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CLASE 9, 01 DE SEPTIEMBRE DE 2020

F. TERMINO PROBATORIO

El termino probatorio, al igual que en el juicio ordinario, comienza a correr desde la última
notificación por cédula practicada a las partes o desde la notificación por el estado diario de la
resolución que resuelve la última reposición deducida en contra del auto de prueba.

La carga de la prueba de los hechos en que el ejecutado funda sus excepciones, corresponde a
el mismo.

1. Clase de términos probatorios

A. Término Ordinario: es aquel que tiene una duración de 10 días y puede ampliarse
hasta 10 días más a petición del acreedor.

La ampliación debe solicitarla antes de vencer el término legal y corre sin interrupción después
de él. (Art.468)

B. Termino Extraordinario. Es aquel que existe solo por acuerdo de ambas partes y
tiene una duración por el número de días que ellas designen. (Art.468)

Es decir, no hay en el juicio ejecutivo término probatorio para rendir prueba fuera del territorio
jurisdiccional del tribunal.

C. Término Especial: no existiendo norma especial para el juicio ejecutivo se aplican


las normas del juicio ordinario para los términos especiales los que, en general, se conceden en
casos de entorpecimientos. (Art.339)

2. Manera de rendir la prueba

Rige un principio fundamental: la prueba en el juicio ejecutivo se rinde del mismo modo que en
el juicio ordinario.

Las listas de testigos y las minutas de puntos de prueba se deben presentar en las mismas
oportunidades que en el juicio ordinario.

G. OBSERVACIONES A LA PRUEBA

Vencido el término probatorio, las partes tienen el término de 6 días para efectuar por escrito
las observaciones que el examen de la prueba les sugiera.

Ese plazo se cuenta ya desde el vencimiento del término ordinario, del extraordinario o del
especial, en su caso.

H. CITACION PARA OIR SENTENCIA

Una vez vencido el plazo de observaciones a la prueba, se hayan o no presentado escritos, el


tribunal citara a las partes para oír sentencia.(Art.469)

Esta situación es idéntica a la del juicio ordinario y, por ende, es un trámite esencial y produce
los mismos efectos.

I.MEDIDAS PARA MEJOR RESOLVER

En el juicio ejecutivo puede decretarse estas medidas para mejor resolver pues, al no contener
aquel normas especiales sobre la materia, se aplican las normas comunes a todo procedimiento
a que alude el Libro I del Código.
Ahora bien, con arreglo al citado artículo 159 ,”solo dentro del plazo para dictar sentencia” los
tribunales pueden decretar tales medidas, lo que implica que únicamente dentro del plazo de
días contado desde la citación para oír sentencia, el tribunal puede disponerlas. “Las que se
dicten fuera de este plazo se tendrán por no decretadas”.

En consecuencia, si el tribunal no dicta la sentencia dentro del plazo, el que no es fatal, ello no
implica que pueda decretar alguna medida para mejor resolver pues, las “que se dicten fuera
de este plazo se tendrán por no decretadas”.

De acuerdo al mismo artículo 159, las medidas decretadas deben cumplirse dentro del plazo de
20 días, contados desde la fecha de la notificación por el estado diario a las partes de la
resolución que les decrete y, vencido ese plazo, las medidas no cumplidas se tendrán por no
declaradas y el tribunal debe proceder a dictar sentencia sin más trámite.

J. SENTENCIA DEFINITIVA

El plazo para dictar la sentencia definitiva es de 10 días contados desde que el juicio quede
concluido. (Art.470)

El juicio queda concluido o desde la citación para oír sentencia o desde que se ha cumplido
alguna medida para mejor resolver que se haya decretado, con el tope de 20 días a que alude
el artículo 159 del Código. Las medidas que puedan decretarse, son las mismas que resultan
procedentes en el juicio ordinario.

Ahora bien, la sentencia definitiva debe cumplir con todos los requisitos que señala el artículo
170 para las sentencias definitivas y en ella, en su caso, el tribunal debe pronunciarse respecto
a la reserva de derechos que pudo haber sido solicitada.

En lo referente a las costas, existes normas especiales que constituyen una


excepción a las disposiciones generales de las costas contenidas en el artículo 144
del mismo.

En efecto, de acuerdo al artículo 144 del Código, la parte que es vencida totalmente en un
juicio o en un incidente, debe ser condenada al pago de las costas, pero el tribunal podrá
eximirla de ellas, cuando aparezca que ha tenido motivos plausibles para litigar,
sobre lo cual hará declaración expresa en la resolución. Y el inciso 2° de la norma dispone. “Lo
dispuesto en este artículo se entiende sin prejuicio de lo establecido en otras disposiciones de
este Código”, cuyo es el caso de los juicios ejecutivos.

Así, si la sentencia ordena seguir la ejecución, se condena en costas al ejecutado y, si se le


absuelve, se condena en costas al ejecutante.

