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Sobre la Empatía

La propuesta de Edith Stein sobre el estudio de la empatía tiene que ver (al
igual que en la tesis de Maria Clara) con el problema de la constitución.
El verano de 1921 es identificado como un momento clave en el inicio de los
estudios sobre la empatía en Edith Stein. Ella en un principio se sentía atraída
por la psicología empírica, pero la lectura de las investigaciones lógicas de
Husserl le permite reenfocar sus intereses.
No es extraño que Edith Stein, una de las alumnas más aventajadas de
Husserl adoptara la noción original de empatía de su maestro: “aprehensión
de las vivencias ajenas, apercibimiento del vivenciar del otro”. 10
La discrepancia con Theodor Lipps, la lleva a distanciarse en la consideración
de términos clave como Einfühlen (empatizar), mitfühlen (consentir) y
einsfühlen (sentir a una)
La empatía es un acto espiritual y tiene sus condiciones de posibilidad en el
espíritu del sujeto.
El espíritu parece ser: conciencia como correlato del mundo de objetos.(10)
Puedo dudar si esa cosa que veo ante mí existe, pues subsiste la posibilidad de un engaño:
por eso debo excluir la posición de existencia, no me está permitido hacer ningún uso de
ella; pero lo que no puedo excluir, lo que no está sometido a ninguna duda, es mi vivencia
de las cosas (el aprehender percipiente, recordante o como quiera que esté determinado)
con su correlato, el <<fenómeno-cosa>> completo (el mismo objeto como dándose en
series variadas de percepción o recuerdos), que permanece inalterado en su carácter total
puede ser hecho objeto de consideración. (20)
“no solo se lo que sé lo que se expresa en semblantes y gestos, sino lo que se oculta
detrás. (21)
Señala Edith Stein que no solo vemos el rubor en el rostro de alguien que ha hecho un
comentario inoportuno, sino también su vergüenza, el lado oculto, qué él siente por su
comentario. (21)
Edith Stein se refiere a la empatía en términos generales como los “datos del vivenciar
ajeno”. (22)
En el parágrafo 2 E. Stein plantea como su plan “Lo que quiere saber es esto, lo que el
notar mismo es, no por qué camino llego a él.” 22
a) Percepción externa y empatía: “la empatía no tiene el carácter de percepción
externa, pero desde luego que tiene algo en común con ella, a saber: que para ella
existe el objeto mismo aquí y ahora. Admito que la empatía no es percepción
externa, con ello no está dicho todavía que le falte este carácter de lo
<<originario>>. (23)
b) Originariedad y no originariedad: ¿Qué podría ser más originario que la vivencia
misma? Pero no todas las vivencias están dándose originariamente, no todas son
originarias según su contenido. (Por ejemplo; el recuerdo, la fantasía
(imaginación) presentifican su objeto pero no lo tienen ante sí). “el carácter de la
presentificación es un momento esencial inmanente a estos actos, no una
determinación obtenida de los objetos.” (24) Cada vivencia puede darse
originariamente: existir como corporalmente propia para la mirada reflexiva del yo
viviente en ella. O la vivencia puede existir como no originaria: recuerdos, fantasía.
c) Recuerdo, espera, fantasía y empatía: Stein analiza el recuerdo de una alegría, que
no se da originariamente, “La no originariedad de ahora remite a la originariedad
de entonces, el entonces tiene el carácter de un antiguo <<ahora>>, por tanto el
recuerdo tiene carácter de posición y lo recordado tiene carácter de ser.” (24)
Otra “modalidad de actuación” del recuerdo es la relación del yo presente, y el yo
recordado o “yo no originario”.
Con respecto al sujeto: “desde luego que el recuerdo es en todo caso
presentificación, su sujeto es no originario a diferencia del que realiza el
recuerdo.”(25)
Pero en cuanto a la vivencia: “la vivencia pasada, que primero apareció ante mí
como un todo y a la que entonces, transfiriéndome, descompuse, la recompongo
de nuevo al final en un <<apresamimento aperceptivo>>.” (25)
“El mismo recordar puede revestir carácter de duda, de sospecha, de probabilidad,
pero nunca carácter de ser.” (25)
En cuanto a la fantasía: “Mientras vivo la vivencia de la fantasía no encuentro
ninguna distancia temporal rellenada por una continuidad de vivencias entre el yo
que fantasea y el yo fantástico…Es claro que también aquí hay que establecer una
distinción: el yo que crea el mundo de la fantasía es originario, mientras que el yo
que vive en él es no originario. Y las vivencias fantásticas están caracterizadas
frente a las recordadas por el hecho de que no se dan como presentificación de
vivencias reales, sino como una forma no originaria de vivencias presentes;
teniendo en cuenta que <<presente>> no alude a un ahora del tiempo objetivo
sino al ahora vivenciado que, en este caso, sólo puede objetivar en un ahora
<<neutral>> del tiempo de la fantasía. (25-26)
Para el concepto de neutralidad (ideas pg. 222) (pero parece que Stein lo relaciona
como “no posicional”

