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La rigidez cognitiva nos puede abocar a una vida claramente infeliz.

No admitir otras
perspectivas, negarnos a los cambios, a atender y valorar otros puntos de vista y hacer
uso de una mente más abierta, acaba generando sufrimiento y frustración.

 Pensamiento episódico futuro: ¿cómo nos prepara el cerebro?


 ¿Qué es el pensamiento sintético?
 Motivación extrínseca: características y ejemplos
La rigidez psicológica define a aquellas personas cautivas de un
férreo patrón cognitivo y conductual. Son esos perfiles que no se
abren a nuevas perspectivas, que no admiten otros puntos de vista ni
toleran los cambios. No entienden que la flexibilidad mental es esencial
para una vida sana, para afrontar dificultades, para disfrutar de unas
relaciones sociales más felices…
Aunque seguramente nos venga a la mente más de algún conocido
que siga este mismo patrón de comportamiento, debemos admitir
que todos, en cierto modo, aplicamos en algún momento cierta
rigidez psicológica. Es común pensar, por ejemplo, que determinadas
cosas solo pueden solucionarse de un modo. También que esos
valores y creencias que tanto nos definen son poco más que verdades
universales.

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