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Funcionalismo y Linguistica La Gramatica PDF
Funcionalismo y Linguistica La Gramatica PDF
UNIVERSIDAD DE OVIEDO
Servicio de Publicaciones
Oviedo, 2003
Índice
Prólogo
CAPÍTULO 1
Funcionalismo y formalismo en la lingüística contemporánea
0. Introducción
1. Funcionalismo y Formalismo en la teoría gramatical
2. La orientación funcionalista: panorama general
3. Conclusiones
Bibliografía básica
CAPÍTULO 2
La Gramática Funcional de S.C. Dik: origen, metodología y
fundamentos básicos
0. Introducción
1. Génesis e influencias
2. Presupuestos metodológicos (o Funcionalismo en la GF)
3. Estándares de adecuación
4. Restricciones técnicas
5. La organización de la GF: panorama general
6. Conclusiones
Bibliografía básica
CAPÍTULO 3
De cómo crear predicaciones: el Fondo léxico y los Estados de
Cosas
0. Introducción
1. Aspectos generales del componentente léxico en las teorías
contemporáneas
2. El Fondo
3. Los Estados de Cosas y las Funciones Semánticas
4. La predicación no verbal
4. Conclusiones
Bibliografía básica
iv Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
CAPÍTULO 4
La estructura jerárquica de la cláusula
0. Introducción
1. La estructura de la cláusula: organización general
2. Aspecto, Tiempo y Modo
3. Operadores y satélites
4. El nivel representativo en la estructura subyacente de la cláusula
5. El nivel interpersonal en la estructura subyacente de la cláusula
6. La complementación en la Gramática Funcional
7. Conclusiones
Bibliografía básica
CAPÍTULO 5
Funciones Sintácticas y Funciones Pragmáticas
0. Introducción
1. Funciones Sintácticas
2. Funciones Pragmáticas
3. Conclusiones
Bibliografía básica
CAPÍTULO 6
Las Reglas de Expresión
0. Introducción
1. Las Reglas de Expresión: consideraciones previas
2. El modelo dinámico del componente expresivo
3. Conclusiones
Bibliografía básica
CAPÍTULO 7
Hacia una Gramática Funcional del Discurso
0. Introducción
1. Los estudios discursivos en la Gramática Funcional
2. La Gramática Funcional del Discurso
3. El componente cognitivo en la GFD
4. Conclusiones
Bibliografía básica
Bibliografía
Apéndice: glosario y traducción de términos técnicos
Índice v
Prólogo
Funcionalismo y formalismo
en la lingüística contemporánea
0. Introducción
En este capítulo pretendo ofrecer las bases necesarias para situar la
teoría de la Gramática Funcional de S. C. Dik en el contexto de la
lingüística contemporánea. La primera sección ofrece una caracte-
rización, necesariamente limitada, de las dos grandes tendencias que
existen en la investigación científica del lenguaje en la actualidad: el
paradigma formal y el paradigma funcional. Las principales diferen-
cias y puntos de conflicto entre ambas escuelas se analizan en los tres
epígrafes siguientes bajo los títulos de “forma(l) y función(al)”, “el
concepto de autonomía” y “la explicación formal y funcional”, res-
pectivamente. En la segunda sección se ofrece una breve caracteriza-
ción del funcionalismo gramatical contemporáneo.
crucial entre ambos paradigmas ya que implica que los análisis fun-
cionalistas son, a menudo, poco rigurosos:
En este caso, como en todos los demás, el paso crucial hacia un análisis perspi-
caz es encontrar la descomposición adecuada, la división más apropiada de un
fenómeno complejo en partes individuales coherentes. Y, por supuesto, en ese
proceso, la elección de un formalismo adecuado desarrolla un papel fundamen-
tal, puesto que sólo se obtienen los componentes listos para ser examinados tras
disponer formalmente el análisis potencial. En último término, los lingüistas de
todas las orientaciones han de ofrecer explicaciones de sus análisis formalmen-
te explícitas (...). Pero, a pesar de este compromiso, es sorprendente el escaso
número de ocasiones en que se ofrece un análisis explícito completo de la gra-
mática de las lenguas como fundamento de una argumentación funcionalista.
Existe, pues, controversia en cuanto a la relevancia del sentido “for-
malización” para sancionar y comprender las diferencias entre ambos
paradigmas. En cualquier caso, y aunque se pueda afirmar que el
énfasis en la formalización es superior en el paradigma formal (no
hay teorías formales no formalizadas y sí teorías funcionales), lo que
no parece controvertido es que este sentido no es fundamental para
iluminar la discusión, ya que, al menos, varias teorías funcionalistas,
y, en concreto la GF de Dik, son teorías explícitas y formales en este
sentido del término2 (Hengeveld 1998). Por otro lado, y a pesar de
las críticas de Anderson, la mayor o menor formalización no puede
considerarse de por sí un criterio para distinguir entre “ciencia bue-
na” y “ciencia mala”; el propio objeto de estudio delimita la posibili-
dad de utilizar mecanismos formales en su caracterización, y, en el
caso del lenguaje, dada su naturaleza “humana” el debate sigue abier-
to sobre la relevancia de la formalización para su análisis y entendi-
miento3.
Por consiguiente, para comprender con exactitud la naturaleza de
las diferencias entre ambos paradigmas, es preciso acudir al primer
sentido del término “formal” descrito al inicio de esta sección, que
Ahora bien, para refutar tal supuesto, uno no necesita más que no
compartir la idea de que la función esencial del lenguaje es la comu-
nicación. En tal caso parece poco pertinente emplear una metodolo-
gía funcional-comunicativa en el análisis gramatical. Esta es
precisamente la opción defendida por Chomsky, quien, en pasajes
como el que se ofrece a continuación, niega la relevancia de la fun-
ción comunicativa del lenguaje (1980: 230):
Aunque a menudo se argumenta que el fin del lenguaje es la comunicación y
que no tiene sentido estudiar el lenguaje al margen de su función comunicativa,
a mi entender, no existe ninguna formulación de esta creencia de la que surjan
propuestas sustantivas. Lo mismo cabría decir de la idea de que el objetivo
esencial del lenguaje es lograr ciertos fines instrumentales, satisfacer necesida-
des, etc. Sin duda el lenguaje puede ser utilizado para tales fines, o para otros.
Es difícil decir cuál es el “objetivo” del lenguaje, excepto quizás la expresión
del pensamiento, una formulación bastante vacua. Las funciones del lenguaje
son diversas. No está claro qué puede significar la aseveración de que algunas
de ellas son “esenciales” o “centrales”.
Es importante señalar, no obstante, que de la cita anterior no se des-
prende que Chomsky rechace la posibilidad de que entre las funcio-
nes del lenguaje esté la de establecer comunicación entre los seres
humanos. Al contrario, quizás llevado al extremo, podría admitir que
ésta es una función esencial, aunque sólo fuese por su relevancia
social. La cuestión es que, para Chomsky, al contrario que para los
funcionalistas, el hecho de que el lenguaje pueda emplearse como
medio de comunicación no supone, en principio, ninguna ayuda rele-
vante al investigador (Chomsky 1975: 58-59):
Searle mantiene que “es razonable suponer que las necesidades de comunica-
ción influyeron en la estructura” del lenguaje en su evolución en la prehistoria
humana. Estoy de acuerdo. La cuestión es ¿qué podemos concluir de tal hecho?
La respuesta es que muy poco. Las necesidades de locomoción influyeron en el
hecho de que los humanos desarrolláramos piernas y los pájaros alas. Esta ob-
servación no es muy útil para un fisiólogo interesado en la naturaleza del cuer-
po humano. Al igual que las estructuras físicas, los sistemas cognitivos han
evolucionado indudablemente de ciertas maneras, pero en ningún caso pode-
mos afirmar de modo serio que se comprenden los factores que incidieron en un
curso de evolución específico y que determinaron o influyeron de modo signifi-
cativo en su resultado. Ciertamente, si los sistemas de base genética hubiesen
sido mayoritariamente disfuncionales el desarrollo evolutivo podría haber sido
Funcionalismo y formalismo 7
Chomsky defiende en teoría la necesidad de un modelo del uso del lenguaje (de
la ‘competencia comunicativa’), pero hasta el momento, no se ha visto ni rastro
del mismo y, caso de ser desarrollado, sólo recibiría una posición terciaria sin
afectar a los componentes sintáctico o semántico. Por tanto, no hay lugar para
una descripción integradora de la organización y funcionalidad del enunciado
en el modelo de Chomsky, al contrario de lo que sucede en aquellos modelos
que, emanando de la tradición funcionalista, dan cuenta de la organización es-
tructural de los enunciados (...).
Pero incluso aunque fuese posible atisbar la integración del modelo
formal chomskyano en un componente pragmático o de competencia
comunicativa ello no sancionaría de por sí la adecuación de la meto-
dología del lingüista norteamericano a los ojos de un funcionalista.5
Para los funcionalistas la diferencia radica en el hecho de que es im-
posible entender la estructura o forma de una lengua sin atender al
tiempo a factores cognitivo-comunicativos. Por tanto, el orden meto-
dológico de las tres preguntas mencionadas no es sostenible para
ellos. La pregunta (1) no tiene prioridad sobre la tercera, ya que,
simplemente, no tiene sentido formularlas de modo independiente
(véase la cita de Nichols). Algunos autores, como Dooley (1995: 7),
quieren ver una posible compatibilidad entre ambos enfoques: “Los
análisis estructurales, ya se realicen en una teoría formal o en un
marco más laxo, nutren a los enfoques funcionales”, pero en térmi-
nos estrictos tal compatibilidad no parece posible.
Ahora bien, la caracterización del paradigma antiformalista con el
término función(al), no se deriva únicamente de su concepción del
lenguaje como instrumento de comunicación y de la creencia de que
debe ser estudiado desde la perspectiva de su fin o función esencial.
El concepto “función” es un tanto más complejo de lo que podría
parecer y tiene implicaciones en toda la caracterización del sistema
gramatical. Un examen detallado de este concepto aparece en Nuyts
5Esta parece ser la estrategia seguida por Kuno (1987) con su “sintaxis funcional”,
que se postula como un componente de corte pragmático que puede ser añadido a
una teoría de la sintaxis formalista. Sin embargo, funcionalistas comprometidos,
como Foley y Van Valin (1984: 377n) rechazan de plano esta opción.
Funcionalismo y formalismo 9
11 Esto hace que autores como Newmeyer (1998) o Dooley (1995) prefieran los
términos “explicación externa“ y “extragramatical” respectivamente.
Funcionalismo y formalismo 25
SFG CogG
3. Conclusiones
En este capítulo he pretendido sentar las bases que permitan situar la
teoría de la Gramática Funcional de S.C. Dik en el marco de la lin-
güística contemporánea. Para ello, he comenzado definiendo las dos
grandes tendencias en la investigación actual: los paradigmas formal
y funcional. Dado el extendido hábito de trivializar posiciones, espe-
cialmente cuando son postuladas por un adversario académico, he
dedicado amplias secciones a examinar las principales diferencias
que sancionan esta división bajo los epígrafes de “forma(l) y fun-
Funcionalismo y formalismo 43
Bibliografía básica
La sección introductoria de Halliday (1994) presenta de modo claro
los fundamentos básicos del enfoque funcional al estudio del lengua-
je. Martín Miguel (1998) examina en detalle la propuesta de Halliday
desde una perspectiva metateórica. Por su parte, el primer capítulo de
Radford (1988) constituye una presentación asequible pero exhausti-
va del programa de investigación generativista. El propio Chomsky
(1986a) presenta de modo accesible su visión de los principales pro-
blemas de la lingüística. Más recientemente, Smith (1999) ofrece una
acertada introducción a los principales aspectos de la empresa
chomskyana.
