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INTRODUCCIÓN.

Como presbiterianos hablar de culto se nos hace algo tan normal o común
que damos por sentado que sabemos si no todo por lo menos lo más pertinente
respecto al tema. Sin embargo, si damos un vistazo a todos los grupos religiosos
tanto las iglesias históricas como las iglesias que tienen una historia más reciente,
nos daremos cuenta de los diversos tipos de culto que se llevan a cabo, y como
cada día se insertan nuevos elementos del culto. Cuando una iglesia tiende a
introducir estos elementos o nuevas formas de culto (estilo de música,
predicación, servicio) común mente nos dirá que todo ello responde a tener un
culto más contemporáneo. De igual manera hay iglesia que se resisten al cambio y
se aferran a un estilo clásico de culto, diciéndonos que ese es el estilo de culto
que la biblia enseña por lo cual no permiten ningún cambio a la liturgia o modelo
cultico.

De estas dos posturas surge la siguiente pregunta ¿En nuestro culto a Dios
podemos hacer lo que queramos o debemos hacer sólo lo que Dios nos manda
que hagamos? Los que apoyan la introducción de nuevos elementos y formas al
culto mantienen el argumento de que no existe ninguna diferencia entre lo que
hacemos en el día a día y lo que hacemos en el culto pues “toda la vida es culto”.
Esta discusión acerca de cuál es el principio que regula nuestro culto a Dios no es
nueva. Durante la reforma hubo dos formas de entender este principio. Los
luteranos entendieron que en el culto podemos hacer cualquier cosa que no sea
prohibida en la Palabra. Los reformados entendieron que en el culto sólo podemos
hacer lo que Dios prescribe en su Palabra.

La Escritura nos enseña que el corazón es engañoso (Jer. 17.9). Calvino


entendía que nuestro corazón es una fábrica de ídolos. Cuando dejamos que
nuestros deseos o nuestra imaginación guíen nuestro culto a Dios corremos el
gran peligro de hacer lo que hizo Aarón: Adorar al Dios correcto usando medios
incorrectos (Éx. 32).
Como respuesta al argumento mencionado anteriormente podemos ir
Éxodo 3. Cuando Moisés tiene un encuentro con el Señor. En Éxodo 3:5 podemos
leer que Dios mismo le dice a Moisés: “No te acerques aquí; quita las sandalias de
tus pies, porque el lugar donde estás parado tierra santa es.” Imaginemos a un
Moisés con el pensamiento moderno diciéndole a Dios, “pero Señor, a ti no te
importas el exterior sino solo lo que hay en nuestro corazón.” ¿Por qué Moisés
debería sacarse las sandalias si no existe ninguna diferencia entre todo lo que
hacemos en nuestra vida diaria y lo que hacemos en el culto? Si todos los días
usaba sandalias, ¿por qué ahora debería sacárselas? La presencia de Jehová no
es la respuesta. Dios está presente en todo lugar. Sin dudas lo que pasaba en ese
momento era especial. Calvino afirma que Dios le pidió a Moisés que se sacara
las sandalias como una preparación para escucharlo con gran reverencia.

A partir de este hecho podemos concluir que no todo lo que hacemos en


nuestra vida es igual. Debemos adorar a Dios en todo lo que hacemos, pero el
culto en el cual los hijos de Dios se reúnen con el propósito de adorarlo
reverentemente es especial y ahí no podemos hacer lo que queramos sino lo que
sabemos que es agradable a Él. Esto no quiere decir que un culto tradicional sea
mejor que un culto contemporáneo, sino que tanto el culto contemporáneo o
tradicional deben responder a los principios que Dios ha dado para adorarle.

En el presente trabajo daremos respuesta a cuáles son estos principios que deben
normar nuestra adoración en el culto desde la perspectiva reformada.
LA NATURALEZA DEL HOMBRE DE ADORAR

El hombre necesita comida, agua, aire y un lugar donde protegerse de los


elementos, al igual que los incontables miles de millones de seres vivos que
habitan este planeta. Pero hay una necesidad que es privativa de los seres
humanos. ¿A qué nos referimos? El sociólogo canadiense Reginald W. Bibby
escribió: “La gente tiene necesidades que solo la religión puede satisfacer”. Así es,
a lo largo de la historia, el hombre siempre ha sentido la necesidad de adorar a
alguien o a algo. Desde el inicio de la historia El hombre ha creado sus religiones y
Dioses a partir de sus temores y mediante sus ilusiones.

