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EL HECHO

La palabra hecho está relacionada con los sucesos que ocurren por efecto de la naturaleza o
por la acción del hombre. En el contexto científico un hecho se define como una
observación que el científico puede verificar y que será el inicio para la formulación de su
teoría.

EL HECHO JURÍDICO.
Para Savigny el hecho jurídico es el acontecimiento del mundo exterior al cual el
ordenamiento jurídico atribuye un efecto jurídico determinado: la adquisición, pérdida
o modificación de un derecho.
Los hechos jurídicos pueden ser de muy diversa índole, pudiendo clasificarse
principalmente en las siguientes categorías:

 Por su contenido:
1. Positivos: consistentes en un acontecimiento o suceso.
2. Negativos: consistentes en la omisión de un suceso o acontecimiento.
 Por sus efectos jurídicos:
1. Constitutivos de un derecho.
2. Modificativos de un derecho.
3. Extintivos de un derecho.
 Por su estructura:
1. Simples: consistentes en un único suceso o acontecimiento.
2. Complejos: cuando consisten en un conjunto de sucesos o acontecimientos.
Los hechos jurídicos suelen referirse a sucesos naturales o físicos, veamos unos ejemplos
para entenderlo:

 el paso del tiempo puede determinar la adquisición del derecho de propiedad sobre
un inmueble a favor de su poseedor de buena fe. Es un hecho positivo (ha pasado el
tiempo), y constitutivo (crea un derecho).
 El paso del tiempo puede igualmente determinar la extinción de un derecho. Así
sucede en la prescripción extintiva.
 El nacimiento de un ser humano determina su consideración como sujeto de
derechos.
 Un terremoto o cualquier otra catástrofe natural puede determinar la activación de
un protocolo jurídico público especial, como un estado de alarma.

EL ACTO JURÍDICO
Si los hechos a los cuáles les otorga el Derecho efectos jurídicos suceden o tienen lugar no
por la simple naturaleza, sino por la voluntad humana, a este tipo de hechos se les
denomina actos jurídicos.

Se trata de actos realizados por una voluntad consciente y exteriorizada por parte de
una persona. Por lo cual aquellos actos no realizados de forma consciente, como podría
suceder en un niño o en un enfermo mental, no tienen trascendencia jurídica. Igualmente
Así por tanto estamos ante actos humanos a los que el Derecho reconoce efectos jurídicos,
haciendo nacer, modificar o extinguir derechos y obligaciones.

La clasificación de los actos jurídicos a partir de estas premisas se divide entre aquellos que
generan efectos positivos y aquellos que generan sanciones:

 Actos ilícitos: en ellos lo que está legislado en el Derecho positivo es la sanción


respecto de su comisión. Se dividen entre:
1. Ilícito penal: sancionado como delito o falta por las normas de Derecho
Penal.
2. Ilícito civil: sancionado por las normas de Derecho Civil
3. Ilícito administrativo: sancionado por las normas de Derecho Administrativo
o derecho laboral.
 Actos líticos: generan efectos constitutivos, modificativos o extintivos de
obligaciones y derechos. Se dividen entre:
1. Actos jurídicos en sentido estricto, que generan efectos “ex voluntae”, donde
la declaración de voluntad libre y exteriormente expresada determina dichos
efectos.
2. Actos jurídicos “ex lege” donde el efecto concreto es el que determina la ley,
independientemente de la voluntad del sujeto que realiza el acto.
Diferenciándose a su vez entre:
1. Actos asemejados a los negocios jurídicos, donde aunque el efecto es
el determinado por la ley, la voluntad del sujeto que lo realiza busca
voluntariamente dicho efecto. Como por ejemplo la adopción o el
reconocimiento de un hijo.
2. Actos reales, donde el acto busca por parte del sujeto que lo realiza
un fin concreto pero el Derecho hace nacer de dicho acto efectos
diferenciados. Por ejemplo en el hallazgo de un tesoro el sujeto por
ejemplo busca realizar una obra en un inmueble, pero al encontrar el
tesoro lo que está legislado es que se genere una propiedad para el
Estado y un derecho a su favor de cobrar una indemnización.

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