Newmeyer (1998a), especialmente en sus tres primeros capítulos,
introduce las principales teorías lingüísticas contemporáneas, exami-
na en detalle el concepto de autonomía de la sintaxis y valora el gra-
do de adecuación de las explicaciones formales y funcionales.
Conviene observar también la visión de este último tema por parte de
Dik (1986a), que ofrece una detallada presentación del concepto de
explicación funcional, así como la de un funcionalista especialmente
crítico con aspectos de la propuesta de Dik, como Nuyts (1992), que,
en la sección 1.3 de su obra, trata detalladamente la oposición fun-
cionalismo / formalismo y las explicaciones funcionales y formales.
Aunque de mayor exigencia en su contenido técnico, los artículos
recogidos en los dos volúmenes de Darnell et al. (1998a; 1998b) pre-
44 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
sentan con precisión los debates abiertos entre las perspectivas fun-
cional y formal.
Existen numerosos volúmenes de presentación de las teorías lin-
güísticas contemporáneas. Entre los modelos mencionados en el ca-
pítulo resultan especialmente adecuados Van Valin y LaPolla (1997)
para RRG, Ungerer y Schmidt (1996) para la Lingüística Cognitiva,
Langaker (1987; 1991) para la Gramática Cognitiva y Halliday
(1994) para la Gramática Sistémica, entre otros.
CAPÍTULO 2
0. Introducción
En este capítulo pretendo introducir la teoría de la Gramática Fun-
cional y examinar sus fundamentos a la luz de lo valorado en el capí-
tulo precedente. En concreto, mostraré hasta qué punto puede
considerarse una verdadera teoría funcional examinando las manifes-
taciones y prácticas metodológicas de los investigadores adscritos a
esta corriente. En la segunda parte del capítulo ofreceré una primera
aproximación a la estructura y organización del modelo, que servirá
como introducción a la elaboración más detallada que pretendo reali-
zar en capítulos posteriores.
1. Génesis e influencias
La teoría de la Gramática Funcional surgió como tal en 1978 con la
aparición del volumen de Simon C. Dik Functional Grammar. No
obstante, el lingüista holandés había realizado ya varios trabajos en
los que de alguna manera se abonaba el terreno para la presentación
de una versión completa de la teoría. Sin ir más lejos, ya en 1968,
con motivo de su tesis doctoral sobre la coordinación, Dik presentó
un esbozo de modelo funcional que, de acuerdo con su propuesta,
daría cuenta de manera más precisa del mencionado fenómeno sin-
táctico que otros modelos formalistas. En aquel estudio, el autor
apuntaba ya la necesidad de tener en cuenta factores semánticos y
pragmáticos para explicar de manera rigurosa tal proceso sintáctico,
optando así ya por un tipo de explicación claramente funcional o
externa en el sentido descrito en el capítulo precedente.
Desde la publicación de la versión de 1978 el número de lingüis-
tas interesados en la teoría ha venido creciendo de manera espectacu-
46 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
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como modelo completo, preciso y exacto en lo que a sus reglas se refiere. Esa
fue la gran contribución de Chomsky, no las transformaciones.
Más recientemente, uno de los principales seguidores de la GF, Hen-
geveld (1998), establece una clasificación de los modelos gramatica-
les contemporáneos tal y como se observa en la siguiente tabla:
Formalizada No formalizada
Autónoma A B
Funcional C D
Tabla 1. Teorías lingüísticas autónomas y funcionales según Hengeveld (1998)
Por otra parte, Dik es uno de los autores funcionalistas que con
mayor precisión ha definido su concepto de explicación funcional.
En el capítulo precedente, ya mencioné su clasificación de “prerre-
quisitos funcionales”, es decir, los factores relativos al contexto so-
cial, cognitivo y físico en que se enmarca el hecho comunicativo y su
potencial influencia sobre la estructura lingüística. Como también
mencioné anteriormente, Dik (1986a: 10) subraya la importancia de
estos requisitos, ya que su actuación conjunta impone un número
limitado de soluciones al “problema” de establecer la comunicación.
Cada una de esas posibles soluciones constituye una lengua natural y
para explicar convenientemente la estructura lingüística, el investi-
gador habrá de referirse en último término a esos prerrequisitos.
Un aspecto fundamental de los requisitos funcionales es su natura-
leza competitiva, ya que pueden imponer exigencias opuestas sobre
las estructuras lingüísticas, desestabilizando el sistema gramatical,
forzando a ajustes en el mismo y contribuyendo, en consecuencia, al
cambio lingüístico. No cabe duda, por lo tanto, de que la apuesta de
Dik se sitúa a favor de una explicación funcional no trivial, basada
en un modelo de competencia de factores funcionales. Esencialmen-
te, esto hace que se encuentre asediado por las mismas críticas que
mencioné en las secciones precedentes: los funcionalistas aún deben
proponer un modelo capaz de medir el peso de cada uno de esos fac-
tores y su mayor o menor influencia en contextos determinados. Dik
(1986a) ofrece una detallada tipología de los factores de motivación
funcional que pueden incidir en la estructura de una lengua, pero su
estudio adolece quizá de un escaso examen de las posibles interac-
ciones entre los mismos.
En cualquier caso, es muy relevante en este punto tener en cuenta
las consecuencias de esta estrategia explicativa. La consideración de
una lengua como un ente no estático, con bordes difusos, en conjun-
ción con el interés por el estudio del uso del lenguaje y no de un cor-
pus de datos idealizado implica necesariamente que las explicaciones
funcionales habrán de operar en términos no de principios absolutos
o categóricos, sino a través de tendencias o preferencias, de menor
poder predictivo que los principios formales, pero más en consonan-
58 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
cia con la concepción del objeto de estudio que plantean los funcio-
nalistas. Como mencioné en el capítulo precedente, esto lleva a los
investigadores al uso de categorías de análisis no discretas. En pala-
bras del propio Dik (1986a: 18):
Al tratar los diferentes aspectos de motivación funcional referentes al diseño y
cambio lingüístico, me referiré con frecuencia a aquéllos que son ‘preferidos’,
‘favorecidos’, ‘más eficaces’ o ‘más simples’ con relación a uno o más prerre-
quisitos funcionales. Es importante tener en cuenta desde el principio que nin-
guna de esas preferencias tiene el carácter de ley absoluta; en todos los casos,
las lenguas permiten gramáticas de las expresiones lingüísticas con propiedades
no favorecidas hasta cierto nivel de tolerancia. (…) Este principio hace que sea
difícil formular explicaciones funcionales de forma categórica e irrevocable.
Como bien señala Siewierska (1991: 9), la ausencia de este tipo de
principios categóricos en la GF debe entenderse como una conse-
cuencia de la orientación funcionalista del modelo y no de un menor
rigor metodológico o analítico. Muy al contrario, las explicaciones
pueden también alcanzar un alto nivel de formalización sin renunciar
a la posibilidad de recoger la variabilidad inherente al lenguaje.20
En consecuencia, la GF favorece el uso de categorías no discretas
en la formulación y contrastación de sus hipótesis. En concreto, Dik
(1997a: cap 2) defiende la relevancia de las jerarquías de prioridad
como mecanismo de poder explicativo y predictivo. El autor define
una jerarquía como una secuencia de propiedades de validez absoluta
o porcentual de modo tal que una propiedad posterior en la escala no
es posible en una lengua sin que las anteriores también lo sean y vi-
ceversa. Por citar un sencillo ejemplo, Hengeveld (1992b: 47) pro-
pone la siguiente jerarquía de partes de la oración de validez
universal:
(1) Verbo > Nombre > Adjetivo > Adverbio (Modo)
Según el autor, la jerarquía predice que cuanto más a la izquierda se
sitúe una categoría mayor posibilidades tendrá de figurar en una len-
gua como una parte de la oración independiente del resto. Una pro-
piedad de las jerarquías es que, como señala Dik (1997a: 31), reali-
zan predicciones sobre sistemas lingüísticos posibles. Así, (1)
predice que no será posible encontrar lenguas en las que, por ejem-
plo, exista la categoría adjetival sin que a la vez exista la nominal.
Del mismo modo, Dik señala que el punto de corte para una lengua
concreta será el área donde se observarán diferencias dialectales,
diferentes juicios de aceptabilidad por parte de los hablantes, etc.,
abonándose el campo para el cambio lingüístico.
Por ejemplo, en castellano, las cuatro partes de la oración ilustra-
das en (1) existen como categorías independientes con propiedades
semánticas y morfosintácticas específicas. Se puede afirmar, por tan-
to que el punto de corte para nuestra lengua es la categoría adverbio.
El área de inseguridad lingüística se situará en torno a ésta y a la ca-
tegoría precedente, el adjetivo. No extraña, en consecuencia, que con
frecuencia, especialmente en transmisiones deportivas, se escuchen
expresiones como:
(2) a. Induráin pedalea fácil en la subida al Tourmalet
b. Sampras golpea suave la pelota para ganar el punto
en la que los adjetivos “fácil” y “suave” reemplazan a una forma
adverbial quizá más esperable. Indudablemente, el problema de esta
explicación es apuntada por Dik en la cita anterior: la escala de Hen-
geveld aplicada al castellano no predice inseguridad en el uso de los
adverbios de modo, sino que simplemente admite tal posibilidad y lo
considera un hecho posible. Pero si tal inseguridad no existiese, ello
no invalidaría en principio la relevancia de la jerarquía, con lo que su
poder predictivo disminuye considerablemente.
Esta situación lleva a algunos formalistas a lanzar sus críticas so-
bre este tipo de explicaciones. En concreto, Newmeyer (1998a) esco-
ge el tratamiento que ofrece Dik (1989a) de la alternancia dativa en
el inglés. Según el autor, para Dik, la motivación de las construccio-
nes (3a) y (3b) son la iconicidad y la prominencia de los participantes
respectivamente:
60 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
3. Estándares de adecuación
Al igual que Chomsky, Dik pretende establecer un modelo lingüísti-
co preciso que cumpla ciertos criterios metodológicos capaces de
evaluar su poder descriptivo y explicativo. Para ello, propone varios
estándares de adecuación que, dadas las obvias diferencias metodo-
lógicas con respecto a teorías formalistas, difieren considerablemente
de los propuestos en su día por Chomsky (1965) para su gramática
transformacional. Butler (1991; 1999), en quien esta sección está
inspirada, ofrece una acertada evaluación crítica del cumplimiento de
estos criterios.
4. Restricciones técnicas
Dik (1997a: 18) señala el riesgo que corren las teorías gramaticales
de emplear mecanismos demasiado poderosos que excedan en capa-
cidad de generación a las propias lenguas naturales. Con el ánimo de
no caer en este error, el autor limita el uso de dos tipos de operacio-
nes, transformaciones y filtros, así como de representaciones semán-
ticas por medio de predicados abstractos, que comentaré al repasar el
componente léxico en el próximo capítulo.
Dik coincide con los modelos cognitivistas en rechazar el uso de
las transformaciones, ya que, como señalé anteriormente, son opera-
ciones estructurales que no llevan aparejado un cambio semántico, lo
que no encaja con la concepción funcional del lenguaje como una
entidad de carácter semiótico. Por otra parte, desde una perspectiva
psicológica las transformaciones se han mostrado bastante ineficaces
en tareas de interpretación (parsing) de las estructuras lingüísticas.