El primer objeto adorado por el hombre en evolución fue una piedra. Aún
presentemente los katerinos del sur de la India adoran una piedra, así como lo
hacen numerosas tribus en el norte de la India. Las piedras impresionaron primero
al hombre primitivo porque eran fuera de lo común debido a la forma en que
aparecían tan repentinamente sobre la superficie de un campo cultivado o de un
campo de pastura. la influencia más profunda fue ejercida por las piedras
meteóricas que los humanos primitivos veían entrar en la atmósfera en
grandiosidad llameante. La estrella caída era impresionante para el hombre
primitivo, y creyó fácilmente que estas cintas de fuego marcaban el pasaje de un
espíritu camino a la tierra

La adoración de las colinas vino después de la adoración de las piedras, y


las primeras colinas que fueron veneradas eran grandes formaciones rocosas.
Luego se volvió costumbre creer que los dioses habitaban las montañas, de
manera que las altas elevaciones de tierra eran adoradas por esta razón adicional.
A medida que pasaba el tiempo, ciertas montañas fueron asociadas con ciertos
dioses y por consiguiente se volvieron sagradas. Los aborígenes en america
creían que las cuevas llevaban al mundo subterráneo, con sus espíritus y
demonios malignos, en contraste con las montañas, que eran identificadas con los
conceptos de desarrollo más reciente de los espíritus y las deidades buenos.
Los hombres primitivos también reverenciaban a los animales por su fuerza
y su astucia. Creían que el agudo sentido del olfato y la vista de lince de ciertas
criaturas denotaba guía espiritual. Todos los animales han sido adorados por una
u otra raza en uno u otro momento. Entre dichos objetos de adoración había
criaturas que eran consideradas mitad humanas y mitad animales, tales como los
centauros y las sirenas.

La humanidad ha adorado la tierra, el aire, el agua y el fuego, las nubes, la


lluvia y el granizo han sido temidos y adorados por numerosas tribus primitivas y
por muchos cultos primitivos de la naturaleza. Las tormentas de viento con truenos
y relámpagos asustaban al hombre primitivo. Tanto le impresionaban estos
disturbios elementales que el trueno era considerado la voz de un dios airado. La
adoración del fuego y el temor al relámpago estaban correlacionados y muy
difundidos entre muchos grupos primitivos.

El hombre al fin de llenar su necesidad de adorar, le rinde culto a lo que


desconoce, lo que le tiene miedo, lo que ve para el cómo inalcanzable, y aquello
de lo que cree puede obtener protección o provisión alguna. Y lo hace de diversas
maneras, con forme a su propio pensamiento y razonamiento considera que esto
debe ser adorado. Esto va desde las ofrendas de frutos hasta los sacrificios
humanos, el derramamiento de sangre y muerte de algún animal es común entre
las culturas prehispánicas. Ninguna de estas creaturas que adora de alguna forma
le dijo como debería de hacerlo, sino que el hombre dentro de su creatividad,
imaginación o ignorancia tomo la decisión se rendir culto a su propia manera.

Pero en la actualidad las cosas no han cambiado mucho, cada vez son más
las personas que abandonan su Iglesia. La globalización y el mundo postmoderno
nos ha hecho creer que Podemos elegir las creencias que más nos agradan de las
que ofrece el mercado religioso mundial y configurar una combinación
aceptable. O tomar elementos de la adoración de otras religiones para adaptar a
un culto que sea a nuestro propio entendimiento agradable.