AL hablar de la fantasía Stein menciona el caso del yo que reconozco dentro de mí


“como si viese mi imagen reflejada en el espejo” Dice Stein que esta relación debe
entenderse desde la empatía…

En cuanto a la empatía: es “un acto que es originario como vivencia presente, pero
no originario según su contenido.” (26)
Grados de actuación: (de la vivencia)
1. Aparición de la vivencia
2. Explicitación plenaria
3. La objetivación comprehensiva de la vivencia explicitada

“En mi vivenciar no originario me siento, en cierto modo, conducido por uno originario
que no es vivenciado por mí y que está ahí, se manifiesta en mi vivenciar no originario.”
(27)
La empatía dice Stein es “un tipo sui géneris de actos experienciales.”
Stein atribuye la misma estructura empática a Dios que en los hombres, sin embargo él no
se equivoca, como los hombres sobre sus propias vivencias. Sin embargo, Dios tampoco
adoptaría lo que podríamos considerar la perspectiva de primera persona de los hombres,
“Pero tampoco para Él llegan a ser propias las vivencias de los hombres ni adoptan el
mismo modo de darse.” (28)
Para alguien como Stein esto no puede constituir una imperfección de Dios, no puede ser
esta imposibilidad de acceder al a experiencia de primera persona una limitación que haga
de la experiencia un a constitución incompleta e imperfecta. Todo lo contrario, parece ser
que en este juego entre lo visible y lo invisible es que la condición de apertura de nuestro
experienciar tiene sentido.
Crítica al darse simbólico de Lipps
En cuanto a la <<participación interior>> se encuentran puntos coincidentes donde nos
encontramos dirigidos a su objeto con el otro.
b. La tendencia al vivenciar completo:
la concepción de Lipps parece establecer una coincidencia entre el yo recordado y el que
recuerda. Esta coincidencia es negada por la propuesta se Stein
“La toma de posesión presente hacia los hechos recordados es completamente
independiente de la toma de posición recordada.” (29)
Para ejemplificar esta distinción Stein menciona el caso de la alegría recordada, pese a
que puedo llegar a tener una alegría originaria por el acontecimiento recordad, la alegría
originaria o el yo recordado han desaparecido, o por mucho, persisten junto a la alegría
originaria y al yo originario. (29)
En cuanto a la vivencia empática paralela: El caso que pone Stein es el de la alegría de un
amigo que ha aprobado un examen, dice Stein, en tanto me “transfiero dentro de ella (la
algría)” tengo ahora una “alegría propia”. 1
Es empatía solo la vivencia no-originaria que manifiesta una originaria, pero no la
originaria ni la <<supuesta>>. / 30
El consentir. (sheler)
El consentir como la consciencia de la experiencia propia de la alegría por la alegría del
otro. Empatía y el consentir no necesitan ser lo mismo en contenido,
El sentido de empatía negativa se refiere a unas tendencias implícitas en el cogito, por
ejemplo, dice Stein el sentimiento de tristeza de la muerte de un ser querido (trasfondo) y
la alegría de frente al hecho de que mi amigo ha aprobado el examen (32)
Empatizar y sentir una: sobre la unidad del yo propio y el ajeno en la empatía. Sobre la
comunión de un sentir compartido donde el carácter monádico del experienciar no se
diluye, donde yo y tú no se funden dice Stein, “Lo que ellos sienten lo tengo ahora
evidente ante mí, cobra cuerpo y vida en mi sentir, desde el <<yo>> y <<tú>> se erige el
<<nosotros>> como un sujeto de grado superior.” (34)
f. Reiterabilidad de la empatía – simpatía reflexiva
Reflexión sobre la reflexión … Empatizar empatías, (aplicable a todas las modalidades de la
presentificación) Ese otro implicado en el proceso puede ser un tercero o YO MISMO. En
caso de que sea yo mismo tenemos simpatía reflexiva, mi vivencia originaria vuelve a mí
como empatizada.
4. El litigio entre parecer de representación y parecer de actualidad.
Stein plantea tres preguntas esenciales
a- ¿son las vivencias empáticas originarias o no? A lo que según lo abordado
anteriormente responde negativamente (no originarias)