72 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
información información
pragmática PS pragmática PA
Hablante forma: Oyente construye:
anticipa
intención interpretación
reconstruye
expresión lingüística
PREDICADOS TÉRMINOS
Propiedades;
relaciones entidades
PREDICACIÓN
Estado de Cosas Nivel representativo
CLÁUSULA
Acto de Habla Nivel interpersonal
expresión
lingüística
FUND
LEXICON
predicate derived basic basic derived term
formation formation
predicate predicate terms terms
NUCLEAR PREDICATION
CORE PREDICATION
FORMATION OF CLAUSE STRUCTURE
SYNTACTIC FUNCTIONS
EXTENDED PREDICATION
PROPOSITION
PRAGMATIC FUNCTIONS
CLAUSE STRUCTURE
EXPRESSION
EXPRESSION
RULES:
form
order
prosody
LINGUISTIC EXPRESSION
6. Conclusiones
Tras examinar los principios metodológicos básicos de la GF a la luz
de lo desarrollado en el capítulo anterior resulta pertinente afirmar
que la GF mantiene unos postulados funcionalistas radicales, que, sin
embargo, parecen ser modificados a la baja al leer entre líneas, y,
especialmente, al observar su propuesta de modelo lingüístico. El
resultado es un funcionalismo moderado con una alta dosis de forma-
lización teórica en la que, en momentos cruciales, se incorporan as-
pectos funcionales-comunicativos, aunque se eche en falta una
integración más sistemática del módulo gramatical en el pragmático.
La conclusión extraída es que, en consonancia con la opinión de Ni-
La GF de S.C. Dik: origen, metodología y fundamentos básicos 81
Bibliografía básica
Obviamente, la presentación más exhaustiva del modelo de Dik apa-
rece en la obra póstuma del autor (1997a; 1997b). En el capítulo in-
cial del primer volumen, Dik presenta su visión del funcionalismo,
así como los estándares de adecuación a los que su teoría se somete y
las restricciones técnicas impuestas sobre la misma. Su concepto de
explicación funcional aparece en Dik (1986a) y en el segundo capítu-
lo de (1997a) el autor introduce nociones explicativas de naturaleza
funcional tales como las jerarquías, prioridades, etc.
Siewierska (1991) es un excelente trabajo de presentación crítica
de la GF en comparación y contraposición a diversos modelos lin-
güísticos contemporáneos. Anstey (en prensa) examina el desarrollo
histórico de la GF, así como los principales problemas que aún per-
manecen como desafíos para el futuro. Butler (1991; 1999) analiza
en detalle el grado de cumplimiento de los estándares de adecuación
hasta la fecha.
CAPÍTULO 3
0. Introducción
Este capítulo examina la organización del componente léxico en la
Gramática Funcional, punto de arranque de la generación de expre-
siones lingüísticas. La primera sección ofrece una breve caracteriza-
ción del léxico en modelos gramaticales contemporáneos, como
marco para situar la propuesta de la GF y valorar sus diferencias y
similitudes con las alternativas presentadas. Se observará cómo la
mayoría de los modelos se esfuerzan por derivar las propiedades de
los elementos léxicos a partir de su estructura de significado, tenden-
cia que empieza a utilizarse en la GF en recientes publicaciones.
La sección segunda comienza el análisis del léxico en la GF propia-
mente, presentando los tipos de elementos (marcos predicativos y
términos) que figuran en tal componente y examinando su estructura
y motivación. Igualmente, se introduce en esta sección el componen-
te de Reglas de Formación de Predicados, que recoge en la GF los
procesos morfológicos derivativos tradicionales. La sección finaliza
con unos breves apuntes sobre el léxico y el estándar de adecuación
psicológica perseguido por la teoría, a la vez que se presentan líneas
de investigación en progreso.
La combinación de predicados y términos da como resultado una
predicación básica o nuclear que designa un Estado de Cosas (EdC)
o eventualidad. La sección segunda del presente capítulo examina la
caracterización de EdCs que propone la GF y muestra los paráme-
tros, principalmente de naturaleza aspectual, sobre los que se funda-
mentan las divisiones propuestas. Al tiempo, la sección 3.2.
introduce las Funciones Semánticas argumentales definidas en su
84 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
23 Sin duda, el autor que con más detalle ha analizado la organización del compo-
nente léxico-conceptual es Jackendoff (1990), quien postula la existencia de un
conjunto de categorías conceptuales de carácter primitivo en términos de estructu-
ras del tipo función/argumento para dar cuenta del significado léxico.
De cómo crear predicaciones: el Fondo léxico y los EdCs 87
2. El Fondo
La Gramática Funcional de S.C. Dik es una teoría “ascendente” (bot-
tom-up), es decir, el generador lingüístico arranca con la selección de
elementos léxicos y su progresiva expansión por medio de diferentes
elementos hasta conformar una estructura subyacente totalmente es-
pecificada. El componente del modelo donde se acumulan todos los
lexemas de la lengua objeto se denomina Fondo (véase la figura 5).
El Fondo contiene todos los predicados y términos básicos de una
lengua, es decir, las estructuras lingüísticas que satisfacen las dos
funciones comunicativas básicas de predicar (asignar propiedades o
establecer relaciones entre entidades) y referir (guiar al interlocutor
en el proceso de identificación de una entidad específica). Igualmen-
te, en el Fondo se almacenan las reglas léxicas a través de las cuales
se pueden derivar nuevos elementos de una manera productiva; dicho
en terminología tradicional, la morfología derivativa. En este sentido,
se observa en el gráfico una subdivisión entre predicados y términos
básicos y derivados. Los predicados y términos básicos son aquellos
que aparecen listados como tales en el Fondo y que han tenido que
ser aprendidos por el individuo durante el proceso de adquisición de
su lengua. En su conjunto constituyen un subcomponente del Fondo
denominado Lexicon. Por el contrario, los predicados y términos
derivados son aquéllos que el hablante puede producir intuitivamente
a partir de las reglas morfológicas de su lengua. Dada su naturaleza
predecible no es necesario asumir su presencia entre el conjunto de
lexemas básicos.
De cómo crear predicaciones: el Fondo léxico y los EdCs 89
27 En la sección 2.4. comentaré recientes propuestas que sugieren una radical mo-
dificación del concepto de marco predicativo.
94 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
2.3. Términos
Los elementos que ocupan las posiciones argumentales de un predi-
cado se denominan términos, y se definen como aquellas expresiones
lingüísticas que refieren a entidades en algún mundo (Dik 1997a:
61). Dik (1997a: 127) entiende el proceso de referencia como un acto
pragmático cooperativo que se establece en el proceso de interacción
verbal. Con la construcción de un término, el hablante “guía” a su
relevantes destacan Dik (1980; 1988), De Groot (1985; 1987; 1989), Kahrel
(1985) sobre la transitividad o Watters (1985) sobre el papel de la morfología en la
GF. Mackenzie (1985; 1987; 1996) ha desarrollado interesantes propuestas sobre
los procesos de nominalización. Asimismo, Dik (1985) ofrece un estudio sobre los
principios generales que restringen las posibilidades de aplicación de los procesos
derivativos. La visión más reciente de este tipo de reglas en la GF aparece en Dik
(1997b: cap 1), que ofrece una exhaustiva bibliografía de los distintos estudios
realizados sobre estos procesos en diferentes lenguas (1997b: 2n).
De cómo crear predicaciones: el Fondo léxico y los EdCs 99
La variable ‘x’ refiere a una entidad de primer orden29, que puede ser
modificada por medio de operadores de término (singular, definido,
etc.) simbolizados con la variable La posibilidad de añadir dife-
rentes modificadores se formaliza por medio de las estructuras (xi)
que representan predicaciones abiertas sobre xi. La variable repre-
TÉRMINO
30 Críticas contundentes a esta hipótesis han sido realizadas por Hesp (1990a,
1990b) y Nuyts (1990, 1992a) y aparecen recogidas y comentadas en García Ve-
lasco (1998) y Butler (1999).
108 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
Hesp (1990b: 36) señala el problema que plantea este análisis léxico
desde el punto de vista de la adquisición del lenguaje. Bajo la asun-
ción de que el niño aprende los lexemas más simples en un primer
estadio, la definición de significado en (19) carece de toda pertinen-
cia, ya que implica conocer previamente el significado del verbo re-
ceive para componer el de give. El mismo autor nos recuerda el
hecho de que los niños en ocasiones dan pruebas de “poseer” deter-
minados conceptos para los que aún carecen de la pieza léxica ade-
cuada; señalar con el dedo es un caso patente. Este hecho parece
sugerir que la adquisición de los conceptos sucede antes que la del
lenguaje, de lo que se deriva la imposibilidad de que éstos puedan ser
representados con estructuras lingüísticas como propone la GF.
De cómo crear predicaciones: el Fondo léxico y los EdCs 109
Cabe preguntarse, por tanto, cuáles son las razones que llevan al
autor holandés a defender esta controvertida idea. Básicamente, se
resumen en los cuatro puntos siguientes:
1. La tesis de que el conocimiento conceptual es de carácter lin-
güístico excluye la necesidad de un complejo sistema de relación
entre los niveles de representación lingüístico y no-lingüístico, con lo
que la organización general del modelo resulta más económica.
2. Una lengua natural es un complejo sistema de representación de
gran capacidad, por lo que parece poco lógico postular la existencia
de un nuevo sistema de similar complejidad para dar cuenta de los
procesos de conceptualización.
3. Los autores que defienden la naturaleza no lingüística del cono-
cimiento conceptual utilizan constantemente información léxica,
como palabras de alguna lengua natural, en sus ejemplos de represen-
taciones conceptuales. En consecuencia, Dik se pregunta dónde están
las supuestas representaciones no lingüísticas.
4. Defender que el conocimiento conceptual se representa por me-
dio de estructuras no lingüísticas implica que el proceso de concep-
tualización tiene un carácter universal, independiente de la
organización gramatical de cada lengua. ¿Por qué, entonces, son los
idiomas tan diferentes? ¿Por qué esconden la organización concep-
tual que supuestamente caracteriza el conocimiento almacenado en la
mente humana?
La propuesta contraria, representar el conocimiento por medio de
estructuras lingüísticas, implica que los seres humanos no comparten
el mismo conocimiento ni los mismos mecanismos de conceptualiza-
ción. Según Dik, sin embargo, esto no debe resultar extraño, ya que
el conocimiento es, en gran medida, dependiente del entorno cultural.
Del mismo modo, esta hipótesis explica el hecho de que la traduc-
ción entre lenguas rara vez encuentra equivalencias totales.
