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El término humanidad, proviene de un vocablo latino relacionado con

la naturaleza del género humano. También puede servir para


mencionar al conjunto de seres humanos que habitan el planeta.

Dicho esto podemos decir que el concepto puede hacer


referencia tanto a una actitud o a las características de un
individuo que pertenece a esta especie; así como también reunir a
todos los individuos que forman parte de la vida en el
Planeta Tierra, en este último caso sirve para realizar estadísticas o
plantear problemas de índole universal.
Cabe mencionar que se estima que hay más de 6.783.813.000 de
habitantes en el planeta. Las estadísticas del siglo XX reflejan que,
entre 1950-2000, la humanidad creció el 130%, más doble que en el
periodo 1900-1950.
En lo referente a la actitud. La flaqueza propia del ser humano,
la compasión frente a las desgracias del prójimo y la afabilidad son
otras características que reciben el nombre de humanidad, al ser
consideradas como propias del género humano: “Debería vender el
coche y donar el dinero, es una cuestión de humanidad ante tanta
pobreza”, “Ojalá los políticos mostraran mayor humanidad así no
roban el dinero público”.
De todas formas existen otras variantes significativas del concepto.
Puede servir para referirse al cuerpo de una persona, a su
anatomía: “La modelo decidió quitarse la ropa y exhibió toda su
humanidad frente a los fotógrafos”, “La pelota se desplazaba a casi
200 kilómetros por hora cuando golpeó en la humanidad del jugador,
quien cayó tendido y comenzó a gritar por el dolor”.
También sirve para denominar aquellas disciplinas que carecen de
rigor científico pero para las cuales existe una cierta estructura de
estudio y manejo. De este modo, se conocen
como humanidades aquéllas vinculadas a la cultura y el
conocimiento humano. A diferencia de las ciencias sociales, las
humanidades no pretenden crear postulados generales ni leyes
universales. El arte y las letras forman parte de las humanidades.
La hambruna de la humanidad
Uno de los problemas principales de la humanidad es el hambre
en el mundo. Debido al avance impertérrito de la pobreza y a la falta
de recursos que hay en ciertos rincones del planeta, cada día mueren
millones de personas víctimas de enfermedades, desnutrición y otros
problemas.

Según lo indica la FAO en su


última investigación, existen cerca de 840 millones de
personas desnutridas, lo cual significaría un 14% de la población
humana. Lamentablemente, se han planteado soluciones que podrían
colaborar con una disminución de este índice, sin embargo no se han
producido muchos avances. Pese a que en la solución a estos
problemas resida la verdadera comprensión de nuestra especie
en materia de ética y justicia social.
Entre las posibles soluciones al hambre del mundo, una
absolutamente factible es virar nuestra alimentación hacia
una vegetariana. Esto es imprescindible si se tiene en cuenta que para
producir tan solo medio kilo de carne consumible se requieren 8 kilos
de granos y que en la mayoría de los países se utiliza más del 70%
de la producción agrícola para la industria de la carne y el 50% del
agua.
El problema existente no es la falta de tierra, ya que con la que
actualmente se utiliza se podría producir alimento para una
población de 8 a 10 billones de personas, sino a la pésima
distribución que se hace de la misma. Lo cual está íntimamente
relacionado con los abusos de poder y la corrupción.
Según lo ha manifestado un reciente estudio de cara a este problema,
el mundo debería crear cinco billones de veganos en las próximas
décadas, o de otro modo, triplicar la cantidad de granjas factorías
pero sin hacer uso de más tierras.

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