1
Lo que podemos ver hasta este momento es que la forma como Stein plantea la empatía es siempre
situada en un yo que finalmente completa el sentido. La cuestión con la empatía, es que se muestra como
limada para abordar formas originarias de intersubjetividad porque es un proceso de analogización el que
debe dar sentido al aparecer del otro. O al contacto con el otro
b- ¿Están las vivencias ajenas dadas objetualmente –como estando frente a mí- a la
manera de una vivencia? Es difícil responderla en cuanto que al existir la
posibilidad de ser guiado por el vivenciar ajeno no es necesariamente una forma
de objetualidad.
c- ¿Están dadas evidentemente o no evidentemente?
La empatía a diferencia de la percepción no tiene un darse inmediato. Pero la
empatía también tiene un objeto presente que no requiere de un representante.
“está anclado en el contexto del ser, sin tener que aproximarse a través de un
representante.” (35)
Este objeto inaccesible al saber requiere de una forma de llegar al vivenciar ajeno,
esta forma de experienciar es la empatía.

La empatía continúa señalando Stein se resiste a dejarse clasificar como


percepción o representación, esto es lo que motiva un estudio de su esencia
propia. (36)

5. Confrontación con las teorías genéticas sobre la aprehensión de la conciencia


ajena.
a. Sobre la relación entre fenomenología y psicología: La pregunta que ha de
guiar estas disciplinas: de qué manera nace en un individuo psicofísico real
el conocimiento de otro individuo semejante. (38)
La fenomenología ha de investigar la empatía según su esencia.
b. Teoría de la imitación: (Lipps) “un gesto visto despierta en mí el impulso de
imitarlo” (39)2
Las objeciones que hace Sheler y que aparecen a pie de página: 1. La
imitación supone un aprehender la experiencia como expresión (lo que ella
quiere o busca explicar). 2. También entendemos fenómenos de expresión
que no podemos imitar. 3. Aprehendemos la inadecuación de una
expresión, lo cual sería imposible si el aprehender solo fuera posible por
una imitación de la expresión. 4. También entendemos vivencias que no
conocemos por propia experiencia anterior. (miedo mortal)
Stein señala que el empatizar (y del consentir y del sentir a una) no es lo
mismo que la transmisión de sentimientos, que se constituyen en el
sumergirse empático en el vivenciar ajeno (40)
c. La teoría de la asociación: La imagen óptica del gesto ajeno reproduce la
imagen óptica del gesto propio, ésta lo cenestésico y esto de nuevo al
sentimiento que al que estuvo antes trabado. (40 - 41)