Es posiblemente en este componente de la teoría donde la postura
dikiana más se contradice con los avances más significativos del
campo. Asimismo, la calidad de los argumentos expuestos en escasa
110 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
(30) [±Télico]
EdC
[-din] [+din]
Situación Evento
[-tel] [+tel]
[-mom] [+mom]
[-din] [+din]
Situación Evento
Los siguientes son los ejemplos de estos EdCs que ofrece Dik
(1997a: 114):
Situación
Posición Juan guardaba su dinero en un calce-
tín
Estado El dinero de Juan está en un calcetín
Evento
Acción
Actividad Juan leía un libro
Realización Juan corrió la maratón en tres horas
Proceso
Dinamismo El reloj hacía tic-tac
Cambio La manzana cayó del árbol
Finalmente, Dik introduce un último parámetro de EdC:
(37) [±Experiencia]
A1 A2 A3
Agente Paciente Receptor
Posicionador Lugar
Fuerza Dirección
De cómo crear predicaciones: el Fondo léxico y los EdCs 123
Procesado Origen
Cero ø Referencia
4. La predicación no verbal
He mencionado en este capítulo que la GF se organiza en torno a las
funciones básicas de predicar y referir para las que se utilizan dife-
rentes unidades estructurales: predicados o marcos predicativos y
expresiones referenciales o términos. Dentro del conjunto de predi-
cados se distinguieron tres tipos, Verbales, Nominales y Adjetivales,
aunque también se mencionó la posibilidad apuntada por varios auto-
res de incluir en el léxico predicados adverbiales y preposicionales.
Sin embargo, es evidente que este inventario no recoge todos los
elementos que pueden desarrollar funciones predicativas. Con-
sidérense los siguientes ejemplos:
(49) a. That man is intelligent
b. That man is the president
c. That painting is in Amsterdam
La gramática tradicional describe las expresiones en (49) como cons-
trucciones de naturaleza predicativa, ya que en cada una de ellas se
predica una propiedad del sujeto de la oración. Así en (49a) se predi-
ca del sujeto o se le atribuye la propiedad de ser inteligente, en (49b)
la de ser el presidente y en (49c) la de estar en Amsterdam. Esto
quiere decir que las secuencias “intelligent”, “the president” y “in
Amsterdam” presentan una función predicativa y han de ser tratadas
como tales en las estructuras subyacentes de las expresiones en (49).
Intuitivamente, la primera de las oraciones no parece presentar
mayores problemas. Puesto que la teoría postula la existencia de pre-
dicados adjetivales, “intelligent” figurará en el léxico en forma de
marco predicativo. Su posición argumental será cubierta en este caso
por el término “that man” obteniéndose la siguiente representación:
De cómo crear predicaciones: el Fondo léxico y los EdCs 129
(55) Pres e1: {(d1x1: president [N] (x1))} (d1rem x2: man [N] (x2))ø
32 Esta regla presenta un problema importante: puesto que las Funciones Semánti-
cas son categorías relacionales que se definen a partir de las relaciones predica-
do/argumento y en el contexto de un EdC, no tiene sentido que un término aislado
las reciba. Distintas soluciones se han propuesto en la bibliografía (De Groot 1989:
176ss; Hannay 1990; Hengeveld 1992b).
De cómo crear predicaciones: el Fondo léxico y los EdCs 131
4. Conclusiones
En este capítulo he ofrecido una visión general del componente léxi-
co en la GF, así como de la clasificación de Estados de Cosas desig-
nados por las predicaciones nucleares. A pesar de que en el modo de
presentación la GF se manifiesta como una teoría de orientación pro-
ductiva, Dik enfatiza que el sistema ha de permitir el desarrollo del
procesamiento lingüístico en paralelo e incluso la toma de decisiones
de modo descendente, en aquellos casos en los que la presencia de un
elemento en un nivel superior de organización suponga la selección
de otro en un nivel inferior. En cualquier caso, espero que este pri-
mer capítulo dedicado a la organización detallada del modelo al lec-
tor le haya sido patente la orientación funcionalista del mismo,
integrada en el aparato técnico que propone la GF.
Bibliografía básica
Mackenzie (2002) presenta de modo claro la concepción del léxico
en la GF. De Groot (1987) y Dik (1997b: cap1) introducen los prin-
cipales aspectos de las Reglas de Formación de Predicados junto con
diversos ejemplos de su funcionamiento. La noción de Descomposi-
ción Léxica Gradual aparece en Dik (1978b) y ha sido aplicada con
exhaustividad dentro del denominado Modelo Lexemático-
Funcional, fundado por el tristemente fallecido Leocadio Martín. Sus
principales colaboradores han publicado un volumen sobre la organi-
zación del léxico inglés (Faber y Mairal 1999). Las tendencias y de-
sarrollos más recientes del componente léxico en la GF aparecen en
los volúmenes editados por Olbertz et al. (1998) y Mairal y Pérez
(2002), en el que se incluye el trabajo de García Velasco y Henge-
veld (2002). Nuyts (1992) propone la introducción en la GF de un
sistema de representación conceptual, con importantes implicaciones
para la ordenación del léxico.
El desarrollo de la estructura del sintagma nominal en la GF se
debe a diversas publicaciones de Rijkhoff, entre las que cabe desta-
car (1990a) y (1990b). En la primera el autor introduce la tipología
de operadores de término, lo que le lleva a postular una correspon-
dencia jerárquica entre predicaciones y términos.
La bibliografía existente sobre las diferentes tipologías de Eventos
o Estados de Cosas es muy numerosa. Diferentes presentaciones apa-
recen en Dik (1997a: cap 5), Siewierska (1991: cap 3), Van Valin y
LaPolla (1997: secciones 3.1 y 3.2), entre otras. Aunque bien es cier-
to que el análisis de eventualidades proviene ya de la obra de Aristó-
teles, en general los trabajos mencionados siguen total o
parcialmente las propuestas originales de Vendler (1967) y Dowty
(1979).
Las funciones semánticas recuperaron un papel fundamental en la
teoría lingüística a partir de la obra de Fillmore (1968). Siewierska
(1993) establece una comparación entre su uso en la GF y en en el
modelo de las estructuras semánticas de Jackendoff (1990). Henge-
veld (1992a) y Rijkhoff (2002) son excelentes trabajos de orientación
De cómo crear predicaciones: el Fondo léxico y los EdCs 133
0. Introducción
Este capítulo examina uno de los aspectos fundamentales en la orga-
nización del componente gramatical que propone la GF: la construc-
ción de una cláusula. En este sentido, enlaza directamente con el
capítulo anterior en cuanto que la selección de elementos léxicos del
Fondo constituye el paso anterior al de su organización en una expre-
sión lingüística propiamente.
El capítulo incide no sólo en la organización de la cláusula según
la GF, sino también en la caracterización de las categorías morfosin-
tácticas Tiempo, Modo y Aspecto, que en gran medida han motivado
el análisis que se presenta. La expresión gramatical de estas categorí-
as se recoge en la GF a través de operadores, cuyo papel en la orga-
nización de la cláusula será también tratado en el desarrollo de este
capítulo. De modo similar, la sección 3.2. examinará las característi-
cas de los denominados satélites, elementos opcionales de naturaleza
léxica, en gran medida coincidentes con los circunstanciales o adjun-
tos de otros modelos teóricos. Tras analizar la naturaleza de los nive-
les representativo e interpersonal, el capítulo concluye con una breve
exposición del tratamiento de la complementación en la GF.
35 Sin embargo, en la reciente versión de su teoría, Dik (1997a: 131) señala que, al
contrario que los términos, “Predicates, propositions, and clauses are not said to
refer to entities of types f, e, X, and E, but rather to designate such entities.” Dik
asume, por tanto, el trabajo de Keizer (1991), para quien sólo los términos pueden
considerarse auténticas expresiones referenciales.
138 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
uso de esta variable tan sólo a aquellos casos en los que sea relevante
para el tratamiento del tema en cuestión.
En otro sentido, es bien sabido que las expresiones nominales re-
fieren en la mayoría de ocasiones a entidades de primer orden, pero
no exclusivamente. La ontología dispuesta en la tabla 2 permite aho-
ra representar de modo eficaz aquellos términos que refieren a tipos
diferentes de entidades. Este es el caso del siguiente grupo de predi-
cados nominales:
(3) a. (fi: colour [N] (fi))
b. (ei: meeting [N](ei))
c. (Xi: idea [N](Xi))
d. (Ei: question [N](Ei))
2.1 Aspecto
Quizás la definición de Aspecto más comúnmente empleada viene
dada en Comrie (1976: 3) como: “los aspectos son modos diferentes
de observar la constitución temporal interna de un EdC”. Dik utiliza
el término Aspectualidad para englobar todo tipo de distinciones
aspectuales, tanto las expresadas léxica como gramaticalmente y re-
serva el de Aspecto “para aquellas distinciones aspectuales que reci-
ben expresión por medios gramaticales y no léxicos” (Dik 1997a:
221). El autor distingue cinco áreas de Aspectualidad37:
1. Tipo de EdC
2. Aspecto Perfectivo e Imperfectivo
3. Aspecto Fasal
4. Aspecto Perspectivo
5. Aspecto Cuantificativo
De estas cinco áreas tan sólo las cuatro últimas pueden ser expre-
sadas gramaticalmente, por lo que me referiré a ellas exclusivamente.
36 No obstante, esto no quiere decir que las perífrasis del español resulten siempre
de la expresión de un operador en la estructura de la cláusula. Según Olbertz
(1998: cap. 8), en función de su grado de gramaticalización pueden considerarse
bien operadores o introducirse a través de reglas de formación de predicados.
37 En Dik (1989a) tan sólo se distinguían cuatro áreas de Aspectualidad, ya que el
Aspecto Perspectivo se incluía en el Fasal.
142 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
Progresivo
Continuo
Imperfectivo No progresivo
Habitual
Dik, por su parte, distingue cuatro categorías dentro del campo im-
perfectivo: “progresivo”, “habitual”, “iterativo” y “continuo”. Sin
embargo, estas cuatro categorías son en realidad, según Dik, interpre-
taciones que recibe el Aspecto Imperfectivo en el acto comunicativo,
por lo que propone distinguirlas de las categorías Progresivo, Habi-
tual, Iterativo y Continuo que pueden recibir expresión gramatical en
otras lenguas.
Así por ejemplo, en castellano, una oración con Aspecto Imper-
fectivo como Juan lee puede recibir una interpretación habitual,
“Juan lee habitualmente” o continua “Juan está en el proceso de
leer”. En otros idiomas estas distintas interpretaciones pueden expre-
sarse gramaticalmente, como las formas progresivas del inglés John
is reading o del propio castellano, Juan está leyendo. En consecuen-
cia, para Dik la expresión gramatical de estas nociones se incluirá
dentro de dos grandes áreas aspectuales: el Aspecto Fasal (Progresi-
vo) y el Aspecto Cuantificativo (Habitual, Iterativo y Continuo), que
comentaré a continuación.
2.2 Tiempo
De manera similar a la distinción establecida entre Aspecto y Aspec-
tualidad, Dik distingue para esta categoría entre Tiempo y Tempora-
lidad. El término Temporalidad es equivalente a la expresión de
Comrie (1985: 9) “location in time”, es decir, la localización del EdC
en la dimensión temporal. Tiempo hace referencia a aquellas distin-
ciones temporales que los idiomas recogen a través de medios gra-
maticales.
Como advierte Comrie (1985), Tiempo es una categoría semántica
deíctica, en el sentido de que localiza temporalmente el EdC con
respecto a un punto de referencia. Cuando éste coincide con el mo-
mento de habla, hablaremos de “tiempo absoluto”, y cuando no lo
hace estaremos ante un caso de “tiempo relativo”.
Las relaciones temporales que el EdC puede establecer con el
punto de referencia se pueden clasificar de acuerdo con los dos si-
guientes parámetros propuestos por Dik (1997a: 237):
1. El EdC es anterior, simultáneo o posterior al punto de referen-
cia.
2. El EdC se sitúa relativamente cercano o alejado del punto de
referencia.
