La sociedad necesita obligatoriamente de la economía y por tanto de los mercados
para poder desarrollarse plenamente. Entendiendo como mercado el conjunto de transacciones, procesos o intercambio de bienes y servicios entre individuos. Consumidores que quieren, pueden y están dispuestos a comprar o vender un producto ofertado. En la actualidad la mayoría de los mercados son globales, los bienes se producen en una punta del mundo y se transportan para venderlos por todo el globo. Las relaciones internacionales dependen de las relaciones mercantiles. En las sociedades actuales, la economía ha tomado un papel fundamental. La economía ha llegado a dominar todos los ámbitos tanto social como político. Los gobiernos ceden ante el poder de los mercados. Un ejemplo de ello lo tenemos cuando el alcalde de Cádiz “Kichi”, defendió la producción de corbetas para Arabia Saudí. Importaba más las ganancias económicas que el debate moral. Porque actualmente una sociedad se define por su economía. Por otro lado, según el sistema económico que se lleve a cabo, una sociedad tendrá unas características u otras. Podemos hablar de sociedades capitalistas (economía de mercado) o comunistas (economía centralizada); y en nuestra mente automáticamente asociamos ideas y características a esa sociedad que van de la mano vinculadas a su sistema económico: ya que esto las define. La sociedad se adapta en función al tipo de economía que desarrolle. Por todo ello podemos concluir que sociedad y mercado son iguales, porque no se entiende uno sin el otro. Ya que actualmente los mercados mueven el mundo, influyendo sobre las sociedades.