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Xavier Sala-i-Martin - Apuntes de Crecimiento Económico PDF
Xavier Sala-i-Martin - Apuntes de Crecimiento Económico PDF
Co!rnnbir. LJ¡ziz.,ersity
JI'
Univcrsitnt Po111pc11 Fabra
APUNTES DE CRECIMIENTO
ECONÓMICO
Segunda edición
J?--=:.-·=ca~-•"
Traducción de ,; :~ ··· · - - : · ·
Elsa Vila Artadi
a~ . .,
.
. 1
UniIJcr~itat Po111p,•11 Fn/m; ; '..' .. r · , · .. ·
ISBN: 84-85855-92-2
Depósito legal: B-45.058-1999
Impreso en España
Fri11tcd i11 Spai11
Prefacio
Introducción 3
Primera parte
Modelos con tasas de ahorro e inversión constantes 7
__ -
') :,_ Crecimiento endógeno con rendimientos decrecientes
del capital (2J: la función de producción CES 69
2.6 El modelo Harrod-Domar 70
2.7 Trampa~ de pobreza 76
2.8 Paro y crecimiento 79
Segunda parte
Modelos neoclásicos de optimización 83
Tercera parte
Cinco modelos prototipo de crecimiento endógeno 125
Cuarta parte
La evidencia empírica 191
Referencias 241
una sección de contabilidad del crecimiento y una sección que trata de la evoluc.ión
de la distribución mundial de l.i renta.
Antes de entrar en materia, me gustaría agradecer n las diversas generaciones
de estudiantes de las universidades de Columbia, Harvard, Yale y Pompeu Fabra,
los útiles comentarios y sugerencias que han ayudado a mejorar este libro de mane-
ra sustancial. Agradezco especialmente a Paul Cashin, Michelie Connolly, Bon-Cop
defal~, Berta Esteve-Volart, Rosa Femández, Cristina lila, Jinill Kim, Michr1el Kremer,
Julie Lee, Serge Mnrquié, Casey Mulligan, Lluís Parern, Joan Ribas, Joan Rosselló, y
Etsuro Shioji. También debo agradecer la colaboración de Alfons Méndez (el tra-
ductor de la primera edición) y la de Georgina Folguera y Teresa Asensio, quienes
colaboraron en li! versión espaftola de este libro. Finalmente, estoy agradecido a Eisa
Vila Artadi, quien, no solamente tradujo al español la segunda edición de este libro,
sino que encontró innumerables errores algebraicos y tipográficos lo que, sin duda,
mejoró la calidad final del libro.
Aunque él dijo una vez que las deudas eran poco importantes, tengo una gran
deuda con Robert Barro, " quien agradezco haberme enseflado a apreciar la impor-
t,mcia del frágil balance entre la consistencia interna teórica y la relevancia empírica
de la investigación econ{imica. También le agradezco el hecho de que ni con el paso
del tiempo haya conseguido mejo.ar su revés de squash, lo cual me ha pennitido de-
rrotarlo ... de vez en cuando. La mayor parte de lo que sé sobre crecimiento económico
lo he aprendido de la constante colaboración con Robert, cuyo fruto incluye un buen
número de artículos y un libro titulado Eco110111ic Growth. De hecho, la idea de escribir
Economic Growt/1 surgió de los apuntes que han generado el presente libro. Una com-
paración rápida de los dos libros indicará que Economic Growlh es más completo, ya
que cubre un mayor número de temas y su tratamiento es más profundo y sofisticado.
La contrapartida es que el presente libro es más sencillo y asequible, al utilizar menos
técnicas matemáticas complejas y reducir el análisis a los modelos más sencillos.
INTRODUCCIÓN
nivel inicüt!, el PfB per cápita habría seguido una senda como ia descrita por el país
C en el gráfico l.. El PIB del año 1990 habría sido de 60 84) dólar~. que es 27 veces
mayor que el nivel de 1870. Ese nivel de PIB por persona es tres veces mayor que
el nivel efectivamente alcanzado por la economía norteamericana en 1990. Vemos
pues, que pequeñas diferencias en la tasa de crecimiento a largo plazo pueden dar
lugar a grandes diferencias en los niveles de renta per cápita y de bienestar social íl
largo plazo.
11 - - - - - - - - - - - - - - - - - - - , ~ f"
10.S
10.6,
1
lll.l 1
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1:1:B 1
J.>"I
9.6 j
9.lJ
9.2 1
"[¡¡s co,1secw.'11cins que e~te tipo de rnestio11es e11/rnlin11 pnrn el biC11estnr /11;1111111D :011 sen-
ci/11111,enle estremecedorns: 1111n ve: q11e 11110 empieza n pe11snr e,: ellas es dif(ci/ pe11s(lr en
rnalquia otra cosr.."
1.1 Introducción
¡Po, qué crecen las economías? La opinión popula, acostumbra a dar tres tipos de
respuestas a esta prcguntil: ln prjmern nos dirá que lél economía crece porque los
trabajadores tienen cada vez más instrumentos, miÍs máquinas y, en definiti\·c., miÍs
c~pilal con los que trabajélr. 1a clave del crecjmjerto, pues será la i11vcr~iá11 por par-
te de las empn:_siJs. El segundo tipo de respuesta asegurará qu~ la clave es la ed11rncirí11
de la población:. hoy somos capaces de producir mucho más que hace cien años
porque los trabajadores de hoy en día están muc~10 más cualificados. El tercer tjpo
de respuesta relacionará el crecimiento económico con el prMn;so tcc,1()/c\'ico. Se¡:;ún
esta visión, hoy somos mucho más productivos porque las máquinas que utilizamos
son mucho mejores y porque nuestro nivel de conocimientos es muy superior al que
teníamos hace un siglo.
En este sentido, será frecuente leer en la prensa que los gobiernos que buscan
el progreso de sus países deben promover el ahorro y la inversión n;icional, l;i edu-
cació11 de la población y J¡¡s actividades de Im,estignció11 y Desarrollo (l+D). En este
libro estudiaremos el fenómeno del crecimiento económico y analizaremos el papel
que desempeñan estos tres factores fundamentales en la generación del crecimiento.
Veremos que, a pesar de ir biei1 encaminada, la visón popula, no tiene toda la razón.
Estudiaremos estos fenómenos de la manera que los economist<1s modernos los
estudi,m: medi,mte lñ crer1ci(m de simplificaciones de la rer1lidr1d según las cuales
se intenta aislar el fenómeno que se quiere estudiar abstrayendo de todos los demás
aspectos de ln econon1ía. Estas abstracciones 5P llan1an iuadi'ia~.
10 Í APt;NTES DE CREC!\-IIE,.o ECONÓ~IICO
[1.2]
Por lo tanto, cuando la economía está cerrada y no hay gasto público, el producto_
nacional se distribuye entre consumidores y inversores. Obsérvese que si resta'mos
12 / APUNTES o;; CRECIMIENTO ECONÓMICO
el consumo de los dos lados de (1.2) obtenemos que e! ahorro (la producción o renta
=
que no se consume) es iguéll a la inversión:·}¡ - C1 S1 = I,, donde St es el ahorro.
Por Jo tanto, en una economfa cerrada sin gasto público, el a/zorro de /ns fiwzilias es ig1tal
n la im>crsió11 o la demnndn de las empresas.
para producir géllletas es necesario que haya cocinero5 que las preparen. En la vida
real hay muchos tipos de trabajo y de trabajadores. En este modelo sencillo, supon-
dremos que todos los trabajadores son idénticos y la suma de todos ellos se indicará
con la letra L,. Es decir, L 1 será la cantidad de trabajadores de nuestra economía
en el momento t. El segundo factor de producción fundamenté\] es el capital, l,¡. E~
concepto de ca¡:,itéll estará relacionado con léls máquinéls ti otros utensilios hs1cos que
utilizéln las empresas en el proceso de producción (este concepto incluirá edificios, es-
tructuras, instrumentos, ordenadores, material electrónico y un largo etcétera). Una
Célracterística de las máquinas es que son bic:11cs mntcrinlcs que /ns empn:sns co111prn11 a
otms e111presns. Por ejemplo, en la producción de galletas, se necesitan hornos. Lo~
hornos, por su pilrte, provienen de J¡¡ producción nacional en el sentido de que en
algún momento del pas¡¡do ¡¡Jgm1ci empres¡¡ los produjo, por lo que fueron parte de
l.:i producció1:, 1·,. ...
El tercer factor de producción n,~-(~Gtt'- -fi;1s'..,..e como los dos primeros. Se
trata de la lt'rnolovín: ningún cocinero p:teCÍF- ¡:-:-,~~,,:\ galletas sin te1~er una receta o
fónnu/.i que le md1que como combinar c~j:,:tai ~, tr<"l>.J)') en las proporciones precisas.
Esta fórmul¡¡ es lo que llamamos lm1,J 1,;0út o cór,:.:im:~ntc. El nivel de tecnología se
indicilrá con J¡¡ letra A 1 • Este factor puede::sPr n11c:10.:.o m¡¡yor dependiendo de cildil
país y momento deÍtiempo (lils recelaS:--qiie\•x151.~~~en el siglo XIX para producir
reiojes eran muy inferiores a las que existe1d10y ,.iT,~or lo que la A 1 de entonces era
inferior¡¡ la de nhora. De lci m1sm¡¡ fom1i1;·1; tec~ó!Ógía disponiole actualmente en el
Japón es muy superior a ia disponible en Zambia).
Es importnnte resaltnr una diferencia fundamentai que distingue los bienes cn-
pitnl )' trnbnio )' lo que llilmamos co11oci111ie11to ~ tecnología y es que los primeros son
bienes rivales, mientras que la tecnoi"~;-¡;¡;~p es rival.; El concepto de rivalidad es muy
importante. Se dice que un bjen es rival sj no puede ser utjljzfJdp poc.más_de un,
usuario a lil vez. Si un bien puede ser utihzado por mucl1ct gente al mismo tiempo
1
Al¡:unos economistas u1ili1.an el concepto de bier. ¡,rjrndo ~ara c;ytalp¡;fü el trnbajp y el capital
t:nientras guc llap,an bien viij,licc a la tecnAlP&Íi#
Nosotros utilizaremos los térn,inos bien rival y nl'I
riU11l porqu" los bienes públicos no solamente no son ril·nb sino que, además, son no excluibles. En el
capítulo 9 estudiaremos estos conceptos y los reiacion11remos con la tecnoiogía.
El 11w,ido 11eoc/d;:.ico d( c,·ccimic111i, de S0Ioa•-S1rn11 (c. 1J / 13
se dice que es 110 rival. Po:- ejemplo, si una fábrica de galletas de Camprodón utiliz.,
ur, determinado horno, el mismo horno no puede ser utilizado simultáneame1~te
por una fábrica de Rentería. Por lo tanto, el horno (y el capital en generai) es un
bien rivnl. De la misma fom1a, un cocinero no puede trabajar al mismo tiempo en
las fábricas de Camprodón y de Renteria, por lo que el trabajo también es un bien
rival. Observe el lector que no se puede decir lo mismo de la receta que se utiliza
para producir g;illetas: In 111ismn fc.ír11111/a puede ser 11tiliznd,1 sim11/tá11emnc11tc por In,
fábricns de Cnmprodó11 y Renterín. La tecnologín, pues, es un bien 110 riml. En el
capítulo 9 hablaremos con más detalle de lo que es la tecnología y del concepto de
no rivalidad. De momento, baste con señalar que, en general, el conocimiento, las
ideas o la tecnnlogía son bienes 110 rivales en el sentido de que la misma tecnología o
fórmula se puede utilizar simultáneamente en más de unn fábrica.
El c.=ipita:, ¡,·, el trnbajo, L, y la tecnología, Ji. se pueden mezclar para producir
bienes finales, J'. Representaremos estas combin;iciones a través de una f1111ció1i de
prod11cció11 c:omo la siguiente:
(1.3)
3
HJy que resaltar que el concepto de rendimiento del capital es distinto al de rendimiento a escala.
Cuando hablamos de rendimientos a escala nos preguntamos qué ocurre con la producción cuando
aumentamos sim11/tá11en111e11lr todos los inputs rivales. Cuando hablamos de rendimientos del capital
nos preguntamos qué ocurre con la producción cuando aumentamos el capital manteniendo constante
e! factor trabajo (y, lógicamente, cu~ndo hablamos de rendimientos del trabajo nos preguntamos qué
ocurre con la producción cuando aumentamos el trabajo manteniendo constante el capital).
4
En realidad, lo que neccsit,1mos e5 que la función de producción sea cóncava, por lo que se
requiere que la matriz de las segundas derivadas sea negativa definida, que es un supuesto un poco
más restrictivo que el de que las segundas derivadas parciaies con respecto de K y l, sean negativ.is,
1' requiere que la derivada cruzada éY: F /81{ DL no se~ demasiado grande.
ti 1no1.?l'l0 1.eoc1ns1co ae crec11111enro ae ::,010w-.)w1111 1c. 11 / 1:,
} -·t -_ ·'"'-t
, ¡··"'L1-«
\t t [1.4]
\. '
Paul Douglas fue un senador por Illinois entre 1949 y 1966. Cuando todavfo era
profesor de eco!lomía, Douglas descubrió un hecho sm:prendente· la división de la
renta nacional entre trabaiadores y capitalist«s permanecía más o menos constante en
el tiempo. En particular, descubrió que los trabajadores en Estados Unidos se quedan
con, más o menos, el 70 por ciento de la renta total, mientras que los capitalistas se
quedan con e! 30 por ciento. Esto ie llevó a indagar las condiciones bajo las cuales las
rentas de los factores mantenían proporciones constantes.
Como no sabía solucionar el problema, Douglns le preguntó a un matemático
amigo suyo ll«mado Charles Cobb si hc.bía una función de producción tai que, si
los factores de producción ccbraban sus productos marginales, la proporción de la
renta agregada que se quedaba cada uno de ellos fuera constante. La función de
producción, pues, deber;a tene, Ic1s dos propiedades siguientes:
donde a E!S una constante que mide la fracción de la renta que se ~cl_~~ili!.L
(a menudo ~~ta fracción se denon1i.n-n pa,t1cipación del capital). Cobb demostró que
tc1l funciónd;~ción ;~istía y tomc1ba latormil l' = Xfr 0 L 1- 0 . Esta función
de producción pasó a llamarse Cobb-Douglas. El lector puede comprobar gue el
producto mar~inai del cc1pital es gAKº- 1 L i-a y aue si ¡pultjpHcamos este producto
margioa) RQ.c.lü..e obtiene o:Y La fracción del PIB que.se quedan los propietarios
del capital es esta cantidad dividida por Y, es decir, la participación del caoital en ~-1
PiB es constante e j~ual a a:. También puede comprobarse que el producto marginal
del trabajo es (1 - o)AKº L -a y que si multiplicamos este producto por L obtenemos
(1 - o)Y. La participación dei trabajo es 1 - o, que también es const,mte.
Comprobamos que la función de producción Cobb-Douglas es neoclásica: pre-
senta rendimientos a escala constantes:
16 Í ArUNTES DE CF:::Cl~IIENTO ~CONÓ~IICO
También vemos que los productos marginales del capital y del trabajo son posi-
tivos:
¿))'
- = oA.I,ª- 1L 1-" > O
) é)J,
é)).
- = (1 - n)AK" L --o > O,
{)[,
y que las segundas derivadas son negativas con lo que los productos marginales son
decrecientes:
l'h
ül-:" = n (a - 1) .·u·
1
, -"L -n < O
0
i U"l'
\ éiLi = (1 - n)(-o).4/,."L-n-1 < O.
/-)1°
lim - = oAX"- 1 L 1- " = O ,
!,-oc m,·
m·
lim - = (1- n).-l!,"L-" = O ,
l L--x,in
Vemos, pues, que las función de proc.ucción Cobb-Dc1uglas satisface todas las
condiciones propias de las funciones de producción neoclásicas.
donde el término s es la tn;;a de n/rvrr¡1 (la ft·ncció11 de la rent¡, que los consumidores
ahorran), una constante. ~Jser una b·11cció11, se deb~~umplir _c¡ue ses un número entre
cero y uno, O < s < 1. Este supuesto podría pílrecer descabellado. Sin embargo, si
miramos las tasasd·e al~orro a lo largo de los últimos 100años, vemos que en los países
para los <;¡ue hav datos, esta tasa de ahorro ha permanecido bastante estable. 5 Además,
en el capítulo 3 se demostrará que una tasa de ahorro constante es óptima bajo ciertas
circunstancias. También veremos que tanto el comportamiento de la economía como
las principales lecciones que se extraen de estos modelos no dependen de si la tasa de
ahorro es constante y exógena o es escogida óptimilmente por los consumidores. Por
estos motivos, el supuesto de que los consumidores ahorran una fracción constante
del producto es una buena manera de empezar.
Si substituimos [1.6] en [1.51, obtenemos
~-)
A diferencia del consumo, la razón que lleva a las empresas a invertir (es dc>cir, a
comprar parte del producto nacional) no es que?. las empresas les guste utilizar los
bienes que compran, sino que ia inversión sirve, bien..llillil aumentr1r el stock de
maquinaria disponible para una futura producción (esto se llama imiersió11 neta), bien
para reemplazar ];is máquinas que se deterioran en.el proceso productivo (fenómeno
que conocemos con el nombre de riCll'""ÓOciául.
Utilizandn términos de lr1 contabilidad nacional, la i1m:r;ión bmto (la cantidad
de output adquirido por las empresas, I1) es igual a la inversión 11etn (ei aumento neto
er. el stock de m¡¡guinaria o capital) más la devn;ciació,¡ Si denotamos el aumento
neto de rnpital como Í( = d¡~· ,"
tenemos:
l-=--...'::d
5 A corto plazo, la tasa de ahorro fiuctúa wn el ciclo económico. Lo que estamos diciendo es que.
a pesar de los movimientos a corro plazo, parece que la tasa de ahorro no tiene tendencia ascrndente
ni descendente a largo plazo.
6 A lo lar¡;o de este libro, utiliznremos puntos sobre las ,·ariables para denotar i11cre111c11tos de fo
mrinl,/cn 111edid11 quenm11zn d lir111p¡;. Es decir, un punto encima de una variable denotará la dcri\'ada de
la variable con respecto al tiempo. Una maner~ alternativa de escribirlo scri~ utiliz.:,r el incremento
de K, 6.J,, en lugar del punto sobre la 1..:. El lectc,r que así lo prefiera, puede substituir TODOS In,
puntos del libro por el símbolo 6. sin que cambie nada fundamental.
lb/ APUNTES DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
Si ahorn :=,onemos el término Í< en el lado izquierdo y colocamos todos los demás
en el lado derecho, esta igualdad se puede reescribir como
, 1 l<i=sF(l\·1,Lt,--l1)-bl<.',. [1.SJ
Si esrudiamos detenidamente la ecuacipr. [l.SJ, veremos que nos dice algo in-
teresante: si conociérnmos los valores de K, L y A en el mome_nto t, dado que s y ó
son constantes co,nocidas, la ecuación [l .8] nos diría cuafes el aumento del stock de:
capital durante el siguiente instante. El aumento en la cantidad de cilpital, ¡¡ su vez,
nos generaría un aumento o creci111ie11to de In producción .. Esta ecuación, por lo tanto,
es potencialmente útil y va a ser el fundamento sobre el que construiremos el modelo
de crecimiento. Para ello debemos simplificar todavía un poquito más.
; Obsérvese que este supuesto conlleva el hecho de que la tasa de depreciación es independient~
de las condiciones de la economía. Quizá seria más realista considerar que l,,s empresas puecien
determinar la intensidad con la que emplean su capital y que, por este mutivo. cuando el capital se
usa de forma más intensiva se deprecia más rápidamente. La literatura del crecimiento económico
ha venido prescindiendo de esta posibilidad, a pesar de que, como veremos más adelance, la tas,, de
depreciación puede ser un determinante importante de l,1 tas<1 de crecimiento.
El modelo 11eoc/ñ;1cv de crecimirn!v de Solow-Swnn 1c. JJ / 19
del PIB del consumo o del capital por persona y no la tasa de crecimiento del PIB~
del consumo o del capital agregados. La razón es que nadie dice que un país sea rico
porque produce mucho: más bien se considera que un país es rico si sus habitantes,
en prom~·dio, producen mucho. Por ejemplo. uno tiende a creer que Suiza e~ un país
mucho más rico que la India aunque, en realidad, la producción agregada de la India
es mucho mayor que la de Suiza. La razón por la que decimos que Suiza es más rica
es que la producción por habitm1te o per cápita es muy superior: una vez dividillloS
todo lo producido en la India por los cerca tie ochocientos millones de habitantes
que tiene, vemos que toca a muy poco por habitante. En este sentido, ea este libro
también estamos interesados en investigm cómo evolucionan y crecen las variables
de la economía en términos pcr cápitr..
para simplificar la notación, supondremos que la población de la economía es.
equivalente a la cantidad de trabajaciores, L 1. Este supuesto es muy poco realista
dado lJUe, como sabemos, hay muchos habitantes en todas las economías qu€ no
trabajan en la producción de lo que llélmamos PIB: niños, anciano~, parados y, en
muchas sociedades, mujeres. Algunos de esto; sectores producen bienes que no están
incluidos en la. contabilida.d nacional (como es el caso de las mujeres, que cuidan de la
sa.lud de sus hijos o hacen labores en su hogar; ninguna de estas actividades apilrece
en el PIB). A pesar de que sabemos que existen estos colectivos que no trabajan en la
prociucción de Y, seguiremos con el supuesto simplificador según el cual la variable
L no solamente representa el factor trabajo sino también a la población total. Esto
nos pern1itirá concentrar nuestro estudio en el papel que desempeiia la inversión en
capital físico.
Si utilizamos J¡¡ equivalencia entre traba.jo y población y dividimos los dos lados
de [1.8) por L 1 encontramos que
Í<t FU<1,L1,A1.) Ki
- =s----- -8-. [1.9]
Li Li L
A partir de ahora, utilizaremos letras 111i111íscu!as para denotar el eg_uivalente de la
letra mayúscu)a expresado en términos per cápita, En otras palabras, si I<1es el stock
=
de capital agregado, k 1 será el stock de_c¡¡pitale_cápita, k 1 Ktf L 1• De forma similar
=
definimos el consumo per cápita ci Ctf Lt, y la-producción pér cápita, Yt Yt/ L°7: =
Obsérvese gi:; si la función de producción, F(-), es neoclásica, presenta rendimientos
constantes a escala, por lo que se cumple que F(>-K, >-L, A)= >.F(K, L, A), donde>- es
una constante arbitraria. Si damos a la constante el valor de >. = ±,
esta condición se
puede escribir como -
_..
.- -------·----------
20 / APUf\.TES DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
=
_dond~ h~mos definido J(I:, A) F(k, L Al. Es decir, la_producción per céipita es una
fun::ión del capital per cápita y la tecnolog;a. En el caso de la función de producción
Cobb-Douglas, esto se puede ver claramente dado que
/
) (:; J.
l,'.:)= 1
y = LAJ,"º ¿ 1-u = A (¡-)ª
i (L)L 1
-
0
~
=Ak'-'(1)1-c, ~ ) [1.11]
[L12i
\ [1.13]
8
8 [1.14]
Unn vez más, este supuesto no es muy realista dado que, si consideramns los elatos, observaremos
que 1,, t?.5a de crecimiel'to de ia población disminuye a medirla que aumenta la riqueza de un país.
U\ tasa de crecimiento de la población, pue~, no es ni constante ni e~ógena sino que está rclacion;1da
con el ni\'el de riqueza de un país. Una vez más, sin embargo, dado que nuestro objetivo por ahorr. es
estudiar el papel que dcsempe,ia la inversión en capital físico en el proceso de crecími,mto económico,
este supuesto nos simplificará sustanciJlmcntc el análisis. Los esludiosos del crecimiento económico
han intentado incorporar el crecimiento endógeno ele la población en modelos dl' crecimiento similares
a los que estamos describiendo en este capítulo. Para un estudio detallado véase Darro y Sala-i-Martin
(1995, capilulo 9).
El 111,~ido 11~ocl,ísicc, de crcci111imt,, ,fr Solow-Smm (c. l ¡ / 21
donde A es una constante. Substituyendo [1.14] e1~ [1.13] obtenemos una ecuación
muy importante llamad.1111 ecuació11 ft111dame11tql del modL'[o de So!rw-$imu: .
La ecuación [1.15] tiene un¡¡ simple interpretación económica: el stock de capital por
persona aumenta con la diferencia entre el ahorro bruto de la economía v el término
V.,. n)i,·, Cuando aumenta la tasa de ahorro (que, recordémosio, en una economÍil
cerrada es igual a la tasa de inversión), la inversión agregada aumenta. Como la
inversión sirw para aumentar la cantidad de máguinas, ei stock de capital aumenta;
por lo que el primer término de [1.15) es fácil de entender. El término 61,: también
es de fácil compresióll" c:uanto mayor es la f¡accjón de máquinas que se deprecia
en un momento dado, 6, menor es el aumento en el stock de capital por person(, (y
por esto el término fik apar-ece con signo negativo en [1.15j). El término nk puede.
parecer un poco más difícil de entender pero es igualmente sen<;illQ. Imaginemos
por un instante que s = O. El primer término de lc1 derecha de [1.15] es igual a cero
y la inversión es cero. La ecuación [1.15) nos dice qüe el stock de capital PERCÁrm
disminuye por dos razones: la primera es que una fracción del capital se deteriora o
n. / APUNTES DE CRECIMl~;,.;ro ECONó:-.uco
deprecia a cada momento .• La segunda razón por la que el stock de capital rER CÁPITA
decrece si no se invierte nada es gue el número de cápitas o persom1s aumenta. Esto
es lo que rcflcj.i el témlino ni:._
Funciones de i;
f(k)
(e\+ 11)1:
sf(k)
k
k k'
de una función neoclásica, J(k) es siempre creciente (el p~·oducto marginal del capital
es positivo) y es cóncava (existen rendimientos decrecientes del capital). Además,
12. función de producción es vertical cuando el capital es cero (la condición de !nada
requiere que el producto marginal del ci1pital, que es la pendiente de J(k), sc,1 infinito
cuando k se aproxima a cero) y que esta pendiente se vuelva horizontal cuando k
se .:icerca a infinito (ésta es la otra condición de Inada para el capital qlle dice que el
producto marginal del capital se aproxima¡¡ cero cuando el capital va hacia infinito).
Tm~as estas propiedades se pueden comprobar tomando la función de producción
Cobb-Douglas, y = Al;"'. Obsérvese que 1.1 derivada de esta función con respecto a
k es,;' = c1Akª- 1 = "~::_~,. Esta derivada es positiva para todos los nivele~ de capital
positivos (recuérdese que a es una constimte entre cero y uno). También vemos q:.ie
esta derivada es infinita cuando k es cero (nótese que k c1parece en el denominador
con exponente positivo) y que se acerca a cero cuando k va a infinito. Es decir,
es vt>rtica 1 en el origen y es asintóticamentt: horizontill. Finalmentt', la función es
cóncava, ya L1ue el producto marginal es decreciente (la segunda derivada es negc1tiv¡¡:
y"= - "'t-~.'·-' < 0). Estas características estrÍn represent¡¡das en el gráfico 1.1.
Según la ecm1ción fundm11ental de Solow-Swan, el aumento de capit¡¡J per cápitíl
es iguc1l a la diferencia entre dos funciones. J?ara hacer e) aná)jsjs m¡ís omeno PaP-
ti;rnremos la función s f(I.) con el nombre de curm de ahorro y li1 función (ó + n)k con
e! nombre de wn.•a de depreciació11 (recordemos qt1e el término depreciación debe in-
terpret¡¡rse en un sentido amplia qne incluye e) hecho de c¡ue el capital por pcrso1111 §e
reduce o "deprecia" cuando aumen.tc1 ~!número de personíls, v esto es lo que sef1ala
el término r,.I.) ..
La función s f(kl es ~-roporcioi1al a la función de producción dado que ses una
const<1ntc. Por lo tanto, In curvíl de ahorro también es creciente, cóncnva, vertical en
el origen y asintóticamente horizontal. Como la tasa de ahorro es un número menor
que uno, la función sf(k) es proporcio11c1lmente inferior il J(J,:). Es por elle que en el
gráfico 1.1 aparece por debajo de la función de producción.
Finalmente, la función (ó + n)k es una línea recta que pé!sa por el origen y que
tiene una pendiente constmlte e igual a ó + n.
Lo primero que hay que notar de las curvas descritns es que, cuando k = O,
la función sf(k) y la función (ó + n)k son iguales a cero por lo que se cruzan en el
origen. El punto k = Oimplica que no hay producción ni economía. Este punto no
es interesante económicamente y vamos a ignorarlo. Lo interesante de k = Oes que,
en este punto, la curva de ahorro es vertical y la de depreciación tiene una pendiente
finita (e igual a ó + n). Se deduce, pues, que para ya)orcs de k ceícanos a cero !a curva
de ahorro está por encima de Ia curva de depredación Lc1 pendiente de la curva de
ahorro va decreciendo a medida que k c1umentc1. Como sabemos que la pendiente
de sf(k) va cayendo hacia cero, sabemos que existe un valor de /, donde las cur-
vc1s de ahorro e inversión se cruzan. Dado que, después de este punto, la pendiente
de la función .s/(1,) sigue decreciendo mientras que (ó + 11)k sigue siendo una líne¡¡
24 / Arur<TES DE CREC!MIE",'TQ ECO:S.Ó.\IICO
recta, las dos curvas no se vuelven a cruu.r más. E:1 resumen, si ignoramos el origen,
/ns wrvas den/rorro y depreciación d~brn w:c ·~ariow,:ntc rnrzocsc u11a lit'~ 1{ sqlnm,•,;te 1ma.
El punto k" donde las do~ curvas s~ c:::uzan se llílma e.:;tado estncionnrio. Si la
economía (por la razón que sea) se encu~ntra en el punto /:*, entonces la curv¡¡ de
depreciación es igu¡¡J a la cur\'a de ahorro. La ecuación fundamental de Solow-Swan
nos dice que cuando sf(I.:) es igual a (6 + 11.)J.:, entonces i.: = Oy el capital no aumenta.
Si el c;ipitéll no aumenta, en el siguiente instante J.: vuelve a tomar el valor 1,:·. En
este punto, se cumple otra vez que sf(k) es igual a (6 + n)k y, de nuevo, ( = O. Así
sucesivamente hasta el final de los tiempos. Es decir, si la economía se encuentra
en kª, entonces se quedará en este punto para siempre. El stock de capital k" que
tiene esta propiedad se llama el stock de cnpitn/ de csindo estncio11nri9~ La intuición
económica es la siguiente: la economía ahorra e invierte una fracción constante, s, de
la rnntidad producida. Esta inversión se utiliza para aumentar el stock de capital y
pén<'. reemplazílr el capital depreciado. Cuando !i, economía tiene un stock de capitíll
/,:·, la cantidad producida, J(k*), es tal que si ahorramos la fracción s, obtenemos
Lmi1 célntidad de inversión que es justamente la necesaria para reemplazar el capital
depreciado. Es decir, una vez reemplazado el capital depreciado, no quedc1.n recursos
para incrementar el stock de capital, por b que éste permanece c1.l mismo nivel,/:". Al
permanecer el cc1.pital c1.i mismo nivel, la rrociu::ción vuelve a ser la misma de mc1.nerc1.
que, al ah:::>rrar la misma fracción, s, se genera la misma in versión y se repite el mismo
resul:ado. Lél economía no consigue aumentar el stock de capital y permanece con el
mismo stock h;,sta el final de los tiempo,.
Es fácil encontrar una fórmula pc1r,1 /;" si la fundl'in de producción es Cobb-
Douglas: basta con poner k = Oen [1.15' J: sA(I~· )" = (1\+n)k". Despejando obtenemos
una expresión para el stock de rnpitc1.l de estado estacionario:
14,,.,- LY''J.,o l(~ ~ o
..,. /)e7 ?2.-, )-r ~"' \<.. [1.16]
t;,.., lt-
1()
Como el stock de capitc1.l per cápita de estado estc1.cionario es constante, el PIB per
cápit¡¡ (que es una función de l.) tnmbién es constante, por lo que,; = O. Dado que
e! consumo es una fracción constante de"¡¡, también se debe cun,plir que el consumo
de estc1.do estacionario es constc1.nte y, en consecuencia, su tasa de crecimiento es cero,
1: = O. Es decir, en el estado estacionario, todas las variables expresc1.das en térm~~
per cápita son constantes v sus tasc1.s de crecimiento estc1.cionario deben sn cero.
El hecho de aue las vc1.riables en términos per cápita sean canstc1.ntes en el lc1.rgo
plc1.zo quiere decir que sus correspondientes valores agregados crecen al mismo ritmo
QUe l.\ población. Esto se puede Ver utj;jz¡mdo la definjcjón de Variable per Cfoit;,:
!, =!.:L. Tomando logaritmos y derivacias tenemos que ;r.· =·11, + 7L = -y1,: + n. En
el estado estacionario se cumple que 1i: = O y -1j.; = 11.. Una derivación similar nos
mostrará que las tasas de crecimiento del consumo ngregndo y el PIB agregado también
SOn iguales a nen e] estado estc1.cionario: 1C =-,;. =
"IÍ, 7L=
El 111(11/clo 11cocl.i:<ico de cn·cimirnlo de Salm,~Snv111 le. 1! / 25
- La ecuación [1.16] nos muestrn que el stock decapita! per c5pita de estado esta-
cionario, J.:". aumenta cuando la tasa de ahorro,.<, o el nivel tecnol6¡!ico, A, aumentan
y se reduce cuandn la tasa de depreciación, t,, o la tilSil de crecimiento de la población,
..::,, aumentan. Estos resuhados también se pueden ver gráficamente. En el gráfico·
1.2, un i1L1111ento de lil tasa de ¡¡horro hace saltilr la curva de ahorro hacia arriba, por
lo qL:e la intersección con la curva de depreciación se produce en un stock de capit¡¡\,
¡.,.··, superior. Es decir, el stock de capital de estado cstacio:1ario asociado con una
tasa de ahorro más elevada es mayor.
Funciones de k
f(kl
(,' + 11)k
s' f(k)
I
~
'-""--------'--------'-----k
Como el nivel de producción per cápita es una función de! stock de cilpital, el
ni,·el de renta de estado estacionilrio será también un¡¡ función creciente de la tasa de
ahorro. Es decir, en el estado estacionario, los países ricos {renta per cápita elevada)
serán los que tendrán unas tilsas de ahorro mayores.
Una mejorn tecnoló 6 ica (un aumento de .-\} también haría saltar la curva de
ahorro hacia arriba, por lo que el stock de capital de est,1do estacionario también
aumentaría.
Cuando se produce un aumento de la tasa de depreciación, f,, o de la ta~a de
crecimiento de la ?oblación, 11, entonces la pendiente de la curva de depreciación
aumenta y la Cl.\rva (/: + 11)ic salta hacia arriba, como se muestra en el gráfico 1.3. La
curva de ahorro y la de depreciación se cortan ahora en un nivel de capital inferior
po: lo que el stock de capital de estéldo estacionario disminuye.
26 / APUNTES DE CRECl~IIE\"TO ECONÓMICO
Funciones tie k
(e\'+ 11')k
/f(k)
(ó + 11)k
s f(k)
!
k
Hemo~ visto que ios gr;íficos 1.1, 1.2 y 1.3 nos sirven para comprobar que el
estado estacionario existe y es ú111co. También nos han servido pñré' ver la rel<1ci611
entre los diferentes parámetros de la ec0nomía y el stock de ca pita! de estado esta-
cionario. Veremo!' a continuación que estos gráficos también pueden ser utilizados
para establecer que el estado estacionario es estable, en el sentido de que aj el stock de
capital inicial es inferior a k", entonces el capitnl se ncumul,1 dE manern gue 1.-conwr¡;e
hacia 1.- y si el capital inicinl es superior a 1;•, entonces el capital disminuye hastn,
nue\'UIJJenle alcanzar el estado estílcionario Para verlo, nos bastará con con-lprobar
que a la izquicrd,, de 1;· la curva de ahorro es superior él lél cmv¡¡ de depreciación. En
esta regió:,, pues, la ecuílción fundamental de S0low-Swm1 nos dice que k > Opor Jo
t:uc el capitnl c1umenta. Dicho de otro modo, cuando el capitil! es inferior ñl nivel de
eslitdo estacionario, el cc1pitc1l aumt•1lti1. Lo contrario ocurre él[¡¡ derecha de kº, donde
la curv¡¡ de ahorro es inferior a la de depreci.1ción y L- < O. Resumiendo, el estildo
estariouacio es estable dado que, tengamos el capital c;¡ue tengamos. la dinámica del_
modelo nos hace gravitilr haci.:i el estado est¡¡ciom1ri.9.
