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PARA MI ASESINO…

Me estremeció un frío desolador que congeló mi alma.


La muerte melancólica y cansada se vistió de gris y rojo.
Miedo, desesperación y humillación destruyeron mi calma.
Mientras aquel ser insensible, mataba a su antojo.

Era el olor pútrido su perfume preferido.


Recuerdo que se veía de diferentes formas,
pero en todas reflejaba un monstruo en su mirar.
¿Cómo olvidarlos?
¿Cómo olvidarlos?

Apenas los vi se detuvo el tiempo,


al instante sentí el hierro traspasar mi pecho.
En otra ocasión, un filo cortó lo que alguna vez fui,
sentí cómo arrancabas mi piel solo porque no huí.

Esta vez no estaban aquí,


solo sentí asfixiarme entre el oscuro océano.
Basura flotaba y yo… yo me hundía.
Aunque corría y gritaba, mi hogar ardió como el infierno,
las cenizas se llevaban mi cuerpo, y ellos lo notaban.
Me arrastraron a espectáculos donde todos aplaudían,
mientras estoques ellos en mi espalda clavaban.

El tiempo trascurre, y la jaula sigue vacía y sin vida,


Y aunque quise volar ellos en jaulas me colgaron.
Llevo sus cadenas en el cuello,
Ellos llevan las más pesadas,
pues de su mente, no pueden escapar.

Te vigilé desde que colgaste mi cabeza.


Desde que arrancaste mis colmillos, mis aletas.
desde que me volviste un trofeo,
desde que me abandonaste en la calle,
desde que hiciste de mí, un río de sangre.
Te escuché decir: ¡Sí, le di!
Te vi reír mientras cortabas el viento, el aire, tus raíces…

Parecía mi corazón evacuar lo que alguna vez fue su hogar,


caí bruscamente de la cama.
Deseé con toda fuerza que aquel pedazo de realidad,
fuera un sueño… Un simple sueño.

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