Edificios de consumo de energía casi nulos

Iniciaremos este ensayo con un interrogante, ¿Por qué cada vez se oye hablar más de los

Edificios de consumo de energía casi nulos? Antes de enfocarnos a resolver este

interrogante hay que aclarar porque se llaman así estas edificaciones y básicamente son las

que cumple dos principios fundamentales. Uno de ellos es que su nivel de eficiencia

energética sea muy alto y el otro es que la cantidad de (baja) energía requerido por el

mismo, se origine en amplia medida de energía renovable generalmente producidas en su

entorno. Estos principios no definen por completo los requisitos que deben tener estas

estructuras pero nos dan una idea simplificada de estas.

Se podría pensar que los Edificios de consumo de energía casi nulos son una tendencia en

el mundo de la arquitectura y la construcción, tal vez lo sean pero va mucho más allá, son

una apuesta firme por la sostenibilidad energética en un sector como este que representa un

alto consumo de energía. Como sabemos las construcciones han sido consideradas

responsables de una gran cantidad de emisiones mundiales de gases de efecto invernadero

en este sentido y basándose en las nuevas directrices dadas por los gobiernos la meta es que

para los próximos años todas las nuevas edificaciones deberán ser con consumo energético

casi nulo. Esta nueva disposición ha generado ver el mundo de la construcción desde otra

perspectiva, una más amigable al medio ambiente y con una responsabilidad social mucho

más definida.

El tema ha causado mucho más ruido en Europa, tanto así que para el 2021 ya hay una

directiva la cual obliga a las próximas construcciones residenciales ser de este tipo pero la

meta es que en todo el mundo, principalmente en Latinoamérica se tomen las mismas

iniciativas y se implementen estas leyes puesto que varios estudios han arrojado que los
latinoamericanos tenemos muy malos hábitos energéticos y la implementación de estas

construcciones ayudarían a balancear la problemática.

Este tipo de edificaciones pueden ser las viviendas del futuro y son construidas

precisamente pensando en este no dejando de lado el diseño y este debe ser abordado desde

el inicio del proyecto basándose en principios básicos como la bioconstruccion y

considerando otras estrategias del diseño pasivo, de la mano de aspectos fundamentales

como la consideración del entorno (considerar la característica del contexto) a favor del

diseño. Si se implementan las anteriores estrategias de manera correcta y monitoreada dará

como resultado los beneficios medio ambientales perseguidos desde hace varios años por

las entidades constructoras, la reducción de la energía necesaria en el gran ciclo de la

construcción con la consecuente reducción de emisiones de dióxido de carbono.

Esto será una apuesta segura en la mejora del cambio climático y una prueba para los

arquitectos el tratar de combinar el diseño pasivo de las edificaciones, la eficiencia

energética, los sectores energéticos, el limite físico del objeto de estudio, los datos

climáticos, los indicadores de energía renovable, la relación con la infraestructura eléctrica

y el almacenamiento de energía, etc. sin dejar de lado el confort humano. El mayor reto

radica en que este al ser un tema nuevo para esta región hay muy poca discusión y al

contrario surgen muchos interrogantes, por lo que será primordial la realización de

investigaciones que permitan pautar parámetros e indicadores propios que posibiliten la

realización de proyectos con esta nueva normativa.

En conclusión los edificios de consumo de energía casi nulos serán una alternativa más

amigable al medio ambiente y para el entorno, que afectarán y condicionarán las

circunstancias de vida en la sociedad de una manera positiva y responsable.