~
-,/c• = J1(k • ) - (f.+ n) = O . ~, (ko,- 0 ) = 6 + n. [ 1.18']
1dk*
En el grftíico 1.4 é:omprobílmos que la distanciíl entre la función de producción y
la recta de dcpreciélción es el consumo de est¡¡do estacionario. Observamos también
que el punto donde la distancié\ entre líls dos curv¡¡s es m,íximíl es aquel en que J¡¡
función de producción es paralela a líl curva de depreciación, por lo que la pendiente
de la primera es igual a ó + n, que es lo que hemos encontrado algebrílicamente.
9 Este nombre lo ideó Phelps (1961) y lo b;isé en el i\iuevo Testamento, donde Je,!is rc~umiü la
"Regla de oro" de la conducta humana en dos mandamientos. El Evangelio según S;in Mateo nos d.,
la clave: "Los fari~,·os, al oír que /inbía hec/,o cnl/,1r n los ,;nri11ceos, Jormnroi: grupo .1/ ""º ,fr ellos. q,,,. an
i,,
experto, le preg1111/ó pnrn ponerlo n pruclui: M,,,·stro, ¿rndl es d mundum;c11t,, vri11ópnl rlc L,~1' f~:<1is le
,iijo: 'Amaras al Sc,ior /11 Dios CO!J torf,, /11 cor·n:ái:, ct111 todn 111 nlnw, 'º" todo /,r ser. E.<tc mn11,lami,·,:1,,
es' el ¡irincipol y ¡,rimero. El segundo es sc,m1n11tc n t'I: 'Amnrás a tu prójimo como a li mis11w·. Esto; ,fo;
rnn11dm11ic11los sostienen ltr ú:y c11tern y los prCJ/ctns". (!vfoteo, 22, 33-40).
Traducido a la teoría de! crecimiento, el segundo de los mandamientos quiere decir que l,1 sociedo1d
ilctuill no debe intentar aumentar su consumo si la consecuencia de ello es <1uc ei consumo de lílS
generaciones futuras se reduce, ya que no nos gusta.fa que ias generaciones futuras nos lo hicier211 ,,
nosotros si se invirtieran los papeles y nos tocara después que ellos. La Regla de oro de la conduct,,
diría, por lo tanto, que la sociedad debe milximizar el ro11sumo rle eslndo estncio11ndo: el que hace que
nuestro consumo sea idéntico al de las g~nerílcioncs veniderns.
28 / ArUNTES DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
(t + ,dk
~------------------k
k,~·
Recuérdese que no hay nada en este modelo que nos diga que la economía.
tenderá a ir hacia la Regla de oro. Para alcanzar este punto, habrá que escoger la tasa
de ahorro que haga qut> e: estado estacionario sea precisamente l~vro· ,-
"" Si la t,1si1 de ahorro es superior a .~ 0 ,. 0 , entonces el stock de capital será superior
a k.,,.", mientras que si la tasa de ahorro es inferior a sorn, entonces el stock de capital
será inferior a 1' 0 ,. 0 . Como sucede en el gráfico 1.5.
Además de ser ,el stock de capital que maximiza el consumo de estado esta-
cionario, koro $!/)mportante por otra razón: si la economía se encuentra a la derecha
de este punto, seguro que la economía es in,•ffcieute,,_Para ilustrar este hecho, consi-
deremos una economía con una tr1sa de ahorro superior a s 0 , 0 •
Esta econoruía'podrfa aumentar claramente el consumo de estado cstaciaoacio.
~i redujern la tasa de ahorro al nivel de Regla de oro, s 0 , 0 , ya que, por definición,
el consumo asociado con esta tasa cie ahorro es máximo. Ahora bien. nótese i;iue
reducir la tasa de ahorro es equivalente a aumentar el consumo inmediatr1mente.
En el gráfico 1.6. al reducir la tasa de ahorro, la curva de ahorro salta hacia aba-
jo. En el momento del cambio, el consumo aumenta a c0 _ A partir de ese momento,
la diferencia entre ahorro y depreciación es negativa, por lo que el capital empieza
a decrecer. La economía se mueve hacia la izquierda. Durante esta transición, el
<;9nsumo es la distancia entre la producción. f(k), y la cun'a de ahorro, §erro f(/.).
La trayectoria del consumo en el tiemoo se describe en el gráfico 1.7. A lo largo de la
transición, el consumo es superior al gue había en ~Lm!ter,iQL~gª--.d_i¿~slacionario ..
El mo,ido 11roc/á;;ico ri,· cn:cimimto ri~ Sofo11'-S,m11 (c. lJ / 29
(,' + 11)k
(i\ + 11)k
flk)
;~, f(k).,,
',..,,,,.1 .\~
l"' :--;-~ ..,,.-,,, '"'
k
k·
Gráfico 1.6. Tasa de ahorro superiora la de la Regla de oro (s' > snrnl-
30 / APUNTES DE CRECIMIE:StTO ECO;;iÓMICO
e,
L...
e' ,----~'""'···················-·················
LJ___ - - -- V
" ' - Reducimos s
Tiempo
dinrimica111e11!e i11eficie11/e es qcte In tnsn de interés renl sea inferior n la taso 1/c crecimi¡:11/0
ogregodo, r" < 1·i···
Es interesante comparar la situación de aho~ro excesivo co:1 la que ocu=-re cuando
la tasa de ahorro es inferior a so,·n· En este célso, el capital de estado esracionario, k',
es inferior al de la Regla de oro.
---T
¿
\ (é + n)k
f(k)
~.~.J"(k)•- ..
s" f(k)''
k
k" k,••
Gráfico 1.8. Télsa de ahorro inferior a la de la Regia de oro (s" < Sur 0 ).
e,
1
1
Consumo a largo
plazo aumema
1
e;..
e" --------------
' ~
4': C.-J) l ')y= - il
y
=O-=
k O"fk·
k
Además, como el consun o per cápita es proporciona al producto per cápita
1 [1.19]
Esta ecuación sili_ue sien o la crnació11 [1111d,1111c11tal del modelo de S0/orP-Swa11 (lo
único que ha p.1sado es que hemos divido ambos lados de la ecuación por k, pero
[1.20]
-
((s) tiende a infinito cuando k tiePde a cero (recorde!11os que sAI.--Cl-a' = kf¿.. ,
por lo -que k aparece en el denominador cor: un exponente posilivo. Cuauuo el
fft~ de:1ominado~ tiende a cero, la fracción tiende a infinito).
~ tiende a cero cuando k tiende a infinito.W
Es decir, 111 curva de ahorro toma v¡¡lures infinitos cuando k es cero, decrece
constantemente y se aproxima a cero para valores grandes de 1~- En el gráfico 1.10 se
dibuja la curva de ahorro y se denota con las iniciales CA.
\ Tasa de crecinueotc
¡
V
1
"'·
'
deprcciilción (CD)
l.-r11 ¡---~----,-----------
Curv~ de
1 '
L_i_
---""-'------------- k
de argumentar que las dos curvas se cruzan una vez y sólo una vez, por lo que
el capital po~ trabajador de estado estacionario existe y es IÍnico.
l'.9Q.emos emplear el gráfico 1.10 parn estudiar el comportamiento d~Ja_ tasa
de crecimiento en el tiempo . Según la ecuación de crecimiento [L2Cl, la tas¡¡ de
crecimiento de k viene dada por la diferencia vertical entre las dos curvi\s. Vemos
que la tasa de crecimiento es positiva para valores de k inferiores a k', k < k', y
negativa para valores superiores¡¡ k', k > k". Además, la tasa de crecimiento es tanto
mayor cuanto más por debajo está la economía del estado estacionario. Tomemos una
economía con un capital inicial h·o inferior a k •. La tasa de crecjmjentn del capital en los
primeros momentos es grande, pero va disminuvendo monotónjcamente con el paso.
de) heropo al ir apcoximándose la economía a su posición de estado estacionario.
Cuaodo se alcanza este punto el crecimiento se detiene. E! comportamiento de la
economía es simétrico cuando el capital inicial está por encima de/;".
La explicación de la caída de la tasa de crecimiento a lo largo de la transició!l
está en el supuesto d1' gue los re11di111ie11tos del capital so11 decrecientes: cuando el stock
de capital es bajo. cada aumento del stock de ca¡:¡ital ~enern un ,¡:rou aumento en l;;t
_producción (esto es, !a oroductividad mar~inal del capjtal es eleyadal. Puesto que,
por hipótesis, los agentes ahorran e invierten una fracción const¡¡nte del producto
adicional, el aumento en el stock de capital es grande .. Dado que la productividad
del capital es de.creciente, cada unidad ndicional genera incrementos menores de
producto a Xlll'didíl q11e k aumenta Como los agentes siguen ahorrando un porcentaje
constante de la producción, lus aumentos adicionales del stock de capital son cada
vez más reducidos. De hecho, se aproximarían a cero si el stock de capital fuera
arbitrariamente grande. Antes de llegar a este extremo, no obstante, la economfr,
alcanza un punto en el gue los incrementos del stock de capital cubren exactamente
la substitución del stock de capital que se ha depreciado y compensan el crecimiento
de la población (a una tasa n). Este aumento es, pues, exilctamente suficiente para
mantener el capital per cápita a un nivel constante. Una vez que la economía alcanza
esta situación, permanece en ella para siempre. Se trata del estado estacionario.
Este resultado es, a la vez, interesante y preocupante: por un lado hemos visto
que si la función de producción es neoclásica, no solamente existe un punto en el
que la economía deja de crecer, sino que además, con toda seguridad la economía
se aproxima a este punto. Dicho de otro modo ¡a jarga piazo ia ~aooroía debe 0
dejar de crecer! Esta es una lección importantísima de la teoría neoclásica. que nos
dice que el crecimiento a largo plazo TI() se ~uede alcanzar a base de invertir ung
fracción constante del PIB. Pero es una lección preocupante porgue la experiencia
de muchos países que han crecido durante los últimos 200 años nos muestra que es
posible crecer a largo plazo. E_111E.ezamos a ver que el modelo simple de Solow-Swa:1
no es una descripción razonable de lo que sucede en el mundo que nos rodea.
Un argumento intuitivo que podría parecer que explica lo que está pasando, pero
que es falso es que, a medida que el capital crece, el producto marginal del capital
3ó Í ArUi':TES DECRECIMIEi'ffO ECONÓMICO
Se podría pensar que si nos encontramos en nuestro estado estacionario (y, por lo
tílnto, si nos encontramos en una situación de estancamiento permanente), una forma
de genernr crecimiento consistiera en la tasn de ahorro e inversión (recordemos que
lus tns.1s de ahorw e inversión coinciden cuando la economía es cerrada). De he-
cho jnstjtpcjones jntemacionales CQD)O el Banco Mundial a menudo recomiendan el
aumento Ó" la tase de abccrn e inv csiól' corno I¡¡ so]ucj(m del problema del nulo
0
este stock de capi'.al la curva de r1horro es:f i1"i.½'._~:i;·; ~..-,_.,-te la curva de depreciación.
La tasa de crecimiento de la economía p;:s~_µ,fe:::.,¡_~Ci:_:¡:,ositiva. Esto implica gue
e! stock de caµjtal comienza a despla2a1\e K4¡:ja··j;;::oé,· cba A medida que esto
0
~V
t-----,...---~------ CD
gue el futuro. Es más, si el stock de capital inicial fuera superior a /; 0 ,..,, entonces un
aumento de la tas¡:i de im'Ccsiáu serííl claramente malo ta) como hemos se!iillado en
)a sección anterior.
El resultado obtenido nos vuelve a indicar que, en este modelo, ne se puede
explicar el crecimiento obse1Tc1do ;i muy largo plazo con la im•ersión en capital físico,
dc1do que la ley de !ns rendimientos decrecientes del capital acaba por matar el cre-
cimiento. Un aumento en la tasa de ahorro genera crecimientc> positivo a lo largc> de
la transición, pero no genera crecimiento a largo plazo. Uno podría pensir que si
voh•iéramos a aumentar.<, entonces se generaría otro pequeño proceso de crecimiento
hacia un nuevo estado estilcionario. Una vez allí, podríamos volver a aumentar s.
Sucesivos aumentos de la tasa de ahorro, podría pensarse, gene:-arían sucesivos au-
mentos en la tasa de crecimiento. Sj esto se hace a perpetuidad. la tasa de crecimiento
podría ser siempre positiva. El problema de este argumento es que oivida que la tasa
.de ahorro es una ú·ncció11. Es decir, es un número que no puede nunca exceder de
uno: una vez ahorrnmos todo lo que producimos no podemos aumentar la tasa de
ahorro porque no hay nada más para ahorrar. Una vez Ue'ª40 il ese límite. la tas¡¡ de
ahorro no puede aun1entar y lu econon1ía convei:girá a 11n estado estariooacio final
sin crecimiento del que ya no ¡,odremos escapar.
La lección princip¡¡l es, por Jo t¡mlo, que 1io se pueden generar aumentos perma-
nentes en la tasa de crecimiento con polítiras de ahorro e inversión.
38 / A ruNTF.5 DE CRECIMTEr-;TO ECONÓ~IICO
I
/ CD1
¿ I
1
1
\
J CD2
k
k· k ..
\ \ t
\!
k"
es deci~, la tecnoiogía h;ice que el trabajo sea más eficiente· con la misma c;antidad
pe trabíljadorcs, L,, un ¡¡ume11tc, en la cficicucia del trabajo hace que la producción
illnnente. Por este motivo, muchos economislas denominan el producto L = L,A,
rcrridarles de c{ici;:11cir. dd Iral•aio ..Obsérvese que este producto crece si crece la población,
L, o si crece el nivel tecnológico, A. Como siempre, supondremos que L crece a
una tasa cxcíge1111 co11st1111/c que denominamos 1r. Además, supondremos que A crece
también a 1.m ritmo exc!g,:110 11 y c,rn~taute <;¡wt' denotamos con la letra x . .P~rJ9_t~ntQ,_
~ n ñ lriefüaa·aer¡,,üs,eso tecnoTogtco. "1'or ejemplo, 51 :r = 0,02 cada trabajador
es un 2 por ciento más eficiente cada año. La producción, Y, aumentará exactamente
igual que sj L hubiern crecido en un 2 por ciento. Como la población crece a un ritmo
n y la tecnología crece a un rilmo J:, el producto L = L 1 A 1 crece a un ritmo n.;. x.
11
Exógcno guicrc decir gue la tccnologfa aumenta 5in necesidad de que n:n¡;úr. miembro de la
economfo dedique esfuerzo, o recursos para q:1c ello su,edn.
El 1110.tdo 11coc/ci;;ico d" cn·cimit'11/o itr So!cr1•-S,m11 /c. JJ / 41
F(l\·.
-L- = F
LJ (¡\·I' IL) = . 1) = /(/,:)..
F(/,,
\
k . .
.I = s1<1.-i - íi1.-. [1.22]
1
Para 5Abcr el comportamiento de k en el tiempo, calculamos su derivad¡¡ con
,respecto ai tjempo (de manera parecida a In que hemos hecho en [1.12]):
·-·---·-----·--------
[1.231
/,A ¡, L.-\ ..\ L_.\
A· •
= -::- - (n + J·)I.- '
L
. .
/(/.) - (~ + n + x)I . [1.24]
-
.
Obsérvese que la ecuación [1.24] es casi idéntica a [l J!i]. Las dos diferencias son:
(1) el stock de capital relevante no es/.: sino Í, y (2) la constante que multiplica el stock
de capital en el último término es é +n + x en lugar de 6 + n. Si procedemris a construir
up gráfico sjmHar a) 110 encontraremos que las rnrvas cie aborrn y depreciación se.
cruzan una vez y solamente una (véase el gráfico 1.14), por lo gue existe un único
stock de capital de estado estacionario constanti;, k", y la tasa de cr~cimiento es
cero, 11; = O. En este estado estacionario, será cierto que el PIB por unidad de trnbajo
eficiente, f¡ = Y/ (LA), es constante y su tasa de crecimiento es cero. No reproducimos
la exposición de este análisis en estas páginas porgue el procedimiento es idéntico 111
utilizndo para la construcción del gráfico 1.10.
-[! / ArL":-ST~~ DE CRECI~ !IE~TO ECONÓ~llCO
1 \ /
!
1
"V
~ 1
1 1
! T
CD - ,\ + ll +X
k,, k'
Gráfico 1.14. El modelo neoclásico de Solow-Swau con ¡;,ro~reso tec-
noló'iico.
Dadoque,pordefinición,Í: = f\ f
= ::r = 1,tenemosquelatnsndecrecimiento
de i.- es iga,1] a la diferenci,, emre , 1, y ,·_. 1 = .t. Por lo tanto, obtenemos que en el
estado esta.:ionario, donde-,¡ = -1z = O, seriÍ cierto que ·:; == -1¡ = .r. Es dcci:-, en
el estado estacionario el capital y el PIB per c.ípita crecer,ín al mismo ritmo que la
tecnología, ,r.
tan tes en los i11p11ts rizmies, en este caso I< y L. EI teorema matemátjco de fa.1ler r.os
. dice que una función j10mo¡;énea de gr:tdo uno tiene la propiedad de que_
• DF DF
F(I(. L. .4.) = J { - + L-. [1.25]
1 ar: DL
Otro de los postulados neoclásicos (que estu 1aremos con más detalle en el
capítulo 3) es que el mundo es de competencia perfecta. fü1bemos q11e rnancio bay
competencia perfecta, la recompensa gue recibe cada factor de producción es su
producto marginal. Es decir, si it· e_s el salario d_el trabajo y R_ es la renta del capital,
,entonces en 11n mundo neoclásico de competencia perfecta, los precios de los factores
cumplen w = DF/DL y R = BF/8!{. Si substituimos estas dos igualdades en [1.25]
obtenemos una conclusión devastadora:
!~=----
u,k [1.27]
i}log(J.:)
f~~--~
~
11,· -
·.\--(1-nll"~(/,) _ ('.
S. C.
r, -- o-:i.-----·- r \ -(1-n)lnd;,:1,--(-.------1
)';~}
iJ=-ülog(l,)=-ls.'r e .,-.-(l¡J-
\
~- 1
nlsAi,- ~ . l ~ _
El grMicu 1.1 Oi11dica que la ta:;a de crecimiento de una economía neoclásica es de-
creciente. Esto significa que si las economías se. diferenciasen únicamente en el
1
I\ i
1\ \ Tasa de crecimiento de pobre
si pobre tiene "s" baja ·
\ ~
\~1
T
Tasa de crecimient0
de rico si rico
tiene "s" alt¡¡
CD
k
k,.,. k,,.,
Hav que destacar <:,¡ue el modelo neoclásico que acabamos de esbozar sólo predice
la cxistt·11cin rle 1111n rclqrió,, 11eyativn c;ntre In r,:11ta ji In;; tasas ,h' crcci111h·11to en ,:1 cq,o
de que la 1Íl1icn diferencia rnlfl' los pni,;,:s residn r11 sus stocks i11icinli:s de rnµi/11/. Si, por
el contrario, las economías también se diferencian en su nivel de tecnologí¡¡, .-t, en
ti 1110.telv 11eoc1as;cC1 at• cr,·rn1111'1HO ae :io/Llw-:,mm 1.:. u , -11
sesgildéls siempre que k" esté correlacionado con J.-. Barro y Sala-i-Martin (1991,
1992¡¡, 1992b) y Mankiw, Romer y Weil (1992) han encontrado apoyo empírico para)¡¡
hipótesis de convergencia condicional y, e•1 consecuencia, para el modelo neoclásico.
La pi!rticipilción del Cilpital qae se precisa para que el mndelo se ajuste a los datos
es sustanciillmente mayor que 0.3 y cercano a 0.75. Los resultados de estos estudios
empíricos se iln,liizan también en el capítulo 10 de este libro.
11.29]
lvli11,ki\\", Romer y Weil supusieron, éldemás, que tilnto el Cilpitc.l físico como el
hum.:ino se podii11~ .:icumul¡¡r dctr,,yéndolos de lél producció1~:
o = ..\+,¡,en lugar de la participación del capital físico, >., por lo q1.1C la velocidad de
convergencia es igual a e· = (1 - ..\ - ,¡)([, + n). Si la participación del capit.::I físico es
>. = 0,30 y la participación del capital humano,¡ = 0.50, lél tasa relevante del capital
es o=,\+,¡= 0.80 y lél velocidad de convergencia que se desprende (cuando~= 0.10
v n = 0,01) se sitúa en 13· = 0,022 .
.Em::Y:alor.es.se-i-WP@?an ovr·bo JJJás a los obtenidos por Ja literatura empírico
(que se analiz<! en el rnpítuln 10) que fluctuéln alrededor del 0.02.
una economía cerrad.i con una participación simililr del Cilpit¡¡l en el producto osciia
alrededor de i3 = 0.022. que es bastante parecida). Por est¡¡ r,nón, la introducción
de la movilidad dei capital en un modelo neoclásico no modifica sust,mcialmente las
predicc1011es cuantitativas y cualitativas sobre la velocidad de la transición, siempre
qm: l,\ pílrte del c;1pital que pueda emplearse com0 aval no seíl muy grande. La
consecuencia es c¡ue, en la práctica, tratar con modelos de economÍíl cerrnda puede
110 ser una idea tan descabellada.
2. CRECIMIENTO ENDÓGENO
Y OTRAS EXTENSIONES
DEL MODELO DE SOLO\V-SWAN
_!Jn¡¡__ i;Qn_c!usión importante a la que bernos )legado eu e) capítn)o anteriac es ql'e s'
CJUeremos explicar los determinantes del crecimiento a largo plazo debemos aban-
donar alguno de los supuestos del modelo neoclásico: éste predice que soiamente
puecie haber crecimiento a largo plazo si existen mejoras tecnológicas, pero los
supuestos neoclásicos no permiten iatroducir el progreso tecnológico dentro del mo·
deio, por lo que éste debe suponerse exógeno.
La primera manera de desvia~se de los supuestos neocléÍsicos es abandonar IA
funcjón deprcduccjón neocj¡jsica, En este! sección mostraremos que un simplecambio
en la función de producción genera un universo nuevo de predicciones y de recomen·
d¡¡ciones de política económica, a la vez que nos permite explicar el crecimiento a
largo plazo.
Imaginen,os gue ia función de producción es lineal en el stock de capital
donde A es una constante Esta funcjón de µroducción se llama, por razones obvias,
"teC11ologín AK", Aunque algunos economistas utilizaron en un momento u otro algún
tipo de tecnologías lineales (véase, por ejemplo, Von Neuman (1937), faiton (1981), o
Cohen y Sachs (1986)), la introducción del modelo lineal en la nueva literatura sobre
crecimie11to endógeno de los años ochenta se atribuye a Rebelo (1991). En principio,
esta función de producción puede parecer descabellada, puesto que ignora totalmente
la existencia de trabajo y todos sabemos que se necesitan trabajadores para producir
5::! / APL'NTES DE CRECli\.11~:S:W l:CONÓMICO
bienes y servicios. Ur: segundo análisis, sin embargo, nos mue.;tril cómo, teniendo en
cuenta el concepto de c;:ipital humano, e! supuesto de función de producción .4¡,· no es
t;:in descabellado. Para que un cuerpo humano sea productivo y pueda ser clasifü:acio
como "trabajo", la sociedad (ios padres, los educadores o lils empresas) debe invertir
muchos recursos en él. Estos recursos toman b forma de comida, medicamentos o
cduc¡¡ción. Dicho de otro modo, el factor trabajo necesita inversión, en el sentido
de que debemos sacriiicar consumo presente para aumentílr la productividad de lo
que llanloni.os trabíljo. En e] capítulo anterior hemos s, rpPesto q11e el fartar trabajo
C1umentaba a un ritmo " y. lo que era más atrevida este apmento se pmdpcía ciS'
m¡mera ~ratuitjl, sin necesidad cic gastar recursos En realidad "iD embargo el
factor trabaio auo1enta de una n1anera parecidw a can10 ben,as modelada el capital
h;istil <1hor<1: sacrificando consumo actual. En resumen, el capital y el trabajo son,
en reillidad, dos tipos ds: capital djferentes Cfísjco y humano) pc:ro al fin y al cabo.
ambos son capital Si todos los inputs de la función de producción son capital y
existen rendimientos constantes de csrnla. la función de producción debe tener la
forma .-l/,·.
Sea cu;il sea la moti\'ación, en este momento nos interesa saber cómo cambia el
modelo de Solow-Swan cuílndo utilizamos la función de producción .4.l,· en lugar de
la función neoclásicn que hemos utilizado hasta ahora.
Lo primero que debemos señalm es que_ lil función Al,· no cumple todas las
condiciones neoclásicas descritas en el crpítulo 1. La función AK:
(1) Exhibe re11di111i11c11/,1,: c¡111stn11te, 11 cscnln (por lo tanto, esta propiedad neoclásica
sí se cumple), dado que .4.(,\/,) = >.Ar,· - >. i".
Cl Exhibe rendimiento, posjtjyos 111;:ro No dec,-,·chitc,¡ rjeJ capital (por lo que la se-
gunda propiedad neoclásica no se cumple), dado que f;;:
= A y ~ = O. Ve-
mos que la segunda derivadil es cero y no negativa (como requiere el supuesto
neoclásico de rendimientos decrecientes del capital).
(3l No satisface las condjciaues de lnac\.ª, dado que el producto marginal del capital
es siempre igual a .--1. por lo que no se aproxima a cero cuando¡,· se aproxima a
infinito y nose aproxima a infinito cuando r.; se aproxima 11 cero (lim~·-x F'(T,") =
A -:¡!O)' lim1,-o P'(I,·) =A-:¡! ex:).
Introduzcamos aho,a la función de producción AJ{ en el modelo de Solow-
5wan desilrrollado en el capítulo anterior, bajo el supuesto que el resto del modc!lo e;
c.rnc/n111c11/e ig11nl. Si esto es así, la eetrnción fundamental de Solow-5wan [1.15] sigue
siendo cierta. Recordemos que cstil ecuación fundamental nos dice que el aumento del
Célpital por personil es igual al ahorro (e inversión) por persona menos l;i depreciación
por persona (lo cual incluye 111 pérdidil de Lmidades de capital por persona cuando
aumenta el número de personas, ni.-). Reescribimos aquella ecuación aquí:
donde los subíndices temporales se hi'ln ignori'ldo p¡¡r¡¡ simplifiCilr la notación y donde
y es el producto pcr cápita, /(l.:. A). Parn poder utilizar la función de producción .4./,
en 12.21, debemos expres11rla primero en términos per cápita: 11 = = Af" = Ak. f
Substituyendo la producción per cápita en (2.2] obtenemos
Dividiendo por k los dos lados de la ecuación obtenemos que la tasa de creci-
miento del capital por persona es igual a
1
\_¡._=...::-1,-,-=-sA-·---(,-\+-,,)-. 1
[2.4]
1 TiJSi) de crecimient0
constante .
Curva de
,··¡··
1 ;ihorro fCAJ
1
Cun·a de
depreciación (CD)
~-~----------------k
k,.
-,e = -,,. = -Yv = -, • = .~A - (6 + 11 ). En este modelo todws las y¡¡rjab)es agregadas por
supuesto, crecenfo al ritmo -1• + n, por lo gue ·y:= ?'b' = Jr = 5rl - ,1.
Existen sei~ diferencias importantes entre este wode)o y el modelo neoclásicu.,
En primer lugm, la tasa de crecimiento del producto per cápita puede ser positiva
si11 11c::~s;dad de lc11cr 911c Sl!Wllt:r 11/lC 11/7111111 mriabh· crece co11ti11ua l/ \'X\Í)'t'llame11te. Esta
es una difenmc:ia muy import;inte y es la que a menudo da nombre a este tipo de
modeios: mocieios de Cl't'cimirnto ,·11dá~1?110.
En segundo lugar, Ia tasa de crecimiento viene determinada por factores visibles:
las economías con tasas de 11/:orro grandes van a crecer mucho. Es más, un aumento
de la tasa de ahorro (quizá inducida por una política fiscal por parte del gobierno)
provoca un incremento de la tnsa de crecimiento. Por este motivo, contrariamente
e, Jo que predice el modelo neoclásico, las políticas diri~idas a promover el ahorw
1 <}· )¡¡ i1wersián} afectan a la tasa de crecimjento a lar¡;o plazo de la economía. Esto
se puede ver en el gráfico 2.1 pon¡¡ue un aumento de la tasa de ahorro hace saltar la
curva de ahorro haci;;: arriba, v In distnncia entre las cun•as de ahorro y de depre-
cicición aumenta. El mismo razonmniento es válido para las políticas que nument,lli
el nivel de la tecnología . ...\, reducen la tasa de crecimiento de la población, n., o la de
depreciación, 8.
En tercer lugnr, )a economfo carece de unn transición hacin el esto do estacionario,
ya que siempre crece a una tasa constnnte igual a -1• = s.-l- (6 + u) con independcncin
del vnlor que ado~iteel stock de copita!. Esto hace que este tipo de modelos lineales sea
mucho m,b sencillo que los modelos neocl,1sicos, que tienen complicadas dinámicas
de transición. Aquí, la tasa de crecimiento de todas l¡¡s variables es ,if'111¡we constante.
L,, razón es ia ausencia de rendimienios decrecientes dei capital. Recordemos que
en nuestrn economín las iamilins nhorran e invierten una fracción constante, s. de st.:
producto. lmnginemos que el stock de capit.-il es peque!'io. Éste produce un<1 cierta
cantiLfad de producto, la fracción., del cual se invierte. Cada unidad invertid<1 genera
un aumento de la producción igunl a ,\, por lo que el aur:1ento total en el número
de máquinas (sin tener en cuenta la deprecic1ción) es igual a .s.-lk. Este incremento se
puede expresar en términos porcentuc1les dividiendo por k, por Jo que el aumento
porcentunl bruto es s.4. Pc1ra encontrar el crecimiento porcentual neto basta con restnr
1.-i tnsa agreg;ida de deprecinción del capital per cápita, b + 11. El aumento neto es,
pues, s.4 - (é+ 11j. Cuando el stock de capital es grande, las familias siguer: ahorrando
ln misma fracción de su renta. Como el producto marginal es constante (no hay
rendiminentos decrecientes del capital), cacia unidad ahorrada sigue generando .-l
unidades de producto y el aumento en ei número de máquinas es srii,. Este auniento
en el número de máquinns es mc1yor que cuando k era pequeiio, pero cuando lo
expresamos en términos porcentuales, el porcentaje sigue siendo el mismo, .~A. Como
In depreciación sigue siendo la misma, la tasa neta de crecimiento de la economía no
varía. En resumen, la tasa de crecimiento de la econonúa permanece constante a
pesar de gue el stock de cnpital aumente.
Craim1e11to e11dógeno y utras exce11siv11es del modelo de So/01i,-S1m11 (c. 2) I 55
En cuarto lugar, este modelo predice gue no existe ningún tipo de relacjón entre
la tasa de crecimiento de la economía y el nivel alcanzado por la renta nacional.
Dicho de otro modo. 110 predice convergencia, ni condicional ni absoluta. Esto explica
ln atención que la literatura moderna sobre crecimiento ha prestado a la hipótesis
de convergencia: se trata de uno de los rasgos que distinguen los nuevos modelos
endógenos de los modelos neoclásicos tradicionales y, en consecuencia, es una forma
de comprobar la validez empírica de los dos enfoques. Este tipo de consideraciones
empíricas se discute en el capítulo 10.
En quinto lugar, el modelo A.K predice que los efectos de YDíl recesión temporal
¡;ecílo permanentes. Es decir, ,5i el stock de capital disminuye temporalmente pm
,µna causa exógena (un terremoto, una tragedia natural o una guerra que destruya
parte del stock de capital), la economía no va a crecer transitoriamente más deprisa
para volver a la travectoria de acumulación de capital anterior. sino g_ue la tasa de
crecimiento continua~á siendo la misma, de modo que la pérdida sufrida se hará
permanente.
Finalmente, un aspecto interesante de este modelo, apuntado inicialmente por
Saint-Paul (1992), es que cuando la tecnología es AJ<:, no puede haber dc111asiad,1 i11-
vcrsió11 en el sentido de gue la economía no puede encontrarse en la zona di11cí111ica111e11tc
jueficicnte. Para entender ésta, recordemos que en la zona de ineficiencia dinámica, el
tipo de interés en el estado estacionario era inferior a la tasa de crecimiento agregada,
r· < 1;- (véase la sección 3 del capítulo 1). El tipo de interés, a su vez, es igual al
producto marginal del capital menos la tasa de depreciación (este resultado se de-
mostrará en ei capituio 3 cuanáo introdu;,.camos mercados de crédito y empresas_.
pero sabemos que la teoría microeconómica sencilla predice esta relación).~
en el modelo A.!( el producto marginal del capital es siempre constante, tenemos
gue el tipo de interés siempre es igual a ,· = A - r,. Como la tasa de crecimiento
pcr cripita es siempre igual a 1'~ = sA - (,5 + n), la tasa de crecimiento agregado es
-,.;. = 1 ; + 1'L = ,·; + n = sA - ó. Para que haya ineficiencia dinámica (es decir, par;.
que,-• < ')'y), es necesario que A - ó < sA- ii. Obsérvese que esta desigualdad no se
puede dar nunca, puesto que la tasa de ahorro es siempre inferior a 1 y, por lo tanto,
A es siempre mayor que sA. La economía cm~ tecnología AK, pues, no puede ser
dinámicamente ineficiente.
A pesar de su simplicidad, el modelo AK que acabamos de desarrollar es muy
importante, pues constituye la base sobre la que se construye toda la teoría del cre-
cimiento endógeno. Como veremos en las secciones que siguen (y también en los
capítulos 5, 6, 7, 8 y 9), la mayor parte de los modelos de crecimiento endógeno
esconden, en alguna parte, algún supuesto que hace que la tecnología relevante tome
la forma Al(.
56 / APUNTES DE :::RtCllo.llENTO ECONÓMICO
¡ ["
cribir es
l }. _·\/"' L1
\ 1.-r 't L
-n _,,
h¡_, .;..
5)
cápita para poder luego introducir ésta en la ecuación hmdamental de! modelo de
Solow-Swan [2.2]. Dividiendo los dos lados de [2.5] por L1 e ignorando los subíndices
temporales para simplificar la notación obtenemos
y o ,,
y= - = Ak 1- . [2.6)
L
Si a:tuamos bajo el supuesto de que i.: = " y sL1bstituimos en [2.6], obtenemos
que la fllnción de producción, de hecho, es
y= Ak'"'1, [2.7)
La tasa de crecimiento del capital per cápita se puede hallar dividiendo los dos
lados de [2.8] por k
Ca5o 1: a + 17 < 1
-~A
-,k ·= -k 1- -
-o-,¡
- (b + n), [2.10)
Tns.i de crecimiento
Cun·a de
depreciación (CD!
._!_ _ _ _ __,,,___ _ _ _ _ _ _ _ __
Curva de
ahorro (CA)
k
k., k·
de 1.-·, lil dinámica del modelo nos mueve hacia la derecha) y, ¡¡ su derecha, l¡¡ ta-
de crecimiento es negativa (cuando estamos a la derecha de 1:·, la dinámica del
Si'.
Ci1so 2: a + 1¡ = 1
Caso 3: o + 11 > 1
Cuando las externalidades son tan grandes que la suma de los parámetros o + 17 es
superior a uno, obtenemos que el exponente del cnpital en la ecuación de crecimiento
12.9] es positivo. La curva de ahorro pasa por el origen, es creciente y va hacia infinito
cuando k va hacia infinito, tal como muestra el gráfico 2.3.
