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¡]Pobres exorcistas!

ACE algo más de un


H año, durante el ve-
rano de J 974, cierta amiga
que vive en Bilbao, me
mandó una novela recien-
temente traducida y que
hacía furor en la juventud
de aquella ciudad, a l pare-
cer. Quería que le diera mi
opinión sobre el contenido
de la misma, considerán-
dome experto en la materia
que trataba: exorcismos,
posesiones, etc., etc., etc.
Después, he visto que el
texto novelesco en cues-
t ión, convertido en film,
alcanzaba un éxito igual-
mente grande. Y al comen-
zar el triste mes de octubre
de 1975, en la soledad del
pueblo, he recibido una in-
vitación telefónica para es-
cribir, en esta revista, algo
sobre exorcistas y exor-
cismos, invi tación condi-
cionada, a lo q u e creo, por
la popul aridad de l tema.
Una servidumbre más del
saber que le atribuyen a
uno. Saber poco firme .
Antes de empezar, pienso.
Si creyera en la eficacia del
oficio de exorcista, aunque
fuera de modo ligero, ten-
dría gran oportunidad
para recomendar que se
emp leara de continuo a los
que lo tienen, con objeto de
sanar y rescatar a los en-
demoniados más comunes
en la sociedad moderna,
q u e no son los pobres hom-
bres o mujeres que todavía
van au llando y profiriendo
b lasfemias a a lgún apar-
ta d o santuario. Me refiero
a los posesos por demonios
políticos, sean éstos del co-
58
Julio Caro Baroja

En muttlpl•• '¡llemll renglO'OI ••


admite '1 lde. de que •• ',.en mentada, hace más de cien
•• plt1hol' maligno. ClplCI' d.
Introduci .... en l' cuerpo d. 1'1
años, y tomando como mo-
persones, •• 1 como hombr•• delos a los anarquistas ru-
preparadOI PIIr••• pul •• rtol. He IIqul
do. ejlmplol leplradOI por l'
sos.
tiempo; (izquierda) .llr6nlco cuadro
de GOYI _El hechizado por luerz•• 'J
Pero claro es que hay otros
el film d. friedkln .EI •• orel.' . ... endemoniados políticos,
mucho más peligrosos,
hoy.
¡Posesión, posesión demo-
lar que sean: demonios níaca! ¡Cuántas formas
azules, negros, rojos, dog- puedes tener que no sean
máticos, vociferantes y las populares en que .el
sanguinarios. contra los Diablo aparece como un
cuales no hay un «Flage- animalejo colorado con
Hum» como el que en el si- cuernos, rabo y pezuñas,
glo XVI compuso Fray Je- humillado por a lgún santo
rónimo Menga o Girolamo varón! El hombre poseído
Menghi y que fue puesto, al del Mal es conocido en to-
fin, en el «Indice». Acaso das las civilizaciones. Pero
por ineficaz, pienso yo aho- lo que el hombre moderno
ra. De estos demonios y to- ignora, o finge ignorar, es
davía más de los endemo- que el más temible poseso
niados o poseídos por ellos, de hoy puede ser un sabio
ya habló bastante Dos- técnico, antropólogo, so-
toievski, con su genial ciólogo o economista, por
perspicacia para observar ejemplo; más todavía aún
el mundo de la gente ator- periodista, jefe político, lí-
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der de partido, de multitu- Casos arriba, casos abajo. que nos habla Vd.? ¿Cómo
des o países. Dejemos este Bien: pero tanto teólogos es, psíquica y culturalmen-
tema grave para tratar de como psicólogos, como an- te, el poseso? ¿ Qué caracte-
viejas formas de exorcizar tropólogos, admiten que la res tiene el exorciSTa?
demonios más inofensivos idea de que espíritus ma- Al comienzo de su novela,
que los que han dominado lignos o inmundos de va- Dostoievski pone el cono-
a grandes «figuras» en rias clases pueden meterse cido texto del Evangelio de
1914, 1917, 1936, 1939, en el cuerpo de las perso- San Lucas (VIII, 27-35), en
197 ... nas o en otros sitios, provo- que Cristo hace que unoS
¿Cómo empezar? ¿Por cando zozobras sin cuento, demonios entren en los
arriba o por abajo? ¿Por es una idea que existe en cerdos de una piara, de-
fuera o por den tro?
