Está en la página 1de 2

LAS PIERNAS DE MANUEL

​ ​Amar es consentir en la distancia, es


adorar la distancia entre
uno y lo que se ama
(Simone Weil)

cuando julián cura (primo de manuel hermano


de ayelén cura) era pequeño
andaba enojado jadísimo por la vida
como cachorro rabioso de inframundo

así que se lo veía corriendo


de sus padres del tiempo
de la ingracia de existir julián corría
corría por villa pueyrredón

de griveo a nazca
de nazca a general paz
de general paz al norte sur tierra o cielo

eso sí a la noche era de ver


cuando julián dormía se sueñaba
"¡ay la noche mi noche!" decía
"¡dulce muerte manta suave tibio alivio!"
"¡ah yo julián a punto de nacer siempre
y siempre muriendo!"

ya despierto julián se desplomaba en yuyos


miraba agudo el cielo como un perro
este era su anhelo:

que la noche irrumpa en el día


que no haya más día solo noche
solo noche noche

y julián en sueños
era verde brillante araña
hombre de ocho patas
que adoraba el hecho
de no correr pese a tener tantas patas
y una vez
viendo en manuel cierta similitú
julián se arrancó un par se las trajo
del sueño a la vigilia le tocó timbre a manuel

le dijo “¡manuel oh manuel!”


“yo julián yo cura
le traigo estas piernas
estas patas

y si mi primo tiene que correr


¡pues que corra nomás!
que corra veloz como pegaso como centauro

pero... no a la noche
yo no quiero
que manuel corra a la noche

quiero que duerma se sueñe pájaro


eso eso que manuel
se sueñe pájaro de ocho alas
que adore la distancia
del cielo a sus alas”

También podría gustarte