Crcci111irntu c11dúgc110 y olrns exlensio11cs del modelo de Solow-Smw (c. 2) / 59
Crecimiento
;;Hvo Crecimiento
neg;itivo
\
1-------,--------- (CD)
k
k"
el del capital sea exactamente igual a uno. Dicho de otro modo, es necesario cr.1e el
exponente que representa la externa lid ad sea r¡ = 1 - c.. De alguna manera, el tamaño
de la externalidad, r¡, debe ser tan "grande" como la suma de las rentas de todos los
trabajadores de la economía, 1 - a, supuesto que parece poco razonable.
Antes de acabar este apartado, señalemos qué hubiera pasado si, en lugar de
seguir a Lucas y suponer que el stock de capital relevante para la externalidad es
el Cilpital pcr cápita, " = k, hubiéramos seguido a Romer en el supuesto de que el
stock de capital relevante para ia externalidad es el capital ag,·egado,,; = 1':. Para ello
es preciso suponer que la población NO CRECE (por razones que entenderemos en un
momento). Si substituimos" = ¡,· en la función de producción [2.6) obtenemos~· =
Al.:" K' 1• El capital agregado se puede escribir·como el capital per cápita multiplicado
por L (dado que, por definición, l. = K/ L _, K = l.:L) y la producción por persona se
puede expresar como
Obsérvese que lc. diferencia entre [2.7) y [2.11) es que en la segunda aparece el
término L'1• La tnsa de crecimiento [2.9] pasa a ser
Í,: '
- = sA1.:"• 11 -·L 11 - ó, [2.12]
/;
[2.13]
.. - --
Esta tasa de crecimiento tiene un asj:'ecto l:'!fE:re",·,:.r~ y es que está positivrnnente
correlacionada con el tamai'lo de la pobl~ói-t_í_é,-é~:. I<!antidad de trabajadores, que
en este modelo es lo mismo). Si cada una de las econonúas del mundo se pudiera
describir con este modelo, la predicción sería que los países con mayor población
(como por ejemplo China o India) deberían crecer mucho má.s deprisa que países
con menor población (como Hong Kong o Singapur). Esta predicción se conoce con
el nombre de efecto de escala, porque los países con mayor escala (medida por la
población) deberían crecer más. La validez o la invalidez de esto predicción se co-
mento con más detalle en el capítulo 7.
La tasa de crecimiento [2.13 J también nos indica por qué hemos hecho el supuesto
de que la población, L, es constante. Si L creciera a un ritmo conslnnte, n, entonces
la tasa de crecimiento sería carla vez mayor, lo cual parece no concordar con los datos,
según los cuales la tasa de crecimiento en el largo plazo es más o menos constante.
Crccimh•,rto e11dó,<?c110 y otms ertc11sio1w; del 111ode/,, de Solon~S.1•n11 (c. 2J / 61
Cuando los pa:-ámetros son tales que a + r: < 1, entonces existirá un stock de
capital de estado estacionario {como hemos mostrado antes, cuando a + 11 < 1, la
economía se comporta como en el modelo neoclásico). Substituyendo k = O en
[2.12] y despejando k, obtenemos que el capital de estado estacionario vendrá dado
• 1
po, k" = ( s.~L ') 1-u-•,. Observamos que el stock de capital de estado estacionario
deptmde positinment de l., por lo que el modelo predice que los países con mucha
población (como China, India, o Indonesia) deberfan ser mucho más ricos (es decir,
deberían tener mucho más capital por trabajador) que paises con poca población
(como Suiza, Dinamarca o Bélgica). Lógicamente, esta predicción es falsa.
El hecho de que el stock de capital por persona de estado estaciona:io sea
una función positiva de L también nos muestra que si dejamos que L crezca a un
ritmo constante, entonces el stock de capital por perso11a también crecerá a un ritmo
constante. El crecimiento de la población hará crecer las variables per cdpitr. de la
economía, In cual no pasaba con el modelo neoclá.sico.
En resumen, la existenci¡¡ deexternalidadesdecapital agregado introduce efectos
de escala que tienden a no ser validados por los datos. El lector que quiera saber más
sobre dichos efectos y sobre su realismo empírico debería consultar los capítulos í
y 10.
En este apartado estudiaremos los efectos que el gasto público y ios impuestos nece-
sarios para financiar dicho gasto tienen en la economía y, en particular, en el cre-
cimiento económico. Con este objetivo, compararemos los aspectos positivos de tener
un gasto público elevéldo con los aspectos negativos que conlleVél la financiación de
dicho gasto a través de impuestos. Para ello, deberemos trabajar bajo el supuesto de
que el gasto·público es deseable (si no, la conclusión será inmediata: lo mejor sería
rt·ducir el tamaiio del gasto público a cero, ya que no genera beneficios y su finan-
ciación comporta pérdidas). En términos de nuestros mtidelos de crecimiento, una
manera de que el gasto público sea deseable es introducirlo como argumento (positivo)
en la f1111ción de prod11cció11. En el capítulo 6 discutiremos detalladamente las diferentes
m,meras que tenemos de introducir el gasto público en nuestros modelos. Aquí, sin
más preámbulos, seguiremos a Barro (1990) y supondremos que la producción de
la economía es una función del stock de capital privado, Kt, y del flujo de bienes
públicos suministrados por el gobierno, G1 :
[2.14]
Para fimrncinr el g11sto público, G, el gobierno pone un impuesto sobre la renta (o,
lo que es lo mismo, sobre la producción). Para simplificar el análisis, consideraremos
que el impuesto es proporcional y el tipo impositivo es constante en el tiempo. Este
62 / APUNTES DE CRECIMIENTO ECO!\Ó\IICO
tipo impositivo será denotado con la letra T. La renta disponible de los individuos
es, pues,
donde, una vez más, los subíndices temporales se han omitido para simplificar la
notación. Corno hemos venido haciendo a lo largo de estos primeros capítulos,
seguiremos suponiendo que los consumidores ahorran (e invierten) una fracción
constante de la renta disponible. La ecuación fundamental de Solow-Swan [2..2]
nos dice que el aumento en el stock de capital es la diferencia entre el ahorro y la
depreciación. La ecuación fundamental de Solow-Swan para este modelo se puede
escribir como
k= si - (~ - n.)k. [2.16]
Dividiendo los dos lados de [2.17] por 1.- obtenemos una expresión para lo tasa
de crecimiento del capital por persona:
[2.18]
podemos reescribir la restricción presupuestaria del gobierno (en términos per cápita)
como
Tasa de crecimiento
/
/ ;":(1-n) \ T
constantes del cílpital. Es decir, es como si la tecnología fuera .4/,·. Y esto es lo que
hemos encontrado algebraicamente.
La novedad que caracteriz¡¡ líl télsa de crecimiento de la economía cuando existen
bienes públicos productivos fin¡¡nciados con impuestos sobre la renta es que el tipo
impositivo afectn a: rnximiento económico. Y lo hace de dos maneras distintas. En
primer lugar el ir:1puc-slo aparece negativamente a través del término (1 - Tl.
Éste refleja el hecho de que los impuestos reducen la renta disponible y, con ello,
el ahorro e inversión de la economía. Esto reduce el crecimiento de la economía. Por
otro lado, el tipo impositi\'O aparece positivamente a través del término ,c;-ol/o.
Éste refleja el hecho de que un mayor tipo impositivo permite al gobierno propor·
cionar un mayor nivel de gasto público productivo, Jo que aumenta la producción y la
capacidad de ahorrar e invertir. Esto afecta la tasa de crecimiento de manera positiva.
El efecto agregado de un aumento en el tipo impositivo es ambiguo, dependiendo de
si el efecto positivo domina al negativo o viceversa.
Podemos dibujar la relación existente entre T y la tasa de crecimiento. Cuando
Tes cero, el término TO-ol/o también es igual a cero. La producción y el ahorro son
nulos. La tasa de crecimiento es negativa e igual a -y• = -(b + n). Esto ocurre porque,
cuando T = O, el gobierno no recauda nada y, por lo tanto, no puede suministrar bien
público alguno, g. Como _q es un bien necesario, en etsentido de que si g = O, entonces
la producción es nula, tenemos que cuando T = Ola producción es cero y el ahorro
y la inversión (que son proporcionales a la producción) también son cero. El capital
per cápita se deprecia a un ritmo l + n y ésta es la tasa de crecimiento (negativa).
En el otro extremo, cuando -r = 1, tenemos que el término 1 - -res igual a cero. Es
Cr,•ci111iL·11to e11dósmo y otrn~ cxtc11.<io11es ,frl moddo de So/ow-5,mn /c. 2J / 65
decir, cuando,= 1, el gobierno se apropia del 100 por 100 de lit renta de las familias,
por lo que ésti!s no tienen renta disponible. Al no tener renta disponible, no híly
ahorro ni inversión. Una vez más, el capital per cápita c:.,e a un ritmo constante de
é+n. Para valores intermedios de, tenemos que la relación entre la tasa decrecimiento
y r presenta una forma de U invertida con un máximo en el tipo impositivo r •. El
valor exacto de r· se puede encontrar igualando lit derivada de •1 • re:.--pecto de;- a
cero y despejando ,:
ih"
- =Ü-+
ÜT
r:-,•
D,
=-s.'11/c.'TCl-a·l/a + s(1- r).41/n (1 -a ª) ,½f--1 =0. [2.21]
-+ r" = 1- a
óptimo del gobiem9. A pesar del interés que presenta este análisis,. existe un aspecto
del sistema impositivo que no se puede analizar en un modelo con tasa de ahorro e
inversión constante. En general, los impuestos reducen la rentabilidad neta de las
inversiones al quedarse el gobierno una parte del ingreso generado por la inversión.
Esta reducción de la rentabilidad reduce los i11ceiztivos que tienen las empresas para
invertí r y esto tiene repercusiones sobre el crecimiento económico. Obsérvese que
estas cuestiones, ciertamente importantes, deben estudiarse en contextos donde las
empresas escogen óptimmnente la inversión que desean realizar como respuesta a las
diferentes rentabilidades. Por esta razón, volveremos a estudiar el papel del gobierno
en el capítulo 6, una vez hayamos descrito los modelos con inversión óptima. 1 Sor-
prenden temen te, sin embargo, veremos que los resultados obtenidos en este capítulo
introductorio son bastante satisfactorios.
En este capítulo hemos mostrado tres modelos de crecimiento endógeno (el modelo
AK, el modelo de Ror:1er con o+,¡= 1 y el modelo de gasto público). Los tres tenían
una cosa en común: cie alguna m.inera, eran el modelo AJ< más o menos camuflado.
En el apartado 1 hemos visto que la tecnología AJ( difiere de la neoclásica en dos
aspectos fundamentales: no presenta rendimientos decrecientes del capital y viola
dns de las condiciones de !nada. A la vista de esto, parece rnzonable preguntarse:
¿cuál de los dos supuestos es el que permite generar crecimiento endógeno? En
esta sección inten:aremo~ responder esta pregunta presentando unc1 tecnología que
presenta rendimientos decrecientes del capital, pero viola la condición de !nada.~
respuesta que vc1mos a encontrar podrá sorprender¡¡ más de uno: ¡lc1 clave está en la
.condición de !nada!
Consideremos la siguiente función de producción:
fija tendrían un efecto similm a los impuesto sobre la renta o el producto, ya que ambos reducen la renta
disponible y, por consiguiente, e! ahorro doméstico. En un modelo de optimizació,~, los impuestos
sobre la renta reducen la rentabilidad de la inversión mientras que los impuestos de suma fija no. Este
punte es importante si se quieren analizar políticas de transferencias; cuya existencia deja inalterada
la renta media, pero cuya financiación repercute en la rentabilidad neta de las inversiones.
2 De ahí la denominación de "Sobelow".
Creci111ie11/o e11dógrno y otms exleusioncs del modelo de Solow-:;wnn (:."l.!¡ bl
A(Al<) + B(,\K)ª(,\L) 1 - 0
= ,\AK + ,\BKª L 1 -"' = ,\}'.
élY
- = B(1 - a:)K" r<> > O
éJL '
y rendimentos decrecientes del capital y del trabajo,
Hi'!sta aquí, pues, esta función de producción parece neoclásica. Sin embargo,
una de las condiciones de Inada vemos que no se satisface.
(3) Condiciones de !nada:
ay é)Y m· DY
lim -
f(-::o 81(
=A i O, lim - = oc-, hm - = Oy lim - = oc.
l<-o DJ( l-cx. f)L L- ,o iJL
Dividimos ambos lados de [2.23) para encontrar la tasa de crecimiento del capitt1l:
.
-k = sA + sBk"'- 1
\_ : : _ k - ~ · - (b + n). 1 (2.24)
haciendo pequeño. De hecho, este tém1ino tiende a cero cuando k tiende a infinito,
por lo que la curvc1 de c1horro se aproximíl a sA. Dicho de otro modo, a medida que
/,; aumenta, líl curva de ahorro converge a sA.
Tasa de crecimiento
sA
1
!
-----~------------------------~l-·-···
1
CA
l
>--'-----------'---- CD '
'----'-----------------k
Gráfico 2.SA. El modelu Sobelow ron .<A > f + n.
Tas¡¡ de crecimiento
a corto plazo
1 1
1 ; ~ CD
1
1
'-----------~----------k
k,, k*
En resume:1, la tecnología Sobelow nos sirve para demostrílr que el factor de-
terminante pilril (!lle exista crecimiento endógeno, no es que la tecnología no exhiba
rendimientos decrecientes del capital sino que se incump;a la conciición de Im1da. Es
decir, que e'. producto marginal del capital permanezca aco'.ado il un ni\'el suficien-
temente alto (en este caso al nivel A > (ó + n)/s) por más que aumente el stock de
capital.
en la cual /l, n, /, y '1/1 son parámetros constantes que deben cumplir que O < a < l,
O < ú < 1 y -o:: < 1/., < 1. La elasticidad de subslitución entn:• el cñpital y el trabajo
viene dada por la constante e: = 1 /(1 - 1/J). Cuando ,¡, tiende a menos infinito, la
función de producción se a::iroxima a la funcfon de producción de coeficientes fijos
de Leontief. Y - min[bK, (1 - b)L], en la que la elasticidad de substitución es cero,
e: = O. Cuando¡/: se aproxima a O, entonces la función de producción [::.25] se convierte
en la función de producción Cobb-Douglas, siendo la participc.ción del capital en la
renta a v la eiasticidad de substitución unitaria, , = 1. Por úHimo, en eJ.-C"aso que
·I!; = : , b función de produc::ién es lineal, Y -= A(abl\- - (1 - n)(l - b)L), sier.do la
elasticidad de substitución infinita, e:= +oc.
En este caso el producto medio del capital en términos per cápita, J(k)/ k, viene
dado por
[2.26]
El lector puede comproi:Jar que cuando O < 11., < 1 (es decir, cum1do la elasticidad
entrP capital y trabajo es relati1·amenle grande) este producto medio se aproxima a
.41,n 1·' e· > O, cuando i.; tiende a infinito. En consecuenci?., la curva de ahorro (gue,
re::ordémoslo, es igwll n .sf(0/0, continúa acotada por encima de cero, del mismo
modo que en el modelo Sobe lo,,·. La dinámica de este modelo e~, pues, muv semejante
a la que r2present;imos en los griificos 2.5.,Lo más destarnble es en de(ioiliva q11e lai
funciones de ~roducción del tiF'o CES pueden generar tasas de crecin11ento positivas
a peroeruidad si la eiasticidad de substitución es lo suficientemente grande. 4
·-
\ ~ = 1\6.l(,, 1
siendo A una constante. Nótese gue una de las funciones de produccjón i;¡ue satis-
facen esta relación es la función A.K que se utiliza en la literatura sobre crecimiento
[::!..27]
epdógeno. Por ello, podríamos caer en la tentación de identificar los nuevos mode-
. los de crecimiento endógeno con el tradicional modelo Harrod-Domar. Eso sería un
craso error. El motivo es que Harrod y Domar estaban muy preocupadOSJ::Or lo_s efec-
tos del necjmjeptq sobre el empleo a largo p!aw 5 (su estudjo puede entenderse como
una explicación del desempleo a lªí.i'º plazo ¡;¡ue existía en !os momentos de la Gran
QcprcsiáoL Aunque no introdujeron funciones de producción de forma explícita, el
hecho de que se preocuparan tanto por el desempleo parece indicar que no estaban
pensando en una función como la AK, en la cual factores como el trabajo no juegan
ningún papel.
Otro tipo de función de producción que satisface el principio del acelerador, y
gue está más próxima al espíritu de Harrod v Domar, es la función de coeficientes
fijos de Leontief. En ésta, la producción se obtiene a partir de una proporción fija
de trabajo y capital. Debido a la existencia de esta proporción fija, todo aumento de
uno de los factores sin el consiguiente aumento del otro factor deja la producción
inalterada. Algebraic11mente, la función de producción es
¡._l.(
como
Obsérvese que esta tecnología es similar a ia del mod,:;lo áK, Rero úpjcamente
r.ara relaciones capital-trabajo pegueñas. P.ara un k grande:, la función de producción
5 De hecho, el artículo de Domar tenía como tirulo "Lil expansión del capital, la tasa de crecimiento
y el empleo".
72 / APUl':TES DE CRECIMIEi',,TO EC01'ÓMICO
f(k)
f(k) = B
l
1l · · · · · · · · · · · · · - ~ - - - - - - - - - -
f(k) = Ak
\
"------~------------/.:
o k= B/A
es horizontal, por lo que ia productivida.:l marginal del capital es igual a cero. Pode-
mos aplicar a continuación la ecuación h:ndamental del modelo de Solow-Swan [2.2]
a esta tecnologfo, para obtener
l i,
"i: =
{ s.4 - (c'i + n) para todo /,: < i.: = D / A
sD/k - (l + 11). para todo k ~ i.: = B/A.
1
[2.31)
Cuando la tasa de ahorro v /ola productividad marginal del capital son muy reduci-
das en re)acjón con la tas,, de depreciación agregada fque cama siempre iocly>'e el
Fecimiento de la población, n), no es posible alcanzar un estado estacionario. Ésta es
la situación que se recoge en el gráfico 2.7 A. Nótese que In economía converge hacia
,un punto en el cual k 1 y por lo tanto 11, convergen a cero. l larrod y Domar tenían
el convencimiento de que esta situación constituía una buena descripción de In gran
depresión gue sufrió la economía capitalista durante los años treinta ..
Tnsa de crecimiento
neg¡¡tiva
sA
I7 ~
_¡ ~' k, B/A
Caso 2: sA > (~ + n) \
La segunda posibilidad, representada en el gráfico 2.7B, consiste en que la produc-
tividad marginal del capital y /o la tasa de ahorro tengan un valor elevado en com-
paración con la tasa agregada de depreciación, 6 + n. En el gráfico 2.7B se puede
apreciar que, para valores de k reducidos, este caso se asemeja mucho al modelo
AK. La tasa de crecimiento es positiva y constante. Existe un punto, sin embargo,
en el que el stock de capital por persona alcanza el valor T.: = B/A.. En este punto,
el producto marginal del capital es cero, pero, debido a )¡¡ existenciil de una tasa de
ahorro constante, los individuos continúan ahorrando (e invirtiendo) una fracción
constante de Slt renta y, tal como vemos en el gráfico 2.7B, la tasa de crecimiento
comienza a caer. El stock de capital del estado estacionario es tal que k' > k = B / A.
Esta desigualdad implica que, en el estado estacionnrio, AJ< > BL, por lo que ex-
isten máquinas sin utilizar. Esto se puede ver en el gráfico 2.6. Cuando el stock de
capital es igual a k = D/A, fa producción es igual a B. Si reducimos el stock de Cilpi-
74 / APUNTES DE CRECIMIENTO ECONÓ\!ICO
té!l pcr persona, In producción sigue siendo la misma., Es decir, si el stock de capjtal
es si.iperior a k = B/A, podríamos obtener In misma producción con muchas menos
m~quinas v es por esto que decimos gue en el estado estacionario, l.· > k - B/A,
existen máquinas sin utilizar. Puesto oue el stock de capital per cápita es constante en
J:" v la r>oblaciñn crece il la tils? 11, el núnier0 de máouinas ociosas aumenta de manera
sostenida. Es decir, se produce un crecimiento sostenido del exceso de capacjdad lo
cual represent<:., de nuevo, un resultado indeseable.
Tasa de crecimiento
positiva
sA 1 A
1
J
,_., 1
CA
1
1 - - ~ - - - _ , __ _ __,,,..,_ _ _ _ _ _ _ k
k,, B/A k*
G1so3: sA = (é + n)
En el caso de que, por puro azar, la tasa exógena de ahorro y el producto marginal
del capital fueran tales oue sA - é + n (véase gráfico 2 7Cl. el tramo horizontal
de la curva de ahorro coincidiría con la curva de depreciación. Si el capital ini-
cial es menor que k, entonces la economía se queda con el stock de capital inicial,
ya gue, en este punto, el ahorro y la depreciación son iguales, por lo que la tasa
de crecimiento es cero. Cuando esto sucede, AJ( < BL. · Podríamos obtener la
misma prociucción con menos personas. En el estado estacionario hay trabajadores
sin utilizar, trabajadores ociosos. Encontramos de nuevo, pues, un resultado no de-
seable. Si el stock de capital inicial es superior a k, entonces la tasa de crecimien-
to de la economía es negativa y converge a k" = k, donde la tasa de crecimiento es
cero, ,·· = O. En este caso la economía encuentra un estado estacionario eficiente,
dado iaue se utiljza complemente todo el stock de capital v todo el trabajo.
Vemos c;¡ue dos de las tres cgnfi~uraciones de oarámetros posibles generan equi-
librios a lar¡n plaza en las cuales existen rea1rsos ociosas (y2 sea capital o trabajq~
O·eci111ie11to endógeno y otms extensiones del modelo de Solow-Swn11 (c. 2) / 7:
sA = ó + 11 -------,...-----.----- CD
CA
~-----~---~~------ k
B/A = k• k,
L1 única situación en la que esto no sucede se puede alcanzar únicamente por una
casualidad de la vida, puesto que todos los parámetros relevantes (A, s, 8 y n) vienen
dados exógenamente. Por este motivo, con toda probabilidad la economía se verá
confinada en uno de los equilibrios indeseables.
En ia década de los cincuentn, el enfoque neoclásico que lideraron Solow y Swan
se consideró como una fom1a de solventar esta propiedad del modelo Harrod-Domar,
que hacía transitar la economfa "por el filo de una navaja". Es decir, la función de
producción neoclásica hace posible que se alcance el equilibrio entre sA y 8 + n., al
permitir que el producto marginal del capital sea una fondón continua de k en lugar
de una constante exógena, A. 6
Una forma alternativa de evitar la propiedad de "filo de navaja" del modelo
Harrod-Domar consiste en endogeneizar la tasa de ahorro del modelo. La escuela de
Cambridge en Inglaterra, por ejemplo, defendió que la tasa de ahorro era endógena
debido a que los trabajadores tienen una propensión marginal a ahorrar distinta a
lil de ios capitalistas. En el proceso de crecimiento económico, y según su opinión,
la distribución de la renta va cambiando~ con lo que se modifica la tasa agregada de
ahorro 7 .
6 Podemos estar seguros de que existe un valor del capital k para el cual la productividad marginal
del capital por s es igual a ó ~ n, puesto que la función de producción neoclásica hace que la curva de
ah~rro tome todos los valores entre cero e infinito.
7
Ésta era una de las principales diferencias entre las escuelas de Cambridge de Estados Unidos y
la de Gran Bretaña. Las otras diferencias residían en que los británicos rechazaban la función de pro-
ducción neoclásica y, en particular, se oponían a la noción de stock de capital agregado. Consideraban
que el capital se compone de diversos tipos de máquinas, las cuales, en conjunción con diferentes
tipos de trabajadores, producen bienes de diferentes clases. Argumentaban que, en consecuencia, un
conjunto de bienes tan heterogéneo no podía ser agregado en una sola variable denominada "stock
de capital agregado". Para un mayor detalle sobre esta teoría, véase Robinson (1954).
7ó / APUNTES DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
6
Este es un nuevo argumento en contrn de los que consideran que ia literatura del crecimiento
endógeno es un,, nueva versión del modele> Harrod-Doma~: l,, literatura del crecimiento endógeno
siempre sr ha apoyado en modelo5 de optimización, mient~as que todos los resultados de Harrod y
Domar se desvanecen tan pronto como se permite a los agentes determinar su ahorro y s•J inversión
cic forma óptima.
Cr,•á111i,•11to c11dágl.'11,1 !! ntrns ,·xt,•11siol!cs dd 1mnfr/c1 d,• Sd,H!'-S,ra11(c.21 ¡ ¡¡
'.
-··
.· '
..:.......,. ....-....,,-
', , .
y/k mínimo
: _.· ,··
/,··,,:,··
.:.·,···
k
Región 1 Región :2 Región 3
~CJ\
Tasa de crecimiento
negativa
: ,Jf
_u/k:mínimo
k
k*
vIt -_ AKºLl-o
t t
J-n
'-t '
\ [2.32)
\
Finalmente Daveri y Tabellini suponen que el stock de ca¡;ijtal que representa
la externalidad no es ni el capital agregado (como sµponía Romerj nj el capjtaJ por
9
Ignoraremos aqul la distinción entre estar parado y no formar parte de la población activ,1.
80 / Arurs:TES DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
y=AI;
"(p¡.:) 1-o .
=.4k
0 ( ¡\·
LP
L) 1- n
i;
-=s.4(1-u ), - " -(ó+n.
) [2.35]
i.
Es decir, J¡¡ tas¡¡ de pilro, u, afecta negativamente¡¡ la tasa de crecimiento de J¡¡
economfo. Daveri yTabellin: utilizan este modelo para explicar porqué las economías
europeas han sufrido reducidas tasa~ de crt'cimit•nto t'n l?.s dos últimas décadas.
A pesar del atrr1ctivo y de la simplicidad de este modelo, debemos señalar un
pm de aspectos negr1tivos importantes. Primero, el análisis se basa cmcialmente en la
existencia de una externalidad y en el supuesto de que el tamai'lo de esta extemalidad
es exactamente·,¡ = l -o. Si hubiern exterm1lidad pero ,¡+a < 1, entonces laeconomÍíl
convergiría hacir1 un estr1do estacionario con h constante y no habrÍíl relación entre
crecimiento a largo plazo y tasa de paro (lrnbría relación entre crecimiento a corto
plazo, mientras la economía converge hacia un estado estacionario con menos ca-
pi tal, peru no a largo pir1zo, puesto que en el largo plazo la tr1sa de crecimiento
sería cero). Segundo, el resultado se basa en el supuesto de que J¡¡ extemalidad
proviene del capital por persona," = /,/!',y no del capital r1gregado o del capital por
trabajador. Aun en el caso que 1¡ = 1-n, si la externalidad fueril en el capital agregado
(como supone Romer en su artículo original), entonces la producción por persona se
escribiría como y = .41.:/. 1-". Lr1 tasa de crecimiento en este caso dependería del
número de trabajadores y no de la tasa de paro,,• = .s.'\L 1- " - (6 + n). Es decir,
Alemania debería crecer mucho m.ís que Bélgicr1 porque el número de trabájadores
es superior. Dejando de lado la validez empírica de estil predicción, lo que no es
cierto es que el moddo genere una relación entre la tasa de paro y el crecimiento. Si la
extcrnalidad fuera del capital por persona (como supone Lucas), entonces la función
Crt'ámic11/o ,·11rl1ig,·11,, y otms ,·xlt'11::i,>11l':< dd 111,~ldo ,fr s,,1,,a·-Sm111 (c. 21 ¡ SI
de producción per cápita se podrí¡¡ escribir como !I = AJ;. Vemos que la tasa de creci-
miento en este caso sería-,· = .sA - (,1 + 11) y no dependc:-ía, pués, de la tasa de paro.
Finalmente, si no hubiera externalidades, entonces l¡¡ producción por trab¡¡jador seriil
igual a y = Ak'', por lo que la tasa de crecimiento de est¡¡do es~acionílrio se:-ía cero,
con lo que tílmpoco se vería afect¡¡da por la tasa de paro. Por lo tanto, parn que
un aumento en la tas;:i de paro cause una reducción del crecimiento económico es
necesario que la externíllidad sea en el cnpitni por pa,;01111 (,, = !,/ P).
El problema de tener que suponer que la extermilidíld proviene del capital por
persona es que nos obliga a pregunt;irnos ¿qué signific;i estíl extcrn;ilidad? En parti-
cular, obsérvese que si añíldimos un¡¡ pers01:a 110 tral>njadom en nuestra economía,
la producción cae. ¿Qué fenómeno económico expliGl esta caída? L¡¡ verdad es
que ettesta imaginar el mecanismo a tr¡¡vés del cual actúa esta externalidad. Una
posibilidad sería imaginar que cuando hay muchc1 gente se pueden producir huelgas,
revoluciones sociales u otras activilfades perturb,1doras q,1e reducen la producción
(vé¡¡se Sal¡¡-i-Martin (1997) pílrn un modelo de crecimiento con actividades criminales
y perturbi!dorns en el contexto del estado del bienestor).
Segunda parte:
MODELOS NEOCLP..SICOS
DE OPTIMIZACIÓN
Platón
"Plató11 es 1m vla,tn."
Salvador Dalí
3. CRECIMIENTO NEOCLÁSICO:
EL MODELO DE RAMSEY
.Hasta este _ momento hemos supuesto que ]as fa1uiHas que c::e dedican ala producción
ahorran una parte constante de su renta, sjn cuestjonarnos la racionalidad de este
comportamiento. En este capítulo vamos a describir la actuación de estas familiéls
cuando se les permite determinar de forma óptima la tcayectnrja de sJJ coas1 ,roa Otro
supuesto poco realista que hemos utilizado hasta ahora es que las familias eran al
mismo tiempo consumidores y productores como si se tratara de Robinson Crusoe.
En l¡i vida real, las empresas y los consumidores son instjtuciones sepa¡adas ~ye
interaccionan en un lugar que llamamos mercado. L¡¡s famijjas sgp )as propietarias
de los actjyos financieros que dan un rendjmientg neto <c;¡ue µuede ser positiva a
oegatjyp en caso de c;¡ue ten~an deudQs), y también son propietarias del factor trabajo.
Por lo tanto, las familias reciben jn~resos tanto de) sector fioaaciew <rendimiento de
los activos financieros) como de su trabajo, y deciden gué parte de esos in~resos
utilizar para el consumo y qué parte deben ahorrar.
Por su parte, las empresas alquilan trabajo a cambjo de un salario alquili,.n--'.apita 1
a cambio de una tasa de alc;Juiler y venden su pmducto a cambia de uo preda Al
final, las familias y las empresas se encuentran en el mercado, y los precios del capital,
del trabajo y del producto son tales que los tres mercados se equilibran. ~te modelo
de c<;iuilibrio ¡eneral se debe a Ramsey O27 6l y ¡29steciacroente fue perfeccjonado
por Caes O965l y Kaopmaos (J 965}
86 / Al'UNTl:5 DE GF.CIMT:::S.'TO ECONÓMICO
...._,_.__... -····----·····-----
! O' éat'lilins JWOfltii;;ica!=
En este modelo imaginaremos que los habitantes de nuestrn economía maximizan
un¡¡ función de utilidad de la forma:
(3.1)
1
Ram~ey se había planteildo la elección ói,timil desde el punto de vistil del Estitdo; por eso con·
sideraba que la introducción de una tasa de descuento eril éticamente indefendible, ya que, mediante
este artificio, el Estado estaba ponderando en mayor medida a las generaciones presentes que a las
generaciones h.:turas.
Cn•ci111ie11/o neoclrisico: el 111odelo de R11111st~/ (c. 3) ¡ S7
sus hijos, que van a vivir en el siguiente "periodo" (el periodo 2). El he:ho de que
la felicidad de un hijo afecte a la felicidad del padre es lo que llamnmos "amor" o
''altruismo". A pesar del amor o altmismo que siente por sus hijos, imaginemos
que prefiere su propia felicidud a la felicidad de sus hijos, por lo que "descuenta" Ir,
utilidad de sus hijos a una tasa p. Si ia utilidad de cada uno ci.c sus hijos viene dada
---
por U2 y tiene 1 + 11 hijos (L 2 es la población del periodo 2 que. en estoc caso, es igua:
a L: = 1 + n), entonces la utilidad del padre se puede escribir como
1 + TI 1
U1 = u(c1)-'- --Uz. [3.2]
l +p
Nótese que si este padre tuviera solamente un hijo (de mane.a que i. = O).
entonces valoraría miÍs la utilidad de su propia generación que la de Ir, siguiente
dado que 1 < 1 + p. De manera similar, la utilidad de la siguiente generación, U¡,
depende de la utilidad del consumo propio, que ocurre en el periodo 2, y de la utilidad
de los L 3 = (1 + n)L: descendientes que Yiven en d periodo 3. Es decir
\
\
[.."1 = 11(c 1) +
1 71
+ u.(cz) .._
l+p
(í + ''·)" u(c3) + /\'l +
l+p l+p
n)" ·u(r·~)-'- ... = \
l¡~-i
\ oc (l+n)t-1 \"·::,
\ =; 1L(c1) \ l + p
_Es decir. aurn;¡ue el padre solamente vive un
------------------- -
periodo v solamente "ama" a sus
- \
fiesta el último día del mes). La relación entre concnvidad de la función de utilidad y el
deseo de alisar el consumo (es decir, querer consumir "más o menos la misma cantidad
cada día") se puede ver en el gráfico 3.1. Este gráfico nos relaciona consumo en el
eje horizontal y utilidad en el eje vertical. Preguntémonos cuál será la utilidad gue
aicanza un individuo que consume muy poco en el periodo 1 y mucho en el periodo 2
(en el gráfico, e: es muy inferior a c2 ). La utilidad "promedio" es la que aparece en el
gráfico como ½!U(c 1) = U(c2)J. Preguntémonos ahora cuál será la utilidad promedio
de consumir "más o menos" la misma cantidad cada día. Es decir, imaginemos gue
el consumidor consume, los dos días, la cantidad ½(c 1 + c2). Lógicamente, la utilidad
alcanzada es la imagen de este punto en la función de utilidad, gue en el gráfico se
denota por U[½(c1 + c2)]. ,Note el lector gue si la función de utilidad es cóncava, 1~
utilidad promedio alcanzada si se consume "más o menos" la misma cantidad_cada
día es superior a la utilidad alcanzada si c1 es muv inferior a c2 • El_ lector debería
comprobar que esto no sería cierto si la función de utilidad fuera convexa o lineal.
u[(1/2)(c +e,)]
"1
1
~
1
.,"'
."'
_.-:·. ~ :
'
1
1
I
;--·· j : (1/2)iu(c,i.,-u(c,)]
1
/ j 1 :
I e, (c,+c,)/2 e, e
/
I
.· PMa ser más concretos (y con el objeto de simplificar el álgebra que emplearemos
durante el resto del libro), supondremos gue la función de utilidad adopta la forma
u(c,) = e 1-;1Jesta función se conoce con el nombre de "función de elasticidad
1-•
jntertempgral constante")- Si las preferencias son cóncavas, entonces el parámetro 0
gue mide el grado de concavidad debe de ser positivo, O > O. Cuanto mayor sea 0,
mayor es el deseo de alisar el consumo a través del tiempo. Si 0 = O, la función de
utilidad es lineal, de modo que los individuos no desean alisar el consumo de una
Crrci111ie11to neoclásico: el moddo de Rn11;sei (c. 3) / s~
--
este producto es cero solamente si el término que apnrece en el exponente es ne~ativo,
dado gue la constante no será, en general, igual a cero. Esto sucede solamente si
.
~
(3.9)
H(-) = f'-lp-")I
1(.1-0_1) + v [w + (r -
/ --- n)b - e], [3.10]
\ 1- 0
\
en el que 1, es el multiplicador dinámico de Lagrange,. Este multiplicador se puede
interpret¡¡r como el vaior que el consumidor da a una unidnd adicionai de activos
fjpancieros. Es decir, es el precio implícito de los activos h. Las condiciones de primer
orden. en este caso • .;o:, ias si¡;uientes:
~
He= O ...... c-l¡,-rc:tc-6 = ~· [3.11)
i )
e,~~
\
HL = -v ...., -1i = 1,(r - n) ) [3.12)
1~ (3.14']
consumo iururo será menor que el presente; puesto que desC'a tener una trayectoria de consumo lisa,
estari dispuesto .: i:,.tercambiar parte de su consumo presente por su consumo futuro. Así, el término
9t:.I e < Oindicaría en este caso un rendimiento ncgntivo del consumo presente, lo cunl debe sustraer~e
del término que expresa la preferencia por el consumo presente.
