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La reforma del contencioso administrativo es siempre un tema de permanente utilidad.

Su relación
directa con la protección judicial efectiva de los administrados, constitucionalmente consagrada,
demanda su adaptación a este principio y por ende, debe ser el instrumento fundamental para la
defensa del administrado contra la Administración. En este trabajo se presenta un análisis sucinto y
comparativo entre la reforma que sobre este interviene con la promulgación de la Ley Orgánica del
Tribunal Supremo de Justicia en el 2004 y la producida con la novísima Ley Orgánica de la
Jurisdicción Contencioso Administrativa, para evidenciar que avances presentan estos textos, en
relación con la protección del administrado, especialmente, respecto del contencioso de nulidad de
los actos administrativos de efectos particulares. Palabras claves: tutela judicial efectiva, justicia
administrativa, protección del administrado, acto administrativo, administración.

istrativo elaboradas por la derogada Constitución de 1961. Cierto, el artículo 259 reproduce los
enunciados del artículo 206, señalando las competencias que corresponden a la jurisdicción
contencioso administrativa. Dicho artículo dispone: Los órganos de la jurisdicción contencioso
administrativa son competentes para anular los actos administrativos contrarios a derecho, para
condenar a la Administración al pago de sumas de dinero y a la reparación de daños y perjuicios
provocados por la responsabilidad de la Administración, para conocer de las reclamaciones
derivadas de la prestación de servicios públicos y para restablecer las situaciones jurídicas
lesionadas por la actividad administrativa. Según esta disposición, la jurisdicción contencioso
administrativa comprende un conjunto de órganos jurisdiccionales a quienes corresponde no
solamente la salvaguarda del principio de legalidad, sino también la protección de los administrados
contra las eventuales violaciones de sus derechos y de sus intereses legítimos, provocadas por la
acción ilegal o ilegítima de los órganos que ejercen el Poder Público.2 Es así como: ... según la
carta fundamental, es el instrumento procesal primordial de protección de los administrados frente a
la Administración. De esta manera, la violación de una norma de derecho engendra la anulación del
acto ilegal o ilegitimo, pero también, ella puede tener por consecuencia, la condena de la
Administración de reparar los perjuicios causados o de restablecer la situación jurídica infringida
por ella. Por ende, más allá de la sola protección de la legalidad de la acción administrativa, es
competencia también de la jurisdicción contencioso administrativa, por imperativo constitucional, la
obligación de proteger los derechos e intereses de los justiciables.3 Este artículo, además impone la
revisión de los aspectos esenciales del procedimiento administrativo relativos a las condiciones de
admisibilidad de la acción en justicia, al sistema de medidas cautelares, a las decisiones judiciales
contra la Administración y a su ejecución.4 Después de la Constitución de 1999, el legislador
quedaba obligado a reajustar el contencioso administrativo a los fundamentos constitucionales para
la efectiva protección de los justiciables. En el 2004, el legislador adopta un nuevo texto de ley que
regula la organización y las competencias del Tribunal Supremo de Justicia. Esta ley sustituye a la
Ley Orgánica de la Corte Suprema de Justicia de 1976 que establecía, de manera provisional, las
bases del contencioso administrativo5 . Su promulgación se justificó bajo el

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