La estructura jerárquica de la cláusula 147
Con estos dos ejes como punto de partida, las distinciones tempo-
rales más comunes que los idiomas gramaticalizan son las siguientes
(Dik 1997a: 238):
Tiempo
Pasado No-Pasado
2.3 Modo
Si en algo coinciden los diferentes estudios acerca de la categoría
Modo es en la variedad de significados que bajo ella se incluyen y en
la consiguiente dificultad para encontrar una definición satisfactoria
que englobe a todos. Dik de nuevo establece una distinción entre
148 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
2.3.1. Modalidad
Según Hengeveld (1987), tres son las principales áreas de Modali-
dad:
1. Modalidad Inherente
2. Modalidad Objetiva
3. Modalidad Epistemológica
1. Modalidad Inherente: a través de este tipo de modalidad, el ha-
blante especifica la relación entre un participante y el EdC en que
figura. En esta categoría se distinguen nociones como “habilidad”,
“volición”, “permiso” y “obligación”.
Según Dik (1997a: 241), la Modalidad Inherente no se expresa en
los idiomas a través de elementos gramaticales, sino léxicos. En rea-
lidad, este tipo de modalidad difiere un tanto del resto, pues como
advierte Palmer (1990: 2), “habilidad y volición refieren a caracterís-
ticas del sujeto de la oración más que del hablante”. Es por este mo-
tivo que también se denomina “modalidad orientada al participante”
(Hengeveld 2001). Puesto que la modalidad inherente incide en la
relación entre un participante y el EdC del que él mismo forma parte,
resulta lógico pensar, como hace Dik, que es una característica in-
trínseca del propio EdC, por lo que se recoge a través de operadores
de predicado.
La estructura jerárquica de la cláusula 149
Kim tuku-fi-n
ACQ.ABIL poner-OBJ-DECL.1.SG
“Sé como ponerlo”
Estos ejemplos sugieren que es posible encontrar idiomas en los que
la Modalidad Inherente se exprese por medio de elementos gramati-
cales. En realidad, lo mismo cabría decir del inglés, lengua en la que
la “habilidad” y “volición” pueden ser expresados a través de auxilia-
res, los modales “can” y “will”.
2. Modalidad Objetiva: a través de este tipo de modalidad el ha-
blante evalúa la probabilidad, posibilidad, obligatoriedad, etc. de que
un determinado EdC se realice en la realidad. Por este motivo, la
Modalidad Objetiva recibe también el nombre de “modalidad orien-
tada al evento”. La existencia del EdC se estima de acuerdo con cri-
terios objetivos basados en informaciones generales tales como
convenciones, reglas sociales o morales, normas de conducta, etc.
“sin que el hablante asuma responsabilidad sobre estos juicios”
(Hengeveld 2001). El hablante hace esta estimación en función de
dos tipos diferentes de conocimiento, cada uno de los cuales origina
una nueva área de modalidad:
1. Evaluación según el conocimiento de la realidad general.
Este tipo de modalidad, conocida como Epistémica, refleja tradicio-
nalmente la oposición “realis/irrealis”, es decir, la consideración de
un EdC como efectivo o verdadero frente a su potencial realización.
Al tiempo, la Modalidad Epistémica cubre también el siguiente aba-
nico de posibilidades:
Cierto-Probable-Posible-Improbable-Imposible
150 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
Evidencialidad Inferencialidad
Predicción
Citación
Experimentación
2.3.2. Ilocución
A través de esta categoría el hablante especifica la función comuni-
cativa que asocia con el acto de habla que expresa. Generalmente,
estos usos o funciones se especifican en el acto de habla por medio
de elementos como la entonación o el orden oracional, pero también
es posible que reciban expresión por medio de morfemas modales.
Cada acto de habla lleva necesariamente asociado un tipo de ilocu-
ción, lo que en la GF se denomina “ilocución básica”. Los tipos más
frecuentes de ilocuciones básicas son “declarativo”, “interrogativo”,
154 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
3. Operadores y satélites
3.1. Operadores
La estructura jerárquica de la cláusula 155
Como muestra la tabla 5, cada estrato puede ser modificado por ele-
mentos de naturaleza gramatical y léxica, denominados en la GF ope-
radores y satélites respectivamente. Los operadores recogen
distinciones gramaticales, típicamente, las categorías Tiempo, As-
pecto y Modo, ya comentadas en el apartado anterior. De esta mane-
ra, se corresponden, grosso modo, con las categorías funcionales
recogidas en versiones actuales de la Gramática Generativa38, que
también han dado lugar a importantes avances en cuanto a la organi-
zación de la cláusula propuesta en ese modelo.
Una vez observadas las características generales de estas tres ca-
tegorías, parece conveniente comentar en mayor detalle su integra-
ción y relevancia en la construcción de una cláusula según la
propuesta de la GF. Brevemente, Hengeveld (1989: 131) define los
operadores como sigue:
Operadores 1
Aspecto Perfectivo/Imperfectivo
Aspecto Fasal Ingresivo
Progresivo
Egresivo
Continuo
Modalidad Inherente Habilidad (intrínseca/adquirida)
Obligatoriedad
Permisibilidad
Volición
Negación de Predicado
158 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
Operadores 2
Tiempo Pasado (reciente/remoto)
Presente
Futuro (inminente/remoto)
Aspecto Prospectivo Prospectivo
Prospectivo Inmediato
Perfecto
Perfecto Reciente
Aspecto Cuantificativo Habitual
Semelfactivo
Iterativo
Frecuentativo
Distributivo
Modalidad Objetiva Deóntica Obligatoriedad
Aceptabilidad
Inaceptabilidad
Permisibilidad
Prohibición
Epistémica Certeza
Probabili-
dad/Improbabilidad
Posibilidad/Imposibilidad
Polaridad
Realis/Irrealis
Operadores 3
Modalidad
Epistemológica Subjetiva Epistémica
Evidencialidad Inferencialidad
Predicción
Citación
Experimentación
Operadores 4
Ilocución Mitigación
Reforzamiento
léxica) de estos elementos, pero incluso así, son muy diversas las
formas gramaticales en que finalmente pueden manifestarse: afijos,
partículas, auxiliares, etc. En la Gramática Funcional, esta diversidad
de realización se explicará a través de reglas de expresión particula-
res para cada idioma, que realizarán esos operadores en su corres-
pondiente forma final.
Las observaciones de Hengeveld sobre la expresión de los opera-
dores concluyen con una serie de hipótesis de entre las cuales merece
la pena mencionar las siguientes (1989: 141):
(28) [4 [3 [2 [1 [pred] 1] 2] 3] 4]
3.2. Satélites
Los satélites se definen en la GF como elementos de naturaleza léxi-
ca no requeridos por el predicado principal (i.e. opcionales) que
aportan información adicional en la construcción de una expresión
lingüística. Se corresponden básicamente con los circunstanciales o
adjuntos de otros modelos y se diferencian de los argumentos de un
predicado por su carácter opcional. Su naturaleza léxica les permite
ofrecer modificaciones más finas que los operadores en cada estrato
de la cláusula. Al tiempo, es posible clasificarlos en función de su
aportación semántica, como se mostrará posteriormente.
De hecho, el tratamiento de los satélites en la Gramática Funcio-
nal se ha circunscrito, casi exclusivamente, a una clasificación tipo-
lógica de los mismos en función de dos parámetros fundamentales: el
estrato oracional que modifican y su propia aportación semántica.
Las recientes contribuciones sobre la estructura de la cláusula en la
GF han repercutido paralelamente sobre la necesidad de elaborar una
ordenación adverbial más sistemática. En el modelo de Dik (1978a)
los satélites se incorporaban a la predicación nuclear en posiciones
opcionales de acuerdo con el siguiente esquema (1978a: 26):
162 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
donde la variable ‘y’ define las posiciones opcionales para los distin-
tos satélites. Este tratamiento se mantiene en De Groot (1989) y está
implícito en el análisis de Dik (1989a: 194) sobre los adverbios de
modo.
Los inconvenientes metodológicos de este análisis son palpables a
primera vista. Por un lado, no se distinguen los diversos tipos de
construcciones adverbiales; todos ellos son tratados del mismo modo
como elementos que opcionalmente pueden ser añadidos a la predi-
cación nuclear. Dada la posibilidad de que las distintas categorías
semánticas de adjuntos figuren en una misma construcción, el núme-
ro de posiciones opcionales en cada predicación podría ser poten-
cialmente muy amplio. Este problema encontró su vía de solución
con la introducción del modelo jerárquico de la cláusula.
El análisis de la cláusula en la GF ofrece así una primera defini-
ción y clasificación de los adverbios como elementos léxicos que
modifican los distintos estratos gramaticales. En consonancia con la
estructura oracional del modelo, y en claro paralelismo con las ofre-
cidas para los operadores, las siguientes son las definiciones que se
proponen para cada grupo de satélites (Dik et al. 1990: 64):
(38) predicación nuclear: pred [] (xi: pred [N] (xi)) ... (xn)
(42) predicación central: [1pred []: 1 (xi: pred [N] (xi)) ... (xn)]
2ei: [1pred[]: 1 (xi: pred [N] (xi)) ... (xn)] (ei): 2 (ei)
predicación central
predicación extendida
(49)
[3Xi: [2ei: [1pred []: 1 (xi: pred [N] (xi)) ... (xn)] (ei): 2 (ei)] (Xi): 3 (Xi)]
predicación central
predicación extendida
proposición
42 En un artículo posterior, Hengeveld (1992b: 34) propone una variable “F” para
sus marcos ilocutivos, que definiría un nivel oracional de ilocución previo a la
cláusula. Por otra parte, como se observa en el gráfico propuesto, Hengeveld in-
cluye un nuevo tipo de satélites 5, que modifican la cláusula y sirven para estable-
cer coherencia discursiva (e.g. finally, to begin with, etc.)
La estructura jerárquica de la cláusula 177
(Ei: [4ILL: 4 (S) (A) (3 Xi: [ ] (Xi): 3 (Xi))] (Ei): 5 (Ei)
2ei: [1 pred []: 1 (xi: pred [N] (xi)) .. (xn)] (ei): 2 (ei)
7. Conclusiones
En este capítulo he examinado uno de los aspectos más relevantes de
la Gramática Funcional: la organización jerárquica de la cláusula. He
mostrado que la propuesta de la GF surge de un examen minucioso
de las propiedades de las categorías Tiempo, Aspecto y Modo, que
invitan a establecer la existencia de diversos estratos en el enunciado.
Significativamente, cada uno de esos estratos hace referencia a una
entidad diferente según una clasificación independiente realizada por
Lyons. Al tiempo, se ha podido comprobar cómo las nociones de
claro corte funcional como los procesos de predicación y referencia o
los niveles representativo e interpersonal se integran de modo natural
en la arquitectura misma de la cláusula. Finalmente, he ofrecido una
breve aplicación del modelo al tratar el fenómeno de la complemen-
tación de predicados.
Bibliografía básica
La visión de la referencia y de la estructura general del término en la
GF aparece en Dik (1997a: caps. 6 y 7). Los trabajos de Keizer
(1991) y (1992) examinan y desarrollan el concepto de referencia en
función de una escala de prototipicalidad. Keizer (1992) y Hengeveld
(1992b) introducen la variable “f” para predicados y, especialmente
el segundo, muestra su utilidad para la formalización de fenómenos
anafóricos y relaciones de modificación adverbial.
La estructura jerárquica de la cláusula que adopta la GF se propo-
ne en varias publicaciones de Hengeveld, entre las que destaca
(1989), una obra sin duda fundamental en el desarrollo de la teoría.
