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De izquierda a derecha y de arriba abajo: Guerra de Vietnam, The Beatles, Asesinato de John F.

Kennedy, Movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos de los ciudadanos negros, Festival de
Woodstock, Revolución Cultural china, Stonewall Inn y la llegada a la Luna.

La década de 1960 comenzó el 1 de enero de 1960 y finalizó el 31 de diciembre de 1969.

"Los años sesenta", como se los conoce tanto en la erudición como en la cultura popular,
es un término usado por historiadores, periodistas y otros académicos objetivos; en
algunos casos, con nostalgia, para describir la contracultura y la revolución en las normas
sociales sobre vestimenta, música, drogas, sexualidad, formalidades y educación; y en
otros peyorativamente para denunciar la década como un exceso irresponsable,
extravagancia y decadencia del orden social. La década también fue etiquetada como
Swinging Sixties debido a la caída o relajación de los tabúes sociales especialmente
relacionados con el racismo y el sexismo que ocurrieron durante este tiempo. El
comentarista Christopher Booker [4] describió esta época como un ciclo de pesadilla
clásico de Jung, donde una cultura rígida, incapaz de contener las demandas de una
mayor libertad individual, se liberó de las limitaciones sociales de la época anterior
mediante una desviación extrema de la norma. Traza la subida, el éxito, la caída / pesadilla
y la explosión en la escena londinense de los años 1960. Varias naciones occidentales
como los Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y Alemania Occidental recurrieron a la
izquierda política a principios y mediados de los sesenta. 1
En los años 1960 se asiste a los momentos de mayor conflicto político entre los bloques
formados por Estados Unidos y la Unión Soviética, en la llamada Guerra Fría, que surgió al
término de la Segunda Guerra Mundial. Momentos de enorme tensión se produjeron a
partir del derribo del avión espía norteamericano “U2” sobre territorio soviético, y durante la
conocida como "Crisis de los misiles de 1962", que los analistas consideran puso al mundo
al borde del inicio de una tercera guerra mundial. Dicho conflicto demostró que los intentos
de Estados Unidos por detener el avance del comunismo no estaban siendo fructíferos, y
además conllevó posteriormente al "tratado de convivencia pacífica" entre las dos
potencias mundiales.

Este comienzo de la década es representativo de un período que estaría caracterizado por


las confrontaciones internacionales y las protestas de una ciudadanía cada vez más crítica
con las acciones de sus gobernantes y la situación que se dibujaba en el mundo tras la
recuperación económica de la posguerra: movimientos de protesta contra la guerra de
Vietnam; contra la invasión de las tropas soviéticas en Checoslovaquía, en la Primavera de
Praga; en Mayo del 68 contra el orden establecido, durante las revueltas estudiantiles y
sindicales que se inician en Francia y se extienden rápidamente por otros países. Los
efectos socioculturales de estos movimientos de protesta aún se sienten actualmente.
También es una década en la que se producen gran cantidad de asesinatos políticos,
siendo ejemplo de ello las muertes de John F. Kennedy, Malcolm X, Martin Luther King y
Robert F. Kennedy.

La "carrera espacial", mantuvo temporalmente en cabeza a la Unión Soviética, con


notables éxitos como el de haber conseguido poner al primer ser humano en órbita: el
cosmonauta Yuri Gagarin. Los Estados Unidos consiguen la mayor victoria de esa carrera
al lograr colocar al primer ser humano sobre la superficie lunar en 1969. Esto se logró en
gran medida gracias al impulso dado por el presidente John F. Kennedy, quien había sido
asesinado en 1963 en oscuras circunstancias que sumieron al pueblo estadounidense en
la más profunda crisis de identidad que ha conocido hasta ahora.

En Europa se consolidan las reconciliación franco-alemana, sobre las que en gran medida
se basaría la construcción de la Unión Europea (UE) que se había iniciado en la década
anterior. Alemania se afianza como tercera potencia económica mundial detrás de Estados
Unidos y Japón. Gran Bretaña, al igual que Francia, pierde prácticamente la totalidad de
sus colonias, en un proceso que se inició una vez finalizada la Segunda Guerra Mundial y
que se vio precipitado en gran medida tras la independencia de Libia.

Puede considerarse la década de las ideologías. En Europa la juventud se alza en lo que


posteriormente se conoció como el "Mayo Francés", en 1968. Los movimientos sociales
adquieren cada vez mayor importancia en América Latina, particularmente en Chile, donde
en 1970 un gobierno socialista llegaría al poder por la vía democrática.

En Oriente Medio se había vivido una trascendental transformación, debido a la


instauración del estado de Israel en 1948, el cual quedó enclavado en el centro neurálgico
de esta región. Además, las ingentes reservas de petróleo descubiertas principalmente en
los llamados países del Golfo, le dieron a esta región un peso sin precedentes en la
economía del planeta.