2
Este planteamiento incluso se muestra afín con la teoría contemporánea de las neuronas espejo.
El hecho de que el sentimiento no sea vivenciado como propio sino como
ajeno se debe: 1. Está ante nosotros como objeto. 2. No está motivado por
vivencias propias precedentes. 3. No encuentra su expresión en un gesto.
(41)
Dice Stein “al empatizar no sacamos ninguna conclusión, sino que tenemos
dada la vivencia como ajena en el carácter de la experiencia.” “la empatía
pone inmediatamente al ser y alcanza su objetivo directamente, sin
representantes. Tampoco la teoría de la asociación da, pues la génesis de la
empatía.” (41)
d. Teoría de la inferencia por analogía: Según esta teoría hay una evidencia
de la percepción interna y una evidencia de la percepción externa y solo
podemos exceder la interna por inferencias… “Según esta teoría, en torno
nuestro no vemos otra cosa que cuerpos físicos sin alma y sin vida.” (43)
6. Confrontación con la teoría de Scheler sobre la aprehensión de la conciencia
ajena
La tesis de SHeler: EL yo ajeno con su vivenciar es percibido igual al propio.
En el origen hay una “corriente indiferenciada del vivenciar”. (45)
Para esto ante la pregunta por qué es la percepción interna Scheler plantea
que no es lo mismo que autopercepción sino que es diferente de la percepción
externa en cuanto a la dirección del acto.
El problema que señala Stein en la indiferenciación es que lo quiera o no
aceptar Scheler el vivenciar está ligado a un yo que no se puede fundir con el
de otro yo.
Sobre la relación entre reflexión y percepción interna.
Los engaños, uno de los mencionados es sobre la relación entre vivencias
actuales y “vivencias de trasfondo”. “Para que la mirada reflexiva se pueda
dirigir a éstas, cada vivencia debe adoptar la forma de cogito específico.” (50)
Así, Stein muestra la relación que ocurre entre las motivaciones de un sujeto
para hacer cierta acción que es en apariencia un gesto noble y desinteresado
pero que en el trasfondo corresponde a motivos más egoístas.
“El hecho de que en general uno esté inclinado a atribuirse mejores motivos de
los que de hecho tiene, y de que no sea en absoluto consciente de muchas
mociones del sentimiento, se basa en que éstas últimas ya son sentidas según
el modo de la inactualidad como sin valor y que por eso no se les deja llegar a
ser en absoluto actuales; pero con ello no dejan de existir y de actuar. En ese
contraste de actualidad e inactualidad se basa también el que acontecimientos
pasados y futuros puedan ser sentidos como apreciados o sin valor cuando
ellos ya no están “presentes” o todavía no están. (50 - 51)
Sobre la relación entre percepción interna y empatía: “así como en las
vivencias propias percibidas se manifiesta el yo propio, así en las empatizadas
se manifiesta el individuo ajeno.”
Diferencias:
“en un caso la presentación de las vivencias constituyentes es originaria, en
otro caso no-originaria.”

III La constitución del individuo Psicofísico.

1. El yo puro

Aquí aparece el concepto de “mismidad” que está vivenciada y es fundamento de todo lo que es
mío. (56)

La otredad en su nivel fundamental no se muestra en términos de cualidades sino en el modo de


darse: “esta alteridad se manifiesta en el modo de darse; él se muestra como otro respecto a mí
en tanto que me está dado de otra manera que <<yo>>.

2. La corriente de la conciencia

Se refiere al flujo de vivencias que constituyen el transcurso de la existencia. Diferentes vivencias


pueden ser presentificadas por el yo actual, vivencias que corresponden a un yo pasado pero que
pueden ponerse a la vista por el yo actual que las recuerda. “Las corrientes de la conciencia, pues,
están cualitativamente diferenciadas en virtud de su contenido vivencial.” (57)

Buscando esa unidad de la individualidad del yo Stein es conducida a lo que ella denomina una
“unidad psicofísica”

3. Alma

Es para Stein (abstrayendo lo corporal) algo que subyace a nuestras vivencias y que manifiesta en
ellas sus propiedades constantes como su idéntico “portador”. (58)

4. El yo y el cuerpo vivo

Stein muestra que esa separación es artificial, no se puede considerar alma sin cuerpo: “el alma
siempre es necesariamente alma en cuerpo vivo”

El cuerpo siempre está “aquí”, mientras que todos los demás objetos están siempre “allí” (60)

La sensación no adopta la forma de cogito (dolor, el frío…) donde el yo se dirige a un objeto. “ella
está siempre en un “donde”, está localizada espacialmente, apartada del yo, quizás muy próxima a
él, pero nunca en él.” (60) … esos “donde” se fusionan en una unidad, la unidad del cuerpo vivo,
son lugares mismos del cuerpo vivo.

EL yo no guarda ninguna distancia con el punto cero.


“Este punto cero no es localizable con exactitud geométrica en un lugar de mi cuerpo físico,
además no es el mismo para todos los datos, sino que para los datos visuales está situado en la
cabeza, en el cuerpo vivo central para los táctiles.” (60-61)

Stein plantea como un espacio diferente al del cuerpo vivo, no es como el espacio en el que están
relacionados los demás objetos.