92 / APUNTES DE CREC!MIE!'HO ECONÓMICO
positiva, ya que mañana consumiría más que hoy). Su respuesta sería que no._§,
le preguntamos qué debería pasar para que aceptara de manera óptima reducir su
consumo actual a cambio de más consumo en el futuro, nos diria que solamente
aceptaría ahorrar más hoy si se le aumentilra suficientemente la recompensa por
ahorrar. ¿Cuánto debería subir el rendimiento del ahorro para que hoy aceptara
reducir el consumo? Depende de lo que el consumidor odie tener "sendas de consumo
poco lisas" (es decir, cuanto mayor sea 91 mayor será el aumento requerido en Ja tasa
de rendimiento del ahorro para que el consumidor acepte ahorrar hoy y, por lo tanto,
tenga una mayor tasa de crecimiento de e). La condición [3.14') denota esa relación:
cuanto mayo~ sea IJ, mavor deberá ~r !i:Li1WJ1ento cequecido de r pileª que una
.determinada e/e sea aceptable .
•La ecuación [3.13) expresa la condición de transversalidad. Para desarrollar la
intuición económica de dicna condición, será más sencillo pensar en el caso de una
economía con horizonte finito. En una sección..p.osterior, veremos cómo~ un pro-
blema con un horizonte temporal finito. la condicjóp de trapsyernajjdad se red vse
f1 brvr = O, siendo T el último momento del horizonte temporal del individuo,
quizá aebido a su muerte (vemos que esta condiciór. equivale a [3.13] cuandri T se
acerca a infinito). La interpretación económica de brv-r- = o es QYe los individuos
optimizadores no quieren dejar nada que tenga valor para después de su muerte
(recordemos que ves el precio implícito del activo b, por lo que el producto vb es el
valor que para el consumidor tiene el stock de activos b). Si dejasen algo de valor
al final de su horizonte temporal, ya lo podrían haber consumido con anterioridac!,
aument;indo de este modo su utilidad. Pero si pudieran aumentar su utilidad, se
seguiría de ello que el punto inicial no era óptimo.
Nótese que el valor de los activos en el momento terminal puede ser igual a cero,
bien porque la cantidad física br es cero, bien porque la cantidad física es positiva,
pero su precio 17 es cero.
En la cc;onomía de Ramsey. se supone que los iodividuos "fenecen" en el infinito.
Ta ernacióu (3 13] iociica que e) valer.de] stock de activos@ el última momento del
.
Lgs ---------J
borizaote teropoca) que están p)anjficando <es cierit: en el infinito) debe ser cero. 7
e,mm;sns_~«i_:~~s
La segunda institución importante en un modelo de crecimiento neoclá~ico es la em-
·
presa. Como en la teoría microeconómica, imaginaremos que las empresas alquilan
trabajo al salario w1: y capital al precio R,, para producir un producto que venden
7
Estrictamente hablando, este argumento intuitivo no puede transponerse directamente al caso in-
finito, porque exi5ten contraejemplos en los cuales el comportamiento óptimo de los agenteseconómicm
viola las condiciones de transversalidad. Para mayor detalle en rela~ióu con la valide:.: :le la condición
de transversalidad en probiemas de horizonte finito, véase el apéndice matemático de Barro y Sala-i-
Martin (1995).
Creci111ie11to 11coc/á;ic,,: el modele> d,· Rnmscy (c. 3) / 93
(i) La función de producción tiene w,diruicutas rn11s(a1Jlt'S di' escala (por lo que F(,)
es una función homogénea de grado uno): F(>.J..:, >.L) = >..FU,·, L). ·
(ii) La productividad marginal de todos los factores de producción es P.,Ositiva, pero
decreciente (es decir, 8F/8/..: > O, 8F/oL > O, frF/81..: 2 < O, ciF/oL2 <-0).
(iii) F(.) satisface las cor1dicio11e, de fonda. Éstas requieren que la productividad
marginal del capital se aproxime a cero cuando el capital tiende a infinito y
tienda a infinito cuando el capital _se aproxima a cero, lim1,-oc oF/ i:Jl,·. = O,
limk-o ar¡a¡.: = oc,. Condiciones análogas se aplican al trabajo.
El supuesto (ii) comporta que J'(k) > Oy J"(k) < O, mientras que el supuesto
(iii) requiere que limk-o J'(k) = oo y limk-oc J'(k) = O. Tal como se indicó er.
los capítulos 1 y 2, una función de producción bastante sencilla que satisface las
propiedades neoclásicas es la función Cobb-Douglas }· = AJ{'' L ! -u, siempre que
O < o < 1. Esta función puede reescribirse en términos per cápita del siguiente
modo: J(k) = Akª.
Si n es el precio de o)Quiler de IMIAJ.W.4aü capital, la tsisa de bw.fu.\.Q~le.
obtienen los propietarios al alquilar una unidnd de capitill viene dadn,por_ R - ,5,
dQnde.~~~ Qe¡?W:jiJ¡;jón del c¡¡¡~jt¡¡l QadQ que, en este modelo, no existe
riesgo ni incertidumbre respecto al futuro, el rendimiento de lo$ activos debe coin·
cidir con el rendimiento del capital, de modo que r - R - Q Por otra parte, las
empresas maximizarán sus heoe6cios )os males yjepep dados por
[,
-----··
1r
-------------
= FU( L) - r + ó r - ·· [3.15]
u
resuelto en términos per cápita): 6
>
( e,• t .i( 1f-"\., l - - -·-·-;,(--)
i. ~ -... .1._·_
[3.ló]
,!r+ó=Jk l
<"'\ ,r n(0 .
'r "1) j .)
6 Podemos escribir Y = LJ(k). Si diferenciamos Y con respecto a K, siendo Luna constante,
obtendremos [3. l 6]. Si diferenciamos Y con respl!cto ~ L, manteniendo constan le r,, se obtendrá
13.171 (recuérdese que 8k/éJL = -K/L 2).
9-t / /\PUNTES DE CRECIJ\IIENTO ECO~O~IICO
[3.17]
Los consumidores y !ns empresas se encuentrnn en el merrncio: los salarios que pr-
gan ios empresarios son iguales a íos salarios que reciben los trabajaciores, el interés
que pagan las empresas es el mismo que reciben las familias y el precio que cobran las
empresas por el bien producido (precio que hemos normalizado a 1) es el mismo que
pagan los consumidores. Además, debemos imponer la existencia de equilibrio en
el mercado financiero. El modelo neoclásico que estamos analizando considera una
economía cerrada sin gobierno. La implicación de estos dos supuestos (economía ce-
rrada y ausencia de gobierno) hace qu1:: el equilibrio en el mercado financiero requiera
que el único activo del cual existe una oiertc1 neta no negativa sea el capital, de modd
que /, = k. Es cierto que los indiviáucs pueden prestar y pedir prestada cualquier
rnntidad de bonos que quieran. Pero, si la economía es cerrada y no hay gobierno}
todo lo que presten los individuos prestadores tiene que ser necesariamente igual i\
todo lo que reciben los que piden prestado Es ciem la caotidaci peta tol;g,l de deucia;
-lirhe.st;~I...igl.!a.Lut:r.1.i._¡!9¡:JLl.s;u~_.!:!l(l..nis.o actjvo en ofrcta neta positiva debe ser el
~l;i.1..l,,.~ tipo de interés 1· se ajusta hasta el punto en que b = k, y todos los créditos
son exact,unente iguales a todos los débitos obteniendo que la deuda neta agregada
es nula y el único activo neto es ei capitai físico. Si.&.5.1.1.ili~e 13161. [;;l,lZL;: la,
rnndü;iQnL~ k. en f3 61 ownctremos
[3.18]
l- [3.19)
] ~:i~~~¡f.~"!fA~ [3.20]
La ecuación [3.20] nos dice s oc · e capi~al al final del periocio
de optimización (que en este caso es infmito) debe ser igual a cero.
$i em¡::,ie!!mps una te,;n2lo~ía Cobb-Douglas, 11 - f(k) - Ak", las ecuaciones
[3.18) y [3.19l..P!::9!~~!E!!:;sarse, respectivamente, tlel siguiente modo:
de economía cerrada quiere decir que no se puede pedir prestado de mercados ex-
tranjeros, por lo que el ahorro debe ser igual a la inversión (en una economía abierta,
la diferencia entre ahorro e inversión es igual a la balanza por cuenta corriente. En
una econorrúa cerrada, la balanza por cuenta coniente es igual a cero, por lo que
el ahorro menos la inversión debe ser igual a cero o, dicho de otro modo, el ahorro
debe ser igual a la inversión). l;_l ah__p_!T_o_e~ igu,~1-~_ la praduccióo total,}'. - .F.lK,.Ll.
menos el consumo, C (en este modelo tampoco hay gobierno, por lo que no hay im-
puestos ni ahorro público) .. La inversión bruta es igu~I a la inversión neta, i;_,_ más la
depreciación, M,·. Tenemos,_pues~ue la restricción de economía cerrada reg_uiere
-- ~-···--·-··-· --· -~· ---- - ·--------
[3.21)
¡
. H(-) = e-!p- l
nr
(
e 1-0 - . .
_ {I
1) + v (f(k) - e - (6 + n)k). [3.23]
1
[3.24)
lim htv:
t-o.:
= O. [3.26)
9 Para ver este resultado, tómese la condición (i) y.>, = 1/ L y se obtiene: ±FU<, L) = F (f. 1) =
FU,, 1) = /(/,).
TO Dividiendo (3.21 J por L obtenemos f
= f(k) - e - 61;;. El segundo miembro de esta expresión
est~ en términos pcr c~pita, mientras que el p~imero todavfo no. Sin embargo, es posible escribir
k / L como un~ función de i., de la siguiente forma: l.: ~ K '·-¡__li,. Substituyendo este término en la
expresión anterior y reordenando términos se obtiene 13.22;.
CrecimiL'IIIO neocldsico: el ,11odefo d,· Rm11sey (c. 3) ¡ 97
i: 1 /
- = -(J (k) - 6 - p) [3.27)
e (!
producid2.. Nótese que esta restiicción, una vez expresada en términos per cápita, se.
puede escribir ccmo [3.22].
Finaimente, a diferencia de los individuos p:ivados, .el...plaui.fi.cadoi:..tendrá en
cuenta todos los 111ec.auis.mos,..tocias.las extemalidacies y_truia_la información que
J~_~_g;t~ gnJ1L~,oUQJUÍili!.11.l\Qra de tomar de5-:i~~R,11.es.
En el modelo neoclá~[s~'lue esta;nos estudiando en este capítulo, loshu:!ividuos
tienen toda la infor_mación q_~~-~1-s.t.~ ~n)é! ~f.QJ)Q!!)Í~.__nR IWY-~.1<.t~n1.<!.Ji<;\!'!9~§..d_~_11ingún
_tipo 11i_ n1ecanismo.s _e~t.~aA_~~~~~-~L-~~i~-~!~\f_o_ [3.1] y _la re~~i-~~i~n [~~~J a_ los
que se enfrenta_ E:!.P.l_aniflc¡¡dor son id~ntirnHJos ffi!e s~fili:~!J.tiUWestro l!g.~t.e g.e
la economía de ~obinson Crusoe. Las ecuaciones dirnímicas que van a caracterizar
su solución óptima tambié;1 son las mismas. Come ya hemcs demostrado que la
solució1, de Robinson y la de mercado competitivo son idénticas, concluimos que,
en el modelo neoclásico, la solución de economía competitiva es idéntica a la del
planificador. Por lo tanto, la solución encontrada por nuestrns familias y nuestras
empresas en un mercado competitivo es óptima. Si no hay ninguna interferencia del
gobierno, el mercado va a encontrar la solución óptima. 11
encima de la rnrva i.:. = O. Por definición, en esta curva el capital no se mueve. Nos
preguntamos qué pasa1ía si, con el mismo stock de capital, aumentáramos el consumo
un poquito. Es decir, nos preguntamos cómo se moverá el stock de capital cuando
nos situamos por encima de la curva i.:. = O. _Si analiz~mos la ecu(l~j9_n_l3JSL ve_mos
que un peq1,1eñ9_aumento de e irá ª?ociado ~ una disn}in_ui::lón de k, dado que en la
ecuación (3.181 el consumo aparec;e con un si¿;no nggativo. Como nos encontramos
en un punto donde k = Oy ahora vemos que por encima de esta curva ic será inferior,
concluimos que por encima de la curva k = Oel capital decrecerá (i.: < O). Denotamos
este movimiento con flechas que apuntan hacia la izquierda (como el capital aparece
en ei eje horizontal, una disminución de k se señala con un movimiento hacia la
izquierda). Un procedimiento paralelo nos ayudará a concluir que por deba¡o de la
curva, las flechas apuntan hacia la derecha.
1 , .l
e = e [ 0(J (k) - p - b) J [3.19"]
paralelo nos demuestra que las flechas a la izquierda de k" apuntan hacia el cielo
(como las torres de la Catedral de Burgos).
e
_j é=O
l~ 1
k=O
[:
e~
Q11i11to paso: analizamos los estados estacionarios. El gráfico 3.2 nos muestra que
las curvas e = Oy k = Ose cruzan tres veces. La primera, en el origen e = O y /; = O
(recordemos que la curva k = O pasa por el origen y que un componente de é = O
es el eje horizontal por lo que las dos curvas se cruzan en el origen). Un segundo
estado estacionario es en el punto k"" que se corresponde con la otra intersección de
i, = O y el eje horizontal. Si substituimos e = O en k = O obtenemos que el capital
k** satisface f(k"") = (ó + n)k. Lógicamente, este nivel de capital es superior al capi-
tal koro, dado que se encuentra a la derecha del máximo. En el caso de la tecnología
1
Cobb-Douglas, el nivel k"" viene dado por k"" = ( 6~n) r=;;.
El tercer cruce entre las dos curvas ocurre en la intersección entre k = O y
e. El nivel de capital en este punto es, lógicamente, k*, y el consumo asociado es
e = f(k") - (ó + n)k". Pasamos ahora a argumentar que, a lar~o ¡lli!ZQ,Ja economía
deberá com~erger necesa riamente.ha.cia..es.te..tercer.es.tado.estaciona.rio, que esel único
quuo.n!~":a cantidades positiva~.f!g_9:?!~1:!!!)._g.,_~
Para analizar la dinámica de transición de la econonúa neoclásica descrita hasta
el momento debemos notar que las curvas k = Oy é = Odividen el espacio en cuatro
regiones. La dinámica en cada una de esas regiones se representa por flechas, tal
y como se observa en el gráfico 3.2. Vemos que el orig,.en es.un estado estaciona~
mestablc~puesto que.si empeza roas cerca.de..éLµemna. e.xa.c:tame.nt.e.eii..él, .lils ,flechas
nos despiden en.dirección cantra.ria...porJ.<i.qU45Lno_empeza:o.1os exactamente.en.e!
orige.I:i,1J\.m,;¡¡ Uegaremou_este esta.do estaciouario.
Crccimil'IIIO 11eoclrisico: el mcdc/o de Rn11Lscy (c. 3) / IG!
"silla de montar"), porque las sillas de montar tienen una propiedad de estabilidad un poco especial.
Hay un punto en el que si colocamos una canica, ésta pem1anece ahí para siempre. Este punto
correspondería al estado estacionario. I lay toda una trayectoria de puntos con la propiedad de que ~i
colocamos una canica exactamente encima de ésta, la canica avanzará hacia el estado estacionario. Si
la canica se coloca en cualquier punto fuera cie dicha trñyectoria, caerá miserablemente al suelo. L,
trayectoria que lleva al estado estacionario correspondería, en nuestro modelo económico-matemático,
a la llamada "trayectoria estable".
10?. / APUNTES DE CREC!MlE'iTO ECONÓMICO
e
==O '
I
0 alta
\
! k=O
\
\
/Jn·b·~_,\
/ :
/ 1 \ \
"--=--------'---'--------'-k
k 1:· 1:··
'
Gráfico3.3. L, forma de la travectoria establedeoendede los parámetros
di:) modelo.
todas ellas, lógicamente "explosivas". Consideremos una economía con capital ini-
cial ko por debajo de k·, tal como se indica en el gráfico 3.2. Sea r-0 el valor del consumo
que corresponde a este volumen de capital en lc1 trayectoria estable. Consideremos,
en primer lugar, lo que ocurriría si el consumo inicial, e~ fuera superior a este vc1lor,
e~ > CO· En este caso, la economía seguiría la trayectoria que se representa en el
gráfico 3.2: al principio crecerían tanto el consumo e, como ei capital k. Sin embargo,
en algún momento del tiempo líl economfo se encontraría en un punto en el que
~- = O, con posterioridad al cual el consumo continuaría creciendo, n lu pílr que el
volumen de capital disminuiría. De este modo, la economía se descapitalizada en
un tiempo ñnito. Es decir, existe un T < :xi pdra el que kT = O. En este momento
se debería producir un sc1lto en el consumo (ya que, si no existe capital, no puede
haber producción y, por supuesto, tampoco puede haber consumo). El "salto" de
c(T) representa una tasa de crecimiento de e iguai a menos infinito, lo cual viola la
condición de Euler [3.19), dacio que ei producto marginal de k cuando l.: se acerca a
cero es infmito (positivo).,1a e_cuación cie Euler dice gue, en este caso. el crcrnnicnto
del consumo debería acercarse a infinito ¡,ositivo, mientras Que en realidad va a crecer
a menos infinito. Por lQ_léJ!!!Q, podemos eiiminar todas las trayectorias situadas por
e.n;:ima de la travectoria establ~ por no satisfacer las condiciones de optimalidad en
todos los momentos del tiempo.
Si, por el contrario, el volumen de capital inicial e fuera inferior a co (tal como
sucede con r..:f en el gráfico 3.2), el consumo y el capital de la economía crecerían
durante un determinado periodo de tiempo. No obstante, una vez atravesada lc1
line¡¡ de i: = O, la economía convergería hacia el volumen de capital k"'. Notemos
que este punto está sih.:adc a la derecha de k 0 , 0 , por lo que J'(k"") < ¡'(k0 , 0 ) = ó + n.
~.c,ondición de primer orden de las empresas [3.16] nos dice gue, en este 1wu 'P como
en todos los puntos, el tipo de interés es i~ua) al producto m¡¡rgirn1J del capital rnenas
la tasa de depreciación. Como el capital es constante e igual a kº, tenemos gue el
tipo de interés en este punto es r"" = ¡'(k .. ) - i5 < n, donde la última desigualdad
se deriva del hecho de que f'(k .. ) < ¡'(k0 ,n) = ó + n. Esta situación conlleva lct
violación de la c~:m9ici~~:i__c_!e tra~....:~!§Hd~~-Pctra ver este punto, basta con integrar
)a condición de optimalidad [3.12] para obtener
-(r .. -n)t
111 = v0 e , [3.28]
v· y 110 son dos números distintos de cero,D el límite (3.29] no es cero y la condición
de transversalidad no se satisface. Debernos eliminar, por lo tanto, la posibilidad
de que la economía escoja trayectorias por debajo de la trayectoria estable. En estas
trayectorias, los consumidores consumen "demasiado poco", invierten "demasiado"
y acabamos en un estado estacionario con demasiado capital.
Ei análisis hasta el momento nos ha permitido excluir tanto las trayectorias que
se encuentran por encima de la trayectoria estable como las que se encuentran por
debajo._Q.~~tl}Q~_s;Q..TJ.c;.Ll.!ir 9.ue In ií11icn trai¡ectoria que satisface todas las CEudjcioues
,fr oplimalidml de ,wcstro modelo neoclásico co11 horizQ11t.ci11fiJ.J.i.[Q_(jn.duida.lo .condi.iriH de
t'!11,s1J__e~s_q]Jci,H!)J§.la_ t.m¿¡__e.cJ.9!ÍJL.i:§table. Estn tWJ1ectoria .e~_l.a qu(_c11r11.c.ti:ri_;,n_CUPJJJJlQ1·-
1a111ic11to de la eco11omíq_a_!oJ~!ZE de{J.J!J!:1!'2:...
3.5...La...im.portancia..d.f..krundició.n....de..tr.ans..'tl.e!"s.alidad: .
un ejemplo con horizonte finito
donde J.-0 > O está dado. Obsérvese que la única diferencia existente entre este
problema y el analizado en las primeras secciones es que ei valor que aparece encima
del símbolo de la integral es T, en Jugar de inñnito. De este modo, las condiciones de
primer orden [3.18] y [3.19] todavía se cumplen, con lo que las ecuaciones dinámicas
caracterizadoras de la solución [3.18) y (3.19] son también válidas para este problema.
Esto quiere decir que el diagrama de fases que nos describe el comportamiento de
es ta economía será, también, idéntico . .S.in..emharga,.J.a.condició!l.del:ransllersalidad
ya ~Q."~~~~-c!-~«:!~P.9dJ:?Ql,_~i,l"!Q¡>OL
vrkr = o. [3.31]
kr = O. 13.32)
reducido" (como el punto Ao del gráfico 3.4), la trayectoria cualitativa del consumo
y del capital hubiera sido muy similar. La diferencia clave residiría en que la nueva
trayectoria estaría más próxima al estado estacionario, por lo que i:: y k siempre adop-
tarían unos v,,lores inferiores. Esto significa que la economía eslilría más tiempo en
esa posicióa, puesto que cuando i: y k están próximos a cero, e y k no se modifican ex-
cesivilmente. Finalme.nte,_a pesar de.todo, llegaría un momento. eneLqu.e.laeconomía
_cruzarla la.curva.k.......O.*a.partiLde.es.te..momen.to...els.wd oe
!;il.J2i.@J..~m.P.~?ili:ia a
caer. Dado que la.ec:oruuDi.ahabría.e5tadolanto.tiempo.e:n los al¡edf'íim:es del es.t¡¡_do
estacionario, se alcanzaría el mGmelltQ._:Z::..sin ..que ilitock..de_cap.i¡aiiinal.b.Lertl~.I.Q
(en el gráfico 3.4, en el momento.T la economía se.sitúa enelp.w:tto...t~1lc;!Q...aj._g9_gs
de capital positivo). Esto, por.supuesto,_violaria la conq.ü:.ión..d.~t@nsv~~\IJidacj__que
requiere h - º~-
B,
B,.
Trayectoria
óptima
k
k,
I
l/
e Ni\'el de céÍpital de estado esta::ionario
con horizonte infinito
k" ~ - - - - -- - - -- -- - - - - - -- -- . - -- -. - - - - - - - - - -- -
1 /
~\ Nivel de ::apita! \
~/ücial
Nivel de capital\
k(/ ,.1 te:minal ~ \
1
o T
Podemos emplear el análisis del horizonte finito para describir el denominado "teo-
rema de la autopista", desarrollado por Dorfman, Samuelson y Solow (19.58). Este
teorema indica que, si ei período terminal T está lejano en el tiempo, la forma óptima
de desplazarse desde un stock de capital inicial hasta el capital final /.y = Oconsiste
en situarse en un lugar muy próximo al_e~tad_C> e~tacio_!1ariodurante la mayor parte
del tiempo y, después, dirigirse.hacia_el_capitaLrrnlo fina' úa.Lcomo se v.ia..eu...el.grmi-.
co 3.4). Po.demos ver la· razón por la cual se debe seguir precisamente este tipo de
trayectorias tomando como punto de partida la trayectoria óptima que sigue a c0 en
el caso anterior, y cuestionándonos lo que ocurriría si el horizonte temporal fuese un
poco más largo. En esta situación, se elegirá un c0 más cercano al de la trayectoria
estable, y la dinámica del sistema hará que nos movamos a una distancia menor del
estado estacionario. Pero, nuevamente, estar más próximos al estado estacionario
comporta estar más cerca de las curvas en que é =-- O y i = O. En ..esta.r,egj_QJ\, la
'economía no se mueve muy deprisa (¡precisamente por eso se. trata .de las puntos
en los que é = O y í.: = O !), por lo que ésta permanecen\___gnJos ¡¡[rs-d:sf.Q..:e~ .del
estado e.stacionaiio,por Wl.la.Igo. peri oda de tiempo J1asta que. .finalmente, se dirija
hacia el punto.enque..k.¡,. ;;;..0•. En.cons.ecuencia, si.Te°' lo St1fii;ientemente grande, la
trayectoria óptima implicará permanecer en las pro;,cimidades del estado est¡¡_~)~n~rio
durante un largo periodo de tiempo. Un.ejemplo de las trayectorias de este tipo está
represeutado en el gráfico 3.5.
108 / A PUNTES DE CREOM!El'.'TO ECONÓMICO
A lo largo de los dos primeros capítulos empleamos una tasa de ahorro constante,
sin pararnos a pensar si la elección de una tasa de este tipo era el resultado de alguna
conducta óptima. En esta sección demostraremos gue existe una configuración de
p,mímetros en el modelo de Ramsey para los cuales una tasa de ahorro constante es
óptima. La utilidad de este ejercicio es doble: por un lado, es interesante sabe, si
la tasa de ahorro cambia monotónicamente a medida que la economía crece o si exis-
te la posibilidad de que la tasa de ahorro primero aumente y después decrezca. La
rc.zón por la que este ejercicio es interesante es que hay investigadores que creen
observar que los países con tasas de crecimiento elevadas tienden a tener una tasa
de ahorro (e inversión) creciente en un primer momento, para pasar a tener una
tasa decreciente a medida que su nivel de ingreso va aumentando. L1 segunda
utilidad de este ejercicio es demostrar que, en los modelos de economía dinflmicos
como los que solucionamos en este libro, a menudo la variable de interés (en este
caso, la tasa de ahorro) no es necesariamente la variable que sale del programa de
optimización (recordemos que nuestro modelo daba como solución dos ecuaciones
diferenciales en r. y k, y no una ecuación diferencial en la tasa de ahorro). Cuando
sucede esto, a menudo e~ útil utilizar una transformc1ción que nos permita estudia,
el comportamiento de la variable de interés por medio de un diagrama de fases en el
que uno de los ejes contenga la variable de interés. En este caso particula,, estamos
interesados en estudiar ci comportamiento de la tasa de ahorro, s = (¡; - c)/y, en la
transición en la que el capital converge hacia el estado estacionario. Notemos que
la tasé! de ahorro se puede esc,ibir come: ..~=.:..-:-- i,¡ .'J:~=s decir, el comportamiento de
!él tasé! de ahorro serfl exactamente el 01·,ü~~'.Óal-,om.r:rtamiento de e/y si demostra-
f
Nótese que el término Akº- 1 dentro del segundo paréntesis se obtiene al mul-
tiplica~ y dividir el término e/ k por y. La condición [ci y] = Orequiere que
e -(1 - 8) k;-n
- = --- + - [(p + ó)/0 - a(n + ó)]. [3.3.J]
y 0 Aa
Esta condición tiene pendiente positiva si (p+~)/0 > a(n +6) (es decir, la derh·ada
de e/y con respecto a J.: es positiva si esta desigualdad se cumple); negati\"a si (p+ó) /0 <
o(n .;- 6), y es una línea horizontal si (p + 6)/0 = o(n + 6). Estas tres situaciones están
representadas en los gráficos 3.6A, 3.6B y 3.6C, respecti\·amente.
Por su parte, la restricción [3.16] representa la ecuación dinámica de k como
función de k y c. Si queremos dibujar la ecuación en el mismo diagrama con r./y y k
en los ejes, es necesario reescribrir la ecuación [3.18] como
k e
- = Akc.-i - -Akc.-i - (6 + n), [3.35]
/; y
e (n + 6)k 1 - 0
-=1----- [3.36]
y A
Esta curva siempre tiene una pendiente negt1tiva y es así como se dibuja en los
gráficos 3.6. 14 La dinámica. del sistema, representada en los gráficcs 3.6, indica que el
sistema posee una trayectoria estable de punto de silla en las tres parametrizaciones
posibles.
La diferenciíl ciave entre los tres ct1sos es la pendiente de la trayectoria estable.
Como se observa, la pendiente es positiva si (p + 6)/0 > o:(n + 6), negativa en el caso
contrario, (fl + fi)/0 < o(n + 6), y es horizontal si (p"'" 6)/0 = a(n + 6). En este último
caso, la tasa de consumo, e/y, es constante e igual a (0 - 1) /0 a lo largo de la transición.
Puesto que la tasa de ahorro es B = 1 - e/y, se puede concluir que es constante y toma
el valor 5" = ½. Dicho de otro modo, la elección de una tasa de ahorro constante será
óptima cuando los parámetros verifiquen la restricción (p + 6)/0 = a(n + 6).
En el caso en que (p + 6)/8 > a(n + 6), la tasa de consumo e/y aumenta de
forma monotónica a lo largo de la transición al ir aumentando el stock de capital, y
la tasa de ahorro, lógicamente, va disminuyendo. La situación inversa se produce
rnando (p + 6)/0 < a(n + 6). La conclusión a la que llegamos, pues, es doble. Por
un lado, hemos demostrado que, a lo largo de la transición del modelo neoclásico,
la tasa de ahorro aumenta o disminuye de forma monotónica. Nunca se da el caso
14 ,¡y= O en el caso
Lil pendiente de la curva i: = O es - ln+ 5 xi-crolk-º. La pendiente de la curva
en qu~ cstíl curva sea decreciente es - [ ~ - -f* J (1 - 0)1;-o. Nótese que la primera tiene una
pendiente más negativa que la segunda y así se ha dibujado en el gráfico 3.6B.
110 / APUNTES DE C!l.2:Cl:.IIENTO ECONó:v11co
e/y
_j e/y= O
,¡
i
1
r
' k=O
k" k
_j
'
r k=O
e/y= O
k" k
t
_j
L
¡r k·
-k=o
k
constantes, por lo que el supuesto de ahorro constante adoptado por Solow y Swan
no es tan descabellado como parecía en un principio. Es cierto que los parámetros
necesarios para que la tasa de ahorro sea óptimamente constante no se d,mín casi
nunca con total exactitud. Ahora bien, si los parámetros son, aproximadamente
los que garantizan la igualdad (p + ó)/0 = a:(n + ó), entonces la tasa de ahorro será
aproximadamente constante.
A pesar de que el modelo de O?timización de Ramsey es consistente con la
existenci;i de una tas¡¡ de ahorro constante, existe una diferencia importante entre
este modelo y el de Solow-Swan con tasa de ahorro constante que hemos estudiado
con anterioridad. El nivel de la tasa de ahorro en el modelo de Ramsey está dict<1do
por los parámetros del modelo y no puede elegirse arbitrariamente. En p<1rticul.1r,
nunc;,. puede ser tan alto como para situar el nivel de capital estacionario en la región
dinámicamente ineficiente (hemos demostrado en este capítulo que el estado esta-
cionario al que convergirá l;i economía neoclásica, k", mantiene un stock de capital
inferior a k 0 r 0 ). Como demostramos en su momento, esta afirmación no es cierta en
el modelo de Solow-Swan, puesto que, al ser la tasa de ahorro una variable exógena,
no hay nada que le impida ser demasiado alta, de manera que es posible dar lugar a
stocks de capital de estado estacionario por encima de koro·
1i 2 / APUNTES DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
Del mismo modo que el modelo neoclásico en el que la tasa de ahorro es constante, '
descrito en el capítulo 1, el modelo de Ramsey de consumo óptimo predice que,
si todos los países poseen los mismos parámetros en las funciones de producción
y de utilidad, los países pobres crecerán a una tasa superior a la de los países ri-
cos, aunque la tasa de ahorro sea creciente bajo las condiciones especificadas en la
sección anterior. Es decir, la renta y la producción tenderán a converger a lo largo del
tiempo. Esta importante consecuencia del modelo puede ser demostrada, tal como se
recoge en Sala-i-Martin (1990), mediante una log- linearización de las dos ecuaciones
fundamentales [3.18] y [3.19] alrededor del estado estacionario. En el apéndice se
demuestra que, operando de este modo, la tasa de crecimiento de la producción per
cápita se puede expresar como una función negativa del valor inicial de la producción
per cápita:
11
[log(y1l - log(y0 )] = [1 - e >- ] [log(y') - loglyo)l [3.37]
t
europeos (para los cuales es razonable postular que los parámetros de la función de
producción y de la función de utilidad son similares) convergen exactamente de
la forma en que predice lc1 ecuación [3.37]. También veremos que si se mantienen
constantes los determinantes del estado estacionario, un« muestra más grnnde de
países también converge de la misma forme..
f
114 / APUNTES DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
Apéndice
c i:
.
donde log(c 1 ) =---
log(c
é)
= -
é)/
1) 1
C¡
.
y 1oo(J.: 1
O
)
=---
Dlog(k
fJt
1)
=- .
kt
1
e-C-ollos!k"l =/J +ó
. Aa [A.2]
c'º~(c"l-log(/."l =.4c-(1-alk•s!k") _ (n + 6) = h,
· d o /1 =
sien />+~ll -,;l-on
,·, > O. A contmuac1
· Ón, po d emos J1acer una expans10n
0
· • d e T,ay-
lor del sistema [.~. l J alrededor del valor del estado estacionario obtenido en [A.2]
utilizando como \·ariables relevantes log(c1 ) y log(J.: 1 ) (y no c 1 y i,; 1 ), lo que nos pro·
porciona un resultado interesante:
=
siendo ¡i (1 - n)(/l + 6)/0 > O. Esta expresión se puede escribir en forma matricial
de la siguié'nte forma:
El valor del determinante de la matriz D, es -h¡1 < O, lo que comporta que este
sistema tenga una trayectoria estable hacia el punto de silla. Los valores propios de
este sistema son
[A.6]
Creci111ie11/o ,wocl,ísico: d 111oddo <Ít' R.w,;c·y (c. 3) / 113
siendo \Jt 1 y w2 dos constantes de integracién arbitrnriélS. Dado que >. 2 es positivi1,
el stock de capital violará la condición de t;-ansversalidad a menos que \11 2 = O. Las
condiciones inicinles nos ayudarán a determin;ir el valor de la otra constante, puesto
que en el momento O la solución comporté\
Por este motivo, la solución final del logc1ritmo del stuck de Célpital tiene la
siguiente forma:
Basta con darse cuenta de que log(kt) = ¾log(y¡) y restar log(y0 ) de ambos lados
de la ecuación [A.8] para obtener la ecuación que aparece en el texto [3.37]:
[4.1]
[4.3]
donde DJ D = ;;,D. Esto conllevaría que, para un número dado de horas de trabajo L 1 ,
se requeriría una cantidad de c.:pita: de:::::eciente para alcanzar la misma isocuanta.
Conviene plantearse el tipo de progreso técnico que se va a introducir en la
función de producción por el siguiente motivo: tal como demostró Phelps (1962,
1966), una condición necesaria y suficiente para la existencia de estado estacionario
en una economía con un progreso técnico exógeno neutral es que este progreso técnico
sea neutral en el sentido de Harrod, es decir, potenciador del trabajo (véase Barro y
Sala-i-Martin, 1995, capítulo 1, para una derivación sencilla, pero bastante detallada
de este resultado).
Es importante destacar que cuando se parte de funciones de producción del tipo
Cobb-Douglas, los dos tipos de progreso técnico son completamente equivalentes,
puesto que
Ei crecimiento exógeno rie In prori11cfivirind (c. 4) / 11'•
do:i.de b,1sta con definir B como B = e"'" ,i-crJt y, por Jo tanto,::: D = (1 - c,;).r.,;. Es decir,
con una simple redefinición de las constantes, tenemos que el progreso tecnológico
en la función Cobb-Douglas puede ser escrito como neutral en el sentido de Hicks y
neutral en el sentido de Harrod.
De todos los tipos de progreso técnico definidos hasta ahora. solamente el neutral
en el sentido de Harrod es consistente con un estado estacionario en donde las tas.~~
de crecimiento son constantes en el tiempo. Podemos observar este fenómeno rnu-
sjderando una función de ~roduccjón con elasticidad constante de substjrución (CESJ
l----~- J
como la descrita en el capítulo 2:
·J
Y1 = B(t) / -\JI
\ [D(t) · J\tl - [A.(I) · Ld ,v1i
) ,_ [4.5]
donde ll1 es una constante - x < IJ: < l. Los términos D(t), D(t) y AW re'1resentar¡
los diferentes tipos de progreso tecnológico descritos en el apartado anterior, donde
)¡¡A= x.4, B/B = .ra y b¡D = ;rn. Para simplificar la notación, supongamos que
la población es constante e igual a uno (este supuesto no es importante), Le = 1.