Si se admiten solo en parte una o más excepciones, se distribuyen las costas


proporcionalmente, pero pueden imponerse todas ellas al ejecutado cuando en concepto del
tribunal haya motivo fundado. (Art.471)

A. Clases de sentencias

La sentencia definitiva que se dicta en el juicio ejecutivo puede ser de dos clases: absolutoria y
condenatoria.

a) Sentencia Absolutoria
La sentencia absolutoria es aquella que acoge una o más excepciones y, por lo mismo, rechaza
la demanda ejecutiva y ordena alzar el embargo.

b) Sentencia Condenatoria

La sentencia condenatoria es aquella que rechaza todas las excepciones, acoge la demanda
ejecutiva y ordena continuar la ejecución.
Esta sentencia condenatoria, a su vez, puede ser de dos clases:

1°.Sentencia de Pago: es aquella que se dicta cuando el embargo ha recaído sobre


dinero o sobre la especie debida. (Art. 475)

2°.Sentencia de Remate: es aquella que se dicta cuando el embargo ha recaído


sobre bienes que es preciso rematar para hacer pago al acreedor.

B. Importancia de la distinción

Distinguir entre sentencia condenatoria de pago y sentencia condenatoria de remate tiene


importancia para saber cómo se cumple la sentencia y cuando ello ocurre.

(a) En cuanto a cómo se cumple:

La sentencia de pago se cumple por la entrega al acreedor del dinero o la especie debida; en
cambio, la sentencia de remate, precisa vender los bienes embargados para pagar al acreedor.

(b) En cuanto a cuándo se cumple:

La regla general es que la sentencia de pago puede cumplirse una vez que se encuentre
ejecutoriada. (Arts. 475, 510,511 y 512).

Por excepción puede cumplirse a pesar de no estar ejecutoriada:

(1 )Cuando el ejecutante rinde caución para responder del resultado del recurso
deducido por el ejecutado, de acuerdo al artículo 475.

Esta situación implica que el ejecutante que pretende cumplir una sentencia condenatoria para
el ejecutado, sin que ella se encuentre ejecutoriada, debe rendir, previamente, una garantía la
que tiene por finalidad responder ante el ejecutado si, en definitiva, este resulta vencedor en la
Corte de Apelaciones.

(2) Cuando ha sido recurrida de casación en la forma o en el fondo por el ejecutado,


pues por su interposición no se suspende el cumplimiento de la sentencia.(Art.773)

La sentencia de remate, en cambio, en cuanto a realizar los bienes embargados, puede


cumplirse una vez que ella sea notificada. El artículo 481 del Código dispone que “notificada
que sea la sentencia de remate, se procederá a la venta de los bienes embargados, de
conformidad a los artículos siguientes”.

Respecto al pago al acreedor, la sentencia debe encontrarse ejecutoriada, pues es preciso


liquidar previamente el crédito y tasar las costas, operaciones que requieren de sentencia
ejecutoriada.(Arts.510 y 511)

Por excepción puede pagarse al acreedor sin encontrase ejecutoriada la sentencia:


(1) Cuando el ejecutante otorga caución de resultas; y (Art.509 inciso 2°)

(2) Cuando se encuentra pendiente un recurso de casación en la forma o en el fondo, sin


que se requiera caución.(Art.773)

ACTUACIONES DEL CUADERNO DE APREMIO

A.MANDAMIENTO DE EJECUCION

Es la orden escrita emanada del tribunal de requerir de pago al deudor y de


embargarle bienes suficientes en caso de que no pague.

Cuando hablamos de las resoluciones que puedan recaer respecto de la demanda ejecutiva,
dijimos que si la acción ejecutiva cumple con todos los requisitos, el tribunal ordena
“Despáchese”

Precisamente, lo que se despacha es el mandamiento de ejecución.

“El mandamiento es el documento en el que consta la orden impartida por el juez al


oficial de justicia para que requiera al deudor el pago de la suma adeudada y
subsidiariamente, trabe embargo sobre bienes suficientes para cubrir esa suma”.

Cabe destacar que resulta impropio hablar de “mandamiento de ejecución y embargo”, pues
este último, tiene un carácter subsidiario, en atención a que si el deudor “no paga en el acto”
del requerimiento, procederá el embargo de bienes.

En caso contrario, no habrá embargo.

En cuanto a la naturaleza jurídica del mandamiento, tanto como la doctrina con la


jurisprudencia mayoritaria, sostiene que se trata de una sentencia interlocutoria por cuanto
resuelve sobre un trámite que debe servir de base en el pronunciamiento de una sentencia
definitiva o de interlocutoria.