Empezar por arriba signi-
fica tra tar de los casos de
eXQl"cismo en que aparecen
actuando las personalida-
des mayores de la Historia
en la vida religiosa. Empe-
zar por abajo es tanto como
tratar de exorcistas popu-
lares y hasta mal conside-
rados: viejas parleras y
charlatanes de aldea. Ha-
cerlo por fuera es ocuparse
del exorcismo en religiones
varias de pueblos antiguos
o primitivos y hacerlo por
den.tro es estudiar el asunto
en el seno de la religión El DIablo ha .ldo
repre •• nl.do en
cristiana. De una forma u mlle. de form ••
otra el tema es inmenso y dl.tlnta',lr.t.ndo
.¡empre de acumular
vario. Porque claro es que en " todo tipo da
lo que para el teólogo mon.truo.ldadea.
Contemplemo. la
puede tener, y de hecho ",1.lón antropomórfica
qua propu.o
tiene, significaciones muy Lo ... nzanl an .u
varias, para el psicólogo, el . C.Wvo goMrno ~.
psiquiatra o el antropólogo
puede quedar compren- multi tud de sistemas reli- jando en paz al hombre al
dido en un mismo grupo de giosos, de ayer y de hoy. que atormentaban: al po-
fenómenos, psíquicos o so- También admiten que seso. Como es sabido, hay
ciales. El historiador, existen personas que, por otros textos evangélicos
como siempre, se halla en medios más o menos técni- que cuentan casos simila-
la encrucijada y se encuen- cos y especiales, procuran res. Así en el Evangelio de
tra --como siempre tam- hacer que aquellos espíri- San Marcos (1, 23-27), etc.
bién- con que su regla de tus sean desalojados del y la potestad para expulsar
uso Constante es una regla cuerpo o recinto en que se a los espíritus inmundos la
que le hace dudar de todo. han metido. dio Jesús a sus doce apósto-
¿Es lo mismo un exorcismo El asunto, pues, se desen- les (Mateo, X, 1). Es, pues,
en la Galilea de Cristo que vuelve entre tres persona- de tales pasajes de donde
en la Inglaterra del siglo jes: 1.°) El ser maligno, 2 .°) arranca la doctrina de la
XX? ¿Hay relación entre El poseído, 3.°) El exorcis- Iglesia acerca del valor del
un «katharma» helénico y ta. exorcismo. Y esto, como
una oración de las que con- Pero no es cosa fácil seguir decía, es empezar a tratar
tiene el ya citado «Flage- adelante y por esta vía de del asun to desde arriba y
Hum daemonum» de Men- tranquila objetividad. desde dentro.
ga? ¿ Qué ser maligno es el de Para empezar por abajo y
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desde fuera podría echar mOLlvo a encendidos ata- mente endemoniadas,
mano de mucha clase de ques de Demóstenes, su ri- cuando, en realidad, eran
ejemplos: mas dejando val. enfermas. Hay que recono-
ahora a un lado las religio- La profesión es conocida cer que los ataques han
nes primitivas y los com- por otros testimonios, in- sido más conocidos que las
plejos sistemas teológicos cluso latinos (Ovidio, etc.). defensas y que el tema
de pueblos lejanos, utili- Parece que existían en la puede ser de los que sirven
zaré casos del mundo Antigüedad formularios de para sentirse culto, libre de
greco-latino, para mí más expiación enderezados a prejuicios, etc., hablando
familiares. este fin y que algún poeta de fenómenos psicológicos,
A dos hombres famosos de célebre y mítico como parapsicológicos, etc., e in-
Une vel que el
Dleblo he lomedo
eonlaelo eon un .er
humeno, les
po,lbllldadee de
liberación de éste
.on remolas. Al
meno•• egún una
Ingenua creencia
tredicional, que
quede ,..llejade en
eeles dos obre.: el
Ira.co de Lueas
Slgroorelll que se
conserva en le
cepilla da Sen Brillo
de la Catedral de
Orvleto (Ilqularde), y
el grabedo de Leon
ROlé .. L'lnvocetlon
eu dleble~.