“El <<espacio corporal>> y el <<espacio externo>> son completamente distintos el uno del otro…
Pero en tanto que mi cuerpo vivo se constituye de doble manera – como cuerpo vivo sintiente
(percibido corporalmente) y como cuerpo físico del mundo externo percibido externamente—y en
esta doble presentación es vivenciado como el mismo, conserva un lugar en el espacio externo,
llena una parte de ese espacio.” (61)

Stein se resiste a la fragmentación de la sensación, defiende al igual que Marleau Ponty la idea de
una unidad corporal, pese a que nos habla de un sentido externo y uno interno de la corporalidad.
Esta unidad se evidencia en la naturaleza de la sensación: “No solo vemos la mesa y palpamos su
dureza, sino que también <<vemos>> su dureza. Los vestidos en los cuadros de Van Dyck no sólo
tienen el brillo de la seda, sino también de la seda tersa y de la seda suave.” (62)

EN las explicaciones del movimiento en la constitución del cuerpo vivo Steni parece mencionar la
posibilidad de un movimiento desde la imaginación, y en este dominio dice algo que parece
problemático “queda la posibilidad de un yo sin cuerpo vivo”. (65)

Hay unas relaciones causales fenomenales que parece señalar Stein como las que producen las
cualidades de los objetos externos sobre el cuerpo (la sensación de calor)

b. El cuerpo vivo y los sentimientos

Los sentimientos sensibles no solo están allí, sino a la vez también en mí, emanan de mi yo. (66)

Cuando siento el dolor por un cuchillo que ha cortado mi dedo, no es correcto decir que el dolor
ha sido causado por el cuchillo, sino que ciertamente el dolor también ha emanado de mí.

“Los sentimientos comunes son siempre vivenciados como proviniendo del cuerpo vivo, como un
influjo promovedor o paralizador que ejerce el estado del cuerpo vivo sobre la afluencia del
vivenciar.” (67)

Hay unos “sentimientos comunes” (ejem: alegría y melancolía) de naturaleza no corporal son los
estados de ánimo, tienen un género propio.

C. Alma y cuerpo vivo, causalidad psicofísica.

Stein introduce un nuevo tipo de sentimientos “los sentimientos espirituales” / 68 parece


concebirlos como no ligados o independientes de lo corporal, sin embargo, a la hora de explicar la
unidad de la experiencia la forma de abordar esa relación causal entre los físico y lo espiritual no
logra una solución satisfactoria.

D. El fenómeno de la expresión
“ahora no advierto un provenir causal de las vivencias físicas desde las psíquicas, ni mucho menos
una mera simultaneidad de ambas, sino que siento, en tanto que experimento sentimiento, cómo
él termina en una expresión o lo libera desde sí.” (69)

“según su esencia pura el sentimiento no es algo cerrado en sí, está en cierto modo cargado con
una energía que debe llegar a descargar. Esta descarga es posible de diversas maneras.” 69

Los tipos de descargas:

1. Motivan actos de voluntad y acciones


Pese a que el contexto actual de “hombres civilizados” lleva a reprimir ciertas acciones
queda la opción de “desahogarse” con el DESEO.

“la creación de otro mundo en el que puedo hacer lo que aquí me está negado representa ya una
forma de expresión.”

Otra posibilidad de expresión la del “hombre controlado” “la vivencia <<termina>> en este acto de
la reflexión como un acto de voluntad o expresión corporal.” /71

El modo de la expresión no dice nada sobe la intensidad del sentimiento expresado.

La conexión entre sentimiento y expresión no es causal.

Según Stein el problema de disimular un sentimiento no es confundible con el sentimiento


auténtico. “la modificación corporal que se parece a una expresión no se da como ella misma. El
fruncir el ceño por enfado y el fruncir ceño para simular enfado son claramente diferenciables en
sí, incluso cuando paso de la percepción corporal a la percepción externa. En tanto que los
fenómenos de expresión aparecen como afluencia de los sentimientos son, a la vez, expresión de
las propiedades anímicas que en ellos se manifiestan: la mirada rabiosa, por ejemplo, delata un
temperamento fuerte.” (72)

Voluntad y cuerpo vivido

“como el sentimiento, tampoco la voluntad está cerrada en sí, sino que requiere una repercusión.”
(73)

“Todo acto creativo en sentido propio es acción de la voluntad. Es común a ambo, el querer y el
tender, la capacidad de valerse de la causalidad psicofísica; sin embargo, sólo del yo volente se
puede decir que es señor del cuerpo vivo.” (74)

5. Transición al individuo ajeno

Yo individual

“Un objeto unitario en el que la unidad de conciencia de un yo y un cuerpo físico se ayuntan


inseparablemente, por lo que cada uno de ellos adquiere un nuevo carácter; el cuerpo aparece
como cuerpo vivo; la conciencia, como alma del individuo unitario. La unidad se atestigua en ue
ciertos procesos se dan como pertenecientes al alma y al cuerpo vivo a la vez (Sensaciones,
sentimientos comunes); además, en el enlace causal de procesos físicos y psíquicos y de la relación
causal mediada por ellos entre el alma y el mundo externo real.” (75)