Además, normalizamos los stocks iniciales de tecnología a une, .40 = Du = Du = 1.
En el estado estacionario la tasa de crecimiento dei capital agregado, del consumo
a re adu del PIB a regado deben ser iguales 1 i, = -, 1. = 1c·
Supongamos primero que el progreso tecno ógico es neutral en el sentido
de Hicks, de manera que xn = x,i = O y l: 8 2': O. Tomando logaritmos de los
_función de producción (tras substituir A(t) = D(I) = 1):
Podemos tomar derivadas con respecto del tiempo para obtener que, en estado
estacionario, se debe cumplir)
agregados solamente pueden ser iguales si ambas son cero. Cuando esto ocurre, la
expresión [4.7] nos dice que x B también c!ebe ser igual a cero). El progreso tecnológico
neutral en el sentido de Hicks, pues, no es consistente con el estado estacionariQ..
Consideremos a continuación el caso en el que solamente existe cambio te-::-
nológico potenciador del capital. Es decir, imaginemos que XB = :rA = O y :1:n ? O.
7omando logaritmos de la función de producción (y tras substituir B(t) = ,1(1) = 1)
obtenemos
[.,1.9]
El término entre corchetes crecerá incesantemente, a no ser gue lc1 tc1s2. de cre-
cimiento de í,· sea exactamente la opuesta c1 la tasa de crecimiento de D de manera que
el producto l\" D sea constante (y si el término entre corchetes crece incesantemente,
entonces los demás términos de (4.9] no pueden ser constantes, lo cual es inconsistent~·
con la existencia de estado estacionario). Es decir, para que haya estado estacionario
es necesario que 1 4- = -J'D· Esta igualdad hace que el primer pa.réntesis de [4.9] se
anule, por lo que la tasa de crecimiento de 1- debe ser necesa.ric1mente cero. Como
- 1i· = ~
1¡,, tenemos que la tasa de crecimiento de ambas debe ser cero. Como hemos
demostrado que ,j, = -xn, obtenemos c1ue xv =U. Es decu;.,P.l pro~reso tecnoló¡,jco
potenciador del capital tampoco es cons:stente con el estado estacionario.
Finalmente, consideremos el caso en que solamente existe progreso técnico po-
tenciacior del trabajo, XB = :rn = Oy :q ? O. Tomando logaritmos de l., función ele
producción y subslituyendo B(t.) = l)(t) = 1, obtenemos
,j:. =
Kt1¡ + A(t)li
1
x,1]. [4.11]
[ J1/-' + A(t)"'
Todos los tipos de progreso técnico que se han discutido hasta el momento, con-
sideran el cambio técnico como "no incorporado", en el sentido de que, cuando
aparece una mejora tecnológica, todas las máquinas existentes hasta e! momento
aumentan su productividad. Un ejemplo de este tipo de avances lo constituyen
los programc1s informáticos que mejoran el rendimiento de todos los ordenadores
existentes. Existen numerosas invenciones, sin embargo, que no afectc1n a todas
las máquinas existentes sino que solamente afectan a las máquinas nuevas. Éste
sería el caso, por ejemplo, del Jwrd,1 1111-c informático: las nuevas generaciones de
ordenador aumentan la velocidad y la eficiencia del proceso de datos, pero sólo de
las nuevas máquinas. Las máquinas de generaciones obsoletas no se ven afectadas
por las nuevas tecnologías. Los economistas denominan este fenómeno progrcsn
téwico i11cC'rpomdo, dodo que se encuentra "incorporado" en el propio capitol.
En la década de los sesenta, ¡¡ la par que se estaba desarrollando el modelo
neoclásico de crecimiento cxógcno, surgió el debate sobre la importancia del pw-
greso técnice> incorporado para el crecimiento económico. Los defensores de lo °:Lle
en aquel momento fue llomado "nueva teoría de la inversión" (tecnologías incorro-
radas) afirmaban que la inversión en nuevas máquinas tenía el efecto habitual de
aumentar el stock de cilpital y un efecto adicional consisl'ente en la modernización
del stock de capital medio. Los defensores de la "irrelevancia de la incorporación del
progreso técnico" defendían, por su parte, que este nuevo efecto tenía consecuen::ias
para el nivel de lc1s variables, pero no afectaba a la tasa de crecimiento en el estado
estacionario. En este contexto, dos importantes artículos de Solow (1969) y Phelps
(1962) demostraron lo siguiente:
U(O) = jo r'-"
e-(p-n)t
(e ce
rt¡l-6
1 - B-
1) Lodt [4.12]
donde, para simplificar la notación, hemos denotado la tasa de crecimiento del pro-
greso tecnológico con la letra :r. La restricción presupuestaria también se puede
escribir en términos de unidades de trabajo efectivo como
8k • •
- = J(k) -- é - (ó + n"' x)k. [4.13]
é)t
Las famiiias maximizan [4.12] sujeto a [4.13], tomando i.:o > O como dado.
Este modeio coincide con el modelo de Ramsey del capítulo anterior, salvo en dos
pequei"tas diferencias. En primer lugar, la t:-isa efectiva de descuento de la función de
utilidad es (r - 11) - (1 - 0):r;, en lugar de ser simplemente /J - 11. como era el caso en
el capítulo anterior. En segundo lugar, la tasa efectiva de depreciación es ó + 11 + .r,
en lugar de ó + n. Si dejamos de lado estas dos nimias diferencias, el modelo es el
mismo que el presentado en el capítulo 3, por lo que podemos reproducir los re·
sultados obtenidos allá. Mencionemos en primer Jugar que la condición que debe
cumplirse para que la función de utilidad esté acotada es, en este caso,
"Un enfoque del crecimiento económico que depende en tan gran medida de unc1
variable exógena !'s notoriamente insatisfactorio desde el punto de vista intelech1al
y más aún si se trata de unél variable de tan_ difícil medición como es la cantidad de
conocimiento. Desde una perspecti\"a cuantitativa y empírirn, nos quedamos con
que una de las variables explicati\·as del modelo es el tiempo. Ahora bien, por má5
necesaria que se,, en li1 práctica, una tendenciil temporíll es una mera confesión de
ignornncia y, lo que es peor desde un punto de vista práctico, no se trdta dt> un¡¡
variable de política económicc1".
(5.1)
siendo .4 una constante exógené\ y J< el capital agregado, definido de una manera
amplia. Ad iferencia de lo que hicimos en el capítulo 3, empezaremos por describir el
128 / APUNTES DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
j/ H(·) = e-(p-nlt e
1-e
-
1) . . + v(Ak - e - (~ + n)k),\ (5.4)
I ( 1- 8 ,
. -- . .
donde, una vez miÍs, los subíndices temporales se han omitido allí donde esta omisión
no genera confusión.
Las condiciones de primer orden son:
- = O.-.e -(¡,-n)t e -e
é)}[
-11=
O (5.5]
8c
8H
- = -i, <-+ v[A - (6 + n)] = -i,, [5.6]
{)J.:
lim v1k 1 = O. (5.7]
1-.00
Tal como se hizo en el capítulo 3, se puede utilizar la condición [5.5) para obtener
la tasa de crecimiento del consumo tomando logaritmos, derivando respecto del
tiempo y substituyendo el resultado en [5.61. Obtenemos de este modo el siguiente
resultado:
M,,dcl<>é simples de ,reámic11/o c111f.igrno: El mii,lclo AK (c. 5; / 129
¡\ -i: = -[A
1
- f' - il). (5.8]
\e O
_ Obsérvese que 15 Slindjca r;¡ue eL<;Q11s.uma.crece .a. una .. tasa...c~;1tc_en .~oda
mom~_n_tQ:.._E2 ta tasa~1stante depende n.~~@.\.:~!!!~.ttt~.fl.eltipi;i de 9_escuento, p, de la
_necesidad. de.alisar...eLc.o.11suo1Q,. !/, d.eJa tasa d~ec:iación, ó., y positi~·amente del
pará:netco.de.produ,:ti:vidad, A Para que p1,1edan obtenerse ta5¡¡s positi\•as de creci-
miento, es ncccsnrio considen1r~l <;.ilso enqug }Qs pi:trán1elros del modelo cumplen,
A > ó +. p. Par¡¡ ente1,1~L~r. g~Jil.."~Dlélf)ón geforma intuitiva, J¡¡ reescribimos de la
siguie~lte,__fqr,m¡¡:
·-·-' -- __,.,,... ' ..... ~--
•
i, e
' - = .-l - - - (e'+ 11). l.3.10]
i,,,._/,__ '··
/.
Por la propii:1 definición de estado estacionario (que es el estado en el cual toda;
las variables crecen a una tasa constilnte, sec cero o scil cualguier otra constante),
en este estado, la tasa de crecimiento del capital ·;Z es constante .. Si se_llevan todos
los término!:'> constantes de [5.10] c1_ lln l_c1.s\_9}:i_!?)a_e~r_e~\6-!l_J:'._~_~J_t?_n~_~n lggaritmos
y derivadas con respecto al tiempo, negamos a la conclusión de que -¡z = -,~ = -, ..
Dado que la producción de la economía es proporcional a /., la ta5él de crecimiento
de y es igual a la tasa de crecimiento de k, ·,; =
1·~. En otras palabras, lr1s tasr1s de
crecimiento de estado estacionario del consumo, el capital y la producción per cápit;i
son idénticas, y vienen dadas por [5.SJ:
[5.11)
130 / APUNTES DE CRK!MIE.'ITO ECONÓMICO
La ecuación [5.6] nos muestra que el precio implícito II crece a una tasa constante
igual a v/11 = -[A. - (é + n)l, De este modo, su evoiución temporal Yiene dada
por la expresión 111 = v(O)e-l.~-~-n>t. Si substituimos esta ecuación temporal en la
rnndición de tra;1sversaliúad [5.7], concluiremos que
La segunda igualdad (que ebr.ina el término 11(0) del límite) pro\'iene del hecho
que 11(0) > O, dado que, utilizando [5.5], vemos que 11(0) = e°c(0)- 8 > O.
A.-ó-11>,·. / [5.13]
J_c1s~ e_n t~d~ _m_o_mento, por lo que el modelo 110 pre~entn 11j~1g1í11 tipo d~_ trnl!sició(:/!'!.'!~
el estado estncionnrio..
' - · - · - - · ··r.--
·m ,
ll h: 1 e
-CA-6-nll
=
.
11m Co . ,,s.'.
e-cA-é-11-·-·ll + 1zm [5.16]
t-cc. 1-'X [..-i - {; - 11 - -(] t-,;,c
Nótese que el primer término de la derecha converge a cero, dado que la condición
[5.13] nos dice que A - é - n > -y·, por lo que el exponente es negativo .. b!l únicél
111an~ª_9_e_~.<?.!l~~uiHJ~~ 1~ co11stnnte de inteEión \JI también converj;1 a cero ~q~1e_
siempre sea cer,2¿_:eor lo que la condición de transversalidad requigre \JI = O. Si subs-
tituimos este valor 1de la•• consta:ntc_~n[S.15)
-·- ••• • •
vemos que 1~l capital y el consumo deben
ser proporciona le~ k 1_= ..f!--:b~:,_ 1 . e 'Y 1_ ~ .:1..,-~~rt-,·. fáls.er.p.c.op.orci.onales fo t.:i.s.1
de crecimiento del C<)p!t~l deJ:!~ s'eJ ~fr!11pre igun( aJa de! (CJIJSl1mo. También el ca pita l.
pues, siempre crece a una tasa constante. Puesto que la producción es proporcionlll
al capital, su tasa de crecimiento también es constante en todo momento. En conse-
cuencia, una economía en la que exista una tecnología AJ< no presentará trnnsición
dinámica, y todas las vari'lbles crecerán permanentemente a una tasa constante.
- ~..:f.:·· ;-~• . -
Es posible demostrar que los resultc1dos q:,eac~'.;t;''iJc-Je derivar coinciden con ios
resultados que se obtendrían en un contexto eU ~¡ 1:11·~ ,;_~,sten mercados competitivos
en los que las familias, por un lildo, adqujcre:r,.~ci~:__~t ~'-;1cto y, por otro, venden los
factores de producción a las empresas. Pu~~o_q'!e_.:i,a_1~lisis es muy parecido al que
se desarrolló en el capítulo 3, no vamos a ~erroi:lu:-ir"d.f?"-UCVO todos los pasos. Como
e~b.al;ii,t@l~las_famil.i.as maximizan [5.2l sujeto.aja ecuaci?m clinámica
lb = rb - e - nb, [5.17]
1 .
1
: Íc = -eé = -(r
0
- p), [5.18]
. +
y la condición de transversalidad, por su parte, viene dada por lim 1 _::c v 1b1 = O.
Las empr.es11s.alq1..1ilan el único factor .. de..pr.o.d.uctiáo._el capital y utilizan l.i
ies:nología ~ b' par.a obtener un producto, con el objeto de maximizar sus beneficios.
Las condiciones de primer orden del problema de las empresas exigen que las tas;is
de rendimiento sean iguales a los productos marginales:
[5.19]
Dado que nos enfrentamos a una economía cerrada sin gobierno, la condición
de equilibrio del mercado financiero requiere que el único acti\'o con una oferta neta
positiva se;i el capital, por lo que st- cumple b = k. Sl}_l,!Q~!it.uiII1.0S .este ~esJ..1ltadi.1
en [5.17], y. t~!l_ie_~cl..9 _eJ1 c;1,umUkQ,t.1e..b.,:;J;.JJegamos .a la..restricción presupµestaria
.agregada incluida en [5 3) Por 1íltiroo si se introduce la coodición.de..equilibrio
k ::::J!.~11!a_<;Qlli!.i.ili¡ll.Sk.J:.ransvex:saJid.11.cl s_e .o.l:>tiem: [5,?J. Lé.ls ~~u,1@m:ulin.imü:¡¡;;
qgja ernnomja en que existen mercados competitivas, [5.61 [5.31. y.lacandición r.
termin;il [5.7], coinciden, por tanto, con las que regían en una economfo de famili;is
productoras. En consecuencia, los dos planteamientos son idénticos.
Del mismo modo como vimos en el capítulo 3 para el modelo neoclásico, un planifi-
cador maximizaríc1_ la mismc1 función de utilidad sujeto a la restricción de recursos a
la que se enfrenté\ el conjunto de la economía. Puesto que [5.3] es una restricción de
recursos de este. índole, el problema del planificador coincide con el problema de l;is
familias productoras. El corolario es que lc1s ecuaciones dinámicas que caracterizan
la solución también son las mismas.
1 En el apartacio J del capítulo 2 ya se intro,htjo el concepto de capital humano ysc demostró cómo
una función de producción neoclásica se convierte en una función AK cuando hay capital humano
en lugar de trabajo no 11c,um1lable.
13.; / Arw,rrs DE CRECl:VilE:\/TO ECONÓMICO
siendo O < a < 1 y fJ un parámetro constante que refleja el nivel alcanzado por
la tecnología. ~1.lJWilJ.1L~l!111LqQUQ.:i..QQLÚIQ~.JLy.li.. pueden :aer ªP!W\.lWWS
.Q.etrayendo recursos.pan:t,~€ORSYdRO, midiaute la sígJJíente.r.elación:
i ,_.,,._.,.,__ . . •. - ..... _... - ·- ·--·- .... - j
~ [\' T f{ = BKº H 1- 0
- C- Ól( K - ¡IH H, .' [5.21]
.._ ....... -. . ' ,,,._,...,,~- "'" ·~ ... -~ ,,., '
sie11do ó1, y ÓH l~s t~-~¡¡5-,.s;j~~r,eQ~s;~ ,¡j.~l s;a,¡iit;al físic<2,r_~ . h~:i}.2.t,. ~~~~~~~
~ t e , . Lil ecuación [5.:?.1] implica que los dos tipos de capital, en su vertiente
de activos reales, son substitutos perfectos, de modo que sus poseedores exigirán
que la tasi! de rendimiento de ambos coincido. Puesto que la tosa de rendimiento
de cada activo viene dada por su prodllctividad marginal neta, será preciso que
éJY éW
FF: - ÓK = ªft - ó¡, = tJH - éH = (1 - n)'H - li¡.¡. 51 mtroduc1mos el supuesto
V y . . .
adicional de que las dos tasas de depreciación son idénticas, podemos deducir que
' y y
\ (lK = o - al-¡¡, [5.22]
1- a
H = ¡\·--. [5.23]
(t
Lo primero que debemos hacer al estudiar el tamaño óptimo del gobierno es plan-
tearnos qué es Jo que hace el gobierno. El gobierno puede influenciar la economía
.a través de muchos canales. Para empezar, decide el tammio de los impuestos (puede
poner impuestos elevados o impuestos reducidos) y la fon11a que éstos tornan (im-
puestos sobre el valor añadido, sobre la renta, sobre sociedades, sobre transmisiones
patrimoniaies e incluso el impuesto infladonaáo sobre el dinero). En segundo lu-
gar, el gobierno también decide el tamaño y el tipo de gasto p¡íbljco <µurde campear
carreteras, armamento, empresas, viaies espaciales, tecnologías, parques públicos,
bodas reales, subsidios de desempleo, pensicnes de jubilación, etcétera). El gobierno
136 / APUNTES DE CRECIMIEr--'TO ECONÓMICO
\
.':. 111 :rl
v>
1" )\.1 t;,;...,
/
JI . \ . 1/j = A'ºGl-o
¡,·) '
1
NV
""''-c..vrt"":'-
donde kí es l;i c;intidad de capital privado utilizado por la empresa j y C es el bien
púbiico agrrgado. Note el lector que la producción de la empresa j no depende solil-
mente de la cantidad de bien público suministrado a la empresa j sino de la canticiad
agregada de bien público suministrado.
Otros bienes suministrados por el gobierno son priuados en el sentido de ser
rimles y cxclitibles. Este sería el caso, por ejemplo, de los servicios públicos suminis-
trados individualmente a las empresas o la comid;; suministrada a los estudiantes de
escuelas públicas: las galletas consumidas por un alumno en Segoviano pueden ser
consumidas por otro estudiante en Alicante. Si decidiéramos introducir este tipo de
bienes en nuestra función de prod~cción, deberíamos postular:
(\if:1
p J11,,.J) )
1
JvJ=Ak.igt",
R.\"""'-
f><..UJ{'C,v,X
.,
(6.1]
YJ = Al,j (K
G) 1
-
0
'
1
donde G es el suministro agregado de bien públirn y l\" es el capital agregado. Esta
función de producción nos indica que, para una cantidad dada de capital, un aumento
en la cantidad de bien público suministrado genera un aumento de la producciéin
(para un número dado de camiones, un aumento en el número de carreteras aumenta
la producción). La congestión aparece porque, dado G, un aumento del capital agre-
gado, K, genera una disminución de la producción de la empresa j (un aumento en
138 / APUN-re..S DE CRECIMIE'ffO ECONÓMICO
el número de camiones cie las olras empresas congestiona las carreteras y reduce mi
productividad).
En este capítulo partiremos del enfoque de Barro (1990) v consideraremos gue
</ es Un bien prit•ndo (rivn/ V exc/uib/e) provisto ¡>Or el sector público, ¡?Or Jo que la
función de producción será la descrita en (6.1). 1
Finalmente, y antes de resolver el modelo, debemos decidir si el bien público
es un bien de capital (en el sentido de que debe ser acumulado) o es un input de
producción que debe ser suministrado nuevamente en cada momento del tiempo. Por
ejemplo, las carreteras son un bie11 de rnpitnl en el sentido de que el gasto que el estado
hace hoy aumenta el stock existente de carreretas disponibles (o repara las carreteras
depreciadas), mientras que el gasto salarial de la policía o los jueces en el momento t
afecta directamente a la producción del momento t. Nuevamente seguiremos a Barro
(1990) e introduciremos los bienes públicos como flujos productivos y no como bienes
de capital arnmulables.
Supondremos que cada individuo representa una parte muy reducida del tamaño
de 1,, economía, de íorma que toma el gasto público como dado. Imaginemos también
que el Estado tiene que equilibrar su presupuesto en todos los momentos del tiempo
(no se permite la existencia de déficit público, en ningún caso). Aunque en la vida
real el gobierno tiene muchas fuentes de ingresos, simplificaremos nuestro análisis
con el supuesto de que solamente existe un impuesto y éste será un impuesto sobre
la renta o P.! producto con una tasa impositiva, 7', constante. Como cie cosr,,¡mbre )os
individuos maximizan la función de utilidad [3.lj:
[3.1]
i.: = (1 - r)Ak 0 g 1- 0
- e - (6 + n)k.
l
Aunque en la vida real los gobiernos pueden tener déficit o superávit fiscales,
[6.2]
a largo plazo el presupuesto público debe estar más o menos equilibrado. Como
lo que nos interesa a nosotros es el largo plazo, el supuesto de equilibrio fiscal en
todo momento parece razonable. El Estado recauda rAkªg 1- 0 unidades de renta
1
Barro y Sala-i-Martin (1992c y 1995) analizan los casos de bienes públicos y bienes sujetos
a congestión.
Gasto príb/ico y crecimieuto ,,. 6) / 139
( g = ry = T ~¡agl-o. { [6.3]
Los agentes individuales toman el gasto público como dado (es decir, cuando
resuelven su problema de optimización no son conscientes dd efecto que tienen sus
decisiones de inversión, a través de la ecuación [6.3], sobre la cantidad que gasta el
sector púb¡ico). El problema es maximizar [3.1] sujeto 'a [6.2]. El hamiltoniano de
nuestro problema será
ct-11 -1
H(·) = e-<p-,.)L _ _ _ + 1.1i (0 - r)Ah"g 1- " - e - (é + n)k), [6.4]
J 1 -11
y las condiciones de primer orden que obtenemos son:
(6.5]
J 1
Hk=-v ..... +1 1 ((1-r)Ao(D -" -(.5+n)) =-v, [6.6]
Si se toman logaritmos, se derivan los dos miembros de [6.5] respecto del tiempo
y se substituye el resultado en (6.6], llegamos a la condición que hemos estado en-
cor,trandü ccntinuamenée, según la cual el crecimiento del consume debe ser pro-
porcional a la diferencia que existe entre la tasa de rendimiento (o la productividad
marginal neta del capital después de impuestos) y el término p:
1 ~-~~~~-1-·(;1-=-r).~a (i)-,~- 0
- (l +
1
p)). [6.8]
. ---~ ~---~·--------·---
r
Despejando g/k, obtenemos que
r=g_=
y
g
Ak"g 1- 0
=(g/k)º_
A
\
2 Si decidiéramos modelar el bien público como un bien de capital, In restricción del sector público
serfo g = .,.Akºg1- 0 - (ó ... n)g. Es decir, el aumento neto del stock de capital público, 9, es igual
a la inversión bruta realizada por el gobierno menos la depreciación del cnpital público. La inversión
bruta total, por su parte, seria igual a la recaudación impositiva, "Ty.
140 / APUNTES DE CRECll\llENTO eco;-;óMICO
,~--- 1
¡- = (-:-:1);;-.
l.:
{ [6.9]
\ i:/c i
= ic = (o - ,-)a:1 ! 1 0
,~ - (ti+ p)). [6.10]
La. solución del modelo con familias productoras que acabamos de mostrar e s ~
valente a la solución de mercado competitivo. Parn ver este punto será necesario
recordnr que las empresas maximizan beneficios netos de impuestos:
Gasto público y crecimiento (c. 6) / 141
1 é/C=")c=1((1-T).4a(nl-o -(,'i+p)).
/
1 / \ T
1 / r= 1-n \
/t \
1/IJ(-p-é) (--------------------------------------------- ---
1
r· =1 - a. [6.11]
y las da a las empresas en forma de bien público, pero no hay un proceso de trans-
formación de dichas unidades, por lo que, en términos Hsicos, se trata del mismo
bien. Por lo tanto, a través de I.:i tecnología [6.1], el gobierno transforma una deter-
minada cantidad de bien físico (g.:1lletas), g, en otra cantidad del mismo bien físico
(galletas), y. Imaginemos que el gobierno tuviera una máquina en la que introduce 3
galletas, g, y obtiene 6 galletas, y. Esto sería un negocio extraordinario, por lo que el
gobierno no pararía de introducir galletas en esa máquina. Desafortunadamente, la
cantidad de galletas obtenidas a medida que aumenta g iría disminuyendo, debido
al supuesto de rendimientos decrecientes en g. Si, por el contrario, el gobierno intro-
dujera 3 galletas en la máquina y solamente obtuviera 2 galletas, entonces se trataría
de un mal negocio, por lo que el gobierno decidiría reducir la cantidad que mete en
la máquina. Nótese que, para ser eficiente, el gobierno debería introducir galletas en
esa máquina hasta que la cantidad obtenida fuera igual a la cantidad introducida. Es
decir, el gobierno escogería g de manera que el producto marginal de g fuera igu;il
a 1. Si utilizamos la función de producción [6.1] y calculamos el producto marginal
de g, vemos que •
esta condición de eficiencia reauiere
•
(1 - a) 119 = l. Reescribiendo
esta igualdad y teniendo en cuenta que; = -:-, obtenemos, = 1 - a, que es el tipo
impositivo que maximiza la tasa de crecimiento encontrada en [6.10). Dicho de otro
modo, para maximizar la ta&1 de crecimiento, el gobierno debe escoger su tamaño,
. r, eficientemente.
La tasa de crecimiento que resultaría en caso de que el gobierno escoja,= 1 - u
sería
..,.·
,max
. = -1 (\ a 2 A O1 (1 - a)--;;-
1-o
- p - 6) . [6.12]
0
c1-e - 1
H(·) = c-¡p-,,>t _ _ _ + Vt (Ak 0 g1- " - e- (6 + n)k - g). [6.14]
1- 6
Y sus condiciones de primer orden son:
H, = O ..... e
-(p-nlt -O
e = v, [6.15]
1 1
H9 =O +-+ (1 - o)f
y
=1, [6.16]
"¡ PL
1 ( a:A;,1 (1 - a:)~
=6 l-n
- f' - ¿; ) . [6.19]
\
Si comparnmos esta tasa de crecimiento con la que se obtiene en el equilibrio
competitivo cuando el gobierno escoge el tipo impositivo que maximiza la tasa de cre-
cimiento, [6.12], vemos que la diferencia estriba en que en [6.12] aparecía el parámetro
o multiplicando la tasa de rendimiento:_Dado gue o < 1, es evidente que la solución
competitiva proporciona una tasa de c,ecimiento de la economía inferior, para todo
-r. La razón intuitiva por la que sucede esto ya fue indicada anteriormente: al tomar
gecisiO!)g§_de .myg_i_:5j911, JQ?..ª&~!!.tes p_rivados consideran el rendimiento neto despufs
de imv¡11;stos. Como el rendimiento neto se ve reducido por el hecho de que existe un
impuesto sobre la rent?. (recuérdese que -r· = 1 - o, por lo que 1 - -r· = o), los agentes
Rr:.i_y_aclos ~~co~n invertir. m~_nQs c\E;:Jp_(llte es óptimo (es decir, menos que e! p!a-
njficadorl. La necesidad de financiar el gasto público (¡deseable y productivo!) con
impuestos distorsionadores hace Que la econonúa alcance un equilibrio sub6phmo
Un aspecto que debe destacarse de los resultados obtenidos en el presente capítulo
es que el suminislTo de bienes públicos· afecta los incentir,os ¡¡ahorrare invertir, dado
que los impuestos necesarios para financiarlos introducen distorsiones en la tasa de
rentabilidad de la inversión. Este resultado es distinto al obtenido en el modelo de
gasto público presentado en el apartado 3 del capítulo 2, donde, recordémoslo, el
G11;;t., piiblico _1/ crecimie111t, (c. 6J / 1-15
En el seminal artículo que dio inicio a la literatura del crecimiento endógeno, Rome~
(1986) eliminó la tendencia de los rendimientos decrecientes del capital mediante el
supuesto de que el conocimiento era obtenido como un subproducto de la inversión
en capital físico. Este fenómeno, conocido como aprendizaje por la práctica ("leami.ng
by doi.ng") fue tomado de Arrow (1962) y Sheshinski (1967).
(7.1]
donde Kjt, Ljt, y Ajt son el capital, el trabajo y la tecnología empleados por la empresa
j en el momento t. La función FO satisface las propiedades neoclásicas descritas en
1 Véase el capítulo 4 para una descripción de diferentes tipos de tecnología y de lo que significa
c;ue sea "potenciadora del trabajo". Baste con recordar que cuando una tecnología es de este tipo,
entonces el parámetro tecnológico, A 3 ,, aparece multiplicando al factor trabajo.
l 4S / APUNTES DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
At = { l(s)ds = n¡.
00
2 L., evidencia se basa en Wright (19:16), Searle (1946). Asher (1956) y Rñpping (1%5) En términos
gcne'rales. esta idea se confirma también en el trab,1jo de Schmookler (1966), que demuestra cómo líl
cantidad de patentes c¡ue obtiene un.i empresa (la cantidad de patentes es una medida de la tecnología
de la empresa) cst~ altmnente correlacionada con la inversión en capital físico llevada a cabo por la
propia empresa.
3 Mris que "n¡,muliznje ¡,or In ¡miclicn", guizá deberíamos llamarlo "apmrdiznjc por la imwsióu".
El apr<'lldiznje por In ¡,r,iclica y el d,•sl10rda111ic11to del co11rici111imtn (c. 7) ¡ HY
[7.2]
[7.3]
11 = kº,t.1-u' [7.4]
[7.5]
1
-,, = ¡/(1/; n-1 1-n
¡.;, - p - ó). [7.7]
1 1 " - p - é) . [7.8]
.. = -n(uL -
"·'r
Dado que í.. es una constmlte, esta tasa de crecimiento es constñnte, por io que
este modelo es bc.stante similar c1l modelo Ar1· descrito en el c¡o¡pítulo 5. Utilizando
la misma metodología desarrollada en el capítulo 5, se puede demostrar que el stock
de capital también crecerá a la misma tasn que el consumo. Puesto que In producción
agregadc1 es proporcionc1l al valor del cc1pital agregado, l,1s tasas de crecimientc de h
e y son iguales. La producción crecerá tc1mbién él esa misma tasa. Esto quiere decir que
el modelo no presenta transición dinámicél de ningún tipo, es ckcir, ,, =":y= ,e= "'f.
pMa todo 1.
Un,, carílcterísticc1 relevante de [7.S] es que la tílsa de crecimiento depende del stock
de poblílción de líl economfa. Este hecho se conoce como un cfocto de escc1la e implic¡¡
que los países con uníl poblílción mayor crecerán m.ís deprisil. Es decir, el mode-
lo predice que líl lndic1 (o España.) crecerá más que Suiza, simplcmentt' porque su
población es mayor. Esta predicción no parece estélr respaldildíl por los díltos, puesto
que para el periodo posterior a lc1 Segunda Guerr¡¡ Mundial los dntos de un número
bastante elevado de países indican que las tc1sa.s de crecimiento per cápita. no están
correlacionadils ni positiva ni negíltivamente con el tmnilf'lo de la población del país
(véílse Ba.kus, Kehoe y Kehoe (1992), que efectúan un estudio sobre la existencia de
estos efectos de escala). Una posible explicación del apilrente fracaso empírico de líl
hipótesis de los efectos de escala es que la unidad relevante no es un país. Pense-
mos. La razón es que las fronteras de los países se han definido histúrirnmente a trn-
vés de luchas políticas o milita.res o c1 tmvés de enlaces matrimonic1les entre per-
sonajes de s¡¡ngre azul. De acuerdo con el modeki, sin embmgo, líl 1111idnd de ,:~rnln
[/ nprc11di:,1jc por lt! pnídicn y el dc,b,..-d11111ic11/c> dd cv11oci111ic11t,, (c. 7; / 151
rclc,in11tc sení1 el área e11 in wal ,m dL'icr111i11adc tipo de co11oci111ic11to se dcsboráli. Es decir,
cuando algún tipo de conoci:-1,;entu se exp,rnde en una regiún de la China, no tiene
por qué expandirse por toda la geografía china y solamente por la geog:-afia china.
Podrfa expa!1dirse solamente por algun.is regiones colindantes al lug.ir de origen de
líl idea. De la misma manern, el conocimiento desarrollado en Mónnco no sólo se
expm1de a través de Mónaco sino que puede lleg.ir a Fr;inci;i, lt;iliíl o a tudn la Unión
E..iropea. En otras palabras, la unidad política tiene poco que ve:- con la llllidad
económica relevante, y esto podría explicar por qué, en los datos, hay poca relación
entre la población de las determinadé\s unidades polítirns Oos países) y las tasas de
crecimiento.
Otra consecuenci.i importante del efecto de escala consiste en que, si la po~lación
L crece a lo largo del tiempo, tílmbién lo hariÍ la tasa de crecimiento del producto per
ciÍpita. En otras palabras, no habrá un estado estacionario, dado que la tasa de
crecimiento de la economía no será constante sino creciente. Ésta es, posiblemente, la
razón por l.i que el supuesto de ausencia de crecimiento de la población se introdu.:c
a menudo en este tipo de modelos. No hace falta decir que la tasé\ de cm:imiento de
las economías del siglo XX no ha ido ilumentando a· lo largo del tiempo, a ~Silr
de que la población ha sido c.id.i vez m;,yor.
Técnicamente, la razón que está detrás de los efectos de esrnl.i es e! supuesto
de que la externíllidad depende del volumen agregado de rnpital. Uni\ forma de
desprenderse de estos efectos de escala es supone~ que el volumen de conocimientos
depende, en alguna medida, del stock medio de Cílpital ,.-¡ L. Obsérvese que si se
sustituye f;/ L por ..\ en [7.1 l llegaremos a la conclusión de que la productividad
marginal del cilpitill, y por t,mto la tasa de crecimiento, son independientes de L.
En un curioso y original estudio empírico, Kremer (1993) analiza de nuevo
li\ existencia de efectos de esc.ila utilizando un horizonte temporal mucho mayor
(de hecho, utiliz.i el horizonte temporal miÍs lmgo jaméis utiliz;ido en un estudio
empíricoi: un millón de aiios. Kremer argumcnt;i que el supue~to dedt·sbnrdamiento
i11sln11tñ11cc> del conocimiento es quizá poco riguroso: si bien es cierto que, a la larg~,
los conocimientos se esparcen por toda la geogrnfí;i, eso no es cierto en periodos
cortos. Es necesario analizar la evidencia en horizontes tempornles mucho más l;ir-
gos. El problema es que la contabilidad nacional de las naciones es un fenómeno
moderno, por lo que nos es imposible saber el PIB o el consumo .igregado con an-
terioridad a mediados del siglo XIX. Sin emb;irgo, argumenta Kremer, es posible
aproximar el PIB per ci\pita de una economía si !,¡¡cernos el supuesto de que, antes
de la revolución industri;il, la mayor parte de civilizaciones estaban a niveles de suh-
sistcnci.i: el stock de población que sobrevivía en un momento dado dependí.a del
PJB generado y cuando el PIB bajaba, la población se reducía. Si esto es cierto, el PIB
era más o menos proporcional a la poblaciém: l' = wL. Eso quiere decir que la tas¡¡
152 / ArUNTES DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
de crecimiento de la población era idéntica a la tasa de crecimiento ciel PI6 1l" = ;r,.