la Grecia antigua se les re- Epiménides, compuso uno. traduciendo, furti vamente
prochó por enemigos apa- ¿Pero qué espíritus expul- acaso, lo que echamos por
sionados que sus respecti- saban de las casas estas la puerta de delante a tra-
vas madres habían sido dos pobres mujeres? ¿Cómo los vés de un ventanillo trase-
humildísimas y popularí- expulsaban? Usando depa- ro.
simas mujeres, las cuales labras y considerándolos Casos de credulidad pere-
andaban por las casas, asa- muy materiales, sin duda. grina hay muchos, e in-
lariadas al parecer, sa- He aquÍ dos rasgos que hay cluso cómicos. Voy a con-
cando de ellas espíritus, que tener en cuenta siem- tar uno sacado de la obra
más o menos malignos. La pre. del arcediano de Cuéllar,
madre de Epicuro, Querás- Volvamos la página. don Juan de Horozco y Co~
trata, es una. Y aun dicen Desde el Renacimiento o la varrubias, titulada «Tra~
los malévolos acusadores Reforma, se ha solido re- tado de la verdadera y falsa
que el filósofo, de niño, le prochar a la Iglesia cató- profecía» (Segovia, 1588).
ayudó en este menester, lica un exceso de creduli- Se pusieron de moda, al
considerado como poco dad en cuanto a la eficacia parecer, en el tiempo en
honorable. de ciertos exorcismos y a la que ocurrió el hecho que se
La madre del orador Es- fe en que muchas personas cuenta en ella, unas redon-
quines es la otra: ello dio exorcizadas estaban real- dillas amorosas, de Balta-
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sar del Alcázar, que empie-
zan aSÍ:
«Esclavo soy; pero cúyo,
Eso no lo diré yo;
Que cuyo soy me mandó
q ue no diga que soy suyo».
¡Qué hermosura! Pense-
mos en un jovencito que
tiene a la novia en su ca-
beza constantemente. Pero
he aquí que sacando cierto
sacerdote los espíritus a
una villana, endemoniada,
en el convento segoviano
de Santa Clara, tuvo la cu-
riosidad de preguntarle al
Demonio qué sabía; y éste
respondió que era músico.
El sacerdote, excitado en
su curiosidad peligrosa,
hizo traer una vihuela. La
endemoniada movía los
dedos sobre sus cuerdas
como el vihuelista más há-
bil. A cantar tocan. Balta-
sar del Alcázar estaba de
moda. Había que cantar su
canción. Pero el Demonio,
por voluntad propia o por-
que Dios no quiso que can-
tara las amorosas redondi-
llas, trocó la letra y, edifi-
cantemente, garganteó:
Eldtos y Irac ••o. da S.I.n~1S en .UI
«Esclavo soy pero cúyo iban a Jaca con motivo de Int.nlo. por apodarar.a d. alm ••
las fiestas de Santa Orosia: humanas: "P.clo con al Diablo_ (.obr.
eso no lo diré yo, •• ta. Ilnaa.), cuadro d. I.ronlmu.
que cuyo soy me envió mujeres sobre todo, con un Bo.ch, .n .1 que aparec. Hermóg.n ••
.1 Mago ord.n.ndo a lo. damonlo.
al Infierno donde estoy desenfreno verbal terrible, apod.r.tI. d. Santiago a' Mayor. qua
porque dixe no era suyo». con un prurito repetido de •• hall. prOlegldo por .u Ange' de 'a
Guarda; "La. bruja. d. Sal.m..
decir blasfemias y obsce-
Los versos resullan mucho nidades, y que, a la vez, pe- m'.
