, siendo la rama temporal superior la de edema que en caso de afectar a la mácu-
que se afecta con mayor frecuencia debido la produce importante pérdida visual. En
a un mayor número de cruces con la arte- algunos casos se observa cómo pueden
ria. Clínicamente produce una disminución penetrar en la cavidad vítrea, presentando
de visión o defecto del campo visual en un alto riesgo de sangrado ante traumatis-
caso de situarse la obstrucción cerca de la mos mínimos11.
mácula. No obstante, en casos de afecta-
ción periférica puede pasar desapercibida Desprendimiento de retina
para el paciente y no presentar síntomas.
En el fondo de ojo se ve un área de lesión Al igual que en las embolias, es más fre-
triangular de hemorragias en astilla y exu- cuente en los casos de HTA maligna (Figs.
dados algodonosos con el vértice en el 8 y 9), dando lugar a oclusiones e infartos
lugar de la obstrucción para posterior- agudos de la coriocapilar produciendo una
mente y con el paso de los meses despare- alteración del epitelio pigmentario supra-
cer las hemorragias, aparecer exudados yacente de la retina alterando la barrera
duros y finalmente quedar signos de oclu- hematorretiniana y posteriormente un des-
sión antigua como envainamiento, cubri- prendimiento seroso de la retina neuro-
miento vascular, colaterales, depósitos de sensorial que puede ser focal o difuso.
cristales de colesterol y degeneración epi- Estos desprendimientos suelen ser bilate-
telial pigmentaria. rales y focales, y si se extienden a la zona

20 An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3


MANIFESTACIONES OFTALMOLÓGICAS DE LA HIPERTENSIÓN ARTERIAL

Figuras 8 y 9. Fondo de ojo en una hipertensión arterial maligna no controlada con exudados algo-
donosos, exudados duros, edema retiniano, neovasos tortuosos en tirabuzón peripapi-
lares, alteraciones del trayecto vascular y edema de papila.

inferior se pueden hacer bullosos manifes- 2. TSO MO, JAMPOL LM. Pathophysiology of
tándose como una área blanco-grisácea hypertensive retinopathy. Ophthalmology
elevada. Posteriormente cuando la circula- 1982; 89: 1132-1145.
ción se restaura la retina desprendida 3. HAYREH SS. Classification of hypertensive
puede aplicarse apareciendo manchas que fundus changes and their order of
son zonas atróficas amarillentas junto a appearence. Ophthalmologica 1989; 198:
acúmulos focales de pigmento. Dentro de 247-260.
estas manchas encontramos las manchas 4. WALSH J. Hypertensive retinopathy.
de Elschning (redondeadas con un centro Description, classification and prognosis.
pigmentado y un halo atrófico blanco-ama- Ophthalmology 1982; 89: 1127-1131.
rillento) y las manchas de Siegrist (estrías 5. HURCOMB PG, Wolffsohn JS, Napper GA.
en la periferia retiniana)14. Ocular signs of systemic hypertension: a
review. Ophthalmic Physiol Opt 2001; 21:
430-440.
Otras complicaciones
6. HAYREH SS, SERVAIS GE, VIRDI PS. Hypertensive
Otras complicaciones que pueden apa- retinopathy. Introduction. Ophthalmologica
recer son: 1989; 198: 173-177.
7. TSO M, ABRAMS G, JAMPOL L. Hypertensive
– Progresión de la retinopatía diabética. retinopathy, choroidopathy, and optic
– Hemorragia vítrea. neuropathy. A clinical and patho-
physiological approach to classification. En:
– Infartos coroideos isquémicos (man- Retinal and choroidal manifestation of
chas de Elschnig). systemic disesase. Singermann L, Jampol L.
Williams & Wilkins. Baltimore, 1991; 79.
8. DODSON PM, LIP GY, EAMES SM, GIBSON JM,
BIBLIOGRAFÍA BEEVERS DG. Hypertensive retinopathy: a
review of existing classification systems and
1. SÁNCHEZ SALORIO M, DÍAZ-LLOPIS M, BENÍTEZ DEL
a suggestion for a simplified grading system.
CASTILLO JM, RODRÍGUEZ ARES MT. Manifesta-
J Hum Hypertens 1996; 10: 93-98.
ciones oftalmológicas de las enfermedades
generales. LXXVII Ponencia Oficial de la 9. HUBBARD LD, BROTHERS RJ, KING WN, CLEGG LX,
Sociedad Española de Oftalmología 2001. KLEIN R, COOPER LS et al. Methods for

An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3 21


N. A. Rodríguez y A. Zurutuza

evaluation of retinal microvascular 12. HAYREH SS, SERVAIS GE, VIRDI PS. Fundus
abnormalities associated with hyperten- lesions in malignant hypertension. V:
sion/sclerosis in the Atherosclerosis Risk in Hypertensive optic neuropathy. Ophthal-
Communities Study. Ophthalmology 1999; mology 1986; 93: 74-78.
106: 2269-2280.
13. HAYREH SS, SERVAIS GE, VIRDI PS. Fundus
10. SÁNCHEZ SALORIO M, PITA SALORIO D. Atlas de lesions in malignant hypertension. VI:
retinopatías vasculares. Sandoz. Barcelona. Hypertensive choroidopathy. Ophthal-
1972; 2: 13-38. mology 1986; 93: 1383-1400.
11. HAYREH SS, SERVAIS GE, VIRDI PS. Fundus 14. DE VENECIA G, JAMPOL LM. The eye in
lesions in malignant hypertension. IV. Focal accelerated hypertensión. II. Localized
intraretinal periarteriolar transudates. serous detachments of the retina in patients.
Ophthalmology 1986; 93: 60-73. Arch Ophthalmol 1984; 102: 68-73.

22 An. Sist. Sanit. Navar. 2008 Vol. 31, Suplemento 3

También podría gustarte