El sociólogo Bibby, acuñó la expresión “religión a la carta”. Donde no


solamente se elige las formas en que se adora sino también al Dios que se adora,
como el panteón de dioses que se tenía en los tiempos de Pablo cuando el insta a
adorar al Dios no conocido. La mayoría de las personas afirman creer en la
existencia de algún tipo de fuerza o poder divino que no sabrían definir. Aun en
nuestros tiempos hay quienes consideran a la naturaleza como sagrada o la
llaman la madre naturaleza y le dan un sentido de divina e impresionante, y
buscan estar en contacto con ella para encontrar, paz y tranquilidad.

A QUE NOS REFERIMOS CON CULTO REFORMADO.

¿Qué diferencia hay entre el culto de los pueblos paganos y el pueblo


cristiano reformado? como mencionamos en el punto anterior el hombre por
naturaleza tiende a adorar, porque fue creado para eso, pero dentro de su
ignorancia adora cualquier cosa y por motivos diversos.

Los pueblos antiguos adoraban lo desconocido, nosotros como cristianos


adoramos a un Dios que puede ser conocido a tal grado que habito entre nosotros,
ellos al adorar a un dios desconocido de ninguna forma este dios podría decirles
como quería ser adorado, nosotros al tener un Dios que se da a conocer y se ha
revelado en su palabra podemos entender que en su palabra él nos dice como
debe ser adorado, estos pueblos tenían el miedo como la motivación principal de
su adoración, nosotros como pueblo Cristiano no adoramos a un dios para que
este calme su ira y no nos destruya, si no adoramos a un Dios de cual tenemos la
certeza que su amor es tan grande que ha dado a su unigénito hijo para salvarnos
de la destrucción eterna de nuestra alma, es decir el motivo de rendir culto no es
el miedo si no la gratitud por haber recibido gracia.
Calvino, comentando Éxodo 20:4, dice que “En el Primer Mandamiento,
después que Él nos enseñó quien era el verdadero Dios, nos manda que sólo Él
deber ser adorado; y ahora [en el segundo mandamiento] Él define qué SU
LEGÍTIMO CULTO”. Para Calvino el deber del culto es el foco principal de los
primeros cuatro mandamientos. El primer mandamiento nos enseña quien es el
Dios que debe ser adorado; el segundo, la forma en que debe ser adorado; el
tercero, la actitud en nuestra adoración; y el cuarto, el día del culto.

El apóstol Pablo describe la verdadera adoración en Romanos 12:1-2: “Así


que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de
vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios,
agradable y perfecta.”

Hebreos 11.6 nos dice, Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es
necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de
los que le buscan.

Es por eso que como iglesia reformada creemos que nuestra Adoración no
puede partir de nuestras emociones, o de lo que ignoramos, pablo es muy claro
cuando nos habla de un culto racional, no podemos adorar lo que desconocemos,
en hebreos se refuerza esta idea cuando nos dice que el que se acerca a Dios
debe hacerlo con fe puesta en él. Las bases de una Adoración o culto reformado
surgen entonces de la respuesta a las siguientes preguntas. ¿Quién es el Dios
que adoramos? ¿Porque debemos adorarle? ¿Cómo quiere El que le adoremos?

Ahora bien, contestar estas preguntas desde nuestro pensamiento seria


caer en el mismo error que cometieron o comenten aun los pueblos paganos. Es
por esto que debemos acudir a la biblia reconociendo que esta es la única fuente
de revelación que Dios nos ha dado.
Como bien lo marca la segunda pregunta del catecismo menor de
Westminster ¿Qué regla ha dado Dios para enseñarnos cómo hemos de
glorificarle y gozar de él? La palabra de Dios que se contiene en las Escrituras del
Antiguo y del Nuevo Testamento, es la única regla que ha dado Dios para
enseñarnos cómo hemos de glorificarle y gozar de él. Lc. 24:27-44; II Pe.
3:2,15,16; II Tm. 3:16.17; Lucas 16:31; Gá. 1:8,9; Juan 15:11.

