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La “Revolución Libertadora” y la cuestión peronista

El golpe de Estado de Setiembre de 1955 que derrocó al Juan D. Perón del gobierno inauguró
un capítulo nuevo en la historia argentina. El régimen depuesto fue calificado como totalitario
y los militares que tomaron el poder aspiraron a borrarlo de la escena política. En este marco
fue leído como una “aberración” pasajera por algunos cientistas sociales según vimos en clases
anteriores, cuando discutimos los orígenes del peronismo.

Sin embargo, las medidas proscriptivas que se tomaron, la exclusión y persecución de


militantes peronistas, los esfuerzos por aumentar la productividad y debilitar a los
trabajadores, no lograron su cometido y, muy por el contrario, generaron un enorme
descreimiento, cercenaron la legitimidad de las instituciones y solidificaron la identificación de
los trabajadores con el peronismo.

A partir de 1955, la “cuestión peronista” pasó a ser central, ya que planteó una serie de
dilemas, conflictos y problemas entrelazados entre sí.

En el plano político, en nombre de la democracia se proscribió a un gran sector de la


población. El resultado fueron gobiernos con escasa legitimidad, inestables y jaqueados desde
distintos frentes. Por un lado, las Fuerzas Armadas se arrogaron la función de “vigilancia y
veto” sobre el sistema político. Por otro lado, las fuerzas peronistas se expresaron a través del
movimiento sindical. Además, todo esto debe ser leído en el marco de un contexto
internacional signado por la Guerra Fría y el impacto de la Revolución Cubana en
Latinoamérica.

En el plano económico, los sectores dominantes buscaron imponer un nuevo régimen de


acumulación, en sintonía con el sistema económico mundial. Esto implica la integración y
liberalización dentro de los cambios producidos en el mundo capitalista (ingreso al Fondo
Monetario Internacional, al Banco Mundial, la eliminación de restricciones al flujo de capitales
extranjeros). Dentro del marco del agotamiento de la primera fase de la industrialización por
sustitución de importaciones, ya visible en el segundo gobierno de Perón, las clases
dominantes buscaron reconvertir o superar el modelo impulsando la concentración de la renta
nacional a favor del capital. ¿Cómo lograrlo? En primer lugar era necesario minar la
organización sindical, la resistencia obrera y reducir el peso de las comisiones internas. ¿A qué
se enfrentaban? En primer lugar, a la cohesión de la clase trabajadora y, en segundo lugar, a
tensiones dentro de la misma burguesía en función de intereses diversos entre la burguesía
agro-ganadera de los exportadores; la burguesía industrial mercadointernista nacional y, cada
vez más, a la burguesía industrial transnacionalizada.

En el plano social, se produjeron tensiones fundadas en los intentos de promover cambios en


el modelo económico y en la distribución del ingreso a costa de los trabajadores. Los conflictos
generados repercutieron en el ánimo de los sindicatos que, cada vez más, actuaron asumiendo
un doble papel. Por una parte, como representantes de los trabajadores a nivel gremial y, por
la otra, como voceros políticos de los trabajadores en tanto fuerzas peronistas. En este doble
juego, terminaron convirtiéndose en un “factor de poder”.

Finalmente, en el plano cultural, el dato más relevante fue la emergencia de una cultura joven
marcada por la impronta de la rebelión. La transformación de la vida cotidiana, los cambios en
los roles de género, la ampliación de la matrícula universitaria y un mercado cultural en
expansión constituyeron importantes apuestas innovadoras. Todo en un contexto
internacional que desemboca en el Mayo Francés de 1969.

A partir de esta breve introducción, la autora que tienen para leer en esta clase se pregunta:

- ¿Por qué el peronismo continuó constituyendo una cuestión crucial en la agenda política del
período?

- ¿De qué forma pretendió impulsarse el reajuste del modelo de acumulación?

- ¿Cuál fue su impacto en la conformación de los sectores dominantes?

- ¿Qué implicancias tuvo en la estructura económica y social?

Todos estos interrogantes se entrecruzan necesariamente con el análisis de la actuación de los


trabajadores, cuya identidad continúa siendo mayoritariamente peronista, y por el papel
adquirido por las Fuerzas Armadas en este período.

Bueno gente, les dejo para comenzar del libro Historia Argentina. Pasados presentes (… ) que
vamos siguiendo como lectura general, el capítulo de Elena Scirica titulado “Proscripción,
modernización capitalista y crisis. Argentina (1955-1966), pags.213 a 248, que ya está subido al
campus. Agrego abajo lo prometido, una guía de lectura que les va a permitir organizar el
contenido. Como les dije, la idea no es que necesariamente la respondan por escrito, sino que
puedan ubicar y pensar las respuestas a partir de la lectura.

Finalmente, y dado que la pandemia sigue y el encierro se recrudece, no desaprovechemos la


oportunidad y sigamos apostando al cine. Para esta semana les dejo como sugerencia Alicia y
John, el peronismo olvidado, (2009), un documental de Carlos Castro que cuenta las historias
de John William Cooke, el primer delegado de Juan Perón y líder de la resistencia peronista, y
de su compañera Alicia Eguren, intelectual y amiga del Che Guevara, quienes participaron en la
defensa de Bahía de Cochinos frente a la invasión norteamericana. A través de ambas historias
de vida se recorren hitos de la historia argentina desde los años 50 hasta a la última dictadura
militar, enlazando procesos nacionales con otros continentales. Este filme documental cuenta
con los testimonios de amigos, historiadores, escritores y políticos, que se matizan con algunas
escenas ficcionadas.

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