La China de Mao vivió en esta década la llamada "Revolución cultural", que supuso una
transformación de la milenaria sociedad de este país. Mientras tanto, Japón continuó
desarrollando su reputación de potencia tecnológica y los productos provenientes de este
país empezaron a alcanzar prestigio en todo el mundo, impulsando la economía del país,
mientras la sociedad era reestructurada radicalmente pero conservando sus raíces
culturales

Movimiento de 1968 en México


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Movimiento de 1968 en México
Parte de la Guerra sucia en México

Vehículos blindados en el Zócalo en la Ciudad de México en 1968.

Fecha 2 de octubre de 1968


Lugar Ciudad de México, México
Causas Crisis económica, autoritarismo, represión en el
enfrentamiento entre estudiantes del IPN y la Escuela
Preparatoria Isaac Ochoterena incorporada a la UNAM
y la violencia callejera.
El movimiento de 1968 en México fue un movimiento social1 en el que además de
estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Instituto
Politécnico Nacional (IPN), El Colegio de México, la Universidad Autónoma Chapingo, la
Universidad Iberoamericana, la Universidad La Salle, la Universidad Michoacana de San
Nicolás de Hidalgo,2 la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla y la Escuela Nacional
de Antropología e Historia (ENAH), participaron profesores, intelectuales, amas de casa,
obreros, campesinos, comerciantes y profesionales en la Ciudad de México y estados
como Coahuila, Durango, Michoacán, Nuevo León, Puebla,34, Oaxaca, Sinaloa y
Veracruz,2 constituidos en el órgano directriz del movimiento denominado Consejo
Nacional de Huelga (CNH). El movimiento contó con un pliego petitorio del CNH al
Gobierno de México de acciones específicas como la libertad a presos políticos y la
reducción o eliminación del autoritarismo. De fondo, el movimiento buscaba un cambio
democrático en el país, mayores libertades políticas y civiles, menor desigualdad y la
renuncia del gobierno del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que consideraba
autoritario.1

El estado mexicano que caracterizó el movimiento como el intento de derrocar al gobierno,


instaurar un régimen "comunista" como parte de un "Plan Subversivo de Proyección
Internacional"2 y lo criminalizó,1 argumentando que sus participantes eran terroristas,
delincuentes o un peligro para la seguridad nacional. Por ello, fue reprimido continuamente
durante el transcurso del mismo y con el fin de terminarlo, el 2 de octubre de 1968 perpetró
la masacre de Tlatelolco en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, logrando disolver el
movimiento en diciembre de ese año. El hecho fue cometido de manera conjunta como
parte de la Operación Galeana por el grupo paramilitar denominado Batallón Olimpia, la
Dirección Federal de Seguridad (DFS), la llamada entonces Policía Secreta y el Ejército
Mexicano, en contra de una manifestación convocada por el CNH. De acuerdo con lo dicho
por sí mismo en 1969,5 y por Luis Echeverría Álvarez6, el responsable de la matanza fue
Gustavo Díaz Ordaz.7

La Fiscalía Especial para los Movimientos Sociales y Políticos del Pasado (FEMOSPP) de
la Procuraduría General de la República del gobierno de México, concluyó en 2006 en su
Informe Histórico presentado a la sociedad mexicana,1 que el movimiento estudiantil
"marcó una inflexión en los tiempos políticos de México", fue "independiente, contestatario
y que recurría a la resistencia civil"1 y se potenció "con las demandas libertarias y de
democratización que dominaban el imaginario mundial". 1 El mismo informe concluyó que
durante el movimiento el gobierno mexicano aplicó "sus mecanismos de control y
disuasión que solía utilizar frente a la disidencia social (...) lo caracterizó como subversivo
y, en lugar de encontrar formas de atender las legítimas demandas, optó por reprimirlo y
aniquilar su dirigencia y al sector que consideró más combativo". 1 Para ello recurrió a
detenciones ilegales, maltratos, torturas, persecuciones, desapariciones forzadas,
espionaje, criminalización, homicidios y ejecuciones extrajudiciales, caracterizando dicha
fiscalía el uso de la fuerza institucional del estado mexicano como "criminal". 8 En los
hechos fue activa la asesoría, presencia e inteligencia de la Agencia Central de
Inteligencia (CIA)910 bajo la operación LITEMPO.1112 El número de personas asesinadas,
heridas, desaparecidas y encarceladas es impreciso.
Algunas víctimas de dichas acciones intentaron caracterizar la masacre de Tlatelolco ante
tribunales nacionales e internacionales como un crimen de lesa humanidad y un
genocidio,131415 afirmación que fue sustentada por la fiscalía mexicana, 1 pero rechazada por
sus tribunales.14 También intentaron llevar a los autores materiales e intelectuales de los
hechos ante la justicia.1614 En el cincuenta aniversario de la masacre, el gobierno mexicano
reconoció los hechos como un crimen de estado y constituyó una política de reparación a
las víctimas.17
Algunos politólogos, historiadores e intelectuales como Carlos Monsiváis coinciden en
señalar que este movimiento y su terrible desenlace incitaron a una permanente y más
activa actitud crítica y opositora de la sociedad civil, principalmente en las universidades
públicas, así como propiciar la radicalización de activistas que optaron por la
clandestinidad y formar guerrillas urbanas y rurales, las cuales fueron reprimidas en la
llamada guerra sucia en México.

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