Otro supuesto que hace Kremer es que, a la larga, todos los inventos del mundo se
transmiten a todas partes ciel mundo(!¡¡ agricultur¡¡ se inven~a en un continente, pero
en unos centenares de años este conocimiento está al alcance de todo el mundo; lo
mismo pasa con la rueda, la navegación, el armamento bélico o los descubrimientos
médicos). Bajo estos dos supuestos, una manera de ver si hay efectos de escala es
mirar si la tasa de crecimiento de la población mundiai estimada cada uno o dos
siglos est.í correlacionada con el stock de población mundial. La relación encontrada
por Kremer es sorprendentemente positiva: durante la mayor parte de la historia,
l¡¡ tasa de crecimiento de In población fue extraordinariamente pequeña. De hecho,
la tasa media anual entre el año un millón antes de Cristo y el año 1000 después de
Cristo fue de O, 0007 por ciento. 4 Entre el año 1000 y el año 1700, la tasa anual de
crecimiento de la población mundial fue de O, 075 por ciento. 5 La tasa de crecimiento
empezó a aumentara partir de ese momento y, en la segunda mitad del siglo XX, llegó
a superar el 2% anual. Esta aceleración de la tasa de crecimiento está lógicamente
correlacionada con el aumento del número de habitantes de nuestro p!.meta. Por lo
tanto, si dejamos de fijarnos solamente en el siglo XX y analizamos la larga historia
de In humanidad, vemos que la evidencia no está tan en contra de la existencia de
efectos de escala.
Otro aspecto interesante del trabajo de Kremer es que élnaliza el grndo de de-
sarrollo de las cuatro grandes zonas del mundo en el momento en que estas entran
en contacto, 1492. Antes de 1492, el continente más grande del mundo ern el euro-
asiático-africano (y, al estar interconectado, las ideas podían fluir por todo el con-
tinente a io largo de los siglos). El segundo continente de mayor tamaño era el
americano. El tercer continente era Australia. Finalmente, las zonas de tierra más
pequeñas eran las islas del Pacífico. En el momento en que los diferentes continentes
entraron en contacto (más o menos en 1492), se observó que el de civilización más
¡¡v¡¡nzada era el de m¡¡yor tamaño (Europét·Asia-África), seguido por América, Aus-
tra!i.1 y, al final, las islits del Pacífico. Kremer tomó este ejemplo como evidenciñ en
favor de los efectos de escala.
las familias maximizan una función de utilidad que tiene la misma forma que [3.1]
(pero donde n = O),
U(O) = ¡ 0
:X
e-pt
(
~
1-8
i-e
1) dt,
sujeta a ur.a reslricción de recursos que dice que la producción debe repartirse entre
consumo e inversión bruta y donde lc1 inversión bmta es igual a la inversión neta, i:,
más la depreciación:
1-0 1
H(-) = e-r>t ~ + v1(kºli'-" - e- ók). [7.10]
1- O
Las condiciones de primer orden son en este caso:
[7.11)
K. = kl. [7.15]
( = kª(l,L) 1 - 0
- e - 61.: = /;Ll-o - e· - 6/;. [7.16]
c 1- 0 · 1
H(·) = e-pt I _ O + ''r.U,:L 1-ª - e - N.:).
[7.17]
1
= 1
- o - fJ - t, ) · [7.20]
"/PL
0(L
La única diferencia entre la tasa de crecimiento competitivo [7.8] y la del plani-
ficador [7.20] es que en la primera el parámetro a está multiplicando a L 1 - 0 • Dado
que o < 1, el planificador alcanzil una tt1sa de crecimiento superior " la del mer-
ct1do. La tasa de crecimiento que el mercado alcanza cut1ndo se Je deja en libertad
El npre/ldi:njc por In prtícticn y el desbordamiento d~I co11oci111icnlo (c. 7) / 155
Hemos dejado para el final de este capítulo I¡¡ cuestión de In importancia empíricíl de
los fenómenos de aprendizaje por la práctica y de desbordamiento del conocimiento.
Arrow (1962) cita evidencia empírica procedentes de la industriíl aeronáutica pílra
demostrar que líl productividad en la producción de aviones se incrementa al au-
mentar el número de unidades producidas por la empresa. Searle (1945) y Rílp-
ping (1965) aportan nuevas pruebas utilizando datos de la producción de buques de
carga, específicamente, de los astilleros Liberty Shipyards durante la Segunda Guerra
Mundit1l. Desde 1941 hasta 1944, estos astilleros produjeron un total de 2.458 buques,
todos con el mismo diseí'lo. Los autores representaron en un gráfico la cantidad de
horas necesariíl para producir un barco en relación con el número de barcos construi-
dos hasta aquel momento. Los resultados fueron asombrosos: la reducción de las
horas de trabajo necesarias por buque oscilaba entre el 12 y el 24 por ciento cada vez
que se doblaba la producción.
156 / APUr-.:TES DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
Según líl prensa y las creencias populares, unn de los factores que ayudan a pro-
mocionar el crecimiento de una nación es la educación de sus ciudadanos. En los
años cincuenta, los economistas de la escuela de Chi:::ago introdujeron el concept0
de capital hw111rno para describir el hecho de que el :::uerpo humano podía ilumen-
tar su capacidad productiva a base de realizar inversiones. Parn niveles bajos de
renta, la mejor inversión que se puede hacer para mejorar la productividad de los
cuerpos humanos es la inversión en salud y alimentación. A medida que la renta
per cápita crece, la inversion más importante es la educación. En cualquier caso,
_en este capítulo queremos incidir en esta posibilidad incorporando explícitamente
la creación y acumulación de capital hunu11w en nuestros modelos de crecimiento
económico, diferenciando explícitamente el capital humano del capital físico.
(8.1]
donde/\·¡· y /-/y son las cantidades de capital físico y humano utilizadas en la pro-
ducción del bien final, Y. En el otro sector, In producción y acumulación de capital
humano se hace exprofeso a partir de capital físico y humano. Se considera, además,
que la tecnología para la obtención de capital humano es diferente de la que se emplea
para la obtención de la producción final:
1
5egún se c1b~erva en la restricción 15.211, los dos tipos de capitai provienen de la producción que
no se come, por lo que se trata del mismo producto físico.
: Una posible solución es la introducción de mtriccio11es de irrcl'ersi/,i/idnd: a la horn de decidir la
inversión. un padre puede decidir si invertir en un hijo o en una máquina. Una vez decide comprarse
el hijo. no puede cambiar de opinión y transformar el hijo en un~ aspiradora, por lo que la de-
cisión de inversión es irreversible. '.\fa temáticamente, estas restricciones de irreversibilidad equivalen
,1 imponer que la inversión bruta sea no ne~ativa: I 1, = I< + bk /( ? O y 111 = ff + ~,, H ? O. L1
introducción de estas restricciones soluciona parte del problema. Sin embargo el modelo con estas
restricciones hace la predicción (también incorrecta) de que cuando una economía tiene poco I</ II
entonces la inversión bruta en H se hace ,c,u y todos los recursos de la economía se dedican a la
arnmulación de /,. Esta predicción tambi~n es poco reali~ta, dado que nunca observamos un pais
mvirtiencio solamente en uno de los dos tipos de capital.
/.11 IICJ/11111/ílCl()IJ IIC cn¡•rcnt /llll/JIIIJO I C. Oi / 1:,,
[8.2)
donde !1.J-I y H H son los stocks de rnpita! físico y humano utilizados en la producción
de capitéll humano. 3
A diferencia de la tecnología, que puede ser utilizada en más de un sitio al
mismo tiempo, el capital humano es tm bien rival, por lo que no puede ser utiliZéldo
simultáneamente en el sector de bienes finales y en el sector de educación. Dicho
de otro modo, los fa::Lores Hy y HH son distintos. Dado que el capital humano
solamente se utiliza en estos dos sectores, se debe dar el caso que la suma de los dos
debe ser igual al capital humano agregado, H = Hv + Hff. A efectos algebraicos, será
útil definir ia variable tL como la fmcció11 de capital l,1111111110 11til::nda en la prod11cció11 de
bienes fi1111/es (Hy = 11 H), mientras que 1 - u es la fracción de capital humano utiliza_da
en el proceso edu..:ativo (HH = (1 - u)I-l).
En la literaturn del me:-cildo laboral se destaca el hecho de que el proceso de
educélción requiere relativamente más rnpital humano que la producción de capital
físico. En otras palabras, la educación es más intensiva en capital humano (el principal
input en la producción de capital humano es el tiempo empleado por los estudiantes).
En términos de las funciones de producción utilizadas en (8.1] y (8.2]. este supuesto
equivale a decir que u > ,¡. De hecho, Uzawa y Lucíls llevan esta condición a un
extremo y suponen que el proceso educativo no solamente es más intensivo en capital
humano sino que únicamente utiliz.i capital humano como input. Es decir, n > 1¡ = O.'
Dado que todo el capital físico se utiliza en 1,, proáucción de bienes finales, debe ser
cierto que I< = /\"¡· (y qllc I< ,-r = O) . Utilizando todas estíls igi.,aldades podemos
reescribir (8.1 J y [S.2) como:
[8.1 'J
~Dado que pretendemos introducir esta función de acumulación de capit,11 humano en un modelo
de horizonte infinito, vale la pena destac¡¡r que la tasa de depreciación del capital humano debe
interpretarse de una manera un poco especial. A diferencia del ca pita 1füico (que se queda en la Tierra
cuando uno se muere), el capital humano abandona el mundo terrenal cuando el cuerpo humano se
muere. Por lo tanto, los padres no pueden dejarlo a sus hijos en fom,a de herencia. Sin embargo, p«rte
del capital humano quizá se transmita de padres a hijos durante la interacción que tienen mientras
viven los dos a la vez. En este sentido, la tasa de depreciación del capital humano debe interpretarse
como la imposibilidad de que los padres trnnsmitan totalmente su capital humano a sus hijos cuando
los primeros mueren. Otro componente de ia depreciación del capital humano es, simplemente, el
olvido (este fenómeno resultará muy familiar a lus e~ludiantes que ya no recuerdan nada de lo que
estudiaron el año -o incluso el trimestre-- pasado!.
• Véase Mulligan y Sala-i-Martin (1993), par¡:¡ un tratamiento más general de este tipo de modelos
donde no se hace el supuesto restrictivo ,1 = o.
160 / A!'UNTES Dla CRECIMIEI'.""TO ECONÓMICO
donde k es el stock de capital físico por persona y hes el stock de capital humano por
persona.
Como es habitual, la tilsa efectiva de depreci.:1ción de las variables en términos per
cápita incluye el término 11, que recoge el hecho de que los aumentos de la población
reducen la cantidad de capital físico y humano disponible por persom:.
Una vez descritas las funciones de acumulación de los dos tipos de capital, el
resto del modelo es idéntico a los modelos descritos hasta ahora, en el sentido de que
la función de utilidad es lc1 misma que hemos utilizado a lo largo del libro.
En resumen, los individuos eligen la trayectoria temporal dci consumo, e, y Ir.
fracción de su tiempo que dedican a cad¡¡ uno de los sectores, 11 y (l - u), con el
objetivo de maxirriz¡¡, h:i función de utilidad intertemporal (3.1]
U(O) =
J,u
00
c-(p-nlt
( 1-6
e\ - ~
1) dt •
sujeto a las dos rest,icciones [8.3] y (8.4]. Al hacer esto, los individuos toman como
dados los valores de los stocks de capital iniciales ko y h0 , que se suponen positivos.
Desde un punto matemático, la diferencia fundamental entre este análisis y los que
hemos realizado hasta este punto reside en el hecho de que ahora contamos con dos
restricciones dinámicas y dos variables de control (e y u) en lugar de una. Por este
motivo, al co!'lstruir el hamiltoniano deberemos incluir dos precios impl(f;itos:
1-B 1
H(·) = e-Cp-n)I e - + Vt (Af/'(uh) 1-" - e - (ó¡. + n)k) +
1- 0 (8.5]
+ At (B(1 - u)h - (61, + n)h) ,
u, acumulación de capital hu11m110 (c. 8) / 161
siendo L' y>., precisamente, los precios implícitos o precios sombra de la inversión en
capital físico y en capital humano, respectivamente.
Antes de derivar las cinco condiciones de primer orden, debemos recalcar que
las variables de co11trol son el consumo, e, y la fracción de capital humano utilizada e1,
la producción de output final, u, mientras que las dos mria/,les de estado son el stock
de capital físico, k, y el stock de capital humano, h (recordemos que es importante
saber qué variables son de control y qué variables de estado, ya que las condiciones
de primer orden para las primeras requieren que la derivada del hamiltoniano se,"c
igual a cero, mientras que las segundas requieren que b derivada del hamiltoniano
sea igual a menos la derivada de su propio precio implícito con respecto al tiempo).
Las condiciones de primer orden de este problema son:
[S.6]
[8.8]
H1, = -,\ v (.4.l,: 0 u 1 -ao - o)h- ª) + ,\ (L/(1 - u) - (bf{ + n)) = ->., [S.9]
Las dos primeras ecuaciones son las condiciones de primer orden respecto a las
dos variables de ron trol, e y 11. A continuación, las ecuaciones [8.8] y [8.9] incluyen
las condiciones de primer orden con respecto a las variables de estado, J.: y h. La
ecuación [8.lü] recoge las dos condiciones de transversalidad.
Con el propósito de simplificar el álgebra, vamos a suponer que las tasas de
depreciación de los dos tipos de capital son idénticas, Ól{ = Ólf é. Como ya es =
habitual, podemos obtener la ecuación dinámica del consumo tomando logaritmos
y derivadas de [8.6], de modo que
~=,e=~ (Aak 0
-
1
(uh) 1- " - (ó + p)). [8.12]
e 0
/
162 / A:'LiNTES DE CRECIMIE!\:TO ECO:'\Ó\11CO
Tomando log;iritmos de los dL1s lados y derivando con respecto al tiempo, obte-
ner.1os O=(n -1 )-,¡ + (1 - o},;. Obsérvese que eso implica que ias tasns de cecimiento
del G,pital físico y del humane son idénticas:
.
lí.:
.
= "n:· [8.14]
Dado que, en el cstndo estncionaric, los dos stocks de capital crecen n la misma
tnsa, la proporción (hjk)" es constante. Si dividimos la restricción dinámica de l,1
ílcumulaciún del capital físico (8.3] por k, obtenemos la ecuación dinámica del capitnl
e
- = .-l(u")l-u[(h/1.)'Jl-o - (,5 + n) - lk· [8.16]
k
Vemos, pues, que en el estado estacionario la proporción e/ l.- debe ser constante,
por lo gue las tasas de crecimiento de e y k detien ser iguales (y, como ya hemos visto
en [8.14], ambns deben ser iguales a la tnsa de crecimiento del capital humano):
obtenemos que la tasa e.le crecimiento del output final viene dada por , 11 = cc,k + (1 -
a:hu + (1 - crh1a- Como en el estado estacionario,,,~ = Oy ,Z = ,;;, obtel1emos c¡ue la
producción también crece al mismo ritmo que el capital humano,,~ =~¡¡,,por lo que
la igualdad [8.14'] puede reescribirse como
[S.14"]
En resumen, en adelante nos bastará con hallar mm sola tasa de crecimiento (la
del consumo, la dei cílpitíll físico o humano, o la del output final) para solucionar el
modelo, dado que dicha tasa de crecimiento será la misma para todos los factores de
la economía. Para ello, multipliquemos los dos lados de [8.7] por u y reescribamos:
[8.17]
lv
.= i),·
. [8.18]
Como, según [8.18], los dos precios implícitos crecen al mismo ritmo y, según
[8.11 J, la tasa de crecimiento depende de la tasa ;; , obtenemos que la tasa de creci-
miento estacionario del consumo (y la de k, he y) viene dada por
1
;; = ,; = ;·i; = ,¡; = ó- [8.21]
0(B - p).
Es decir, líl tasa de crecimiento a largo plazo es parecida a la obtenida por los
modelos lineíllcs AI<, pero, en lugar de ser el nivel de productividad en el sector
del output final, el parámetro de productividüd que afecta al crecimiento económico
a largo plazo es el del sector educativo, B. La razón es que, al suponer que ei
sector educativo no utiliza capital físico (77 = O), hemos hecho, automáticamente,
164 / APUNTF.S DE CREC!MIE;',,10 F.CO!\!ÓMICO
, ,; +(b+n)
ll = 1 - -"------. 1s.:21
B
Si se imponen a los parámetros las restricciones habituales de O < 1, • < 1
y -1,~ > O, nos enfrentamos 11 un problema que ya conocemo8: la utilidad puede
llegar a ser infinita. Así pues, es neces11rio acotar el valor de la utilidad, lo cual exige
que
Sin embargo, su análisis sólo es válido cuando 17 es igual a cero. Mulligan y Sal.i-i-
Martin (1993) utilizan un método numérico llam;ido el "método de eliminación dt'l
tiempo" para calcular el comportamiento exacto de las diferentes \'ariables a lo larg0
de la transición. Este método tiene la ventaja de que puede aplicarse al modelo de
Czawa-Lucas con o sin externalidades y con valores de,¡ positivos o cero. La desveP.-
taj¡¡ de los métodos numéricos es que sólo es posible obtener un único resultado par,~
cada conjunto de parámetros estudiados.
Hemos demostrado que, en el estado estacionario, las tasas de crecimiento del
capital físico y el humano en el estado estacionario coinciden, por lo que la relación
de los dos tipos de c;ipital, (k/h)", es constante. La dinámica de la transición surge
si los stocks de capital iniciales de k y 1: son tales que su relación kc/ho es diferente
de (k/h)". Dicho de otro modo, en este modelo, la trnnsición surge debido a l,1
existencia de una descompensación entre los dos sectores, no debido a que el valor
absoluto de la renta sea diferente al de estado estacionario. Al margen de este hecho,
uno de los descubrimientos más interesantes es la aparición de un comportamient0
asimétrico entre h y k: la tasa de crecimiento de una economía con una rel:ición k0 /li,,
b;ija estará por encim;i de la dei estado estacionario. La de una economía con una
rel.ición k0 /h, alta estará por debajo de la del estado est;icionario (véase Mulli¡;an y
Sala-i-Martin (1993)). Por cstíl razón, una economía que perdiese una gran c.intidad
de población en relación con su dotación de capital físico (motivada, por ejemplo,
por una guem, de neutrinos en l.i que muriera una gran cantidad de gente, pero que
afectara relativamente poco al stock de capital) tendería íl crecer más lentamente. Por
el contrario, si una economía pierde una gran cantidad de capital físico en relación
con su capit;il humano, la tasa de crecimiento durante la reconstrucción será alta.
Podemos pensar en los casos de Alemani.i y Japón después de la Segunda Guerra
Mundial como sit:u.iciones de este tipo.
at,;ictivo para los consumidores. Parr1 producir gíllletas es necesario tener capital
(hornos, h;irina, hue\'OS y otros materiales producidos previamente) y trabajo (los
cocineros). También es necesario snbl.'r cómo mezclar los distintos ingredientes para
llega: al producto final. Sin el conocin~iento de la fórmula, es imposible producir
galletas por más hornos, harina y cocineros que tengamos. Esa fórmula es lo que
llílmamos tecnología.
Una carncterísticr1 física importante que tiene la tecnología n la fónnul.l ~ que
se trata de un bien "no rival" en el sentido de que puede ser 11tiliwdn por n,u=l,n gente
n' 111is1110 lic111¡io: la recet.1 de las galletas Oreo puede ser utilizada al mismo tiempo
r
por una señor.:1 de Mílllorca, un cocinero de la China doscientos mil cocineros más
situados en cualquier parte del mundo. El hecho de que yo esté utilizando el conjunto
de fórmulas informáticas que conformar. el programa WordPerfect pnrn escribir este
libro, no implica que alguien más no lo puedi\ utilizar al mismo tiempo. La fórmula
parn lo solución de ecuaciones cuadráticas que nos enseñan en la escuela primaria
(.r., = -1,±/h~-4,r,·)
2
" pueLi e ser ut1·¡·iza d ,. a1 mismo
. .
tiempo por centenares d e estu-
diantes de todns !ns es::uel;is c:1 Olot y en Pekín. Los tres ejemplos de"cono::inúento",
"tecnología" o "idea" que he puesto tienen la misma carncterística que los hace difer-
entes de los bienes norm;;les: pueden SH utilizndos simultáneamente en diferentes
puntos del pl.:1nctíl por diferentes person.is ni mismo tiempo. Nótese que no se
puede decir lo mismo de los bienes materiales que normalmente consideramos en
la economía: las golletc.s que yo me comeré esta noche NO podrán ser consumidas
al mismo tiempo por otra persona en ot:·a pnrle del mundo. Lo mismo es cierto del
barril de petn',leo, de lr1 1mc¡uini\ria o dE·l trc1bajador c¡ue trc1bajc1 en un¡¡ empresa. Y
ésta es una cc1racterística muy importan'e que distingue la tecnología de los demás
bienes: se tratñ de un bien no rival.
El concepto de "rivr1lidod" no debe ser confundido con el concepto de cnpacidnd
de exc/11sió11. Este segundo concepto se rEfiere a si podemos cr>ilnr que alguien utilice
un determinado producto. Si se puede e"itar, entonces se dice que el bien es excluiú/e
y si no, se dice que el bien es 110 exr:l11il1/~. Parn facilitar conceptos, es útil comparar
los productos propuestos en el cuadro 9). Los diferentes productos se clasifican por
su grado de exclusión y de rivalidad. LoÉ bienes con los que tratamos normalmente
son, a la vez, excluibles y rivales: el tendero puede evitar que yo coma sus galletas
(y lo hará mientrus yo no pague el precio que él ha dispuesto), por Jo que las galletas
son un bien exc/11iblc y, como ya hemos indicado, el hecho de que yo consuma estas
gil.lletas ahora elimina la posibilidad de que alguien se coma /ns mismas galletas en
otra parle. Patatas fritas, coches y todos los productos "normc1les" son a In vez rivales
y excluibles. •
Hay algunos productos que son rivales pero poco cxc/11iblcs. Son los situados en
la parte baja de líl primera columna: animales del bosque o peces en el mar. En prin-
cipio, si yo pesco un pez en el mar y me lo quiero comer, nadie más en el mundo se lo
puede comer al mismo tiempo, por lo que el pez es un producto riual. Es muy difícil,
L1 cco110111ii1 d.: /ns idi:as (c. 9j / \60
sin embargo, evitar que alguien vaya a! mar a pescm o vaya al bosque a cazar, por
lo gue esos animales 110 so11 cxc/11ibles. Los bienes gue son rivales y no excluibles son
muy interesantes y dan lu~ar al famoso problema de la "tragedia de los comunes",
según la cual este tipo de bienes tienden a ser "sobreexplotados". Ejemplos de este
tipo ios tenemos en las tierras comunes (de ahí viene el nombre) gue los pueblos me-
dievales tenían para e! pasto de las ovejas: como las ovejas de cualquier ciudadano po-
dían pastar en aquellas tierras (no excluibles), pero la hierba gue comía mi oveja no
podía ser comida por las demás ovejas (rival), lo que pasaba era que la gente tendía a
poner demasiadas ovejas a pastar y se sobreexplotílba la tierra. El mismo problema
aparece con el marfil de los elefantes o la piel de las focas polares.
En la columna de bienes no rivales también tenemos diferentes grados de cnpnci-
dnd dt! c:ccl11sió11. En la primera fila tenemos, por ejemplo, las imágenes transmitidas
por cable o por satélite: el hecho de que yo las vea no deja de permitir que millones
de personas las vean al mismo tiempo, por lo gue son claramente no rivales. Ahora
bien, la compaiUa de televisión puede evitar que yo las mire a través de la codifi-
cación de las imágenes (¡y lo hará si yo no pago la factura a final de mes!), por lo
que dichas imágenes son bienes excl11ibles. En el otro extremo tenemos el ejemplo
de las fórmulas matemáticas (como la de la solución de las ecuaciones cuadráticas, o
la solución de problemas dinámicos por medio del hamiltoniano ... que tanto hemos
utilizado en este libro) o la defensa nacional: la misma fórmula puede ser utilizada
por mucha gente, por lo que no es rival, y es prácticamente imposible evitar que
alguien la utilice (¡aunque le aten a uno y le pongan en una celda oscura sin nada
alrededor, uno puede seguir pensando que 2 + 2 es igual a cuatro!).
Hay bienes tecnológicos o ideas que son no rivnies, per¿ cuyo grado deexc/11sió11 es
intem1edio. Es decir, a diferencia de la rivalidad, el concepto de r.apncidnd de exc/11sión
permite situaciones intermedias: este es el caso de los programas informáticos. En
principio, la ley prohíbe que se copie el programa WordPerfect en más de un orde-
nador sin una licencia múltiple, por lo que podría pensarse que se trata de un bien
170 / .-\rv,rrs DE CREU~llENTD ECONÓ~IICO
exclui!,fr. Sin emba.;go, at:nque ninguno de nosotros lo haya hecho nunca, todos
conocemos a alguien que ha copiado programas comprados por amigos o familiares.
Es muy difícil que la emp,esa productora de dichos programas pueda evitar que la
gente los copie :;in permiso, por lo que éstos son sólo pnrcia/111e11tc i:xd11ibles. Esto me
lleva a pensar que un problema parecido existe con los libros llamados "Apunte; de
creci111ie11to ecomi111ico". Cada uno de los libros es clarmnente rival, ya que el mismo
libro 110 puede ~er leído, simultánemente, por mucha gente. En principio, también
se trata de un bien excluible, dado que la editorial Antoni Bosch, editor no dará el
libro a ningún esh.:diante que no haya pagado los derechos al autor. Sin embargo,
y aunque ninguno de los estudiantes que están leyendo estas páginas jamás lo haya
hecho, todos conocemos a otro; niños malos que han fotocopiado el libro (lo que
constituye una ilegalidad). El libro, por lo tanto, es un bien pnrcinl1111mte exc/11i/1/c.
En resumen, a diferencia de los bienes trndicionales, las ideas son bienes 1w rivales
y tienen di(ae11tes gmdos de exc/11sió,;.
Cna implicación importante de los bienes rivales es que deben producirse cada
vez: cada vez que ;ilguien come una salchicha, J¡¡ salchicha debe ser producida. Por
el contrario, líl fórmula de la raíz cuadrada ciebé Ílwentarse una sola vez: una vez
inventada, todo el mundo puede utilizar In 111is111n fórmula sin necesidad de q'..le éstil
deba ser inventada más de una vez. La creación del programa WordPerfect 8.1 costó
muchas horas de esfuerzo a los programadores de la empresa Novell. Sin embargo,
una ,·ez creado el programa, éste puede ser reproducido millones de veces de manera
casi gratuitél y distribuido a millones de sitios distintos íl través de Internet.
Coste
\
\
Coste Medio
Coste Margin;,! /
Gráfico 9.1
ÚI ecc11c1111í,1 de las idens (c. 9) / 171
Un primer tipo de modelización considera que el progreso técnico tom.i l.i formil
de un aumento en el número de productos o bienes d~ capital disponibles como
factores de producción. La diferencia entre Estados Unidos y Zimbabwe, se ñrgu-
mentaría desde este enfoque, 110 es que Estados Unidos utilice más picos y palas
para producir el mismo producto agrícola, sino que utiliza picos, palas, tractores,
fertilizantes, mangueras, canales, etc. Es decir, utiliza una mayor variedad de inputs.
Otra diferenciíl fundamental es que el número de productos para el consumo en los
pitíses desarroliados es mayor. Es decir, no es que en Estados Unidos se consuma mu-
cho más ccrc,11 que en Ghana. Lo que sí es cierto es que se consume cereales, carne,
televisores, videojuegos, coches, tocadores de la Sei''lorita Pepis, discos compactos,
etcétcrn. Hay toda una gama de modelos de crecimiento en los que el progreso tec-
nológico se cristaliza en un aumento del número de productos. Estos modelos, al
ser formalmente parecidos a los modelos en los que aumenta el número de inputs,
no serán expuestos en este texto. El supuesto fundamental de este tipo de modelos
es que no existe•~ rendimientos decrecientes en el número de bienes de capital, por
Jo que el modelo es capaz de generar un credmiento económico sostenido, ya que
las empresas de J+D siempre desean descubrir nuevos productos. Se pueden h.illar
ejemplos de este tipo de modelos en Romer (1987, 1990), Grossrnan y Helpman (1991,
capítulo 4), y fümo y S.ila-i-Martin (1995, capítulo 6).
Para modeÍos de crecimiento con creación destmcfiva, véase por ejemplo Aghion
y Howitt (1992, 1998), Grossman y Helpman (1991, capítulo 4) y Barro y Sala-i-Martin
(1994, capítulo 7). La dificultad matemátic¡¡ que envuelve este tipo de modelos es
elevada, por lo que no los formalizaremos en este libro.
ui CCOIIOIIIIÍl dt la, ideas <c. 9) / 173
[9.1]
[9.2)
N,
l ' t = AL1.t a'\"' a
L..,:rjt· [9.3)
j•I
[9.4]
Para un valor determinado de IV, la ecuación [9.4] implica que la producción
presenta rendimientos consrnntes respecto él L y /li.?: (donde N:r: es el número total de
bienes intermedios comprados). Parn un determinado \·alor de L y N:c, la ecuación
[9.4] indica que !a producción aumenta al aumt·ntar el número cie bienes intermedios.
Por último, tom;indo L como dado, 111 producción presenta rendimientos decrecientes
respecto él :\-.r si el aumento de J\';r procede de un aumento de.?:, pero esto no es i!SÍ
en el caso de que provenga de un ílmnento de N. fa precisamenle esta wnstancia
de los rendimientos de S lo que permite a la economía generar tasils de crecimiento
positivas para siempre (en este sentido, este modelo no es más que un modelo Ali.·,
en el cuill el bien que se acumula es el número de bienes de c11pit11J .Y).
Las emprcs11s contratan el trabajo en un mercado competitivo y compran cada
uno de los bienes intermedios 11l precio T'Jt. Combin11ndo estos factores de producción
con tr11bajo de acuerdo con la tecnología [9.31, obtienen el producto l i., que venden
a un precio que, por normalización, supondremos igual a uno. Así pues, su compor-
tamiento se reduce a escoger J¡¡ Célntid11d de c;ida uno de los bienes intermedios, .r:Jf,
y de trabajo, Lr, con el objeto de maximizar el valor presente de todos los flujos de
caja que percibirán en el futuro:
D11do que este problema no incorpora elementos de tipo intertemporal (no ex-
isten costes de ajuste ni ningún bien acumulable), la maximización de [9.5] es equi-
\·alente a l11 m11ximización de los beneficios corrientes en cada momento del tiempo,
l.n eco110111ín 1fr las ideos Ce.':!) / 175
X:
Yt - tL'!Lt - LPjtXjt·
J•I
Las condiciones de primer orden imponen J¡¡ igualdild entre el producto margina!
del trabajo y el saiario,
o-lrl-u
PJt = A c,,¡;jt ·
Esta última condición puede ser reescrita para expresar la demanda del bien Xjt
como función de su propio precio, así como tilmbién de los parámetros .4, L y o:
1 1 T
,.rl
·' JI
= Ar=;.et~L,,::-=
''Jt ·
[9.6]
Según esta condición, la demanda del bien Xji está negativamente relacionada
con el precio p1 1 y la elasticidad de la demanda viene dada por - 1 ~". Por razones que
se verán más adelante, en este modelo se va a seguir el supuesto de que la cantidad
total de trabajadores es constante, por lo que L, = L.
Para crea:· nuevos bienes, los inventores deben invertir recursos en Investigación
y Desarrollo (I+D). Una vez inventado el nuevo producto, estas empresas tendrán
el derecho a producir cuantas unidades quieran (estas unidades tendrán un coste
marginal pec¡uefw) al precio 7lji para siempre. Supondremos, pues, que existe un
sistema legal que garantiza a perpetuidad los derechos de propiedad de la invención
y que dichos derechos de propiedad penniten al inventor obtener el monopolio en
la producción de dicho producto. Dicho de otro modo, la empresa que se inventa un
nuevo producto obtiene una patente a perpetuidad que Je permitirá ser el productor
monopolista del producto inventado.
Obvi11mente estos supuestos son un poco exagerados, dado que en el mundo real
los derechos de propiedad prescriben por diversas razones. La primera razón es que,
en algunos sectores, las leyes solamente garantizan derechos monopolist11s ciurante
unos años. Por ejemplo, en la industria farmacéutica de los Estados Unidos, los
inventores de nuevos medicamentos obtienen el derecho a ser los únicos productores
176 / APUI\TES DE CRECIMIENTO ECONÓMICO
de dichos productos durante ocho años. Esto les permite poder poner precios supe-
riores a los costes marginaies durante ocho años. Transcurrido ese periodo, la patente
caduca y todas las empresas farmacéuticas pueden producir el mismo medicamento.
La competencia entre productores hace que, a partir de ese momento, el precio pase
a ser bastante similar al coste marginal, por lo que el inventor tiene ocho años para
rccupernr los costes de desarrollo del medicamento.
La segundil razón por la que los beneficios derivados de una invención pueden
prescribir es que otra empresa de l+D invente un producto substih1tivo que sea
superior (mejor tecnologfo) o más barato, lo cual hace que la empresi\ original deje de
ser competitiv_a y pierda el mercado. Est11 segunda posibilidad es motivo de estudio
en algunos modelos de crecimiento I+D que discutiremos más adelante. El modelo
que consideramos ahora, sin embargo, no contempla esta posibilidad, dado que la
invención de un nuevo producto no substituye de ninguna m11nera productos ya
existentes. El supuesto de la existencia de monopolio perpetuo es una manera de
simplificar el anáiisis.
El inventor se enfrenta a dos decisiones importantes. La primera decisión que
debe tomar es si ciebe o no participar en el juego del J+D. Para ello, deberá comparar
los costes de I+D con los 6eneficios que obtendrá, una vez el producto esté inventado.
La segund¡¡ decisión es, unil vez inventado el producto, cuál es el precio de venta
del producto. Para poder tomar la primera decisión, el inventor debe saber el precio
al cual podrá vender el produclo una ve1. inventado, por lo que no puede tomar la
primera decisión sin "haber predici10" el precio que deberá poner. Por este motive,
solucionaremos primero el segundo paso.
9.4.n. Scg1111do paso: 1111a ve:: inventndo el nuevo producto, ¿curil serri el precio ni que podré
vernfrr?
una vez el producto ya esté inventado, podremos venderlo al precio que queramos
desde ahora hasta el infinito, teniendo en cuenta que cada unidad producida nos
va a costar una determinadél cantidad, que denotaremos por 1\/C (coste marginal).
La únirn restricción que deberemos tener en cuenta es que si ponemos un precio
demasiado elevado, los demandantes (es decir, los productores de producto final,
de los que hemos tratado en el apartado anterior) no nos comprarán demasiadas
unidades. Es decir, una vez inventado el producto, el inventor debe decidir el precio
l';t, con el objeti\'O de maximizar el valor presente descontado de todos los beneficios
futuros, donde los beneficios son iguales a la cantidad producida multiplicada por
el pl'ecio de venta, menos la cr1nhdad producida multiplicadr1 por el coste marginal
de cada unidad, y donde la demanda a la que nos vamos a enfrentar viene dada por
19.6]. Por lo tanto, el programa de maximización de los inventores para decidir el
precio de un producto inventado en el momento s es:
Ln eco11om ,;1 de las idea., (e. 9 J / 177
1
.4 r=;; 1
n r=;; Lp -2:. ' ' ( -·-1- ) p- .' L_,,- 1 = O
, -,, + (pjt - 1).4 ,=-;;:ar::.. L [9.8)
1 1-u 11
Nótese que en esta expresión hay muchos términos comunes, por lo que se
pueden cancelar. Tras reescribir esta condición de optimalidad, obtenemos que el
precio de monopolio que milxi.miza beneficios viene dado por
1
71jt = - >1 v'j 'v't. [9.9]
Cl:
Como es sabido, dildo que la demanda a la que se enfrentíl tiene una elastici-
dad constante, el precio de monopolio es un "markup" constante sobre e! producto
marginal (que hemos normalizado a uno). Nótese que el precio es superior al pro-
ducto marginal (dado que a < 1) y que dicho precio será siempre el mismo para
todos los productos y durante todos lo~ periodos. Dicho de otro modo, todos los
productos inventados tendrán siempre el mismo precio y este precio será superior
al coste marginal, por lo que los inventores tendrán la posibilidad de recuperar los
costes de I+D.