Butler (1996) examina la estructura jerárquica de la cláusula en com-
paración con otros modelos funcionales, mientras que Hengeveld
(1998) y Siewierska (1992) hacen lo propio con respecto al modelo
chomskyano GB.
Dik et al. (1990) ofrecen una clasificación y estudio de los satéli-
tes desde la perspectiva de la ordenación jerárquica de la cláusula. En
La estructura jerárquica de la cláusula 185
0. Introducción
En este capítulo se ofrece una caracterización de las Funciones Sin-
tácticas y Pragmáticas que se proponen en la teoría de la GF. Como
ya quedara dicho en el primer capítulo de este volumen, las relacio-
nes gramaticales de naturaleza funcional ocupan un lugar fundamen-
tal en la metodología funcionalista debido a su concepción del
lenguaje como una entidad diseñada a la obtención de un objetivo:
establecer la comunicación entre los miembros de una comunidad
lingüística. Desde esta perspectiva, la gramática de una lengua es un
complejo sistema en el que sus diferentes partes realizan una función
particular a fin de satisfacer el objetivo final mencionado. La impor-
tancia de estas nociones es, por tanto, patente y a ello se debe el que
la GF analice importantes fenómenos gramaticales a partir de las
Funciones Sintácticas y Pragmáticas que paso a continuación a co-
mentar.
1. Funciones Sintácticas
La aparición de numerosos modelos gramaticales en la teoría lingüís-
tica contemporánea ha ocasionado un importante avance en nuestro
conocimiento de la estructura del lenguaje humano, pero, al tiempo,
ha provocado la redefinición de diversos conceptos analíticos tradi-
cionalmente empleados en la descripción gramatical. Hoy en día, no
resulta fácil ofrecer definiciones de validez universal para conceptos
tan familiares como la sintaxis, semántica, y, en el caso que nos ocu-
pa, nociones como sujeto u objeto, debido, en gran parte, a la dife-
rencias en cuanto a la arquitectura general de los modelos y su
diferente énfasis en uno u otro componente.
188 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
45 La JFS parece no ser consistente con el requisito de que sólo los argumentos y
satélites de predicado pueden recibir las Funciones Sintácticas, puesto que Loc y
Temp son Funciones Semánticas de satélites de predicación. Sin embargo, parecen
existir razones para reinterpretar esos satélites como de predicación en aquellas
lenguas en que pueden recibir tales funciones. De hecho, los ejemplos de (23) del
capítulo anterior podrían ilustrar la existencia de satélites locativos en ambos estra-
tos en el caso del inglés.
Funciones Sintácticas y Funciones Pragmáticas 193
Ag > Go > Rec > Ben > Instr > Loc > Temp
Subj + > + > + > + > + > + > +
Obj + > + > + > + > + > +
Figura 15. La Jerarquía de Funciones Semánticas
46 De hecho Givón (1984: 126) define la función Beneficiario como “el beneficia-
rio consciente de un evento instigado por un agente” (énfasis mío).
198 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
2. Funciones Pragmáticas
La información recogida por medio de una estructura subyacente
puede ser expresada de modos alternativos en función del carácter
informativo asignado a sus distintos componentes. Tales diferencias
se formalizan en la GF a través de la asignación de Funciones Prag-
máticas, que Dik (1997a: 310) define como “funciones que especifi-
can el carácter informativo de los constituyentes en relación con el
contexto comunicativo en el que se emplean”.
Una primera clasificación de estas funciones en la teoría se esta-
blece a partir de la naturaleza de los constituyentes a los que son
asignadas. Así, se distingue entre Funciones Pragmáticas Intraclau-
206 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
2.1.2. Tópico
A pesar de que las funciones Tópico y Foco se asignan a constituyen-
tes dentro de la cláusula su caracterización viene dada por su rele-
vancia en el discurso. De hecho, Dik distingue claramente entre un
Tópico de Discurso (D-topic) y la función pragmática Tópico, que se
asigna a aquellos Tópicos de Discurso que reciben un tratamiento
formal especial. Como señalan Mackenzie y Keizer (1991), esta in-
terpretación ocasiona un problema en la teoría de las Funciones
Pragmáticas de la GF, ya que no existe una correspondencia clara
entre tópico de discurso y la función pragmática Tópico. Por otra
parte, los tópicos de discurso se identifican en el contexto del mismo,
mientras que las Funciones Pragmáticas se asignan dentro del ámbito
208 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
Parte de, miembro de, subconjunto de, ejemplo de, copia de, aspecto de,
contrario a, proyección de, asociado con
212 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
(46) El equipo jugó bien, creo, pero uno o dos de ellos aún no están en
forma.
(47) Esperaba coger un autobús para llegar a tiempo, pero cuando llegué
a la estación uno se acababa de ir.
(50) Esperaba una fiesta entretenida, pero el ambiente estaba muy tenso.
(52) Compré a Harry un disco para su cumpleaños, pero (ellos) son tan
caros que casi me lo pienso otra vez.
2.1.2. Foco
La función pragmática Foco se asigna en la GF a aquellos constitu-
yentes que el hablante considera más prominentes o relevantes en el
contexto comunicativo y a través de los cuales, fundamentalmente,
Funciones Sintácticas y Funciones Pragmáticas 213
(56) A: Int Ei: Xi: Pres ei: Prog ir [V] (Juan)AgSubjGivTop (Qxi)DirFoc
B: Decl Ej: Xj: ej: (d1xi: mercado [N])DirFoc
La información focal “al mercado” recibe la función Foco, y se pre-
senta como la diferencia entre el conocimiento pragmático de ambos
individuos. Dik (1997b) dedica un capítulo completo al estudio de
las propiedades de las construcciones interrogativas. Una observa-
ción interesante al respecto de lo tratado en esta sección se refiere al
hecho de que en las oraciones interrogativas con pronombre, tal
constituyente contiene la función Foco intrínsecamente (como se
indica en la representación (56)) lo cual explica el hecho de que la
expresión formal de estas construcciones coincida en muchas lenguas
con otras construcciones Foco, como las oraciones hendidas, o el que
se asigne una posición especial, típicamente la posición inicial de la
cláusula, reservada a constituyentes pragmáticamente prominentes.
Los tipos de Foco pueden ser clasificados en función de qué cons-
tituyente de la representación subyacente recibe esta función pragmá-
tica o a partir del valor comunicativo de la asignación de la función
Foco. En principio, cualquier elemento presente en la representación
puede recibir esta función como se observa en los siguientes ejem-
plos del español:
Funciones Sintácticas y Funciones Pragmáticas 215
(59) A:¿ No crees que, por ejemplo, ahora tiene o va adquiriendo una li-
bertad excesiva?
B: No, yo creo que no; o sea que la libertad que está adquiriendo la
mujer es porque se la está dando precisamente la sociedad, no es
que ella la esté la esté tomando, sino es la sociedad la que se la da.
(Foco contrapresuposicional)
En el primer ejemplo se observa un contraste entre un constituyente
previamente introducido (francés) y el elemento señalado en negrita,
sin que exista una contradicción con respecto a la información prag-
mática presupuesta del interlocutor. En el segundo ejemplo, sí se
advierte tal contradicción, ya que existe una oposición entre lo que A
presupone con su pregunta y lo que B afirma en su respuesta. Martí-
nez Caro (1998) examina la expresión formal del Foco Paralelo en
inglés y español, observando una interesante diferencia: mientras que
en español el principal mecanismo formal de expresión de esta fun-
ción pragmática es, en diferentes formas, un orden sintáctico especial
(60,94% en su corpus), en inglés el método preferido es la prominen-
cia prosódica con un 71,14%, mientras que el anterior sólo alcanza
un 13,42%. Para cualquiera que se haya enfrentado al complejo sis-
tema entonativo de la lengua inglesa, esta diferencia no resulta extra-
ña en modo alguno.
Funciones Sintácticas y Funciones Pragmáticas 217
2.2.3.2. Orientación
Con el término “orientación” Dik introduce aquellos constituyentes
extraclausulares que permiten al hablante orientar al oyente hacia la
50 Omito de esta clasificación los marcadores “push y pop”, que serán comentados
en el capítulo séptimo.
Funciones Sintácticas y Funciones Pragmáticas 221
3. Conclusiones
En este capítulo he tratado las Funciones Sintácticas y Pragmáticas
en la Gramática Funcional de Dik. Espero haber dejado constancia
de la capital relevancia de estas nociones en la arquitectura general
de la teoría, no sólo por la importancia que, en general, conceden
todas las teorías del paradigma funcionalista a establecer la función
228 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
Bibliografía básica
Una presentación crítica de las funciones sintácticas en la GF se
ofrece en Siewierska (1991: cap. 4), que además dedica especial
atención al concepto de perspectiva. La misma autora aporta un im-
portante estudio de carácter funcional-tipológico sobre las construc-
ciones pasivas en Siewierska (1984).
El tratamiento del fenómeno de ascenso de sujeto y objeto en la
GF aparece ya en un artículo temprano (Dik 1979) y, básicamente, es
el que se recoge en el capítulo 11 de Dik (1997a).
El capítulo sexto de Siewierska (1991) ofrece una adecuada intro-
ducción al tratamiento de las Funciones Pragmáticas en la Gramática
Funcional. Hannay (1985a) presenta un estudio exhaustivo de las
construcciones existenciales en la teoría de Dik.
Finalmente, Dik (1997b) dedica el capítulo 17 a la caracterización
de los constituyentes extraclausulares. Geluykens (1987) analiza los
Apéndices en el inglés, mientras que Downing (1997) ofrece un es-
tudio comparativo del constituyente Tema en inglés y español.
CAPÍTULO 6
0. Introducción
La asignación de Funciones Pragmáticas constituye el último paso en
la creación de una estructura subyacente en el componente gramati-
cal postulado por la GF. Así, una representación totalmente especifi-
cada presenta una apariencia como la que ofrece el siguiente
ejemplo:
(1) a. Los niños empujaron el coche
b. Ei: [DECL (S) (A) (Xi: [Past ei: [empujar [V]
(dmxi: niño [N])AgSubj (d1xj: coche [N])Go] (ei)] (Xi))] (Ei)
De otro modo,
b. pl [pred[N]] = pred-/s/
si el último fonema de pred es sordo
234 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
De otro modo,
c. pl [pred[N]] = pred-/z/
Como se observa en el ejemplo, las Reglas de Expresión relevantes
operan principalmente sobre material abstracto especificado en la
estructura subyacente de la cláusula, en este caso, sobre el operador
de término pl(ural). En concreto, los elementos sobre los que pueden
actuar estas reglas son:
(i) operadores de término
(ii) operadores de cláusula
(iii) Funciones Semánticas, Sintácticas y Pragmáticas
Del mismo modo, los cambios que pueden producir las Reglas de
Realización se clasifican en los siguientes apartados:
(i) introducción de morfemas tales como afijos o partículas
(ii) reduplicaciones y mutaciones
(iii) introducción de operadores auxiliares
(iv) introducción de formas auxiliares
Mostraré a continuación ejemplos de cada uno de estos apartados.
