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Los bienes jurídicos protegidos que establece la clasificación mexicana son los siguientes:

Bienes jurídicos de la persona

1 La vida

2 La integridad corporal o psíquica

3 La libertad física (corporal)

4 Libertad sexual, la seguridad sexual o el normal desarrollo psicosexual

5 Las libertades de reunión, expresión y trabajo

6 La seguridad individual o social de las personas

7 El patrimonio

8 La familia

9 La dignidad o la reputación

10 La responsabilidad profesional

11 El respeto a los muertos

Bienes jurídicos de la sociedad

1 La salud

2 La seguridad pública
3 La fe pública

4 La economía pública

5 El equilibrio ecológico

6 El estado financiero

Bienes jurídicos del Estado

1 La seguridad del estado

2 La regulación migratoria

3 La adecuada prestación del servicio público

4 El patrimonio de la nación

5 El adecuado funcionamiento de las vías de comunicación o medios de transporte

6 Correcto desempeño de los servidores públicos

7 Correcto desempeño de particulares

8 La adecuada procuración e impartición de justicia

9 El correcto funcionamiento del sistema electoral

10 El cumplimiento del derecho internacional

11 El orden militar
Estructura del tipo como elemento del delito

El tipo es el elemento del delito que plasma el principio de legalidad, más concretamente,
la garantía criminal (nullum crimine sine lege); pues dicho elemento consiste en el supuesto
de hecho abstracto que la ley prevé y describe, de modo que una conducta es típica
cuando la misma encaja en la definición de la ley penal.
No obstante, el concepto de tipo es empleado en la ciencia penal en diferentes sentidos y
con distintas acepciones. Así, dicho término se emplea correctamente como equivalente a
tipo de injusto, como conjunto de elementos fundamentadores del injusto penal; pero
también se habla, haciendo una ampliación excesiva del concepto, de ?tipo amplio de
delito? o tipo (legal) de garantía, designando con ello todos los elementos que la
descripción legal exige para imponer una pena.
El concepto de acción abarca al precepto infringido y al bien jurídico protegido, de tal
manera que hasta que no se produzca el resultado impuesto en la norma no se consuma la
acción. En definitiva, la norma penal no solo atiende a la naturaleza de las acciones sino
que también se fija en sus componentes jurídicos. Ejemplos de esto serían: que con un solo
disparo (sólo una única acción) se atraviesan dos cuerpos humanos, produciendo dos
delitos de homicido; o también propinando una multitud de golpes sobre un mismo cuerpo y
solo provoca un delito de lesiones (STS 645/2017, de 2 de octubre; STS 909/2016, de 30
de noviembre).
La estructura de los tipos puede ser muy diversa, no obstante los elementos mínimos de
los mismos son los siguientes:

a. Parte positiva: ésta a su vez comprende:


o Acción o conducta: se refiere al acto de delinquir. Se puede manifestar por
diferente vías de actuación humana, sumando la presencia de la voluntad de
delinquir. Esta conducta de la que hablamos puede tomar dos formas: la de
ejecutar una acción, o la de simplemente no actuar y dejar de realizar alguna
actividad. Para que este elemento pueda ser tomado en cuenta, deben
concurrir los siguientes supuestos:
 Exteriorización de la voluntad del sujeto activo a delinquir.
 Realización material de la actividad.
 Existencia de un resultado fruto de la actuación.
 Exigencia de un nexo causal entre acto-resultado.                                                       
o Antijuricidad: que la conducta sea contraria a derecho, infractora por ello de
normas penales, que contienen una prohibición con la consecuencia de la
imposición de una pena; se requiere de la tipicidad penal positiva de conducta
sin estar excepcionalmente cubierta por una causa de justificación o la
exclusión de la tipicidad penal.                                                                                                     
o Culpabilidad: el juicio de reproche que hace el Estado al autor de una acción
antijurídica, cuando se constata su imputabilidad y la exigibilidad de una
conducta distinta a la que realizó, o si se prefiere, el reproche que merece el
autor de una acción antijurídica, cuanto no concurren circunstancias de
inimputabilidad o de exculpación.                                                                                                 
o Tipicidad: implica la subsumibilidad de una conducta concreta en el tipo
penal.                                                                                                                                             
o Imputabilidad: es el juicio de valor, fundamentado en la existencia de un
conjunto de requisitos psicológicos y normativos en el individuo que permiten
atribuirle una infracción penal por concurrir en él las condiciones mentales
adecuadas y no existir causa legal que impida reprocharle la conducta seguida
ya que es contraria al Derecho y que el sujeto comprendió la ilicitud del  hecho
que hubo cometido. La culpabilidad no es un atributo genérico a un sujeto, sino
que ha de relacionarse con un hecho concreto de acción delictiva. Es por lo
anterior, que la exigencia de responsabilidad criminal exige no solo contemplar
la situación concreta, sino también las circunstancias del sujeto en cuestión.                             
o Punibilidad:  se traduce en la imposición de una pena ante al presencia de
los demás elementos del delito (tipicidad, antijuridicidad, culpabilidad).   
b. Parte negativa: la misma supone:
o Ausencia de conducta: partimos de que sino hay una conducta que motive
el delito no puede hablarse de delito.                                                           
o Ausencia de tipicidad: si la acción no va en contra de la ley, no es
considerada como un acto delictivo.                                                                          
o Causas de justificación: pueden ser definidas como aquellas circunstancias
eximentes que por determinadas razones excluyen la antijuridicidad o ilicitud de
una conducta que en principio es típica (por realizar en su parte objetiva el tipo
positivo, indiciario de la antijuridicidad).                             
o Inimputabilidad: imposibilidad de imputación individual del hecho al autor,
por total o casi total falta de normalidad psíquica y madruez del desarrollo
mentar del sujeto activo del delito, de tal manera que esas circunstancias
impidan al sujeto comprender la significación reprobable del hecho o bien
autocontrolarse, controlar sus impulsos para no cometerlo                                                         
o Inculpabilidad: no se logra demostrar que el autor del delito es culpable por
llevar a cabo la acción material, no puede ser sancionado.                            
o Excusas absolutorias: son aquellas causas que operan sobre un delito
eliminado su punibilidad (eliminando su pena) como consecuencia de razones
no vinculadas ni a la antijuridicidad ni a la culpabilidad, sino que son razones
vinculadas a la utilidad o justicia material. 

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