El cuerpo vivo se distingue frente al cuerpo físico por ser portado de campos de sensación, se
encuentra o constituye el punto cero de orientación del mundo espacial, es campo de expresión
de las vivencias del yo e instrumento de su voluntad…

a. Los campos de sensación del cuerpo vivo ajeno:

Stein introduce un concepto de Cooriginariedad refiriéndose a la parte no visible pero presente en


la percepción

“Las sensaciones empatizadas, en contraste con las propias, se destacan permanentemente como
ajenas.” (76)

b. Condiciones de posibilidad de la empatía de sensación

Stein trata de abordar la cuestión de la analogía, señalando que el cuerpo propio genera unas
posibilidades empáticas, sin embargo parece restringir la empatía a las formas humanas,
impidiendo dar cuenta de la empatía hacia seres con formas distintas, como los perros.

“Mi cuerpo físico y sus miembros no están precisamente dados como tipo fijo, sino como
realización fortuita de un tipo variable dentro de límites fijos. Este tipo, por otra parte, ha de
permanecer conservado. Sólo con cuerpos físicos de este tipo puedo empatizar, sólo a ellos puedo
considerar como cuerpos vivos.” (77)

Sin embargo, luego parece flexibilizar los límites de lo que puede considerarse como un objeto de
empatía. “El tipos <<cuerpo humano>> no delimita el dominio de mis objetos de empatía, dicho
con más exactitud, de lo que me puede estar dado como cuerpo vivo, pero delimita bien un
dominio dentro del cual es posible un grado completamente determinado de cumplimiento
empatizante. (77)

Ella dice que por ejemplo respecto a una pata de un perro no es un simple objeto sino un miembro
de un cuerpo vivo. Sin embargo, mientras más nos alejamos del Typos hombre disminuyen las
posibilidades de cumplimiento empatizante. (77)3

En esta relación podemos hablar de un “analogizar” pero en un sentido muy diferente a la


inferencia por analogía.

c. El resultado de la empatía de sensación

La empatía como aprehensipon de las vivencias ajenas.

Stein critica la idea de Lipps de que inferimos por ejercicio reflexivo las sensaciones a partir de una
expresión en las personas (en el libro es el caso del frío) Según Stein la comprensión de estas
sensaciones tienen que ver con un encuentro no inferencial, no mediado.

3
Esta idea no es ajena al planteamiento de Rizzolati sobre las neuronas espejo, donde las posibilidades de
comprender el movimiento reflejado vienen dada por las posibilidades que ostenta la corporalidad.
“Quien no vea en la “carne de gallina” de otro o en su nariz azulada que tiene frío, sino que
primero tiene que poner en marcha la reflexión de que el malestar que él siente bien puede ser
una “tiritera”, ese tal debe sufrir de notables anomalías de comprensión”. (79)

“Estaría, pues, mal planteado nuestro conocimiento de las sensaciones ajenas si solo pudiéramos
llegar a ellas por el rodeo sobre los estados de sentimientos constituidos sobre ellas. (79)

d. El cuerpo vivo ajeno como centro de orientación espacial

En la medida en que comprendo el cuerpo del otro como cuerpo vivo sensible “me transfiero a él
empatizando, obtengo una nueva imagen del mundo espacial y un nuevo punto cero de
orientación.” (80) Obtengo los puntos de los otros no originariamente.

e. La imagen ajena del mundo como modificación de la propia

Esa imagen varía según se conciba la condición del cuerpo vivo, Stein menciona el caso del ciego
como una visión diferente a la mía, pero creo que aplicaría para las mínimas condiciones de
diferencia que existen entre nosotros. La empatía es esencial para la experiencia del mundo
externo real (la posibilidad del enriquecimiento de la propia imagen del mundo a través de la de
los otros).

f. La empatía como condición de la psibilidad de la constitución del individuo propio

A partir del punto cero de la orientación obtenido en la empatía tengo que considerar mi propio
punto cero como un punto del espacio entre muchos, no ya como punto cero. 81

Como ejemplifica Stein la posibilidad de verme a mí mismo en una experiencia del pasado, en el
ejercicio de la fantasía, implica verme como un otro, como otro me ve. Esto me lo posibilita la
empatía (81)

g. La constitución del mundo externo real en experiencia intersubjetiva.