(i) En su faceta intuitivamente más obvia, las Reglas de Realiza-
ción son las responsables de la introducción de marcas de caso, pre-
posiciones, etc. que se representan en la estructura subyacente de la
cláusula por medio de Funciones Semánticas. Este es el caso del si-
guiente sintagma preposicional
(9) en la habitación
(d1xi: habitación [N] (xi))Loc
ESTRUCTURA SUBYACENTE:
Pres ei: walk [V] (d1xi: man [N] (xi)) AgSubj
COPIADO:
Pres <1,p3> ei: walk [V] (d1xi: man [N] (xi)) AgSubj
Regla (28b)
Prob [Perf [be [V]] [be –ing [V]] [interview-ed [V]
(that journalist) (he)]]]
Regla (28d)
may [have [V]] [been [V]] [be –ing [V]] [interview-ed [V]
(that journalist) (he)]]]]
Los esquemas de (31) dan cuenta del orden secuencial de las oracio-
nes declarativas (31a), interrogativas (y otras con efectos de inver-
sión de auxiliares) (31b) y, entre otras, oraciones existenciales con
there (31c).
Obsérvese, por otra parte, que los esquemas mostrados en (31)
presentan una serie de posiciones cuya interpretación a primera vista
no parece clara. Dik (1989a: 348) define la posición P1 como “una
posición oracional inicial relevante universalmente (...) utilizada para
fines especiales, incluyendo la colocación de constituyentes con las
funciones Tópico o Foco.” En otras palabras, P1 es la posición ora-
cional donde se alojan elementos topicalizados o focalizados, por lo
que la selección de los constituyentes que ocupen esa posición habrá
de ser sensible a su carácter informativo dentro de la cláusula.
Las reglas responsables de situar los diferentes constituyentes en
las posiciones definidas por los Esquemas Funcionales se denominan
Reglas de Colocación y pertenecen al conjunto de Reglas de Expre-
sión. Los siguientes son ejemplos de Reglas de Colocación (adaptado
de Siewierska 1991: 219):
Las Reglas de Expresión 245
(32) Tópico/Foco P1
Sujeto S
Objeto O
Verbo V
Adjunctos X
Como se desprende de (32), las Reglas de Colocación pueden ser
sensibles a diferentes tipos de elementos en la estructura subyacente,
como las Funciones Sintácticas (Sujeto, Objeto), las Funciones
Pragmáticas (Tópico, Foco), la categoría sintáctica (Verbo) o las
Funciones Semánticas, que caracterizan como adjuntos o satélites un
buen número de constituyentes.
Es importante señalar en este punto que, como se mencionó en el
capítulo segundo, la GF evita el uso de reglas de carácter transforma-
tivo, por lo que el desplazamiento de un constituyente de una posi-
ción estructural a otra es un mecanismo ilícito en la teoría.
Obsérvese, por otra parte, que entraría directamente en conflicto con
la esencia de esta propuesta, ya que una regla de movimiento necesa-
riamente implica la existencia de dos niveles de representación y de
un orden sintáctico de alguna manera más básico. En consecuencia,
Dik (1997a: 392) es cuidadoso al señalar que las Reglas de Coloca-
ción no deben ser equiparadas con reglas de movimiento, pues no
transportan elementos lingüísticos de una posición a otra. Por el con-
trario, su función es asignar una posición oracional a cada constitu-
yente entre las definidas por los esquemas oracionales.
Obsérvese, no obstante, que parece existir cierta circularidad en
estas reglas en cuanto elementos como el sujeto, objeto y verbo son
asignados a una posición con el mismo nombre. Es importante seña-
lar, por tanto, que el estatuto de esos elementos no es el mismo en
ambos lados de la flecha. Por un lado, aparecen Sujeto y Objeto co-
mo Funciones Sintácticas que establecen la perspectiva de presenta-
ción del Estado de Cosas (véase el capítulo tercero) y, por otro, la
posición estructural que recibe tal elemento en la lengua en cuestión.
Ello implica que las siglas empleadas en el esquema pueden ser re-
emplazadas por otras que simplemente indiquen la existencia de una
posición sintáctica. De hecho, Connolly (1991) cree que esquemas
246 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
54 En RRG, por ejemplo, (Van Valin y LaPolla 1997: 36) se definen cuatro posi-
ciones sintácticas intraoracionales left/right detached position y pre/postcore slot.
Las segundas son intraclausulares, mientras que las primeras caen fuera de la cláu-
Las Reglas de Expresión 247
autores (De Groot (1981: 77); Siewierska (1991: 201)), hacen refe-
rencia a esas posiciones como P2 y P3 respectivamente. Dik, sin em-
bargo, no utiliza tales notaciones (P2, P3) y en la reciente versión de
la teoría (1997b: cap 17) explicita que la caracterización del Tema y
el Apéndice debe llevarse a cabo en el marco de una teoría del dis-
curso, a la vez que omite ya el uso de esquemas como (35). Induda-
blemente, el carácter intermedio de estos elementos, a medio camino
entre la cláusula y el discurso propiamente dicho, plantea problemas
desde una perspectiva de generación oracional como la defendida por
la GF.
También en (31) aparecen otras posiciones que merecen comenta-
rio. Dik propone una subdivisión de la posición verbal en Vf (forma
verbal finita) y Vi (forma verbal no finita). Igualmente, la posición X
se reserva para otros constituyentes aparte de aquéllos que han reci-
bido las Funciones Sintácticas Sujeto y Objeto (satélites, principal-
mente). Esto implica que, en su formulación, estas reglas han de ser
extremadamente sensibles a aspectos de la representación subyacente
no explícitamente representados en la misma, como, por ejemplo,
qué constituyente transportará las propiedades temporales de la cláu-
sula.
Por otro lado, es preciso señalar que las Reglas de Colocación no
actúan libremente, sino que están sometidas a las influencias de cier-
tos principios universales de orden oracional con los que Dik (1997a:
396) pretende definir una teoría general del orden de constituyentes.
La esencia de este enfoque es que los patrones sintácticos que mues-
tra una lengua son el resultado de la actuación conjunta de un núme-
ro de principios de orden sintáctico. Esos principios no definen
necesariamente el mismo orden secuencial, ni pueden ser satisfechos
por una lengua al mismo tiempo, por lo que en muchas ocasiones el
esquema final resultante será una solución de compromiso con cierta
“tensión” y, en cierta manera, inestabilidad sintáctica, lo que justifica
que las lenguas varíen su orden sintáctico en el tiempo. El enfoque
sula pero dentro de la oración. Existe un paralelismo claro, por consiguiente, con
lo propuesto por la GF, con la importante diferencia de que en la GF no se estable-
ce una distinción clara entre oración y cláusula.
248 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
en conflicto directo con el principio (c), que, con una clara motiva-
ción icónica, sugiere que la condición ha de preceder el resultado. En
consecuencia, la siguiente variante resulta más natural:
(37) Si tienes poco dinero, tienes que ahorrar
Sin embargo, esta nueva expresión contraviene los principios (a) y
(b). Como señala Dik, el problema se debe a que los principios (a) y
(c) son totalmente incompatibles e imponen demandas opuestas en la
sintaxis de la expresión. Ciertamente, existen otras estrategias expre-
sivas en consonancia con el principio (b):
(38) Si tienes poco dinero, entonces tienes que ahorrar
La presencia del relator “entonces” se ajusta a lo estipulado por el
principio (b). Obsérvese que este elemento no puede figurar en la
expresión si el orden de las cláusulas es el inverso:
(39) * Entonces tienes que ahorrar, si tienes poco dinero
Desafortunadamente, este análisis parece predecir que la expresión
(38) ha de resultar más natural o esperable que (37), puesto que satis-
face dos de los tres principios presentados. Esta intuición, sin embar-
go, no parece correcta. Por otra parte, como ya se indicó en el
capítulo inicial, para que este tipo de explicaciones alcance un grado
de predicción mayor sería necesario explicar por qué el tercer princi-
pio tiene más “poder” que los dos anteriores hasta el punto de moti-
var la variante más natural. Dik (1997a: 399) admite este hecho y
comenta lo siguiente al respecto de los principios de orden de consti-
tuyentes:
... hay un número de cuestiones inseguras en relación a estos principios: su in-
teracción mutua y su relativa “fuerza”. Al tiempo, ninguno de estos principios
tiene validez absoluta: es posible encontrar excepciones a todos ellos. Sin em-
bargo, la idea que subyace a los principios es que reducen el número de estipu-
laciones necesarias para definir el orden de constituyentes de las lenguas
particulares.
En consecuencia, es de esperar que estos principios recojan tenden-
cias y preferencias, más que disposiciones categóricas o absolutas.
Aunque ello pueda suponer una merma en su potencial predictivo, no
Las Reglas de Expresión 251
(i) clítico < pronombre < sintagma nominal < sintagma adposicional
< cláusula subordinada;
(ii) para cualquier categoría X: X < Y co X;
(iii) para cualquier categoría X e Y: X < X [sub Y]
(co = coordinador, sub = subordinador)
LIPOC formaliza la intuición de que la información presente en una
cláusula se procesa de modo más eficiente si los constituyentes se
ordenan incrementando su complejidad. Aunque no existe una expli-
cación clara para este fenómeno, muy posiblemente esté en relación
con la capacidad de procesamiento psicológico de la mente humana.
Lo que es cierto, es que son diversas las construcciones que parecen
venir motivadas por este principio. Uno de los ejemplos más claros
son los denominados efectos de extraposición, que, en el caso proto-
típico, conllevan el desplazamiento de una cláusula de la posición de
sujeto (u objeto) o simplemente desde un sintagma nominal a una
posición más retrasada en la oración. En español y en inglés existen
verbos que fuerzan la extraposición del sujeto:
(46) a. Parece que Juan ha decidido abandonar el curso de química
b. * Que Juan ha decidido abandonar el curso de química parece
Aunque en otras ocasiones, caso de las cláusulas en posición sujeto
en predicaciones adjetivales, las dos opciones son posibles:
(47) a. Es significativo que Juan haya decidido abandonar el curso
b. Que Juan haya decidido abandonar el curso es significativo
En inglés también es posible posponer una cláusula complemento o
relativa, así como otros constituyentes, desde un sintagma nominal.
Los siguientes ejemplos están tomados de Quirk et al. (1985: 1397):
(48) a. A rumour circulated widely that he was secretly engaged to the
258 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
Marchioness
b. The problem then arose of what contribution the public should
pay
En español este proceso también parece posible cuando el sintagma
nominal ocupa la posición de objeto:
(49) a. He conocido a un hombre esta mañana que quería estudiar lin-
güística
b. Le regalé un libro a María que había estado buscando casi dos
años
Del mismo modo, el fenómeno denominado “Desplazamiento de
Sintagma Nominal Complejo” (Heavy-NP shift) supone una clara
manifestación del Principio del Incremento de la Complejidad. En
los siguientes ejemplos, el hueco tras el verbo indica la posición es-
perable para el objeto:
(50) a. Compré ____ esta mañana el último CD de Operación Triunfo
b. Le regalé ___ a María un libro que había estado buscando casi
dos años
Como señalan Quirk et al. (1985: 1398) y, tímidamente, el propio
Dik (1997a: 438), a menudo el constituyente desplazado hacia la
derecha suele asimismo ser el foco de la expresión en que figura.
Esto implica que, posiblemente, el hecho de que sea situado al final
de la cláusula puede deberse también a que ésa es una posición en
gran medida asociada con la información focal en oraciones declara-
tivas. Esto podría explicar el que en ocasiones LIPOC no sea respe-
tado debido a lo que parecen ser razones pragmáticas. En inglés,
Quirk et al. (1985: 1399) señalan que éste es el caso de los reflexivos
enfáticos en expresiones como:
(51) a. The driver told me himself
b. Did you paint the portrait yourself?