(derecha), rapr ••• ntaclón gráfica d. uno
d. lo. famolO. __ Inlu.to_
proc••o. por bruj.rla que .n .1 mundo
peores que los originales. dían a la Santa por qué han .Ido (.... mo ••• actamenla .1 juicio
contra .¡Inculpado Georgtl Jacob.).
No sabemos qué pasó des- parte del cuerpo querían
pués. He aquí a un exor- que les saliesen los demo-
cista metido en menesteres nios, entre la curiosidad, la
indiscretos. Pero éste es, indiferencia y aun la risa
también, otro extremo. de los asistentes.
Dentro de lo popular, en Hace ya sesenta años, el 7
nuestro siglo, hemos po- de agosto de 1915, se pu-
dido ver trágicos casos de blicó en «La Esfera)), de
posesión que han dado lu- Madrid, un texto de Enri-
gar a controversia y a di- que González Fiol (perio-
versas medidas de carácter dista que ta.mbién firmaba
eclesiástico. He aquí el de con el seudónimo de «El
los «espirituados» que Bachiller Corchuelo . ) en
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que recogía la OplnlOn de nios ha tentado a algunos suma es la más problemá-
don Anlolín López Peláez, sabios y según Jean de tica: -Sume Vd. -le di-
ex obispo de Jaca y arzo- Wier, un médico del siglo cen-: «Satán» + «El dia-
bispo de Tarragona en el XVI, se dividen en seis mil blo cojuelo» + «Melusine»
momento, para el cual los seiscientas sesenta y seis + «Lilith» + «El demonio
«espi ri tuados» eran «más legiones, compuesta cada meridiano». TOTAL,
bien» histéricos y epilépti- una de seis mil seiscientos CINCO DEMONIOS -dirá
cos que otra cosa y que re- sesenta y seis ángeles ne- confiado alguien-o El his-
cordaba cómo a la de los gros. O sea, unos cuarenta toriador no está seguro, sin
Corporales de Daroca y a la y cinco millones con se- embargo. No confía en los
procesión del Cristo de Ca- tenta y dos príncipes, du- números de Jean de Wier ni
latorao iban también gen- ques, marqueses y condes. en otros. Porque piensa que
tes parecidas. En cuanto Hay otl"as clasificaciones y la concepción del mundo
aparece la histeria desapa- cómputos no menos respe- del hombre que cree y ha
rece la Historia. Todo es tables, aunque al historia- creído en Satán, no es la
igual a todo. Casos clínicos. dor le dicen poco. Los misma que la del que cree
El poseso o poseído, se- «daemones» antiguos, los en «El diablo cojuelo» y
gundo personaje del dra- espíritus malignos en que que los seres malignos de la
ma, resulta un personaje creían los hebreos, los leyenda medieval obede-
de hospital. Pare usted de griegos y romanos, los de cen a otros. No puede,
contar. Sencilla y pobre so- otros orígenes medievales, pues, sumar cosas que le
lución. célticos, eslavos, germáni- parecen heteróclitas. Pero
¿Pero qué hacemos ahora cos, se ajustan mal a estas aliado del historiador está,
con el ser maligno y con el cuentas homogéneas. sis- también, algún filósofo de
exorcista? Vamos, a pesar temáticas y más o menos la Religión (y creyente por
de todo, a estudiarlos obje- apocalípticas. más señas), que viene a de-
tivamente, como dicen los El historiador es el profe- cir por lo bajo que, dentro
profesores. La tarea de sional para el que la opera- del Cristianismo, la Sata-
contar y clasificar demo- ción sencillísima de la nología es la disciplina

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más problemáti ca que cahuete o celestina del Es- logos más o menos burles-
ex iste y que la intuición de píritu. cos y complicados: cua l e l
que un espíritu del Mal -Pero, oiga Vd., el exor- que tu vo el cura de Sego-
inspira muchas acciones cismo existe . San Isidoro vía. Casos, como e l que
e n la vida de los hombres nos dice que es un «se rmo cuenta Cesáreo de H ester-
no ha llegado a dar forma imp recationis contra im- bach, de Guillermo, abad
ace pta bl e a tal Satanolo- mundum spiritum in ener- de Santa Agueda, en la di ó-
gía. En s uma , que no es tan gumenis s ive catechume- cesis de Lieja , y otros simi-