Podemos adorar a Dios solamente si lo conocemos. Conocemos a


Dios porque está en su naturaleza revelarse. Si no fuera por la revelación no
tendríamos manera de conocer a Dios. La adoración depende de que
nuestros conceptos de Dios correspondan a las pautas dadas en su
revelación. De no ser así, lo que adoramos puede ser algo muy diferente de
Dios. El hecho de que pensemos que algo es Dios y que lo adoremos como
si fuera Dios no es prueba de que lo que adoramos sea verdaderamente
Dios. Existe el peligro de que lo que adoramos no sea Dios. A menos que
tengamos el conocimiento seguro de Dios, corremos ese riesgo. Pero por ser
un hecho la revelación de Dios, el conocimiento seguro de Dios es posible
para el ser humano. De ahí que sea real la posibilidad de adorar al verdadero
Dios.

Entonces si la palabra de Dios es la única regla que nos ha dado Dios para
enseñarnos como hemos de glorificarle y gozar de el. Veamos qué respuesta nos
da la palabra respecto a las preguntas anteriores.

1. ¿Quién es el Dios que adoramos?

Sabemos que ciertas cosas acerca de Dios son verdad por una razón; en
Su misericordia, Él ha condescendido a revelarnos algunas de Sus cualidades.
Dios es espíritu, por naturaleza intangible (Juan 4:24). Dios es Uno, pero existe en
tres Personas – Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo (Mateo 3:16-
17). Dios es infinito (1 Timoteo 1:17), incomparable (2 Samuel 7:22), e inmutable
(Malaquías 3:6). Dios existe en todas partes (Salmo 139:7-12), sabe todas las
cosas (Mateo 11:21), y tiene todo el poder y la autoridad (Efesios 1; Apocalipsis
19:6).

Estos pasajes nos dices ciertas características de Dios, pero el saber algo
acerca de Dios no es en sí conocerle, para poder decir que realmente conocemos
al Dios que adoramos no basta con solo tener un conocimiento intelectual acerca
de EL, sino una relación personal, para ello la biblia nos enseña que El Hijo de
Dios se hizo el Hijo del Hombre y por lo tanto es el “puente” entre Dios y el hombre
(Juan 14:6; 1 Timoteo 2:5). Es sólo a través del Hijo que podemos tener el perdón
de los pecados (Efesios 1:7), la reconciliación con Dios (Juan 15:15; Romanos
5:10), y la salvación eterna (2 Timoteo 2:10). En Jesucristo “habita corporalmente
toda la plenitud de la Deidad” (Colosenses 2:9). Así que, para saber realmente
quién es Dios, todo lo que tenemos que hacer, es ver a Jesús.

Es imposible que alguien nos diga que conoce a Dios si primero no tiene un
encuentro con Jesús, puesto que Él es el único camino que nos lleva al padre,
Jesús dijo y nadie viene al padre si no es por mí. ¿Porque Jesús dijo que nadie
puede ir al Padre si no es atreves de él? La respuesta es su santidad, de todos los
atributos que conocemos de Dios su santidad es de los más importantes a tal
grado que la biblia nos dice que Él es tres veces santo. La frase “santo, santo,
santo” aparece dos veces en la Biblia, una en el Antiguo Testamento (Isaías 6:3) y
una en el Nuevo (Apocalipsis 4:8). Ambas veces la frase es hablada o cantada por
criaturas celestiales en medio de una adoración, y en ambas ocasiones ocurre en
la visión de un hombre que fue transportado hasta el trono de Dios; primero, el
profeta Isaías y después el apóstol Juan. La santidad de Dios está ligada a su
adoración. Adoramos a un Dios santo.
Isaías fue testigo presencial de la santidad de Dios en su visión descrita en
Isaías 6. Aunque Isaías era un profeta de Dios y un hombre justo, su reacción ante
la visión de la santidad de Dios fue sentirse consciente de su propia maldad y la
desesperación por su propia vida (Isaías 6:5).
Aún los ángeles en la presencia de Dios, aquellos que clamaban “Santo,
santo, santo, JEHOVÁ de los ejércitos,” cubrían sus rostros y pies con cuatro de
sus seis alas. El cubrir su rostro y sus pies sin duda denota la reverencia y
asombro inspirado por la inmediata presencia de Dios (Éxodo 3:4-5). Los serafines
estaban cubiertos, como si trataran de ocultarse lo más posible, en reconocimiento
de su indignidad ante la presencia del Santo.