Si substituimos el precio (9.9) en la función de demanda [9.6), veremos que la
cantidad efectivamente vendida de cada producto intermedio viene dada por
1:11
1 1
= :e: = Ar::.. n r=:;- L
(]
;
)-6. = 1 "
Ar=;;- Lar=... [9.10)
La ecuación [9.10) dice que la cantidad producida de cada uno de los productos
intermeaios es la misma. Substituyendo el valor de Xjt hallado enl9.10] en la función
de producción, obtenemos que la producción de bienes finales de la economía es
3 Obsérvese oue el trab11jo total, L, se ha escrilo ~in subíndice. y;. que, rnmo se ha dicho con
Vemos, por tanto, que los beneficios obtenidos por todos los inventores van a ser
idt'Hlicos y van a ser co11;tnnte~ en el tiempo. Dc1do que los beneñcios son constc1ntes
e:1 el tiempo, el Yalor ¡.,resente descontc1do de dichos beneficios (es decir, todos los
ingresos netos que el im·entor va a conseguir durante el tiempo que dure su monopo-
lio, que es una eternidad) es fácilmente integrable. El resultc1do de dicha integración
es 4
i _
x
t
-r(I-.,·· / {X
··,.j1C.l= ), e
-r((-~1
•
9.4./,. Pri111c·r pnso: ¿rlel:cni1111c>s pagar e/ coste rle J+D e i11ve11t11r w; 1111c, 1011rod11cto.'
El inventor sabe que. una niz inventado el producto, el sistema legal le va a garantizar
permanentemente unos ingresos que, en valor presente, van a sumar la c.:mtidad,. /r.
Sabiendo esto, el invento, debe decidir si quiere proceder c1 gastc1r el coste fijo de I+D.
l\c1turalmente, el inventor decidirá proceder con líl inversiií11 en l+D si Jo que esper;i
g,m;ir (.. /r) es superior .1 lo que Je cuesta la invención. El proceso de in\'ención es
inherentemente incierto. Es decir, a menudo una empresa dedica muchos recursos y
esfuerzos a inventar c1lgo y nunca lo consigue. Otrns \'eces espera tener que gastar
mucho dinero en lc1 inninción y lo consigue il un coste inferior. L;i introducción
de incertidumbre en nuestro modelo aumentaría innecesariamente la complicación
mc1temática, por Jo que, parc1 simpiificilr, supondremos que pnra obtener una nueva
ióea, el i111"entor del'e ¡.,agar una cantidad de recursos que denotaremos por <1 Si 1
•
• P,1ra obtener este result,1do, es necesario que el tipo de interés sra constante, lo cu~l es cierto en
el equilibrio del presente n1<•dcio, como ver~mos il continuación.
L.11 l:LllllV!ll/íf rn: 111::, ILlt::1;:, li.., ":11 / L/;'
~ Dado q:.ie <i> es constante, " es constante y res constante, el lector se podrfa preguntar cómo se
consigue que las tres constantes sean iguales. La respuesta es que ei tipo de interés se ajustará pa~a
conseguir esta igualdad. Por ejemplo, si el coste de inventm, 4', es inferior al beneficio, w/r, un gr.1n
número de investigadores potenciales van a pedir prestado para poder pagar<!> y conseguir de esta
manera un flujo infinito que acabará siendo igual a ,r/r. Esta gran cantidad de préstamos har;í subir
los tipos de interois hasta que<!> = "j,·.
180 / Al'L:-:-.."TES DE CRECI\IIENTO ECONÓMICO
Í, = 1·b+ W - c. [9.15]
i; 1
-=-(r-p). [9.16]
e O
Si se sustituye r por -;./if.' según [9.14] en [9.16] y utilizamos la expresión [9.12] para
-;., h¡illamos la tasa de crecimiento del consumo:
,c=~(2.
{/ <J•
l-oA~n,2 ..
.o-·:.._. -~- ...
~
r-¡,).
··.-:~-
[9.17]
empresas de producto final deciden demandar (recordemos que esta cantidad es igual
1 '
il x = A~ a ~ L). Dado que dicha cantidad depende negativamente del precio, p,
cuanto ma?or es el precio menor es dicha canLidad y, por lo tanto, menor es la tas?.
de crecimiento. Finalmente, la tasa de crecimiento depende de los parámetros que
l.JI ecwwmín dr /ns ilfrns /c. 9) / 181
. }"
<1..•N = 1·\l•J\' + (1 - o)-L - r:.
L
utilizamos ahora el valor de rencontrado en [9.14] paril obtener
= (~-1)N~+1"-n}·-c=
Nx - u1" ) - e=
= (}' - Nx) + ( -;;-
1 l•o
= (Y - Nx) + ( .4,-;; LNar-;; - Ar=ñLNar=;,
I I•,,) -e=
= (Y - Nx) - c.
<J.., fv = Y - N x - c. [9.18]
Expresándolo en palabras, tenemos que la producción total. 1·, tiene tres destinos
o usos: (1) el co1~sumo, e, (2), la producción de una cantidad J: de cada uno de los
productos intermedios inventado~, N, lo cual suma Nx, y (3) los recursos que se
van a utilizar en el proceso de investigación durante el presente instante, en el que
6 Recuérdese que las variables, e, Y y N dependen del ti~mpo, t, pero que omitimos los subíndice~
Par.?. ver si lé! solución alcanzada por el mercado competitivo descrito hasta ahora es
"buena", debemos preguntamos qué es lo que haría el hipotético "plílnificador" que
m;iximiza la misma función de utilidad que los individuos y se enf:enta solamente a
una restricción de recursos. Es decir, el planificador maximiza la función de utilidnd
del consumidor sujeto a la restricción de recursos de toda la economía, que requiere
que la producción total, Y, sea igual a la utilización total de bienes finales. Los bienes
finales se deben repartir entre consumo, e, la producción de los bienes intermedios ya
inventados (como se producen .r unidades de cada uno de los N 1 bit:'nes inventados
hasta el momento r y rnda uno de ellos cuesta un coste marginal igual a 1, el montante
total por est.- partida es igual a i\"1.r) y el coste de I+D. Durnntc el instante t se van
a inventar /V nuevos bienes y cada uno de ellos va a costar<!> unidades. El coste total
de I+D para ei pianitkador durante el instante tes, pues, igual a <J..,A·1 . Sumando
todos los términos, tenemos que l¡¡ restricción del planificador es
[9.19]
Obsérvese que esta restricción es idéntica a la encontrr1da en la economía de
mcrcéldo, [9.18]. En resumen, el programa del planificador es:~
7
Aunque /11 es un número discr~to, hacemos aquí una aproximación al tiempo continuo imagi-
nanáo qt1e en ca,i.i inst,mtc :; puede aument«r de manera continua, por lo ,1uc el aumento de .\' en
este instante es ,v. En realidad se puede utilizar un modelo en el que N sea una magnitud continua si
substituimos el sumatorio de la función de producción (9.3] por una inlcgral que va desde cero a N(I).
El tratamiento matemálico de este modelo alternativo es parecido, aunque un poco más compiicado
y las l~cciun~s ildicionales que genera son nulas, por lo que hemos preferido mantener la simplicidad.
8
De hecho, dado que nos encontramos ante un modelo muy parecido al ,\ 1(, la tasa de crecimiento
de todas las variables es idéntica no solamente en el estado estacionario sino también a lo largo de
la transiciór.. Para demostrar este punto h:ibrá que utilizar el mismo método que utilizamos en el
capítulo 5.
9
• Valga decir que, al escribir este programa, ya hemos utilizado el hecho de que el planificador
guerrá producir la misma c,mtidad de todos los productos intermedios. ;e í• lo cual también era cierto
en el e-guilibrio de mere.ido.
L1 eco1101111n ,ie 111; 1r1rns re. 'Ji ¡ !tic
11.1ax
1 00
P.-pt (
et1-11 -
1- 0
1) dt
0
[9.20)
Slljeto a
,. = -1(4.•·
;,'¡ .' l''tX ªL'-ª - Ct - XlY¡ ,·) .
cp
Escribimos el hamiltoniano de lé'. forma hnbitual
cl-G - 1 1
H(-) = e-pt _ _ _ + At..:.. \1 ..iNxª I 1 -a - e - i-t(), [9.21)
1- 8 ,r,
donde las variables de control son e y x, y la variable de estado es I1.'. Calculamos las
condiciones de primer orden:
H e= O ~e
-pt
e
-e - ->.= 0 , [9.22)
<I>
[9.23]
[9.25]
[9.26]
Comparando esta tas.i de crecimiento con la obtenida por el mercado, vemos que
1
todos los términos son idénticos a excepc!ón de uno: lo que en el planificador es ar=..,
en la tas.i del mere.ido corresponde a o ,..:ft. Dado que a < 1, obtenemos el resultado
-r,, < l'rL: el merrndo obtiene una tasa de crecimiento inferior a la óptim,,. Li1
explicación es b.istantesimple. La única distorsión existente en el modelo de mercado
descrito en esta sección, es que el precio de venta de los productos intermedios es
un precio monopolístico y, por tanto, superior al coste marginal. Al enfrentarse a un
precio superior al coste marginal, la cantidad de bien intermedio demandada por los
productores de bienes finales es inferior a la óptima (este hecho se ha discutido al
aníllizar la ecuación [9.25]). Es decir, el mercado vende menos cantidad de::- de lo que
sería óptimo. Por cstíl rnzón, lu tasa de retorno del mercado es inferior a la óptima.
la inversión realizada es inferior a la óptima y la tasa de crecimiento es inferior a la
óptima.
Un tipo de política que parece bastante natural en este modelo, pero que en la práctica
no fun::iona, consiste en dar un subsidio a la investigación. En eíecto, observmnos
que la tasa de rendimiento privado depende del coste de las actividades de J+D
a través del término <Ii. Es posible aumentar la tasa privada de rendimiento a través
de la concesión de su!Jsidios a las actividades de I+D. Es decir, si los investigíldorcs
1
pagaran •I>c:r r-;:; en lugar de<!> y la diferencia fuera un subsidio por parte del gobierno
(financiado con impuestos de suma fija), entonces la tasa de crecimiento conseguida
por la economía competitiva sería idéntica a la conseguidíl por el planificador, por lo
que podría pensi'.rse que se alcanza el óptimo.
El problema de esta política es que no logra corregir la distorsión respecto a la
cantidad de x que compran los productores de producto final y, por ello, la elección
de x seguiría sin ser óptimil. Es decir, en este modelo existe una distorsión estátirn
(el precio monopolístico conlleva una compra "demasiado" reducida de bienes in-
termedios), que se transforma en una inferior tasa de rendimiento (el valor presente
descontado de las ventas de x es inferior al que se conseguiría si se vendiese la can-
tidild óptima, que es superior). La introducción de un subsidio de investigaciór:
corrige la tasa de crecimiento pero no el nivel de :i:, por lo que la cantidad de output
producido en la economía sigue sin ser la óptimil. En el gráfico 9.2 vemos un ejemplo
de lo que está pasilndo. La economía de mercado alcanw un nivel de producto y un¡¡
tasa de crecimiento inferiores a los del planificado:-. En el gráfico (donde se expresa e:
LA eco110111ín de /ns idens (c. 9) / 185
logaritmo de y en función del tiempo) vemos que la línea que representa la evolución
de y para la economía de mercado tiene un nivel y una pendiente inferiores a la del
pl,mificador. La introducción de un subsidio de I+D corrige la pendiente. La línea
que describe el mercado con subsidio de I+D es ahora paralela a la del planificador,
pero el nivel sigue sin ser el mismo que el del planificador. Esta política, pues, sigue
sin conseguir el óptimo.
/11(y) Planificador
Mercado con
subsidio 1 + D
---
Mercado
Gráfico 9.2
Una política que llevaría la economía al óptimo consiste en subsidiar las compras
de productos intermedios por parte de las empresas de bienes finales, de manera
que éstas se enfrenten a un precio competitivo. Este subsidio corregiría la cantidad
demandada de los productos intermedios al enfrentarse los demandantes de inputs
a un precio competitivo. Es decir, el gobierno podría introducir un subsidio para
las compras de .e, por el cual los inventores obtienen un monopolio perpetuo en las
ventas de :r y deciden vender al precio p = lía. Ahora bien, los compradores de
estos bienes solamente pagan j, = 1 y la diferencia entre el precio que pagan y el
precio que recibe el inventor lo financia el gobierno (y el gobierno, a su vez, obtiene
la recaudación con un impuesto de suma fija). Esto hace que la cantidad que deciden·
demandar los productores finales sea exactamente la cantidad demandada por el
planificador (el lector puede comprobar que esto es cierto substituyendo p = i en la
curba de demanda de x [9.6) y comparando con la x obtenida por el planificador en
[9.25)). F.llo, a su ve;,:, hilce que el rendimiento privado de la inversión en I+D sea
igual al rendimiento social y, por lo tanto, la hwersión privada sea óptima.
186 / ArüNTLS DE CRECIMIEXTO ECO~ÓMICO
En el artículo que originó la literatura moderna sobre I+D y crecimiento, Paul Romer
(1990) presentó un modelo bastante similar al descrito en esta sección. Una diferencia
imporrante es que él supuso que la tecnología de investigación utiliza únicamente
trabajo o capital humano.
lmc1ginemos por un momento que, a diferencia de lo que hemos hecho nosotros,
en el modeio ciescrito h?.sta ahora afladimos el supuesto de que el coste de 1-'-D, <I>, no
es una cantidad fija de bienes rea le~ sino una cantidad fija de tiempo. Denotemos esta
cantidad de tiempo por la constante w. Para introducir este coste en el mismo modelo
que hemos descrito, deberíamos expresarlo en términos reales para utilizar luego la
condición de libre entrilda en el mercado de !+O y sustituir el tipo de interés en
lil tasa de crecimiento, tal como hemos hecho en [9.14]. Pa;:a trilnsformar la cantidad
de tiempo. \JI, en cantidad de producto real, habría que multiplic11r por el salario, por
lo que el coste en términos de bienes reales sería '1'11·. Podríamos suponer que esto es
todo y que la Lasa cie crecimiento en este modeio seríc1 simplemente la que aparece¡¡]
substihlir <l> por ww en la ec..:ación de crecimiento [9.17]:
de los seguidores (quizá debido¡¡ que la propia experiencia sirve para reducir costes
de I+D), entonces será el propio líder ei gue se dedique a investigar y superar sus
propios productos. Al "robarse" su propio negocio, el líder tendrá e:i cuenta no sólo
las ganancias de la creación sino las pérdidas de la destrucción de mercildos. En este
caso, no es cierto que)¡¡ inversión en I+D sea excesiva, tal como predicen los modelos
de Aghion y Howitt (1992) y Grossman y Helpman (1991).
Una política más prometedora es la que subsidia la compra de los productos que
se han im·entado. Es decir. en lugar cie dedicarse a buscar la píldorn o la medicina
que curará el SIDA, el gobierno podría comprometerse a subsidiar la pastilla una vez
inventada. De esta manera los enfermos comprarán la pr.stilla al coste mr.rgina!, la
empresa inventora cobrará el precio de monopolio y la diferencia será le c;uc subsidia
el gobierno.
Cuarta parte:
LA EVIDENCIA EMPÍRICA
- E11to11ctS, s.:,ior Hol111es, ¿rniíl es s11 tconn ,;obre la dcsap,1ricící11 de lvirs. Fm,ic:::-'
- Mi querido Walso11, ¿có1110 quiere q11e te11gn wzn teorlÍ1 si todavía no dispongo de toda In
t'Vide11cia'
Las experiencias económicas de los distintos p<1íses y regiones del mundo han sido
extremadamente variadas. Entre los aiios 1960 y 19S5, la m¡¡yor tasa de crecimiento
anual del PIB per cápita en el mundo se registró en Singapur (7. 4 por ciento), seguido
de Hong Kong (6, 6 por ciento) y Japón (5. S por ciento). E:i el otro extremo, Chad,
Ghana y Mozambique, con tasas negativas del -2. S, -1, 7 y -1, 7, respectivamente,
fueron los paíse::; que sufrieron los peores resultados económicos durante el mismo
periodo de 25 m1os. Los determinantes de estas tasas de crecimiento son una com-
binación de factores específicos a Cildil país y factores más universales. Es defr,
.illgunos de los "países mjla~ro" han tenida suerte otros bao tenida b11eoas política~
económicas e instituciones soci¡¡lcs. Por su pnrtc, algunos de los "países ciesastce"
han sufrido ~uerras, han visto cómo el ¡,,recjo de sus materjas primas caía en picado
.o cómo sus ~obiernos ernn incaraces de controlar el crimen o la corrupción. En este
capítulo intentaremos averiguar, desde el punto de vista t:mpírico, si hay algunos ras-
gos comunes entre los países que han triunfado o fracasado. Es decir, intentaremos
sacar lecciones prácticas de las experiencias de las distintas economías del mundo
durante periodos más o menos largos de tiempo, dando una visión panorámica de lo
que lrn sido l;1 iiteraturil empíricn sobre el crecimiento en los últimos años. De manera
muy resumida, podríamos decir que estél literatura ha tratado dos ~randes temas: 111
convergencia económica y los determinantes últimos de )a tasa de crecimiento alargo
.. plazo. En esle capítulo discutiremos 11mbos lemas por este orden.
19~ ! APUNTES DE CRECl.\flcNTO z:co:-.:ó~flCO
mias_si existe una relación inversa entre la tasa de crecjmientp de la renta y el njyeI
iniciai de dicha renta. Este concepto de convergencia se confunde a menudo con
ptro concepto, se5!ún ei cual ia dispersión de l¡i renta rCill pe; cáritn entre grupos de
economías tiende a reducirse en el tiempo. Esto es lo que llamamos <T-convergencia.
Aunque son diferentes, los dos conceptos de convergencia están relacionados. Su-
pongamos que en un gmpo de·r~giones i = 1, ... , ,v se da _(¡-convergencia. La tasi!
de crecimiento de la renta per cápita de la economía i entre el año t -1 y el año t viene
dada por la diferencia ,u
= Iog(y¡_ 1 ) - log(y;, 1 - 1 ). La hipótesis de 8-convergcncia
sugiere gue esta tasa de crecimiento es una función negñtiva del nivel de renta en
1 - 1. Por ejemplo, la tasa de cr~ci..m@iQ_g_p.9-º.lli!..§.Cribir como
1
Esta te~minolo¡;í;, íue utiiizada por primera vez por Sala-i-Martin (1990).
Ú1 /ilernl11r11 empíncr. (c. 10) / 195
{ o}=0-8)
2
• u;_ 1 -t-c~. J [10.4]
Ésta es una ecuación en diferencias de primer orden, que es estable si O < /3 < l.~
Si no existe ¡,-convergencia, de modo que (J < O, no puede haber u-convergencia.
Dicho de otro modo, e-convergencia es una co11dición necesaria para lc1 existencia
de u-convergencia. En palabrns, esto quiere decir que para que las economías se
acerquen, es necesario que las pobres crezcan más que las ricas. Para ver si también
es una condición suficiente, podemos resolver la ecuación en diferencias y expresar
n; como función del tiempo:
-;-------------
1 2 ( 2,. [ 2 ( 2,.~
__ ct=C" (J';-,
..1..ao-a j ' (1 - 1~ [10.5]
donde (o- 2)' es el valor de estado estacionario de e¡ (es decir, el valor de u 2 cuando
u;= u¡_ 1 para todo l) y viene dado por
5 Recordemos que para que sea estable, el coeficiente de una ecuación en d:ferencias lineal como
110.41 debe ser menor uc une. l...ñ cundició:i (1 - {3) 2 < 1 implica, a su vez, O < í3 < 2. Este rango de
':'alares de fJ se satisface para nuestro ejemplo, dilao que estamos supo111en o o < /3 < 1.
Ln litant11ra crnpíricn (c. 10) / 197
que todas estas cuestiones son interes.intes. Pero téngase en cuenta que todas ~llas se
refieren al concepto cie J-co'nvergencia, no al de o--convergencia. De hecho, reducir lil
varianza en una sección cruzada de equipos que forman parte de una iiga deportiva
probablemente no tendría sentido (considérese qué interés tendría una liga deporti-
va en la que todos los equipos empatasen a puntos cada año).
Pueden plantearse cuestiones similares para las economías. Por ejemplo,~
teresante conocer si es predecible que los pilíses pobres crecerán más que los pi1íses
ricos. También es interesante saber con qué rapidez el país pobre promedio se con-
vierte en un país rico y con qué rapidez el país rico promedio se convierte en pobre,
con independencia de si la varianza agregada para la sección cruzada de países está
reduciéndose o aumentando. Por ejemplo, si supiéramos que los países pobres se
convierten en países ricos en pocos años, entonces no nos preocuparfamos incluso de
si la varianza es grande o pequef1a, ya que sabríamos que los países pobres saldrían
de la pobreza en poco tiempo. De manera similar (y desgraciadamente)_el análisis oue
se resume más adelante sugiere que las economías pobres seguirán siéndolo durante
mucho tiempo. Dada esta circunstancia, es de importancia secundaria conocer si la
dispersión global en el mundo se reduce o no. Por tanto, si nos obligasen a decir cuál
de los dos conceptos de convergencia encontramos más interesante, probablemente
escogeríamos la B-conYergencia (aunque queremos dejar claro que ambos conceptos
de convergencia proporcionan información útil y, como t;il, deben ser estudiitdos).
dos variilbles es positivo, aunque no significativo. Es decir, no parece que 10s países
del mundo convérjan en el sentido íJ.
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· 0.03 1
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Gráfico 10.1. Convergencia del rrn per cápita entre 114 países.
1.16
1.14
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0.9Z +----'"""T-----.---------,-----.-----i
1%11 1%5 l!n"O 1975 19Ríl 1955
Gráfico 10.2. Dispersión del I'IB pdr cápita entre 114 países.
a medida que transcurre el tiempo. Los países del mundo, por lo tanto, tampoco
convergen en el sentido a.
E_s_onclusi~n a la que se llegó después de analizar los datos de Summers y
Hes ton, era que los países del mundo no convergen ni en el sentido /3 ni en el sentido
c. Esto se tomó como evidencia en favor de los modelos de crecimiento endógeno, en
detrimento de los modelos neoclásicos de rendimientos decrecientes del capital. El
aparente fracaso empírico de los modelos neoclásicos fue una de las causas determi-
nantes del extraordinario éxito que los modelos endógenos cosecharon durante las
décadas de los ochenta y noventa.
Incluso ia poca evidencia que existía en favor de la hipótesis de convergencia
entre piiíses ricos (presentada por Bilumol, 1986) se desestimó con el argumento de
que, al tratarse de países que habfan .icab.ido siendo ricos, era lógico que hubieran
convergido entre ellos. Es decir, al trabajar con una muestra de países que eran ricos en
1979, las economías que no habían convergido se habían excluido de la muestra. La
existencia de convergencia entre los países estudiados, por lo tanto, estaba poco
me;ios que garantizada. En este sentido, Delong (1988) aumentó la muestra de
pc1íses estudiados por Baumol con países que parecían ricos c1 principios de siglc,
fueran o no ricos en 1979. Muchos de estos países, entre los que se incluían Espiiñn,
Argentma, Brasil e Irlanda, no se habían industrializ.ido todo lo que uno hubiera
esperado a principios de siglo. Sus niveles de renta per cápita fueron divergiendo
de los de los países que eran ricos en 1979. Con _ello, la evidencia en favor de la
convergencia económica ciesapc1reció de la literatura. Ello representó una nueva
victoria para los modelos de crecimiento enaógeno y una derrota para el modelo
neoclásico tradicional.
1 dice que el nivel de capital y renta en el estado estacionario está positivamente reln-
cionndo con la tasa de ahorro y el nivel de la tecnología y negativamente relacionado
con las tasas de depreciación y de crecimiento de la población. En este caso. sola-
mente si todos los paises tienen las mismas tasas de ahorro. tecnolo¡¡;ía. depreciacjón
v crecimiento de la población. encontraremos convergencia absoluta, en ei sentido
~ 1 e las economías más pobres crecerán más gue las ricas.
Los auto res arriba mendonados desarrolla ron el concepto de coi zverge11cin cond i-
cionnl o relntiva para contraponerlo al concepto de co11pcrgc11cin nbso/uta utili,.adu
hastn entonces. Como la evidencia em?írica disponible hastn aquel momento de-
mostraba la falta de convergencia absoluta, no podía decirse que los datos entrnban
en contradicción con el modelo neoclásico. Si que podfa argumentarse que entra-
ban en contradicción con el modelo neoclásico si además se suponía que todos los
países eran iguales, en el sentido de que disponínn de las mismas preferencias, tec-
nologías e instituciones. Pero esto no·era más que un supuesto hecho por el inves-
tigador, supuesto que, po~ su parte, no tiene ninguna br.se empírica. Para hacer un
test del modelo neoclásico, había que ir más allá de la convergencia absoluta y se
tenía que medir de alguna manera la distancia entre el nivel de renta de un país y su
nivel de renta en ei estado estacionario. Es decir, había que encontrar una correlación
pnrcial negativa entre crecimiento y nivel de renta, condicional al estado estacionario.
Empíricamente, hay por lo menos dos maneras de "condicionar" los datos. La
,I?rimera es _limitar el ~~tudio a conjuntos de economías "parecidas", en el sentido
_pe que están pobladas por individuo~ con preferencias similares, con instituciones v
~temas impositivos y legales parecidos, y em_pres~s _q_u_e_~~ enf~E'.!.1.ta_~ ~fu.~~cmes d~
.r-roducción parecidas. Si se dan todos estos factores, entonces uno debería encontrar
convergencia absoluta entre este grupo de economías, dado que todas ellas tenderán
a acercarse al mismo estado estacionario y, por Jo tanto, tenderán a acercarse entre
ellas. Un ejemplo de este tipo de economías podrían ser las regiones denlro de un
mismo país, como son por ejemplo los estados de los Estados Unidos, la5 prefecturas
japonesas o las Comunidades Autónomas españolas. Una posible crítica al método
de utilizar economías regionales es que éstas son economías abiertas, en el sentido
de que el capital fluye libremente entre las distintas regi~nes. Sin embargo, en el
capítulo 1 vimos que el modelo neoclásico con movilidad de capital es muy parecido
al modelo de economía cerrada si la fracción de capital que se puede utilizar como
aval en transacciones internacionales no está muy cerca de uno (véase la sección
de economía abierta del capítulo 1, en la que se desarrolla una versión sencilla del
modelo de Barro, Mankiw y Sala-i-Martin (1994))
'\;!!:ta segunda manera de condicionar los datos es la utiliza:ión de regresiones
múltiples. Diremos que un conjunto de economías presenta O-convergencia condi-
cional si la correlación parcial entre crecimiento y renta inicial es ne¡:ativa. En otras
palabras, si efectuamos una regresión con datos de sección cruzada del crecimiento so-
bre la renta inicial, manteniendo constante un cierto número de variables adicionales
202 / APU:-iTES DE CRECIMIENTO ECO.'-:ÓI/.ICO
1º&.Collv~.rg.gncia interregional
A continuación utiliz11mos los datos regionales de los diferentes países para analizar
la convergencia regional de las rentas per cápita. En lugar de estimar una regresión
lineal como la descrita en [10. l], estimaremos una relación no lineal como la siguiente:
[10.6]
U,025 . ·e
fL VA
-;; j A'.
AR
~ o.o~ j ,,!, l\'\I
"
e "º
fe i
~
t,:,CT
o
e 0.015
-~
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,.,
·¡¡ ""
t
~ O.Oi ~
~ ro \\Y c~CA
~
~ j
0.005 +---,--,----,---,--....----,--r--,--.,..----,--.---;
-OA U.<I os 1.2
Logaritmo de lo ront,, pcr cápito en 1S80
Países /3 R~ /3
(e.e.) [e.e. Reg.] (e.e.)
Notas:
Las regresiones utiliz;an ntínin,o:: cuadrados no lir.e"t: SPü.•·~ _e_clii.?H:: ~:uaciones de la forma:
(1/T)lo~(y,.Jy, ,_r) = u- [ln(y, ,_.,._1;(1 - ,._-::·v:.1Tl-+- otras variables.
donde y,,,.-r es la renta pcr c.ípitn en la región i ~'.-~ie;:.z~l~( :1:t:··-villo dividida por el indice cie p:ecios
al consumc, (IPC) global, Tes le duración del inte.!"~•~:>_;_ ~ ~t:~·a_jfelies" se refiere a tl11111mies regionales y
variables sectoriales que mantienen constantes la~.,,..,~::ur'_:a:ie"Í',~, l,'f• .sitoria< que pudieran afectar al com-
portamiento económicc de In región, de manera qtl'é é>'t'.. v¡;:$¿ Cilrrelacionado con el nivel de rent., inicial
(recuérdese que cuando el término de error está correlacionado con l>. variable explicativa, entonces la esti·
mación de /3 por mínimos cuaurados ordinarios está se5gada).
La primera columna es la estimación de /3. Debajo de ella (entre paréntesis) se prescntn su error estándar.
A su derecna se muestra el 11:' ajustado de la regresión y debajo del R 1 se presenta el error estándar de la
ecuación. De esta manera, las tl11111111ies regionales y/o las variables eslructurales constantes no se presentar.
en ei cuadro.
Los coeficientes para Total Europa incluyen una dummy para cada uno de los ocho países.
La columna 1 prl!Sellta el valor de f3 estimadu con una sección cruzada única utilizando el horizonte
temporal más amplio posible. Por ejemplo, para Estados Unidos, el coeficiente /3 esbmado regresando la ta~a
de crecimiento medio entre 1880 y 1990 es f3 = O, 017 (erms E'!<tándar = O, 002).
La columna 3 presenla la estimación de panel cuando se supone que todos los subperiodos tienen el
mismo coeficiente /3. Esta estimación pennite la existencia de eíectos temporales. Parn la mayoría de los
países, la restricción de que /3 sea constante en todos los subperiodos no puede rechazarse (véase Barro y
Sala-i-Martin (1994, capítulo 11))
La literatum empiricn (c. 10) / 205
y alcanzó su punto más bajo (O. 14) en 1976. Este descenso de largo plazo se paró
mediada la década de los setenta después de la crisis del petróleo y u 1 aumentó
a O. 15 en 1980 y a O. 19 en 198S. El aumento en la dispersión dejó paso de nuevo
a un descenso a partir de los dos últimos años de la década de los ochenta y así líl
dispersión continuó cayendo hasta 1992. Un aspecto interesante del gráfico 10.4 es
que el comportamiento de la dispersión de la renta persona! neta de transferencias es
muy similar a la rclnti\·¿¡ n i;;i renta pcrsonnl bruta de transferencias. En particular, la
dispersión de ambos conceptos de renta cayó después de 1930, aumentó entre 1977
y 1988 y cayó entre 1958 y 1992. Esto es cierto aunque el ni\'el de la dispersión es
menor para la renta neta de transferencias. De hecho, parece como si la existenci;;i
de transferencias ayudase a reducir la dispersión entre estados de la renta per cápita.
Sin embargo, las transferencias interestatales no son responsables de la caída a largo
plazo en la dispersión de la renta.
º-~~--------------------,
Sin tTaruferenc1a~
" º-'
:f
-
a..
c..
e
OA
" o_,
~
11:
Sin tr:i.nsferencias
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""
(l-l--~~----,--~--,----.--~---,.-J
1880 1690 1900 1910 1920 1930 1910 1950 1960 ]970 19~0 l'l'lO
I""", O.IJ3S
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;. º·º~ ll
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0034 -'---~-~--~-~-~--~--_...,-'--l
-2.t 1.8 -U -1 --0.6 -O 2
Log;iritmo de la rent.-, per c:ipi:;1 en 193C
Parn ver en qué medida ha existido n--convergencia entre las prefecturas de Japón,
calculamos la des\'iación típica de sección cruzada no ponderada del loga:-itmo de la
renta per cápita, a,, para las 47 prefecturas desde 1930 a 1990. El gráfico 10.6 muestra
que la dispersión de la renta persoml se eievó desde O. 47 en 1930 hasta O, 63 en
1940. Una explirnción de este fenómeno reside er~ la explosión acaecida en el gasto
militar durante e! periodo. La tasa de crecimiento medi;i de los distritos 1 (Hokkaido-
Toiloku) y 7 (Kyushu) --qu~ eran predominantemente ;igrícolas- fue del -2. 4% y
-1. 7% anual, respecth·;imente. Por otra parte, las reg;iones industriales de Tokio,
Os;ika y Aichi crecieron al +3. 7%, +3, 1 % y +l, 7% am1;il, respectivamente.
La dispersión entre prefecturas se redujo mucho a partir de 1940: cayó a O. 29 en
1950, a O. 25 en 1960, a O. 23 en 1970 y alcanzó u1~ mínimo de O, 125 en 1978. Desde
entonces ha experimentado un ligero aumento: ai creció a O, 13 en 1980, O, 14 en
1985 y O, 15 en 1967. A partir de esta última fecha la dispersión se ha mantenido
relativamente constante.
Una explicación popular del incremento en la dispersión durante los aiios ochent¡¡
es el despegue de la región de Tokio respecto del resto de Japón. Como Tokio era
relativamente más rica a finales de los setenta (la renta pcr c.ípita media en términos
reales de Tokio era de 2 millones de yens y la media para el resto de Japón era de
1. 751 millones de yens) y creció más rápidamente durante los años ochenta (2, 95%
anual frente a 2, 16% anual), esto podría explicar esta aparente divergencia. Para
comprobar este punto, Barro y Sala-i-Martin (1992b) calcularon la desviación típica
de sección cru;,;ada del logaritmo de la renta per cápit;i pa:-a los siete distritos japone-
ses y para esos mismos distritos pero excluyendo el distrito de Kanto-Koshin (que
incluye Tokio). La exclusión de la región de Tokio reduce líl varianza en todos los
Ln 111ernt1tm e111¡,;nca 1c. 111¡ ¡ LtJt
!E 0.6
"f
~ 0.5
r.
i:
e:r:: 0.4
e
~ 0.3
~
::j 0.2
"
IJ
"
-0.016
Las estimaciones obtenidas con la muestra larga para cada uno de los cinco
países más grandes (Alemania, Reino Unido, Francia, Italia y España) se presentan
en las cinco filas siguientes. Las estimaciones van desde O. 010 (error estándar= O, 003J
para Italia hasta O. 030 (error estándar= O, 007) para el Reino Unido. Las estimaciones
restringidas de panel para cada país se muestran en la columna 3. Nótese que todas las
estimaciones pur.tuales individuales están próximas al O, 020 o dos por ciento anual.
Van desde O, 0148 para Francia hasta O, 0292 para el Reino Unido. Las estimaciones
para España son O, 023 (error estándar= O, 007) con la muestra larga y O, 016 (error
estándar= G, OQ4) par2 ei panel con efectos fijos temporales (véase Dolado, González-
PiÍramo y Roldán (1994) para un estudio detallaáo de la convergencia regional en
España).
La última fiia de! cuadro muestra los resultados para Cam1dá durante el periodo
1961 a 1991 obtenidos por Coulombe y Lee (1993). La estimación de í3 con la muestra
de 30 años es O, 024 (error estándar= O, 008).
El gráfico 10.8 muestra el comportamiento de at para las regiones dentro de los
s:inco mayores países de la muestra: Alemania, Reino Unido, Italia, Francia y Espafia.
La clasificación de los países por el tamaño de su dispersión regional es siempre la
misma: de mayor a menor dispersión, la clasificación es Italia, España, Alemania,
Francia y el Reino Unido . .EJ2ª!':.QI1_~neralmente observado muestra un descenso
a,
en en el tiempo ven todos los países, aunque desde 1970 en Alemania y el Reino
Unido el cambio neto habido ha sido pequeño. En particular, el aumento en a 1 en el
Reino Unido -el único productor de petróleo en la muestra europea- entre 1974 y
1980 refleja probablemente el efecto de las crisL,; del petróleo. En 1990, los valores de
La litaat11ra empírica (c. 10) ¡ 209
c 1 son O. 27 para Italia, O. 22 para España (este valor corresponde a 1967), O. 186 para
Alemania, O, 139 para Francia y O, 122 p,m1 el Reino Unido.
O.H
:::,
-¡;
0..)
EspaÑI
-- lt.llia
""'e: n.:s
:~
¡;.