El mundo percibido y el mundo dado según la empatía son el mismo visto diversamente. (82)}

“la apariencia del mundo se muestra como dependiente de la conciencia individual, pero el mundo
que aparece—que permanece el mismo como quiera y a quien quiera se le aparece—se muestra
como independiente de la conciencia”. (82)4

Lo que me permite superar la apariencia de la individualidad, señala Stein es la empatía

“tan pronto como traspaso aquellos límites (de la individualidad) con ayuda de la empatía, y llego
a una segunda y tercera apariencia del mismo mundo con independencia de mi percepción, queda
acreditada aquella posibilidad. Así, deviene la empatía como fundamento de la experiencia
intersubjetiva, condición de posibilidad de un conocimiento externo existente, tal como es
expuesto por Husserl y de modo parecido por Royce.” (83) (Ideas 279 y 317)

Stein menciona las falencias de los planteamientos de Munsterberg el hecho de individualizar el


cuerpo, las sensaciones y representaciones, y el mundo externo. Al dejar por fuera la empatía deja
sin puente para articular estos elementos.
4
Esta cita parece mostrarse como algo problemática en cuanto que nos devuelve a un dualismo que
pareciéramos que estábamos superando.
h. El cuerpo vivo ajeno como portador de libre movimiento

La comprensión del otro implica unas posibilidades motrices, el movimiento es esencial para la
empatía “con la supresión del movimiento propio estarían tan limitadas las variedades de
percepción que la constitución de un mundo espacial (incluso del individual) estaría puesta en
cuestión. Además se suprimiría la posibilidad de una transferencia al cuerpo vivo ajeno y con ello
la de la realización de una empatía y la obtención de su orientación. A la estructura del individuo
pertenece pues, inamisiblemente, el libre movimiento.” (86)

i. Los fenómenos vitales

El vivir y el morir. Estos fenómenos vitales parecen extender las posibilidades de la empatía a
las plantas, ya que en su existencia están implicadas estas manifestaciones.

Lo psíquico actual es deviniente, es un vivenciar (contra el sentido acabado de lo psíquico de


Sheler)…. No hay un vivenciar individual no psíquico. (89)

/analogía: aprehensión de la pertenencia al mismo tipo.

j. Sobre la causalidad
“no desarrollamos la sucesión causal como a partir de los datos obtenidos, sino que
también es vivenciada empatizando.” (90)
k. EL cuerpo vivo ajeno como portador de fenómenos de expresión
Crítica a la idea de las manifestaciones vitales como signos (Lipps)
Signo: algo percibido me dice que otra cosa existe.
Símbolo: que en algo percibido hay algo distinto (de carácter anímino) es coaprehendido
(cf., 95) El ejemplo que pone es el del semblante triste y la tristeza; ambos constituyen una
unidad natural.

Las consideraciones sobre el lenguaje en Stein son muy complicadas pero lo que alcanzo a
entender es el intento de poner en las palabras un carácter de análogo al del Cuerpo vivo; “la
palabra siempre está llevada por una conciencia; vive <<por gracia>> de un espíritu cuyo portador
puede ser un sujeto individual, pero también una sociedad de sujetos tal vez cambiantes que están
vinculados en una unidad por una continuidad de vivencia.” (99)

Las palabras a diferencia del signo están mediadas por un significado, ellas no designan sino que
expresan y lo expresado ya no es lo que antes había.

“la expresión desligada de la conexión con lo expresado ya no es el mismo objeto (a diferencia del
cuerpo físico de la señal), ya que la expresión procede de la vivencia y se ajusta al material
expresado (100)

En el caso del comprender, este vivenciar no es originario sino empatizado (100) Pero hay que
distinguir entre expresión corporal y verbal.
“la comprensión de la expresión corporal se constituye sobre la aprehensión del cuerpo vivo
ajeno, que ya está comprendido como cuerpo vivo de un yo. Yo me transfiero dentro del cuerpo
vivo ajeno, realizo la vivencia que con el semblante correspondiente me estaba dada ya como
vacía y vivencio cómo ella termina en aquella expresión. Con la palabra es posible, como vimos, un
prescindir del individuo hablante. Yo mismo tengo una aprehensión originaria del significado, de
ese objeto ideal, en la transición comprensiva de la palabra al significado, y mientras permanezco
en esta esfera no tengo necesidad del individuo ajeno y no necesito coejecutar sus vivencias
empatizando. (101)