fácil encont rar a l Diablo nis factum», de una pro- lares, so n como para exci-
con las formas que le die- bada eficacia. Todos los tar la imaginación de El
ron los artistas románicos, padres de la Iglesia hablan Basca. Puede sospecharse
gó ti cos u otros, au nqu e la de su uso como de algo fa- también que la «técn ica»
idea d e que ex iste la «dia- miliar y las fórmu las de de exo rcizar se ha recar-
bale» o división, desunión, exorcizar son conocidas, gado de elementos mate-
ca lumnia y aversió n que da incluso a través de enemi- riales y de fórmulas retóri-
lugar a la creencia e n él , la gos del Cristianismo como cas imprecator ia s, que
noción de que el Mal tiene Celso, que se ¡-enrió a e ll as desde an ti guo huelen a re-
s u dominio aq uí, entre no- cual si fue¡-a n lis tas de siduo pagano y a pensa-
sotros, la tenemos p¡-esente nombres de demonios , es- mientoelementalísimo a la
e n la conciencia, incluso critas en li bros bárbaros. par. POI- otra parte, cabe
personas un poquito flojas Se documentan también , afirmar que cad a vez que
de creenci as. Ya cantaba representaciones antiguas en la Edad Moderna se ha n
Maquiavelo: del acto de eXOI-cizar. .. llevado a cabo grandes y
«Gia fummo, or non siam -Evidentemente. sonados exorcismos, ha
pi':' spiriti beati, -El grado de exorcista habido en torno a e llos
Per la superbia nostra está reconocido como uno g¡-andes y sonados escán-
Dall'alto e sommo ciel tutti inferior dentro del clero, dalos. Voy a desarrollar es-
scacciati;
también mu y antigua- tas dos cuestiones, para
E 'en questa citta vostra mente y se saben sus fun- terminar:
Abbianl preso 11 governo c iones cot idi anas en la El libro de Fray Jerónimo
Perche qui si dimoslra as istencia de endemonia- Mengo (Girolamo Menghi)
Confusione e duol pi':' ch'in dos, demoníacos, o ener- «Flagellum daemonum»,
inferno». gúmenos, que se parecían a además de contener «exor-
los «es pirituados » de Jaca, c ismos terribles, poten tí-
Sí . Más aquí que en e l In- e tc. simas y eficaces», para ex-
fierno. ¡Dichoso el que crea -Sí. Pero la descr ipción fí- pulsar del cue rpo de los ob-
que puede exp ulsar a los sica que hace San Juan Cri- sesos a los espíritus malig-
demonios, sob re todo a sóstorno de los posesos en nos, contiene, antes, un
ciertos demonios, de la tie- una de sus homilías, nos los manual del exorcista, ba-
rra, de esta «ci tta nostra»! presenta escuálidos, su- sado e n muchas autorida -
¡ De monios de la soberbia, cios, con la caba llera en- des. Debe ser éste, aparte
de la ira, de la desespera- marañada, furibundos. de hombre de fe estrecha ,
c ión también! ¡Qui én cre- San Cipriano da otros sín- puro de co nc iencia , co no-
yera e n la virtud del exor- tomas: insomnio , pánico y cedor de los efectos «se nsi -
cista contra ellos, no con- agitación continuos. Todo bles» que cabe efectuar so-
tra pobres fantasmas de la esto, hoy, puede explicarse bre los espíritus , y hábil en
imaginación! ¡Quién cre- a la luz de la psiquiatría. el arte de interrogarlos,
yera que el exorcista sirve -Pero oo-os casos no. además de perseverante y
para a lgo más que para que -Entre ellos los hay que paciente. La parte que en el
se publiquen folletines con dan lugar a dudas ... En la exorcis mo tienen los dife-
éxito entre adolescentes, o Edad Media, los casos de rentes nombres de Dios, en
se h agan peliculonas taqui- posesión eran abund antes hebreo o griego, también
lleras! ¡Pobre exorcista, y dejando a l endemoniado en latín, es importante , así
pobre tercero y último per- aparte, entre el pío varón como la relativa a los de
sonaje de nuestra acción exorcista y el demonio ma- María; pero los demonios
dramática! Especie de al- rrullero se entablaban diá- se defienden con astucia,
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Otro da 101 procaSOI
por brularl. CUY'
....... ,..,_.Ict.1
f.m. ha l'-gaoo
padre Urbano
Grandler. muerto an
II hoguera por hlber
IInnado pactol con
el Dllblo. JunIo.
