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La contaminación plástica es uno de los problemas más graves a los que se enfrenta la
sociedad hoy en día. Más de ocho toneladas de productos plásticos se encuentran cada año en
el mar. Se trata de un material que puede tardar años e incluso siglos en desaparecer. Su bajo
costo y alta perdurabilidad es lo que incita a consumirlo a gran escala generando una gran
cantidad de residuos que dañan tanto al medio ambiente, como al hábitat natural. El
ecosistema pide ayuda a gritos. Por ello, cada vez son más las propuestas y alternativas
llevadas a cabo para reducir el consumo de plástico, pero nunca suficientes.
La mayoría de los plásticos son visibles, pero hay una gran parte de ellos que pasan
desapercibidos al ojo humano. Se trata de los microplásticos, unas diminutas partículas
sintéticas que ya se encuentran en todas partes. A pesar de que su tamaño es apenas de cinco
milímetros, su grado de contaminación es muy alto. Estudios han descubierto que pueden
albergar microbios dañinos causando posibles efectos en la salud de las personas. Y es que a
través de los alimentos y el agua, se consumen diariamente.
El río Tame, al norte de Reino Unido, es el más contaminado por microplásticos del mundo.
Un nuevo análisis realizado en Reino Unido ha cogido muestra de diez lagos, ríos y embalses.
Se han encontrado más de 1.000 piezas microplásticas por litro en el río Tame, que se
encuentra cerca de Manchester. Se ha revelado así que es el lugar más contaminado del
mundo. El Támesis de Londres y el Cegin del norte de Gales también están en el punto de mira.
Estos cuentan con 80 de estas peligrosas partículas por litro. Así como el río Blackwater de
Essex con 15 y el Ullswater de Glenridding con 30.
La calidad del aire en Inglaterra es uno de los problemas contra el que a diario luchan millones
de ciudadanos británicos. Por eso, un estudio, el más preciso hasta ahora según sus creadores,
mide los altos niveles de polución de todo el país mediante un sencillo sistema, el de los
códigos postales.
Precisamente los dos lugares donde más contaminación existe de este tipo están en Londres.
Se trata de dos de sus barrios más céntricos, como son Marylebone Road y Hyde Park Corner.
Los datos provienen de un proyecto que mapea las concentraciones de dióxido de nitrógeno
(NO2) en todo el país. Mediante este sistema cualquier ciudadano puede observar en una
página web cómo es la calidad del aire en su área ingresando solamente su código postal en la
búsqueda.
Todo forma parte de un estudio de la compañía EarthSense que muestra las concentraciones
del dióxido de nitrógeno agrupado por barrios de toda Inglaterra. Su director técnico, el
profesor Roland Leigh asegura que con este sistema se puede «aislar realmente las zonas
críticas de mala calidad del aire y enfocar mejor la solución a este problema».
Un número cada vez mayor de restaurantes y pubs del Reino Unido se están uniendo al
movimiento global para terminar con el uso de sorbetes de plástico. Cadenas como Costa
Coffee, Pizza Express, Wagamama Restaurants y Wetherspoons han puesto en marcha planes
para eliminar el uso de pajitas no biodegradables en 2018. Varios establecimientos
independientes también han seguido el ejemplo, alentando a los clientes a renunciar a los
sorbetes o usar opciones biodegradables.
Mientras que muchas empresas e individuos han progresado enormemente al eliminar los
sorbetes de plástico, la nación británica de Escocia dio un paso más al anunciar planes para
una prohibición de sorbetes en todo el país que se desarrollará este año. En enero ya había
anunciado la prohibición de la venta y fabricación de hisopos de algodón fabricados con
plástico, que se eliminarán en el transcurso de 2018.
También en enero la cadena de supermercados del Reino Unido Iceland fue ampliamente
reconocida cuando anunció planes para eliminar los envases de plástico para todos los
productos de su marca. La compañía lanzó una estrategia de cinco años que exige la
introducción de envases hechos de papel y pulpa de alimentos, así como bolsas de papel, todo
lo cual puede ser devuelto a las instalaciones de reciclaje de la tienda. La compañía ya ha
prohibido las pajitas de plástico y está comenzando a presentar nuevos empaques en los
próximos meses. Otras compañías como Tesco y Aldi UK han anunciado planes similares, en
respuesta a las crecientes exigencias de responsabilidad ambiental de parte de los
compradores.