Y si los puros y santos serafines exhiben tal reverencia en la presencia de


Jehová, ¡con cuán profundo respeto deberíamos nosotros como criaturas
contaminadas y pecaminosas, intentar acercarnos a Él! La reverencia mostrada a
Dios por los ángeles debe recordarnos nuestro propio atrevimiento, cuando
llegamos de forma apresurada, irreverente e imprudente ante Su presencia, como
lo hacemos a menudo, porque no entendemos lo que es Su santidad.

Dios es santo, y su santidad revela la grandeza de nuestro pecado y nos


enseña que no somos dignos de estar ante su presencia para Adorarle, y que no
importa cuál sea forma o la esencia de nuestra adoración esta siempre será
indigna ya que nace de un corazón pecaminoso. Por naturaleza el hombre es
pecador y la naturaleza de Dios es ser santo, es imposible que alguien santo como
Dios tenga comunión con una naturaleza tan pecadora como la nuestra. Es por
eso que nuestra adoracion debe ser Cristocentrica es decir atraves de Cristo.

La visión de Juan del trono de Dios en Apocalipsis 4, fue similar a la de


Isaías. Nuevamente, estaban los seres vivientes alrededor del trono diciendo
incesantemente, “Santo, santo, santo, es el Señor Dios Todopoderoso,”
(Apocalipsis 4:8) en reverencia y admiración ante el Santo. Juan prosigue
describiendo que estas criaturas dan gloria y honor y reverencia a Dios
continuamente alrededor de Su trono.

Es interesante, que la reacción de Juan ante la visión de Dios en Su trono


es diferente a la de Isaías. No hay un registro de Juan cayendo en el terror y la
conciencia de su propio estado pecaminoso, tal vez porque Juan ya se había
encontrado con el Cristo resucitado al inicio de su visión (Apocalipsis 1:1). Cristo
había colocado Su mano sobre Juan y le había dicho que no tuviera temor. De la
misma forma, nosotros podemos aproximarnos al trono de gracia si tenemos la
mano de Cristo sobre nosotros en la forma de Su justificación, cambiada por
nuestro pecado en la cruz (2 Corintios 5:21).

2. ¿Porque debemos adorarle?

El Salmos 100 en su versículo 5 nos dice. “ Porque Jehová es bueno; para


siempre es su misericordia, y su verdad por todas las generaciones. ” Este
salmo dos da una respuesta con dos motivos del porque debemos adorar a Dios.
La primera por lo que Él es,”Jehova es bueno” y la segunda por lo que Él ha
hecho. “para siempre es su misericordia”

A) Debemos adorar a Dios por la simple razón de lo que él es:

Él y solo Él es digno de recibirla. Él es el único ser que verdaderamente


merece la adoración. Dios pide que nosotros reconozcamos su grandeza, su
poder y su gloria. Apocalipsis 4:11 dice, "Señor, digno eres de recibir la gloria y la
honra y el poder; porque tú creaste todas las cosas, y por tu voluntad existen y
fueron creadas". Dios nos creó, y Él no va a ser usurpado. "No tendrás dioses
ajenos delante de mí. No te harás imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté
arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra. No te
inclinarás a ellas, ni las honrarás; porque yo soy Jehová tu Dios, fuerte, celoso,
que visito la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen" (Éxodo 20:3-5).

Debemos entender que el celo de Dios no es la envidia pecaminosa que


experimentamos y que nace del orgullo; es un celo santo y justo, que no permite
que la gloria que le pertenece solo a Él, le sea dada a otro. La adoración no es
una imposición ni un mero deber, sino que él merece nuestra adoración por su
maravilloso poder y carácter, y por su obra creadora que ha dado como resultado
el universo y el mundo tan maravillosos en los que nos encontramos. Es por ello
que el salmista clama Todo lo que respira alabe a JAH. Aleluya. (Salmos 150:6)

B) Debemos adorarle por todo lo que Él ha hecho:

Existen millones de razones por las cuales Dios es digno de ser alabado,
el Salmo 103 expone una gran lista acerca de las cosas que Dios ha hecho por
nosotros: Mi Dios me devolvió la salud, me libró de la muerte, ¡me llenó de amor y
de ternura! (V 3-4). A pesar de esto, la decisión de alabar a Dios es única y
personal, depende de ti:  Yo, por mi parte, ¡alabaré a mi Dios, con todas las
fuerzas de mi ser! Salmos 103:22. Podemos hacer una lista grande de todas las
bendiciones que recibimos de la mano de Dios, la biblia así lo enseña todo lo
bueno viene de Dios. Pero hay un acto especial de Dios por el cual el debe ser
adorado, este es el sacrificio que Cristo Jesús hizo por cada uno de nosotros y
atreves del cual podemos recibir perdón de nuestros pecados, salvación y vida
eterna. Jesus es el cordero que Dios ha provisto para nuestra salvación. Dios nos
ha dado un salvador.

Cuando a Jesús se le llama el Cordero de Dios en Juan 1:29 y Juan 1:36,


es en referencia a que Él es el perfecto y último sacrificio por el pecado. Para
poder entender quién es Cristo y lo que Él hizo, debemos comenzar con el Antiguo
Testamento, el cual contiene profecías concernientes a la venida de Cristo como
una “ofrenda por el pecado” (Isaías 53:10). De hecho, todo el sistema sacrificial
establecido por Dios en el Antiguo Testamento sirvió de base para la venida de
Jesucristo, quien es el perfecto sacrificio que Dios proveería como expiación por
los pecados de Su pueblo (Romanos 8:3; Hebreos 10)
Mientras que la idea de un sistema sacrificial puede parecernos extraña en
nuestros días, el concepto del pago o restitución es uno que podemos entender
fácilmente. Sabemos que la paga por el pecado es la muerte (Romanos 6:23) y
que nuestro pecado nos separa de Dios.

También sabemos que la Biblia enseña que todos somos pecadores, que
ninguno de nosotros es justo delante de Dios (Romanos 3:23). A causa de nuestro
pecado, estamos separados de Dios, y somos culpables ante Él; sin embargo, la
única esperanza que podríamos tener es que Él nos proveyera un medio para
reconciliarnos con Él, y por esa razón Él envió a Su Hijo Jesucristo a morir en la
cruz. Cristo murió para hacer expiación por el pecado y pagar el castigo por los
pecados de todos los que creemos en Él.

Es a través de Su muerte en la cruz, como el perfecto sacrificio de Dios por


el pecado y Su resurrección tres días después, que ahora podemos tener vida
eterna si creemos en Él. El hecho de que Dios mismo hubiera provisto la ofrenda
para la expiación o pago por nuestro pecado, es parte de las gloriosas buenas
nuevas del Evangelio, como lo está tan claramente expuesto en 1 Pedro 1:18-21

“Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual


recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino
con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin
contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero
manifestado en los postreros tiempos por amor a vosotros, y mediante el cual
creéis en Dios, quien le resucitó de los muertos y le ha dado gloria, para que
vuestra fe y esperanza sean en Dios”

3. ¿Cómo quiere El que le adoremos?

La Adoración Debe Estar Centrada En El Evangelio

Antes de la Caída Adán y Eva gozaban de una adoración perfecta y directa con Dios.
Después de la caída, la realidad del pecado estaba siempre presente. Vemos entonces el
surgimiento de los sacrificios. El elemento del pecado y el perdón estaban siempre
presentes. Ahora en Cristo nosotros tenemos comunión nuevamente con Dios, pero es
únicamente en virtud de la obra de Jesucristo. Por lo tanto, en nuestra adoración las
buenas nuevas y el mensaje de la cruz debe estar presente.

La Adoración Debe Ser Trinitaria


La Trinidad estuvo incluida en el Plan de Salvación. Por lo tanto, debe ser adorada. El
Padre Elige, El Hijo Redime, El Espíritu Aplica.