ell .. line .. IIgura
uno de dlchoa
aupuealoa p,acloa
---Iechado en 1631-.
dentro del qua loa
Inqullldorel val. n
laallrm.. de
dlva ...oa dlablol en
I.a palabrla Y
dlbujol6a la parte
Infarior dal
documento:

causan no pocas decepcio- Van luego los exorcismos se transcriben yen que en-
nes y toda precaución es en serie, sacados de aquí y tran el «assafoetida» , la
poca para dominarlos. Los de allá. Contra los demo- ruda, la aristoloquia, el
energúmenos deben ser nios que afectan al cuerpo ypericon, etc. De 1576 a fi-
exorcizados en templos y y contra los espíritus in- nes del XVII, el «Flage-
en las festi vidades más so- mundos en general, dividi- lIum ... » fue muy usado.
lemnes, a poder ser. Hay dos en secciones: con utili- También oU'a obra del
varios tipos de ellos: algu- zaciun eJe agua, aceite, vi- mismo Menghi, Mengo O
nos nunca quedan libres ... no, con fumigaciones en Mengus: el a: Fustis daemo-
F.~ta es la doctrina. que se emplean recetas que num», que conltene unas
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«adjuraciones formidables Esta ha durado y dUl'a , también la hay en el «Fas-
y potentísimas» sacadas como es sabido: en los ciculus eXOI"cismorum»,
de l Apocalipsis y de varios campos no sólo hemos contra las plagas animales,
padres ... La dedicatoria es visto pretender expulsar de Don Antonio Gascón, u
de 1584. Hay allí también demonios de gente ener- en el «Clypeus defensionis:
remedios con tra ma leficios guménica: en Aragón, sive exorcismi eCficaces et
especiales que producen también en Galicia, etc. terribiles experientia pro-
impotencia, taciturnidad, Hemos visto conjurarlos, bati» del licenciado José
etc., ligaduras O «ligazo- en otras ocasiones, por Sánchez, publicado en
nes_ de todas clases ... medio de libritos autoriza- Orihuela en 1694. Este gé-
Pero he aquí que un de- dos. Un beneficiado de las nero de publicaciones es
creto de 4 de marzo de iglesias riojanas de Nava- abundante, popular ...
1709, metió en el «Indice» rrete y Fuenmayor, Don Siempre se ha prestado a
tanto al «Flagellum» como Pedro Xi ménez, compiló críticas. Un erudito sacer-
a l «Fustis» y en él seguían uno que tuvo bastante dote del siglo XVII, Jean-
en las ediciones del siglo éxito y que se abrevió: «Li- Baptiste Thiers, en su
XIX. Algo había, sin duda, bro de conjuros contra la «Traité des superstitions»,
de desmesurado en tales tempestad de truenos, gra- discurre ampliamente
libros. Esto no implica nizo, rayos y contra la lan- desde el punto de vista ca-
--claro es- una condena gosta ... », en que hay su tólico acerca de las Ii mita-
de la práctica de exorcizar. parte de exorcismo, como ciones que hay que i mpo-

66
Sobre el calo da. p.d,. Grandlet" qua
hamo. cltlldo an la folo da la P'9In. ner a las prácticas de exor- también la da y que hallar
precadanla, le han re.lIzado numarOla1 cizar, que reduce a las que demonios encarnados es
obr••: a.l, el libro de Aldou. HUleley
.Lo. demonio. da Loudun. y 10.lIIma hay en el Misal y los ritua- más difícil cada día, aun-
d. J.n)' K._alaro_lez y Kan Ru ... 11 les diocesanos. Apoya lo que los males diabólicos
.Madr. Juana de 101 Angelel. y .. Th.