Los autores observan una restricción a este proceso: el sintagma no-
minal correferencial con el reflexivo ha de ocupar la posición de su-
jeto:
(52) I showed Ian the letter myself/*himself
Las Reglas de Expresión 259
1.4. Prosodia
Una misma secuencia gramatical puede recibir diferentes contornos
prosódicos. En la medida en que estas diferencias de naturaleza pro-
sódica impliquen un cambio pragmático o semántico deben recogerse
en la estructura subyacente de la cláusula que propone la GF y mani-
festarse en la expresión lingüística final a través de Reglas de Expre-
sión.
Como señala Siewierska (1991: 42), las Reglas de Expresión en-
cargadas de dotar a las expresiones lingüísticas de sus aspectos pro-
sódicos son las que menor atención han recibido hasta el momento.
Ciertamente, diez años después de la publicación de su obra, esa
afirmación continúa vigente, en cuanto que poco más se ha añadido
sobre el tema que el capítulo final de Dik (1997a), que a su vez coin-
cide plenamente con el incluido en la versión anterior de 1989. En
cualquier caso, y como el mismo autor indica, lo ofrecido en ese ca-
pítulo es poco más que una exposición general de los problemas rela-
tivos al estudio de los fenómenos prosódicos.
Dada la relación entre constituyentes con valor informativo espe-
cial (Tópico, Foco) y la carga acentual o enfática, un punto de indu-
dable interés para una teoría funcional de la fonología se centra en el
impacto prosódico de estos constituyentes. Ciertamente, no es posi-
ble establecer una correspondencia biunívoca entre las Funciones
Pragmáticas y la carga acentual concreta de un constituyente tópico o
foco, pero existen importantes tendencias que merecen ser tenidas en
cuenta. En el caso de los diferentes tipos de tópico, Dik (1997a: 456)
observa las siguientes correlaciones:
260 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
P1 VFIN VINFIN
TERM (SUBJECT) [IMPRF, PRES, PL, 3] VERB
[GERUND]
are growing
DET NOUN NOMRESTR
[DEF] [PL]
of this theory
Figura 18. Representación arbórea en el componente expresivo de Bakker (2001)
Las Reglas de Expresión 263
3. Conclusiones
En este capítulo he repasado las principales características del com-
ponente de Reglas de Expresión que propone la GF. Dada la orienta-
ción semántica de las representaciones subyacentes que postula la
teoría, el componente expresivo integra un conjunto de reglas hete-
rogéneas cuya función primordial consiste en convertir las anteriores
en las expresiones lingüísticas finalmente observables. En conse-
cuencia, es aquí donde se acumulan los mecanismos que permiten
Las Reglas de Expresión 265
dar cuenta de las diferencias formales entre las lenguas, con lo que su
existencia en el modelo sirve claramente en la búsqueda del ideal de
adecuación tipológica que se comentó en el capítulo segundo.
Bibliografía básica
El componente expresivo se presenta de modo detallado en los capí-
tulos 14 y 15 de Dik (1997a). El tratamiento de fenómenos concretos
como la auxiliarización de los verbos “do” y “be” en inglés aparece
en Dik (1994) y García Velasco (1995) para el primero y Dik (1983a)
y (1987a) para el segundo de ellos. Hengeveld (1986) presenta el
tratamiento de las cópulas “ser” y “estar” del castellano.
Dik (1997a: cap 17) presenta su teoría de orden de constituyentes
y Rijkhoff (2002) utiliza la misma estrategia en el análisis del orden
sintáctico en el sintagma nominal. Una aplicación exhaustiva de la
misma aparece en Connolly (1991). Igualmente, Hannay (1991) ofre-
ce una interesante propuesta (los “modelos pragmáticos”) que pre-
tende dar cuenta del orden oracional desde la perspectiva de las
intenciones comunicativas de los hablantes.
Finalmente, Bakker (1999) y (2001) propone integrar un análisis
de constituyentes dentro de su modelo dinámico del componente
expresivo.
CAPÍTULO 7
0. Introducción
El capítulo final de la obra de Dik (1997b) recibe precisamente el
título equivalente en inglés al del que ahora comienza: Towards a
Funcional Grammar of Discourse. Resulta obvio, tras las considera-
ciones presentadas en el capítulo primero, que una gramática de
orientación funcionalista habrá de contar entre sus objetivos funda-
mentales el estudio exhaustivo de las expresiones lingüísticas en el
contexto comunicativo. Como bien señala Dik (1997b: 409), los in-
dividuos “no hablan con oraciones aisladas, sino que las combinan
en secuencias más largas y complejas que podemos denominar con el
término general “discurso””. En consecuencia, según el autor, una
gramática funcional debe mostrar cómo los individuos son capaces
de combinar oraciones en secuencias de conversación o expresión
escrita de modo coherente.
Ciertamente, hasta la fecha, el trabajo realizado en este sentido
por los autores adscritos a la GF ha sido más bien escaso. En los úl-
timos años, sin embargo, han surgido diferentes estudios y propues-
tas, de mayor o menor envergadura, que apuntan de modo
prometedor hacia una nueva y más ambiciosa organización para el
modelo de Dik. En concreto, la reciente propuesta de Hengeveld (en
prensa), denominada Gramática Funcional del Discurso (GFD), su-
pone posiblemente la modificación más importante en la teoría desde
que el propio autor propusiese la estructura jerárquica de la cláusula
(cf. capítulo 4) a finales de los años ochenta.
En este capítulo pretendo pasar revista a los estudios de naturaleza
discursiva realizados dentro del marco de la GF, y, en concreto, a la
mencionada propuesta de Hengeveld, que sin duda supondrá un im-
portante estímulo y marcará la línea investigadora en los próximos
años dentro del modelo. El capítulo tiene así cierta perspectiva histó-
268 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
información información
pragmática PS pragmática PA
Hablante forma: Oyente construye:
anticipa
intención Interpretación
reconstruye
expresión lingüística
(E1: [F1: ILL (F1) (S) (A) (X1: [predication] (X1))] (E1)) Nivel Interpersonal
(e1: [(f1: pred [] (f1)) (x1) ... (xn)] (e1)) Nivel Representativo
Nivel Representativo
x Individuo Término
f Relación o Propiedad Marco Predicativo
e Estado de Cosas Predicación
Nivel Interpersonal
X Contenido Proposicional Proposición
F Ilocución Marco Ilocutivo
E Acto de habla Enunciado
Nivel Retórico
M Episodio Párrafo
T Tipo de Discurso Marco Discursivo
D Discurso Texto
(D1)
(T1)
(M1) -------------- (M2)
(f1) ------------------------------------------------------------------------(fz)
(x1) --------- (x1 + n) ---------------------------------------------- (xz - n) -----------(xz)
Figura 20. La estructura jerárquica y lineal del discurso según Hengeveld (1997a)
Estructura de discurso
Estructura oracional
(M1: [(A1: [ILL (P1)S (P2)A (C1: [...(T1) (R1)...] (C1))] (A1))] (M1))
(8) a. (M1: [(Orden A1: [IMP (P1)S (P2)A (C1: [some tea] (C1))] (A1))] (M1))
b. (M1: [(Petición A1: [IMP (P1)S (P2)A (C1: [s. tea] (C1))] (A1))] (M1))
c. (M1: [(Ofreci. A1: [IMP (P1)S (P2)A (C1: [some tea] (C1))] (A1))] (M1))
Opcionalmente, los operadores de acto discursivo podrán ocasionar
la introducción de contornos prosódicos específicos.
Por otra parte, el tercer argumento del marco ilocutivo no es ahora
el contenido proposicional, que en la GFD se traslada al nivel repre-
sentativo, sino el contenido comunicado (C), que se construye a par-
tir de actos referenciales (R) y predicativos o adscriptivos (T). La
introducción de la variable (C) permite así distinguir entre la infor-
mación comunicada en un acto discursivo y el tipo de entidad a la
que se desea hacer referencia.
Como se comentó en el capítulo cuarto, existía cierta controversia
en cuanto a la interpretación de las variables de entidades en las es-
tructuras subyacentes, lo que llevó a Dik, en la versión de la teoría de
1997, a asumir que sólo los términos son expresiones puramente
referenciales, mientras que el resto de variables designaban sus res-
pectivas entidades. La introducción de las variables (T) y (R) permite
ahora distinguir entre el tipo de entidad descrito a través de material
lingüístico y el acto comunicativo (adscripción o referencia) realiza-
do por el hablante por medio de esa expresión. Como se indica en
García Velasco y Hengeveld (2002), estas variables pertenecen a un
nivel que se podría denominar de interacción, ya que formalizan la
función comunicativa que realiza un hablante por medio de las enti-
dades descritas. En principio, ambos niveles son independientes, lo
que implica que cualquier tipo de entidad puede construirse como un
referente o como un predicado. Como muestra de la utilidad de esta
distinción, considérense los siguientes ejemplos (García Velasco y
Hengeveld 2002: 110):
(9) a. He saw the child (R1: (x1) (R1))
b. He saw the child make a painting (R1: (e1) (R1))
290 Funcionalismo y lingüística: la Gramática Funcional de S. C. Dik
(Para1: [(S1: [(Cl1: [(PrP1: [(Lex1)] (PrP1)) (RP1: [(Lex2)] (RP1))] (Cl1))] (S1))] (Para1))
4. Conclusiones
Este capítulo pretendía ofrecer una visión panorámica de los estudios
de naturaleza discursiva realizados en el marco de la GF de Dik. Tras
comentar los aspectos del discurso que, según el propio profesor
holandés, debían ser tenidos en cuenta por una gramática funcional
del discurso, comenté las principales propuestas teóricas de integra-
ción del discurso en la GF. Estas propuestas se agrupan en dos ten-
dencias principales: la extensión del análisis jerárquico de la cláusula
al discurso y la introducción de un módulo pragmático-discursivo
autónomo. A continuación, se expusieron los principales aspectos de
la nueva, y aún sin publicar, propuesta de Hengeveld denominada
Gramática Funcional del Discurso. Este modelo supone una signifi-
cativa reorganización de la arquitectura de la GF, hasta el punto de
que bien se puede afirmar que la unidad central de análisis deja de
Bibliografía básica
La presentación del modelo de la GFD aparece en un artículo aún sin
publicar de Hengeveld (en prensa). En el mismo volumen, Anstey
(en prensa) ofrece una evolución histórica de la GF y examina su
relación con la nueva propuesta de Hengeveld.
Como he señalado anteriormente, Dik (1997b: cap. 18) presenta
un esbozo de los fundamentos de una potencial gramática funcional
del discurso. Una propuesta en el mismo espíritu se ofrece en Van
Dijk (1990). La perspectiva jerárquica hacia los estudios discursivos
en la GF se defiende en Gómez Soliño (1996), Hengeveld (1997a) y
Moutaouakil (1998). El enfoque modular se observa en las propues-
tas de Kroon (1997), Bolkestein (1998) y Vet (1998), entre otros.
Mackenzie (1998a) señala el problema que plantea para una gramáti-
ca oracional como la GF la frecuente aparición de unidades discursi-
vas menores que el propio enunciado en la interacción verbal.
Nuyts (1992) es posiblemente el primer intento de dotar a la GF
de un componente conceptual pre-lingüístico. Anstey (2002) hace lo
propio en el marco de la GFD de Hengeveld.
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Apéndice: glosario y traducción de términos técnicos
Situación Situation
Término Term
Tiempo (Temp) Temporal
Tópico Topic