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Cuando hablamos de globalización, hemos de tener alguna idea en la cabeza; la de un

mundo unido por fines comunes, conservando las nociones de territorio y nación, donde
gobernantes y ciudadanos trabajen todos en metas compartidas, o, la idea de un mundo
gobernado por un solo gobierno, que lo controle todo, al menos en cuanto a economía y
producción se trate.

¿Por qué habrían ciertos gobiernos de ceder soberanía, poder y autonomía, a otros? La
pregunta de por qué unos desean que esto suceda sobra; pues es bien sabida la necesidad de
control y dominio del ser humano; pero siempre cabrá la interrogante del por qué; y del
para qué.

“La conocida tesis de un «choque de civilizaciones», propuesta por Samuel Huntington


(1997), parte de una intuición plausible: del mismo modo que las monarquías del Antiguo
Régimen se sitúan como intermediarias en la transformación de formas políticas tribales o
imperios antiguos en Estados Modernos, puede esperarse que surjan formas políticas
intermedias entre éstos y el «Estado de Globalización» bajo hegemonía de un solo país, con
mayor o menor necesidad de apoyo en un núcleo reducido de estados afines y líderes
regionales adeptos.” [CITATION Ira02 \p 1 \l 9226 ]

Al ser este un mundo movido por los hidrocarburos, estos se convierten en tema clave para
pensar el proceso de globalización; considerándolo como un proceso muy poco pacífico y
tranquilo. Difícilmente encontraremos gobiernos (gobernantes) dispuestos a ceder espacios
y poder, para otros más grandes y absorbentes, “por las buenas”; y, sin embargo, es la
economía en general, y su modelo, la piedra angular del tema de la globalización.

Ya lo considera Nicolás Mariscal, cuando en los Cuadernos Europeos de Deusto anota que
“La globalización contemporánea estaría basada en el industrialismo moderno y sus pilares
fundamentales se encontrarían en el capitalismo e imperialismo económico, el Estado-
nación y la tecnología industrial. «Es en la era moderna cuando la globalización se ha
hecho más global que regional y con estructuras y relaciones más sistemáticas y
regularizadas. En este período la globalización devino más mundial e interdependiente que
meramente interconectada. Las motivaciones de la economía capitalista, la tecnología
industrial y el Estado-nación, todas instituciones modernas, estuvieron detrás de ello»1.
Advierte Martell no obstante, que dada la complejidad de la globalización su inicio puede
cambiar según la esfera o ámbito en el que nos fijemos. Tampoco puede olvidarse el rol del
poder.”[CITATION Nic16 \p 29 \l 9226 ]

“Proponer un cambio al actual sistema monetario internacional, no es nada fácil. Los


principales países industriales están a favor de una mayor coordinación de sus políticas
macroeconómicas pero adoptando mayores restricciones a los flujos de capital a corto
plazo. Los países menos desarrollados tienden a preferir un sistema monetario internacional
basado en una mayor fijación cambiaria y en una mayor asignación de activos de reserva
internacional a su valor. ¿Cómo ponerlos de acuerdo a los unos (países ricos) y a los otros
(países pobres)?”[CITATION Alv98 \p 9 \l 9226 ]

Es difícil pensar en un proceso de globalización en el que se imbriquen filosofías, intereses


y poderes políticos y económicos de una manera natural y pacífica para acabar
unificándose, pues los gobiernos del mundo tienen cada uno su historia y su transcurso, su
historia construida y su identidad política y monetaria establecida. “La globalización
contemporánea estaría basada en el industrialismo moderno y sus pilares fundamentales se
encontrarían en el capitalismo e imperialismo económico, el Estado-nación y la tecnología
industrial. «Es en la era moderna cuando la globalización se ha hecho más global que
regional y con estructuras y relaciones más sistemáticas y regularizadas. En este período la
globalización devino más mundial e interdependiente que meramente interconectada. Las
motivaciones de la economía capitalista, la tecnología industrial y el Estado-nación, todas
instituciones modernas, estuvieron detrás de ello»1. Advierte Martell no obstante, que dada
la complejidad de la globalización su inicio puede cambiar según la esfera o ámbito en el
que nos fijemos. Tampoco puede olvidarse el rol del poder.” [CITATION Nic16 \p 29 \l 9226 ]

Un claro ejemplo de la dificultad para empatar definitivamente a los gobiernos, es el de la


Unión Europea; que presenta casos como el llamado Brexit, en el que además de
gobernantes, se ve involucrado el pueblo; quien, como es su naturaleza, presenta múltiples
opiniones y actitudes. Siendo esta un buen modelo para analizar el tema de la globalización,
como fenómeno social, político y económico, es el trabajo de Nicolás Mariscal un texto
base para pensar, a través de la Unión Europea, la globalización en general. Como el mismo
Mariscal lo indica, de manera preliminar, pues él mismo presenta su artículo como una
mera introducción al tema, que proporciona herramientas teóricas para proseguir con el
debate.

La Estrategia Global Europea pretende «fomentar y estructurar el debate acerca del rol de la
Unión Europea como un actor global en tiempos de dramáticos cambios
internacionales»72. El horizonte es 2030. Los objetivos principales de la UE —se recuerda
— son la promoción de sus valores compartidos, la paz y el bienestar de sus pueblos, lo que
implica que ésta y sus Estados miembros piensen estratégicamente acerca de su rol global y
se comprometan proactiva, realista y adaptativamente. Se destacan seis valores e intereses
vitales de la Unión Europea, que comienzan en casa y después se mueven hacia fuera a los
niveles regionales y globales: el desarrollo económico y social europeo; una UE segura y
resistente; una vecindad de democracia, derechos humanos y Estado de Derecho; un medio
ambiente sostenible y acceso a los recursos naturales; constricciones mínimas al flujo
global de personas, ideas, bienes y servicios; y sistemas de gobernanza justos y efectivos en
un nivel regional y global. [CITATION Nic16 \p 55 \l 9226 ]

Aquí es clave el “compromiso adaptativo” que requiere la Unión; pues implica a los
gobiernos por venir en un proyecto a largo plazo; en el que, además, se involucra
tácitamente al pueblo, en su sistema democrático, a preservar a través de sus elecciones, la
intención nacional de contribuir a la estrategia global (para este caso la Europea); y así
poder cumplir en conjunto las metas por pocos propuestas.

Hablan además de la seguridad y resistencia que ha de tener la UE para mantener y


expandir (por qué no), su modelo económico y social. Es así como el modelo de
globalización ha de empezar desde lo regional, para ampliarse con tentáculos absorbentes
dentro de otras localidades y países del mundo, para que este pueda llamarse del todo
“globalizado”.
Más allá de las fronteras territoriales, la globalización se enfrenta a las brechas filosóficas,
históricas y políticas de los continentes y países.
BIBLIOGRAFÍA

Escobar, A. G. (1998). Estudios Gerenciales, 69 LA GLOBALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA Y EL SISTEMA


MONETARIO INTERNACIONAL.

Iranzo Amatriain, J. M. (2002). Nómadas, Número 5 UNA REGIONALIZACIÓN DEL DESCONTENTO Y


LA MISERIA: UNA DIMENSIÓN DESC.

Mariscal, N. (2015/2016). Globalización - Unión Europea - Globalización .

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