d .... iI ••. Junio al ,.".Iador fotograma que sostiene con copia de nos aflijan.
que .el,"lonlmoa d. la primara
(lzqullrda). .. Istlmo. ---en "Lo. autoridades y transcribe ¿Qué deci¡" -en fin- de
dlablo."- Ilexorcllmo col,clI"o
Ua"ado a cabo, .ob,. 1.1 monJal
algunas fórmulas orales, ciertos casos famosos de
po ..... , por el pad,. Barre. sacadas de muchos libros, «posesión»? Que van uni-
en tre ellos el del Padre dos a escándalo y aun es-
Martín del Río. Recuerda, cándalo político detrás. La
también , casos en que teó- historia de «los diablos de
logos y juristas, como el Loudun» y de U. Grandier,
portugués Valle do Maura, es conocida del gran pú-
discutieron sobre si un es- blico español. Acaso lo sea
crito de estos era lícito o hoy menos la de los conju-
no, sospechoso o no ... ros y exorcismos a que fue
En suma, vemos que si la sometido Carlos 11 el He-
naturaleza del poseso, chizado, que dieron lugar a
enel"gúmeno, «esp idtua- un proceso inquisitorial y
do» o endemoniado ha también, antes, a interro-
dado lugar a dudas, la de la gatodos a demonios que
fórmula que se le aplica, andaban metidos lejos,
67
El tema del DIablo y da lo. hombre.
que lo combaten •• ha vuello • poner
allá en Asturias e incluso cuencia, de esta manera.
de e¡;:tualldad tri. el e.lreno de II en Viena-, en el cuerpo de Dando pie a la composi-
pell¡;:ula " El e)Cor¡;:I, la. (1973), del
nort.,rn.rI¡;:,no WIIII,rn Frledkln. En ell, unas endemoniadas y que c ión de un drama, en tres o
abundan eKena' corno "tI, en que .,
.acerdote exorclzador Int.nta cornbatlr
no contestaban de acuerdo más actOS,·a una novela
ellevlllrnlenlo dernonl,co Irnpu.,to con el gusto de los hombres sensacionalista o a una pe-
,obre la nlñ, p.ollljlonllla.
públicos, interesados en el lícula de miedo. El hombre
asunto de la sucesión de la se divierte con las desgra-
corona de España. Fray cias pasadas. Ya lo dijo el
Froilán Díaz pasó grandes viejo Homero.
tártagos. Esto es lo que Y el especialista grave,
sacó en limpio por su acti- doctamente, enristra sus
vidad de confesor y exor- argumentos y dice: «Si
cista a la par. Mucho bien es cierto que ... tam-
tiempo después de muerto, bién es cierto que ... Esto no
en 1837, un dramaturgo es ó!,ice para que ... y no
romántico, Don Antonio empiece que ... ».
Gil y Zárate, compuso
cierto dramón en el que -Pero Vd., en última ins-
aparece el pobre rey con tancia, ¿qué nos dice?
Fray Froilán, como hom- -Que creel"e en exorcistas
bre terrib le, al modo «vic- cuando los grandes demo-
torh uguesco». nios puedan ser expu lsados
Las desdichas de los hom- de los grandes endemonia-
bres terminan, con [re- dos . • J. C. B.
68

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