El profesor Pereira Anabalon discrepa de tal opinión y al efecto señala:

“La estructura de la fase de conocimiento permite distinguir en ella varias etapas conexas pero
diferentes. La primera comienza con la demanda ejecutiva o con las gestiones preparatorias de
la vía ejecutiva, sigue con el requerimiento de pago y corona con la dictación del
mandamiento, cuya fuerza inicial solamente permite el embargo, la entrega real o simbólica de
los bienes embargados al depositario y la administración de dichos bienes por este. La segunda
se inaugura con el curso del plazo fatal que la ley concede al ejecutado, requerido que sea de
pago, para oponerse a la ejecución. Si no se produce oposición dentro del plazo legal, el
mandamiento es una resolución de termino que se ha pronunciado sobre la petición concreta
de la demanda ejecutiva, cual es que el tribunal despache mandamiento de ejecución, por lo
que, precisamente, es una sentencia definitiva.”

“Por la inversa, si el ejecutado impugna el mandamiento mediante oposición legal es


procedente la dictación de una nueva sentencia definitiva que falle dicha oposición. Y
obviamente es “nueva” sentencia porque el objeto sobre el cual recae es diferente al objeto
sobre el que se pronunció el mandamiento. Si el tribunal desecha la oposición, ordena seguir
adelante la ejecución que el mandamiento había antes iniciado; si en cambio acoge la
oposición, queda sin efecto el mandamiento, cesa el embargo y termina la administración de los
bienes embargados por el depositario, recuperándola su dueño”.
“Estas dos sentencias que respectivamente fallan la demanda ejecutiva y la oposición a la
ejecución, si bien recaen sobre objetos diferentes, están conectadas en el sentido que la
segunda ordena seguir adelante la ejecución que la primera había iniciado: existe relación
funcional entre una y otra”.

La discusión relativa a la naturaleza jurídica del mandamiento tiene gran


importancia para determinar los recursos que procedan en su contra.

Si estimamos que el mandamiento es un sentencia interlocutoria, procede en su contra el


recurso de apelación. Respecto del ejecutante, el artículo 441 inciso final del Código alude a la
apelación ante la denegación del mandamiento.

Frente al ejecutado. El mandamiento seria apelable en virtud de lo dispuesto en el artículo 187


del Código, que concede la apelación contra las sentencias interlocutorias, salvo que la ley
deniegue expresamente el recurso.

En cuanto al recurso de casación, el seria procedente cuando la resolución deniega la ejecución,


pues se trata de una sentencia interlocutoria que pone termino al juicio o hace imposible su
prosecución. (Art.766 y 767)

En cambio, si la resolución respectiva ordena despachar el mandamiento, no procede la


casación pues no se trata de una sentencia interlocutoria con las características anotadas.

Una segunda opinión sostiene que el mandamiento no es apelable, ya sea que se le estime
como sentencia interlocutoria o no.

Esta tesis, se fundamenta en que la oposición del ejecutado “solo será admisible cuando se
funde en alguna “ de las excepciones que señala el artículo 464 del Código.

Enseguida, de acuerdo a los incisos 1° y 2° del artículo 441 del Código, el mandamiento se
despacha o deniega “sin audiencia ni notificación del demandado, aun cuando se haya este
apersonado en el juicio” y las gestiones que el haga “no embarazaran en manera alguna el
procedimiento ejecutivo, y solo podrán ser estimadas por el tribunal como datos ilustrativos
para apreciar la procedencia o improcedencia de la acción”.

Por último, esta opinión se basa en que el inciso final del referido artículo solamente concede
apelación, respecto del ejecutante, en contra de la resolución que deniega el mandamiento de
ejecución elevándose los autos, también,” sin notificación del demandado”

En nuestro concepto, en base a esta disposición, creemos que solamente es apelable la


resolución que deniega el mandamiento, pues si el legislador hubiese querido aplicar la regla
general del artículo 187 del Código no habría tenido que señalar, expresamente, que dicha
resolución es apelable en el evento señalado.
Por idéntico fundamento, y procediendo únicamente la apelación en la situación comentada, na
procedente el recurso de casación en contra de la resolución que deniega el mandamiento de
ejecución ya que la ley contempla nada más que la apelación.

Respecto a la naturaleza jurídica del mandamiento de ejecución, una sentencia de la Corte de


Apelaciones de Santiago sostuvo:

“ Que el mandamiento de ejecución y embargo es la orden escrita de requerir de pago al


deudor y de embargarle bienes suficientes si no paga en el momento del requerimiento; se
trata, en consecuencia ,de la resolución que despacha la ejecución y que, en cuanto a su
naturaleza, constituye una interlocutoria puesto que resuelve sobre un trámite que ha de servir
de base en el pronunciamiento de una sentencia definitiva, y como tal, es apelable de acuerdo
a las reglas generales, articulo 187 del Código de Procedimiento Civil. La conclusión anterior se
ve corroborada con lo dispuesto en el artículo 472 del Código de Procedimiento Civil”.

MENCIONES DEL MANDAMIENTO DE EJECUCION

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