0.2
~
e O.IS
0.1
0.05 ,
l ~---
R~ino Unido
Gráfico 10.8. DisDersiún dei PIB per Gípita entre las regiones de cinco
países europeos
La perturbación w;. 1 es igual il <:iXi.t-! +1t; 1, de manera que incluye los elementos
cue determinan el est¡¡do estacionario de la economía. Si, como parece nom1al, el
término X;_,_ 1 está correlacionado con el nivel ele rent~ !:i.t-t- ent0nces la exclt:sión
de la variable X,.t-i de la regresión (y su consiguiente inclusión en el error de esti-
rr,ación) hace que el error de la ecuación (1 O.SJ esté positivamente correlacionildo con
la variable explicativa. Esto introduce un sesgo en la estimación del coeficiente de
convergencia, /3, hacia cero. En otras palabras, la ecuación de convergencia absoluta
(10.8] está mal especificada y su estimación puede llevarnos a pens¡¡r que ,a es cero
cuando en realidad es positiva.
El cuadro 2 utiliza los datos del PIB real desélrrollados por Summers y Hes-
ton para analizar el problema de la convergencia condicional para 114 países del
mundo. En este cuadro estimamos ecuaciones del tipo (10.7] y [10.8], donde la v¡¡ri-
able dependiente es la tasa media anual de crecimiento del PIB per cápita entre 1960
y 1985. Las diferentes columnas incluyen diferentes variables económicas como re-
gresares. La primera incluye el logaritmo del PIB per cápita en 1960. Es decir, en la
primera columna estimamos una ecuación como (10.8]. Vemos que el coeficiente del
.PIB inicial es positivo, aunque la bondad de ajuste de la regresión no es muy impre-
sionante (R 2 = O. 04). Es decir, los 114 países estudiados no presentan convergencia
absoluta. Este fenómeno ya había sido observado en el gráfico 10.1.
Lo realmente interesante del cuadro 10.2 es lo que pasa co·n el signo del coefi-
ciente del PIB inicial cuando se incluyen otras v¡¡riables, X; 1 _ 1 en la regresión; es decir,
La 11terat11m emprnca (c. :Ui ¡ :n1
Constante 0,0194
(O. 0018)
0,0149
(O, 0085)
0,0236
(0,0084)
º· 0146
(O, 0124)
-0.0194
(Q, 0168)
logGDP(60) 0,0047 -0, 0124 -0, 0128 -0.0052 -0, 0101
(O, 0016) (O, 0032) (O, 0028) (O, 0018) (C, 0030)
SEC6C 0,0253 0,0061 0.0080
(O, 0108) (0,0107) (ú,0099)
PRIM60 0,0301 0,0304 C.0257
(O, 0067) (O, 0062) ((•, 006J)
GOV -0.0826 -0,0642
(O, 0271) (O, 0248)
PPI60DEV -0, 0107 -0,00Sl
(O, 0047) (O, 0042)
REVCOUP -0, 0242 -0.0227
(O, 0060) (O, 0056)
t ASSASS
LAT.AMER
AFRICA
-0, 0013
(O, 0021)
-0,0010
(O, 0022)
-0,0142
(0,0036)
-0,0168
(O, 0041)
TASA AHORRO n, 1721 O, 0139
(O, 0224) (0,0218)
n~6 -0,3706 -0,06-tS
(O, 1548) (O, 1708)
Adj. R~ 0.04 0.45 0,55 O, 41 0.4°
E.S. 0,0191 0,0144 o, 0130 0.0149 O, 0139
Nota:
Número de observaciones: 114.
La vaciable dependicnlc en todas l,,s regresiones es la tasa de crecimiento medio anual del producto
interior bruto per cápita entre los años 1%0 y 1985.
Las Vilriables explicativas son las siguientes:
• lo GDP(60l l..o aritmo del P!D •r cápita ~n el ai,o 1960.
racc1 n e a ación ~ne al escolar uc en el mi.o 1960 asi.~tia a escuelils secundarias.
• PRIM60 racción e la población en edad escolar que en el año 1960 asistía a escuelas ¡,,rjmaaas -
• GOV.Consumo público promedio entre los años 1960 y 1985 (excluyi, educación y gaslo mili lar).
• PPI60DEV Desviación dei deílactor de la inversión respecto de la media nmestral.
• REVCOUP Número de revoluciones y golMde estado acaecidos durante el periodo 1960-1985.
• ASSASS Número de _asesinatos por cada l. habitantes y año.
, LAT.AMER. Variable Dummy (O, 1) para América Latina.
• ÁFIUCA Variable D11111111 (O, 1) ara África subsahariana .
. • TASA AHORRO Inversión total bruta e ;1 econom1a 1vidida por el PlB.
• n T 6 Tasa de crecimiento de la población más tasa de depreciación (la tasa de depreciación se ha supuesto
constante e igual a 0.05).
Entre paréntesis se reproducen los errores estándar.
cuando en lugar de [10.8] se estima una ecuación como [10.7]. La columna 2 incluve
las variables gue Robert Barro utilizó en su seminal estudio sobre los determinantes
212 / APUNTES DE CRECIMIENTO ECO:"JÓMICO
~Para caicular la velocidad de convergencia, podemos utilizar la fórmula ¡3; 11 - ,--' 7 1/T, donde
¡\ es la l'Stimación del coeficiente de log(11) en la regresión (10.71, Tes la duración del intervalo de
estimación (en este caso 25 años) y >. es la velocidad de convergencia. Vemos que, para una misma
velocidad de convt?rgencia .>., cuanlo mayor es el intervalo de estimación, menor tenderá a se~ la
estimación del coeficiente (J. [n el limite donde se estima una ecuación de crecimiento instantánea,
T - C, el coeficiente de la regresión lineal B tiende a la verdadera velocidad de convergencia .>.. La
velocidad de convergencia.>. podría esli:narse direclamenle utilizando una estimación no lineal.romo
"li.t E a - [11 - ,-,\TI/T] · log(11,,,-1> + qiX,.,-1 +u;,.
Solow y Swan dice que el estado estacionario de la economía viene dado precisamente
por estas dos variables. 9 Bajo esta interpretación, la tasa de ahorro debería tener un
coeficiente positivo, el crecimiento de la población debería ser negativo y, una vez
es tus dos rnriables estfo incluidas en la regresión, el nivel del PIB inicial deberla tener
un coeficiente negativo. En la columna 4 vemos que 1 a pesar de la simplicidad del
modelo de Solow y Swan, estas simples predicciones se Cllmplen. El coeficiente de
la tasa de ahorro es positivo, O, 1721 (error estándar= C,0224), el crecimiento de la
población más la tasa de depreciación es negativo, -0. 3706 (error est.índar = O. 1548),
y, una vez incluidas estas dos variables, el nivel del PIB inicial es significativamente
negativo, aunque es algo menor que los que encontramos en las otras columnils,
-0, 0052 (error estándar= O, 0018).
El hecho de que el coeficiente del PIB inicial sea más bajo que el encontrado en las
otrils regresiones puede ser debido a que las variables del modelo simple de Solow
y Swan no son suficientes para capturar el estado estacionario de la economía desde
un punto de \·ista empírico. En el capítulo 1 presentamos el modelo de Solow y Swan
aumentado con capital humano (véase también Mankiw, Romer y Weil (1992)). Este
modelo sugiere la inclusión de las tasas de inversión en capital humano, es decir, las
tasas de escolarización. Esto se hace eri la quinta y última columna del cuadro 10.2.
Vemos que e: coeficiente del PIB inicial es ahora -0. 0101 (error estándar= O. 0030),
}'il más parecido a los anteriores. Tal como predice el modelo, también vemos que
las tasas de inversión en educación aparecen con signo positivo (aunque la tasa de
escolarización secund.?ria no es signific11tiva), la t11s11 de 11horro es positiva y la tasa
de crecimiento de población y depreciación es negativn.
kas lecciones más importantes r,ue se podían extraer del estudio de Robert Barro
eran las si~tientes: primero, hay fuerte evidencia de convergencia condicional entre
las 114 naciones del mundo que apan:cen en los datos de Summers y Hestun. Se-
gundo, la velocidad de convergencia es muy parecida al 2% por año que se encuentra
en los estudios empíricos de economías regionales. Tercero, las distorsiones políticas
_..)'.__Qe mercado tienen efecto~ importantes sobre la tasa de crecimiento. Cuarto, la
tasa e.le ahorro está_m\,!j' positivamente.correlacionadacon_]a tasa de crecimiento. Y_
9
El modelo de Solow y Swan supone que tanto la tas.~ de ahorro (e im·ersión) como la tasa de
crecimiento de la población son variables e:.ógenas, y como tales pueden ser tratadas en el estudio
economébico. Sin embargo, los agentes económicos loman decisiones de ahorro e inversión basadas
en la optimización de sus prefert!ncias o beneficios. En el capitulo 3, por ejempio, vimos que el
moddo de Ram!'l!y toma las preferencias de los consumidores como exógenas y de ah: ~e deducen
las tasas de ahorro e in\'ersión endógenamente. Éstas, a su ,·ez, afectan a la tasa de crecimiento de la
economía y se \'en afectadas por ella. Bajo este punto de vista es difícil aceptar la validez del supuesto
de cxogeneidad de la tas;i de ahorro que subyace en las regresiones de las columnas 4 y S dci cua-
dro 10.2. Por el contrario, las tasas de crecimiento y ahorro dcberian ser determinadas simulláneamente
en un sistema de ecuaciones. Barro y Sala-i-Martin (1994, capítulo 12) presentan c\•idencia en favor
de la hipótesis de endogeneidad de s.
L,1 iil~mlurn em~•irica le. lOJ / '.!15
quinto, ei co~~ciente del nivel inicial del PIB es negativo una vez se introducen la
tasa de ahorro, el crecimiento de la población y la depreciación en la regresión.
í'i,t = Px. xi,t-1 + 13111. ,Hi,t-1 + f3:. Z,,t-1 .¡. Uit.' [10.9]
10 Para citar unos ejemplos, Alesina y Perotti (1993) enfatizan el papel de las desigu~ldades de
rique:ai, Barro y Lee (1994) y Benhabib y Spiegel (1993) analizan el papel de la educación, D..Cr~guriu
(1993) estudia el papel de las políticas macroeconómicas e inlfocionistas, King y Levine (1993) analizan
el papel del desarrollo del sector financiero, Roubini y Sala-i-Martin (1992) estudian la interacci,ln
entre la represión financiera y el crecimiento económico, Knack y Kcefer (1994) utiliz,m medidas de
inestabilidad social y política.
11
En inglé"s, "extreme bounds test".
216 / APUNTES DE CRECJ:-.IICNTO ECONÓMICC
¿Cómo interpretamos toda esta evidencia empírica? Pues diríamos que las lecciones
que hemos aprendido son las siguientes:
5) Las malas políticas económicas llevadas a cabo por el sector público y las distor-
sion~s e inestabilidades económicas y sociales tienen efectos perjudiciales para
con la tasa de crecimiento. Al estar todas estas políticas y factores negativos
nltamente correlacionados entre sí, es difícil averiguar cuál es el mecanismo a
través del que operan. Lo que parece claro es que, de una u otra ri1anera, una
mala gestión pública se traduce en una reducida tasa de crecimiento.
En otro seminal trabajo. Solo"· (1957) proporcionó una metodologÍíl qlle permite
medir la contribución de los tres componentes b;ísicos a la tasa de crecimiento agre-
gada. Estos trt's componentes básicos son el crecimiento del capital, el crecimiento
ciel trabajo y el pro~reso tecnológico. El análisis empieza en la función de producció1,
r.eoclásica
[10.10]
donde hemos sacado el factor tecnológico fuera de la función F(-) para simplificar un
poco el anális:s. Los dos inputs p~ivados son el capital físico,¡\·, y el capital humano,
_H. El capital humano. a su vez, podría suponerse igual al trabajo, /,, multiplicado
por un índice, q, que mide su calidad (que puede aumentar, por ejemplo, a través de
la educación):
G;__J
Tomemos lo1;;aritmos en los dos lados de [10.10] v derivemos con respecto al
[10.11)
l ~ ~ ~ 9) ¡,· ~ l f!. \
= ( + ( [10.12]
[10.13)
I-}·. ;1 A· 1f
-=-+a-•(1-o)-.
\
[10.14)
-- Y .4 1, H
Las participaciones del capital y el capital humano pueden ser o no constantes
(si la función de producción fuera Cobb-Douglas serían constantes, pero la función
de producción en la vida real no tiene por qué ser de este tipo). Lo qc1e sí sabemos,
Ln/iternlurne111píricr. (c. !Oí J 219
sin en1bargo, es que estas particip11ciones son fácilmente medibles con los datos de la
cont11bilidad nacional. Parn c11kular la participación del capital·humano, 1 - a, basta
con ir a la contabilid11d nacional, tomar la suma de todos los salarios y dividirla por
la renta nacional. L11 particip11ción del capital es igual a uno menos la participación
del capital hum11110.
La ecuación [10.14] nos dice gue el crecimiento del PIB agregado es igual a i<t
?urna del crecimiento tecnoló~ico, AJA, el crecimiento del capital multiplicado por la
importancia gue el capital tiene en el PIB, ak (I<, y el crecimiento del capilal humano
, multipiicado por la importancia gue éste tiene en el PIB agregado, (1 - a)H /JI.
Obsérvese que todos los componentes de [10.14] son directamente observables a
excepción del crecimiento de la tecnología. Ésta, sin _embargo, se puede medir de
forma indirecta como la diferencia entre el crecintiento agredado y el crecimiento
ponderado de los inputs medibles. Reescribiendo [10.14] obtenemos:
-~ = -f -
.4 Y
( a:-
k
X
+ (1 - a)-
H
ª) [10.15]
!i 1·,
- = - - -
t
(10.161
/ y jº L
)
i; (A f(
- +a-+ (1 - a)-
j¡) l
- - =
\
y _A [( . JI L_ . \
=~+a(!!.
A K
- !:)
L
+ (1 - a)(!!. - !:) =\
H L \
[10.17]
-----------
ir
Á
= - +a-.,.
A k
(1 - a).:..
q
__j'\
220 / APUNTES DE CRECJMIE:\TO ECONÓ\llCO
REGIONES
África O. 5 o. 2 -0. 7
América Latina
Extremo Oriente
;. 4
4. l 2.8
0.3
o. 5
º· 1
o.s
Occidente :?.. 4 1 0.3 1
Oriente Medio 1.R 1.8 O,'. -0,4
Sur de Asia "-· ~'. l. 3 0,3 O, 7
PAÍSES
SELECCIONADOS
China 4.2 l. i o. 4 2, O
Corea 5. R 3.6 C.i l. 3
India 2. .; l. 3 O. 3 o. i
Israel 3. 1 1.1 0,3 1. 7
Japón 4. 9 2. .¡ 0.3 2. 1
Singapur 5. 2 4. O 0.3 O. S
Taiwan 5. y 3, b u. b l. 6
Argentina 1. 1 c. 7 o. 3 º· 1
Boli\'ia l. l n.' 0. 2 O. 4
Chile 1.4 (j ' o. 3 o. 8
Colombia 2, O o,·'i ú.3 l. o
México l. 5 1. 3 O. 4 -0. 2
Perú -0,2 o, 3 O. 4 -l. 3
Uruguay l. 1 O. 2 O. 4 o. 5
Venezuela -O,, -0, 1 o. 5 -0, 9
Alemania 2. i l. 1 O. 2 1. 4
España 4, 2 . l. 7 o. 4 2. O
Italia ~'I, :-.
J.' o. 3 1.6
EEUU 1,1 o. 4 O4 º· 4
Esta igualdad se puede utilizar para descomponer el crecimiento de: PIB por
trabajador entre la contribución del pro~reso tecnológico, la del capital físico y la de
la educación. Esta descomposición se llama contaliilidad del crecimiento
En el cuadro 10.3 se muestran los cálculos de la contabilidad del crecimiento
para una muestra df' países representativos durante el periodo 1960-1992. Los datos
se han sacado de Collins y Bosworth (1997). En la primera columna se muestra el
nombre del país o de la región del mundo. En la segunda columna se mucstrn la tas¡¡
de crecimiento 11nu11l del PIB por trnbajador. Vemos que el crecimiento anual experi·
mentado por los p11íses del Extremo Oriente era de! 4, 1 %, el del continente africano
era del O, 5% y el de occidente del 2, 4%. Entre los países del Extremo Oriente, por
Ln literal11r,1 ern¡,irica (c. 10) / 221
supuesto, se encuentran los llamados milagros económicos del Asia oriental (Corea
del Sur, Singapur, Taiwan, Hong Kong, Malasin, Tailnndia, o Indonesia). La terce~a
columna muestra cuál es la contribución de la acumulación del capital a esa tasa de
crecimiento. Est,1 columna se corresponde con el término Cl"/k de la e::uación [10.17].
Vernos que la región del Extremo Oriente también experimentó un crecimiento del
capital por trabajador muy superior al experimentado por el resto cie las regiones
del mundo. La cuarta columna se refiere a la contribución de la educación, que se
corresponde con el término (1 - nhr, de [10.17]. El Extremo Oriente aventaja al resto
de las regiones del mundo también en esta categoría. Finalmente, la contribución de
la tecnología (medida como el residuo de Solow) se presenta en la última columna.
Observamos que el Extremo Oriente no obtiene unos crecimientos de productividad
tan espectaculares como los crecimientos del PIB per cápita. La razón es bien simple:
si bien es cierto que el Extremo Oriente expe~imenta una extraordinaria tasa de cre-
cimiento, ésta se debe, básicamente al extraordinario esfuerzo inversor y de educa-
ción llevado a cabo por estos países. No se debe, al parecer, al progreso tecnológico. 13
Esta conclusión se ve reforzada si analizamos el comportamiento de algunos
países representativos: el extraordinario crecimiento del PIB por trabajador expe-
rimentado por Corea, Singapur o Taiwan durante las últimas décadas se debe ma-
yoritariamente a la extraordinaria acumulación de capital físico y humano (debido
a las elevadísimas tasas de inversión y educación). Una vez se han tomado en cuenta
las arnmulaciones de factores privados, lo que queda por explicar (es decir, el creci-
miento tecnológico) no es "milagroso", en el sentido de que hay muchos países que
no son considerados milagros que tienen tasas de crecimiento de la productividad
muy similares (el crecimiento de la productividad experimentado por España, Italia,
Colombia o Chile es igual o superior al experimentado por el supuesto milagro de
Singapur). La lección <;¡ue nos dan los datos es gue el crecimiento de la productividad
medida con el método de Solow nos muestra una ima~en muy djstjnta de la s;¡ue
vemos sj simplemente ob~ervamos las tasas de crecimiento de los países. El lector
puede ver ia descomposición del crecimiento de su país preferido en el cuadro 10.3.
l Y= RI<+wH.) [10.18]
'i" Í{ f{ R. ti:
- - -n - -(1 - o:)= -o:+ -(1 - o).
Y !{ H R w
Hay que observar que, de acuerdo con [10.15], el lado izquierdo de esta igualdad
no es más que la tasa de crecimiento tecnológico, A/A, por lo que se obtiene:
A k u:
- = -o:+ -(1- o:l. [10.20]
1A R w
Es decir, una manera alternativa de calcular el progreso tecnológico es a través
. del crecimiento de los precios de los factores. La intuición es bastante simple. Si
el producto crece gracias a la acumulación de capital físico, la ley de rendimientos
decrecientes del capital reducirá el producto marginal del capital y, con él, el precio
del capital físico, r... Sin embargo, al ser el capital físico compiementario de capital
humano, el salario subirá. Si el crecimiento se produce solamente gracias ali acumu-
lación de capital humano, entonces el salario se reducirá y el precio del capital subirá.
Por lo tanto, el precio del capital físico y humano pueden subir a la vez solamente sj
existe el pro!rreso tecnológico. Esto es lo que refleja la ecuación [10.20]. Esta manera
alternativa (llamada "enfoque dual") de calcular la tasa de crecinuento de A puede
resultar ventajosa si es más difícil calcular los capitaies físico y humano que calcular o
observar sus precios respectivos. flsieh (1998) argumenta gue calcular precios siem-
pre es más sencillo que calcular cantidades por lo que su método de análisis puede
dar mejores resultados aunque, y ~so debería quedar claro, si se miden correctamente
los stocks de capital, la producción y los precios, la ecuación [10.20] dice que ambos
métodos dan lu¡¡¡r ¡¡ resultados idénticos.
La liternl11m e111¡,írica le. 10) / 223
La sorpresa aparece cuando se utiliza este método dunl pnra cnlcular el progreso
técnico para la economía del Asia Oriental y, muy en particuinr, de Singapur. A dife-
rencia de los resultados señalados en el cundro 10.3, si se utiliza el método d,1r1l se
obtiene que el crecimiento de la productividad de estos países es muy positivél por lo
q ..1e se concluye que el resultado obtenido con anterioridad se obtenía simplemente
por el hecho de que los investigadores no calculaban bien lr1s cantidades. Una inter-
pretación altemntiva es que los líderes políticos de esos países tenían la tendencia.,
hinchar los datos de capitnl físico con el objetivo de apéirentar mayores logros de sus
programas de inversión. Sin embargo, dichos políticos no podían manipular ios pre-
cios de mercado de los factores, por lo que su;; mentiras estadísticas aparecen cuando
uno utiliza la metodología dual. Unéi tercera posibiiidad, apuntada por Young (1998),
dice que el estudio de Hsich no trata corrcctnmente los impuestos sobre ei capital: si
bien es cierto que la tasa de retorno del capital, R, ha crecido mucho si se mide antes
de impuestos, una vez se incorporan éstos se observa un decrecimiento de la n neta,
debido a los sucesivos aumentos impositivos experimentados por economías como
l,1 de Singapur. lina vez se calcula el crecimiento de A según la fórmula [10.20] pew
teniendo en cuentn lr1 R neta de impuestos se muestra que el crecimiento estimado
de la productividad es parecido al que hemos mostrndo en el cuadro l 0.3.
f
uah (1996), empiezan su amílisis en un gráfico como el 10.9. En este gráfico se
c1lcula ia distribución de probabilidad del PIB por trabajador de todos los países del
undo relativo a los Estados Unidos en 1960 y en 1988. 14 Es decir, el área por debajo
-de la dist.ibución entre O, 02 y O, 04 nos indicr1 la probabilidad de que en el mundo
haya países con una renta por trabajador entre el 2 y el 4% de la renta de los Estados
Unidos.
El gráfico 10.9 nos da un número importante de lecciones. Primero, la dis-
tribución de la renta mt,ndial es bastante grande. Por ejemplo, en 1988, la relación
entre la renta más alta (la de los Estndos Unidos) y la más baja (Myarunar) era de
35. Segunde, la distribución en 1960 parece tener unn sola moda (u:i solo máximo), _
mientras que la de 1988 parece ser bimodal (esto es lo que llevó a Dannv Qunh a
llamar· "Twin Peaks" la distribución mundial 15 ). Este cambio refleja un hecho im-
portante: de los países que er. 1960 eran de renta jnte¡-media, unos conver~jeron
haci¡¡ los países pobres (nótese que la densidad de probabilidad en la región pobre es
más aira en 1988 gue en 1960), mientras Que otros convecgieron hacia los países rjcos
(obsérvese también c¡ue la densidad de probabilidad 12ara estos países es superior
en 1988 gue en 1960). Para decirlo de un modo calaquia) es cama si Jm países de
_clase media hubieran desaparecido: con relación n los Estados Unjdos )os que eran
pobres en 1960 eran todavía más pobres en 1988 y los que eran ricos en 1960 Jo eran
todavía más en 1988. Finalmente, un hecho importante es que la variabilidad en 1988
es superior a la del 1960. Este hecho está relacionado con el anterior: el número de
países pobres con relación a los Estados unidos ha subido y también Jo ha hecho el
número de países ricos.
0,01 ~
0.016 1960
0,016
1988
r:
$.
0.014 l'-
~ 0.012
O.Cl L
o.oos
0.006
0.004
0.002 !
o '-'-'-'---"----'-------'------'---'--~
0.01 0.02 0,04 o.os 0,16 0,32 0.64
Hay que recordar que la distribución presentada en el gráfico 10.9 es la del PIB
por trabajador relativa a la de los Estados Unidos. Ahora bien, no hay que olvidar que
los Estados Unidos han mantenido una tasa de crecimiento del 1, 4% anual durante
este periodo. Por este motivo, si en lugar de hacer la distribución rclntiz,a hubiéramos
15 N. del T.: este> es un juego de palabras en inglés. Twin-P,'tlks quiere dcci~. literalmente, "montes
[10.21]
Del misn10 modo, se puede calct1lar el número de países ricos en 1988 como
[10.22]
Una vez sabido el número de pobres y ricos en 2016, se pueden volver n ap!ienr
las probabilidades de transición como se ha hecho en [10.23]-para calcula~ los del
año 2044, y así sucesivamente hasta encontrar el número de pobres y ricos (o la
ciistrihuciún) de l11rgo plazo. De esta manera, aunque no se puede decir con exactitud
cu~les serán los países ricos y cuáles los pobres en el largo plazo, sí que se puede hilcer
una descripción de la distribución de ricos y pobres en el largo plazo.
226 / APUNTES DE GECIMIE'<TO ECONC:S.IlCO
!i < o.os 15 17 s
' O. 05 < y < O. 10 19 ]J s
O. 10 <y< O. 20 26 17 Ll
0.20 <y< 0.40 20 22 24
0,-10 < ¡¡ < O,SO 17 22 30
1/ > 9 19
'
l. El teorema de Kuhn-Tucker
taría la producción que se obtiene para cada combinación de inputs, es decir, sería In
función de producción. Una manera sencilla de solucionar [A.1 J es utilizar el teorema
de Kuhn-Tucker. Este teorema dice que si el vector x· = (:rj .... , x~) es la solución
del problema [A.1], entonces existe W1 conjunto de multiplicndores de Lagrnnge con
lns siguientes propiedades:
1
N. del T.: del inglés "complementary slackness condition".
2
Recordemos que una interpretación del multiplicadnr de Lagranr,e l"'S que es el precio imp:í:ito
de la restricción: el multiplicador v¡ nos dice el aumento de beneficios (o utJidad) que experimentará
el agente cu;indo se '"relaja" la r~tricrión i en una unidad.
A¡,é,1dic,· 111atc111,ílico / 229
x.
\
\
\
u,
u,
,
··1
.. X¡
Gráfico A.1
230 / A.PUNTF_<; DE CREC!.\IJE:,.,'TO ECONÓ~11CC'
Gráfico A.2
2.A. l11trod11cció11
A pesar de que l,1 teorííl matemática de la optimización dinámicíl es muy antigu,1,
los economistas no empezaron a utilizar métodos dinámicos sistemáticílmcnte h.:is-
tél los años sesentíl (en los años veinte algunos economistas como Hotelling y Ram-
sey utilizaron modelos dinámicos, pero líl inCélpacidad de sus colegas para entende,
sus teorías hizo que aquellas investigaciones no se utilizaran hasta la década de
los sesenta). La metodología utilizada por los matemáticos clásicos parn solucionar
problemas dinámicos se conodíl con e; nombre de etí/rn/o de rnrincio11es. Esa primer¡¡
metodología se perfeccionó íl través de dos vias distintíls. La primera via, cono-
cida como progrn111nció11 di111í111icn, fue desarrollada por el matemático norteamericano
Richard Bellman en los af1os cincuenta. Este método es especialmente útil para solu-
cionar problemas estocásticos de tiempo discreto. La segunda vía, llamada control
cí¡1fi1110, fue desarrollada por un equipo de matemáticos rusos liderados por L. Pon-
tryagin. Esta metodología, que se basa en el hamiltoniano, es especialmente útil para
solucionm problemas de optimización dinámica cuando unc1 de las restricciones es
una ecuación diferencial. Como hemos visto dur,rnte todo el libro, este tipo de restric-
ciones son especialmente comunes en la teoría de crecimiento económico. Por este
motiYo, en este apéndice mostraremos la metodología desarrollada por Pontryagin.
donde V(O) es el valor de b función objetivo desde el punto de vista del momento
inicial, O, donde Oy T son los momentos inicial y final respectivamente, mientras que
i·T es la tílsa de descuento que se aplica en el último momento. El momento final, T,
podría ser finito o infinito.
t\pét1dice matemático / 2.13
-1c)-º-1
u(c 1... k¡.. t) = e P ---
1- 0
donde ó es la tasa de depredación del capital. Esta ecuación dice que el stock de
e.apita! aumenta con el ahorro y disminuye con la depreciación. El ahorro, a su vez,
es la diferencia entre la cantidad de recursos producidos. J(kt ), y los consumidos, e,.
Para solucionar los problemas dinámicos como [A.4], deberemos proceder de la si-
guiente manera.
Primer puso: Identitkaci(m las variables de control y de estado.
el primer paso para solucionar el problema dinámico es saber cual es la variable
de control y cual es la 1·ariable de estado. La variable de estado es la que aparece
con un puntito en la restricción [A.4a]. La variable de control es la que NO apa-
rece con un puntito en la restricción [A.4a]. Esta identificación es importante porque
las condiciones de primer orden para las variables de cqntro y de estado son distintas.
Segu11do pnso: El hm11i/to11iano. •
La función llamada "hamiltoniano'' juega el mism<,> papel que juega el lagrangiano
en los problemas estáticos: nos sirve para memorizar de una manera sencilla el pro-
cedimiento para solucionar el problema. El hamiltoniano es la suma de la función
objetivo insrantánea (la función que aparece dentro de la integral en [A.4]) más un pre-
cio implícito o multiplicador de Lagrange multiplic¡¡do por J¡¡ pmtc de lil restricción
que no tiene un punto. Es decir,
Obsen•ese que, dado que existe una restricción g(·) para cada momento del tiempo,
existe un multiplicador de Lagrange asociado con cada una de esas restricciones.
El multiplicador asociado con la restricción del momento t se llama 11, y de ahí el
gubíndice temporal.
Tercer Paso: Se toma la derivada del hamiltoniano con respecto de las variables
de control y se iguala a cero:
l'J'kT = Ü. [A.8]
lim Ht = O [A.10]
t-cc,
[A.11]
J
integral 1t[11,(g[kc,ci, t] - k,)]dt. Dado que solamente hay una restricción del tipo
[A.4c). solamente hay un multiplicador asociado a esa restricción (y de ahí la ausencia
de subíndice temporal para l!i).
Si se tratara de un problema estático, encontariamos la solución a base de igualar
las derivadas del Lagrangiano con respecto de cada una de las variables a cero
(condición [A.2a]). El problema surgiría cuando tuviéramos que tomar la derivada
de k1 con respecto a k 1• Una manera de solucionar este problema sería integrar el
. . JorT 111k.·1 dl por partes:·'
termmo
l = 1 T
(Hki, k:, t) + iiik,) dt. - 11rkr + 110 1.:u.:.. ,:·kre-fTT [A.14]
{)H éJu 8g
- + ii = - + 11- + ii = O. [A.16)
é)k 8k 8k
Estas dos condiciones se corresponden con las anteriormente señaladas [A.6) y
[A.7]. Vemos, pues, el origen de que la condición de primer orden con respecto de k
no sea igual a cero sino igual a -i,.
3 Para ello, basta con Lfarse cuenta que la derivada del producto es igt.:al a DIJf ~ k,, + vk. Si
integramos ambf>s lados de esta expresión encontramos que
0
J7
~dt ~ fo7
kvdt +
0
J7
vkdt. Si nos
damos cuenta que el primer término es la integral de la derivada, observamos que la integral se puede
escnºb'1r como v 7 k 7 - "Dko = J.T0 .
kvdt + J.T0
vkdt.
Apé11dicr 111n1tm1dticc / 237
[A.li]
[A.18]
[A.19]
capítulo 8 vimos un modelo de capital humano con dos variables de control y dos
,·ariables de estado. Aunque en este libro no se presentan modelos más complica-
dos que ése, en general se podría pensa:- en modelos con muchas vnriables de cad;i
tipo. Cuando hay n variables de control, c1t, c21 , ... , C:nt y m variables de estado,
/.:1 t, ht, ... , k rnt , ei problema es:
max V(O) =
C.¡t lo{T u(c1,, e¡¡, ... , Cnt, kit, ... kmt· t)dt
sujeto a (a.1) Í.1t = gifc11,C21,.,.Cnt,k1, .... kmt,tl
(a.2) Í.:21 = 92 [clt, c21, ... Cnt, k11 ... . kmt, t] [A.21]
(a.m) kmt=g,,.[c1t.C2t,···Cnt·k1t,,,.km1,tJ
(b) '/.:10, k20, ... , k,,.o están i:iadas
(c) k1rc-rrT ~O, ... , k-mTE-rrT ~ O.
La solución a este problema es similar al problema con una variable de control
y una de estado.
Pl'imer Paso: Identificación de las variables de control y de estado.
El primer paso para solucionar el problema dinámico es saber cuales son las
variables de control y cuaies las variables de estado. Las variables cie estado son las
que aparecen con un puntito en la restricción [A.21a]. Las de control son las que NO
aparecen con un puntito en la restricción [A.21a].
Segrmdci Pasa: El ha111i/to11ia110.
Escribimos el hamiltoniano como la suma de la función objetivo instantánea m.is
la suma de un multiplicador de Lagrange por cada restricción multiplicado por la
parte de la restricción que no tienE un punto. Es decir:
,,,
H = tt(CJL. cu, ... , e,.:, k11, ... i.:,,,1, t) + Í:: v¡¡g;[ ].- [A.22]
2=1
áH
-=-i,,;t para cndn i = 1, 2, ... , m [A.24)
8h;
Quinto Paso (Ln condición de trnnsversnlidad): Se multiplica cada una de las varia-
bles de estado en el momento terminal por su multiplicador correspondiente en el
mismo momento y se iguala a cero.
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24'.:: / ArUNTF.5 DF. C:RECl~IIE\'TO KO:--Ó~l!CO
(I+Dl, 8, 9, 136, 16í, 171-73, 175-79, 162, 184- Cohen, 51, 127, 242
SS Collins, 220
acelerador, 72 condición de !nada, H, 23, 62, 66-67, 69, 93
Aghion, 8, 172, 188, 2,11 condición de lransversalidad, 95, 97, lM-105,
Alcsina, 215111,, 241 10;, 124, 130-31, 133, 161,183,235,237,239
aprendizaje por la prfü:tic,1 ("leaming t')' convergencia
doing''), Só, 167, 147-56 u-convergencia, 194-99, 223
Arrow, 125, 147-46, 155,241 ,1-convergencia, 194-99, 223
Ashcr, 14Si,2 absoluta. 45, 201-202, 209-210
Azariadis, 79,241 condicional o relativa, 45 •.¡;, 1 i2, 200-02,
209-210, 217
B~kus, 150,241 hipótesis de, 46. 55, 131-32, 194,200
Barro, 8, 45, 48-49, 61, 86, 92117, 136-38, 13Snl, interregional, 202-209
140, 164, 172. 187,200,206,209, 211-12, velocidad de, 44-47, 202-03, 205,207,212,
214n1G, 215, 2151111, 221,237,241 217
B.,umol, 200, 242 Couloml,e, 2+!
Bellman, 232 Costas, 241
Benhabib, 2151111, 242 crecimiento
big pus];, 81, 24,; endógeno, S, 51-81, 127-134, 140, 147, 158,
Bosworth, 220 167, 171, 166,194,200
Braun, 2.;2 exógeno, S, 117-22, 194
óptimo, 1.¡3.,¡5
Cal,allé, 164,242 curva de ahorro, 23-25, 33, 341110, 53-54,
Caballero, 156, 242 57-59, 67-69, 72, 74, 78
c11lidad, S, 172, 187-168 curYa de depreciación, 23-25, 33-3·1, 53-54, 5í,
Canadá, 209 59, 67-69, 72, 74, 78
capital, 6-10, 12, 21, 24, 27, 52, 59-61, 68, 74,
76-76, so, 85, 94, 117, 130, 133, 156, 165, 167, Daveri, 79-80
, 174, 194; 200 DeGregorio, 215n 11, 242
capital humano, 18, 45, 52, 133-34, 157-6í, 186, De la Fuente, 242
218-19, 222,238 DeLong, 200,213, 242-243
Cass, í, 85, 242 desarrollo económico, 5
Chua, 242 desbordamiento del conocimiento, 56, 147-56
Cobb-Douglas, 15-16, 19-21, 23-24, 32-33, destrucción crea ti va, 172
34n 1O, 4S, 56, 70, 93, 98-99, 102, lOS, 118- Dixit, 173, 243
119, 134, 142n3, 14S, 156, 194112, 218 Dolado, 206, 243
2.¡S / Í,-.:DICE A~ALÍTICO