Stein establece una diferencia importante entre la sensación y la expresión en los asuntos de la
empatía. “una expresión la entiendo, mientras que una sensación solo puedo traérmela a dato.
Así, mediante el fenómeno de la expresión, soy introducido en los entramados de sentido de lo
psíquico y con ello adquiero, a la vez, un medio importante para la corrección de los actos de
empatía.” (103)

l. La corrección de los actos de empatía

La penetración de los entramados del sentido me permite comprender correctamente expresiones


<<equívocas>>

Dependiendo de las condiciones del contexto empatizo de diferente forma (de acuerdo a
motivaciones o por relación causal). El ejemplo de Stein es el ruborizarse, si es por vergüenza, por
rabia o por un esfuerzo. (esto se extiende incluso al caso de los animales)

m. La constitución del individuo anímico y su relevancia para la corrección de la empatía


n. Los engaños en la empatía

“cuando, al empatizar, ponemos como base nuestra condición individual en vez de nuestro typus,
entonces llegamos a falsos resultados.” (105)

“Para evitar tales errores y engaños se requiere una conducción permanente de la empatía por la
percepción externa, la constitución del individuo ajeno está enteramente fundada en la
constitución del cuerpo físico.” (106)

El darse del cuerpo físico es una condición del darse del yo psicofísico.

Esta posibilidad de percibir cuerpos vivos (de empatizar) sería imposible para un Yo puro. (cf. 106)

Pese a que Stein plantea que la empatía es importante en cuanto me permite considerar la
“Imagen que el otro tiene de mí” esta posibilidad que se menciona anteriormente de la
relativización de la propia perspectiva como un enriquecimiento en el conocimiento propio.

Sin embargo, la empatía no tiene en la posición de Stein un carácter constitutivo:

“la posibilidad de la percepción interna existe también independientemente de ella (de la


empatía) y así la empatía no aparece en este contexto como un constituens, sino solo como un
importante medio auxiliar para la aprehensión del individuo propio (a diferencia de la
comprensión del cuerpo vivo propio como de un cuerpo físico como otros, que nos sería posible
sin empatía).”(107)

“Es posible que otro me juzgue mejor que yo mismo y me proporcione mayor claridad sobre mí
mismo… Así trabajan mano a mano empatía y percepción interna para darme yo a mí mismo.”
(107)

VI. La empatía como comprensión de personas individuales

La importancia de la noción de espíritu se hace evidente en ciertas afirmaciones de Stein: “un


sujeto espiritual aprehende empáticamente a otro y se trae a dato su obrar.” (111)

Los actos espirituales están dentro de un entramado de sentido

“el sujeto espiritual está sometido por esencia a leyes racionales y que sus vivencias están en
entramados comprensibles.” 115

Sentir y sensación (disposiciones del yo)

“toda vivencia actual tiene en sí algo de esta <<iluminación de conjunto>>, está sumergida en
ella.” (118)

“todo avance en el reino de los valores es al mismo tiempo un acto de conquista en el reino de la
propia personalidad.” (119)

Para relaciona con los “yo puedo” de Husserl… Stein liga esto a la voluntad “en todo <<yo quiero>>
libre e indubitable reside un <<yo puedo>>; con un yo puedo solo se lleva bien un tímido “ya
querría yo”; “yo quiero pero no puedo” es un nonsense--, todo querer interviene de doble
manera en la estructura personal y descubre sus personalidades. (125)

4. el darse de la persona ajena

La persona ajena se constituye en los actos de empatía. (126) Donde están implicados sentimiento
y volición “una mirada o una sonrisa, mue pueden brindar una mirada al núcleo de la persona.”
(127)

El desarrollo de la personalidad tiene que ver con mantener unos valores frente al influjo de los
otros “Quien no siente él mismo los valores, sino que adquiere todos los sentimientos sólo por
contagio de otros, no “se” puede vivenciar ni llegar a una personalidad, sino a lo sumo a una
imagen fraudulenta de la misma.” (129)

“entender una acción quiere decir no solo darle cumplimiento empático como vivencia singular,
sino vivenciarla plenamente como procedente de la estructura total de la persona.” 129

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