Enfoque Vertical Y Dimensión Horizontal

Ciertamente la adoración es a Dios (Vertical), pero no debemos estar tan absortos en


Dios que olvidemos a nuestros hermanos.

a. No olvidar las necesidades de los pobres. (Is. 1:10-17)


b. Adoración inteligible (1 Cor. 14:25-26)
2. La adoración debe ser edificante y evangelística

Sin embargo, a pesar de la dimensión horizontal, no debe ser entretenimiento, sino debe
mantener su enfoque vertical.

Contexto histórico del culto.


Modelo de adoracion en el antiguo testamento
Encuentros con Dios

a. Moisés Ex. 3: 5-6.


b. Isaías 6
c. La nación de Israel. Ex. 20:19
d. Job. 38-42
2. Adoración del pacto
a. El pueblo del pacto era un pueblo "santo" separado.
b. Toda su vida era una vida de adoración. Por eso La Ley de Moisés regulaba toda su
vida, no sólo aspectos "religiosos".
c. La circuncisión fue el sello del pacto. Sólo eran admitidos al templo los circuncidados.

3. Los Sacrificios
a. Antes de Moisés
i. Caín y Abel (Gen. 4:2-5)
ii. Noé (Gen 8)
iii. Abraham (Gen 22)
b. después de moises.

Modelo de adoracion en la iglesia primitiva


1. Enfoque en Jesús - El hecho más importante acerca de la adoración en el Nuevo
Testamento es su enfoque en Jesús.
a. Se presenta como el Señor del Pacto.
b. Amplía los horizontes del pacto: Judíos y Gentiles.
c. Toda el sistema de adoración del A.T. apunta hacia él.
i. El es el sacrificio final y suficiente Heb. 10:1-18
ii. El es el sacerdote. Heb. 6:13-8:13 1 Tim. 2:5
iii. El es el tabernáculo (Juan 1:14) y el Templo (Mat.12:6) Apoc. 21:22
iv. El es Señor del día de Reposo. (Mat. 12:8)
2. Enfasis en la iglesia
a. Ya no hay sacerdotes, sino todos somos sacerdotes 1 Ped. 2:9
i. Ofrecemos sacrificios espirituales (Rom.12:1) (Fil. 4:18)
ii. Vidas piadosas (Heb. 13:15-16)
b. No sólo somos sacerdotes sino también somos templo.
i. Nuestros cuerpos (1 Cor.6:19)
ii. La Iglesia es el templo de Dios (1 Cor. 3:16-17; 2 Cor. 6:19; Ef.2:21)
3. Adoración en espíritu y en verdad. Juan 4
a. Adoración en Espíritu. ¿Cuál? El Espíritu Santo
b. Verdad. La realidad, no la Sombra
4. Reuniones cristianas
a. No hay ningún libro en el Nuevo Testamento que sea el equivalente al libro de Levítico,
sin embargo podemos notar algunas prácticas por referencias sencillas.
i. Lectura de la Escritura (1 Tim. 4:13; Col. 4:16)
ii. Salmos e himnos (1 Cor. 14:26; Ef. 5:19; Col. 3:16; Sant. 5:13)
iii. Oración (Hechos 2:42; 1 Tim. 2:1-2)
iv. "Amen" (1 Cor. 14:16)
v. Sermón o enseñanza (Hechos 20:7: 1 Cor. 14:26)
vi. Confesión de Fe (1 Cor. 15:1-4; 1 Tim. 6:12)
vii. Ofrendas (1 Cor. 16:1-2; Rom. 15:26)
viii. Cena del Señor (1 Cor. 10:16, 11:23)
ix. Beso Santo (Rom. 16:1; 1 Cor. 16:20)
x. Disciplina eclesiástica (1 Cor. 5:4-5)
xi. Reuniones los domingos - Día del Señor. Celebración de la Resurrección (1 Cor.
16:1-2; Hech. 20:7; Apoc. 1:10)
Modelo de adoracion en los tiempos de la reforma

Valores del culto


Importancia de tener un culto que exalte a Dios
Importancia que el culto exprese las verdades del evangelio
La importancia de que el culto sea entendible
La importancia de que el culto este acorde a la cultura

Que debemos entender entonces por culto reformado contemporáneo.

Aporte personal

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